BOGO CULTURA
Universidad Externado de Colombia
Fotografia
Segundo semestre
Andres Guzman
Alejandra Betlrán
Universidad Externado de Colombia
Fotografia
Segundo semestre
Andres Guzman
Alejandra Betlrán
Fría y diversa, Bogotá ciudad de los mil colores, olores y sabores. Ciudad donde todos no dejan der ser “vecis”, ciudad donde el arte, la comida y hasta las mismas personas le den tanto valor nacional. Donde no se encuentra solo al rolo, también al costeño, al paisa, al boyaco, al indígena y a los extranjeros, donde de norte a sur se encuentran rasgos especiales.
Bogota es el centro del país, todo llega ahí tarde que temprano.
En sectores de Bogotá como la Carrera Séptima, la Plaza México, la Quinta de Bolívar e inclusive el Chorro de Quevedo es regular encontrar a los artesanos; cada uno es especial en algo más que su producto, la esencia de ellos se basa en la felicidad y el carisma que representan siempre.
Artesana de crochet hace 20 años .
“Tome la foto mientras hago mi crochet, se ve lindo”.
59 Años
Pintor desde hace 15 años
“Acá muchos toman fotos, pero pocos nos apoyan”.
La búsqueda de alimientos en Bogotá no es difícil. En todas las esquinas, cuadras, barrios y localidades hay desde verdulerías hasta puestos de comida rápida. Bogotá se beneficia de frutos, desde el Caribe hasta el Amazonas.
Y como es diversa en frutos tambien lo es en comidas y puestos de todo tipo .
45 años
Trabaja con el camión de comida desde hace 7 años.
“En este camión come desde el Papa, hasta el presidente; hay pa’ todos”.
26 Años
Vendedor de mangos hace 7 meses.
“Acá siempre bajan los de las construcciones y acaban con todo”.
Es su propio jefe, pero su mamá lo hace estudiar.
“A mí no me gusta estudiar, me gusta tener es mi plata, por eso ese puesto es mío ”.
En la cultura bogotana hay personas que pasan desapercibidas y que su historia tiene mucho por contar, la realidad es que detenerse a pensar en otro da mucho para reflexionar.
Trabajo con el aseo público desde hace 9 meses.
“Usted me podrá ver barriendo todos los dias, pero nunca voy a estar sucia ni mugrienta”.
“Lo que más me cuido son mis dreads”.
“Desde que el Estado dejó de ayudarme, me tocó salir a rebuscarme”.
La cultura bogotana empieza por los niños y por los valores que cada hermano, padre, abuelo le va dando para que esos niños los transmitan alrededor de su pequeño mundo.
El carisma y la gallardía de salir día a día a buscar el sustento representa, de la forma más cruda, la realidad que vemos todos los días, una que no es de pocos: es la realidad de la mayoría de la población.
Bogotá me enseñó que la cultura está en cada uno de nosotros e, independientemente de como nos comportemos, contribuimos a la construcción de esa cultura que nos representa.