Enseñarles a asumir con cautela y sentido común todo lo que reciban por internet. No todo es verdad en la Red.
Orientarlos para que sepan decir NO a los encuentros en la vida real con personas que no conocen.
Enséñales a pedir la asesoría de papá y mamá antes de inscribirse a algún sitio o servicio. Si piden datos personales al escribirlos, hay que comprobar para qué los van a usar, cómo podemos cambiarlos y cómo borrarlos. Enseñarles a proteger al máximo su identidad, no hablar con desconocidos, nunca dar su nombre, dirección, teléfono o correo electrónico a alguien que no se conozca, aunque sea un amigo de un amigo. Tus hijos deben cuidar como tesoros sus contraseñas. "Las contraseñas son sagradas". Sólo los padres pueden conocerlas. Muy importante explicarles que las contraseñas deben ser seguras, nada obvias. Hijos y padres deben hacer un pacto para visitar solo aquellos sitios que en conjunto acuerden y consultar antes de visitar sitios nuevos.
Tus hijos deben ser conscientes de no publicar datos de los demás, ni sus nombres, ni sus direcciones, ni imágenes. No hay que descargar programas que no se conocen, tus hijos deben saber acerca de los peligros de los virus, troyanos y gusanos que incluso pueden espiar los datos del ordenador. Enseñarles a cerrar las páginas y a no entrar a aquellos sitios o lugares que muestren contenidos que ofendan, agredan o sugieran cosas indebidas. Es de gran importancia que los padres aprendan a ganar la confianza de sus hijos.