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Zonificación sanitaria en incidentes NBQ A. Cique Moya ESCUELA MILITAR DE DEFENSA. HOYO DE MANZANARES. MADRID.

RESUMEN

ABSTRACT

n un accidente o incidente NBQ los afectados son atendidos en el lugar del suceso o son evacuados a los centros sanitarios. En un incidente NBQ, además es necesario descontaminar a los afectados antes de la entrada a las instalaciones sanitarias no contaminadas. Este trabajo propone un modelo de zonificación sanitaria para incidentes NBQ de cualquier magnitud, donde los afectados sean tratados, estabilizados, clasificados y descontaminados para poder ser evacuados a los centros sanitarios. En él se establece la necesidad de realizar la atención sanitaria dentro de la zona caliente con el nivel de protección adecuado, se establece la necesidad de activar un punto de control de la contaminación y se postula la necesidad de establecer un área previa a la entrada en la Estación Sanitaria de Descontaminación NBQ (ESDNBQ) e instalaciones sanitarias denominada Estación de Tratamiento de Emergencia (ETE) donde estabilizar, clasificar y tratar a los afectados por un incidente NBQ.

Health care zonification in NBC incidents

E

Palabras clave: Zona de intervención. Zonificación sanitaria. Zona caliente. Incidente NBQ.

INTRODUCCIÓN En el caso que se produzca un incidente nuclear, radiológico, biológico o (NBQ) se activará el sistema de respuesta de los servicios de emergencia para reducir o minimizar las consecuencias del mismo. A primera vista podría pensarse que cuanto más rápida sea la respuesta, menores serán las consecuencias para las personas, los bienes y el medio ambiente. Pero eso no es del todo verdad. Para que lo sea, se precisa que el personal que intervenga tenga: – Una cualificación y capacitación profesional adecuada. – Disponga de procedimientos y protocolos de actuación para poder responder en todo tiempo y circunstancia. – Tenga el material y equipo necesario para poder responder al incidente. Correspondencia: Alberto Cique Moya Escuela Militar de Defensa NBQ Ctra. Torrelodones a C. Viejo, km. 4 28240 Hoyo de Manzanares (Madrid) E-mail: aciquemo@et.mde.es

n any anatomic, biological or chemical (NBC) accident or incident, the casualties are either treated on the spot or evacuated to health care centers. In the case of an NBC incident, the evacuated casualties must also undergo decontamination before they are referred to non-contaminated health care facilities. The present paper proposes a health care zonification model for NBC incidents of any magnitude in which the casualties are treated, stabilized classified and decontaminated so as to be referrable to health care centres. The model establishes the need for on-the-spot medical care within the “hot” zone with an adequate level of protection and the need to set up a ontamination control checkpoint, and suggests the need to establish a holding area preceding the admission to the NBC Decontamination Station and other health care facilities, termed the “Emergency Treatment Station”, in which the casualties of an NBC incident may be stabilized, classified and treated.

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Key Words: Intervention zone. Health care zonification. Hot zone.

NBC incident. Estos hechos hay que tenerlos en cuenta porque debe primar la autoprotección sobre la intervención1-4. Esos procedimientos y protocolos de intervención deben establecer la cadena de mando del incidente, las zonas en las que se divide el área del incidente, las relaciones entre los distintos servicios de emergencias y la organización del área de intervención al objeto de evitar duplicidades y mejorar la capacidad de respuesta. El área de intervención y las diferentes zonas a establecer deben ser conocidas por todo el personal que intervenga en el incidente5,6. Uno de los principales problemas al que nos enfrentamos cuando nos referimos a la zonificación de un incidente NBQ, es la diferente nomenclatura que utilizan los servicios de emergencias para referirse a las distintas áreas en las que se divide la zona donde se tienen que desplegar y operar. Ade-

