Casi últimos poemas

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1 Querida luz: hace ya muchos años, cuando mi voz apenas si salía y el cielo a mis espaldas se reía del vértigo de piedras y amarillo todo. Las sombras se mezclan con las sombras. Yo vi pasar la vida: reflejo de fantasmas bailándome en la cara, la lógica brutal y un dios íbero y canciones y prisas por vivir el día siguiente que nunca me tocaba. Los hombres me enseñaron que es difícil estar siempre de acuerdo y me marcaron el hierro del silencio. Después las voces me enseñaron a gritar tan fuerte que me encontré despierto entre unos [ cuantos. Con ellos sí es posible estar de acuerdo. Corrí de un lado para otro para llegar al punto de seguir corriendo mañana. Hoy aquí, aún parado, estoy [ corriendo.


Y las carreras me enseñaron que mi vida es solo eso: carreras, luces, rostros nuevos, amores de un momento que olvidaré también en un momento. Hace ya muchos años, tantos que creo que ya nací corriendo. Me llevaré tu luz hasta el próximo puerto.

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2 SOBREDOSIS Me dicen que te has ido con los astros. Culebreando estrellas tu cintura. Y que rĂ­es, al fin, a los planetas con tu roja pintura. Buen viaje Marina, flor y viento a tus plumas. Las veletas envidian tu nocturna aventura

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3 Yo sé que todo nacido, platónico o aristotélico, tiene grabado en los dientes su destino: el cementerio. Lo razonan con finura quienes escriben en serio. Toda su filosofía cabe en esto: ¿vivo o muerto? Casi siempre se equivocan los razonadores serios cuando dicen convencidos ¡Muera el vivo! ¡Viva el muerto! Hay algo sucio en las letras de los que adoran los muertos que siempre me hace pensar que escriben los esqueletos. Es por eso que quizá escribo de cachondeo. ¡Vivir!, eso es poesía. Lo demás es mamoneo.

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4 EXILIO Volveré algún día sobre los pasos frustrados de esta noche enorme. Volveré a la vida resucitando de esta danza de cadáveres para cantar a vuestro lado y descansar mañana al aire dulce de vuestras sonrisas. Madrugaré entonces entre, con vosotros y será agradable a las 6 de la mañana saludar cansado al lucero del alba en Medina Azahara. Volveré a emborracharme con alguien porque alguien quedará de entre todos vosotros para escucharme. Volveré y me parece verme llegar una tarde al filo de la noche y allí, en esa hora, buscarte y antes de media noche, con los ojos nublados encontrarte llorando a tu manera por los poros del aire y levantando la copa: !Más!, ¡Más aire! Más muerte en este vaso, llenádmelo de sangre. 5


Te miraré, quizá también llorando y esperaré otro vaso que vaciaré al instante. Y después te pediré que vengas a vivir con los nuevos amantes de prisa porque morirán también clavados en la tarde. Y mientras tanto trataremos de levantar la única bandera en que ya creo: (creemos) la sonrisa, y por eso volveré con ella al aire mientras bebo contigo y lloramos los que falten. Reempalmaremos la vida cortada por las porras y las cárceles. Volveré de acuerdo con la época, dispuesto a repetir lo que hice antes, ya sin dudas, sin miedos, con la sonrisa al aire. Volveré, amigos, pero antes he de tragar a sorbos este paréntesis de vida errante.

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5 Empieza a llover. Yo pienso en la verdad y hago filosofĂ­a con mis versos pero fuera estĂĄ la noche lloviendo. Yo pienso en la verdad: estĂĄ lloviendo

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6 Quiero cerrar mis manos abrazando esta noche y hacerte de silencio y en sombra rodearte. Pero tu eres de luz, no tienes nada a oscuras y yo siento mi cuerpo nadando entre penumbras. Pero acepto el calor y tu estelar dulzura.

