Dhammapada

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2. Sobre la ĂŠpoca

Movimientos espirituales primarios

Sectas

Hinduismo Judaismo

628-551

570-490

560-480

552-479

0-33

570-632


Nepal Lumbini

3. Sobre la región

E

l nombre de India no fue el original (en la cosmología india antigua, se llamaba Jambudvipa). El nombre actual se deriva del río Indo. Su territorio fue modificado en varias ocasiones. La última se realizó cuando Pakistán se separó de la Unión India, después de la segunda guerra mundial. Las características geográficas la señalan como un triángulo invertido con su base en el continente y los lados en costas colindantes con el Océano Índico. En la parte superior se elevan las cordilleras más grandes del mundo. Además del Indo (que gran parte está hoy en Pakistán) el Ganges era el otro río en importancia; así como otros ríos menores y afluentes, lo que permitió que hubiera mucha fertilidad en la tierra. También está rodeada de muchas islas.

Europa

Asía

América

India

África

Oceania


दम्मपदा बुदा सिदर्ता गउतमा

Traducción

Pali Canon

Vocales

Sánscrito

Su amistad para con muchos le hace un ser apreciado y respetado.


5. Sobre el contenido

C

onsideramos que en la época de Buda, coincidente con el nacimiento de otros grandes líderes espirituales, se inicia formalmente el pensamiento filosófico-religioso, en el continente euroasiático. En la edición de esta obra, dividida en 26 capítulos y 423 versículos, se encuentran infinidad de conceptos que nos llevan a una meditación profunda. A continuación se tratará de presentarlos sintéticamente, en una interpretación libre, para que en la lectura del libro se tenga una mejor comprensión.

Capítulos Conceptos

1. OPCIONES Dualidad bien-mal; odio-amor; esencial y no esencial. 2. ALERTA La meditación y la sabiduría conducen al Nirvana (infinita felicidad). 3. MENTE Así como el arquero apunta su flecha a perfección, igual debe hacer el sabio con su mente. 4. FLORES Asi como el jardinero disfruta de la belleza y la fragancia de las flores, el sabio vive el bien y la virtud sin dañar la naturaleza. 5. IGNORANCIA El ignorante debe de aprender del sabio y no creer que es sabio demostrando su ignorancia. 6. SABIO Identificar al sabio para distinguirlo del malo y del deshonesto. A los sabios no los estremece ni el halago ni la calumnia. 7. ILUMINADO El iluminado es aquel que se ha liberado de apegos, deseos, lamentaciones y que no tiene posesiones, para encontrar paz y alegría. 8. MILES Es mejor vivir un día en la verdad, que cien años en la ignorancia y la dispersión. 9. EL MAL Lo malo trae sufrimiento y miseria. El daño se revierte a uno mismo. 10. CASTIGO Evita ofender. Al que lastima le llegará el sufrimiento.


11. VEJEZ El cuerpo es efímero. Debe recordarse su fragilidad. 12. EL YO Aprender a enseñar a otros. 13. MUNDO Respetar las reglas positivas y evitar doctrinas falsas. 14. BUDA Las principales enseñanzas de Buda, serían evitar el mal, cultivar el bien y purificar la mente. 15. FELICIDAD Vivir sin posesiones y sin pasiones. Aliméntate de amor. 16. PLACER Cuando se termina el placer se llega al dolor. La alegría egoista conduce al miedo. 17. ENOJO Conquista el enojo con la comprensión. 18. IMPURO No hay mayor impureza que la que provoca la ignorancia. 19. JUSTO Se le llama monje al hombre considerado; al que no daña a ser viviente alguno. 20. CAMINO El camino de la búsqueda lleva al término del sufrimiento. 21. VERSOS VARIADOS No trates de lograr tu felicidad con la infelicidad de otros. 22. PERDICIÓN Por la indiferencia perezosa no se encontrará la felicidad. 23. ELEFANTE Es fácil entrenar animales; pero es mejor que el hombre se entrene a sí mismo. 24. ANSIEDAD La ansiedad crece en la falta de un pensamiento útil como las plantas en la selva. 25. MENDICANTE Si aprendes a controlar tus sentidos te conviertes en maestro y te haces libre. El buscador que ama la verdad y que siempre se refleja sobre de ella, será sostenido por la misma. 26. SACERDOTE Si logras liberar todas las ataduras de la existencia, tú serás iluminado.