Fecha de recepción: 10-4-2007 Fecha de aceptación: 29-5-2007

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más, en gran número de ocasiones se desconocen o ignoran las implicaciones sanitarias que se generan en un incidente NBQ en cuanto a la necesidad de establecer niveles de protección individual, realizar procedimientos de control de la contaminación, o instaurar procedimientos de descontaminación de los afectados en instalaciones sanitarias específicas. Estos hechos aconsejan dar a conocer una propuesta relativa a la organización de la zona sanitaria en un incidente NBQ, tanto en una situación con un número reducido de afectados, como en situaciones de múltiples víctimas (bajas masivas en el entorno militar). Esta propuesta de organización permite una atención sanitaria integral de los afectados lo más a la vanguardia posible, favorece la integración y optimización de los recursos disponibles en una situación de emergencia donde se hayan diseminado agentes NBQ. El objetivo de la respuesta ante un incidente NBQ pasa por la reducción de las consecuencias del mismo entre las personas y el medioambiente, para lo cual, debe instaurarse un sistema de respuesta que contemple la coordinación de los servicios de emergencias para ser capaces en el menor tiempo posible de7-9: – Detectar/Identificar el agente diseminado. – Estimar los riesgos en vista a eliminarlos. – Proteger la zona no afectada por el incidente mediante el emplazamiento de un perímetro de seguridad (de exclusión) para aislar la zona de peligro. – Recuperar y extraer a los afectados. – Descontaminar a los afectados. – Establecer el tratamiento médico de los afectados. – Evacuar a los afectados y acomodarlos en áreas libres de peligro de forma temporal o permanente. Y desde el punto de vista NBQ sanitario se añaden además como objetivos: – Limitar los efectos del accidente/incidente en la población y en el ambiente. – Evitar la transferencia de la contaminación al conjunto de la cadena de rescate. – Descontaminar a los afectados con anterioridad a la entrada de las instalaciones sanitarias. – Asegurar los primeros auxilios antes de su transferencia/traslado hacia un centro hospitalario o el alta según precisen las personas afectadas en el incidente. Debido a las especiales características que confluyen en un incidente NBQ, la respuesta es multidisciplinar, de ahí la necesidad de establecer un programa de respuesta integrado y conocido por todo el personal de intervención (que no intervinientes).

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ÁREA DE INTERVENCIÓN El problema que ahora se plantea es que cada servicio de emergencia utiliza su propia nomenclatura para referirse a las áreas en las que se divide la zona donde se haya producido un incidente NBQ. Como ejemplo de ello, únicamente decir que es corriente observar el uso de las palabras sectorización o zonificación para referirse a las distintas partes en las que se divide el área de un incidente, el problema es que la palabra “sectorización” a pesar de que sea un término utilizado en el mundo de la emergencia, no está incluida en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua (Ed. 22). A pesar de que en la actualidad se han implantado los términos de zona caliente, zona templada y zona fría para referirse a las diferentes zonas en las que se divide el área afectada por un incidente sea cual sea su origen, estas denominaciones no se corresponden con la terminología oficial utilizada por algunos servicios de emergencias. Así la legislación española que contempla las medidas de planificación ante el riesgo de accidentes en los transportes de mercancías peligrosas por carretera y ferrocarril, considera que la zona de intervención de un accidente, es aquella en la que las consecuencias del mismo han producido o se prevé pueden producir daños a las personas, bienes y el medio ambiente, que requieran la aplicación inmediata de medidas de protección. Extendiendo el concepto de zona de intervención a aquella zona donde las consecuencias de los accidentes producen un nivel de daños que justifica la aplicación inmediata de medidas de protección. La zona de intervención se diferencia de la llamada zona de alerta, que es aquella en la que las consecuencias de los accidentes provocan efectos que, aunque perceptibles por la población, no justifican la intervención, excepto para los grupos críticos de población10. Esta clasificación se amplía en la utilizada en el ámbito de la protección civil al establecer tres áreas perfectamente delimitadas que se denominan: área de intervención, área de socorro y área base. El área de intervención es el área destinada a la evaluación en caso de siniestro. En ella intervienen los grupos de intervención operativa y de rescate sanitario. El área de socorro es la zona inmediata a la de intervención, en ella se realizan las operaciones de socorro sanitario y se organizan los escalones de apoyo al grupo de intervención operativo. Y el área base que es la zona en donde se pueden concentrar y organizar las reservas; puede ser el lugar de recepción de los evacuados para su posterior distribución en los albergues11,12. Los servicios de bomberos utilizan a su vez esta clasificación, pero en vez de utilizar el nombre de área de socorro, utilizan el concepto denominado área de apoyo, área que a su vez se subdivide en subárea de acceso restringido y subá-


