FIELD PAPERS
Agosto 2023
TECNOLOGÍA DE APLICACIÓN EN EL MANEJO DEL CULTIVO DE SOYA
El uso de estas tecnologías en la agricultura permite un mayor control y optimización de los recursos, como agua, fertilizantes y pesticidas, lo que ayuda a reducir los costos de producción y minimizar el impacto ambiental.
TECNOLOGÍA DE APLICACIÓN EN EL MANEJO DEL CULTIVO DE SOYA
Cuando se habla de tecnología de aplicación, en general, surgen muchos conceptos y muchas dudas a la hora de aplicar un fitosanitario, esto es aún más intenso, ante el crecimiento vertiginoso de costos, de mezclas y consecuentemente riesgos, que va dejando al productor más preocupado, asustado y desesperado por la tecnología. En este escenario se crean muchas oportunidades,
Para evitar caer en cualquier trampa, es necesario volver al principio, reforzar y recordar algunos conceptos de pulverización:
Caudal: Volumen por unidad de tiempo, que según el equipo a trabajar puede ser ajustada de varias formas, normalmente cambiando, restringiendo o desviando el caudal o flujo de la bomba de pulverización (L/min, GPM).
buenas y malas, que pueden ser tropiezos para el productor. Parece que reinventar la rueda se ha vuelto rutinario, pero el mayor problema es que algunas “ruedas cuadradas” aparecen como algo nuevo y tecnológico. Es decir, hemos visto el rescate de viejos conceptos con un respectivo empeoramiento de su funcionalidad, generando un gran impacto y vendido como algo revolucionario o tecnológico.
La pulverización consiste básicamente en el proceso de formación de gotas, en la transformación de un determinado volumen de líquido en partículas más pequeñas (gotas). Entonces, cuando se domina el proceso de pulverización, puedes pensar en hacer una aplicación de calidad, que no es más que una pulverización que de en el blanco, con densidad correcta de (gotas/cm²) adecuada al objetivo y al producto fitosanitario, además de un tamaño adecuado a las condiciones ambientales y al nivel de riesgo de la aplicación.
resultará del NÚMERO DE GOTAS necesarias y del TAMAÑO que deben tener estas.
Para analizar el espectro de las gotas es necesario reforzar algunos indicadores importantes: Densidad: Representada por el número de gotas/cm², es un factor determinante a la hora de definir y leer una aplicación. Diámetro medio volumétrico (DMV, D0.5, D50%): separa la población de gotas en dos partes iguales, de menor a mayor.
Volumen de mezcla o tasa de aplicación: Volumen por unidad de área, resultado del ancho de la pulverización, velocidad y caudal (L/ha).
Entonces la matemática del espectro de gotas no es tan compleja, tenemos un VOLUMEN DE MEZCLA adecuado, que
Riesgo potencial de deriva: Porcentaje del volumen aplicado representado por gotas derivables, el diámetro adoptado puede variar según el grado de riesgo, pero gotas menores a 100 µm normalmente se cosideran derivables;
Presión de trabajo: Normalmente es medida en bar, PSI o kPa. En condiciones normales es el resultado de la restricción que ofrecen las boquillas de pulverización. En los sistemas de pulverización convencionales, cuanto mayor es la presión, más pequeñas son las gotas y cuanto menor es la presión, más grandes son las gotas.
Posicionamiento de boquillas de pulverización en el cultivo de soya.
En el cultivo de soya tenemos una agravante fisiológico para la penetración de los fitosanitarios llamada nictinastia, sobre todo al momento de aplicar fungicidas e insecticidas, debido a la alta necesidad de cobertura. La nictinastia, consiste en el movimiento de los folíolos a lo largo del día, volviéndose más verticales y abiertos en las horas del día y más horizontal y cerrada en ausencia de luz.
Un dosel de soya más “cerrado” por la nictinastia exige gotas más finas, más numerosas y sin dirección para lograr una deposición satisfactoria, se puede lograr buenos resultados con gotas de 180 a 250 μm con volúmenes de 50 a 70 L/ha, una buena estrategia para esto es el uso de boquillas tipo cono vacío, que forman gotas finas, sin dirección y extremadamente uniformes.
¿Y
el rocío?
En plantas como la soya, el problema de la escorrentía provocada por el rocío tiende a ser menor que en las gramíneas, por ejemplo, en las que la superficie foliar es predominantemente vertical, pero esto no se puede descuidar.
Son varios los factores que se pueden observar, como la relación entre la temperatura ambiente y
Por otro lado, una copa de soja más abierta por nictinastia, con folíolos más verticales, permite el uso de gotas medianas con incrementos en el volumen de pulverización, 300 a 350 μm con un mínimo de 80 L/ha, respectivamente, respondiendo bien al uso de puntas de pulverización que añaden energía a las gotas, con énfasis en abanicos con un ángulo de ataque superior a 20°, montados alternativamente, un abanico hacia adelante y otro hacia atrás, o abanicos dobles.
Una vez comprendida la relación entre el comportamiento del dosel y el espectro de gotas a adoptar, es fundamental incluir en esta relación el control y adecuación de las condiciones ambientales, con énfasis en la Depresión Psicrométrica, o Delta T, que está directamente relacionada con el DMV y da como resultado un potencial de evaporación.
el punto de rocío, los productos aplicados, el objetivo deseado, la humedad del suelo, entre otros, pero si queremos simplificar, el viento es el factor más importante.
Es importante observar al decidir si aplicar o no en presencia de rocío.
Respecto a la formación de rocío después de la pulverización, varios trabajos demuestran que no es motivo de gran preocupación,
lo que tiene mucho sentido, considerando que la gran mayoría de los productos pulverizados después de la emergencia de la soya son insolubles en agua, con una alta afinidad por la cutícula de las hojas, lo que hace que posibles lavados por exceso de rocío, tras la aplicación difícilmente ocurran en la práctica.