Nueva época, No. Extraordinario
Guatemala diciembre de 2006
Diez años después de la firma de la Paz
Álvaro Arzú, Alfonso Portillo y Oscar Berger, tres presidentes (1996-2006) y tres pedazos de la Paloma de la paz de Pablo Picasso.
Un balance de la situación y posición de las mujeres a diez años de la firma de la paz Lidia Morales1
En vísperas del décimo aniversario de la firma de la paz, resulta imprescindible un recuento y análisis del camino recorrido, así como de la situación actual y posición de las mujeres en la sociedad guatemalteca. En este artículo se reflexiona sobre el avance de las mujeres, las acciones del Estado, la agenda pendiente según los Acuerdos de Paz ( ADP ), y el desafío que implica la eliminación del sexismo desde el Estado y desde la sociedad, apuntando a la transformación de los patrones culturales que legitiman la opresión de las mujeres.
objeto de una “voluntad política vacilante” por parte de los grupos que se han alternado en el poder.3 En el mismo orden de ideas, tanto los indicadores de desarrollo humano como la información disponible sobre alfabetismo, escolaridad, participación en cargos de elección y puestos de gobierno, continúan mostrando las grandes brechas que reflejan la exclusión tanto de las mujeres como de los pueblos indígenas, afectando mayormente a las mujeres indígenas. Es en este escenario, en el que ha tenido que bregar durante estos diez años, la agenda específica de las mujeres. 3 MINUGUA. Informe final sobre la aplicación de los Acuerdos de Paz en Guatemala. Agosto 2004. Pp. 4 Prs. 16, 51.
Compromisos económicos y sociales incumplidos De acuerdo con el análisis realizado recientemente por el Sector de Mujeres,2 el balance de los compromisos relativos a las mujeres en los ADP, debe partir de una reflexión más amplia sobre el cumplimiento de tales Acuerdos en su conjunto. En este sentido, existe evidencia suficiente para asegurar que, pese a la apertura de espacios políticos y del cese de la represión generalizada, los niveles de pobreza y desigualdad social que constituyeron las principales causas de dicho conflicto, continúan vigentes. En el contexto ya indicado, la Misión de Naciones Unidas para Guatemala (MINUGUA) en su informe final, consignó que los niveles de pobreza se han mantenido (57%), mientras que la pobreza extrema ha aumentado (27.5%). Ello debido en gran parte, a que los compromisos clave del Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria (la reforma fiscal y tributaria, el acceso a la tierra, la priorización de la política social, y el aumento del gasto social –entre otros–) han sido 1 Médica feminista, maestra en desarrollo y analista de políticas sociales. Fue profesora del Diplomado superior de estudios de género de FLACSO-Guatemala. 2 El Sector de Mujeres es una red de organizaciones y mujeres diversas que jugó un papel fundamental para la inclusión de una agenda específica para las mujeres en la última etapa de la negociación de los Acuerdos de Paz y que desde entonces, se ha dado a la tarea de participar propositivamente en diferentes procesos relacionados con el cumplimiento de dichos Acuerdos.
Publicación mensual de FLACSO -Guatemala y elPeriódico Secretario general de FLACSO Francisco Rojas Aravena San José, Costa Rica CONSEJO ACADÉMICO DE FLACSO-GUATEMALA Víctor Gálvez Borrell-director Claudia Dary / Virgilio Álvarez / Oscar López / Luis F. Mack Virgilio Reyes / Simona V. Yagenova Edición: Víctor Gálvez Borrell; coordinación y diagramación: Hugo de León P.
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Antonio Jiménez Lara
Tel. PBX (502) 2362-1431 Fax: (502) 2332-6729 Correo electrónico: flacsoguate@flacso.edu.gt Página web: http://www.flacso.edu.gt Esta publicación es posible gracias al apoyo financiero de ASDI/SAREC 30,000 ejemplares
Los ADP hicieron dos aportes importantes a la causa de las mujeres: reconocer y hacer visible “la contribución insuficientemente valorada (de éstas) en el desarrollo económico y social”;4 y romper con la tendencia dominante de segregar los problemas de las mujeres exclusivamente a “espacios de mujeres”, mediante su integración transversal en cinco de los acuerdos sustantivos que estructuraban la agenda de negociación. De los 28 compromisos específicos para mujeres, en tan sólo cinco de ellos se plantearon problemas relacionados con sus necesidades estratégicas (divulgación y cumplimiento de la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación hacia la Mujer (CEDAW), eliminación de la legislación discriminatoria, tipificación del acoso sexual y reconocimiento de la igualdad en el hogar y el trabajo). El resto, se enfocó en necesidades prácticas; es decir, corregir asimetrías de acceso a derechos sociales (educación, salud, vivienda), recursos productivos (trabajo y tierra), así como en espacios de organización y participación. Si bien los acuerdos fueron un punto de partida importante, no llegaron a cuestionar explícitamente el patriarcado como un sistema de poder que, cimentado sobre la base de la sexualidad, es el pilar de la opresión de género.
