135 habitantes adoptan el arte como medio para rescatar a su pueblo del anonimato
Por amor al arte (y a Boadilla)
El arte como herramienta para rescatar a un pueblo del anonimato. MEMORIA COMPARTIDA Boadilla está hermanada desde 1996 con el pueblo paraguayo de Santiago de Misiones. La iniciativa, y esta obra, son de Javier. En los seis viajes por aquellas tierras fue fotografiando a sus
habitantes y observando con meticulosidad sus transformaciones faciales. Hoy muchos están presentes en las calles del pueblo y
para ello se compuso este mosaico de retratos. 1200 fotomontajes y más de 3000 amigos santiagueños. Ambos pueblos se conocen 01
aunque nunca se han visto. EL TELEGRAMA
En la vieja estación semidestruida, Juan Carlos ha montado en acero una poesía escrita por él en 1977. Sobre las planchas de
aluminio se ha pintado con pintura acrílica usando plantillas de
vinilo. La disposición del texto en la fachada recuerda al aspecto
de los viejos telegramas. Antes de ser entregado a su destinatario,
del telégrafo salía impresa en una fina tira de papel el texto que el
operador se encargaba, en una suerte de collage, de cortar y pegar 02
para luego enviar al destinatario. GALGOS Y PALOMARES
Los horizontes y los cielos infinitos invitan en cualquiera de las
estaciones del año a dar largos paseos, solos o acompañados. Una
gélida tarde del 3 de enero del año 1993, Tino Pérez Decimavilla y sus galgos, Willy y Nuca, salieron a dar una vuelta por el camino del cementerio. Aquel paseo quedó registrado en una serie de
dos fotografías que son las que componen el mural colocado a la entrada del pueblo, en un lateral de las antiguas escuelas en la 03
carretera de Villada.
DISPAROS EN BLANCO Y NEGRO Más de tres décadas acumulando imágenes, dos de ellas, de la
Procesión de la Virgen del Amparo camino del pueblo, se instalan en los soportales de la ermita. San Isidro en volandas cuelga
en el pórtico de la iglesia de El Salvador y, en lo que fueron las
paredes comunes de una casa que ya no está, se coloca La alacena de una habitación hace años en ruinas, una Tormenta estival que
amenaza a unos obreros en un tejado y el Esqueleto de madera de
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la antigua estación. www.franjamelero.com
Boadilla de Rioseco es un núcleo rural muy pequeño, con apenas 150 habitantes. Lo que le diferencia de otros pueblos de España es una iniciativa artística que pretende evitar que pase desapercibido y que languidezca con el paso de los años. Los habitantes de la localidad palentina son los primeros espectadores privilegiados de un proyecto creado y financiado por los hermanos Francisco Javier y Juan Carlos Melero.
NAVE DE FIELES. Detalle de retablos. Con estampas religiosas hemos decidido
crear las cuatro obras que decoran los tres nichos y la puerta sur tapiados de esta enorme nave que es la iglesia de Santa María. Nuestro propósito es pedir que estos retablos, desde la calle,
iluminen a los que creen para que entiendan mejor a los que
crean. Desde ahora, día y noche, se verá un San José desconocido por su edad y con el niño muy pequeño en brazos delante de un 05
fondo hecho sólo con vírgenes. NAVE DE TOROS
Fachada recubierta parcialmente con lona microperforada.