Introducción a la primera edición Jesús Sandoval Ochoa

1 Al sur de la imponente coordillera de Los Himalayas se extiende la gran península continental del antiguo país de Baratha, que hoy conocemos como la India. Al noroeste de ésta existió el reino del Klan de los Sakyas (actual Nepal), donde nace, hijo de rey, el príncipe Siddaharta Gautama* a mediados del siglo VI a.C., se dice que fue un 8 de abril, en luna llena. Maya, su madre, soñó que el futuro Buda, descendía hasta su vientre en forma de elefante blanco. Los sabios brahamanes le pronosticaron que su hijo sería un gran monarca de hombres pero, que si tomaba conocimientos del sufrimiento humano, sería un salvador del mundo. Maya murió siete días después del alumbramiento. Su padre, temeroso del cumplimiento de la segunda posibilidad de la profecía, mantuvo cautivo al príncipe dentro de los confines de su rico y confortable palacio, donde llegó a prohibir que se mencionaran palabras como “dolor” o “muerte”. Muy joven se casó con una también princesa joven con la cual tuvo un hijo, al que le puso por nombre RAHULA, que significa cautiverio. 2 Por tres ocasiones consecutivas, evadiendo la vigilancia que sobre él se ejercía, se internó en compañía de un criado de su confianza por callles, plazas y mercados, para encontrarse con multitud de gente, escenas y detalles de un mundo desconocido para él, hasta ese día. Estos viajes lo pusieron en conocimiento de las tres calamidades que aquejan al hombre: la vejez, el sufrimiento y la muerte, después de haber visto un inválido, un anciano y un cadáver. Fue en una cuarta excursión, mientras observaba a un asceta limosnero, en la paz y serenidad de éste, donde intuyó la posible solución de los tres males señalados. * Siddharta Gautama en sánscrito, cambia a Siddatha Gotama en el dialecto Pali.


Una noche, a los 29 años abandonó para siempre el mundo familiar, a su esposa, a su hijo y sus inmensas riquezas; en una palabra, todo lo que él había sido hasta ese momento. Acto seguido, se corta el pelo y se cambia el nombre por Gautama. 3 Durante seis años se dedica a la búsqueda, como un asceta errante, intentando descubrir la naturaleza del mundo a través del camino del sufrimiento físico. Durante un profundo y prolongado ayuno y a punto de fenecer, una niñita le hace ingerir un poco de alimento que le permite recuperar fuerzas. Este hecho fue duramente reprobado por sus compañeros monjes, quienes deciden, por ello, abandonarlo. Al comprobar lo inútil de prácticas tan dolorosas, opta por guardar distancia de los extremos y procura, en adelante, seguir una línea intermedia: la vía del camino del medio. Al final de su periodo de búsqueda, combina en su trabajo: su frío rigor racional con la práctica de una intensa concentración en la meditación de yoga Raja o yoga de la mente. Una noche, cerca del actual poblado de Patna, en Bodh Gaya al Noreste hindú, donde había una higuera (conocida entonces como ÁRBOL DE LA SABIDURÍA, y hoy conocida como ÁRBOL DE BUDA), se sienta el sabio silencioso del Clan Sakya (SAKYAMUNI) y decide no levantarse de ese lugar hasta haber agotado su búsqueda. Durante esa noche, Mara (que compagina en sí, la maldad, las tentaciones y la muerte) intenta seducirlo, enviándole a sus bellas hijas, sin lograrlo; luego a terribles monstruos para distraerlo de su concentración; al final lo ataca con un destructivo disco de fuego, el cual se convierte en un adorno de flores sobre su cabeza. Después de enfrentar y sufrir las pruebas de Mara, Gautama, ya para entonces un hombre perfectamente entrenado en la práctica de yoga, poseedor de una disciplina de acero, una inteligencia aguda, profunda, firme y rigurosa; y un corazón desbordante de bondad, vence las pruebas, rasga el velo de la ilusión e ignorancia y penetra en el conocimiento verdadero del universo en toda la realidad de su ser.