El avance de las mujeres Independientemente de lo ya señalado, el contenido de los acuerdos es una razón más que suficiente, para el rápido avance de las mujeres, quienes coinciden en afirmar que el cambio más importante que la firma de la paz trajo a sus vidas, fue la posibilidad de conocer y ejercer sus derechos, a organizarse, identificarse y participar en espacios fuera del hogar.5 Durante el período 1996-1999, mujeres de adscripciones diversas, junto con diputadas del Congreso de la Republica, aunaron esfuerzos para lograr reformas legales: la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar (Decreto 97-96), la modificación y/o supresión de disposiciones discriminatorias del Código Civil (la representación conyugal era exclusiva del varón) y del Código Penal (el delito de adulterio existía solamente para la mujer). También lograron articularse para participar en el Foro Nacional de la Mujer, formular recomendaciones y negociar propuestas. En el período 2000-2003, esta misma amalgama permitió la creación de la Coordinadora Nacional para la Prevención de la Violencia Intrafamiliar CONAPREVI y la inclusión de tres delegadas del movimiento de mujeres; influyó también en el contenido de la Ley de Consejos de Desarrollo, el Código Municipal y la Ley de Desarrollo Social, y fue importante en el proceso de formulación consensuada de la Política
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para el Desarrollo y Promoción de las Mujeres Guatemaltecas y Plan de Igualdad de Oportunidad 2001-2006 (PNPDM). Cabe hacer notar que en el contenido de la PNPDM, las organizaciones de mujeres dieron un salto cualitativo, al incluir en la agenda pública temáticas no abordadas previamente en los acuerdos como el combate a la violencia contra las mujeres y los planteamientos de transformación de los enfoques de educación y salud. Durante la actual gestión de gobierno por ejemplo, los esfuerzos más importantes de las diferentes expresiones de mujeres se han dirigido al abordaje integral de la violencia contra las mujeres, la aprobación de la Ley de Planificación Familiar y el monitoreo de los avances en la ejecución de la PNPDM. Mención especial merecen las mujeres indígenas, quienes pese a su situación de mayor desventaja debido al peso del racismo, han ido construyendo caminos propios para participar y plantear reivindicaciones específicas dentro de la agenda más general de las mujeres. En los primeros años, las indígenas hicieron contribuciones que transformaron la visión etnocéntrica de la participación, planteando criterios regionales y lingüísticos para una conformación más equitativa e incluyente del Foro Nacional de la Mujer. Dentro del contexto indicado, formularon un proyecto de ley para la creación de la Defensoría de la Mujer Indígena, en el que desarrollaron una visión mucho más amplia e integral de lo que se plasmó en el acuerdo inicial de tal instancia.6 Posteriormente y a
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Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria. Sondeo de opinión realizado por el Sector de Mujeres a 47 mujeres de 10 departamentos del país. 5
6 El mérito de ambos aportes corresponde a las mujeres que en ese entonces conformaban la Comisión Nacional Permanente de la Mujer Indígena –CNPMI- de COPMAGUA.
