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DIARIO EL PUEBLO
| Arequipa 19 de abril de 2020
SEMBLANZA
DON VICTOR, SIEMPRE LO RECORDARÉ Por: Hélard Fuentes Pastor
iempre supe de la grande za de los Hermanos Dávalos. Los escuché desde pequeño.Cada una de sus vibrantes y maravillosas interpretaciones que reafirmaron la identidad musical de esta ciudad y que tantas páginas ha merecido en el Pendón Musical de Juan Guillermo Carpio Muñoz. Hablé con don Víctor en el año 2017, cuando María Antonieta Dávalos, por teléfono, me notició del ono en vísperas de la primavera, durante mástico de su papá. Entonces, días antes, acudí a su casa en el distrito la entrevista que realicé: «Soy un obrero de la música peruana». de Selva Alegre para estrechar su mano y sentarnos a conversar de Inicialmente pensé que se refería al sacrificado esfuerzo de los artistas sus recuerdos; dicha entrevista fue publicada a modo de reportaje por sobrevivir y llevar su arte a otros lugares; pero, en realidad, debía biográfico en el diario El Pueblo, el 23 de septiembre, un día después traducirse en la armonía que debe existir entre concebir un símbolo de de celebrarse su cumpleaños número noventa. lucha, resistencia, y sostenerlo con altruismo, humildad, llaneza y espe En aquella oportunidad, tuve ranza. Dicha inquietud la razoné por la ocasión de acompañar a don mucho tiempo, mientras sucedieron Víctor en su fiesta. María Antonie los años hasta estos días que recibo ta, que tiene una excelente sazón, la noticia de su partida. y sus hermanas, agasajaron a los invitados ofreciendo un exqui Ahora, puedo decir que el des tino estaba trazado. Tenía que con sito Ají de Gallina. Una familia muy atenta y cariñosa que con versar con el artista. Antes, entablé amistad con su preciosa y talentosa tremenda humildad nos recibió en su hogar para compartir, aunque hija, Leslie, y cómo no mencionar a su nieto, Anthony, médico-tecnósea por unas horas, con el maestro arequipeño. Aquí fui testigo del logo. Pronto, nos cruzamos en un acto protocolar de aniversario de cariño que ofrendaban varios ami gos, homenajeándolo con cantos la Municipalidad Distrital de José Luis Bustamante y Rivero, que le y poesía. Una inolvidable estampa de familiaridad. entregó un diploma y una medalla. Sucedió en mayo del 2017. Y, en el Ahora, debo confesar que en su trajinar de los meses, fui testigo de momento no comprendí la dimen cómo la gestora cultural, Fiorella sión de una poderosa frase que Valencia, que trabajaba en la Co pronunció don Víctor, aquella tarde
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misión de Festejos, se desvivió en reunir información y documentos para sustentar el expediente de la Municipalidad Provincial y declarar a los Hermanos Dávalos, Hijos Predilectos de Arequipa. Entonces, proporcioné algunas lecturas de indispensable consulta que reseñaban su trayectoria, cómo: Juan Guillermo Carpio, Luis Pareja Rivero, Dante Zegarra López, por mencionar algunos. Hoy, vale decir que, gracias a la riqueza de su pluma, la voluntad y el compromiso de quienes con tribuyeron a difundir la genialidad de los artistas arequipeños en revistas, periódicos y libros, se pudo aterrizar en aquel admira ble propósito, un homenaje que aplaudió Arequipa en agosto del 201, bajo la gestión del alcalde Alfredo Zegarra Tejada. Lúcido, noble y alegre. Ese es el recuerdo que tengo del maestro peruano que, por tantas décadas, junto a su hermano, conservaron el temple del dúo musical. Real mente fueron auténticos artistas, muy a pesar de sus detractores
que concebían con otro estilo a la canción arequipeña. No obstante, el reconfigurar la música local en la segunda mitad del siglo XX, como un gesto de rebeldía, de romper esquemas e integrarse al panora ma mistiano con sus penetrantes voces al ritmo del fox-trot, los colocó a modo de hito que marca un antes y un después, alentando el trabajo de las siguientes gene raciones. ¿Transformaron? ¡Por
supuesto! Y amaron su tierra como a ninguna otra ciudad. Apreciados amigos, tengo el compromiso de atesorar sus pala bras: «Mi querido Elard (sic) con mi más profundo cariño y afecto, te dedico estas líneas de gratitud por tu (...) labor al arte y a éste tu amigo de siempre, Víctor Dávalos, Arequipa, 31 de julio del 2018». Con esa gran sonrisa don Víctor, Usted será recibido en el cielo.