Modos de ver - PUAM 2016

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modos de ver Un proyecto de los talleres de Dibujo y Pintura e Historia y CrĂ­tica del Arte.

PUAM 2016



modos de ver Un proyecto de los talleres de Dibujo y Pintura e Historia y Crítica del Arte.

Universidad Nacional de Córdoba Facultad de Ciencias Médicas Programa Universitario para Adultos Mayores Córdoba, 2016


Presentación Prof. y Lic. Victoria Robles y Lic. Florencia Agüero Docentes cursos Dibujo y Pintura e Historia y crí ca de arte

La publicación digital que aquí presentamos es fruto de una experiencia de intercambio de miradas entre los talleres de Dibujo y Pintura e Historia y Crítica de Arte, del Programa Universitario para Adultos Mayores, de la Universidad Nacional de Córdoba. ¿Cómo escribir sobre una imagen? y ¿cómo representar visualmente lo que leemos? fueron preguntas disparadoras de una serie de actividades, donde trabajamos lúdicamente diferentes maneras de interpretar y abordar las imágenes, en un camino que va del lenguaje escrito, al lenguaje visual y viceversa. Desde comienzos de 2016 ambas profes teníamos un gran deseo de realizar una producción conjunta entre ambos talleres, que permitiera a los estudiantes socializar sus interpretaciones, hablar y compartir opiniones sobre imágenes artísticas reconocidas de la historia del arte como también sobre las imágenes de su producción personal, y reflexionar sobre el carácter colectivo de toda producción visual, artística y cultural. No creemos en la producción solitaria, creemos en el poder de lo colectivo. Alguna vez se preguntaron ¿qué es una imagen? Según el dibujante y crítico de arte inglés John Berger la imagen es una visión que ha sido recreada o reproducida, una apariencia o conjunto de apariencias que han sido separadas del lugar y el instante en que aparecieron por primera vez, y preservadas por unos momentos o unos siglos.


Eso significa que las imágenes son modos de ver, simultáneamente individuales-subjetivos y sociales-culturales, que se materializan sobre diversos soportes. La definición de imagen de Berger (que además de todo lo antes dicho es un intelectual marxista) pone de relieve algunas de sus características principales: la imagen es visual, material y construida o manufacturada, es una producción individual y social al mismo tiempo. Por otra parte desmiente aquello que solemos pensar como parte del sentido común acerca de que las imágenes son representaciones de lo real, puesto que siempre se trata de una nueva realidad, tamizada por sujetos, una sobre realidad o segunda realidad, algo que tiene identidad propia en el mundo de las producciones humanas. Nuestro tiempo, caracterizado por la hegemonía de lo visual, necesita que pensemos sobre las imágenes. Hablar sobre ellas, analizarlas y socializar interpretaciones y significaciones, se relaciona con un proceso que podríamos comparar con la traducción de un lenguaje a otro. Es decir, cuando queremos narrar una imagen, contarle a otro una visión, emerge el problema de cómo transferir a las palabras, a su ordenamiento el poder y la organización que la imagen encierra en su visualidad misma, en su presencia. Esto significa que hay una brecha entre texto e imagen, entre las lógicas de los discursos verbal y escrito y visual pictórico. Una irreductibilidad, una distancia, que es a la vez oposición e intercambio, diferencia y riqueza. Considerando estas reflexiones, las docentes diseñamos una actividad que permitiera producir cooperativamente textos escritos e imágenes. Para ello los estudiantes de Historia y Crí ca de Arte realizaron una pequeña investigación tomando como punto de partida