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rea de libre circulación. En los límites de las áreas de intervención, apoyo y base, se localizan respectivamente el perímetro de contaminación, el perímetro de seguridad y el perímetro de aislamiento, cuyas distancias al foco dependen del agente diseminado y de las condiciones meteorológicas reinantes13. Sin embargo, los servicios sanitarios sólo establecen dos áreas para realizar su labor, al área de intervención la denominan zona de salvamento, que es el área donde despliegan y operan los servicios de búsqueda, salvamento y rescate. Mientras que a la zona más externa del lugar del incidente la denominan como zona de socorro, que es la zona física donde permanecen los servicios de asistencia sanitaria14,15. Por otro lado, desde un punto de vista militar, ante un ataque NBQ se establecen dos áreas diferenciadas, la primera de ellas es la zona de ataque, que es el lugar inmediatamente afectado por la diseminación de un agente NBQ, y el área de peligro que es el área a favor de viento donde hay probabilidad de resultar expuesto debido al desplazamiento del agente NBQ por la acción del viento16. Debido a la diferencia de denominaciones de los mismos conceptos, se considera más adecuado la utilización de una terminología común, motivo por el cual, por analogía, tanto el área de ataque como la de peligro, como el área de intervención o de alerta o la zona de salvamento se pueden considerar bajo la denominación de zona caliente. El área o zona de socorro y la de apoyo se equiparan a la zona templada, mientras que el área base es lo que se denomina zona fría. Desde el punto de vista NBQ el concepto de zona caliente se define como el área inmediata a la zona del incidente (y su posterior diseminación en la dirección del viento), que se extiende en la distancia suficiente para prevenir efectos adversos en la población por la difusión del agente en el ambiente. A la zona caliente también se la conoce como zona contaminada, zona sucia, zona de exclusión, o zona restringida. Inicialmente, en torno al lugar de la emisión, derrame o ataque se establece un área circular de radio variable dependiente del agente diseminado y de las condiciones meteorológicas reinantes, la distancia del radio de esa zona de exclusión inicial depende del tipo y concentración del agente diseminado, el sistema de diseminación, la hora de emisión, las condiciones meteorológicas en el momento de la diseminación y horas subsiguientes a la misma, así como el lugar y condiciones orográficas del lugar de la emisión. La extensión y forma de la zona caliente a partir de ese área circular inicial e incluyendo a la misma dependerá de la velocidad del viento. El problema es que en los primeros momentos de la generación de un incidente no se conocen muchos de los factores que intervienen en la adopción de esa zona de exclusión inicial y es necesario establecer una distancia de seguridad ini-

cial para poder constituir la zonificación del incidente. Este hecho tiene una importancia capital, ya que tuvimos que esperar hasta la publicación de la circular 50 para que se estableciera que el radio de la zona caliente en un incidente terrorista con agentes NBQ sea de 150 m o superior (a juicio de los TEDAX-NRBQ)17. Sin embargo, autores como Shidell, Patrick y Dashiell consideran que las distancias de exclusión en el caso de incidentes químicos o biológicos nunca serán inferiores a los 90 metros en el área inmediata al incidente (901.000 m) y 1.800 a barlovento del lugar de la emisión18. Mientras que Cashman opina que esta distancia nunca será inferior a los 200-300 m en caso de que se trate de un incidente con agentes de guerra químicos o biológicos19. No obstante, los factores más importantes para determinar con exactitud el radio de la zona caliente desde el lugar del incidente es identificar el tipo de agente y su concentración a la mayor brevedad posible para comprobar su diseminación y el nivel de protección individual a adoptar20. Si comparamos estas distancias aplicadas a incidentes químicos o biológicos respecto a las distancias de exclusión en accidentes con sustancias químicas inflamables, observamos que la delimitación inicial de la zona de intervención (zona caliente) podrá variar entre 50 y 300 metros o incluso 600 metros, según haya riesgo de explosión o no, se haya producido un incendio o la diseminación haya sido en el interior o exterior de los edificios21,22. Para calcular la dispersión de la nube generada y desplazada por el viento se establece una línea en el sentido del viento con origen en el lugar de la emisión que se continúa en la dirección del viento. Pero esa dispersión dependerá de la velocidad del viento (Vv). Así, si no sopla el viento (Vv ⱕ 10 Km/h), la dispersión será en forma circular, mientras que si el viento sopla por encima de los 10 Km/h el agente diseminado se desplazará en la dirección del viento y adoptará formas geométricas de tipo elipsoide (según sea la concentración del agente diseminado). Aunque debido a la dificultad que entraña realizar una representación gráfica manual (no así desde el punto de vista informático) se realiza una predicción del desplazamiento de la nube adoptando una forma cónica o triangular, que es denominada cono de dispersión, bombilla o pluma. La forma redondeada del vértice se corresponde con el círculo de exclusión inicial, los lados son líneas tangentes al círculo de exclusión y el ángulo de esas líneas depende de la velocidad del viento23. El ángulo de dispersión varía en función de la velocidad del viento, si la Vv > 10 Km/h el ángulo de dispersión será de 30º a cada lado de la línea de la dirección del viento, mientras que si la Vv aumenta el ángulo de dispersión se reduce hasta los 15º 21. En cambio, la Guía de Respuesta Norteamericana de Emergencias 1996 (“1996 North American Emergency Res-

