I.S.B.N.- 10 95-0-581-210-1 I.S.B.N.- 13 978-950-598-267-7 Ediciones Taschen S.R.L. Av. Díaz Vélez 5125 (C1405DG) Buenos Aires - Argentina www.taschen.com.ar contacto@editorialtaschen.com Maqueta de libro y diseño de tapa: Florencia Lamas Todos los derechos reservados por editorial Taschen. Queda prohibida la reproducción total o parcial de todos los contenidos de este sitio bajo cualquier método incluídos el tratamiento digital sin la previa y expresa autorización por escrito de los titulares del copyright. Hecho en el dopósito que marca la ley 11.723 IMPRESO EN LA ARGNTINA - PRINTED IN ARGENTINA
BUSHIDO Valor heroico Florencia Lamas
El camino del guerrero
El shogun
El samurái y el Shōgun
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El shogunato Tokugawa
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Estructura militar
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Tokugawa Ieyasu
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Artes marciales
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Clan Tokugawa
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El arte de la esgrima
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Dominar a sus aliados
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El arte de la lucha con lanza
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Ascenso al poder
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El arte del tiro con arco
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La economía del aislamiento
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Tácticas militares
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Dispuesto a morir
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Bakumatsu
Restauración Meiji
La llegada de los barcos
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El emperador Meiji
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Crisis del Shogunato
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Un gobierno democrático
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La sociedad en agitación
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Institución del Senado
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El cambio cultural
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Desarrollo industrial
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Oriente contra occidente
40
Políticas del nuevo gobierno
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Aliados con el enemigo
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La transformación
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Modernización
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El cambio tecnológico
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Apertura del comercio
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Fin del Bakufu
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Estructura militar El samurái y
El camino del guerrero
E
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El samurai Sin autor - 1860
el Shōgun
l término samurái se utiliza para designar una gran variedad de guerreros del antiguo Japón, aunque bien su verdadero significado es “el que sirve” de una élite militar que gobernó el país durante cientos de años. El origen del samurái data en el siglo X y se fortaleció al concluir las Guerras Genpei a finales del siglo XII, cuando fue instituido un gobierno militar bajo la figura del shōgun, por el cual el Emperador de Japón quedó a su sombra como un mero espectador de la situación política del país. Su momento cumbre tuvo lugar durante el período Sengoku, una época de gran inestabilidad y continuas luchas de poder entre los distintos clanes existentes, por lo que esta etapa de la historia de Japón es referida como «período de los estados en guerra». El liderazgo militar del país continuaría a manos de esta élite hasta la institución del shogunato Tokugawa en el siglo XVII por parte de un poderoso terrateniente samurái (conocidos como daimyō) llamadoTokugawa Ieyasu, quien paradójicamente, al convertirse en la máxima autoridad al ser nombrado como shōgun, luchó por reducir los privilegios y estatus social de la clase guerrera, proceso que finalmente culminó con su desaparición cuando el emperador retomó su papel de gobernante durante la era Meiji (siglo XIX). El shogunato Tokugawa (1603–1868), también conocido como shogunato Edo, bakufu Tokugawa o, por su nombre original en japonés, Edo bakufu (江戸幕府), fue el tercer y último shogunato que ostentó el poder en Japón. Este shogunato fue instaurado por Tokugawa Ieyasu y en total quince shogunes mantuvieron el poder durante más de 250 años. Dicho período terminó bajo múltiples presiones con la entrega del poder de Tokugawa Yoshinobu al Emperador Meiji en 1868. A partir de entonces el shogunato fue abolido y el emperador obtuvo el poder militar y político del país, desencadenando la Restauración Meiji, que transformaría al país radicalmente durante el resto del siglo XIX.
Estructura militar gados después de la derrota de sus antiguos señores. Los ashigaru del periodo Sengoku estaban en el último escalón y estaban divididos en tres según el arma que manejaran, ya fueran arcabuces, lanzas o arcos. Durante gran parte del periodo Sengoku, se esperaba que todo samurái estuviese listo para presentarse en el campo de batalla con sus armas, armadura y caballo al momento de existir algún conflicto. Además se deseaba que cada uno proporcionara tropas al servicio de su señor acorde con la riqueza del feudo al que pertenecieran. Cada ashigaru reunía sus armas y armadura. De este modo el reclutamiento de las tropas necesarias recaía en los samuráis. Estos últimos llevaban consigo a otros samuráis o a jornaleros que dejaban sus tierras para convertirse en ashigaru. Cuando había que reunir al ejército, se les notificaba la fecha y el lugar en que se pasaría revista. Cada ashigaru reunía sus armas y armadura a la espera del horagai (trompeta), el tambor o campanas, los cuales indicarían la hora de partir. Al llegar al punto acordado, el samurái les pasaba revista. Desde allí marcharían para presentarse en el castillo.
Bushido Es un código ético estricto y particular al que muchos samuráis (o bushi) entregaban sus vidas, que exigía lealtad y honor hasta la muerte. Si un samurái fallaba en mantener su honor, podía recobrarlo practicando seppuku (suicidio ritual). Se dice que desde pequeño, el bushidō era inculcado a la clase dirigente incluso antes de despegarse del pecho de la madre.
El camino del guerrero
Los vínculos familiares, así como la lealtad de los vasallos hacia el daimyō eran sumamente fuertes, y eran estos factores los que regían sobre la estructura de un ejército samurái. Cualquiera que naciera en una casa de guerreros era entrenado desde niño con el fin de convertirlo en un digno representante de sus antepasados. Por otro lado, las alianzas entre clanes representaron los vínculos más débiles y a lo largo de la historia se repitieron episodios donde un clan traicionó a su al momento mismo de la batalla. Hasta mediados del siglo XVI, la organización común de un ejército samurái fue casi la misma: al término de las campañas, el ejército se disolvía y la gran mayoría de los ashigaru y algunos samuráis regresaban a sus labores de campo. No fue sino hasta el periodo Sengoku en que algunos daimyō con suficientes recursos mantuvieron un ejército estable y buscaron un grado de especialización, incluyendo la infantería. La estructura jerárquica dependía de factores como el nacimiento, el vasallaje vitalicio y aspectos sociales y militares. En el vértice de la pirámide estaban los daimyō y a su lado sus parientes cercanos y familia; seguían los criados vitalicios de la familia 333; el siguiente escalón lo constituían los vasallos, ya fuera que se hubieran unido a su servicio o fueran obli-
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Las tres armas Utagawa - 1845
Artes marciales
El camino del guerrero
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os vínculos familiares, así como la lealtad de los vasallos hacia el daimyō eran sumamente fuertes, y eran estos factores los que regían sobre la estructura de un ejército samurái. Cualquiera que naciera en una casa de guerreros era entrenado desde su niñez con el fin de convertirlo en un digno representante de sus antepasados. Por otro lado, las alianzas entre clanes representaron los vínculos más débiles y a lo largo de la historia se repitieron episodios donde un clan traicionó a su daimyō al momento de la batalla. Desde ese punto marcharían juntos para unirse al resto del ejército. Hasta mediados del siglo XVI, la organización común de un ejército samurái fue casi la misma: al término de las campañas, el ejército se disolvía y la gran mayoría de los ashigaru y los samuráis regresaban a sus labores de campo. No fue sino hasta el periodo Sengoku en que algunos daimyō con
suficientes recursos mantuvieron un ejército estable y buscaron una especialización, incluyendo la infantería. La estructura jerárquica dependía de factores como el nacimiento, el vasallaje vitalicio y aspectos sociales y militares. En el vértice de la pirámide estaban los daimyō y a su lado sus parientes cercanos y familia; seguían los criados vitalicios de la familia, los cuales servían a su señor por muchos años; el siguiente escalón lo constituían los vasallos, ya fuera que se hubieran unido a su servicio o fueran obligados después de la derrota de sus antiguos señores. Los ashigaru del periodo Sengoku estaban en el último escalón y estaban divididos en tres secciones según el arma que manejaran, ya fueran arcabuces, lanzas o arcos. Durante gran parte del periodo Sengoku, se esperaba que todo samurái estuviese listo para presentarse en el campo de batalla con sus respectivas armas,
armadura y caballo al momento de existir algún tipo de conflicto. Además se deseaba que cada uno proporcionara tropas al servicio de su señor acorde con la riqueza del feudo al que pertenecieran. De este modo el reclutamiento de repitieron episodios donde un clan traicionó a su daimyō las tropas necesarias recaía en los samuráis. Estos últimos llevaban consigo a otros samuráis referirse a una vara de aproximadamente o a jornaleros que dejaban sus tierras para convertirse en ashigaru. Cuando había que reunir al ejército, se les notificaba la fecha y el lugar en que se pasaría revista. Cada ashigaru reunía sus armas y armadura a la espera del horagai (trompeta), el tambor o campanas, los cuales indicarían la hora de partir. Al llegar al punto acordado, el samurái les pasaba revista. Desde ese punto marcharían juntos para presentarse en el castillo y unirse al resto del ejército.