una obra de arte bidimensional realizada por un artista reconocido. Recolectaron información que les permitió realizar una ficha técnica de la obra, reconstruyeron la biografía del autor, poniendo en relación esta imagen particular con toda la producción del artista, relataron y compartieron los motivos subjetivos que los vinculaban a esta obra, intentando situarse y reconocer desde qué lugar partían como investigadores, para finalmente realizar una breve descripción de la escena en cuestión. Este texto funcionó luego como disparador de una nueva investigación, pero esta vez pictórica, desarrollada por los estudiantes de Dibujo y Pintura. Las descripciones realizadas por el primer grupo fueron entregadas sin datos de título, ni autor, ni año de realización sobre la obra que se comentaba. La idea era que la palabra escrita fuera la única referencia para estimular la imaginación, el repertorio visual y técnico personal de cada estudiante del segundo grupo, es decir, propiciar el diálogo entre modos de ver. Como se puede apreciar en el libro, en general, arribar a estas imágenes pictóricas, fue un proceso con varias postas, un camino que llevó a la experimentación en una serie de trabajos, de los cuales solo incluimos algunos. A modo de cierre solo resta agradecer a todos los estudiantes que participaron con entusiasmo y compromiso de los talleres, y especialmente de este proyecto; al personal y autoridades de PUAM que reciben, propician y acompañan iniciativas creativas permitiéndonos desarrollarlas con libertad; y a toda la comunidad educativa de este Programa, con quien hoy deseamos compartir esta publicación.


Recuerdo que durante mi primera visita al Museo del Prado…me sentí observada…un hombre de mirada vivaz, sonriente me invitaba a beber una copa de vino. No olvidé aquella mirada.

El triunfo de Baco o Los borrachos. Diego de Velázquez 1628/1629 Óleo sobre lienzo 1,65 m x 2,25 m Colección Museo del Prado, Madrid, España.


El cuadro describe una escena donde aparece el Dios Baco que corona con hojas de hiedra a uno de los siete borrachos. La escena puede dividirse en dos mitades. A mi izquierda aparece la figura del Dios Baco semidesnudo, con una piel más clara que los demás, muy iluminado, acompañado por un fauno semidesnudo también, con una copa de vino en su mano izquierda; llevan en sus cabezas coronas de hojas de hiedra al igual que un borracho ubicado debajo del fauno. A mi derecha están representados unos borrachines, hombres de la calle de rostros avejentados, arrodillados ante Baco; uno de ellos sentado al lado del Dios hace contacto con el espectador y con una mirada pícara y divertida nos invita con una copa de vino. Estas figuras están sumidas en un claroscuro. La botella y la jarra que aparecen en el suelo junto a los pies del Dios crean un parecido con el bodegón, elementos que dan naturalismo a la obra. La escena tiene como fondo un paisaje castellano con un cielo de tonos grises, amarronados y azules.

Susana González Curso Historia y Crí ca de Arte


Leonor Marcรณn Curso Dibujo y Pintura


Nora Suter Curso Dibujo y Pintura


Ellos se abrazan mutuamente, se estrechan fuertemente, buscando protección…temerosos tal vez de la pasión que se extingue y del futuro incierto. Haciendo un recorrido por sus obras con figuras desnutridas, enfermas y de pensamiento oscuro, encuentro que El abrazo es una paráfrasis positiva. Con respecto al autor…provocativo y transgresor de los tabúes sociales. Su fuerza era poderosa.

El abrazo (pareja de amantes II) Egon Schiele 1917 Óleo sobre lienzo 1 m x 1,70 m Osterreichiesche Galerie, Viena.


