DOS FAMILIAS
Dillan Carranza Suray Pumarejo Mariana Lozada Segundo semestre 2020
INTRODUCCIÓN
Cada familia tiene una historia que contar. El cambio forma parte de la esencia de los seres humanos. Nuestras creencias, pensamientos, costumbres y el contexto en el que nos desarrollamos determinan nuestra identidad y la manera en la que percibimos el mundo. Este proyecto fotográfico busca relatar la vida de los integrantes de dos familias con sueños y obstáculos en circunstancias distintas. A lo largo de estas páginas evocamos los recuerdos de las personas que amamos a través de objetos, símbolos y experiencias que hablan de quiénes son y por lo que han pasado a través de los años. La historia no solo está presente en los libros, también se encuentra en cada uno de los hogares. Aprender del pasado y tener en cuenta los acontecimientos por los que tuvieron que pasar nuestros seres queridos son fundamentales para entender el entorno que nos rodea. “El tiempo es el elemento de la narración, como también es el elemento de la vida; está indisolublemente unido a ella, como a los cuerpos en el espacio”. -Thomas Mann, La Montaña Mágica
FAMILIA CARRANZA ROJAS
INÉS BASTIDAS
Nació en Tenjo, Cundinamarca. Tuvo una infancia demasiado dura ya que no alcanzó a culminar primaria por la situación económica en la que se encontraba su familia. Trabajó desde los 12 años limpiando casas en la ciudad de Bogotá y en una de esas ocasiones abusaron de ella, razón por la cual tuvo su primer hijo a la temprana edad de 13 años. A los 17 años se casó con Antonio Rojas, una relación que al pasar de los años le traería consecuencias físicas gracias al maltrato. El primer hijo de ese matrimonio muere por neumonía y el segundo muere en un accidente por falta de asistencia médica. A partir de ese momento Inés tuvo 6 hijos más, los cuales intentó sacar adelante con el sudor de su frente y el laborar de sus manos. En el año 1973, Esperanza, su hija mayor, le regaló un bebé de juguete con su primer sueldo como representación de su hijo fallecido y la infancia que nunca pudo aprovechar Inés debido al trabajo y la falta de recursos. Su vida siempre ha estado acompañada de la mano de la religión, ya que ha sido su apoyo espiritual en los momentos difíciles. Al día de hoy reside en una humilde casa donde está feliz y agradecida con Dios.
El santuario de InĂŠs, al lado de su cama.
“Siempre le rezo a mi Dios todos los días. No quiero que nada malo le pase a mis hijos y nietos”.
MARCELA ROJAS
Es la última hija de Inés Bastidas. Al igual que su madre, trabajó desde pequeña en almacenes de venta y lavanderías de la ciudad. Vivió en un hogar humilde del sector de Engativá y a través del estudio y el trabajo ayudó a su madre con los gastos de la casa. A pesar de los bajos recursos, tuvo una infancia llena de amor y comprensión gracias a la fuerte conexión que mantenía con su madre y hermanos. Junto a ellos salía múltiples veces a discotecas del sector, donde conoció a su esposo, Alexander, con el que lleva 27 años juntos. Nunca ha dejado de trabajar para mantener a su familia y seres queridos bien. Sus manos y ojos reflejan el esfuerzo que día tras días coloca en todo lo que hace con tal de tener un futuro mejor.
ALEXANDER CARRANZA
Nació en Bogotá, Colombia el 21 de mayo de 1974. Su niñez la vivió en Pereira y Manizales debido a los viajes de trabajo de su padre. No obstante, a la edad de 13 años volvió a la capital porque sus padres buscaban mejores oportunidades laborales. A esta edad es cuando sufre un accidente al caer de una casa de 3 pisos, dejándolo en coma durante 3 meses y medio. Trabajó desde los 14 años en distintas ocupaciones para poder ayudar a su familia en la economía de la casa e iniciar la colección de carros que tanto añoraba. Después de 4 años, conoció al amor de su vida, Marcela Rojas, con la que se casó con tan sólo un año de relación. En el 2003 entró a trabajar como conductor escolta de Fernando Gaitán en el canal RCN hasta que ascendió al puesto de camarógrafo en el 2010. A pesar de este ascenso, su sueldo disminuyó considerablemente al pasar de los años. A principios de este año fue víctima de la inseguridad de la ciudad, resultando con una lesión grave en su hombro derecho, la cual pudo atender 6 meses después debido a la negligencia médica y jurídica de su EPS.