Al amancer el siguiente día de su determinación, durante una luna llena de mayo*, alcanza el estado del Buddha (el que está perfectamente despierto o que ha alcanzado la iluminación). Era el fruto del duro esfuerzo que con devoción y férrea disciplina había impulsado ese insigne guerrero espiritual. El estado de dicha indescriptible que él alcanzó, es decir, el supremo bien de La Liberación Real se extendió durante los siguientes 49 días a partir de ese venturoso amancer para él y todos los seres vivientes. Dice la leyenda que el maestro permanceció inmóvil todo ese tiempo bajo torrencial lluvia, protegido por Muchalinda, el dios serpiente cuyo impresionante capuchón, a menudo, se representa cubriendo al monje que medita. Buda (el que se ha liberado de sufrir y reencarnar) comprendió la raíz del sufrimiento y supo que para evitarlo hay que alcanzar un estado de ausencia del deseo. A raíz de su iluminación, Buda se vio frente a un dilema: entrar de inmediato al Nirvana o renunciar durante un tiempo a esta dicha suprema, para enseñar el camino de la liberación a sus congéneres. Mara lo apremia a tomar la primera opción, además de tentarlo con la duda de si él podría hacer entender, ante los demás, su extraordinaria y trascendental experiencia, a lo cual el se limitó a decir: “habrá algunos que entenderán”. Eligió la segunda opción y se cumplió la segunda parte de la profesía que le habían vaticinado a su madre. Siddharta “el que ha alcanzado sus propósitos”, Gautama, “el mejor sobre la tierra”, conquistó el conocimiento de la ley de la liberación, a los 35 años. Predicó e impulsó la práctica, durante 45 años, hasta el final de su existencia a los 80 años de edad. La palabra “Buddha” no es un nombre propio, es un adjetivo que indica un estado o condición. El término “Buddh” (con doble d) significa el despierto o el que ha alcanzado la más elevada percepción de la realidad. Cuando esta palabra se escribe con una d, significa simplemente hombre sabio y ya. Antes de Gautama, muchos hombres iluminados fueron calificados

*El festival Wesak, es la celebración anual, de la iluminación de Buda, en la luna llena de mayo.


de “Budas”, pero fue en el príncipe nepalés donde este calificativo queda fundido con la persona de Siddharta Gautama quien, desde entonces, lo llevará como nombre propio. Después de Gautama se espera el arribo del Buda Maitreya, quien habrá de completar la liberación universal o la salvación de la humanidad. A partir de aquí, en esta introducción, usaremos la forma simple del nombre: Buda. 4 La Ley (dhamma en pali, dharma en sánscrito) de liberación fue establecida por el Buda, en el conocimiento de las cuatro Nobles Verdades: 1) el sufrimiento como hecho real y universal, 2) tiene una causa bien definida (el deseo, origen de apego y esclavitud), 3) se puede eliminar la causa (cesación del deseo); y 4) el método para lograrlo: consiste en transitar el camino del medio conocido como noble Óctuple Sendero. Es en la práctica de esta cuarta Noble Verdad, lo que permite alcanzar el Nirvana* o, lo que es lo mismo: la extinción del deseo, el apego y el sufrimiento, conquistando la paz y la dicha, la sabiduría y la compasión supremas. Las ocho etapas son: 1) opinión recta; 2) aspiración o propósito recto a recto modo de aspirar y querer; 3) la recta palabra; 4) la recta conducta; 5) el recto sustentamiento o medios de vida rectos; 6) el recto esfuerzo; 7) la recta atención y 8) la recta concentración para alcanzar la contemplación (SAMADHI). Las dos primeras corresponden a la Sabiduría (PAÑÑA); la 3, 4 y 5 son la moralidad (SILA) y las tres últimas son la concentración (SAMADHI). No es una religión basada en Revelación alguna; es una enseñanza para la liberación cuya base es la comprensión cabal y perfecta de la realidad de las cosas y de nosotros mismos. 5 Buda, el hijo rebelde de la Madre India, se nutre de ella en tres elementos constitutivos para la obra de su vida: 1) DHYANA, la meditación, contemplación o trance místico y corresponde a la octava etapa de la cuarta Noble Verdad y es la base Técnica para alcanzar el Samadhi o contemplación. La Meditación la traducen los chinos en el

*Nibbana en Pali.


