Reposos nº 7

Page 1


Imagen de cubierta: Pedro García Herrera (2º de E.S.O.)

© Los trabajos pertenecen a sus autores y al Colegio de Fomento El Prado. Queda prohibida su reproducción por cualquier medio sin autorización escrita de los propietarios. Edita: Equipo Técnico de Lengua castellana y Literatura del Colegio El Prado. C/ Costa Brava, 4 28034 Madrid Teléfono 91 735 57 10 Correo electrónico: revistareposos@gmail.com Diseño: 267estudiográfico


Índice

William Faulkner

4

Discurso de recepción del Premio Nobel de Literatura

En aquella cabaña

6

Santiago Vassallo Vidal

En el silencio de la montaña

7

Francisco Javier de los Ríos Correa

Todo o nada I Recreo

8

Alberto Martín Colino

Madre I Duelo al amanecer

9

Álvaro Guerrero Murillo

El recreo I Todo o nada

10

Javier Aparicio Alfaro

El instante

11

Ignacio Sémelas García-Urgelés

Madre

12

Fernando Benito Martín

Ojalá I El cielo

13

Javier Olmedo Chiva

Sin peros

14

Álvaro Martínez-Atienza Lorenzo

Ese deseo

15

Alfonso Cobos Campoy

El Bicho (Oda alígera a Ronaldo)

16

Pablo Haro & Ricardo Álvarez

La pequeña cala

17

Pablo Armero Gordon

Ñ. (Un relato a la española)

18

Fernando García de Castro

Re-quiebro a la Misericordia

20

Javier Pérez de Camino Gaisse

Con la i

21

Juan Vicente Elías Doral

¿Por qué lloran las campanas?

22

Francisco Martín de la Hoz


Homenaje William Faulkner (Misisipi, 25 de septiembre de 1897 — 6 de julio de 1962)

4


R E V I STA

L I TERARIA

D EL

CO L EG IO

DE

FOM E N TO

E L

PR A DO

[…] Creo que el hombre no sólo perdurará, sino que prevalecerá. Es inmortal, no porque sea de todas las criaturas la única que posee una voz inextinguible, sino porque tiene un alma, un espíritu, capaz de compasión y de sacrificio y de sufrimiento. El deber del poeta, del escritor, es escribir sobre estas cosas. Su privilegio consiste en la ayuda que puede prestar al hombre para que perdure, alzando su corazón y recordándole qué son el valor, el honor, la esperanza, la dignidad, la compasión, la piedad. La voz del poeta no tiene por qué ser un simple testimonio del hombre, sino que puede constituir también uno de los puntales que le ayuden a sostenerse y a prevalecer. Un escritor puede tener éxito dedicándose a los «temas explosivos», pero ésa no es una buena manera de escribir, y, según pienso, hacerlo carece de valor. Lo que pienso cuando digo escribir desde el corazón es lo siguiente: el corazón pretende hacer mejor al hombre de lo que es. La cabeza sabe distinguir el bien del mal, pero el corazón obra siempre partiendo de que uno desea ser mejor. Esto es lo que opino cuando digo “escribir desde el corazón”. […] La meta de todo artista es detener el movimiento, que es la vida, por medios artificiales, y fijarlo de un modo que, cuando un extraño contemple su obra un siglo más tarde, ésta se ponga en movimiento, puesto que es la vida. Y como el hombre es mortal, la única inmortalidad posible para él es dejar algo tras de sí que sea inmortal, es decir, que siga moviéndose. Esta es la manera que tiene el artista de escribir sus experiencias en el muro del olvido definitivo e irrevocable que algún día habrá de franquear.

5


Santiago Vassallo Vidal (6º de Educación Primaria)

En aquella cabaña En aquella cabaña, un llanto de alegría llenaba la caverna fría, a los pies de la montaña. El Niño Rey había nacido entre los brazos de María y de José, nacer así Dios quiso, en una cueva de Belén.