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ponse Guidebook”) considera que el cono de dispersión tiene un ángulo de 20º a cada lado de la línea del viento, ya que esto permite hacer una representación gráfica de diseño sencillo tomando como referencia el diámetro del círculo de la zona inicial de aislamiento que se corresponde con el círculo de la zona templada20. La distancia máxima recorrida por la nube dependerá del agente, del sistema de diseminación y de las condiciones meteorológicas9,16,24. El acceso a esta zona debe estar restringido a las personas que tengan la formación y el nivel de protección individual adecuada al agente diseminado25-28. Alrededor de esta zona caliente y siguiendo el contorno de ésta, se establece la zona templada y alrededor de ésta la llamada zona fría, esta denominación es aceptada por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, adaptando a sus operativos las distancias y las denominaciones utilizadas. Así, la Policía designa a cada límite como balizamiento, primer cinturón y segundo cinturón (según sea la unidad policial encargada de realizarlo). La Guardia Civil diferencia en la zona caliente una zubzona a la que denomina “zona de máximo riesgo” que se corresponde con el lugar en torno al incidente29. La zona templada, también es conocida como zona de reducción de la contaminación, o zona de descontaminación o zona de socorro. Es el área donde se localiza la zona de socorro y se sitúan los servicios de emergencia; la zona de socorro se sitúa a barlovento del incidente y tiene un ancho mínimo de unos 50 metros30, el acceso y salida de la zona caliente se realiza por un punto definido, para así realizar un control de los afectados mediante filiación (siempre que sea posible). Con esta práctica se mejora también la seguridad en el foco y se controlan los flujos de personas que se dirigen hacia los centros sanitarios31. En esta zona se sitúan los servicios sanitarios y, como su nombre indica, es la zona donde se realiza la reducción de la contaminación, motivo por el cual es donde se localizan las instalaciones de descontaminación de los afectados y del personal de intervención. También se localiza en esta zona el Puesto de Mando Avanzado; debido a que a la zona llega personal contaminado, todo el personal deberá tener el nivel de protección individual adecuado. La zona fría o zona limpia o área base o zona verde es la zona más alejada al incidente. Se localiza exterior a la zona templada. En esta zona no se precisa adoptar un nivel de protección individual, aunque será necesario incrementar el nivel de seguridad para favorecer o no entorpecer los movimientos de los servicios de emergencia en esa área. En ella se sitúa el Puesto de Mando y Coordinación, el Centro de Prensa, y el área de apoyo de los servicios de emergencia. Al objeto de marcar los límites de las distintas es necesario acordonar o balizar la zona del incidente (mejor con separación

