Rogério Haesbaert
perspectiva aquí propuesta es que ellas incorporan en el análisis regional la dimensión que abarca las llamadas cuestiones ambientales (aunque, en este caso, probablemente más por el lado de la desarticulación que de la efectiva articulación regional, ya que son espacios ubicados prácticamente al margen del efectivo usufructo social). Procesos como los de precarización, contención y exclusión territorial, enfocados aquí de forma sintética por haber sido ya expuestos en trabajos recientes, quedan así como un indicativo para que sean realizados/valorados en trabajos futuros relativos a propuestas más concretas de regionalización. 2.3. LA CUESTIÓN DE LA CONTINUIDAD ESPACIAL: POR UN ABORDAJE REGIONAL ENFOCADO EN LA DIS-CONTINUIDAD DE LAS REGIONES
Frente a las posiciones posestructuralistas que privilegian el hibridismo, la yuxtaposición y la fluidez, es fácil imaginar la intensidad del debate trabado con relación a la cuestión de la discontinuidad espacial. Para muchos autores, como ya evidenciamos, la misma condición de un mundo susceptible de ser regionalizado (por lo menos en sus modelos más tradicionales) estaría ahora puesto en jaque. Se trata, sin duda, de discutir de forma más elaborada lo que entendemos por discontinuidad, no en el sentido de secciones desconectadas y más claramente diferenciadas, sino, y sobre todo, de parcelas relacional y diferencialmente articuladas. Tradicionalmente, bien sabemos, la región es vista como un espacio dotado de relativa estabilidad. Aun cuando, a través del concepto de región funcional o polarizada, pasó a enfatizar la lógica de los flujos y a admitir de forma más clara superposición y, así, a relativizar límites, era posible delinear, en cada momento histórico, un determinado espacio o área continua de influencia de las ciudades. La gran cuestión, hoy, para mantenernos en este énfasis, en las relaciones entre ciudad y región, es que ellas se tornaron mucho más complejas y sin jerarquías claras, donde el hecho de que un centro urbano ejerza influencia más allá de un área continua a partir de su área “core” es una realidad (o, como mínimo, una posibilidad) cada vez más presente. Una de las investigaciones que realizamos en este sentido abordó el espacio y la red urbana recientemente formados a partir de la intensa migración brasileña en territorio del este paraguayo (Haesbaert, 1999a). Muchos núcleos urbanos en esa área manifestaban vinculaciones directas mucho más intensas con ciudades en territorio brasileño del otro lado de la frontera –no solo en cuanto a relaciones económicas sino también culturales– y menos con aquellos centros que, “naturalmente”, por cuestión de relevancia y mayor proximidad, tenderían a ejercer su influencia mayoritaria: Ciudad del Este, segundo
116