14. EL DUELO
“El duelo es tan natural como llorar cuando te lastimas, dormir cuando estas cansado, comer cuando tienes hambre,estornudar cuando te pica la nariz. Es la manera en que la naturaleza sana un corazón roto” Doug Manning
El duelo es un proceso espontáneo, natural que se produce trás la pérdida de un ser querido. Es un proceso adaptativo a una nueva realidad. Este proceso tambien se pone en marcha cuando sufrimos otros tipos de pérdidas como perder una casa, un trabajo, una separación,.. El duelo no es una enfermedad, sin embargo tras la pérdida de alguien que queremos, experimentamos un gran dolor y desolación. Freud en “Duelo y melancolía”, afirmaba que el sufrimiento de la persona en duelo es debido a su apego interno con la fallecida. Uno de los pensadores principales actuales en materia del apego y de la pérdida es el psiquiatra británico Jhon Bowlby. La teoría del apego de Bowlby conceptualiza la tendencia de las personas a establecer grandes vínculos emocionales entre ellas y las fuertes reacciones emocionales que aparecen cuando el vínculo se rompe o corre peligro que se rompa. A)- MANIFESTACIONES DEL DUELO El duelo como proceso natural abarca un amplio espectro de SENTIMIENTOS, SENSACIONES FÍSICAS, PENSAMIENTOS y CONDUCTAS que son normales después de una pérdida. SENTIMIENTOS.Tristeza: Es un sentimiento común, que se acompaña o no del llanto. Apartar la tristeza con un exceso de actividad física no es aconsejable. No se debe impedir la expresión emocional de este sentimiento. Enfado / ira: Es aconsejable identificar este sentimiento, que suele ser desconcertante para la persona en duelo. Se ha de dirigir adecuadamente hacia el fallecido para que se llegue a una conclusión sana. A veces se desplaza el sentimiento hacia fuera, ej. “la ambulancia tardó en llegar”, “el diagnóstico fue inapropiado”, “tuvo un gran disgusto con…”. Un peligro de desadaptación es la ira autodirigida, lo que da lugar a culpa y autorreproches. Ansiedad: Provocada por el temor a no poder cuidar solo de si mismos y a la toma de conciencia de la propia mortalidad. Soledad: Muy presente tras la pérdida de un conyuge. El apoyo social puede ser útil, pero no mitiga la soledad emocional. Fatiga: Expresada como apatía, indiferencia. Impotencia: A menudo aparece en las primeras fases de la pérdida.