El aprendizaje es un cambio permanente en la conducta o en la capacidad de comportarse de cierta manera, los orígenes de las teorías del aprendizaje se remontan desde hace varios años, la teoría cognoscitiva social que destaca la idea de que gran parte del aprendizaje humano ocurre en un entorno social. Al observar a los demás, las personas adquieren conocimiento, reglas, habilidades, estrategias, creencias y actitudes. Los individuos también aprenden la utilidad e idoneidad de las conductas y las consecuencias de las conductas modeladas a partir de la observación de modelos, y actúan de acuerdo con las capacidades que consideran tener y conforme a los resultados esperados de sus acciones. Por otro lado la teoría conductual formulada por Skinner se basa en el supuesto de que las características del ambiente estímulos, situaciones y eventos funcionan como señales para responder. El reforzamiento fortalece las respuestas y aumenta la probabilidad de que ocurran en el futuro cuando los estímulos estén presentes. Las teorías del procesamiento de la información se interesan en la atención, percepción, codificación, almacenamiento y recuperación del conocimiento. La teoría cognitiva es la vertiente de la psicología que se dedica al estudio de los procesos mentales como la percepción, la planificación o la extracción de inferencias. El constructivismo es una perspectiva psicológica y filosófica que sostiene que las personas forman o construyen gran parte de lo que aprenden y comprenden (Bruning et al., 2004).