Ya tiene casi treinta años pero con este lavado de cara alguien
pensará como nosotros. Que la Nueva Nave Nueve es un título
muy adecuado. Quien pase por la carretera podrá pensar muchas cosas, que es la sede de una nueva empresa de I+D+i, o que es
una nueva estrategia corporativa para engordar el ganado con
ecológicos modales o que unos grafiteros han dejado muy bonita 06
la nave de Simón Carriedo. NAVE DE GRANOS
Los niños y tu. Aluminio cepillado y facetado. Siluetas de unos hijos y su madre impresas en grises y negros. La ausencia del
color blanco deja ver el brillo y el reflejo del metal. Casi como
un espejo. Dependiendo de la incidencia de la luz, en cada hora del día se da un color diferente. Recomendamos la visión de los
silos en los atardeceres del verano. Los Silos se parecían bastante a las naves Apollo y de pequeños pensamos que llegaron y se 07
estacionaron a la entrada del pueblo para siempre. PLANETAS Y SATELITES
Durante un tiempo fuimos recopilando, por algunas de las grandes obras, viejos discos de radiales de diferentes tamaños. Los más
pequeños se han pintado con acrílicos y situados en el perímetro de lo que fue hasta hace poco una vaquería de donde salía la
leche que se suministraba a granel a muchos de los habitantes del pueblo. Los más grandes, de 2 y 1.6 metros de diametro se
situaran en la antigua casilla del guardarrailes del ferrocarril, 08
en deshuso desde hace casi 50 años. Números en gris obra ejecutada Números en rojo proyectos
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09 Las eras
10 Amanecer
11 Barrio del Juto
12 Las bodegas
13 Rios de tinta
14 La casilla del ferrocarril
15 Interior de San Salvador
16 Maderas aut贸ctonas www.franjamelero.com
17 Tapias caídas
18 Nieve en agosto
19 Cordón umbilical
20 El palomar
21 Tapia y horizonte
22 Anfitriones
23 Sacando los colores
24 Viaje de ida Números en gris obra ejecutada Números en rojo proyectos
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Juan Carlos y Francisco Javier Melero Madrid, 1958
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www.franjamelero.com
“Creemos que Boadilla de Rioseco podría servir como ejemplo de una nueva actividad económica que generaría empleo y difusión de la obra de otros artistas” Juan Carlos Melero “Nuestro apellido viene de este pueblo, es el lugar de nuestras raíces y de nuestra infancia. Estudiábamos en un internado y cuando veníamos en el verano, aquí descubríamos el mundo” JC. Melero “La reacción de la gente, la emoción y el entusiasmo que está despertando entre los vecinos, me ha hecho llorar. Hay cosas que no se cambian por dinero” JC. Melero “Nuestro propósito es convertir las calles de Boadilla en un gran espacio de arte sin horarios y sin puertas” FJ. Melero “Ahora el objetivo es que esta sala de exposicionesal aire libre siga creciendo con obras de otros artistas” JC Melero “Nos negamos a ver como un pueblo, del que guardamos tan bellos recuerdos, está cayendo en el anonimato y en la despoblación hasta llegar a desaparecer” JC. Melero “Esta es una forma de mostrar nuestro agradecimiento, rendir homenaje al pueblo y a nuestros antepasados” FJ. Melero “A pesar de la que está cayendo, las intervenciones las estamos realizando invirtiendo nuestro esfuerzo, nuestro tiempo y nuestros ahorros” JC. Melero “Nos preguntamos quién es más generoso ¿El que exhibe lo que hace, o el que cede sus paredes?” FJ. Melero “Hay que recuperar para el viajero apresurado el sosiego de los caminos de antes de las autopistas y el afán por llegar cuanto antes, olvidando que el trayecto es el verdadero viaje” FJ. Melero “Con lo gastado en los últimos años en los grandes templos del arte en España, se podrían hacer en la próximas décadas cientos de proyectos como este” JC. Melero
“
“
“Podríamos haber dado una vuelta al mundo, pero hemos preferido que el mundo se de una vuelta por aquí. De momento ya nos han visitado desde 74 paises” Francisco Javier Melero
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Llamada serena a detenerse
