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CAPITULO
from TUCUME
llenas de guerreros en expedición contra la isla de Puná. Navegando a lo largo de la flotilla india, invitó a algunos de los jefes a subir a bordo de su barco ... N<J pasó mucho tiempo antes de que algunas balsas se dirigieran al barco cargadas de plátanos, yucas, maíz, camotes, piñas, cocos y otros ricos productos del fértil valle de Tumbes". 6
Francisco Pizarro no tardó en volver a España en busca de 150 soldados armados. Su primo Pedro Pizarro lo acompañó a su regreso y anclaron en la isla de Puná en 1531 para preparar uh ataque a Tumbes. Es por Pedro que nos enteramos de cómo los peruanos burlaron a los españoles con la ayuda de sus balsas. Algunqs de los españoles se embarcaron en sus propias carabelas, mientras que:
"la mas gente en algunas balsas que á la sazón estaban con nosotros en la Isla de los de Tumbes, se ofrecieron á llevar algunos españoles y fardaje eri ellas," 7
Los españoles fueron conducidos a unas islas pequeñas donde desembarcaron. Cuando éstos se quedaron dormidos, los peruanos se fueron en sus balsas, retornando con más compañeros para matar a los desamparados españoles.
Pedro Pizarro añade que tanto él como su compañero Alonso de Mesa hubieran corrido la misma suerte, de no haber sido por el hecho que este último se encontraba enfermo y no quería salir de la balsa. Creyendo que estaba dormido, los peruanos empezaron a navegar pero de Mesa estaba en efecto despierto y sus gritos alertaron a Pizarra y a Francisco Martín que aún permanecían en tierra. Ataron a los peruanos, permaneciendo en vigilia, y a la mañana siguiente zarparon hacia Tumbes. Sin embargo, al acercarse a la costa, los peruanos arrastraron a sus captores hacia el mar y casi logran ahogarlos; después retomaron el control de la balsa.
" ... finalmente nos dejaron con solo lo que teníamos en los cuerpos vestidos y ansímismo robaron a otros muchos que metieron sus haciendas en las balsas, creyendo que los indios lo llevarían seguro, como fué al capitán Soto y a otros.". 8
Lo que los españoles no sabían hasta que hubieron conquistado la región andina, era la marcada diferencia existente entre los incas y los pueblos navegantes de la costa que aquéllos· habían sojuzgado. Más adelante se enterarían de lo que fue registrado por l9s cronistas Inca Garcilaso y Cieza de León: los indígenas de Tumbes sófo'h_abían utilizado con los españoles, recién llegados, la misma estratagema que habían empleado anteriormente contra sus enemigos incas. Justamente antes de que el grupo de Pizarro llegara a 'la costa, el viejo gobernanti)nca Huayna Cápac, que se encontraba en su lecho de muerte en Quito, ordenó que una flota de balsas llevara a algunos de sus propios melis.ajeros de las serranías a la isla de Puná. Partieron de Tumbes con la orden de exigir sumisión absoluta de Tumbala, jefe rebelde de la isla. Este acató la orden, y las tropas incaicas al mando de jefes de sangre real fueron transportadas desde tierra firme a la