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7 Una doctrina, rápido. Estoy dispuesto a creer en lo que sea. Estoy a punto para la adoración incluso satánica. Dioses o diablos: mi cuerpo y mi alma son para el primero que venga. Corred hacia mí, competid por mí, pelearos por mí. Si yo me tengo en tanta estima es porque sé que me amáis los dos polos, mal y bien. por eso me masturbo, como, bebo, río canto y camino hacia algún sitio. Por eso no me paro. pero esto es en el fondo muy dentro de mí. Por fuera es otra cosa. Por fuera está todo perdido todo oído, podrido, atado, sucio, muerto. 9


¿Que esperáis para hacer mover el universo? Quizá un soplo de aire o de magia diabólica o... ¡No! Había olvidado que vosotros nos arregláis la vida con bastante sangre. Mejor no vengáis, quedaos donde estáis, no corráis. Sin nuevas doctrinas también somos capaces -ya veréissolitos, cada vez mas solos y juntos, de destruir lo que vaya quedando. Y tendremos cuidado en construir algo para que sea destruido por los que queden hasta que queden una mujer y un hombre y se suiciden. Esa vez, os lo prometo, ¡ganamos!

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8 Ahora te recuerdo mejor. Como si hubieras muerto. El viento que levantas ya no nubla mi cerebro. Tus ojos, dos relojes parados sin tiempo. Y ¿que más eres? Unos trozos de noche, de día, de citas en tu propia agenda quizás. Perdiste el movimiento la voz el aire. Como si hubieras muerto. ¿Es eso -esto- el amor? ¿Un recuerdo? ¿Un rastro en la memoria? Como si hubieras muerto. Y aún volviendo atrás un año o diez ya no te encuentro. Te fuiste dejando la tarde sin resuello.

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9 Te escribo a la forma antigua como te quiero. A lo viejo, a lo azul, por tus dos ojos. Porque al final me parece que existes porque te pienso y porque esta forma idiota de quererte no me cabe en otros versos. Y porque me da la gana, porque quiero, y porque puedo. Como puedo imaginarte, como cada dĂ­a te creo te hago de hueso y carne o de humo solo con el pensamiento. Te escribo a la forma antigua quizĂĄ 12


porque te quiero o porque lo creo o porque no tengo otra cosa mejor que hacer en este momento. Y de todas formas ni単a, escriba te quiero o pienso las palabras son de aire vocalizadas en verso

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10 Te escribo desde el límite sagrado en mi poesía al margen de los signos que deciden que comprendes mi lenguaje. Porque entiendo la muerte escapando en la sombra entre los poros de vuestras palabras y la vida nadando en cada verso roto y al hombre naufragando, y tanto gesto inútil tanto esfuerzo para nada cotidiano, que ya no sé decir con las mismas palabras de antes casi nada por eso escribo al margen en tanto me inventáis otro abecedario.

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11 Ya encontré a mi Dios. !Soy yo¡ Ni eterno ni infinitamente bueno. !Yo¡ Ya empiezo a comprender el universo. Los astros no son malos ni buenos son astros. Centelleantes u oscuros blancos o negros o azules, dorados... ¡Astros! Ya no me veréis nunca llorar, los dioses sabemos que no existen nunca motivos de llanto. Todo estaba aquí cuando llegamos y todo queda aquí porque no nos vamos. No nos vamos ¡no! nos quedamos. Dejamos de ser dioses en la tierra para ser, en un segundo, tierra -de dios a astroy esperar filtrados entre los arboles el sol diario de astro a astro.

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12 ¿Cuanto le durará el poder, "señor"? ¿Cuanto tiempo? Cualquier estrella, cualquiera... ¡esa misma!, tiene millones de años. Si yo fuera una estrella esperaría riéndome de usted hasta que se muriera. Pero solo soy un hombre tirando un poco... a delincuente mismo y solo se me ocurre preguntar ¿cuanto le queda? ¿cuanto tiempo? Contigo es otra cosa "ca-ma-ra-da", a ti ya sé lo que te queda... Ya ves si nos conocemos. Sé que puedo incluso tutearte ¿y qué mas? ¿quien eres además de un tipo tuteable? Lo triste es que también sé eso: y eres eso: ¡solo una triste escoria tuteable!

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13 Mi niño de cristal, mi fuente. Astrónomo de luz, anatomía transparente. Basta un segundo un dedo un cerdo enorme abrazado a un botón quizá para que estalle un dólar o un millón y seas tan solo mil gérmenes de platos vagando por el aire.

