Corrupción

Por su parte, la Constitución mexicana, en el Artículo 108º indica que también el Presidente de la República, durante el tiempo de su encargo, sólo podrá ser acusado por traición a la patria y delitos graves de orden común.

La impunidad propicia la repetición crónica de las violaciones de los derechos humanos y la total indefensión de las víctimas y de sus familiares debido a que el acto delictivo queda sin castigo alguno ya que se escapa de toda investigación para inculparlo, imputarlo, detenerlo y procesarlo con el propósito de establecer una condena o indemnización por el daño causado a su víctima.

Actualmente, en la legislación mexicana se está integrando una reforma constitucional que permita perseguir la corrupción en todos sus ámbitos con penas que impidan las argucias legales para obtener la libertad.

Hasta el momento, se ha creado el Sistema Nacional Anticorrupción, instancia encargada de la coordinación entre las autoridades de todos los órganos de gobiernos competentes en la prevención, detección y sanción de hechos de corrupción.

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