Es una composición compuesta por dos personas. Un hombre y una mujer, amantes abrazándose en un lecho. Están sin ropas. Yacen sobre una sábana blanca desordenada y representada en incontables y dinámicos pliegues. Los personajes se ubican en forma diagonal sobre la escena de formato rectangular. Ella recostada de espaldas, muestra su cuerpo hasta un poco su pubis, cubierto el resto por el paño blanco. Sus piernas están un poco flexionadas. Tiene una cabellera negra y larga y desordenada, como revueltos por el viento, sobre la almohada. La almohada tiene flecos en forma triangular en sus extremos. Ella abraza a su amante, le rodea el cuello y posa su mano sobre su espalda. Su otra mano acaricia su rostro. Sus manos son significativas, y son las únicas extremidades que se ven. Solo podemos ver un poco de su pierna derecha pero ya su pie está debajo de los pliegues del paño, y muy poco casi solo la rodilla de su pierna izquierda, también sumergida en el paño. En cuanto al hombre, está reclinado sobre el torso de la mujer, sus brazos están abrazándola por debajo de ella. Solo podemos ver su espalda en gran volumen y una de sus piernas, la izquierda, flexionada que termina debajo de la sábana. Los rostros de ambos se ven como en un escorzo, ya que el observador de esta escena está en un plano muy superior, como vista de arriba, desde el cielo raso se podría decir, lo poco que se percibe de sus rostros parecería inexpresivo. Se respira pasión absoluta. Se representa dramatismo. Las figuras responden a una atracción erótica y sexual. Técnicamente, predominan los colores cálidos, el de la piel, y el fondo que rodea el lecho es un tono ocre. En contraste, la cabellera de la mujer es oscura y dramática, y la del hombre es así también oscura. Es un trabajo que tiene mucho dibujo, de hecho las figuras están contorneadas por una línea negra, igualmente que los pliegues. El tono ocre del fondo vibra en sus diferentes tonalidades. La obra es de una armonía total.

Lidia Karnath Curso Historia y Crí ca de Arte


Elba Rosa Sanchez Moyano Curso Dibujo y Pintura


Luz Montero Curso Dibujo y Pintura


Seleccioné una obra de Caravaggio…en primer término porque me subyuga la personalidad e historia de vida del autor…su vida ha transcurrido bajo el mandato de la libertad. Ni los cánones académicos ni los códigos de la pintura sacra lo atraparon en las exigencias de sus clientes…fue un transgresor. Esta audacia temeraria que fue la fuerza de su producción, inspiró a los que vinieron después. La obra seleccionada me emociona plácidamente. En este caso yo veo otro aspecto de su persona, tal vez la representación de la paz que habría deseado para él mismo alguna vez.

Descanso en la huida a Egipto Caravaggio 1596/1597 Óleo sobre lienzo 1,30 m x 1,60 m Galeria Doria, Roma, Italia.


Es una obra que representa a una familia que descansa de una larga caminata en un rincón del bosque que la cobija. Se compone de una madre, un padre, y un hijo pequeño. La madre que tiene a su hijo en la falda, tiene la cabeza reclinada sobre su hijo y parece muy cansada y dormida. Ella está ubicada a la derecha de la composición. A la izquierda de la composición, se encuentra sentado el hombre, a su costado izquierdo, hay unos bártulos que son las pertenencias que están llevando en su caminata y un botellón de vino a sus pies descalzos. Este hombre sentado tal vez sobre una piedra sostiene en sus manos una partitura que es leída por un ángel que se ubica justo al medio de la composición, de espaldas al observador, que interpreta con su violín el pentagrama sostenido. Es una obra muy colorida, tanto la mujer como el ángel son pelirrojos, el niño es rubio y el hombre es de pelo blanco y largo. El ángel desnudo, tiene un paño blanco que le envuelvo la cintura y alas oscuras entre un color gris y celeste. El fondo de la composición es un bosque representado ricamente con árboles como robles y álamos, y también hierbas a los pies de los personajes que están descansando. El último plano, el más lejano, muestra un cielo nublado y unas montañas en el horizonte.

Lidia Karnath Curso Historia y Crí ca de Arte


Alberto Callejas Curso Dibujo y Pintura


Julia Perea MuĂąoz Curso Dibujo y Pintura


Me gustó el cuadro por la atracción que ejerce la mirada de esa mujer elegante y soñadora, que observa un paisaje contrastante, que parece impresionarla por el misterio…se destaca en su pintura el simbolismo…no es la apariencia física del objeto sino que se llega a través de lo irracional…plasma sus estados de ánimo, emociones e ideas. El tema más importante es la mujer fatal.