El arte es memoria viva en las calles de Boadilla de Rioseco Un pequeño pueblo castellano acoge una singular exposición de obras de arte en sus edificios, en una intervención de varios años que desarrollan los hermanos Francisco Javier y Juan Carlos Melero. Los 137 habitantes de la localidad palentina de Boadilla de Rioseco son los primeros espectadores privilegiados de un proyecto compuesto por 25 obras que quiere recuperar para el viajero apresurado el sosiego de los caminos de antes de las autopistas y el afán por llegar cuanto antes, olvidando que el trayecto es el verdadero viaje. Con los recuerdos de muchas vacaciones de verano a cuestas, los hermanos Francisco Javier y Juan Carlos Melero llevan desde 2010 desarrollando un proyecto de largo alcance en este pequeño pueblo. Primero, con la utilización de sus fachadas y edificios como monumentales escaparates de sus creaciones y las de artistas amigos. Los murales amplían las paredes y extienden la mirada desde los edificios y su pasado hacia el futuro. Un ejercicio de la imaginación que enlaza la memoria de unas paredes con la sugerencia del artista. Pero el proyecto tiene una segunda lectura, más ambiciosa y también más extrapolable a otros muchos lugares del campo castellano. Porque esta galería monumental es también una llamada serena a detenerse y disfrutar con un “paseo exclusivo y original”, como explican los hermanos Melero sobre sus intenciones. Hacer un alto en el camino y no dejar que sean las carreteras que cruzan el pueblo quienes decidan el destino. Es, pues, una forma potente y gráfica de poner en el mapa un lugar y sus habitantes con un doble efecto. Para los hermanos Melero, recuperar la memoria y sus recuerdos y para el viajero, llamar al espectador que lleva dentro y dejarse guiar por un nuevo camino. Antonio José Fernández/ hechosdehoy.com
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27 Detalle de La Memoria Compartida
28 El telegrama www.franjamelero.com
Duelo gráfico
El arte, y sólo el arte, como herramienta de acero para convencer al oponente Algo tiene la acción artística que proponen Juan Carlos y Javier Melero, hermanos unidos por lo consanguíneo y por su extrema pasión por aquello que tenga que ver con el diseño y el arte, de justa. De pelea o combate, a caballo y con lanza, o a bordo de un tanque, entendido, eso sí, en el sentido más positivo del término. Justa como torneo o juego en el que sus concursantes acreditan la destreza en el manejo de las armas. Se baten además, ambos Melero, en un territorio nada hostil a sus propias biografías. Boadilla de Rioseco, lugar que por poco no los vio nacer pero del que proviene parte de su familia. Pequeña población terracampina que, alejada del mundanal ruido que provoca la posmodernidad, no ha dudado un instante en acoger, acertadamente, la proposición de la pareja Melero. En ser capital de la primera justa artístico-familar. Un verdadero honor. En uno y otro sentido. El planteamiento, o modo de empleo del asunto, resulta de lo más sencillo. Cójase a dos hermanos cuya obra artística sea más que conocida en España y permítase que, dividiendo por la mitad un pueblo mediante una línea imaginaria, se enfrenten en una fraternal guerra, ésta sí, sin armas de destrucción masiva. El arte, y sólo el arte, como herramienta de acero para convencer al oponente. La verdad artística. Un argumento mejor que cualquier otro. Lo que aún no sé es cuándo cesarán estas hostilidades. Pero sí que tengo claro que sólo puede salir algo bueno de ella. Juan Carlos y Javier, Javier y Juan Carlos, los hermanos Melero, han dado buenas muestras de estar sobradamente preparados para este tipo de batallas. Calles, casas, iglesia, colmenares, bodegas, chozos y palomares. Ya puede ponerse a salvo el paisaje de Boadilla de esta contienda inminente. Aunque saldrá ganando si se deja conquistar por los dos bandos en ofensiva. La cruzada de los Melero está a punto de empezar y, de ella, sólo se puede salir mejorado, reconvertido en parte de una obra artística. Por eso hoy tiene Boadilla, más que nunca, vocación de museo cuyas venas multicolor se abrirán en caminos y paredes, al paso marcial de estos guerreros de buen corazón, o ‘guerrartesanos’, apellidados Melero y llamados Juan Carlos y Javier. Yo estoy deseando ver en qué acaba todo esto. Hasta dónde son capaces de llegar. Me temo lo mejor. Nunca contemplaremos una paz tan colorida y digna como con la que nos amenazan, con su inusual mirada, estos dos hermanos felizmente enfrentados en una guerra sin cuartel pero con pantonario. David Benedicte
29 Montaje Tarde de galgos
30 La procesión
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Por amor al arte (y a Boadilla)