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partir de dicha institución, se desarrollaron procesos de consulta para la definición de los derechos específicos de las mujeres indígenas. El “derecho a modificar costumbres y tradiciones que afectan su dignidad” o el “derecho a que no se imponga esposo”, así como el “derecho a la aplicación del principio de dualidad” son muestra de un proceso de reflexión respecto de sus necesidades estratégicas desde su contexto sociocultural específico.7
Acciones del Estado y aspectos pendientes El Estado, por su parte, cumplió inicialmente con la convocatoria para conformar el Foro Nacional de la Mujer, con algunas de las reformas legales y con la promoción de la participación de mujeres en espacios consultivos y de interlocución. Con posterioridad, el Estado ha impulsado otras acciones parciales, algunas de las cuales han sido consideradas por las mujeres como situadas por debajo de sus expectativas. Como parte de la actividad estatal puede mencionarse la creación de la Defensoría de la Mujer dentro de la Procuraduría de los Derechos Humanos, la Defensoría de la Mujer Indígena (DEMI), la CONAPREVI, así como la Secretaría Presidencial de la Mujer (SEPREM), que en este último caso, constituyó una tibia toma de posición ante la propuesta del movimiento de mujeres, para la creación de un ente rector de carácter autónomo. En otros casos, la postura del Estado ha sido de omisión o de incumplimiento de algunos compromisos, como la tipificación del delito de acoso sexual (con agravante si se comete en contra de mujeres indígenas), la legislación sobre los derechos de las trabajadoras de casa particular, y la revisión y eliminación de contenidos discriminatorios en diferentes cuerpos legales. Por otra parte, resulta evidente la necesidad de contar con mayores recursos, esfuerzos y campañas de sensibilización para abordar la grave problemática de la violencia contra las mujeres, expresada en el incremento de los feminicidios.
7 DEMI. Es tiempo de hablar de nuestros derechos. Derechos específicos de las mujeres indígenas. Pp.19-39.
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La participación política y el acceso a espacios públicos de poder son aún débiles y, en ese sentido, las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos no se correspondieron con las acciones estratégicas establecidas en el eje de participación sociopolítica de la PNDMI . Finalmente, durante la administración actual está pendiente conocer los resultados de la evaluación de la ejecución de dicha política.
Conclusión y desafíos A diez años de la firma de la paz, sobresale en el balance: • El incumplimiento de compromisos socioeconómicos que podrían reducir desigualdades sociales, • El avance de las mujeres, expresado en su capacidad de interlocución, negociación y propuesta, • El débil compromiso del Estado con la agenda de las mujeres, al haberse enfocado principalmente en ciertos procesos de participación así como en la creación de una institucionalidad específica aún incipiente. La agenda pública de las mujeres muestra aún cierto vacío en términos de políticas culturales que se dirijan a los espacios de comunicación y simbólicos – tanto públicos como privados– en aras de ir cuestionando y transformando los patrones que legitiman la opresión de las mujeres. Por ello, la discriminación de género es todavía un rasgo presente, arraigado y en muchas ocasiones, "natural" en la sociedad guatemalteca. Ello hace necesario que hombres y mujeres se reconozcan como reproductores del orden patriarcal y busquen mecanismos para revisar las pautas sexistas con el fin de eliminarlas del lenguaje, la academia, los medios de comunicación, así como de las prácticas de las organizaciones sociales mixtas, en donde todavía hoy en día se pide dejar de lado lo específico, en aras de una "agenda común". Los avances en el campo legal y la apertura de algunos espacios políticos, representan grandes desafíos frente a la cantidad de demandas por parte de las diferentes organizaciones y grupos sociales, entre ellos las mujeres. Los compromisos de Estado, aún pendientes, deben enfrentarse superando la fragmentación de una forma más articulada y coordinada, no solamente por parte de las mujeres, sino también desde las diferentes organizaciones sociales para superar la fragmentación.
APRECIACIONES SOBRE EL CUMPLIMIENTO DEL ACUERDO SOBRE IDENTIDAD Y DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS (AIDPI) Demetrio Cojtí Cuxil1
La firma del Acuerdo sobre Identidad y Derecho de los Pueblos Indígenas (AIDPI), fue novedosa e importante para el país, pues implicó el reconocimiento de responsabilidades del Estado en la discriminación y exclusión de los pueblos indígenas, y el consecuente compromiso con la solución de dicha situación negativa. Hay evidencias sin embargo, de que lo que se hace para mejorar la situación de los indígenas es repentino, insuficiente, exploratorio, discontinuo, marginal y simbólico. El Acuerdo mencionado consta de cuatro capítulos torales: la identidad de los pueblos indígenas; la lucha contra la discriminación legal y de hecho; los derechos culturales; y los derechos civiles, políticos, sociales y económicos. En general, cada capítulo consta de una definición y principios, reconocimientos, compromisos y peticiones. La mayor parte de los compromisos corresponden al Estado y pocos son aplicables a la sociedad civil organizada.