La voz del mal Georges de Feure 1895 Óleo sobre tabla 0,65 m x 0,59 m Colección privada, Paris, Francia.


En el primer plano de este cuadro destacamos la figura de una mujer recostada sobre un almohadón, mirando con atención hacia el margen superior izquierdo. Por su vestimenta y joyas nos damos cuenta que es una mujer elegante y de una buena posición social. Su cabeza está coronada por unas flores de colores pálidos, simbólicas, que nos da la idea de pensamientos oníricos. Toda su actitud, su pose y rostro que mira fijamente lo que ocurre nos hace pensar que lo que ve la encuentra pensativa, alterada y queriendo ordenar sus emociones. En el costado izquierdo se encuentra un tintero apoyado apoyado sobre papeles, probablemente mensajes que la hacen reflexionar. En el segundo plano, sobre el margen superior izquierdo nos encontramos con un paisaje de colores pálidos, de ensueño. Pareciera un bosque rodeado de árboles y flores en el cual se encuentran dos figuras femeninas desnudas, recostadas en una posición que refleja una actitud erótica. Las vemos, una inclinada mirando hacia la otra, que se encuentra recostada con su mirada perdida y cubierta por uno de sus brazos, como señalando. Todo este segundo plano, funciona de fondo ya que se utilizan colores pálidos y no fuertes, como observamos en el primer plano.

Susana Tomaschek de Barrera Curso Historia y Crí ca de Arte


Ilda Esteban Curso Dibujo y Pintura


Zoraida Huespe Curso Dibujo y Pintura


Elegí esta obra porque transmite equilibrio y claridad…me interesa también la simbología que se desprende de los temas mitológicos…¿el triunfo del amor sobre la guerra?, ¿un matrimonio desairado?

Venus y Marte Bo celli 1483 Temple sobre tabla 0,69 m x 1,73 m Na onal Gallery, Londres, Inglaterra.


La escena representada en la obra transcurre en el exterior, puede ser en un bosque porque en la esquina superior izquierda de la misma se ven muchos troncos de árboles que dan un marco de oscuridad al rostro de la mujer que está en un plano anterior. En la esquina superior derecha un frondoso follaje oscuro enmarca la figura del varón que está en el mismo plano que la figura femenina, en el medio de la obra entre los árboles y el follaje se advierte la línea de horizonte con un prado y el cielo, es la parte luminosa del tercer plano. En el primer plano están las figuras humanas: dos adultos, varón y mujer, y un fauno (seres mitológicos, mitad niño y mitad carnero). Este fauno aparece en la esquina inferior derecha de la obra. En un segundo plano aparecen tres faunos como en fila, uno detrás de otro. Los adultos ocupan todo el espacio pictórico, sus pieles son más claras que la de los faunos. Ambos están recostados sobre almohadones, en posición casi horizontal, la diferencia entre ellos radica en la vestimenta y la actitud. La mujer está ricamente vestida y en estado de alerta mirando al varón quien también está recostado pero lánguidamente, durmiendo cubierto solo con un lienzo que cubre sus genitales. La figura femenina por estar más alerta se encuentra más erguida. Los cuatro niños mitológicos juegan con las pertenencias del varón y las están usando inclusive para molestarlo (uno de ellos sopla en el oído con un caracol marino). Los objetos con los cuales juegan los faunos son una larga lanza, un casco y un cuenco. La expresión de sus caras es divertida, uno de ellos aparece debajo del brazo del varón, y los otros tres están alineados sosteniendo la lanza en un segundo plano. Un fauno, el del medio, mira a la mujer como buscando aprobación. Estudios recientes de esta obra dicen que el varón puede estar bajo el efecto de plantas narcóticas usadas por chamanes porque en el cuenco que sostiene el fauno hay hojas de la planta llamada “la hierba del diablo” que produce desinhibición y desvanecimiento.