Coraje
En la era Meiji, cuando Japón se empezaba a abrir al extranjero, los japoneses necesitaron un código del guerrero que no se opusiera a la ética de occidente, por tanto, el código se arregló cambiando por completo lo que era en sus orígenes. Se hizo esto para que el bushidō fuera presentable a ojos de los extranjeros, que llegaban con unas ideas muy diferentes con respecto a la moral y otros aspectos filosóficos, en contraste con los que imperaban en el régimen japonés de la época, que no había pasado por un renacimiento, y que seguía anclado en el feudalismo más extremo. La idea más extendida actualmente acerca de este código, es que era algo para formar “guerreros bondadosos”, cargado de una moral y rectitud impecables. Sin embargo, en sus inicios no era nada recto ni honorable. Había ideas que contrastan totalmente con la versión arreglada y reformada de más adelante. Por
ejemplo Tōdō Takatora dijo: “Un guerrero que no ha cambiado 7 veces de señor, no puede ser considerado un auténtico bushi”. Esto viene a decir que no importa las veces que se cambie de señor en la búsqueda de la fama y la fortuna, y está muy en contraste con la idea de lealtad y austeridad que más adelante se asoció con el bushidō. También tenemos otra referencia en las palabras de Asakura Sōteki: “Aunque te llamen perro, aunque te llamen bestia, todo vale para ganar”. Otro punto importante para tener en cuenta es que dichos postulados iban dirigidos exclusivamente a la casta samurai, y no hacia cualquier ciudadano japonés como empezó a decirse a partir de la Segunda Guerra Mundial. De hecho, muchos de sus primeros propulsores, seguramente no estarían de acuerdo con que el código fuese dirigido a descendientes de otras castas consideradas en la época como inferiores. Por tanto,
el bushidō en sus orígenes, era una especie de manual para adoctrinar a la clase samurai y crear guerreros letales para la guerra o los intereses políticos de los señores feudales, máquinas eficaces que no cuestionaran órdenes y que no tuvieran sentimientos, dispuestos a morir o matar en cualquier momento por su señor. Al principio no había ninguna clase de ética en esto, ya que la ética tal y como la conocemos hoy dia, es algo que surgió de la cultura occidental, y que no llegó a Japón hasta la llegada de los barcos negros y el fin del Sakoku (aislamiento del país al exterior). Ideas como la compasión por el débil, la moral del guerrero, la rectitud, la defensa de los necesitados, la justicia, el juego limpio, etc... No son más que maquillajes que sufrió el bushidō a partir de entonces a base de textos y el cine ; todos ellos posteriores al Bakumatsu.
El camino del guerrero
Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir. Un samurái debe tener valor heroico. Es absolutamente arriesgado. Es vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte. Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.
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El arte del esgrima
El camino del guerrero
La katana es un sable japonés, aunque en Occidente esta palabra es usada genéricamente para englobar a todos los sables japoneses. Se refiere a un tipo particular de sable de filo único, curvado, tradicionalmente utilizado por los samuráis. Su tamaño más frecuente ronda el metro de longitud y el kilo de peso. El tipo de katana más difundido en la actualidad es el conocido como “Oda Nobunaga”, en alusión al daimyō creador de dicho modelo, de hoja curva y alrededor de un metro de longitud total. El origen de la katana japonesa se remonta a los siglos X-XII, cuando los chinos de la dinastía introdujeron en el país una espada curva llamada “El destripador de caballos”, dado por ser un arma utilizada en combate contra la caballería pesada para destripar el vientre o atacar los cuartos delanteros del caballo. Esta espada curva, más adelante conocida como sable, simplemente evolucionó hasta la posterior katana. Debido al carácter curvo de su hoja y a su único filo, la katana debe ser considerada realmente un sable. Como tal, está fundamentalmente orientada al corte más que a la estocada. Su curvatura surge de la necesidad de obtener un corte eficaz cuando se maneja desde la montura del caballo; la hoja recta tiende a “empotrarse” en el momento del corte, mientras que la curva obtiene siempre un corte tangencial a la trayectoria del arma y con ello evita que la katana se quede bloqueada.
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El arte de la lucha con lanza La katana era utilizada principalmente para cortar y, debido a su capacidad de producir heridas muy severas, era considerada una especie de “guillotina de mano”. Se la desenvaina con un movimiento axial de rotación, llevando el filo hacia arriba y se la puede blandir con una o dos manos. Aunque el arte del manejo del sable japonés, según su propósito original, ha quedado en la actualidad casi obsoleto, el kenjutsu (técnicas de sable) dio origen e influyó poderosamente los rituales, las técnicas y las tácticas de varios gendai budō, o artes marciales tradicionales modernas, como el Aikido, el Iaido, el Karate Do, el Kendo, el Ninjutsu, e inclusive al Judo. Muchas técnicas provenientes de varias escuelas samurái clásicas siguen practicándose hoy especialmente en las artes marciales tradicionales del Ninjutsu, y en el Aikido. Tácticamente las distancias largas y medias son más favorables, mientras tanto, la esencia de su manejo persiste en el arte del iaidō , que es el arte de “desenvainar cortando” y en las formas del kendō (camino del sable) en donde se maneja una réplica del sable hecha en bambú llamada shinai, y se usa como protección una máscara/ casco y una armadura. Las escuelas clásicas originales del kenjutsu koryū aún perduran y siguen siendo practicadas, algunas de las más conocidas son: Niten Ichi Ryu, Itto Ryu,Kashima Shintō Ryū, Kashima Shin Ryū, Katori Shintō Ryū.
Los Bō varían en largo, peso, flexibilidad o decoración: pueden ser tan rústicos como una rama de un árbol, forrados en láminas metálicas, o tan decorados como una obra de arte. El término “bō”, que generalmente se utiliza para referirse a una vara de aproximadamente unos 180 cm (aunque normalmente se hacen a medida), es en realidad una abreviatura de rokushakubō, o bastón (bō) de seis shaku (rokushaku) o 180 cm. El uso primario del bō japonés es el de amplificar la fuerza utilizada para un golpe mediante el uso de la palanca y la inercia del movimiento del artista marcial. El bō es también utilizado para alcanzar objetivos de medio y largo alcance.Hay técnicas con bō en la mayoría de artes marciales que utilizan armas. Esto viene de la antiguedad, En Japón, cuando los guerreros samuraiperdían la punta de su lanza o yari, alabarda o naginata en la guerra, porque estas se quebraban. Entonces les quedaba un bōrudimentario. Estas mismas artes marciales incluyen técnicas de Hanbō por el mismo motivo. Al seguir peleando el bō podía partirse obteniendo un bastón de peregrino o Hanbō. En la isla de okinawa, donde surgió el arte marcial del karate, el bō surgio de la mezcla de técnicas chinas, nativas, y japonesas; donde el bastón largo para cargar cubos de agua, se transformó en un arma de que busca penetrar la armadura de los samurai invasores. con la correcta de la potencia.
La armadura Las primeras armaduras, encontradas por medo de excavaciones en los kofun, recibieron nombre de tankō. Eran fabricadas en hierro macizo, las planchas de blindaje se sujetaban unas a otras con correas de cuero y estaban específicamente diseñadas para ser usadas de pie. Para proteger la parte baja del cuerpo, los guerreros llevaban una falda acampanada llamada kusazuri. Desde esos tiempos, la superficie de metal se cubría de laca laminar para protegerla del clima, tal y como se seguiría aplicando a los modelos posteriores. La característica particular del casco era que parte de adelante tenía forma de visera, además de dientes de hierro en la parte superior cuyo objeto era sujetar plumas de faisán. Posteriormente se diseñó un tipo de armadura laminar, la cual se conoce con el nombre de keikō, de la cual a su vez se desprendió el estilo yoroi , que es la armadura clásica samurái. Debido a que si la armadura era hecha completamente de hierro tenía un peso considerable, sólo se empleaban piezas de ese metal en donde se requería de más protección y en el resto de la armadura se alternaban piezas de hierro con cuero. En promedio, una yoroi tenía un peso aproximado de 30 kilogramos y proporcionaba una buena protección.