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física). Esta práctica genera beneficios directos sobre el personal de intervención, porque mejora la organización y gestión de los diferentes servicios de emergencias, evita la generación de nuevos afectados, y fundamentalmente, favorece un mejor control y evaluación del escenario por parte del mando del dispositivo. A pesar de que lo ideal es llevar el apoyo sanitario a la zona caliente, normalmente el personal sanitario no tiene acceso a él, en ocasiones por carecer de protección adecuada para intervenir en esa zona y, en otras, por no tener autorización para penetrar en la zona caliente. En este caso el personal de intervención no sanitario deberá realizar la extracción de los afectados que son incapaces de salir por si mismos. Para ello el personal de los grupos operativos (Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, bomberos, equipos de emergencia) recibirán instrucciones del personal sanitario (en caso de carecer de formación sanitaria) para realizar técnicas sanitarias básicas y clasificar a los afectados de forma sencilla para extraerlos de la zona del incidente31. Mientras que si el personal sanitario penetra en zona caliente con el nivel de protección adecuado colaborará en la extracción de los afectados, establecerá el tratamiento en caso de estar disponible, organizará la clasificación de los mismos de acuerdo al criterio sanitario que se determine (criterio de urgencia o de bajas masivas) y establecerá la prioridad de evacuación de los afectados32,33. En definitiva, la importancia que tiene una correcta zonificación se concreta en el siguiente ejemplo. Durante el accidente de Bhopal (India) en 1994, como consecuencia de un escape de isocianato de metilo de una planta de fabricación de insecticidas, se produjeron 3.500 muertes directas y el mismo número de personas en condiciones críticas. Unas 150.000 personas requirieron tratamiento médico. Las consecuencias a largo plazo han sido ceguera, trastornos mentales, lesiones hepáticas y renales. El problema es que los afectados que eran evacuados eran sometidos de nuevo al isocianato de metilo ya que una de las vías de evacuación atravesaba la nube tóxica34.

ORGANIZACIÓN DE LA ZONA SANITARIA La estrategia de intervención pasa por la adecuada organización de la zona del incidente35,36. El área sanitaria se establece a partir del punto indicado por el mando del dispositivo en la zona de reducción de la contaminación o zona templada. El área sanitaria en un incidente NBQ debe tener en cuenta las especiales circunstancias que concurren en este tipo de incidentes: gran número de afectados, elevada posibilidad de que estén contaminados y necesidades especiales de tratamiento. En fin, se trata de un auténtico reto a los sistemas de emergencia que deben responder a este tipo de incidentes37,38.


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Tokio nos mostró la necesidad de controlar el flujo de afectados que tienden a dirigirse a los centros o instalaciones sanitarias para evitar la transferencia de la contaminación y provocar más afectados entre los integrantes de la cadena sanitaria y de intervención39-41. De ahí la necesidad de establecer un pasillo de acceso por el cual los afectados se dirigen hacia el puesto médico avanzado (PMA) (Figura 1a). En vez de un pasillo de acceso es preferible establecer un embudo de acceso (Figura 1b), ya que permite dirigir a los afectados que han resultado desorientados, con menos recursos de personal y medios, hacia la zona de socorro. El problema que aquí se plantea es que en un incidente NBQ todos los afectados se consideran contaminados42,43. De ahí la necesidad de establecer un lugar situado a barlovento del incidente y previo al PMA, donde reducir el nivel de contaminación hasta niveles tolerables que no constituyan un peligro para él y los demás44. Ese sitio físico es donde se sitúa la Estación de Descontaminación NBQ (EDNBQ) y como se van a atender individuos enfermos, debiera tener responsabilidad sanitaria. Por tanto habrá que ponerle el calificativo sanitario, y pasar a denominarse Estación Sanitaria de Descontaminación NBQ (ESDNBQ), que es la instalación donde se descontaminan a las personas que hayan resultado contaminadas y que presentan signos o síntomas de intoxicación (Figura 1c)45-47. Esta situación se complica más si cabe cuando hablamos de personas lesionadas que además están contaminadas48. La urgencia médica tiene prioridad; sin embargo, el personal de socorro y de intervención debe protegerse de una posible contaminación por la propia víctima y tienen que facilitarle,