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14 Allá arriba está la tumba de los que saben llegar primero. Hay que volver atrás. Sobre los pasos olvidados del primer mono que se plantó a dos patas para ser mas alto ¡por vanidad!. Desde entonces deseamos subir cada vez más, más alto, sobre los hombros, las cabezas, las vísceras, las tripas... más. Hay que volver atrás.

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15 EXILIO (1º Noviembre de 1979) Hace frío. Por encima de la vida parece pesar el vacío. Hay que cambiar de país, de casa, de amigos. El problema está en que ahora las caras distintas no son otra cosa que un gesto antiguo, repetido. El escenario, distinto pero parecido. Ya conozco los rostros futuros, pero aquí hace frío. Ya conozco las risas, los llantos, la voz, la palabra, los versos, la angustia, la sombra, la luz, la alegría, la vida, la muerte de la gente que voy a encontrarme mañana. Pero hace frío y además me aburro, me muero aquí.

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16 CON UN PERFIL DE JINETE MORIBUNDO Yo no soy un redentor ni soy un doctrinario y haré con mi vida lo que quiera. Y lo que quiero ahora más es que no descansen los tiranos. Poner toda mi sangre frente a su corazón y acorralarlos en sus bellas mansiones. Que sientan que puede entrar en ellos mañana u otro día el calzado manchado con el barro. Que no duerman tranquilos sobre la piel de sus muñecas de alcoba. Soñaré un cobarde sudando y llorando de miedo (cagado de miedo). Quiero mirar sus rostros aparentemente serenos en las fotografías de los diarios y pensar que detrás hay un hombre acabado. Que no descansen nunca, que duerman con el sueño agitado temiéndonos a ti y a mí que no tenemos ya ni casa ni trabajo, ni caminos abiertos ni nombres ni esperanza en volver sobre nuestros pasos.

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17 CANCIÓN El hijo de García por fin es albañil por fin por fin por fin es albañil. Su padre ya se lo decía lo veía venir tu serás albañil tu serás albañil. El gobierno también lo había pensado que sea un albañil que sea un albañil. Los partidos de izquierdas (ya se sabe) le han dicho que es así así así ¡Le han dicho que es así!. Que vote el albañil que vote el albañil. Por fin, así, carajo que es así Que vote el albañil.

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18 Me llamo Antonio como el santo. Pero su humildad, señores, se la quedó toda el. ¿Y qué le vamos a hacer? Si aprendí todos los rezos y todas las bendiciones las letanías los cantos dolores de constricciones y los llantos... Todo bueno, todo menos los perdones. Quizá porque hasta el momento no me enseñaron gran cosa los que tienen el poder de perdonar que mire usted son los mismos que tienen el de matar el de violar arrasar robar ar, ar y el de gobernar. Pero cambiemos de tema. Casi no vale la pena hablar siempre de lo mismo. Dejemos la religión 22


que un denario es un denario y el César tiene derecho a guardarlo en el bolsillo sin sudarlo. Y eso no lo dijo ni el papa ni los obispos eso nos lo dijo Cristo ¡Que ya es algo! Y eso se puede también aplicar a la peseta al franco al marco o al rublo es igual al fin y al cabo todo el metal es metal para el bolsillo del César ¡que carajo! Ya está dicho, al carajo los gobiernos. ¿Que nos queda por hablar? Ya no nos queda gran cosa, salvo de nosotros mismos. ¿No es idiota empezar ahora la historia desde abajo? En la escuela: niño, ¿Quien construyó el Escorial? Juan, Pepe, Lorenzo... Y así hasta treinta mil en vez de Felipe o Carlos 23


con sus números romanos. En el cine: la revolución rusa, parece ser (dirá el comentario final) que entre todos los miles había un tal [ Vladimir Ilich, aunque no está demostrado. Y las colas las harán los funcionarios y las guerras, por supuesto, las harán los generales sin soldados y así nos saldrán las batallas nacionales, renqueando. ¡Que aburrido! y nosotros trabajando. ¡Que aburrido! No se si podremos aguantarlo.

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19 CÓRDOBA ¿Que le hicieron a tu aire vieja bruja, amiga. Aquel aire que al contacto con tu magia me rendía, me hacia rodar a ti como una dulce amiga. Ese aire, aquel, el tuyo, aquel que todos los días desenrollaba el turbante y a mi amor se lo ponía con tanta delicadeza que mis ojos se entreabrían para guiñarte en la sombra. Contigo lo compartía, con tu olor, con tus sonidos, con tu sombra noche y día. Vine buscando aquel aire, por favor dulce [ enemiga. ¿No era él quien nos unía?