Silvia Ceballos Curso Historia y Crí ca de Arte


Nicolasa del Carmen Palacio Curso Dibujo y Pintura


Silvia Vera Barros Curso Dibujo y Pintura


Dante, el genial clásico, el padre de la lengua italiana, el divino poeta del amor y su divina obra me condujeron por largos caminos, a veces por desconocimiento…por imaginación, ensoñación, deseo… En esta búsqueda incesante…llegué a conocer la pintura de Carlos Alonso. Recuerdo el impacto: un Dante diferente…una mano que lo plasmaba con fisonomía descontracturada, humana, cercana, irónica.

Serie Carlos Alonso en el Infierno Carlos Alonso 2004 Pastel sobre papel 0,56 m x 0,76 m Colección privada, Buenos Aires, Argen na.


En la mitad del camino de la vida me hallé en el medio de una selva oscura después de dar mi senda por perdida… El Infierno, canto I Aquí fuerza faltó la fantasía; pero a mi voluntad tras de sus huellas, rueda del engranaje, ya movía amor que mueve al sol y las estrellas. Paraíso, canto XXXIII

Color: mixtura de fríos y cálidos. Contraposición de gamas asociadas a la luz y al hielo que en esta obra tendrían un simbolismo muy especial. La luz está asociada con el amor y el hielo con lo inmanente e inhumano. Con representación espacial y distribución de figuras en forma sencilla y clara. Contenido: una pareja desnuda, ella sentada sobre las piernas del hombre del hombre que, a su vez, está sentado sobre una piedra. A la izquierda y en forma oblicua a la frontalidad de la obra: un ángel, muy bien definido, flota naturalmente con un suave movimiento alado, derramando desde un contenedor relativamente pequeño una abundante lluvia de un azul etéreo. ¿Gotas de agua?, ¿de finos cristales?, ¿un polvo mágico? ¡No! El ángel derrama Amor sobre la pareja. La escena que pareciera de una intrascendente sencillez se constituye en uno de los mayores logros de la literatura universal, la perfección de los versos representa la genialidad de la mente creadora, solo Dante es capaz de recrear en las entrañas mismas del infierno un santuario del amor humano. Amor, dolor y sufrimiento eterno se amalgaman de tal manera que el Poeta cae rendido ante la evidencia de las palabras. Me estoy refiriendo al canto V del infierno, el círculo segundo de los lujuriosos. Allí Minos, el segundo en la corte de los demonios mitológicos es el juez que ordena los castigos. Cleopatra, Helena, Aquiles, Tristán, entre otros son los reos condenados. Allí está Francesca de Rimini que se enredó en amores con su bello cuñado Paolo y sorprendidos en su pasión ambos mueren a manos del marido.


El hecho ocurrió hacia 1285. Dante estaba exiliado en la ciudad del padre de Francesca y moralmente se vio obligado a condenarlos al infierno, pero poetizó e idealizó tanto ese amor hasta casi redimirlo del pecado. En el canto, Paolo y Francesca son castigados a través del viento del amor que los arrolla en un eterno y despiadado torbellino infernal, sintiendo y sufriendo por ese profundo amor que en vida los unió. En la pintura que analizo también Alonso los ha salvado del desprecio divino y humano porque ese ángel que derrama gotas de amor es una figura cercana a Dios. Son innumerables los antecedentes que podemos encontrar de Paolo y Francesca en la música, en el teatro, en las letras, en la pintura; y a su importancia la simplificaría en 695 años de innegable permanencia en el arte universal.

Tere Colque Curso Historia y Crí ca de Arte


Antonio Cรณrdoba Curso Dibujo y Pintura


Elizabeth Gauna Curso Dibujo y Pintura


Por qué elegí esta obra…como primera razón creo que resume las distintas "formas" de la pintura de Gauguin porque tiene un entorno "formal" (diríamos clásico) con un plano principal "exótico". Me refiero a que utilizando un tono suave de fondo destaca en forma luminosa a la modelo, una mujer de otra raza que retrata lejos de las rigideces de los retratos de sus compatriotas…la elección del principal objeto del cuadro lo refuerza con detalles como el mono sentado a sus pies y su desnudez totalmente "naturalizada".