Yumi 弓, ゆみ es el término japonés para los arcos. Los yumi japoneses se dividen en arcos largos (daikyu) y arcos cortos (hankyu), usados en la práctica del kyudo (el tiro con arco japonés). El yumi es excepcionalmente alto (rondando los más de dos metros), sobrepasando la altura del arquero (kyudoka). Hechos tradicionalmente de bambú, madera y cuero, usando técnicas que no se han cambiado durante siglos, aunque algunos arqueros (normalmente principiantes) pueden usar yumi sintéticos. El yumi es asimétrico; las palas superiores e inferiores son diferentes y la empuñadura está situada aproximadamente a un tercio de la distancia de la punta inferior. Se cree que la forma asimétrica fue diseñada para el uso sobre caballo, donde el yumi podría ser movido de un lado a otro con facilidad. Las cuerdas por lo general no son substituidas hasta que se rompen; esto causa que el yumi se doble en la dirección opuesta al modo que está estructurado, y considerado como beneficioso para la integridad del yumi. El punto de apoyo para la flecha se mejora mediante el uso del cáñamo, protegiendo la cuerda y proporcionando un grosor que ayuda a mantener la muesca de la flecha sobre la cuerda mientras se dispara. Los severos arqueros de kyudo tratan al yumi con profundo respeto, como piezas de gran poder y como profesores, enseñan al alumno el dicho que reza que el yumi, sostiene dentro de él, la parte del espíritu de la persona que lo hizo. Un estudiante kyudo nunca lo pisará mientras este sobre el suelo, y por supuesto tratarán al yumi como desearían ser tratados ellos mismos. También está considerado como irreverente el tocar el yumi de otra persona sin su permiso; el yumishi (fabricante) Kanjuro Shibata sensei dice que es como tocar al cónyuge de otra pareja. Oki No Hiro Sin autor - 1856
El camino del guerrero
El arte del tiro con arco
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Tácticas militares Durante la existencia del samurái, reinaron dos tipos opuestos de organización. El primer tipo eran ejércitos basados en reclutas: al inicio, durante el periodo Nara, los ejércitos samuráis se basaron en ejércitos de reclutas del tipo chino y hacia el final en unidades de infantería compuestas por ashigaru. El segundo tipo de organización era el de samurái a caballo que luchaba individualmente o en pequeños grupos. Al inicio de la contienda se disparaban una serie de flechas con cabeza de bulbo. El objeto de estos disparos era llamar a los kami a que presenciaran las muestras de valentía que estaban a punto de desarrollarse. Después de un breve intercambio de flechas entre uno y otro bando, se desarrollaba una contienda llamada ikkiuchi, donde grandes rivales de uno y otro lado se enfrentaban. En este tipo de duelos influían mucho aspectos como el rango, la posición dentro del ejército, etc. Después de estos combates individuales, se daba paso a los combates mayores, generalmente enviando tropas de infantería lideradas por samuráis a caballo. Al comienzo de las batallas samurái, era todo un honor ser el primero en entrar en batalla. Esto cambió en el periodo Sengoku con la introducción del arcabuz. Al comienzo del uso de las armas de fuego, la metodología del combate era la siguiente: al inicio se hacía un intercambio de disparos de arcabuz a una distancia de
El camino del guerrero
Onikojima Yatarō - 1861
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100 metros aproximadamente; cuando se encontraba el momento oportuno se ordenaba que avanzaran los lanceros ashigaru y finalmente los samuráis atacarían, ya fuera a pie o a caballo. El jefe del ejército solía estar sentado en una silla de tijera dentro de una tienda semi abierta llamada maku, que exhibía su respectivo mon. Como muestra del simbolismo tan fuerte que esto representaba, otra forma de llamar al shogunato instituido por Minamoto Yoritomo era el término bakufu, que significaba «gobierno desde la maku». En medio de la contienda, algunos samuráis decidían bajar del caballo y buscar cortar la cabeza de un rival digno. Este acto era considerado todo un honor. Además, mediante el mismo ganaban respeto entre la clase militar. Después de la batalla, celebraban normalmente la ceremonia del té, y el general victorioso pasaba revista a las cabezas de los miembros más importantes del enemigo que habían sido cortadas. En las Notas sobre las Reglas Marciales, está escrito lo siguiente: “Ganar primero, combatir después, lo que dicho en dos palabras es ganar antes. La riqueza del tiempo de paz es permitir la preparación marcial para el tiempo de guerra. Con quinientos aliados, se puede derrotar a una fuerza enemiga de diez mil hombres.” Cuando uno intenta tomar el castillo de un enemigo y es necesario retirarse, hay que replegarse, no siguiendo
Éxito y fracaso Cortar la cabeza de un rival digno en el campo de batalla era motivo de gran orgullo y reconocimiento. Existía todo un ritual para embellecer las cabezas cortadas: primero eran lavadas y peinadas y una vez efectuado esto, se ennegrecían los dientes aplicando un tinte llamado ohaguro. El motivo de ennegrecer los dientes radicaba en que unos dientes blancos era un signo de distinción, por lo que aplicarles un tinte para oscurecerlos era una forma metafórica de quitarles un poco de la misma. Finalmente las cabezas eran dispuestas cuidadosamente sobre una tabla para su exposición. Durante las invasiones de Hideyoshi a Corea, era tal el número de cabezas cortadas de los enemigos que tenían que ser enviadas a Japón, que por motivos logísticos se envió solamente la nariz. Éstas eran cubiertas con sal y enviadas en barriles de madera. Estos fueron enterrados cerca del «Gran Buda» de Hideyoshi, donde permanecen al día de hoy.
No tengo estrategia, yo hago de lo correcto para matar y de lo correcto para restituir la vida mi estrategia. Principio Hagakure, basado en el código del Bushido
El camino del guerrero
la carretera principal sino las carreteras secundarias. Se debe tender a sus muertos y heridos con el rostro girado hacia el enemigo. Es evidente que el guerrero tiene que estar en vanguardia durante el ataque y en la retaguardia cuando la retirada. Cuando se ataca, no se ha de despreciar esperar el buen momento. Esperando el buen momento no se debe olvidar el ataque. Entre los principios secretos de Yaygu Tajima No Kami Munemori, hay un proverbio: “No existe táctica militar para un hombre de gran fuerza moral.” Instruido por esto, cierto vasallo del Shogun fue a ver al Maestro Yagyu y le pidió que lo aceptara como a su discípulo. El Maestro Yagyu dijo: “Me parece que ya sois alumno de una escuela de Artes Marciales. El lenguaje militar emplea los términos de “Samurai ilustrado” y de “Samurai ignorante”. Un Samurai que ha esperado tenerse que enfrentar con situaciones difíciles para aprender a salir de ellas no es ilustrado. Un Samurai que se preocupa por adelantado de todas las situaciones y soluciones posibles, es sabio. Será por lo tanto capaz de hacerle frente con brillantez cuando la ocasión se presente. No importa lo que ocurra, un Samurai ilustrado es aquel que se preocupa de los detalles de la acción, antes de la hora. Un Samurai imprevisor, en cambio, da la penosa impresión de arrastrase en una gran confusión y su éxito proviene la suerte.
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Mitsukini desafiando al esqueleto Sin autor - 1845
Lealtad a la muerte okugawa Ieyasu, el principal beneficiado por los logros de Oda Nobunaga y de Hideyoshi Toyotomi era un daimyō sumamente poderoso de la rica región de Kantō. Poseía tierras de 2.5 millones de koku y posteriormente se estableció en Edo (hoy Tokio) añadiendo a sus posesiones tierras de 2 millones de koku. Después de la muerte de Hideyoshi, rápidamente buscó mantener el control sobre la familia Toyotomi. La victoria del ejército de Ieyasu sobre los daimyō del oeste en la Batalla de Sekigahara en el año 1600 le dieron el dominio casi total sobre todo Japón. Después de establecer un sistema de dominio mediante la desaparición de sus enemigos y un estricto control sobre otros daimyo, Ieyasu instaló a su hijo Tokugawa Hidetada bajo el título de shōgun y se nombró a sí mismo como shōgun retirado en 1605. Los Toyotomi aún eran una amenaza para su causa por lo que dedicó toda una década para erradicarlos. El periodo Edo trajo a Japón 250 años de estabilidad. El sistema político evolucionó a lo que los especialistas llaman bakuhan, el cual era la combinación de los términos bakufu y han, para describir el gobierno característico del periodo. En el bakuhan el shōgun gozaba de la autoridad nacional mientras que los daimyo la autoridad regional. La burocracia aumentó durante este periodo con el afán de administrar la combinación de gobierno centralizado y descentralizado. Los Tokugawa afianzaron su poder durante el primer siglo de su gobierno: la distribución de la tierra les proporcionaba cerca de siete millones de koku y el control sobre las ciudades más importantes. La jerarquía feudal se completó con las distintas clases de daimyo. Los más cercanos a los Tokugawa eran los shinpan o casas relacionadas. Existían en esta época 23 daimyo en las fronteras de las tierras pertenecientes a los Tokugawa, lo cuales estaban directamente relacio-
nados con Ieyasu. La segunda posición en la jerarquía la constituían los fudai, los cuales habían sido recompensados con tierras cercanas a los dominios de los Tokugawa por sus leales servicios. Durante el siglo XVIII 145 fundai controlaban pequeños territorios, en los que el de mayor importancia contaba tan sólo con 250,000 koku. Por último, 97 han formaban el tercer grupo, el de los tozama. Los tozama estaban ubicados frecuentemente en la periferia del archipiélago y entre todos controlaban tierras de alrededor de 10 millones de koku. Los Tokugawa no sólo consolidaron su control sobre el reunificado Japón, sino que también gozaban de un poder sin precedentes sobre el emperador, las cortes, sobre todos los daimyo y órdenes religiosas. El emperador sólo daba su aprobación como última opción en los asuntos políticos del país, sin embargo los Tokugawa ayudaron a que la familia imperial regresara a sus días de gloria reconstruyendo sus palacios y asegurándoles nuevas tierras. Para garantizar lazos estrechos entre el imperio y la familia Tokugawa, su nieta fue nombrada consorte imperial. Se establecieron una serie de códigos legales para regular las propiedades de los daimyo. Este código contemplaba además normas de conducta, matrimonios, vestimenta, tipo de armas, número de tropas que los daimyo podían poseer, se requería además que los señores feudales debían de residir en Edo por un año, prohibía la construcción de barcos transatlánticos, se prohibió el cristianismo, se restringió la posesión de castillos a uno por dominio entre las principales. Aunque de facto los daimyo no pagaban impuestos, se le imponía regularmente una serie de contribuciones del tipo militar o logístico, además de contribuciones para proyectos públicos como la construcción de castillos, caminos, puentes y palacios. Las aportaciones que recibían no sólo fortalecían a los Tokugawa.
Lealtad Haber hecho o dicho “algo”, significa que ese “algo” le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan. Para el guerrero, las palabras de un hombre son como sus huellas: puedes seguirlas donde quiera que él vaya.
El camino del guerrero
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El shogunato Tokugawa E
l shogunato Tokugawa 徳川幕府 también conocido como shogunato Edo, bakufu Tokugawa o, por su nombre original en japonés, bakufu Edo 江戸幕府, fue el tercer y último shogunato que ostentó el poder en todo Japón; los dos anteriores fueron el shogunato Kamakura y el shogunato Ashikaga. Este shogunato fue instaurado por el shōgun Tokugawa Ieyasu, fundador del clan Tokugawa 徳川氏 y descendiente del clan Matsudaira, el 24 de marzo de 1603 (que corresponde al 12.º día del segundo mes del año 8 de la era Keichō en el calendario tradicional japonés). Durante este período, existía una especie de dictadura militar sometida específicamente al Emperador de Japón. El shōgun, convertido en general en jefe de las fuerzas armadas de Japón, tenía el poder militar y político del país; mientras que al Emperador le fueron asignados poder espiritual y religioso, a modo de enlace entre las personas y los dioses, y poder nominal en la Corte Imperial de Kioto. Esta situación era análoga, a la dominante entre las monarquías europeas de origen católico durante la Edad Media, cuando los monarcas
poseyeron el poder político y militarreligioso. Quince shōgun administraron el poder del clan Tokugawa y del país durante 264 años, subordinando a los demás clanes a cambio de un poder secundario o provincial. En este período el clan es conocido por adoptar una política que centralizó y unificó al país devastado por las guerras de la antigua era Sengoku, y logró establecer un sistema de clases en la sociedad. También es conocido por adoptar una postura de aislamiento absoluto frente al resto del mundo, que desembocó en la prohibición y expulsión de extranjeros y en la eliminación de influencias externas por cualquier medio. Tal fue el caso del exterminio de cristianos durante el shogunato, cuyo propósito fue mantener el balance del poder en Japón. Dicho período terminó bajo múltiples presiones con la entrega del poder de Tokugawa Yoshinobu al Emperador Meiji. A partir de entonces el shogunato fue abolido y el Emperador obtuvo el poder militar y político del país, desencadenando la Restauración Meiji que transformaría al país radicalmente durante el resto del siglo.