Lo novedoso del AIDPI Para los negociadores de la paz, la existencia del AIDPI fue un hecho novedoso. Inicialmente éstos, no tenían contemplado reunirse con el "sector indígena" y conocer sus necesidades y expectativas, como ya lo habían hecho con otros grupos de la sociedad. De hecho, la existencia de dicho Acuerdo fue y es el resultado de las luchas indígenas por hacerse reconocer como sujetos de derecho ante la URNG y el Gobierno.
1 Doctor en comunicación social por la Universidad de Lovaina, Bélgica, catedrático universitario y autor de libros y artículos sobre la cuestión indígena. Actualmente es consultor del Programa Valores Democráticos y Gerencia Política de la OEA en Guatemala. Sus opiniones no reflejan necesariamente la de las instituciones con las que tiene relación laboral.
Del lado indígena, un aspecto igualmente novedoso del contenido de AIDPI fue la lucha contra la discriminación racial, pues en las demandas presentadas a través de la Asamblea de la Sociedad Civil (ASC) y el Consejo de Organizaciones Mayas de Guatemala (COPMAGUA), ésta no fue contemplada con suficiente intensidad. Y para la sociedad guatemalteca, la firma y vigencia del Acuerdo Indígena fue positiva, pues redimensionó y dio un nuevo marco al tema indígena, ayudando significativamente a colocarlo en la agenda nacional. Luego, por la difusión de que fue objeto, este Acuerdo (y los Acuerdos de Paz en general), resultó más conocido por la población indígena que la propia Constitución Política. Sin embargo, los indígenas no siempre cuentan con los mecanismos institucionales para la solución de las injusticias que padecen, por lo que todo queda a nivel de conocimiento.
Balance del contenido y cumplimiento del AIDPI No todas las demandas indígenas fueron aceptadas y registradas por los negociadores de la paz. Así, el AIDPI no contempló algunas demandas en el campo político, como la libre determinación y la autonomía territorial y política. Tampoco incluyó las exigencias de una reforma agraria integral, ni reconoció el colonialismo interno en el país. Por ello, las organizaciones indígenas valoraron el AIDPI como un "buen punto de partida", pero no como un acuerdo satisfactorio que englobara todos sus intereses. No obstante, saludaron su firma, pues significaba en teoría, el fin del racismo asimilista de Estado; es decir, el fin de la ideología del indigenismo Tras la firma de la paz firme y duradera en diciembre de 1996, se consolidó COPMAGUA, entidad reconocida como interlocutora del Estado. Este reconocimiento oficial ayudó a la coordinación de la s/a mayoría de organizaciones existentes involucradas en el cumplimiento de los acuerdos de paz. Luego se conformaron las cinco comisiones paritarias y especializadas previstas en el AIDPI, generalmente integradas con contrapartes gubernamentales e indígenas. No todas estas comisiones rindieron frutos en el mismo tiempo, pero idearon modalidades de ejecución de los compromisos de paz, esclarecieron dudas y fallas de diseño del AIDPI. No obstante, los resultados de estas comisiones no han podido ser ejecutados o lo han sido de manera incipiente. diciembre 2006, No. Extraordinario/
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en el que participa "un" representante de las organizaciones y pueblos indígenas. Por otra parte, la SEPAZ es una entidad de menor categoría y con escaso peso político, por lo que su incidencia en el cumplimiento de los Acuerdos de Paz es escasa.