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20 EL RITO Un canto ritual a la costumbre eterna de los dioses. ¿Queréis un Dios? ¡De acuerdo! Lo haremos de barro. Espíritu de tierra trabajando, creando paraísos mirando su obra en otras manos. ¿No?, de acuerdo, (siempre de acuerdo). Lo haremos de madera lo colgamos y ¡adorarlo! ¿No? ¿Tampoco de madera? Pues de plástico, bebiendo coca cola y eructando, jugando al póquer y sonriendo cinematográficamente con dientes recién dentrificados y con... ¿Que no? En fin, ¿que queda? ¡Ya sé!, haremos una forma animal 26


con dos pies y dos manos, con una sombra negra detrás y un fusil en cada lado y una luz de futuro en los ojos lejanos. Y haremos sonar los clarines finales del tiempo para que se callen las voces y luego filmarnos. ¿Cómo que tampoco? Bueno, con vosotros es siempre lo mismo, no valen ejemplos, ni hombres, ni hambres mujeres o niños. Sólo razonar razonar, razonar, razonar... ¿Qué es eso? A pesar de todo lo haremos lo haremos ¿Lo oís? Lo haremooooos

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21 Manos. Mis manos. Mi mรกs cierta historia ellas y yo y el trabajo y la vida y la fe cojeando. Ellas mis manos pagaron pegaron se abrieron cobraron subieron bajaron salieron entraron se fueron volvieron y ยกellas! sobre todo ยกhablaron! ยกhablaron!

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22 EXILIO Compañero: hoy como ayer, a ratos camino sobre el rostro del viento y a veces como ayer, siento que la vida empuja desde la apatía y me pierdo. Y además, este cielo casi nunca desnudo, lo encuentro muy lejos ¡tan lejos! Hablo con las gentes (de nuevo me pierdo) y no es que lo sea... ¡me siento extranjero! Como ves no es nada, nada ha cambiado, sigo con las ganas de seguir corriendo. Algo diferente: la quiero y me quedo por ella. De verdad, amigo, tan solo por ella me quedo.

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23 EXILIO Pasa del mundo y vente con nosotros, la escoria-viva errante. Te ofrecemos una eternidad de imágenes, recuerdos de tu vida entera y la ilusión de no estar solo. No lo pienses. No caben conclusiones. La suerte está echada, tienes que venir a vivir con tus imágenes. Esto es mejor que la soledad y siempre enseña algo del alma. ¡Venga! No lo pienses. Si lo dejas para mañana será mas grande el saco de recuerdos que llevarás a cuestas.

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24 Nosotros, señores, no somos de este barrio, somos de una tierra aún sin cultivar. Somos del barro somos de otro mundo del más allá. Tenemos en los ojos el reflejo de todos los minutos perdidos en la historia hasta que todas las historias se pierdan en un minuto y nuestros números archivados se empiecen a recordar. Somos tan grises o blancos, azules o morados camaleones silenciosos que pasan por la senda sin mirar. Tenemos miedo de despertarnos sin cadenas, sin pesos, sin fantasmas que arrastrar. Venimos de un tiempo desconocido en la memoria vamos a nuestro mundo al más allá. Vamos al barro, señores, vamos al barro a hundirnos si cabe un poco más.

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25 JUZGADO DE LO PENAL Hay algo de claustro aquí subordinado al misticismo de las máquinas de escribir. La impersonalidad se cumple a rajatabla y el Estado está rodeándolo todo y sentenciado desde cada sonrisa. Hay un juez en cada lámpara y la forma de transportar los dossieres contra el pecho resultan policiacos, marciales. Marcialidad de rata burocrática de robot de zombi. Marcialidad de gafas. Y el aire huele a papel que no verá jamás el sol ni entre sus manos amarillentas ya correrá un verso ni un dibujo infantil ni una sonrisa. Huele a papel que espera en los archivos 32


el fuego o al menos defunciones. Papel de infierno archivado.