Los hermanos Melero visten de arte las calles y recovecos de la pequeña localidad palentina de Boadilla de Rioseco, en un proyecto autofinanciado que esperan ir ampliando año a año con obras de otros artistas. Francisco Javier y Juan Carlos Melero nacieron en Madrid hace 52 años. Hermanos mellizos, hijos de madre soltera, pasaron su infancia entre las paredes de un internado del que sólo podían escapar en los meses de verano para refugiarse en el entorno de libertad que para ellos era la localidad natal de su madre, el pequeño municipio palentino de Boadilla de Rioseco. “Siempre ha sido nuestro pueblo, aunque no hayamos nacido allí”, apunta a Ical Juan Carlos. El tiempo ha pasado y los hermanos Melero son ahora dos veteranos diseñadores gráficos que, desde hace décadas, desarrollan su labor profesional en la empresa Franja Fotográfica. A lo largo de los años han organizado diversas exposiciones temporales en una sala habilitada por el Ayuntamiento local, en un intento de sacar a su pueblo del anonimato, pero fue hace cerca de diez años cuando empezó a cobrar forma un proyecto que hoy es ya una realidad. “Nuestra profesión tiene que ver con la intervención en grandes espacios, empezamos a pensar en hacer algo así en el pueblo, utilizando sus espacios para colgar determinadas obras. Nos pusimos en marcha, recibimos los permisos pertinentes sin problemas, y en la medida en que hemos dispuesto de recursos, porque detrás del proyecto no hay nadie más que nosotros, nos hemos permitido el lujo y el placer de colgar, decorar o intervenir algunas fachadas o calles del pueblo”, explica Juan Carlos. Con el objetivo de “convertir las calles de Boadilla en la sala de arte al aire libre más hermosa del mundo”, en palabras de Javier, el pasado mes de marzo los dos hermanos comenzaron a instalar en el municipio terracampino (que actualmente cuenta con 143 habitantes censados) diferentes piezas realizadas en aluminio, que este fin de semana explican por primera vez en persona a sus convecinos. En la tarde de mañana sábado, los dos ofrecerán “una especie de visita guiada” al mural ‘La memoria compartida’, un monumental mosaico integrado por 1.200 fotografías que recogen más de 3.000 rostros de los habitantes del pueblo paraguayo Santiago de las Misiones, con el cual Boadilla está hermanada desde 1996. La participación de ambos hermanos en la Ruta Quetzal de 1994, como periodista y fotógrafo respectivamente, les llevó por casualidad a hacer noche en el antiguo reducto jesuita. Tras aquel viaje, Javier regresó allí en seis ocasiones posteriores, promoviendo el hermanamiento y organizando las exposiciones ‘El río Sequillo’, que tuvo lugar en el enclave Latinoamericano, y ‘El río Paraguay’, organizada en Boadilla. Fruto de ambas muestras, a partir de las 21.30 horas se proyectará en las antiguas escuelas del municipio terracampino el audiovisual ‘La vida en el río Paraguay’. Seis obras, para empezar La primera fase del proyecto, ya concluida, incluye la instalación de las seis piezas que actualmente se pueden disfrutar en Boadilla de Rioseco. La primera que se contempla al acceder al pueblo por la carretera de Villada es ‘Tarde de galgos y palomares en Tierra de Campos’, una obra con la cual los hermanos Melero rinden un nostálgico homenaje a anuncios realizados sobre azulejo como los de Nitrato de Chile, que antaño presidían el acceso a tantos núcleos rurales españoles. “Los horizontes y los cielos infinitos invitan en cualquiera de las estaciones del año a dar largos paseos, solos o acompañados. Una tarde del mes de octubre del año 1992, Tino Pérez Decimavilla y sus galgos, Willy y Nuca, salieron a dar un paseo por el camino del cementerio. Aquel paseo quedó registrado en dos fotografías que son las que componen el mural, dedicado a sus padres, Marcelino y Faustina”, apunta Javier. En la vieja estación de tren, actualmente semiderruida, aparece ‘El telegrama’, otra de las piezas, que recoge en acero un poema escrito por Juan Carlos en 1977: “Abusa de esfuerzo y constancia, en lo que tu crees que vales, / y trata de encontrar los males, que alteren tu conciencia. / No quemes la corta existencia, en recordar tiempos fatales, / pues los hechos son pañales, que visten nuestra experiencia”. “La disposición del texto en la fachada recuerda al aspecto de los viejos telegramas. Antes de ser entregado a su destinatario, del telégrafo salía impresa en una fina tira de papel el texto que el operador se encargaba, en una suerte de collage, de cortar y pegar”, explica Javier.