Los diez años del Acuerdo Indígena
En mayo de 1999, se realizó la consulta popular para reformar algunos artículos de la Constitución, con un resultado negativo. A través de dicha consulta, se buscaba ratificar varias reformas ya aprobadas por el Congreso de la República en octubre de 1998, entre las cuales se encontraba el reconocimiento de la nación guatemalteca como una unidad multiétnica, pluricultural y multilingüe; el reconocimiento del derecho a la identidad de los pueblos maya, garífuna y xinca; el reconocimiento de las autoridades tradicionales para impartir justicia y la oficialización de los idiomas indígenas. El resultado negativo de la consulta popular impidió las reformas constitucionales y, consecuentemente, no pudieron ponerse en práctica dichos compromisos de gobierno. Los organismos del Estado han avanzado entretanto "por cuenta propia", en la implementación de políticas de reconocimiento positivo, a través de la emisión de legislación pro indígena, creación de dependencias específicas, incremento de la participación simbólica indígena, implementación tímida de programas de acción afirmativa, entre otros. Sin embargo, no todo estos avances están debidamente institucionalizados. Así, existe ahora una incipiente institucionalidad estatal indígena, que revela el interés de algunas autoridades públicas por resolver con especificidad los problemas que atañen a los pueblos indígenas, que por su protagonismo, dimensión y desempeño, los mayas denominan "ventanillas indígenas". En la práctica, la institucionalidad indicada no ha producido resultados, al estar discriminada por el mismo Estado, por haber sido concebida en el marco de un Estado unitario y centralista y por servir de estrategia de contención a las demandas indígenas. Queda por ver lo que produzca la recién creada institucionalidad de la paz, con la emisión del Acuerdo Marco de los Acuerdos de Paz y la creación del Consejo Nacional de los Acuerdos de Paz (CNP) según el Decreto 52-2005, 6 / diciembre 2006, No. Extraordinario
En relación con los diez años del AIDPI, la evaluación del Decenio Internacional de las "Poblaciones" Indígenas (1994-2004), realizada por el Centro de Documentación e Investigación Maya (CEDIM), reveló que hubo avances en la legislación sobre cultura y racismo, aumento de cobertura en educación, salud y del número de dependencias publicas indígenas, acceso de los indígenas al poder municipal y, en menor cuantía, a los puestos de alto nivel de gobierno. Consideró también que ha habido una incipiente aceptación de las formas propias de organización indígena y de la espiritualidad maya,2 así como reconocimiento de la existencia de grados de racismo en contra de los indígenas. La evaluación citada reveló igualmente, retrocesos en algunos programas e instituciones estatales indígenas, por reducción de presupuesto, discontinuidad y desmantelamiento, debido al revanchismo político partidario. Constató la ampliación y agravación de los niveles de pobreza en el mundo indígena y un aumento en los niveles de racismo en contra de ellos. Asimismo, señaló continuidad en fallas o defectos del gobierno respecto de los pueblos indígenas, tales como servicios y políticas públicas sin pertinencia lingüística y cultural, continuación de las políticas de homogenización y uniformización cultural e idiomática, ausencia de políticas de Estado, entre otros.
2 CEDIM, 2005, Resultados del Decenio Internacional de las “ Poblaciones” Indígenas 1994 – 2004, pag. 52, El caso de Guatemala., Editorial Cholsamaj.
La evaluación sobre los diez años de los acuerdos de paz realizada por la Fundación Rigoberta Menchú , indica en cuanto al AIDPI, que ha sido cumplido en su parte formal, pero en aquellos aspectos que modificarían la estructura de desigualdad y discriminación que caracteriza a la sociedad, se evidencia un fuerte rezago en su cumplimiento.
Problemas y limitaciones El AIDPI tiene varias limitantes entre las que pueden señalarse: la legislación vigente, que no permite cambios que sobrepasen lo que reconoce la propia ley, no cuestiona al Estado unitario vigente (cuya legislación presenta limitaciones en materia de descentralización), la inexistencia de normas que obliguen a los ministerios, secretarías y 3 FRMT, 2006, -Diez Años de Acuerdos de Paz: Evaluación y Perspectivas, 1996 – 2006, Editorial Maya Na’oj, Guatemala, pag. 64.