término CH´AN y se conoce como Zen en japonés. 2) Durante su periodo de búsqueda, Buda desarrolla la experiencia monacal. Al alcanzar la iluminación fundó la Sangha (la orden) o comunidad de monjes limosneros, los Bhikkhus, que junto con la Jainista, también hindú y fundada, casi al mismo tiempo, se precia de ser la orden monástica más antigua de la humanidad vigente hasta la fecha. Buda es la sabiduría de la Ley, la cual es también la enseñanza y maestro; por eso exhorta a sus discípulos para que, cuando él ya haya muerto, consideren al Dhamma y la disciplina como su maestro. Es más, Buda insiste en que los budas sólo muestran el camino, no dan la iluminación, ésta debe alcanzarse con el “esfuerzo personal” y añade, “que cada uno de vosotros sea su propia isla, cada uno su propio refugio, sin tratar de acogerse a ningún otro. Que cada uno de vosotros tenga la enseñanza por isla. Tenga la enseñanza por refugio, sin tratar de acogerse a ningún otro”. Y a esto lo llamó el triple refugio (TISARANA), que es a la vez la “triple joya” (TIRATANA) o sea: el Buda, el Dhamma y la Sangha. Para declararse budista bastaba recitar tres veces: “Tomo refugio en el Buda” “Tomo refugio en la enseñanza” “Tomo refugio en la comunidad” y a continuación se aceptan cinco preceptos de moralidad y el respeto en ellos constituyen la base mínima esencial de conducta y de progreso hacia la liberación: 1) Hago voto de no destruir a ningún ser viviente. 2) Hago voto de no apropiarme de lo que no me hayan dado. 3) Hago voto de no abusar de los placeres. 4) Hago voto de no mentir. 5) Hago voto de abstenerme de toda bebida destilada o fermentada y de toda substancia embriagante que son causa de dejadez.


6 Es propio de todo movimiento espiritual, sea filosófico o religioso el tener una Teología, o sea: un fin, una meta hacia donde dirigirse. Las religiones, por ejemplo, establecen sus “Paraísos” de salvación; para Buda y con base en el tercer elemento que hereda de la espiritualidad hindú, es la aspiración por alcanzar el Nirvana, o sea la extinción o aniquilación (nótese) de la ignorancia, el deseo y el sufrimiento o la eliminación de lo nocivo; y el logro del lado positivo: alcanzar la sabiduría y la compasión (Prajña y Karuna). Al Nirvana o “La otra orilla”, Buda la indica, la menciona en una de sus declaraciones solemnes: “Hay monjes, algo no nacido, no originado, no creado, no constituido. Si no hubiere monjes, ese algo no nacido, no originado, no constituido, no cabría liberarse de todo lo nacido, originado, creado y constituido. Pero puesto que hay algo no nacido, no originado, no creado y constituido, cabe liberarse de todo lo nacido, originado, creado y constituido” y no va más allá en especulaciones de elevada metafísica, él prefería hacer hincapié en la dimensión práctica de la enseñanza, la que estaba destinada a “destruir egos y redimir la vida”; jamás pretendió crear una religión y, sin embargo, su enseñanza adquirió este rango (religión, re-ligarse en este caso, retorno al Nirvana). Si nos atrevemos a considerar el budismo como una religión, ésta es la de la liberación, desprovista de autoridades, ritos, especulaciones; rompe con las tradiciones de alguna manera, privilegia como virtud principal, el esfuerzo y el desapego; además esta supuesta religión está desprovista de lo sobrenatural, condenó las formas de adivinación o la búsqueda de poderes paranormales, pues él consideraba que estas prácticas tienden a distraer la atención de la dura y práctica tarea de elevarse a sí mismo. El budismo original, como lo practicó el maestro era: empírico, científico, pragmático, terapéutico, psicológico, igualitario y sin dogmas. Ante las presiones que le hacían para que tratara las grandes cuestiones metafísicas u ontológicas, no se caracterizó el Maestro por dar satisfacción a las ansiedades