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26 Era un país inaguantable. Los políticos decían que el gobierno... Y el pueblo se lo creía, se lo creía. El poeta maldijo su tiempo y se quedó dormido. Mientras tanto salieron más y más políticos. Y el pueblo votaba y votaba por todos ellos. El poeta durmiendo. De pronto un día el poeta miró por la ventana y vio gente corriendo, y gritos, cócteles y tiros. Y el nivel de una ola de sangre fue subiendo hasta acabar ahogando a los enemigos del pueblo. Las víctimas: políticos patrones usureros asesinos a sueldo piltrafas vestidas de etiqueta y entre ellos el poeta ciego. Murió si acabar de comprender cómo se las había arreglado el pueblo.

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27 Para vivir hay que ser un poco río. Andando suavemente, sabiendo siempre a dónde llegarás. Sabiendo que continúa la corriente detrás. Sin amar las orillas solo llegar, llegar, llegar con los cauces al costado empujando hacia el mar. Para vivir hay que sentirse como lluvia eterna y necesaria. Una estrella de vida vital para el planeta. Un verso de humedad.

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28 Ese árbol no está ahí por casualidad ni esa sombra. Y todo lo que pueden decir los que dicen que saben es cómo se reproducirá o el lugar exacto del sol en este instante. Yo tampoco sé más pero creo que lo mejor sería hacer una hoguera con tus libros de texto y tratar de olvidar casi todo lo oído y hasta lo visto y quedarse tan solo los sueños vividos.

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29 Si esta noche me amaras nada sería distinto. Cogerías el autobús -el trabajoel autobús y vendrías a casa. Las 10, hablaríamos de nada. Las 11, a la cama. Las 7, el despertador. El autobús el trabajo casa nada nada cama las 7. ¡No! No sería el paraíso si esta noche me amaras.

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30 LA PATRIA Es todo lo que cabe en mi cabeza o si acaso una esfera vegetal achatada cancerada de leyes y aduanas armada y desvalida dormida y maniatada

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31 LA GUERRA Si el fuerte pide paz y el poderoso y el juez y el militar, el rey y el charlatán y el cura, el gordo, el dueño y el dios y el papa. Yo, obrero. Ateo. Débil. Acabo por creerla necesaria.

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32 Me gusta ver tus ojos de cabellera triste. La transparencia azul de tus dos mundos mirándome de frente. Me gustaría volar, ser un planeta comprarte algo, nadar en tu universo mezclado, y depurado, vacío entre tus átomos y sentir a mi yo de lejos dormido, gravitando... Pero ¡Ay, Amor! lo que quiero es un polvo.

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33 EL LÍDER Sueño que tengo un montón de gente enfrente y un montón de cosas que decirle. Yo soy su libertad su ira y su conciencia. Puedo hacerlos vibrar según el tono que adopten mis palabras. O reír si me sale el bufón, sonreír creyendo que entendieron algo. Después cenaré sin ellos y me acostaré con alguien que no haya venido a escucharme. Y dejaré que hable ese alguien, que ría, que cante, que baile y me dormiré pensando que no estamos tan solos como parece.

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34 Yo os llamo desde aquí -aún no tengo nadahermanos. Yo sé que alguno pensará que hubo tiempos peores. ¡No es verdad! Para nuestra familia solo el presente es suficientemente malo. Si no es así es que nos estamos acomodando, adornando las flores, cantando en falso y hemos perdido el norte-trovador debajo de la máquina de un despacho. Para nuestra familia sólo el presente es suficiente malo. Por eso yo os llamo, porque ¿vamos ahora a sentarnos? El mundo va delante marcando el paso marcial marcial marcial... Hay que dulcificarlo, ese es nuestro trabajo es nuestro oficio, hermanos, la única salida para no 42


cantar en falso. Porque ese atardecer es muy bonito sublime divino para verlo sin los ojos vendados. Entonces, a olvidarlo y las flores y el paraíso de unos cuantos y la comodidad y los despachos. Volvamos al laurel y a los caminos y a las cárceles al hierro y al suspiro, al barro, al hombre... -Si es preciso cantaremos entre fuegos fatuos... a ser el más proscrito el más buscado el más desposeído de las instituciones el mas temido-odiado de los guerreros condecorados. De nuevo andando hermanos, coleccionando llantos y sonrisas sobre nuestros harapos. ¡Al laurel! Al laurel de nuevo al laurel y al barro 43


al barro al barro al barro... Que nos conozcamos por los trajes manchados, por la vida pasando en nosotros hasta casi aplastarnos. Que nos conozcamos por eso y por el vacĂ­o eterno en nuestras manos. Por eso... Por nada y por barro. Por llevar a cuestas todo un universo de luz temblando disfrazado de nosotros mismos ÂĄDe barro!