Avances y dificultades de la democracia y de los Acuerdos de Paz Gustavo Porras Castejón1
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diez años de la firma de la paz, conviene realizar un somero balance de lo que ésta ha significado para Guatemala y de la vinculación que existe entre la paz y el desarrollo de la democracia. Efectivamente, a partir del 29 de diciembre de 1996, se inauguró una nueva etapa en la vida política guatemalteca, la de la democracia inclusiva, cuyas bases legales ya habían sido sentadas en la Constitución Política de 1985 y cuya realización práctica se logró con la integración a la legalidad de la URNG. Antes funcionaron dictaduras, se produjeron golpes de Estado y una democracia tutelada por las fuerzas armadas, que por ende no era tal. Solamente durante los "diez años de primavera" la democracia fue inclusiva, pero la experiencia se clausuró con una contrarrevolución que marcó la vida nacional al menos durante treinta años, y que elevó a rango constitucional la exclusión política, motivo principal del enfrentamiento armado interno. El logro principal de la firma de la paz es la paz misma, el fin de la violencia política, que era el objetivo fundamental 1 Sociólogo, egresado de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de la Universidad de París; miembro de la Comisión de Acompañamiento de los Acuerdos de Paz (1997-1999); secretario privado de la Presidencia de la República (1996-2000)
comisiones presidenciales a implementarlo, la ausencia de fondos específicos (el grueso proviene de fuentes de la cooperación externa). La principal limitante de los acuerdos de paz en su conjunto es que los mismo no han sido política prioritaria de gobierno, ni política de Estado; su cumplimiento ha sido débil e irregular. Su ejecución se ha dejado a la buena voluntad y al libre albedrío de cada funcionario y dependencia pública. Para resumir, el AIDPI no refleja todas las expectativas de los indígenas, y aquellos contenidos en que si traducen sus intereses no se han cumplido o se han ejecutado de manera incipiente y con altibajos. Los derechos indígenas todavía no son objeto de políticas de Estado ni de gobierno. El cumplimiento del AIDPI y de la legislación indígena vigente, ha sido y es insuficiente, marginal, formal y simbólica. Existen barreras ideológicas, institucionales y legales que no han sido percibidas ni eliminadas.
de la negociación y el punto de partida para enfrentar en mejores condiciones, los profundos desafíos y rezagos que afectan al país. Las organizaciones que durante los años sesenta del pasado siglo iniciaron la lucha armada revolucionaria, fundamentaron su decisión en el argumento de la ausencia de espacios legales que permitieran luchar por cambios pacíficos, y por ello, desconocieron la legitimidad del Estado guatemalteco y se propusieron derrocarlo para construir otro nuevo. La firma de la paz significó que se reconociera en consecuencia la legitimidad del Estado y del régimen político, que para el caso es la democracia representativa y con ello la existencia de espacios para la lucha política legal. Con el fin de la violencia política y de la represión, el país vive un clima de libertades nunca antes conocido, salvo durante el período 19441954. Esto ha tenido múltiples efectos, algunos de ellos incipientes, pero que se harán más evidentes e incidentes con el tiempo. Además de la ampliación del espectro político, se registra un conjunto de condiciones favorables para la organización social y popular. La libertad de pensamiento y expresión se palpa no solamente en el terreno político sino también en el cultural. Se han abierto espacios inéditos de discusión y debate y Guatemala vive un renacimiento cultural que se expresa, entre otras manifestaciones, en la producción bibliográfica y artística. Un componente fundamental de este nuevo clima lo constituye la desmilitarización del Estado. No obstante los avances señalados y otros que se podrían citar, también existen temas contemplados en los Acuerdos de Paz no resueltos. Son en general aquellos que supondrían transformaciones del régimen socio económico. Se podría decir de manera un tanto esquemática, que los principales avances de la paz se registran en aquellos temas donde la voluntad de las partes era factor suficiente: ejemplo de ello es la integración de URNG, su organización como fuerza política legal, la diciembre 2006, No. Extraordinario/
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desmilitarización ya citada e incluso, los patrones de inversión social correspondientes a los incrementos pactados. Así mismo, resulta importante el cumplimiento de la agenda legislativa, a pesar del vacío que dejó la falta de aprobación de las reformas constitucionales. Los cambios y avances que se han dado en la institucionalidad del Estado, especialmente con espacios institucionales relativos al tema indígena, merecen señalarse. En el aspecto socioeconómico, en el que los Acuerdos prevén en esencia un rol normativo del Estado en materia económica, hay que señalar que el mundo vive una época en la que los Estados marginales del sistema, como Guatemala, han perdido soberanía económica y deben ajustarse a los imperativos de la economía mundial, dictados por el gran capital internacional. A lo anterior se suma el hecho que ninguno de los gobiernos que se han sucedido desde la firma de la paz, han definido con la prioridad que corresponde, la tarea de fomentar y apoyar el desarrollo de una economía popular, la cual se abre paso por sus propios medios en el país. Desde el punto de vista de las obligaciones y acciones del Estado, la gran ausencia es la elevación de la carga tributaria al 12 por ciento del PIB, que aún así sería la más baja de Centroamérica. El tema de una mayor y más equitativa tributación no es simplemente un compromiso que se asumió, sino una necesidad cada vez más insoslayable. No se trata solamente de financiar políticas sociales. El tema de la seguridad ciudadana, por ejemplo, requiere recursos mucho más importantes. La fortaleza del Estado no es atentatoria al libre mercado; por el contrario, un conjunto de experiencias muestran que el mercado funciona mejor en los países en donde existen instituciones sólidas y suficientes, como en Chile por ejemplo. 8 / diciembre 2006, No. Extraordinario