6


L I TERARIA

Francisco Javier de los Ríos Correa (6º de Educación Primaria)

R E V I STA

D EL

CO L EG IO

DE

FOM E N TO

E L

PR A DO

En el silencio de la montaña En el silencio de la montaña el cansancio es oscuro y nocturno. Al despertar los ojos claros con la luz agitada de los carros de fuego, la alegría y el calor entraban por la ventana, llegando desde el bosque rotundo.

7


Alberto Martín Colino (1º de E.S.O.)

Todo o nada. La vida es juego: a veces se gana, y otras el todo es nada.

Recreo. Ver por tu ventana niños jugar y despertar en ti el recuerdo de una infancia olvidada.

El hombre invisible. Era un hombre que pasaba tan desapercibido, que era el personaje secundario de su biografía.

8


L I TERARIA

D EL

CO L EG IO

DE

FOM E N TO

E L

PR A DO

Madre.

Álvaro Guerrero Murillo (1º de E.S.O.)

R E V I STA

Rubia alegría con ojos mediterráneos, que se encrespan si me voy a la deriva.

Duelo al amanecer. El sol es un peregrino que sigue un mapa de estrellas. La noche es su muerte; la luna, su hermana Lucha el día por salir del mar. Aunque el sol la asesine, su hermana volverá con nuevas fuerzas. Y cuando vuelva, volverá a derrotarlo. Aunque el ocaso lo retome, cada amanecer es un duelo. Un duelo o un regalo.

9


Javier Aparicio Alfaro (1º de E.S.O.)

El recreo. La gente está feliz, pero mi lápiz echa de menos aquel mar de baldosas infinito.

Todo o nada. Lo di todo y no aprendí nada que no supiera.

10


L I TERARIA

Ignacio Sémelas García-Urgelés (1º de E.S.O.)

R E V I STA

D EL

CO L EG IO

DE

FOM E N TO

E L

PR A DO

El instante. Los árboles inquietos, las nubes oscurecen el cielo, suena el viento como un grito de guerra, preparándose para la batalla. Chocan una y otra vez, otra y una se toman un descanso, y caen acompañadas de un haz de luz.

11


Fernando Benito MartĂ­n (1Âş de E.S.O.)

Madre. Eres bonita, eres hermosa como el rojo rostro de una rosa. Tus ojos brillan como dos soles, son como mariposas de mil colores.

12


L I TERARIA

D EL

CO L EG IO

DE

FOM E N TO

E L

PR A DO

Ojalá. Javier Olmedo Chiva (1º de E.S.O.)

R E V I STA

Capitanear el velero; navegar los mares; ser de mi rumbo dueño.

El cielo. Sol, castillo. Noche, enemigo. Día, continua pelea. Planeta, campo de batalla. Son guerreros de tinieblas que con sus destellos intentan superar las estrellas.

13


Álvaro Martínez-Atienza Lorenzo (1º de E.S.O.)

Sin peros

Quiero ser grande, pero me tengo que aguantar. Quiero ser listo, pero me tengo que aguantar. Quiero ser diferente, pero… … no hay pero.

14


L I TERARIA

Alfonso Cobos Campoy (1ยบ de E.S.O.)

R E V I STA

D EL

CO L EG IO

DE

FOM E N TO

E L

PR A DO

Ese deseo. Ojalรก ese deseo se hiciera realidad, la estrella tan bonita que acaba de pasar; que ese destello en el cielo fuera la luz del caminar; que de esa excursiรณn sacara una rosa, y de esa rosa una espina, y de esa espina una herida, y de esa herida una nebulosa, en la que viera a mi madre con una sonrisa hermosa.

15


Pablo Haro Fernández de los Ríos & Ricardo Álvarez Román (2º de E.S.O.)