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Las tres intervenciones restantes se engloban en la serie ‘Disparos en blanco y negro’, y se reparten en tres puntos del pueblo: los soportales de la ermita, la entrada a la Iglesia de El Salvador y la Plaza de Santa María. “Tras muchos años de acumular disparos en blanco y negro, Juan Carlos ha seleccionado seis para estamparlas sobre aluminio. Es como dar la vuelta a las paredes y confundir el interior con el exterior de las casas, las cosas y la calle”, asegura Javier. Juan Carlos, por su parte, explica que el origen de estas piezas es un archivo personal que han acumulado tras veinte años capturando con su cámara retratos, arquitectura e interiores de Boadilla. “De ese archivo pudo haber salido un libro que intentó censurar el antiguo alcalde del pueblo, y que iba a haber publicado la Diputación de Palencia. Parte de lo que no pudo ser impreso www.franjamelero.com
31 Montaje de la Virgen
32 El cristo de Velázquez
33 Preparación lienzo
en ese libro, hemos empezado a colgarlo en las calles”, apunta antes de aclarar que se trata de “fotografías que fuimos haciendo con mucho cariño con el paso de los años”. Con ellas, los hermanos intentan “darle la vuelta a algunas paredes de casas que, en muchos casos, se están abandonando o se han restaurado pero permanecen cerradas la mayor parte del año. Dan la sensación, al pasear por el pueblo, de que estás viendo una pared interior desde fuera”. Nuevas fases en proyecto A esas seis obras, disponibles para cuantos se acerquen a la localidad, se sumarán el próximo año otras tantas que ya han producido los hermanos Melero. Una de ellas es una instalación realizada ex profeso por el artista guatemalteco Alejandro Noriega, que se instalará el próximo año en la antigua estación. “Con el paso del tiempo, ojalá no ya los hermanos Melero, sino también otros artistas a los que nosotros tenemos acceso, puedan hacer cosas para ser colgadas sobre alguna fachada o en la calle de Boadilla”, apunta Juan Carlos. Entre los bocetos que barajan para septiembre de 2012, se incluyen intervenciones como ‘Veletas para unas bodegas en barbecho’, donde rendirán tributo a “uno de los rincones más mágicos de todo el perímetro del pueblo”, en palabras de Javier, si bien actualmente sólo quedan en pie algunas bodegas en el camino que llega hasta Villacarralón; y ‘Domando al viento en el camino de la fuente’, una escultura de gran tamaño, formada por planchas de aluminio serigrafiadas por ambas caras con los nombres de boadillanos y motivos vegetales y arqueológicos. Por el momento, el noroeste palentino ya ofrece un inmejorable ejemplo a otros pueblos que pugnan por no sucumbir víctimas de la despoblación. El arte es la herramienta que los hermanos Melero ofrecen para dinamizar la zona, en un proyecto autofinanciado para el cual no cuentan con ayuda económica de ninguna institución. “La reacción de la gente a esta primera fase, la emoción y el entusiasmo que está despertando entre los vecinos, a mí me ha hecho llorar. Hay cosas que no se cambian por dinero”, concluye Juan Carlos. I.C.A.L / elnortedecastilla.es
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En honor a la infancia
Los hermanos Melero cubren de arte las calles y edificios de Boadilla de Rioseco, municipio en el que veraneaban Los hermanos Francisco Javier y Juan Carlos Melero, nacidos en Madrid hace 52 años, están transformando las calles de Boadilla de Rioseco, de donde proceden sus apellidos y los recuerdos más bonitos de su infancia (es el municipio natal de su madre). «Allí, de pequeños, pasábamos los veranos», señalan los mellizos, que, sin financiación externa, están intentando sacar del anonimato a un pueblo que, con los años, «se está quedando vacío». Los hermanos Melero son ahora dos veteranos diseñadores gráficos que, desde hace décadas, desarrollan su labor profesional en la empresa Franja Fotográfica. A lo largo de los años han organizado exposiciones temporales en una sala habilitada por el