y dudas al respecto, ante todo eso, él proyectó la nobleza de su silencio dejando pendiente todo un cofre de tesoros esotéricos (ocultos, invisibles). Buda se negó a dejarse llevar por lo que él llamó los improcedentes “indeterminados”, tales como: la causa primera, el yo, el no-yo y lo que sobrevive a la muerte del cuerpo. Mostró una vía que va de la ignorancia a la iluminación. Insistió en el camino como la mejor alternativa en lugar de conceptos acerca del absoluto y hasta de la naturaleza misma del Nirvana. Buda abre su trabajo con una descripción completa de la forma de auto desarrollo, por el cual el individuo puede alcanzar por sí mismo el plano único sobre el que se puede lograr plenamente la sabiduría: “recorre este sendero empezando ahora mismo y en la jornada hallaréis la sabiduría”. Buda propone un sendero de vida para liberarse del sufrimiento y el Noble Óctuple Sendero, empieza con las “opiniones correctas” o los principios básicos del corazón de la enseñanza: las tres señales del ser: 1) Impermanencia (anicca) o sea: que todo está en constante movimiento o flujo, 2) que todas las cosas son inseparables del sufrimiento (dukkaha) por enfermedad o decadencia, y 3) que todas las cosas y seres, por ser compuestas, se descomponen o mueren (anatta), este término indica no-atman o sea, sin alma, sin origen. Buda niega que toda cosa, cualquiera, sea dueña o tenga posesión exclusiva de Atman, que para los hindúes es el rayo de la Luz absoluta, misma que fuera designada por el Buda como la “no nacida”, “sin origen”, “sin forma”; también se le describe como la luz del espíritu dentro del hombre, pero que no le pertenece a éste. El “Huan Po” (obra de alquimia china) decía: “todos los budas y demás seres conscientes, no son otra cosa que la Mente Una, más allá de la cual nada existe”. Por ello es una falacia patética la pretensión del ego de ser una cosa importante y separada. El ego es solo una ilusión dolorosa. Al observarnos, lo primero que vemos en nosotros es el cuerpo de naturaleza animal, “por encima” de éste se halla el cuerpo astral o psíquico y “más arriba” está la mente en su aspecto dual, presentando un aspecto inferior, funcional y concreto y el


nivel superior o mente abstracta predispuesta a la filosofía, la ciencia y la psicología, etc. Más allá del intelecto superior está la intuición (función del “cuerpo Búdico”) por y con la cual podemos aventurarnos en un más allá indescriptible, siendo, además, lo más real de todo. Más allá de la intuición se halla la voluntad impulsora de esta gran estructura, impulsándonos inconscientemente hacia un fin determinado para Buda: el Nirvana. Dhamma es la enseñanza de la liberación que descubrió, realizó y proclamó el Buda. Al no haber dejado esto por escrito, son sus discípulos los que ordenan las enseñanzas en un gran cuerpo Literario conocido como el Gran “Canon Pali”, son los escritos más antiguos y ortodoxos, reunidos en tres grandes colecciones conocidas como Ti-pitaka o las “tres cestas” y son: 1) Sutta Pitaka, compuesto principalmente por los sermones del Santo, así como las narraciones, diálogos y versos, en los cuales se expone con profusión la doctrina que sintetiza las 4 nobles verdades. La segunda parte del 5º tomo del Sutta, el Khuddaka Nikaya constituye el texto sagrado más conocido del Budismo: el Dhammapada. 2) Vinaya Pitaka, reúne los elementos de la Disciplina. 3) Abhidhamma Pitaka, que constituye la escolástica, contiene diálogos de carácter psicológico, metafísico y filosófico. El sagrado Texto del Dhammapada, recoge la entraña misma de la enseñanza del Maestro, insistiendo en la absoluta importancia de la práctica en el esfuerzo concentrado en la meditación. “La casa del yo está ardiendo con odio, lujuria y ambición” y hay que extinguir estos incendios, de ahí su exhorto: “elabora tu propia salvación”. Así, cada quien ha de recorrer la senda liberadora apelando al propio esfuerzo. El conocimiento de la Ley ha de ser aplicado a la vida diaria hasta que la teoría quede fundida en la experiencia.


