DOCENTE: FLOR DELGADO A.
LA IGLESIA: CUERPO MĂ?STICO DE JESUCRISTO
OUR FATHER (CLIFF RICHARD LYRICS) "The Millennium Prayer"
Our Father who art in heaven, Hallowed be thy name. Thy Kingdom come. Thy will be done On earth as in heaven. Give us Today our daily bread. And forgive our sins, As we forgive each one of those Who sins against us, And lead us not to the time of trial, But deliver us from evil. For Thine is the kingdom, The power and the glory. Our Father who art in heaven, Hallowed be thy name. Thy Kingdom come. Thy will be done On earth as in heaven. Give us Today our daily bread. And forgive our sins, As we forgive each one of those Who sins against us, Lead us not to the time of trial, Keep us from evil For Thine is the kingdom, The power and the glory. Let all the people say Amen.
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LEEMOS LA PALABRA DE DIOS
CITA BIBLICA: Ef. 1, 22-23
San Pablo nos dice que Dios ha puesto «todas las cosas bajo los pies de Cristo, y le ha dado por Jefe a la Iglesia, que es su cuerpo, su complemento y su plenitud»
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CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA SEGUNDA SECCIÓN: LA PROFESIÓN DE LA FE CRISTIANA ARTÍCULO 9 “CREO EN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA” Párrafo 2 LA IGLESIA, PUEBLO DE DIOS, CUERPO DE CRISTO, TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO II. La Iglesia, Cuerpo de Cristo La Iglesia es comunión con Jesús 787 Desde el comienzo, Jesús asoció a sus discípulos a su vida (cf. Mc. 1,16-20; 3, 13-19); les reveló el Misterio del Reino (cf. Mt 13, 10-17); les dio parte en su misión, en su alegría (cf. Lc 10, 17-20) y en sus sufrimientos (cf. Lc 22, 28-30). Jesús habla de una comunión todavía más íntima entre Él y los que le sigan: "Permaneced en mí, como yo en vosotros [...] Yo soy la vid y vosotros los sarmientos" (Jn 15, 4-5). Anuncia una comunión misteriosa y real entre su propio cuerpo y el nuestro: "Quien come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él" (Jn 6, 56). 788 Cuando fueron privados los discípulos de su presencia visible, Jesús no los dejó huérfanos (cf. Jn 14, 18). Les prometió quedarse con ellos hasta el fin de los tiempos (cf. Mt28, 20), les envió su Espíritu (cf. Jn 20, 22; Hch 2, 33). Por eso, la comunión con Jesús se hizo en cierto modo más intensa: "Por la comunicación de su Espíritu a sus hermanos, reunidos de todos los pueblos, Cristo los constituye místicamente en su cuerpo" (LG 7). 789 La comparación de la Iglesia con el cuerpo arroja un rayo de luz sobre la relación íntima entre la Iglesia y Cristo. No está solamente reunida en torno a Él: siempre está unificada en Él, en su Cuerpo. Tres aspectos de la Iglesia "cuerpo de Cristo" se han de resaltar más específicamente: la unidad de todos los miembros entre sí por su unión con Cristo; Cristo Cabeza del cuerpo; la Iglesia, Esposa de Cristo.