Justicia
Mapa de Edo 1844 - 1848
El shogun
Sé honrado en tus actos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia. Para un auténtico samurái no existen las tonalidades de gris en honradez y justicia. Sólo existe lo correcto y lo incorrecto.
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El shogun
Tokugawa Ieyasu
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Tokugawa Ieyasu (徳川 家康? 31 de enero de 1543 a junio de 1616), fue el fundador y primer shōgun del shogunato Tokugawa deJapón, quienes gobernaron desde la batalla de Sekigahara, en 1600, hasta la Restauración Meiji en 1868. Ieyasu gobernó desde 1600 (oficialmente 1603) hasta su renuncia en 1605. En 1556, cuando contaba 13 años, Takechiyo, cambió su nombre por el de Matsudaira Motoyasu. A cambio de su regreso a Mikawa, los Imagawa le ordenaron pelear contra el clan Oda en una serie de batallas. Motoyasu ganó su primera batalla en Terabe, alcanzando gran renombre. Por entonces, Oda Nobuhiro había muerto, y el liderazgo del clan Oda había pasado a manos de Oda Nobunaga. Después de esas batallas, los Matsudaira y los soldados de Mikawa comenzaron a demandar una mayor autonomía a los Imagawa. En 1560, Yoshimoto juntó 20.000 hombres (muchos de ellos de Mikawa), con los que marchó hacia Kioto: fue el primer daimyō en hacer esto desde 1538. Motoyasu fue enviado de Mikawa con sus hombres para atacar el fuerte Marune. Al capturar el fuerte, Motoyasu y sus hombres se quedaron en el lugar para defenderlo. Por esto, Motoyasu y sus hombres, evitaron la sangrienta batalla de Okehazama, que tuvo lugar cerca deNagoya, donde el clan Imagawa fue derrotado, e Yoshimoto asesinado. Motoyasu se retiró junto con sus hombres a Mikawa, y finalmente, con la muerte de Yoshimoto, decidió librarse de la influencia de los Imagawa.
Motoyasu decidió aliarse con los Oda, pactando un trato secreto con Oda Nobunaga. Este secretismo era necesario debido a que muchos miembros de la familia Matsudaira (incluyendo la esposa de Motoyasu y su hijo, Hideyasu) aún eran rehenes en Sunpu del nuevo líder de los Imagawa, Imagawa Ujizane, hijo de Yoshimoto. En 1561, Motoyasu y sus hombres marcharon y capturaron el fuerte Kaminojo, perteneciente a los Imagawa, lo que indicó a Nobunaga que Motoyasu ya no le era leal a los Imagawa. Motoyasu mató al comandante del castillo, Udono Nagamochi, y tomó a su esposa y a sus dos hijos como rehenes. Ujizane, dándose cuenta que los Udono eran más importantes que los Matsudaira, liberó a la familia Matsudaira a cambio de la esposa y los hijos de Udono. Ahora, teniendo libertad de acción con el regreso de su familia, Motoyasu comenzó a reformar el clan Matsudaira después de años de decadencia, y pacificar Mikawa. También consolidó e hizo más poderosos a sus vasallos regalándoles tierras y distribuyendo los castillos de Mikawa a los más importantes (incluyendo Honda Tadakatsu, Ishikawa Kazumasa, Koriki Kiyonaga, Sakai Tadatsugu, y Sakikabara Yasumasa) en 1566. En 1564, Motoyasu derrotó al Mikawa Monto, un grupo militar anti Matsudaira, casi perdiendo su vida en el proceso cuando fue golpeado por una bala que no penetró en su armadura. En 1565, atacó las defensas de Imagawa en Totomi. En 1567, pidió al Empera-
dor Ogimachi cambiar su apellido por Tokugawa, tomando el nombre Tokugawa Ieyasu. Después de esto, comenzó a demandar descendencia de parte del clan Minamoto a través del clan Nitta, y al final, demandó tener descendencia de la Familia Imperial. Al mismo tiempo, diseñó un árbol familiar que se tomaba descendencia del clan Fujiwara. Los historiadores modernos usan esto como prueba que los reclamos de Ieyasu de herencia imperial fueron para legitimarse. Aun cuando la familia Tokugawa era simbólicamente independiente, aun no podían sobrevivir sin el clan Oda, y sin el mismo Nobunaga. Cuando Nobunaga toma Kioto en 1568, se convierte en el líder de-facto de Japón, muchas de las tropas victoriosas pertenecían a Tokugawa. Al mismo tiempo, Ieayasu estaba impaciente por comenzar a expandir sus propios territorios. El y Takeda Shingen, quien estaba a la cabeza del clan Takeda en Kai, convinieron un pacto, donde juntos se harían del resto del territorio de Imagawa. En 1570, las tropas de Ieayasu finalmente se apropiaron de Totomi, y después Shingen ocupó Suruga y Sumpu, la capital de los Imagawa. Sin embargo, para este entonces, la alianza entre los Takeda y los Tokugawa iba en descenso, incluso Ieyasu se unió con su enemigo Imagawa Ujizane prometiéndole que le regresaría Totomi y Suruga. Al mismo tiempo, Ieyasu hizo otro pacto, esta vez con Uesugi Kenshin, el jefe del clan Uesugi y archienemigo del clan Takeda.
Clan Tokugawa Durante el siglo XII y hasta 1868 el shōgun se constituyó como el gobernante de facto de todo el país, aunque teóricamente el Emperador era el legítimo gobernante y éste depositaba la autoridad en el shōgun para gobernar en su nombre.Durante este tiempo, el Emperador se vio obligado a delegar completamente cualquier atribución o autoridad civil, militar, diplomática y judicial a quien tuviera dicho título, dedicándose exclusivamente a tareas espirituales, pues actuaba como «sacerdote en jefe» de la religión oficial del país, el sintoísmo. Durante las décadas de 1850 y 1860 el shogunato se vio severamente presionado tanto al exterior, por las potencias extranjeras, como al interior. Fue entonces cuando diversos grupos enfadados con el shogunato por las concesiones realizadas a los diversos países europeos encontraron en la figura del Emperador un aliado mediante el cual podían expulsar al shogunato Tokugawa del poder. El lema de dicho movimiento fue sonnō jōi «Reverenciar al Emperador, expulsar a los bárbaros») y finalmente tuvo éxito en 1868, cuando el poder imperial fue restablecido después de siglos de estar en la sombra de la vida política del país.
Clan Tokugawa fue uno de los clanes más poderosos de Japón. Alcanzaron el dominio de Japón durante el período Edo, en donde establecerían el shogunato Tokugawa entre 1603 y 1868. Originalmente son descendientes del Emperador Seiwa (56º Emperador) de parte de una rama del clan Minamoto, el clan Nitta. Del clan Nitta desciende el clan Matsudaira, que tuvo como base el Castillo Okazaki y controlarían la provincia de Mikawa a partir del siglo XV. En 1567, Matsudaira Takechiyo recibió el permiso del Emperador en tomar el apellido Tokugawa, y cambió su nombre a Ieyasu. A partir de entonces, en los últimos años de la era Sengoku, Ieyasu comienza a ejercer poder sobre tierras vecinas y expande la influencia del clan en Japón, hasta que en 1603 Ieyasu se convierte en shogun. En total, unos quince shogun dominaron Japón durante un período de dos siglos y medio, caracterizado por una paz relativa, hasta que en 1868 el poder de los Tokugawa es transferido al Emperador Meiji, quien apoyado por algunos clanes rivales a los Tokugawa estableció la Restauración Meiji.
Mon del clan Tokugawa
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Shogunes
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Dominar a sus aliados El shogunato Tokugawa además de implantar nuevo orden político en el país, introdujo cambios sensibles en el estrato social japonés durante dos siglos y medio. Durante este régimen, el poder social de los samurái es evidente, y los cortesanos y nobles (kuge) que a pesar de que mantenían su estatus, carecían de influencia política, cultural, económica y social en el país. Con esto, los samurái encabezados por el clan Tokugawa, idean una nueva estructura social, basada primordialmente en el confucianismo. Al tope se encontraba la clase samurái, posteriormente se encontraban la nobleza y las cortes, y más abajo estaban las clases religiosas, por último se encontraban en una categoría inferior las clases urbanas, artesanos, comerciantes y delincuentes. Este sistema social se impuso a toda la comunidad japonesa y su influencia es tal, que en la sociedad japonesa actual posee algunos rasgos de esta estructura. Otra transformación social ocurrida durante el shogunato es la persecución del cristianismo decretada por Tokugawa Ieyasu en 1614 y su posterior eliminación. El cristianismo que había aparecido con la llegada de los exploradores portugueses en 1543, fue vista por el shogunato como una amenaza social y política que podía acabar con el régimen. Durante la persecución y prohibición, se obligó a la población a inscribirse en monasterios budistas, para registrar y confirmar su afinidad al budismo; con esta situación, los monasterios
El shogun
Guerrero Saito Kuranoshin Por Kuniyoshi - 1824
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se convertían en agencias de censo patrocinadas por el bakufu. También algunas familias de los samurái y del kuge les eran permitidos censarse en templos shinto, que también cumplían con la misma función. Ante esta prohibición se sumó otra que decretaba el aislamiento de Japón del resto del mundo en 1639 (sakoku), tenía como excusa impedir la penetración de misioneros religiosos españoles y portugueses, pero que posteriormente impidió en cualquier penetración de navíos extranjeros y de sus tripulantes. Adicionalmente, se prohíbe el retorno de japoneses que se encontraban en China, Corea y Filipinas. También se prohibía la salida de japoneses del país con pena de muerte. A pesar de que virtualmente el país se encontraba blindado ante el resto del mundo, existían pequeños vínculos de intercambio, en la que los holandeses se establecieron comercialmente en la pequeña isla artificial de Dejima, cerca de Nagasaki; aunque las actividades que se hacían en la isla eran muy restringidas y estaba bajo vigilancia continua del shogunato, prohibiendo cualquiera salida de holandeses de la isla hacia Japón. También existían pequeños vínculos comerciales con navíos chinos que llegaban a Nagasaki. Esta situación de aislamiento duraría hasta 1853.