7 La práctica fundamental radica en el método de meditación del Maestro: Vipassana, cuyo término indica discernimiento o la práctica de la atención total. Vipassana permite alcanzar un conocimiento profundo más allá de la razón, el resultado del aprendizaje logrado en la acción meditativa: la intuición. El discernimiento puede ser: mundano o sobrenatural. Vipassana se extiende sobre 18 factores de meditación, destacando los tres primeros: discernimiento de la impermanencia, del sufrimiento y de la impersonalidad, etc. En el segundo capítulo del Dhammapada, verso 21, Buda establece que la “atención es el camino hacia el Nirvana; la inatención es el sendero hacia la muerte. Los que están atentos no mueren; los inatentos son como si ya hubieran muerto” y en el verso 23 dicta: “aquél que medita constantemente y persevera, se libera de las ataduras y obtiene el Supremo Nirvana”. En el sermón 118 del Majjhima Nikaya (sermones medios) describe los cuatro fundamentos de la atención: “pues cuando el monje contempla el cuerpo en el cuerpo, las sensaciones en las sensaciones, la mente en la mente y los objetos de la mente en los objetos de la mente, manteniéndose fervoroso, lúcido y atento, desechando la codicia y la aflicción del mundo, al ejercitarse de este modo consigue la integridad de la atención, que es factor de iluminación” para que la meditación sea segura y exitosa, es necesario acercársele con recta comprensión en cuanto al sufrimiento, oponiendo la renuncia a la codicia, la buena voluntad al odio y ante la ira: la no violencia. Por la esclavitud que genera el deseo, las almas quedan atrapadas en incesantes re-nacimientos en este plano de ilusión (samsara), de ignorancia y sufrimiento. Solo el practicante del Dhamma y por su asiduo esfuerzo, es quien logra liberarse del incesante retorno a la existencia finita. Karma (acción, causa y efecto) cesa al cumplir la ley, cesando también el continuo retorno (“reencarnación”).


8 A la muerte del Maestro se van a perfilar dos corrientes principales, conocidas como escuela del Norte y escuela del Sur. Los más apegados al Canon Pali son considerados ortodoxos y son conocidos como Theravada, se extendieron por el Sur. Su objetivo consiste en que el individuo trascienda por su esfuerzo el Samsara y alcance del estado del ARHAT o iluminado, liberado, el que ha trascendido. A esta corriente se le conoce como la “del pequeño vehículo”. En cambio, la escuela del Norte, llamada Mahayana, sostiende que al igual que el Maestro, el cual, habiendo alcanzado el ARHAT y pudiendo integrarse plenamente al Nirvana luego de su iluminación, decide quedarse a servir a sus semejantes (convirtiéndose en un Bodhisattva), ayudándoles a que alcancen la liberación, se les conoce como “gran Vehículo”. Los Theravada son muy estrictos en la observancia de su trabajo budista, solo que pueden ser señalados por interpretar la conquista de la liberación con cierta parcialidad y, sobre todo, con egoísmo. En cambio, los Mahayana, despliegan un gran altruismo, mientras que a veces, y en muchos miembros de esta corriente se acusan deficiencias en la disciplina y en la congruencia. El Mahayana contiene muchos elementos hinduistas (divinidades, rituales, etc.) incorporados después de la muerte del Maestro y, en ese sentido, es menos ortodoxo que el Theravada. El Mahayana ingenió cómo combinar el no-yo del Theravada con el todoyo de los hindúes, siendo ambos opuestos y ciertos al mismo tiempo. Toda forma está vacía, no obstante, el vacío está completamente lleno. Lo positivo y lo negativo se mezclan. Hay todo-yo y ninguno. Hay no-yo y nada más. La supuesta distinción se soluciona en la identidad de sabiduría y compasión. Las dos son una misma, pues la sabiduría es estéril mientras no se aplica a la acción para beneficio de todos y la compasión es ciega sin los ojos de la sabiduría.


9 Abandonar la ilusión del “yo” y los deseos ligados a ella: satisfacción de pasiones, anhelo de éxito en la vida, o una vida futura, constituye la más grande revolución que pueda vivir un individuo. Liberar nuestra mente de supersticiones, disciplinar nuestra voluntad, entregándonos al amor, mezclarnos con el mundo siendo una parte humilde y no exigente de él, puesto que en esto radica la verdadera paz y felicidad. El enunciado de las etapas del sendero del Buda, no tiene la sencilla y dulce elocuencia del Sermón de la Montaña del Maestro Jesús pero, pueden parafrasearse en forma similar porque “la bienaventuranza y el modo de alcanzarla” fueron el tema central de todos sus sermones. ¡Binaventurados aquéllos que saben y cuyo saber está excento de engaño y superstición! ¡Bienaventurados los pacíficos, que han arrojado de sí la mala voluntad y el orgullo y en su lugar sitúan como recto propósito el amor, la piedad y la comprensión! ¡Bienaventurados aquéllos que explican lo que saben con palabra amable, abierta y verdadera! ¡Bienaventurados aquéllos cuya conducta es pura, pacífica y honesta! ¡Bienaventurado aquéllos que se ganan su sustento sin hacer daño ni poner en peligro a ningún ser viviente! ¡Bienaventurados aquéllos que dirigen sus mejores esfuerzos a disciplinarse y alcanzar el autodominio! ¡Bienaventurados aquéllos que se mantienen atentos y libres de las torpezas y el olvido! ¡Bienaventurados aquéllos que se concentran y gozan contemplando lo bueno, lo bello y lo verdadero del mundo y la existencia!