Ayuntamiento de Boadilla, pero fue hace cerca de diez años cuando empezó a cobrar forma un proyecto que hoy es ya una realidad. «La intención de esta actuación es conseguir que los conductores que pasen por la P-905 y la P-930 hagan un alto en el camino para disfrutar de un paseo exclusivo y original. Con el objetivo de «convertir las calles de Boadilla en la sala de arte al aire libre más hermosa del mundo», en palabras de Javier, el pasado mes de marzo los dos hermanos comenzaron a instalar en el municipio de Tierra de Campos (que actualmente cuenta con 143 habitantes censados) diferentes piezas realizadas en aluminio, que este fin de semana explican por primera vez en persona a sus convecinos. En la tarde de hoy, ofrecerán los hermanos Melero «una especie de visita guiada» al mural ‘La memoria compartida’, un mosaico integrado por 1.200 fotografías que recogen más de 3.000 rostros de habitantes del pueblo paraguayo Santiago de las Misiones, con el cual Boadilla está hermanada desde 1996. Estas obras han sido instaladas en la primavera pasada en seis edificios del pueblo, entre ellos las escuelas viejas, la iglesia y la antigua estación de Feve. A esas seis obras, disponibles para cuantos se acerquen a la localidad, se sumarán el próximo año otras tantas que ya han producido los hermanos Melero. Una de ellas es una instalación realizada ex profeso por el artista guatemalteco Alejandro Noriega, que se instalará el próximo año en la antigua estación. Los hermanos Melero permanecen también en conversaciones con Luis Gordillo, pintor sevillano Premio Nacional de Artes Plásticas 1981, y considerado una de las principales figuras del arte abstracto en España, para que se sume al proyecto y realice una obra para la localidad. Santiago Rodríguez / ICAL. El norte de Castilla
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34 Planetas y satélites
35 Nave de vacas www.franjamelero.com
Arte en misión de rescate
Los hermanos Melero han convertido su pueblo, Boadilla de Rioseco, en una galería al aire libre para salvarlo del olvido La despoblación es uno de los grandes males que asola el entorno rural de Castilla y León. Poblaciones enteras desaparecen al fallecer sus habitantes o emigrar a las ciudades. Pero hay quien se rebela contra esta tendencia y lucha por conservar estas pequeñas joyas del patrimonio castellano y leonés. En este caso el terreno elegido para librar la batalla contra el olvido es Boadilla de Rioseco, en plena Tierra de Campos palentina, y como arma, el arte. En el bando defensor se encuentran los hermanos Melero, Francisco Javier y Juan Carlos, dos «guerrartesanos», como ellos se definen, que no se resignan. La estrategia de estos dos hermanos es tan novedosa como envidiable. Han convertido el pueblo en una galería de arte con obras realizadas por ellos mismos, expuestas en las paredes de la estación, la iglesia, casas, bodegas, chozos y palomares. «Nos duele ver como un pueblo del que guardamos tantísimos bellos recuerdos cae en el anonimato hasta desaparecer», relata Francisco Javier, «Veníamos todos los veranos de pequeños. Esta es una forma de rendir homenaje al pueblo». Los hermanos Melero cuentan con una larga trayectoria en arte público. Son los autores de otras intervenciones, como las del Metro de Madrid, los aerogeneradores de Fuendetodos y la decoración de las márgenes de alguna autopista. La idea, insisten, es «conseguir que los conductores que pasen por la P-905 y la P-930 hagan un alto para disfrutar de un paseo». El concepto de la exposición, es dar «la vuelta a los muros» y enseñar en el exterior un interior que poco a poco se va quedando vacío. «Estamos realizando esto casi casi sin ayuda institucional, invirtiendo nuestro esfuerzo, nuestro tiempo y en parte nuestros ahorros personales», lamenta Francisco. Aunque pronto esperan tener ayuda y colaboradores. Valgan como ejemplo los montajes «Fotos en B/N», para el que Juan Carlos ha colgado en los soportales de la ermita, en el de la iglesia de El Salvador