El shogun
El mayor dogma del bushidō radicaba en el aspecto de reforzar la idea que tenían de sí mismos como miembros de una élite superior al resto de la sociedad.
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Ascenso al poder
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Con la muerte de Hideyoshi en 1598, poco después de conformado el Consejo de los Cinco Regentes, el poder entre ellos comenzó a perder el balance. Entre los clanes vasallos de Hideyoshi, aparecieron los primeros signos de impaciencia por obtener el poder efectivo: Hideyori apenas era un niño y el poder estaba concentrado en la regencia. Ieyasu, durante los próximos dos años, conseguiría pacientemente la ayuda de diversos daimyō que apoyaban su causa o que estaban descontentos con el clan Toyotomi. La toma del poder se aceleró más en 1599, cuando murió el regente Toshiie. Esto ocasionó que Ieyasu tomara el castillo de Osaka, donde se encontraba Hideyori, y se proclamara Tenka Dōno (Señor del País). Ese título era nominal, ya que aún existía una severa oposición de parte de los tres regentes restantes y de varios clanes que no aceptaron a Ieyasu como su líder, entre ellos Ishida Mitsunari, un poderoso daimyō que no pertenecía a la regencia. A finales de 1599 y gran parte de 1600, todos los samurái3 y daimyō de Japón se aliaron en dos bandos bastante definidos: el bloque oriental, conformado por clanes que apoyaban a Ieyasu; y el bloque occidental, formado por clanes que apoyaban a Mitsunari y a los tres regentes. La situación de crisis alcanzó su punto cúlmine el 21 de octubre de 1600 cuando se produjo una de las batallas más grandes entre clanes registradas en Japón:
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la batalla de Sekigahara. Ocurrida en la provincia de Mino, esta batalla contó con una fuerza de 88.888 soldados del bloque oriental y otra de 81.890 soldados en el bloque occidental. La batalla duró entre las 8 a.m. y 5 p.m. de aquel día. Pero la traición de algunos clanes del bloque occidental, como el clan Kobayakawa, trajo como consecuencia la derrota del bloque occidental. Esta batalla, en la que sucumbieron alrededor de la mitad de las fuerzas occidentales, condujo a la desaparición de 87 clanes y a una reducción significativa de otros cuatro (entre ellos, el clan Toyotomi). Además proporcionó la ganancia de 7.572 millones de koku (un koku equivalía 180 litros de arroz, y se usaba como referencia monetaria) al bloque oriental, el cese de las aspiraciones de los regentes y, sobre todo, confirmó la legitimidad de Ieyasu como Tenka Dōno. Poco después, Ieyasu permitió la redistribución del poderío de todos los clanes dentro de Japón. Aquellos que habían apoyado al clan Tokugawa desde antes de Sekigahara, llamados fudaidaimyō, obtenían mayor poder y rango que los clanes tozama daimyō. Finalmente, Ieyasu consolidó su poder en 1603, cuando recibió del Emperador Go-Yōzei el honor de convertirse en Seii Taishōgun, comandante en jefe de las fuerzas militares de Japón, y comenzó así un período de dominio de parte del clan Tokugawa durante los próximos dos siglos.
La campaña de Sekigahara
El poderoso Mitsumari Por Hitsume - 1748
El shogun
Hideyoshi, después de casi tres meses de convalecencia murió finalmente el 18 de septiembre de 1598. Ya que Hideyori contaba con tan sólo cinco años de edad, el «Consejo de los Cinco Regentes» tomó las riendas del país. Desde ese momento, Ieyasu se dedicó a establecer alianzas con distintos daimyō. En 1599, el más anciano y respetado de los regentes, Toshiie, falleció por lo que Ieyasu dirigió a su ejército hacia Fushimi y tomó el Castillo Osaka, residencia de Hideyori. Ésta acción enfureció a los tres regentes restantes, por lo que en ambos bandos se hicieron preparativos para la guerra. La oposición hacia Ieyasu se centraba en Ishida Mitsunari, un poderoso daimyō que gozaba del apoyo de los tres regentes y de algunos daimyō del este de Honshū, mientras que Ieyasu se alió con los clanes Date, Mogami, Satake y Maeda. En junio de 1600, Ieyasu y sus aliados se dirigieron en contra del clan Uesugi, acusados de querer causar una revuelta en contra de la administración Toyotomi, pero antes de llegar a sus dominios Ieyasu recibió la información de que el ejército de Mitsunari se dirigía en su contra, y se desplazaron hacia Kioto. A finales del verano de ese mismo año, las fuerzas de Mitsunari capturaron el castillo Fushimi.
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al como lo hizo Hideyoshi, alentó el comercio con el exterior pero mantenía recelo ante los extranjeros. Quería hacer de Edo un puerto mayor, pero una vez que se dio cuenta de que los europeos favorecían a distintos puertos en Kyūshū y después de conocer la negativa de China a sus planes de intercambio, comenzó a controlar el comercio y permitió que sólo algunos puertos comerciaran productos específicos. El comienzo del periodo Edo coincidió con las últimas décadas del periodo de comercio Namban durante la cual se intensificó la interacción con las potencias europeas en los ámbitos económicos y religiosos. Es al comienzo del periodo Edo en que Japón comenzó a construir barcos transatlánticos de tipo occidental, tal y como el barco de guerra japonés “San Juan Bautista”, un galeón de 500 toneladas que transportó la embajada japonesa encabezada por Hasekura Tsunenaga al Continente americano y a Europa. Durante este periodo también se comisionaron 350 Barcos con el sello real, que contaban con 3 mástiles y estaban armados para que comerciaran en Asia, El “problema cristiano” fue, en efecto, el problema de controlar tanto a los daimyō conversos en Kyūshū y el comercio con los europeos. En 1612 a los sirvientes del shōgun y a los residentes de las tierras de Tokugawa se les ordenó que negaran el cristianismo. Más restricciones se dieron a conocer en 1616 con la res-
Vista del monte Fuji Utagawa - 1853
tricción de comercio con extranjeros en Nagasaki y en Hirado, en 1622 se ejecutaron a 120 misioneros y conversos, en 1624 se expulsó a los españoles y en 1629 se ejecutaron a cientos de cristianos. Finalmente, en 1635 se prohibió que cualquier japonés viajara al extranjero o que si llegaban a salir jamás volvieran. El shogunato percibió al catolicismo como un factor extremadamente desestabilizador, por lo que fue perseguido. La Rebelión Shimabara de 1637 – 1638 en donde samuráis católicos – cristianos y campesinos se rebelaron en contra de sus gobiernos feudales y del gobierno central fue reprimida obligando a que los Kakure Kirishitan profesaran su fe secretamente. Poco tiempo después los portugueses fueron también expulsados y miembros de la misión diplomática fueron ejecutados. A los holandeses se les limitó el acceso sólo a Dejima y a los chinos a cuarteles en Nagasaki. Para 1650 el cristianismo había sido erradicado casi en su totalidad además de que la influencia extranjera en asuntos políticos, económicos y religiosos dentro de Japón se volvió limitada. Tan solo a China, la Compañía Holandesa del Este de India y por un breve periodo a los ingleses se les permitió visitar Japón durante este periodo, sólo con fines comerciales y con acceso restringido sólo al puerto de Dejima en Nagasaki. Otros europeos que arribaban a costas japonesas eran ejecutados sin juicio de por medio.
El desarrollo económico del periodo Tokugawa incluía urbanización, embarques de distintos bienes de consumo, en un principio del periodo comercio con el extranjero así como la difusión y comercio de artesanías. Los tratados de construcción aumentaron junto con el desarrollo de bancos y el crecimiento en el número de asociaciones mercantiles. Los diversos han a lo largo del país gozaron del aumento de la producción de productos agrícolas así como el aumento de la producción de artesanías. Para mediados del siglo XVII, Edo mantenía una población de más de un millón de habitantes, mientras que Osaka y Kioto tenían a más de 400,000. Algunas otras ciudades castillo tuvieron un crecimiento importante. Japón tuvo una tasa de crecimiento de prácticamente cero entre las décadas de 1720 y 1820, lo cual es generalmente atribuido a baja tasa natal como consecuencia de la hambruna, pero algunos historiadores han presentado diversas teorías como el alto porcentaje de infanticidios para controlar artificialmente el crecimiento poblacional. Osaka y Kioto se convirtieron en importantes centros de comercio y de producción, mientras que Edo era el centro más importante de alimentos y bienes esenciales. El arroz fue la base de la economía ya que los daimyō recolectaban los impuestos de los campesinos en especie. El arroz era vendido en los mercados Fudasashi de Edo.
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La economía del aislamiento T
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S贸lo el fin de las cosas es importante.