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35 ENSAYO PARA UN SUICIDIO (*) (Bulerías) Para decirle de pronto a los arcos que no tengo tiempo de verlos morir. Dile tú a esa mora que no puedo ir, que tengo una noche lejana que envuelve mi cuerpo y han borrado hasta el aire. Recuerdos es todo lo que queda de ella y lágrimas que nunca salen de mí. Dile tú a esa mora que nos miraba en el alba desde una palmera que nunca estuvo en la avenida de la Victoria que no puedo ir. Ella no te dirá nada pero de todas formas dile que no puedo ir.

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Monólogo escenificado por el actor Juan Carlos Villanueva y el cantaor Antonio Muñoz 'Toto' con José Manuel Villatoro a la guitarra. 45


Me encuentro en la ventana y oigo voces que no han nacido aún. Y flores. Hay muchas flores y mucha luz extendida como fuego entre los [cuerpos. No se oye el viento aquí para dejar oír los fantasmas que repiten viejas voces, cosas viejas, palabras arrancadas ayer de las memorias... Esto es un sueño ¡seguro! y está bien que solo sea eso. Sólo fruto de un cerebro que lucha y ha perdido contra el tiempo. No sé si es el momento. Por instantes me arrepiento o pienso que es mejor o peor aunque me siento viejo, recién salido al sol y madurando. Yo sé que no se notará que entre todas faltarán solo mis manos. Mi voz no cuenta ¡Que puedo decir que no [ sea dicho!. ¡Queda tanto trabajo! Y me sobran diez dedos. Ahora diez sombras que traman, que buscan, 46


que empuñan nerviosas un arma contra un cerebro que es el mío. En un sueño, en uno cualquiera de los sueños. No sé si es el momento o estoy lanzado de bruces contra el tiempo o cansado o enfermo o muerto. Para seguir o dar la vuelta no hay tiempo ya, no queda. Se agotaron los tiempos de cantar... para mi. Para mi... en esta noche sólo hay un camino. Es inútil tener miedo, inútil protestar, inútil gesto el temblor que mas que siento [ adivino. Inútil preguntar por qué. Fallé a sabiendas que me condenaba pero hoy, al fin, no es tarde, emprendo esta vereda: compromiso de valor y [de apagarme. ¡Tengo miedo! Qué solos son mis versos ¡Qué terror! Yo no sé si podrán comprender lo que digo. Si podremos mirarnos mañana, algún día, con las manos libres sin tara de muertes en ellas y caminar a la luz como antes, del brazo. 47


Si al menos supiera si yo mismo ¿yo mismo? saldré sin mancharme la boca de frases [terribles... Pero sé muy bien que ya poco importa la ausencia de un hombre. Y me siento solo. Sin nadie. Sólo con dos manos que empuñan nerviosas [un arma para echar raíces. (Tientos) No quise cambiar de barca os lo prometo, ¡escuchadme!. Pero la noche, ¡creedme! Era demasiado larga. Por más que trato de hacerme con las riendas de la barca más lejos veo la tierra cercaito por el agua. Por más que trato de abrirme una brecha turbulenta sólo veo navegantes perdidos en la tormenta. No se trata de un sueño y sin embargo es un sueño. 48


Todo encendido como una enorme acuarela [dulce y sangrando el ocaso, el cielo verde y los árboles y el viento blancos. Se siente la vida en este sueño. La vida y la muerte en todos sus colores [combinados. Desde mi ventana lo veo todo claro: las calles bien barridas, bien limpias y por todas partes las esquinas rectas, [verticales, impecables. Rectas las corbatas, los cuerpos, los [semáforos... La vida dirigida por rectas marciales, el culto a la línea perfecta: ¡la suprema verdad! Los ídolos caen como a cámara lenta y antes de llegar al suelo han sido sustituidos. Se tambalea la luminosidad del aire, se inclinan las conciencias y se hacen mas que nunca incomprensibles las verdades. Ya no quedan mas que los poetas en la calle, y todos son reflejo de los otros, una bandera gris de gris melancolía, un canto aletargado... 49