Regresamos aquí de nuevo al vínculo entre Acuerdos de Paz y democracia, para señalar que si bien se cuenta con una democracia inclusiva y un sistema electoral cuyos resultados no se cuestionan, el sistema político y las instituciones del Estado siguen inmersos en un proceso de deterioro, fruto en parte de sus propias contradicciones, vicios y limitaciones, pero también del embate de una campaña inclemente de desprestigio que se realiza principalmente a través de los medios de comunicación. Quizás estemos asistiendo al inicio de una nueva fase en materia de desarrollo político, en la cual prevalecerá la institucionalidad partidaria sobre los tradicionales caudillismos, hoy casi agotados. Quizás la evolución de la conciencia ciudadana de los guatemaltecos sea la presión decisiva para que se transforme un sistema político que da crecientes muestras de obsolescencia. Hacer un balance de diez años de paz escapa por completo a estas notas, que sólo aportan elementos de juicio. En ese marco se podría decir que, sea como fuere, la paz ha sido positiva para el país y, como todo fenómeno, también ha implicado contradicciones. Nuevas problemáticas se han sumado a las que se vienen arrastrando, y sin duda la más incidente es el crimen organizado. Sea lo que fuere que se tenga que enfrentar, no cabe duda que la paz política ha creado mejores condiciones para hacerlo.
UNA MIRADA HACIA EL FUTURO: el nuevo edificio de FLACSO-Guatemala
FLACSO
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a Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales -FLACSO- es un organismo internacional, regional y autónomo, reconocido por 13 países del continente y del Caribe que han firmado su acuerdo constitutivo. Tales países son: Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, El Salvador, Bolivia, Costa Rica, Cuba, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México y República Dominicana. A la fecha, tres países más: Perú, Paraguay y Uruguay han iniciado el trámite para adherirse al sistema FLACSO. La Facultad se dedica a la investigación social, la docencia superior (imparte tres doctorados, 28 maestrías y 21 cursos de especialización), realiza publicaciones diversas (un promedio de 200 libros anuales más revistas especializadas), así como actividades de
asesoría y cooperación con universidades, centros académicos y gobiernos de los Estados miembros. FLACSO es el sistema integrado de centros académicos dedicado a ciencias sociales, más importante de América Latina.
FLACSO-Guatemala Fue reconocida como tal por el Decreto 96-87 del Congreso de la República. En 2007 cumplirá 20 años de funcionamiento. Cuenta con siete áreas de trabajo: Estudios de educación; Estudios de pobreza; Estudios sociopolíticos; Movimientos sociales; Población, ambiente y desarrollo rural; Postgrado centroamericano en ciencias sociales y diciembre 2006, No. Extraordinario/
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para todos sus miembros así como la superación de las profundas diferencias sociales y la confrontación histórica que la han caracterizado.
Instalaciones físicas Solicitud de terreno. Desde que FLACSO-Guatemala inició oficialmente sus actividades en 1987, ha funcionado en inmuebles alquilados (casas particulares destinadas a vivienda) inadecuados para las funciones de investigación, docencia (cursos y seminarios) y difusión que realiza (presentaciones de libros, foros, conferencias, mesas redondas, centro de documentación y biblioteca, librería). La situación anterior además de dificultar y limitar las actividades de FLACSO, también encarecía sus costos de funcionamiento. Por tales razones, desde 1998 (cuando la Facultad fue elevada a la categoría de sede académica1) inició una política para contar con un edificio propio, adecuado a las tareas que cumple. A partir de su condición de organismo internacional reconocido por el Estado de Guatemala, pero que no recibe de éste cuotas ni apoyo financiero, solicitó al Gobierno de la República, le concediera un terreno público con tal fin, fundamentándose en el artículo 7 del Acuerdo del 22 de julio de 1988 por el que FLACSOGuatemala se convirtió en sede académica2. Tal terreno se otorgó a FLACSO en el 2002, en calidad de usufructo a título gratuito. Estudios interétnicos. Imparte una maestría y un doctorado centroamericano en ciencias sociales (juntamente con las unidades de FLACSO -El Salvador y Costa Rica), y ejecuta otros cursos de especialización (sociología y economía ambiental, forestería comunitaria, metodología de investigación y formación de investigadores). Está preparando una maestría en desarrollo sostenible para 2007. Publica un promedio de 12 libros anuales.