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Principio Hagakure
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La llegada de los barcos negros
Bakumatsu
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os Barcos Negros fue el nombre con el que fueron conocidos los barcos occidentales que arribaron a Japónentre el siglo XV y el siglo XIX. En particular, este apodo hace referencia a los Mississippi, Plymouth, Saratoga, y Susquehanna, que arribaron en 1853 al Puerto de Uraga en la Prefectura de Kanagawa, Japón, bajo el mando del Comodoro estadounidense Matthew Perry. La palabra “negros” hace referencia al color negro del casco de esos barcos de vela, y al humo negro del carbón que era quemado en las calderas del Mississippi y el Susquehanna. Las superiores fuerzas militares del Comodoro Perry le permitieron negociar un tratado que le permitiera a los estadounidensescomerciar con Japón, terminando con un periodo de 200 años en que Japón solo permitía el comercio con los holandeses, los chinos y algún otro grupo menor. Los siguientes años, en el Tratado de Kanagawa, Perry regresó con 7 barcos y forzó al shōgun a firmar el “Tratado de Paz y Amistad”, estableciendo relaciones diplomáticas formales entre Japón y
los Estados Unidos. En 5 años, Japón firmó similares tratados con mas países occidentales. El Tratado de Harris fue firmado con los Estados Unidos en 1858. Antes de su viaje al Lejano Oriente, el comodoro Perry había leído los libros disponibles acerca del Japón Tokugawa. por ocho años antes de retirarse a Leiden en los Países Bajos. El 24 de octubre por la tarde, Perry ordenó a su ejército enfilar rumbo a la capital del estado, llegando el 25 a las doce del día frente a San Juan Bautista. Su investigación incluso incluyó consultas con el cada vez más conocido japonólogo Philipp Franz von Siebold, quien había vivido en la isla neerlandesa de Dejima, Descendieron el comodoro Perry y el capitán Forrest, quienes exigieron a las autoridades tabasqueñas que entregaran la plaza. Perry luchó del contra las fuerzas tabasqueñas en la Primera Batalla de Tabasco, en la cual fue derrotado por el entonces gobernador de Tabasco Juan Bautista Traconis. De esta forma, se consumaba una de las más grandes hazañas de la historia tabasqueña.
Navíos extranjeros en el puerto de Yokohama - 1861
Matthew Calbraith Perry Matthew Calbraith Perry (1794-1858), naturalista y oficial naval de EE. UU. nacido el 10 de abril de 1794 en Newport y fallecido en Nueva York el 4 de marzo de 1858. Rompió el aislamiento internacional de Japón y lo forzó a abrirse a los demás países extranjeros e impulsó el tratado de Kanagawa. Durante la Intervención estadounidense en México, ocupó el puerto de Frontera y la ciudad de San Juan Bautista, en el estado de Tabasco.
Los barcos a vapor rompen el descanso de los halcones del pacífico; unos meros cuatro barcos alcanzan para hacernos perder el sueño en las noches. Poema anónimo, 1858
Crisis del Shogunato dos Unidos apareció en la Bahía de Edo (actual Bahía de Tokio) en julio de 1853, el bakufu (shogunato) entró en una situación caótica. El entonces presidente de los concejales mayores, Abe Masahiro (1819–1857) fue designado como el responsable de tratar con los estadounidenses. Sin tener experiencia en el manejo de asuntos de seguridad nacional, trató de conciliar los deseos de los concejales de acordar con los extranjeros, los del emperador que quería mantener a los extranjeros fuera, y el de los regidores feudales (daimio) que querían ir a la guerra. Así, aunque careciendo de consenso, Masahiro decidió comprometerse aceptando las demandas del comodoro Perry para abrir el Japón al comercio exterior, al mismo tiempo que tomaba precauciones militares. En marzo de 1854, la Convención de Amnistía (o tratado de Kanagawa) mantuvo la prohibición al comercio, pero abrió tres puertos (Nagasaki y Hakodate) a los barcos balleneros estadounidenses que buscaban provisiones, garantizando un buen trato a sus tripulaciones y permitiendo
que un cónsul de los EE.UU. residiera en Shimoda, un puerto en la Península de Izu, al sureste de Edo. El daño resultante al bakufu fue significativo. El debate sobre políticas de gobierno era inusual y había generado críticas públicas. Con la esperanza de ganar el apoyo de nuevos aliados, Abe Masahiro, ante los Fudai-daimio, había negociado con los Shinpan y Tozama daimio, minando aún más al ya debilitado gobierno. Poco después, Ieyasu permitió la redistribución del poderío de todos los clanes dentro de Japón. Aquellos que habían apoyado al clan Tokugawa desde antes de Sekigahara, fudaidaimyō, obtenían mayor poder y rango que los clanes tozama daimyō, los clanes sobrevivientes que apoyaron a Ieyasu después de Sekigahara.
Bakumatsu
Se denomina Bakumatsu a los sucesos comprendisos en los últimos años del periodo Edo de la historia de Japón, cuando el shogunato Tokugawa llegaba a su fin. Esta etapa está delimitada por los grandes acontecimientos ocurridos entre los años de 1853 y 1867, cuando Japón terminó su política de aislamiento conocida como sakoku, y se produjo la transición del feudalismo bajo el mando de la figura del Shogun, comenzando el período Meiji. La mayor división político e ideológica durante este período fue entre los ishin shishi 幕末, un incipiente nacionalismo antioccidental que se genero entre los llamados «señores externos» y el gobierno del Shogun, incluyendo el cuerpo de élite Shinsengumi, por la llegada del Comodoro Matthew Perry a costas japonesas. Finalmente, los clanes de Satsuma y de Chōshū se rebelarían contra el régimen Tokugawa, que aun contando con numerosas fuerzas, vio cómo un número creciente de sus antiguos vasallos se unían a la rebelión. Cuando el comodoro Matthew Perry de la Armada de los Esta-
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La sociedad en agitación
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Bakumatsu
a apertura de Japón al descontrolado comercio extranjero trajo consigo una inmensa inestabilidad económica, pues mientras que algunos empresarios prosperaban, muchos más quebraban. Desempleo y roce, así como también inflación, fueron algunas de las consecuencias. Coincidentemente, productores importantes también incrementaron el precio de la comida desmesuradamente y ocurrieron numerosos incidentes entre comerciantes extranjeros temerarios, que eran calificados como la “basura del planeta” por los diplomáticos contemporáneos y japoneses. El sistema monetario japonés también se vino abajo. Tradicionalmente, el rango japonés de intercambio entre la plata y el oro era de 1:5, mientras que los rangos internacionales eran de 1:15. Esto llevó a la compra masiva de oro por los extranjeros, lo que inevitablemente condujo a Japón a devaluar su economía.
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Los extranjeros también trajeron cólera a Japón, el cual rápidamente se expandió, creando una epidemia que ocasionó la muerte de cientos de personas. Durante los años de 1860, las sublevaciones campesinas (hyakushō ikki) y disturbios urbanos (uchikowashi) se incrementaron. El movimiento de la “Renovación mundial” (Yonaoshi ikki), así como los movimientos fanáticos como el Eejanaika (“No es esto grandioso!”) también crecieron rápidamente. Varias misiones fueron enviadas al extranjero por el bakufu para aprender de la civilización occidental, revisar tratados desiguales, y retrasar la apertura de puertos al comercio extranjero. Estos esfuerzos fueron en gran parte un fracaso. Un cuerpo diplomático a los Estados Unidos fue enviado a bordo del barco japonés Kanrin Maru y el USS Powhatan. Un primer cuerpo diplomático a Europa fue enviado en 1862.
Casa de comercio en - 1861
Tratado de paz 1854 Cuando el comodoro Matthew Perry de la Armada de los Estados Unidos apareció en la Bahía de Edo (actual Bahía de Tokio) en julio de 1853, el bakufu (shogunato) entró en una situación caótica. El entonces presidente de los concejales mayores, Abe Masahiro fue designado como el responsable de tratar con los estadounidenses. Sin tener experiencia en el manejo de asuntos de seguridad nacional, trató de conciliar los deseos de los concejales de acordar con los extranjeros, los del emperador que quería mantener a los extranjeros fuera, y el de los regidores feudales (daimio) que querían ir a la guerra. Así, aunque careciendo de consenso, Masahiro decidió comprometerse aceptando las demandas del comodoro Perry para abrir el Japón al comercio exterior, al mismo tiempo que tomaba precauciones militares. En marzo de 1854, la Convención de Amnistía mantuvo la prohibición al comercio, pero abrió tres puertos a los barcos balleneros estadounidenses que buscaban provisiones, garantizando un buen trato a sus tripulaciones y permitiendo que un cónsul de los EE.UU. residiera en Shimoda, un puerto en la Península de Izu, al sureste de Edo.
El cambio cultural vertido en la principal corriente filosófica y sentó las bases de la escuela kokugaku «aprendizaje nacional» que rechazaba el confucianismo chino y valoraba la cultura japonesa previa a la influencia china. Con la expansión del neoconfucianismo, la clase samurái mostró un mayor interés en la historia japonesa y en el cultivo de las artes, dando como resultado el bushido. También hubo un florecimiento cultural en la clase popular, a través del chōnindō, y la educación, el alfabetismo y la enseñanza de la aritmética se extendieron de manera general a la población. Una de las consecuencias de este estilo de vida más culto fue la aparición del ukiyo «mundo flotante», que era el estilo de vida divertido y entretenido que tenía la clase media y que produjo un florecimiento cultural en la era Genroku: el bunraku, el kabuki, las geishas, la ceremonia del té, la música, poesía y literatura se convirtieron en parte de ese mundo y fue expuesto como arte a través del ukiyo-e. El ukiyo-e comenzó a finales del siglo XVII por Harunobu, y tuvo como máximos exponentes a Kiyonaga y Utamaro en el siglo XVIII y a Hiroshige y Hokusai en la primera mitad del siglo XIX. Entre los principales exponentes de la literatura de este período están el dramaturgo Chikamatsu Monzaemon y al poeta Matsuo Bashō, quien escribió versos haiku durante su viaje por varios sitios en Japón a finales del siglo XVII.