“Un solo cuerpo” 790 Los creyentes que responden a la Palabra de Dios y se hacen miembros del Cuerpo de Cristo, quedan estrechamente unidos a Cristo: "La vida de Cristo se comunica a a los creyentes, que se unen a Cristo, muerto y glorificado, por medio de los sacramentos de una manera misteriosa pero real" (LG 7). Esto es particularmente verdad en el caso del Bautismo por el cual nos unimos a la muerte y a la Resurrección de Cristo (cf. Rm 6, 4-5; 1 Co 12, 13), y en el caso de la
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Eucaristía, por la cual, "compartimos realmente el Cuerpo del Señor, que nos eleva hasta la comunión con él y entre nosotros" (LG 7). 791 La unidad del cuerpo no ha abolido la diversidad de los miembros: "En la construcción del Cuerpo de Cristo existe una diversidad de miembros y de funciones. Es el mismo Espíritu el que, según su riqueza y las necesidades de los ministerios, distribuye sus diversos dones para el bien de la Iglesia". La unidad del Cuerpo místico produce y estimula entre los fieles la caridad: "Si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; si un miembro es honrado, todos los miembros se alegran con él" (LG 7). En fin, la unidad del Cuerpo místico sale victoriosa de todas las divisiones humanas: "En efecto, todos los bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo: ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús" (Ga 3, 27-28). Cristo, Cabeza de este Cuerpo 792 Cristo "es la Cabeza del Cuerpo que es la Iglesia" (Col 1, 18). Es el Principio de la creación y de la redención. Elevado a la gloria del Padre, "él es el primero en todo" (Col 1, 18), principalmente en la Iglesia por cuyo medio extiende su reino sobre todas las cosas. 793 Él nos une a su Pascua: Todos los miembros tienen que esforzarse en asemejarse a él "hasta que Cristo esté formado en ellos" (Ga 4, 19). "Por eso somos integrados en los misterios de su vida [...], nos unimos a sus sufrimientos como el cuerpo a su cabeza. Sufrimos con él para ser glorificados con él" (LG 7). 794 Él provee a nuestro crecimiento (cf. Col 2, 19): Para hacernos crecer hacia él, nuestra Cabeza (cf. Ef 4, 11-16), Cristo distribuye en su Cuerpo, la Iglesia, los dones y los servicios mediante los cuales nos ayudamos mutuamente en el camino de la salvación. 795 Cristo y la Iglesia son, por tanto, el "Cristo total" [Christus totus]. La Iglesia es una con Cristo. Los santos tienen conciencia muy viva de esta unidad: «Felicitémonos y demos gracias por lo que hemos llegado a ser, no solamente cristianos sino el propio Cristo. ¿Comprendéis, hermanos, la gracia que Dios nos ha hecho al darnos a Cristo como Cabeza? Admiraos y regocijaos, hemos sido hechos Cristo. En efecto, ya que Él es la Cabeza y nosotros somos los miembros, el hombre todo entero es Él y nosotros [...] La plenitud de Cristo es, pues, la Cabeza y los miembros: ¿Qué quiere decir la Cabeza y los miembros? Cristo y la Iglesia» (San Agustín, In Iohannis evangelium tractatus, 21, 8). Redemptor noster unam se personam cum sancta Ecclesia, quam assumpsit, exhibuit ("Nuestro Redentor muestra que forma una sola persona con la Iglesia que Él asumió") (San Gregorio Magno, Moralia in Job, Praefatio 6, 14) Caput et membra, quasi una persona mystica ("La Cabeza y los miembros, como si fueran una sola persona mística") (Santo Tomás de Aquino, S.th. 3, q. 48, a. 2, ad 1).
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Una palabra de Santa Juana de Arco a sus jueces resume la fe de los santos doctores y expresa el buen sentido del creyente: "De Jesucristo y de la Iglesia, me parece que es todo uno y que no es necesario hacer una dificultad de ello" (Juana de Arco, Dictum: Procès de condamnation). Mucho antes de que Dios creara al primer hombre, Adán, ya sabía que los hombres se rebelarían contra Él. Pero Dios tuvo un gran plan. ¿QUÉ PLAN TUVO DIOS? Dios decidió llamar a un pueblo de la descendencia pecaminosa de Adán y unirlo en un cuerpo espiritual llamado "la Iglesia". En esta lección aprenderemos algunas grandes verdades con respecto a la Iglesia.
LA IGLESIA
Cuando oyes la palabra "iglesia" probablemente pienses en el edificio en el que adoras a Dios. Piensas en su construcción, su púlpito, sus bancas y su plataforma para el coro. Pero éste es solamente un edificio; no es "la iglesia" de la cual habla Dios en Su Palabra. La palabra "iglesia", como se usa en el Nuevo Testamento, quiere decir "una asamblea de llamados". Se refiere a GENTE, no a un edificio. Habla de creyentes, a los que Dios ha redimido.