Sólo es un sueño. Los poetas han amontonado los niños en las [ciudades y muestran una bandera blanca. No, ahora es roja. Pero estoy seguro que era blanca. Pero ahora es negra y sólo quedan tres poetas y un verso partido en dos sobre el asfalto. De nuevo el hombre ha vencido. El hombre perdió de nuevo ¡Han vencido! Las fábricas funcionan como siempre y ahora se canta un himno sin ganas sobre las [máquinas. No se oye bien... Es algo como de tiempo triste el tono de las [voces: Victoria vacía o Apocalipsis. La letra está compuesta perfectamente por una computadora y sólo quedan tres poetas en la calle y un verso partido en dos sobre le asfalto. Siento ganas de cerrar la ventana y llorar. (Seguiriya)

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Vuelve a ser de noche. Desde la ventana ya no sé a qué hora se ven los tres poetas llevándose a hombros al muerto. Lo pasean por la ciudad: Señores, ¿es suyo este muerto? O es suyo, señora? De vuecencia, señor? Funcionarios, de ustedes? O es vuestro, obreros. Nadie ha dicho nuestro. El cuerpo descansa desnudo en la fuente. Milagrosamente las luces están apagadas, le han puesto un sudario de agua y Venus [aplaude. Los gusanos: ¡Nuestro! ¡Nuestro! ¡Nuestro! A medida que vence la muerte se oscurece este sueño. Ya apenas quedan colores y el olor aumenta... [a incienso. Esta vez no pregunta tan a nadie, lo llevan directamente del suelo hacia el suelo. Esta noche el último poeta enterró a su ultimo compañero. Encima de la acera quedó llorando un trapo [negro. La muerte ya no sonríe, 51


ha puesto un puñado de pétalos sobre la piel [del viento y se ha quedado dormida. La aurora los va dispersando, el frío cotidiano aumenta y aún sigue la luz artificial que enseña a las sombras el camino ancho a los cementerios. Y las venas de cemento distribuyan en los sectores industriales los cuerpos impregnados de sueño. ¡De este sueño! ¡Que suerte que sólo sea un sueño! Amanece. El cielo parece un cenicero enorme. Ha muerto y es normal que haya muerto... Pero por qué en este sueño no suena siquiera una música fúnebre? No hay siquiera tristeza en el cortejo porque no hay cortejo. No hay piedad en este sueño. Ha muerto anoche y ya nadie le recuerda. La vida sigue su curso normal !La recta en pie¡ (Tarantos) 52


Todas las cosas del mundo tienden por sí hacia el fracaso desde que nací yo miro siempre hacia el otro costado. Sé que no acaba la historia con la muerte de ninguno. La gran patraña impasible continua el rumbo Yo sé que no existen dioses. He de crear mi destino o esta canción o mi muerte. O mi vida, da lo mismo. Todo se ha roto ya entre yo y mi mundo. Ni una sombra nos une, ni un poema, ni un [recuerdo, ni la esperanza de volver algún día sobre los pasos de esta noche enorme que se me viene encima. He destruido el cordón umbilical que nos unía a mí, y a mi gente, al universo... y ahora, !qué solo¡ !qué terror¡ !Qué solo estoy¡ Sin luz, sin Dios. Sin ninguna verdad que esta: la soledad. 53


Ya es imposible ver nada. La oscuridad está pegada a la ventana. Pero sé que ya no quedan poetas, lo sé porque oigo el himno de las [computadoras como si llevaran entre los dientes un muerto. ¡Ganaron las máquinas! ¡Que calle ese himno de hierro! ¡Que calle ese himno de hierro! ¡Que calle ese himno de hierro! Un esfuerzo... Un esfuerzo... Un esfuerzo... Fallé a sabiendas que me condenaba. De nuevo se oyen voces que no han nacido [aun... Voy a cerrar la ventana y a dormir... Sé que basta un golpe y... Fallé... Un esfuerzo... Un esfuerzo... Un [esfuerzo... (Toná) En un fondo de carbón la luna roja ondeaba. No, que la luna era verde. ¡Silencio, la luna es blanca!

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