y en lo que fueron las paredes comunes de una casa que ya no está, unas fotografías tomadas de su archivo e impresas en planchas de aluminio. «Tarde de galgos y palomares» da la bienvenida a Boadilla. Se trata de dos fotos en las que se muestra a uno de los artistas disfrutando de un paseo con dos galgos, Willy y Nuca, y el paisaje de Tierra de Campos dando contexto. Futuro internacional La pieza central del proyecto es el montaje «La memoria compartida» un collage realizado con más de 1.200 fotografías de los habitantes de Santiago de Misiones, un pueblo de Paraguay con el que Boadilla está hermanado desde 1996. Más de 3.000 santiagueños están presentes en el mosaico. «Dice el bolero, la distancia no tiene por qué ser olvido, pero miente», explica Javier, «Para eso está la memoria, siempre compartida». Esta conexión con el pueblo paraguayo le da una dimensión internacional al proyecto que cuenta con tres fases. La primera fue la inaugurada el pasado día 14 con las obras de los hermanos. En 2011 y en 2012 se procederá a nuevas inauguraciones y montajes. «Pretendemos superar las 20 instalaciones y contar con más artistas, muchos de ellos sudamericanos», especifican. Si todo sigue el plan de los Melero, en apenas dos años Boadilla se convertirá en la mayor galería de arte al aire libre de Tierra de Campos. Samuel San José / abc.es
36 Nave de grano
37 Disparos en blanco y negro
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El arte toma Boadilla de Rioseco
Nueva fase del proyecto de Juan Carlos y Francisco Javier Melero Boadilla de Rioseco Arte es un proyecto de recuperación del entorno rural a través del arte gráfico contemporáneo, promovido por Franja Fotográfica, S.L. bajo la dirección de los hermanos Juan Carlos y Francisco Javier Melero. La segunda fase del proceso de «dar la vuelta a las calles, las cosas y las casas -esta vez naves- de la localidad», que estos hermanos sienten suya aunque no hayan nacido en ella -sí su madre-, ha concluido este verano. Con estampas religiosas se han creado las cuatro imágenes que pueden verse en los tres nichos y la puerta sur tapiados de la iglesia de Santa María. «El propósito es pedir que estos retablos, desde la calle, iluminen a los que creen para que entiendan mejor a los que crean», explican los hermanos Melero. Se ve un San José con el niño muy pequeño en brazos con un fondo hecho sólo con Vírgenes. También la cara de la Virgen y la del Niño Jesús, que proceden del mismo grabado, compuestas con un mosaico de santos y santas respectivamente. En la gran puerta tapiada, en la calle de La Culebra, se ha situado el Cristo de Velázquez. Además, tres naves de uso agrícola y ganadero han sido objeto de intervención. La de la familia Carriedo luce como recién pintada. «Alguien pensó que los muchachos de SR Soluciones Gráficas trabajan con pinceles subidos en una gran grúa y no con modernas herramientas para fijar nuestra obra en la pared. Impreso en una lona microperforada hemos querido traer a nuestro pueblo parte del trabajo de la carretera M-503 de Boadilla del Monte en Madrid», comentan estos diseñadores gráficos que subrayan que «ya tiene casi 30 años, pero con este lavado de cara habrá quien piense como nosotros, que la Nueva Nave Nueve es un título muy adecuado. También otras muchas cosas, que es la sede de una nueva empresa de I+D+i, que es una nueva estrategia corporativa para engordar el ganado con ecológicos modales o que unos grafiteros han dejado muy bonita la nave de Simón...». Conocidos popularmente por Los Silos, estas cuatro naves construidas a principios de los años 70 del siglo pasado «a nosotros siempre nos parecieron naves Apollo que se estacionaron a la entrada del pueblo para siempre». Allí están Los niños y tú, aluminio cepillado y facetado. Dicho de otra manera, «grandes siluetas de unos hijos y su madre impresas en gris y negro. La ausencia del color blanco deja ver el brillo y el reflejo del metal. Casi como un espejo. Dependiendo de la incidencia de la luz, en cada