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LA IGLESIA ES EL CUERPO DE CRISTO
Pero la Iglesia es más que solamente un gran número de personas redimidas. La Biblia dice que la Iglesia es "el Cuerpo de Cristo". Dios no sólo ha llamado del género pecaminoso de Adán a un pueblo para Su Nombre, sino que lo ha unido en un cuerpo espiritual: el Cuerpo de Cristo. Hablando de creyentes, la Biblia dice: Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular (1 Corintios 12:27). Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia (Efesios 5:30, 32). CRISTO ES LA CABEZA DEL CUERPO
Un cuerpo tiene que tener cabeza, y Cristo es la Cabeza de la Iglesia, la cual es Su cuerpo. Hablando de Cristo, la Biblia dice: (Dios) sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo . . . (Efesios 1:22-23).
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LA IGLESIA NO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
FUE
REVELADA
El propósito de Dios de llamar a un pueblo de la descendencia pecaminosa de Adán y unirlo en un cuerpo espiritual no fue revelado a los profetas del Antiguo Testamento. Pero en los Evangelios encontramos que el Señor Jesucristo oró por Su Iglesia antes que ésta existiera. En su oración relatada en Juan, capítulo 17, el Señor Jesús oró no solamente por los discípulos que estaban con Él en aquel tiempo, sino también por todos los que habrían de creer en Él en el futuro. Él dijo: Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí . . . (Juan 17:20). ¿Qué oró Jesús con respecto a Sus creyentes? Oró que fueran uno en Él: para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros . . . (Juan 17:21). La respuesta de Dios a esta oración del Señor Jesús es "la Iglesia". ¿Por qué? Porque todos los creyentes son hechos uno en la Iglesia, la cual es el cuerpo de Cristo. EL CUMPLEAÑOS DE LA IGLESIA ¿Cuándo nació la Iglesia? La Iglesia empezó a existir el día de Pentecostés. La Iglesia había estado en la mente de Dios desde la eternidad, pero se formó en el día de Pentecostés.
La palabra "pente" quiere decir "cincuenta", y el día de Pentecostés vino exactamente 50 días después de la resurrección del Señor Jesús.
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Antes de subir de regreso al cielo, el Señor Jesús ordenó a Sus discípulos que fueran por todo el mundo y que predicaran el evangelio a toda criatura. Pero también les dijo que esperaran la venida del Espíritu Santo. EN EL DÍA DE PENTECOSTÉS, 120 discípulos estaban reunidos en un aposento alto en Jerusalén esperando la venida del Espíritu Santo. De pronto hubo un estruendo como de un viento recio que soplaba. Llenó la casa donde estaban sentados. Lenguas de fuego se asentaron sobre cada uno de los discípulos, quienes fueron llenos del Espíritu Santo. JUDÍOS Y GENTILES FUERON HECHOS UNO EN CRISTO Al principio, la Iglesia estaba compuesta enteramente de creyentes judíos. Más tarde, el evangelio fue predicado a los gentiles (los que no eran de la raza judía). Muchos de ellos creyeron y se unieron al cuerpo de Cristo. En la Iglesia, los judíos y los gentiles fueron hechos uno.
ESTA FUE UNA COSA MARAVILLOSA. ¿Por qué? Porque existía mucho odio y prejuicio entre judíos y gentiles. Los judíos consideraban a los gentiles como inmundos y ni siquiera comían con ellos. Los gentiles también despreciaban a los judíos. Cada uno se consideraba mejor que el otro. Ese odio y prejuicio entre judíos y gentiles era una manifestación de "la carne", esa naturaleza pecaminosa que todo el mundo, tanto judíos como gentiles, recibió de Adán. ¿CÓMO SOLUCIONÓ DIOS ESE PREJUICIO entre judíos y gentiles? ¡Lo hizo por medio de la cruz! Todos los creyentes, tanto judíos como gentiles, fueron crucificados con Cristo. De los creyentes judíos y gentiles hizo Dios "un nuevo hombre": Jesucristo la Cabeza y todos los creyentes formando Su cuerpo espiritual. La Biblia dice: Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno . . . para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo . . . (Efesios 2:14-16).
