COMUNICADO HOAC UBRIQUE 01 – MAYO - 2022
La Hermandad Obrera de Acción Católica, HOAC, de Ubrique, con motivo de festividad de San José Obrero, Día del Trabajador, el pasado 01 de mayo, quiere compartir con la comunidad parroquial y con toda la sociedad de Ubrique en general, la siguiente reflexión: Vivimos inmersos en una cultura individualista, hedonista, materialista y consumista, que generan hábitos de vida y de comportamiento en las personas que se van interiorizando como “normales”, y que no son en absoluto humanas, ya que van en sentido contrario a la sociabilidad y a la comunión social. En el terreno de las relaciones laborales aquí en Ubrique, esto se traduce, por ejemplo, en que cada trabajador intenta negociar su contrato, su horario, sus condiciones laborales, y su categoría profesional directamente con el empresario, renunciándose a la negociación colectiva. Esto resta poder al trabajador en la negociación, pues no se trata de una negociación de igual a igual, y divide a los trabajadores, que pasan de considerarse compañeros y compañeras a considerarse rivales. Tenemos, además una falta de compromiso por el bien común, que se traduce en el terreno laboral en una muy escasa afiliación sindical. Fruto de nuestra cultura individualista y nuestra falta de sociabilidad y de vocación a la comunión social, los sindicatos son percibidos como "gestorías” que nos pueden ayudar a resolver algunos problemas personales, y en absoluto como asociaciones de trabajadores y trabajadoras que se unen para trabajar por un bien común, defendiendo unos derechos colectivos. Esta falta de compromiso nos lleva a sentirnos libres para criticar a los sindicatos y los partidos políticos cuando no resuelven los problemas generales e incluso los nuestros particulares, como si nosotros no tuviéramos ninguna responsabilidad en ello (“¿soy yo acaso el guardián de mi hermano?” Gen 4, 9) Existe la idea generalizada de que el trabajo ahora en Ubrique está mejor que hace tiempo, y es innegable que se han producido muchas mejoras. El paro, dentro del sector de la marroquinería es ahora muy bajo, se ha reducido bastante la economía sumergida, y muchas empresas han implantado la jornada continua, lo que permite a muchos trabajadores y trabajadoras conciliar la vida laboral y familiar. Sin embargo, el materialismo y el hedonismo imperante en nuestra cultura, nos hacen necesitar más dinero para satisfacer unas necesidades creadas por el consumismo estimulado por el sistema capitalista. Así, se busca poder realizar horas extras, a ser posible dentro de la economía sumergida, para no tener que pagar impuestos por ellas, y poder permitirnos así ciertos caprichos para estar al nivel de nuestros vecinos, amigos o compañeros. La víctima de estas necesidades creadas, suele ser la conciliación de la vida laboral y familiar, y el cansancio para poder implicarnos en actividades con otras personas (ya sean puramente lúdicas o reivindicativas y constructoras de una sociedad más justa: pensemos en la dificultad para constituir y que funcionen comunidades de vecinos, asociaciones de vecinos, AMPAs, ONGs, e incluso la implicación en grupos de Iglesia).