manteniendo las normas de seguridad establecidas, todos los recursos y equipos médicos disponibles49-52. De ahí que la estación deba contar con al menos dos líneas de descontaminación, una para válidos (ambulatorios) y otra para no válidos (inválidos o no ambulatorios). En caso de disponer de recursos materiales se podría estudiar el establecimiento de líneas separadas por sexos, como en el caso de las Estaciones de Clasificación y Descontaminación de los Planes de Emergencia Nuclear. Este hecho vuelve a resaltar la importancia de crear unidades sanitarias NBQ de intervención53. Esta aproximación genera la necesidad de crear/activar unidades NBQ sanitarias de intervención específicas a pesar de la discusión existente54. Unidades capaces de operar dentro de la zona caliente con el nivel adecuado de protección individual al estar formadas y entrenadas para trabajar en ambientes contaminados y poder realizar tareas de clasificación (para establecer un adecuado orden de evacuación) e instaurar tratamientos a la mayor brevedad posible55,56. Además sería necesario estudiar la posibilidad legal de implantar esta práctica, ya que de acuerdo a la legislación y la costumbre general parece no estar contemplada esta práctica normalmente realizada por los servicios de bomberos57-59. Un problema añadido es cómo se trasladan o evacúan a los afectados desde la zona del incidente (o zona de impacto) hasta la zona sanitaria, ya que las distancias de exclusión desde la zona caliente hasta la zona templada siempre son superiores a 50 metros (normalmente mayores de 300 metros). Por este motivo, puede que los equipos de rescate sean capaces de transportar en camilla a 1 ó 2 personas incapaces de moverse

Figura 1. Diferentes tipos de accesos a la zona sanitaria. PMA: puesto médico avanzado. ESDNBQ: estación sanitaria de descontaminación NBQ.

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por si mismas, pero lo que es seguro es que el décimo afectado permanecerá en la zona del incidente más tiempo del que debiera debido a la fatiga de los equipos de rescate60. Otro aspecto que es importante tener en cuenta es cómo se trasladan a los afectados por un incidente cualesquiera hasta las instalaciones sanitarias. En Tokio por cada afectado que fue llevado en ambulancia, 6 lo fueron por sus propios medios, y contaminaron los medios de transporte que utilizaron y el personal sanitario que les atendió y que no sabía que había pasado61. De ahí la necesidad de establecer un punto de reunión de afectados (nido de heridos en terminología militar) a barlovento del lugar del incidente, lugar donde el riesgo vapor es menor y por tanto, el aire que respiran es más limpio que en el lugar del incidente o a sotavento de él. En este lugar se tranquilizaría a los afectados, se realizaría la clasificación (triage en caso de no haberla hecho anteriormente en la zona del incidente) y se instauraría el tratamiento médico62-64. Sería necesario tener en cuenta la seguridad in situ para evitar el pánico y la inseguridad de las personas afectadas65. A partir de este punto de reunión se establecerá una noria de evacuación (contaminada) hasta la ESDNBQ y el PMA (Figura 2)66. Esta evacuación se realizaría con vehículos sanitarios (o no, dependiendo de la disponibilidad de medios) que podrían estar cubiertos con plástico o introducir a los afectados en sistemas de aislamiento de afectados (sacos NBQ o cápsulas de

aislamiento) al objeto de reducir el nivel de contaminación en el vehículo sanitario (o cualquier otro utilizado) (Figura 3)67,68. Los vehículos utilizados en este circuito debieran ser descontaminados en una Estación de Descontaminación Vehicular (¿apoyo de Unidades del NBQ Ejército de Tierra?)69. Como se ha comentado, todos los afectados de un incidente NBQ están contaminados, motivo por el cual, se debe establecer un punto previo antes de la entrada en la ESDNBQ para comprobar si de verdad están contaminados o no70. Este hecho tiene una importancia capital a la hora de establecer una estrategia sanitaria de intervención, ya que las capacidades limitadas de descontaminación de la ESDNBQ en cuanto al número de personas atendidas, unido al recurso crítico en el que puede convertirse el agua, los descontaminantes o la necesidad de descanso del personal obliga a establecer ese control de contaminación71. La ventaja que se obtiene con el establecimiento de ese control es reducir el número de personas que llegan a la ESDNBQ y que pueden llegar a colapsarla. Se reduciría el número de personas que, aún presentando síntomas, pueden no estar contaminadas (afectados psicosomáticos)72,73 y tampoco sería necesario que las personas heridas pero no contaminadas pasaran por la estación 74,75 . El establecimiento del control de la contaminación implica la creación de un corredor físico para que las personas heridas o enfermas psicosomáticas se dirijan hacia el PMA para ser atendidos (Figura 4a). Por otro lado, el establecimiento de es-

Figura 2. Esquema de circuito de evacuación contaminado. PMA: puesto médico avanzado. ESDNBQ: estación sanitaria de descontaminación NBQ.

