CONFIRMACIONES EN EL COLEGIO El pasado viernes 29 de Abril, un grupo de 34 alumnos/as de 2º Bachillerato de nuestro colegio y 5 antiguas alumnas, recibieron en el incomparable marco de nuestra Iglesia, el sacramento de la Confirmación de manos del Vicario general de pastoral de nuestra diócesis P. Joaquín Alberto Nieva. Han sido tres años de preparación cada viernes en los grupos Cordare acompañados de sus catequistas Inma, Jesús, Almudena, Elena, Eva, Clara, Pili, Marta y María Jesús y con la coordinación y formación de manos de los ya veteranos Jesús Fernández y Paco Ortega, nuestro coordinador de la Pastoral.
Han sido testigos de la presencia del Señor en sus vidas viviendo maravillosas experiencias en los retiros de 4º ESO, 1º y 2º Bach, en las celebraciones y en las peregrinaciones a Guadalupe y Santiago. También en las catequesis de cada viernes y en el acompañamiento cariñoso de sus catequistas. De ese proceso, el primer fruto ha sido la respuesta que han querido dar al Señor con un SÍ con mayúsculas a vivir en cristiano y a proclamar su fe entre los jóvenes de su edad y a vivirla de forma coherente en sus vidas. Nuestra alumna Teresa Hidalgo leyó con valentía una carta en representación de todos los confirmandos en la que podemos destacar algunos párrafos: “Mi vida está
llena de luces y sombras, de cosas agradables y bonitas, pero también de todo lo contrario. Ha habido cosas en mi vida que me han hecho desconfiar o dejar de lado a Dios y me he enfadado con Él, pero siempre me ha demostrado que todo lo que ha pasado tenía su porqué, aunque yo al principio no lo viese. Lo más fácil es no luchar, no pensar, dejarse llevar por el resto de las personas. Pero ¿es lo más fácil lo mejor? Hay una frase que sigo siempre al pie de la letra, “Quien no arriesga, no gana” y verdaderamente es así (…) Sé que he encontrado parte de mi llamada, algo que me dice que Dios está conmigo porque lo siento, por eso me quiero confirmar, porque quiero más y quiero que Él esté conmigo toda mi vida. Quiero comprometerme a Él, porque me he dado cuenta de que si no me comprometo, la que más pierde soy yo”.
OjalĂĄ que lo vivido continĂşe en sus vidas y siga dando frutos gracias a esos dones recibidos. Pidamos por ellos y demos gracias al SeĂąor.