No tengo principios, hago de la adaptabilidad a todas las circunstancias mis principios. Principio Hagakure
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Japón recibió de manera tímida las técnicas y ciencias occidentales del «aprendizaje holandés» a través de libros y fuentes que llevaban los comerciantes holandeses en Dejima. Los campos de estudio abarcaban desde la medicina, geografía, astronomía, arte, ciencias naturales, idiomas, física y mecánica. Durante el gobierno del shōgun Tokugawa Yoshimune se flexibilizó la introducción de libros extranjeros en 1720 y se permitió la traducción de éstos al japonés, lo que causó un mayor auge de este estudio. A comienzos del siglo XIX había un claro intercambio cultural entre japoneses y holandeses. Por ejemplo, el doctor Philipp Franz von Siebold enseñó medicina occidental por primera vez en 1824 a estudiantes japoneses, con el permiso del shogunato. Sin embargo, el shogunato decidió revertir su apoyo al rangaku en 1839, que provocó la represión de varios estudiosos que cuestionaban los efectos del sakoku y del edicto de repulsión de naves extranjeras de 1825. No obstante, estos dejaron de tener efecto y el rangaku volvió a ser enseñado, hasta que se volvió obsoleto con la abolición del sakoku una década después. De manera local, el neoconfucianismo se convirtió en el principal movimiento intelectual y se permeó en el shogunato, apelando a una mayor atención a la vida secular del hombre y de la sociedad, teniendo como consecuencia un pensamiento racionalista y humanista. Hacia mediados del siglo XVII se había con-
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Oriente contra occidente
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on la muerte de Hideyoshi en 1598, poco después de conformado el Consejo de los Cinco Regentes, el poder entre ellos comenzó a perder el balance. Entre los clanes vasallos de Hideyoshi, aparecieron los primeros signos de impaciencia por obtener el poder efectivo: Hideyori apenas era un niño y el poder estaba concentrado en la regencia. Ieyasu, durante los próximos dos años, conseguiría pacientemente la ayuda de diversosdaimyō que apoyaban su causa o que estaban descontentos con el clan Toyotomi. La toma del poder se aceleró más en 1599, cuando murió el regente Toshiie. Esto ocasionó que Ieyasu tomara el castillo de Osaka, donde se encontraba Hideyori, y se proclamara eñ Señor del País. Ese título era nominal, ya que aún existía una severa oposición de parte de los tres regentes restantes y de varios clanes que no aceptaron a Ieyasu como su líder, entre ellos Ishida Mitsunari, un poderoso daimyō que no pertenecía a la regencia. A finales todos los samurái y daimyō de Japón se aliaron en dos bandos bastante definidos: el bloque oriental, conformado por clanes que apoyaban a Ieyasu; y el bloque occidental, formado por clanes que apoyaban a Mitsunari y a los tres regentes. La situación de crisis alcanzó su punto cúlmine el 21 de octubre de 1600 (15.º día del noveno mes del año 5 de la era Keichō), cuando se produjo una de las batallas más grandes entre clanes registradas en Japón: la batalla de Sekigahara. Ocurrida en la provincia de Mino, esta batalla contó con una fuerza de 88.888 soldados del bloque oriental y otra de 81.890
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soldados en el bloque occidental. La batalla tuvo una duración de 9 horas de aquel día. Pero la traición de algunos clanes del bloque occidental, como el clan Kobayakawa, trajo como consecuencia la derrota del bloque occidental. Esta batalla, en la que sucumbieron alrededor de la mitad de las fuerzas occidentales, condujo a la desaparición de 87 clanes y a una reducción significativa de otros cuatro (entre ellos, el clan Toyotomi). Además proporcionó la ganancia de 7.572 millones de koku (un koku equivalía 180 litros de arroz, que usaba como referencia monetaria) al bloque oriental, el cese de las aspiraciones de los regentes y confirmó la legitimidad de Ieyasu como Tenka Dōno. Poco después, Ieyasu permitió la redistribución del poderío de todos los clanes dentro de Japón. Aquellos que habían apoyado al clan Tokugawa desde antes de Sekigahara, fudaidaimyō, obtenían mayor poder y rango que los clanes tozama daimyō, los clanes sobrevivientes que apoyaron a Ieyasu después de Sekigahara. Finalmente, Ieyasu consolidó su poder en 1603, cuando recibió del Emperador Go-Yōzei el título de comandante en jefe de las fuerzas militares de Japón, y comenzó así un período de dominio de parte del clan Tokugawa durante los próximos dos siglos. La influencia estadounidenese, tan importante al principio, se desvaneció después de 1861 a causa del advenimiento de la Guerra Civil Estadounidense, la cual ocasionó la movilización de todos sus recursos, influencia que seria substituida irrevocablemente por la de los británicos, los holandeses y franceses.
Honor Es la virtud más importante de todas. El auténtico samurái sólo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo. Las decisiones que toma y cómo las lleva a cabo son un reflejo de quién. No puede ocultarse de sí. De quedar mancillado, la forma de restaurarlo es mediante el Seppuku.
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El ataque de la caballería de la batalla de Hakodate - 1880
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Repudio a los extranjeros
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Pese a los esfuerzos de apaciguamiento por parte del Shogunato de Tokugawa para establecer un ambiente de solidaridad pacífica, muchos daimyos feudales continuaron sintiendo un fuerte resentimiento hacia la política de comercio exterior de puertas abiertas del shogunato. La beligerante oposición a la influencia europea y norteamericana terminó en conflicto cuando el Emperador Komei, rompiendo una tradición imperial de varios siglos, comenzó a tomar un rol activo en los asuntos de estado y el 11 de marzo y el 11 de abril de 1863 emitió su “Orden de expulsión de los bárbaros” (攘夷実行の 勅命 – Jōi jikkō no chokumei). El clan Choshu, bajo el liderazgo del Señor Mori Takachika, comenzó a tomar acciones para expulsar a todos los extranjeros después del décimo día del quinto mes del calendario lunar. En un acto que desafió abiertamente al shogunato, Takachika ordenó a sus fuerzas a que abran fuego, sin previo aviso, sobre todos los barcos extranjeros que estén cruzando el Estrecho de Shimonoseki.
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“Reverenciar al Emperador, Expulsar a los Bárbaros” Clan Choshu
Aliados con el enemigo Las fuerzas del shogunato atacaron a las fuerzas de Chōshū y Satsuma, y se enfrentaron en la Batalla de Toba-Fushimi, cerca de Kioto. Parte de los 15.000 hombres del shogunato habían sido entrenados por consejeros militares franceses, pero el grueso del ejército del shōgun estaba conformado por samuráis tradicionales. Por su parte las fuerzas de Chōshū y de Satsuma, aunque eran numéricamente superadas en una proporción de tres a uno, estaban totalmente modernizadas con cañones Armstrong, fusiles Minié y algunas ametralladoras Gatling. Tras un inicio poco concluyente, el segundo día se envió un estandarte imperial a las tropas que le apoyaban y el príncipe Komatsu Akihito (1846-1903), un pariente del emperador, fue nombrado comandante en jefe, reconociendo de esta forma el estatus oficial de ejército imperial. Además, convencidos por funcionarios de la corte imperial, varios daimyos locales, fieles hasta ese momento al shōgun, se pasaron a la facción imperial. Entre ellos se encontraban el daimyō de Yodo, que cambió de bando el 29 de enero, y el de Tsu, que hizo lo propio el 30 de enero, desequilibrando así la balanza militar a favor del bando imperial. El 30 de enero, Tokugawa Yoshinobu, aparentemente angustiado por la aprobación imperial dada a las acciones de Satsuma y Chōshū, huyó de Osaka a bordo y se retiró a Edo. Desmoralizados por su fuga y por la traición de Yodo y Tsu, las fuerzas del shogunato se retiraron, dando la victoria de la batalla de TobaFushimi a la facción imperial. El Castillo Osaka cayó en enero, poniendo fin a la batalla de Toba-Fushimi.
No tengo parientes, yo hago que la Tierra y el Cielo lo sean. Principio Hagakure
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Utagawa Kuniyoshi - 1876
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Batalla de Pyongyang -1878
Modernización
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urante los últimos años del bakufu, se tomaron fuertes medidas para tratar de reafirmar su dominio, aunque su implicación con la modernización y las naciones extranjeras terminaron haciéndolo un blanco del sentimiento anti-occidental a través del país. Se enviaron a marinos estudiantes a las escuelas navales occidentales por varios años, se contrataron a ingenieros navales como el francés Léonce Verny para construir arsenales como el de Yokosuka y Nagasaki. Para el final del shogunato de Tokugawa en 1867, la marina de guerra japonesa poseía ya ocho buques de guerra a vapor de estilo occidental junto con el buque insignia, el “Kaiyo Maru”, los cuáles fueron utilizados contra las fuerzas pro-imperialistas durante la Guerra Boshin, bajo el comando del almirante Enomoto Takeaki. En 1867, una delegación militar francesa fue
enviada a Japón para ayudar a modernizar los ejércitos del bakufu. Por su parte, Japón envió una delegación a participar en la Exposición Universal de París de 1867. “Venerar al emperador como símbolo de la unidad, violencia de los extremistas y muertes labradas contra el bakufu, las autoridades y los extranjeros de Han”. La venganza naval extranjera en la guerra Anglo-Satsuma al final condujo a otro tratado comercial concesionario en 1865, solamente que Yoshitomi no los podía hacer cumplir. El ejército del bakufu fue derrotado cuando fue enviado a resolver una disensión en el feudo, entre la Provincia de Satsuma y Chōshū. Finalmente, el Emperador Kōmei murió y su segundo hijo, sería el nuevoEmperador Meiji. La Princesa Imperial Kazu-no-Miya Chikako quien había sido entregada como esposa al Shogun Iemochi trato de mantener la
paz incitando a las negociaciones, más a la muerte del Shogun estas relaciones terminaron por completo y las formalidades de la alianza creada por el matrimonio se disolvieron, atrayendo a más miembros de la corte a unirse al movimiento de restauración meiji lo que a agudizo aún más las presiones. Tokugawa Yoshinobu se convirtió renuente en el jefe del clan y del shogunato Tokugawa que siguió a la muerte inesperada de Iemochi. Este intentó reorganizar el gobierno debajo del Emperador mientras que preservaba el papel de la dirección Shogun, un sistema conocido como kōbu gattai. Temiendo al poderío cada vez mayor de los daimio de Satsuma y Chōshū, otro daimio fue llamado para devolver la energía política del Shogun al Emperador y a un consejo de daimios presididos por el Shogun anterior de Tokugawa.