El Bicho (Oda alígera a Ronaldo). ¡Ay mi madre, el Bicho! Yo siempre lo he dicho, que para él meter gol es un capricho. Lleva el 7 a la espalda, y con sus filigranas resalta como una esmeralda. Con su gran grito y sus regates elegantes, atemoriza a los contrincantes. Se posiciona en la banda o de delantero y golea a cualquier portero. (Ni Messi, ni Di María su clase alcanzarían.) Se apellida Ronaldo, su nombre es Cristiano, y su base es tener clase.

16


R E V I STA

L I TERARIA

D EL

CO L EG IO

DE

FOM E N TO

E L

PR A DO

Pablo Armero Gordon (3º de E.S.O.)

La pequeña cala. En un pequeño velero surco la bahía de Jávea, mientras dirijo mi mirada hacia el escondite perfecto para alejarse de los problemas: esa pequeña cala que hay en aquel pueblo marinero de la fantástica Costa Brava, ese pequeño paraíso metido entre los desastres de este gran mundo, un sitio lleno de paz y tranquilidad. Simplemente es maravilloso ver cómo las gaviotas se dejan caer levemente sobre el agua cristalina, como si fueran hidroaviones aterrizando en un lago. La gente suele asombrarse de su belleza al mirarla desde el exterior; sin embargo, yo creo que para disfrutarla de verdad hay que sumergirse en el mundo submarino, bucear entre las frondosas algas posidonias, observar los simpáticos peces que habitan este monumento a la perfección. Por la noche, todo adquiere un toque casi sobrenatural. Las luces de los barcos dispuestos a dormitar en este paraíso se encienden, dando la sensación de ser estrellas caídas del cielo. Además, sobre la superficie del agua, gracias a esa calma que siempre gobierna al ponerse el sol, se crea un mundo paralelo donde muchas veces me he visto reflejado. La verdad es que no creo que en mi vida vea un sitio tan magnífico y tan especial como este Edén escondido, al que siempre recordaré como «la pequeña cala».

17


Fernando García de Castro (Alumni El Prado)

Ñ. (Un relato a la española). Doña Moña, la esposa de Don Ñoño y dueña de la peña de las alheñas, vestía un añil lazo en su moño que apiñaba su cabello cubierto con tela de buen paño. Su perfume emponzoñaba el ambiente e incluso su acompañante apretaba el puño para amañar su expresión, enseñando así, con gran empeño, grandes y sobreactuadas señales de gazmoñería. No os extrañen estas hazañerías, pues desde hace años se van dando. Doña Moña se aliña muy de mañana, empañetándose cual casa encalada para no empequeñecer sus encantos naturales. Algunas malas lenguas dicen que antes de dar comienzo usa, cual afanoso alfarero, una alpañata, para preparar muy mañosamente su piel para tan añejo tratamiento. Todo esto no sin antes introducirse en el gran barreño de estaño, listo para eliminar todas las tiñerías acumuladas durante la semana. Traído de la aceña, un saco de salvado de trigo es mezclado con el agua. Del bargueño un frasco sacan y unas gotas son añadidas al líquido almizcleño porque ella dice que frenan su añejamiento. Con este mejunje se bruñe, donde no muestra ninguna bisoñería. Después viene el vestido, por supuesto de paño, como el de antaño, que es el que no pica ni hace daño. Se cree que nadie lo sabe, pero bien sabido es que usa caña, de la de Fiñana, para ceñir su cintura. Y cuando se lo viste, para lo cual se requiere mucho empeño, no son pocos los vecinos aledaños que piensan que un gruñente está siendo sacrificado en matanza.