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Donde no hay griego ni judío . . . sino que Cristo es el todo, y en todos (Colosenses 3:11). TODOS LOS CREYENTES SON MIEMBROS DEL CUERPO DE CRISTO Dios ha hecho de todos los creyentes un cuerpo en Cristo. Esto es exactamente lo contrario de lo que somos por naturaleza. La vida que todos recibimos de Adán es una vida egoísta y egocéntrica. Es por eso que nos es tan difícil llevarnos bien con otras personas. El apóstol Pablo nos dijo cómo éramos antes de que Dios nos salvara: Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros (Tito 3:3).
¿QUÉ SUCEDIÓ CUANDO DIOS NOS SALVÓ? Él nos puso en Cristo sobre la cruz. Fuimos crucificados con Él. En Cristo yo morí a la vida antigua de egoísmo e independencia. Por mi resurrección con Cristo he llegado a ser no sólo una nueva criatura en Cristo, sino también un miembro del cuerpo de Cristo.
La Biblia nos dice que hay siete vínculos poderosos que unen a todos los creyentes verdaderos, los que han nacido de nuevo del Espíritu de Dios:
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(Hay) un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos (Efesios 4:4-6).
Consideremos cada uno de estos vínculos.
Hay UN CUERPO Cada persona que ha recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador es un miembro del cuerpo de Cristo. Cristo tiene solamente un cuerpo, y todos los creyentes son miembros de Su único cuerpo. No importa el color de la piel de alguien, no importa su raza o nacionalidad, no importa su posición social, no importa si es rico o pobre, si él es un hijo de Dios, es miembro del cuerpo de Cristo y uno con los que hemos nacido de nuevo. La Biblia dice: Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros . . . así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros (Romanos 12:4-5).
Hay UN ESPÍRITU Cada creyente tiene el Espíritu Santo morando en él. Por razón de que el Espíritu Santo es un Espíritu, nos hace uno con todos los demás creyentes. La Biblia dice: Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él (1 Corintios 6:17).
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Hay UNA ESPERANZA Cada creyente tiene la misma esperanza: La esperanza de estar con el Señor para siempre en la gloria. Esta esperanza es segura porque Cristo vive en nosotros por Su Espíritu. La Biblia dice: Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria (Colosenses 3:4).
Hay UN SEÑOR Hay sólo un Señor, el Señor Jesucristo. Todos los que le sirven están sirviendo al mismo Señor y son uno en Él.
Hay UNA FE Los creyentes verdaderos pueden no estar de acuerdo con muchos asuntos en cuanto a la interpretación de las Escrituras, pero hay una fe que todos tenemos en común: La fe de que Jesucristo es el Hijo de Dios y que Él murió por nuestros pecados y que se levantó de la tumba. Esta es la fe por la cual todo hijo de Dios se salva. La Biblia dice: Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús (Gálatas 3:26).
Hay UN BAUTISMO
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Cada creyente ha sido bautizado en el cuerpo de Cristo. Esto no es obra de hombre, sino obra soberana del Espíritu Santo por la cual todos los que creen en el Salvador se convierten en miembros de Su cuerpo. La Biblia dice: Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo . . . (1 Corintios 12:13a).
Hay UN DIOS Y PADRE Sólo hay un Dios: El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Todos los que han nacido de nuevo son miembros de Su familia y tienen el mismo Padre celestial.
LA IGLESIA ES LA GLORIA DE DIOS De la pecaminosa y egoísta raza de Adán, Dios ha sacado la Iglesia, el cuerpo de Cristo. Por medio de la Iglesia Dios está dando a conocer Su gran sabiduría y poder.
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TRABAJO GRUPAL 1. Por grupos de 4 integrantes elaborar una presentación en prezi o ppt. 2. Se elabora un compromiso por cada integrante: Se lee Jn 15, 10-14 y me comprometo a‌ 3. Se expone los trabajos de cada grupo con sus respectivos integrantes.
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BIBLIOGRAFIA
http://es.catholic.net/op/articulos/9248/la-iglesia-cuerpo-mstico-decristo.html http://encuentra.com/jesucristo_vida_del_alma/_la_iglesia_cuerpo_mis tico_de_jesucristo13613/ http://ubdavid.org/espanol/nueva-vida3/nueva-vida3_17.html