Annah la javanesa Paul Gauguin 1893 Óleo sobre lienzo 1,16 m x 0,81 m Colección privada, Paris, Francia.


La elección de esta pintura (óleo sobre lienzo de 116 cm x 81 cm) se debe a que llama la atención su composición donde se mezcla el entorno, una pared lisa de un suave rosado que hace de fondo, con un sillón de respaldo alto, tapizado en un celeste luminoso, que destaca el color de la piel aceitunada de la modelo. El sillón y la pared, que tiene un dibujo geométrico como zócalo y el piso liso, hacen pensar en una estancia (por el modelo del sillón de firme estructura de madera) europea, pero la modelo es asiática por sus rasgos y se reafirma con un mono sentado a sus pies. La modelo se encuentra desnuda y su imagen es de total naturalidad, apoya con total laxitud sus dos brazos en los brazos del sillón, su torso levemente inclinado hacia un costado (derecho) las piernas juntas, cruzados los pies apoyados sobre un almohadón con los típicos flecos en cada punta, semeja el clásico terciopelo, de color verde azulado con dibujos que podrían ser plantas o flores tropicales. A los pies y a su izquierda donde se encuentra sentado el mono se extiende una especie de mancha en un intenso amarillo sobre la cual esta tirada una cinta (o el collar del mono) de color rojo. En tanto en la otra esquina (dividida por la almohada), el piso se aclara en manchas en dos tonos de celeste claro como nubes. En el ángulo superior (a la izquierda de la modelo) hay un dibujo como un adorno que asemeja un asomo de parte de frutas redondas, ya que se ve una pequeña parte , alineadas en color rojo y verde (posiblemente frutas tropicales, seguramente en consonancia a la procedencia de la modelo). Esto está coronado con una especie de cinta desplegada como arco y en cada punta doblada hacia afuera se encuentra el nombre de la modelo que da nombre al cuadro. El rostro de la modelo afirma su origen asiático pero de sur ya que sus ojos no son rasgados sino redondos, labios gruesos, nariz ancha pelo recogido y negro y unos aros redondos y grandes. La expresión de su rostro es de total entrega y su cuerpo es menudo, su forma de sentarse denota una total falta de rigidez.

Liz Zimmer Curso Historia y Crí ca de Arte


Claudia Due e Curso Dibujo y Pintura


MarĂ­a Teresa Fabre Curso Dibujo y Pintura


El cuadro, en su aparente simpleza, invita a detenerse y observarlo. ¿Qué quiere expresar el artista?, ¿qué nos induce a pensar...? Son 5 mujeres en un salón... sentadas... en posición de espera. No denotan alegría ni ansiedad. El fondo del cuadro, de colores verdes, anaranjados, violáceos, sugerentes de otros ambientes...más allá de la escena principal... crean una atmósfera densa.

Salón de las Rue des Moulins Henri de Toulouse-Lautrec 1894 Óleo sobre lienzo 1,11 m x 1,32 m Museo Toulouse-Lautrec, Albi, Francia.


Son cuatro mujeres de mediana edad, y una algo mayor, de aire distinguido, presumiblemente la dueña de la casa. Hay sillones apoyados sobre la pared, donde se ve a estas mujeres, distendidas, de perfil, mirando sin mirar... hacia la derecha del cuadro. Llevan vestidos muy escotados, sin lujos, sin joyas. Bien a la derecha del cuadro, la mitad del cuerpo de una mujer que nos da la espalda, nos hace pensar que hay otros personajes en ese salon. En otro plano más central, más iluminado y más cercano al observador, el artista ubica a dos mujeres muy distintas: una de ellas sentada displicentemente, sostiene con su mano derecha una de sus piernas atrayéndola hacia ella y apoyándola sobre el sillón. Su brazo desnudo no denota esfuerzo. Su vestido claro, traslúcido, contrasta con sus medias negras con arabescos verdosos y sus zapatos con moño liláceo. Cerca... apenas más atrás, aparece la mujer mayor, erguida, con un vestido largo claro, difuso. El cuello alto, la cubre hasta el mentón. Es delgada. Se destaca de las demás. Cabello recogido y rulos sobre su frente. Tiene cierto triste señorío... Su mirada triste y perdida... como resignada a ése, su destino... El artista ha recreado evidentemente... una escena conocida para él. Un ambiente que presumiblemente en pocos momentos se transformará en bullicioso, ameno, donde esos personajes se transformarán, escondiendo sus angustias y desengaños, para vivir casi furtivamente, algún eco de felicidad.