En Buda, la sabiduría se vierte en la palabra viva y libre, sus discípulos la hicieron escritura (Canon Pali) para la memoria en beneficio de las generaciones ulteriores. 10 El Canon Pali y el gran tornco literario mahayana Tibetano contiene el sermón, la disciplina y la escolástica del santo y es en una de sus partes donde se sintetiza el corazón del mensaje de Buda: el Dhammapada, obra gigantesca por su santa inteligencia, entrañable amor y recia disciplina; con toda justicia ocupa un sitio de honor en el estante de los grandes libros de la historia y vida espiritual de la humanidad como el BHAGAVAD-GITA de los hindúes, el TAO TE KING de los tahoístas, el ZOHAR hebreo, el Nuevo Testamento de la BIBLIA de los cristianos, el CORÁN del Islam, entre otras. El Dhammapada en sus 423 versos (Vaggas) vierte para la humanidad el Néctar de la Sabiduría del Iluminado. Bastaría con aplicarlas en honestidad y congruencia como norma de vida, para por ello alcanzar un muy elevado nivel de perfección y dicha… 11 Buda es liberación por desapego, esfuerzo y atención. A mi parecer, él dejó implementada la escuela del Fuego de la Voluntad. Inteligentemente negando al ser, lo afirma partiendo de la consciencia del sufrimiento, el cual impulsa la disciplina de su método. La acción pulcra, austera, valiente, sincera, verdadera, transparente, sencilla, inteligente, profunda, intensa, serenamente alegre; se aplica al opaco cristal de cualquier persona, hasta que ésta deviene en una joya perfectamente pulida y transparente. La luz absoluta es siempre viva, consciente y feliz. La ignorancia, el apego y el sufrimiento son condicionantes que opacan el cristal humano. El apego es siempre parcial y hasta estúpido porque pierde de vista el todo y nunca la parte puede substituir o separarse del todo, no puede ser, no hay escape, la separatividad (cuyo efecto es el ego) no tiene a dónde huir.


Si el Cristo vino a redimir a la humanidad del “pecado original” (la desobediencia a Dios), Buda quiere salvarnos también del “pecado original” representado por el apego y el deseo, la codicia y el odio. Oriente dio al Buda de la sabiduría y la compasión, Palestina dio al Cristo de la compasión y la sabiduría; Buda remarca el esfuerzo y la bondad; Cristo el amor y el sarificio; Buda libera haciendo énfasis enla mente y Cristo libera haciendo énfasis en el corazón. Sin dogmas que defender en la historia del budismo no encontramos guerras que lamentar en su nombre. 12 Cuando Javier me propuso que elaborara la introducción a ésta, su versión libre del Dhammapada, consideré el tremendo reto que esto implica. Toneladas de tinta y papel, a través de los siglos se han vertido (las más de las veces con gran inteligencia) y aplicado en la noble acción de pensar, estudiar y difundir el conocimiento de la obra del iluminado de Oriente, hasta constituirse en una noble tradición. Es en este contexto que decidimos sumar esfuerzos para mostrar y entregar a la gente, en forma, por demás humilde, sencilla y clara, este banquete espiritual que es el Dhammapada. Mientras tanto, y por siempre, parafraseando al Maestro: “¡AQUIÉTATE Y SABE!” Jesús Sandoval Ochoa México de Anáhuac, 8 de diciembre de 1997. Jesús Sandoval Ochoa Tiene 47 años de soñar con la verdad. Su trabajo, que parte de la astrología, le lleva a la filosofía y a la religión. Su amistad para con muchos le hace un ser apreciado y respetado.







































































































































































































































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