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Figura 3. Cobertura de superficies interiores de vehículos para reducir riesgo de contaminación.

te control genera la necesidad de destinar un equipo de camilleros para trasladar a los afectados no válidos no contaminados en un número no inferior a 2 personas. El establecimiento del control de contaminación junto con la filiación de todos los afectados que llegan hasta la zona sanitaria permitirá rastrear de forma adecuada el seguimiento de las personas que han llegado hasta esta zona. En ocasiones será imposible realizar una adecuada filiación por imposibilidad de comunicación entre el personal de in-

tervención y los afectados, pero esto no es óbice para establecer un sistema de identificación de tipo alfanumérico o un sistema de código de barras de todas esas personas mediante un código escrito en partes descubiertas de la piel de manos o frente, o utilizando una etiqueta confeccionada con material descontaminable y un sistema de colocación inviolable. En determinadas ocasiones, en un incidente NBQ donde se pueden producir un gran número de afectados, puede su-

Figura 4. Establecimiento de pasillo de no contaminados y área de tratamiento de emergencia. PMA; puesto médico avanzado. ESDNBQ: estación sanitaria de descontaminación NBQ.

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Figura 5. Organización de la zona sanitaria en incidentes NBQ.

ceder que se superen las capacidades de funcionamiento de la ESDNBQ, motivo por el cual se debe establecer un área previa a la entrada de la estación donde realizar el tratamiento de emergencia (oxigenación, reanimación, administración de antídotos si están disponibles), descontaminación inmediata y estabilización de los afectados que precisan ser descontaminados por parte de personal de socorro con un adecuado nivel de protección individual y una formación adecuada (Figura 4b)76-81. El nivel de atención sanitaria en la llamada Estación de

Tratamiento de Emergencia (ETE) dependerá de las capacidades y recursos materiales que se establezcan82, para ello se debe valorar esta cuestión desde un punto de vista ético, ya que la superación de las capacidades debe llevar aparejado un cambio de los criterios de clasificación “por urgencia” a los criterios de clasificación de múltiples víctimas (bajas masivas en terminología militar)83-85. Una mejora de esta disposición se puede obtener fácilmente con la división de la ETE en dos zonas diferenciadas (al igual que la realizada en la estación de descontaminación),

Figura 6. Disposición del CDI y de la ESDNBQ en un incidente NBQ. PMA: puesto médico avanzado. ESDNBQ: estación sanitaria de descontaminación NBQ.

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una de ellas para los afectados válidos y la otra para los afectados no válidos, la disposición de estas zonas tendrá en cuenta la división de zonas de la propia estación. La disposición de los afectados en la ETE se realizará en función de la clasificación de los afectados y su orden de entrada en la estación (Figura 5)49,86. Un aspecto fundamental en un incidente NBQ es la necesaria integración de los diferentes cuerpos y servicios de emergencias activados para responder a la emergencia. El problema fundamental al que nos enfrentamos (o mejor dicho, se enfrenta el jefe del dispositivo) es el aprovechamiento de la zona templada y el respeto a las áreas de influencia de cada servicio de emergencias, ya que cada servicio tiene sus necesidades especiales en cuanto a materiales y recursos. Por ejemplo, los cuerpos policiales o los servicios de bomberos precisan de instalaciones de descontaminación diferenciadas, conocidas normalmente como Estaciones o Centros de Descontaminación de Personal de Intervención (CDI). Estas instalaciones deben ser diferenciadas de la Estación Sanitaria de Descontaminación NBQ, ya que las necesidades de estructura, diseño y función obligan a la adopción de este tipo de estruc-

turas (Figura 6).

CONCLUSIÓN Los servicios de emergencia deben establecer protocolos de actuación normalizados para una mejor intervención. Es fundamental normalizar las diferentes terminologías empleadas por los servicios de emergencia al objeto de mejorar la intervención y adecuar los protocolos de intervención. Una correcta organización del área donde deben desplegar las unidades sanitarias redundará en un beneficio para los afectados en un incidente NBQ. Para conseguir esto, es preciso crear unidades sanitarias NBQ de intervención con capacidad para desplegar y operar en zonas contaminadas. Estas unidades deberán estar formadas y entrenadas, deberán estar dotadas con los materiales y equipos específicos, deberán estar integradas en una organización escalonada y jerarquizada, así como disponer de procedimientos y protocolos de actuación específicos para incidentes NBQ.

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