Gloria Quevedo Curso Historia y Crí ca de Arte


Alicia Loretani Curso Dibujo y Pintura


Pilar Garces Curso Dibujo y Pintura


Genio innovador de la pintura, es uno de los artistas cuya biografía resulta tan interesante como sus obras, por su rica vida interior. Van Gogh resulta ser tan independiente en el terreno de la patología como en el de su arte. Me fascina su autorretrato en donde tiene una oreja cortada y pinta su cara con un vendaje. Extravagante en medio de su locura decide ofrendarla a la mujer que le había dado cariño.

Autoretrato con oreja cortada Vincent Van Gogh 1889 Óleo sobre lienzo 0,51 m x 0,45 m Colección privada, Chicago, Estados Unidos


Se pinta a sí mismo por la imposibilidad de encontrar modelos, son lienzos saturados de pintura de trazos gruesos. El muestra su cara adusta, donde esconde toda su voluptuosa vida. Trató de aprovechar sus momentos de lucidez para crear desesperadamente, buscando prolongar su vida.

Susana Rodríguez Curso Historia y Crí ca de Arte


Emilia Felicia Bertea Curso Dibujo y Pintura


Miryam De Longhi Curso Dibujo y Pintura


La obra es bellísima en tanto refleja de magnífica manera personas en situación no magnífica. A través de lo cotidiano, en su dureza, aparece la realidad social e individual de injusticia…

Los comedores de patatas Vincent Van Gogh 1885 Óleo sobre lienzo 0,82 m x 1,14 m Museo Van Gogh, Amsterdam, Holanda.


…lo que creo acerca de mi propio trabajo es que la pintura de los campesinos comiendo papas que hice en Neunen es, después de todo, lo mejor que he hecho… (fragmento de una carta de Vincent a su hermana)

Este cuadro pertenece a la primera fase de la pintura del artista. Este período fue denominado Periodo Negro. Ubicados alrededor de una mesa cinco personas sentadas comparten un plato de papas (que yo imagino asadas al rescoldo). También comparten una bebida (que yo imagino té) en unos recipientes tipo tazas pequeñas de loza. Una mujer sirve la infusión, hay tazas de loza pequeñas suficientes para todos. Percibo un clima familiar afable aunque cansado, preocupado, abatido. Predominan los colores oscuros y pesados, iluminados únicamente por una lámpara de querosene. Todos visten ropas de abrigo, de trabajo, oscuras. Sus manos están sucias (carbón o tierra, me pregunto) Sobre la pared se observa un retrato (estimo que es un autorretrato del autor) y algunos utensilios domésticos también pendientes de la pared. Se puede observar el respaldo de una silla de paja que, en su modelo, es tan típica de los interiores de Vincent. De alguna manera, la pintura completa es un reflejo de su época y sus consecuencias. Sin embargo, la pobreza o necesidad está “iluminada” con dignidad. Es un retrato de gente humilde con sus características, sin adornos ni lastimas que lastiman. Solo la vida en crudo como un desnudo del alma.

María Elena Sco o Curso Historia y Crí ca de Arte



PUAM Universidad Nacional de CĂłrdoba

Facultad de Ciencias MĂŠdicas

2016

Programa Universitario para Adultos Mayores


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