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Imposibilidad de construir. A pesar del interés de la Facultad, de las actividades preparatorias realizadas (concurso público de arquitectura para el diseño de edificio, selección de la firma ganadora, instalaciones de agua y drenajes, etc.) y del apoyo recibido para construir por parte de la cooperación internacional (Real Gobierno de Noruega y de los Países Bajos), el congelamiento del área en el que se concedió el terreno (zona 13) al declararse parque metropolitano en 2005, impidió el inicio de la obra.
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Compra de la Torre 4-44 en la zona 10. En vista de las limitaciones para la construcción del edificio en el terreno otorgado en usufructo por el Gobierno de la República, de la urgente necesidad de ejecutar los fondos otorgados por agencias de cooperación internacional para construir un edificio, así como de la necesidad de contar con instalaciones propias en 2006, el Consejo Académico de la Sede recomendó la compra de un edificio.
Visión de FLACSO-Guatemala Tomando en cuenta los grandes rezagos que aún caracterizan a la sociedad guatemalteca y los desafíos que ésta debe vencer para alcanzar el desarrollo económico y social, ingresar a la modernidad y situarse en condiciones similares a las de otros países del continente, FLACSO aspira a convertirse en un centro de reflexión crítica y de excelencia académica para la investigación social y la formación superior de recursos humanos.
Misión de FLACSO-Guatemala FLACSO-Guatemala aspira contribuir a la construcción de una sociedad justa, moderna e incluyente, que facilite el desarrollo y la tolerancia 10 / diciembre 2006, No. Extraordinario
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Existen tres categorías de unidades en el sistema FLACSO: los proyectos, los programas y las sedes académicas. Estas últimas funcionan cuando se consolidan las actividades docentes de una unidad. 2 Ese artículo señala que el Gobierno de Guatemala ayudará al desarrollo de las instalaciones físicas de la sede.
Luego de un largo proceso de búsqueda, se seleccionó y adquirió la Torre 4-44, edificio situado en la 3era. Calle 4-44 de la zona 10 de la capital, propiedad de BANEX, cuya compra se efectuó en agosto de este año. A pesar de que esta compra-venta implicó un considerable esfuerzo financiero (que incluye una hipoteca por cinco año con el banco vendedor), constituye una importante oportunidad para el crecimiento y desarrollo institucional futuro de FLACSO-Guatemala. •
Ventajas y beneficios. La Torre 4-44 que aún no se encuentra completamente construida ni remodelada, es un edificio de nueve niveles, con dos sótanos de parqueo y permitirá que FLACSOGuatemala cuente con los siguientes servicios e instalaciones:
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facilitará la consulta de los 24,000 libros y documentos que ha acumulado.
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Librería: espacio adecuado para exhibición y venta de libros que edita FLACSO-Guatemala y de otras editoriales.
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Laboratorio de cómputo para estudiantes e investigadores y aula virtual con e-learning.
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Tres salones de clases y un salón mayor para conferencias y presentaciones (250 butacas) ampliables y rentables (con divisiones móviles).
Amplia biblioteca: fondo documental, sala de lectura, cubículos para lectores e investigadores visitantes que
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Salones para profesores, salones de sesiones y para grupos de estudio en cada nivel, así como cafetería.
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Oficinas y espacios adecuados para el personal académico y administrativo.
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Opción de alquilar varios niveles del edificio para obtener así, una renta extra para dedicar esos fondos a los fines de FLACSO.
La construcción y remodelación del edificio aún no ha sido finalizada, ni ha concluido la adaptación de los espacios que permitirán llevar a cabo las actividades académicas de la Sede. No obstante, FLACSO ya se encuentra instalada y funcionando en su nuevo edificio y espera realizar su inauguración oficial en el segundo trimestre del próximo año.