18


R E V I STA

L I TERARIA

D EL

CO L EG IO

DE

FOM E N TO

E L

PR A DO

Aún así, es bien querida doña Moña, la esposa de don Ñoño y dueña de la peña de las alheñas, de donde bien está decir que saca mucha leña, pero de la buena, de la de albañilería, aunque el almadreñero también la tiene en gran estima, pues los zuecos salen como los de Borgoña. Pocas eran las veces que se la veía añusgarse, pero en incontables casos se le había visto apañuscar la tela que cubría su puño. Baja las escaleras como dueña y señora que era de toda la peña, la de la buena leña, zuñendo cual platero su traje de diseño, de la capital, regalo de su cuñado. Cruza la puerta y, para mostrar mejor su porte, se yergue cual cucaña, y espera la seña de que su sobrino le aguarda. Para más sufrir de su sobrino, que le acompaña, ponen en marcha la triquiñuela. En vez de hacer como el Miño, directo al mar, recorren calle tras calle. Sólo por una no pasan, en la que habita el hombre ermitaño, o como muchos le llaman el cermeño, del cual solo queda de su riqueza su sombrero castoreño. Vuele a su casa al caer de la mañana, donde unos buñuelos la esperan, ella cree que por ser de viento poco engordan, pero eso todos saben que es un engaño, pero por lástima la dejan vivir con su patraña, no sólo la de los buñuelos, pues temen ser como la espadaña, que en un simple gesto de cariño, si te descuidas, te corta hasta la uña. Así es doña Moña, la viuda de don Ñoño, que en paz descanse, y la dueña de la peña de las alheñas, las de la buena leña, la que se bruñe con almizcleño mejunje para frenar los años, la de las triquiñuelas y la que huye del sombrero castoreño. Doña Moña, la más digna señora de España.

19


Javier Pérez de Camino Gaisse (Profesor de Educación Primaria)

Re-quiebro a la Misericordia. Me buscas, me quieres, no quiero, no me dejo, te evito, huyo de ti, me escondo, me llamas con más fuerza. Vuelves, brillas, insistes, mis heridas no pueden con tanta luz, se ven sucias, y se ruborizan, me avergüenzan. Pero sigues ahí. Tan cerca. Mirando con ternura, con cariño y con amor. Como si cada segundo fuera la primera vez. Como si no importara lo anterior. Esperando a que me dé cuenta de que el protagonista eres Tú, no yo.

20


L I TERARIA

D EL

CO L EG IO

DE

FOM E N TO

E L

PR A DO

Con la i Juan Vicente Elías Doral (Profesor de Educación Primaria)

R E V I STA

Donde pongo la i pongo la vida. Ipad, Ipod, Itouch, Iwach, Iphone, Icloud, Itunes… Todo lo que empieza por I (am ¡ay!), en principio, no. Con el ojo de la i: idea, felicidad, libro abierto, Madrid, vida Con un guiño: otrosí, poesía, los superlativos, todos los potenciales. En minúscula y abreviado, acabado en i: tío y Juanvi. En tu causa o en la mía. Donde pongas la i pongo la vida. I no son tantos.

21


Francisco Martín de la Hoz (Profesor de Educación Primaria)

¿Por qué lloran las campanas? ¿Por qué lloran las campanas? ¿Cuál es su triste llorar? ¿Por qué cantan de madrugada? ¿Qué nos quieren anunciar? ¿Acaso es que el otoño pronto va a reinar? y que las luces del verano se nos van a apagar...? ¿Cuál será pues el motivo, el secreto, la ocasión de que llore la campana? ¿Anuncian la procesión? Vieja, campana vieja con sus latidos tañer, dolor de la eterna queja que duda si llorar o reír. ¿Cómo suenan los latidos, latidos de un corazón? ¿De un corazón cualquiera? ¡De un corazón de latón!

22


R E V I STA

L I TERARIA

D EL

CO L EG IO

DE

FOM E N TO

E L

PR A DO

¡Dime mi buen campanero por qué ese eterno llorar, ¿por qué ese llorar sereno? ¿Quién la podrá consolar? “Quisiera remontar el vuelo huir del eterno rodar y, en un giro de campana hasta el vuelo llegar” ¿Qué haremos campana sin ti? ¿Cómo cubrir tu ausencia? Si el mar de tu presencia no ahoga las penas en mí... Y dicen que sigue tocando, sigue tocando sin fin, por las penas y alegrías que hay en tu alma y en mí.

23



Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.