hora del día se da un color diferente. Recomendamos la visión de Los Silos en los atardeceres del verano». Viniendo de Villalón es otra intervención más con esa idea de dar la vuelta a las calles, a las cosas, a las casas y a otra nave de uso agrícola. «Corrían años de ayudas de Europa y a nuestro pueblo llegó una nueva manera de construir. Nuevos templos para nuevos tiempos. Hoy son magníficas paredes que a nosotros muchas veces nos parece que nos están pidiendo un poco más de atención. Un pequeño gesto a cambio de un nuevo interés por cambiar el aspecto e interés por Boadilla de Rioseco». La nave de la familia Cuevas es «uno de los mejores lienzos» que el viajero tiene cuando llega a Boadilla por la carretera de Villalón. «Desde varios kilómetros de distancia ya se ve que hay algo especial que decora lo que parece solo una gran valla publicitaria. Aconsejamos aparcar al lado y ver las otras paredes de la nave, que también están intervenidas». Por último, decir que Juan Carlos y Francisco Javier Melero tienen preparada otra intervención para 2012, una instalación con 2.012 nombres de personas ligadas a Boadilla. Diario Palentino / diariopalentino.es
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38 Patio interior
39 Camino de la fuente www.franjamelero.com
Arte en Tierra de Campos
Los hermanos Melero promocionan seis trabajos con metal y aluminio en Boadilla de Rioseco «Nuestro apellido viene de este pueblo, es el lugar de nuestras raíces y de nuestra infancia. Estudiábamos en un internado y cuando veníamos aquí descubríamos el mundo», así de nostálgico se muestra el diseñador gráfico Juan Carlos Melero, uno de los hermanos que han transformado la localidad palentina de Boadilla de Rioseco en un lugar en el que detenerse a su paso. Juan Carlos y Javier Melero han colocado por todo el pueblo un total de seis obras, de las cuales cinco están hechas sobre aluminio y una sobre placas de metal. El recorrido comienza en las escuelas del municipio, con un cartel en el que aparece el nombre de la localidad con una simulación de azulejo. La segunda parada transcurre en un edificio de paredes grises y oscuras, que se ha visto adornado por un mural en el que Javier Melero ha mezclado un total de 1.200 fotografías de sus seis viajes a Paraguay, en concreto del pueblo hermanado con Boadilla de Rioseco desde 1996, Santiago de Misiones. La obra lleva por título ‘Memoria compartida’, y en ella aparecen más de 3.000 santiagueños. El propósito con el que comenzó el autor este proyecto fue el de «dejar una herencia al futuro de quienes, a muchos kilómetros de mi casa, me abrieron las puertas de la suya», añade Javier Melero. Juego de luces y sombras La ruta sigue, y las tres siguientes paradas transcurren entre dos viviendas y una ermita en las que varias fotos del archivo fotográfico que han mantenido los hermanos Melero a lo largo de los últimos 25 años adornan las fachadas siguiendo la serie ‘Disparos en blanco y negro’, en la que juegan con las luces y las sombras. La última obra está ubicada en la antigua estación, y está compuesta con varias planchas de metal, en las que está plasmada una poesía del fotógrafo y diseñador gráfico Juan Carlos Melero. «Las planchas salieron hace siete meses de una estación en uso del metro de Madrid», indica el autor Juan Carlos Melero. Los vecinos de la localidad se muestran contentos por esta iniciativa, que los autores explicaron mediante una conferencia, en la tarde de ayer. Sandra Ramos / El norte de Castilla
40 Balsa regadio
41 Ojo chapin
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Es un núcleo rural de apenas 150 habitantes, que se ha convertido en un escaparate del incontenible furor artístico que caracteriza a dos hermanos. Estación, calles, casas, iglesia, colmenares, bodegas, chozos y palomares han sido ‘tuneados’ para que un pueblo medio perdido de Tierra de Campos se convierta en parada obligatoria de todo viajero dispuesto a disfrutar de algo tan bello como original. ¡Ojalá cunda el ejemplo!