Apertura del comercio estableció en Edo y para el año siguiente se comenzó la traducción de libros occidentales. La oposición hacia Masahiro aumentó entre los círculos fudai, los cuales se oponían a abrir los consejos del bakufu a los daimyō tozama, por lo que fue reemplazado de su puesto y en 1855 fue nombrado presidente del consejo de Hotta Nariaki. A la cabeza de la facción disidente se encontraba Tokugawa Nariaki, quien profesaba una fuerte lealtad al emperador aunado a fuertes sentimientos anti-occidentales y quien había sido nombrado a cargo de la defensa nacional en 1854. En los años finales del shogunato Tokugawa se incrementaron los contactos con los extranjeros debido a las concesiones otorgadas en el tratado con los Estados Unidos en 1859, entre los cuales se incluía que se abrieran más puertos para representantes diplomáticos, comercio no supervisado en cuatro puertos adicionales y residencias extranjeras en Osaka y Edo. También se aceptó el concepto de extra-territorialidad. Hotta perdió el apoyo de daimyō clave y cuando Tokugawa Nariaki se opuso a un nuevo tratado, Hotta buscó el apoyo imperial. Los oficiales de la corte, percibiendo la debilidad del shogunato rechazaron las peticiones de Hotta y por primera vez en muchos siglos involucraron al emperador en la política interna. Cuando murió el shōgun sin un heredero designado, Nariaki apeló a la corte el apoyo de su propio hijo, Tokugawa Yoshinobu, un candidato que tenía el apoyo de los shinpan y tozama. Los fudai ganaron la lucha política instalando a Tokugawa Yoshitomi, arrestaron a Nariaki y a Yoshinobu, ejecutaron a uno de los líderes intelectuales del sonnō-jōi llamado Yoshida Shōin y firmaron tratados con los Estados Unidos y otras cinco naciones, terminando con más de 200 años de aislamiento.
Tokugawa Yoshinobu En 1867, Yoshinobu renunció a su cargo de shōgun y le otorgó todo el poder al Emperador. Podría decirse que muchos de los poderes, obligaciones y responsabilidades del anterior shōgun fueron asumidos por hombres que eran conocidos como los “Tres grandes nobles”. Luego de su derrota en la Batalla de TobaFushimi Yoshinobu se rindió y entregó el Castillo Edo a las fuerzas imperiales; inmediatamente fue puesto bajo arresto domiciliario, y despojado de todos sus títulos, tierras y poderes. Su sucesor adoptado era el joven Tokugawa Iesato, entonces conocido como Tayasu Kamenosuke. Más tarde fue liberado, cuando no demostró interés ni ambición en los asuntos nacionales. Se retiró a Shizuoka, donde también se retiró Tokugawa Ieyasu, el fundador del Shogunato Tokugawa. En su vida retirada, Yoshinobu se permitió practicar muchas aficiones, como la pintura al óleo, el tiro con arco, la caza y la fotografía. Algunas de las fotografías de Yoshinobu han sido publicadas hace pocos años por su bisnieto, Yoshitomo. En 1902, el Emperador Meiji le permitió restablecer su propia casa como una rama Tokugawa (bekke) con el puesto más alto de los títulos nobiliarios, el de príncipe (kōshaku), por su leal servicio a Japón. El príncipe Tokugawa Yoshinobu murió el 22 de noviembre de 1913.
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Cuando el comodoro Matthew Perry se presentó con un escuadrón en la bahía de Edo en julio de 1853 Abe Masahiro era el responsable de las relaciones con los Norteamericanos. Masahiro no tenía ninguna experiencia o precedente de cómo manejar este tipo de amenazas a la seguridad nacional, por lo que trató de equilibrar el deseo de los consejeros que deseaban compromisos con los occidentales, el del emperador que quería mantener fuera a los extranjeros y el de los daimyō que querían ir a la guerra. Debido a la falta de consenso, Masahiro decidió aceptar las demandas de Perry de abrir Japón al comercio internacional pero al mismo tiempo ordenó preparativos militares. En marzo de 1854 el tratado de paz y amnistía “Tratados de Kanagawa” abrió dos puertos a los barcos americanos que buscaban provisiones garantizándoles buen trato para los marineros americanos y permitió que un cónsul se estableciera en Shimoda, un puerto de la Península de Iza al sur de Edo. Un tratado comercial con el que se buscaba abrir más zonas de comercio fue forzado cinco años después. El daño resultante a la imagen del bakufu fue importante. Debates sobre las políticas del gobierno no eran inusuales y habían generado una fuerte crítica en el bafuku. Masahiro comenzó entonces a buscar el apoyo de nuevos aliados por lo que realizó distintos consensos con los fudai, los shinpan y los tozama. Con la Reforma Ansei de 1854-1856 se buscó fortalecer al régimen ordenando la adquisición de barcos de guerra y armamentos procedentes de Holanda, además de que se comenzó la construcción de nuevas defensas para los puertos. En 1855, una escuela de entrenamiento naval con instructores holandeses fue establecida en Nagasaki, una escuela militar de estilo occidental se
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Fin del Bakufu En 1858 la situación se agudizó con la muerte del shōgun Tokugawa Iesada, sin dejar heredero. Nariaki, junto con los shinpan y tozama daimyō, apoyó a Tokugawa Yoshinobu, mientras que los fudai daimyō apoyaron a Tokugawa Iemochi, logrando finalmente la aprobación de éste por la Corte. El líder de la facción Ii Naosuke se convirtió en tairō, y fue el artífice de una purga de prominentes miembros opositores a la firma de los tratados. Este suceso, conocido como la purga Ansei, puso en arresto domiciliario a Nariaki y a Yoshinobu, al igual que a varios miembros del shogunato, de varios han e inclusive de la Corte Imperial, y se ejecutaron ocho personas, entre ellos a Yoshida Shōin, un intelectual del sonnō jōi. En 1858 se firmaron cinco tratados comerciales, Tratados Ansei, permitiendo la apertura de los puertos de Nagasaki, Hakodate y Yokohama en 1859, pero eso provocó una creciente fricción entre los extranjeros y los samuráis, que se agudizó al punto de que eran asesinados tanto extranjeros como colaboradores japoneses. Ii Naosuke fue asesinado en marzo de 1860 durante el incidente de Sakuradamon y provocó el fin de la purga. Sumado al ataque a la Legación Británica en Edo en 1861 y elincidente de Nanamugi en
1862, justificaron a las potencias occidentales una intervención militar contra los samuráis. En marzo de 1863, elEmperador Kōmei rompió el rol ceremonial que tuvieron los emperadores por varios siglos e ingresó al escenario político al emitir la orden de expulsión de los bárbaros. El dominio de Chōshū acató la orden y decidió atacar navíos extranjeros en elestrecho de Shimonoseki. Otros dominios como Satsuma y Tosa, que eran contrarias al shogunato, decidieron aliarse y seguir el edicto. Dado que el shogunato era incapaz de controlar estos incidentes, los países extranjeros tomaron la iniciativa con represalias contra el movimiento nacionalista. El 16 de julio de 1863 se escenificó la batalla de Shimonoseki entre Estados Unidos y el dominio de Chōshū, cuatro días después Francia bombardeó Shimonoseki y luego fue nuevamente bombardeada por una coalición aliada el 5 y 6 de septiembre de 1864, provocando la inminente derrota de Chōshū. En agosto de 1863 el Reino Unido bombardeó Kagoshima y provocó la derrota del dominio de Satsuma. Entre mayo de 1864 y enero de 1865 el shogunato combatió contra samuráis y rōnin seguidores del sonnō jōi en la rebelión de Mito, logrando la victoria del shogunato.
Otros seguidores del sonnō jōi y miembros del dominio de Chōshū intentaron tomar sin éxito el Palacio Imperial en Kioto durante la rebelión de Hamaguri, el 20 de agosto de 1864. Hacia finales de 1864 el shogunato había logrado a través de estas batallas neutralizar el movimiento xenofóbico y movimientos nacionalistas como el Ishin Shishi habían sido brutalmente reprimidos. El Emperador Kōmei decidió cambiar su postura de no hacer tratados con las potencias extranjeras, luego que en noviembre varios barcos de guerra aliados se habían apostado en los puertos de Hyōgo y Osaka, a cambio de que el emperador ratificara los tratados comerciales con Estados Unidos. A partir de ese momento, la filosofía de “expulsar a los bárbaros” perdió su ímpetu ya que era un objeto irrealizable, más cuando las potencias occidentales lograron reprimir con severidad a quienes los desafiaban. No obstante, la carga económica que se le impuso a Japón al ser vencido en estos combates (indemnizaciones, nuevos tratados, apertura de más puertos y más privilegios a las potencias) demostró que la estructura del shogunato ya era obsoleta y que era necesario un nuevo tipo de liderazgo, teniendo como máxima figura al emperador.
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Matthew Calbraith Perry -1868
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