FAMILIA PUMAREJO PAREJO
MIGUEL PUMAREJO
Un hombre que empezó a trabajar desde los ocho años. Su infancia no fue con juguetes como la de cualquier otro niño de su edad, a comparación de ellos, él tenía que trabajar para ayudar a su madre cabeza de familia y a su hermano mayor en la economía de la casa. A la edad de 19 años tomó una decisión que cambiaría el resto de su vida: decidió unirse a una de las Fuerzas Militares de Colombia, la Policía Nacional, donde aprendió el valor del respeto por las personas, la importancia de la puntualidad, ser servicial y cuidar a cada uno de los individuos a su alrededor. Comenzó su historia en esta institución vigilando las calles de muchos de los pueblos de Magdalena, ubicados al noreste del país. Gracias a su buen nombre y reconocimiento como uno de los policías destacados, fue seleccionado para hacer un curso de mecánica de aviones en el año de 1984, para después ser trasladado a la Dirección de Antinarcóticos. Aquí encontró el amor por las alas y las ruedas, los helicópteros y los aviones, lo que lo llevó a viajar alrededor de todo el mundo, encontrando así su segunda pasión, la fotografía. De esta manera, laboró durante veinticinco años para servir a nuestra comunidad, sin embargo, la historia de Miguel no terminó allí, decidió continuar con este propósito de ayudar a otros como taxista para terminar de cumplir con su objetivo de vida.
Placa conmemorativa de los 50 aĂąos del Centro Social de Agentes y Patrulleros.
NELYS PAREJO
Nacida en Santa Marta, Magdalena, esta mujer creció en una familia muy humilde. Desde pequeña se escapaba a la casa de sus vecinos para ver la televisión, ya que en su hogar no podían comprar una. Cuando se casó compro su primer televisor. Debido a las difíciles situaciones que ha experimentado a lo largo de su vida ha decidido aferrarse a la creencia de un Dios omnipotente que todo lo puede y nunca perder la esperanza de que los milagros realmente existen. Es por esto que la religión ha cumplido un papel fundamental en su historia. Durante años trabajó en distintas labores, pero en ninguna encontraba su vocación, hasta que un día cuidando niños se dio cuenta que realmente quería ser maestra y dedicarse a contribuir al aprendizaje de los niños y las niñas de nuestro país.
PAOLA PUMAREJO
Una niña alegre de Barranquilla que desde muy pequeña ha amado los deportes. Gracias a su cabello crespo y rubio y su gran agilidad para las actividad físicas la llamaban ‘’El Pibe Valderrama’’, sin embargo sus padres decidieron que lo mejor para ella sería regresar a la ciudad de Bogotá con el fin de que tuviera una vida con mayores oportunidades. Al igual que su madre, siempre le habían encantado los niños , así que decidió que quería aportar un grano de arena al mundo de la educación de infantes. Al terminar el bachillerato empezó a estudiar Licenciatura en Educación Especial y después de un tiempo estudió Licenciatura en Educación para la Primera Infancia. En esta etapa vivió experiencias que marcaron el resto de sus días al tener que trabajar en la formación de niños pequeños. Unos años más adelante se empezó a apasionar por los números y las finanzas, por lo que comenzó una nueva carrera profesional que marcaría un antes y después en su vida. Ingresó a un banco, se enamoró de sus nuevas labores y quedó embarazada de su hija, Danna Valentina.
CONCLUSIONES
A lo largo de la elaboración del trabajo comprendimos la concepción de la palabra historia desde una perspectiva diferente que profundizó el significado que teníamos previamente. Esto nos permitió representar no sólo el comportamiento y los gustos de nuestros familiares, sino también las experiencias y situaciones difíciles por las que han pasado. Entendimos que los objetos y las partes del cuerpo también pueden contarnos alguna situación específica o aspecto clave de una persona. Por ejemplo, en el caso de Inés y Nelys, el bebé de juguete y el televisor representaban una realidad palpable en muchas familias del país, la pobreza. Es fundamental preservar la memoria de nuestros seres queridos, ya que al saber de dónde venimos y cuáles son nuestras raíces, podemos entender un poco más acerca de quiénes somos nosotros, desarrollando un sentido de pertenencia con el entorno que nos rodea. Finalmente, pudimos darnos cuenta de que todas las historias merecen la pena de ser contadas sin importar que tan sencillas o complejas sean. Cada uno pasamos por momentos distintos a pesar de vivir en una misma sociedad. Al fin y al cabo es esto lo que enriquece social y culturalmente nuestra identidad. “Los científicos dicen que estamos hechos de átomos pero a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias” - Eduardo Galeano