Cultura en acción La cultura de imaginar un Chile mejor
BOLETÍN INTERNO N°4
octuBRE 2010
Especial libros
Opinión,desafíos y novedades editoriales
ENTREVISTA:
Gonzalo Martin De Marco
subdirector DEL CONSEJO DE LA CULTURA "Tengo la convicción de que mi experiencia puede ser un gran aporte”
POR KAREN OPITZ
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omo una gran responsabilidad que lo llena de alegría, así calificó su nombramiento como Subdirector del Consejo de la Cultura, Gonzalo Martin. Hasta la fecha, se desempeñaba como Jefe de Administración del Gabinete, desde donde pudo conocer el funcionamiento del Consejo, asumiendo responsabilidades administrativas y otras ligadas a los distintos equipos de trabajo que lo conforman. Recuerda que la primera tarea que le encargó el Ministro fue nada menos que pagar la deuda de 3 millones de dólares que el Consejo tenía con sus proveedores. Un desafío que cumplió con creces, en menos de seis meses logró sacar a la Institución de Dicom, por lo que es considerado pieza clave en la repactación de las deudas y el orden que se aplicó a los procesos de pago del Consejo. A esta compleja tarea sumó una más relacionada con el ámbito cultural. Diseñó, a partir del presupuesto vigente, el Programa de Apoyo a la Reconstrucción del Patrimonio, a través del cual el Consejo va a contribuir con 900 millones de pesos a levantar nueve edificaciones que resultaron con graves daños producto del terremoto del 27 de febrero pasado. Esos meses en el Gabinete fueron fundamentales para interiorizarse del funcionamiento de la Institución: “A medida que va pasando el tiempo me he ido, no sólo comprometiendo con este proyecto, sino que encantando del rol social que el Consejo cumple en el fomento de la cultura”.
SU FUTURO EN EL CONSEJO
Con 39 años, Gonzalo Martin, es casado, estudió en el Colegio Sagrados Corazones de Manquehue e ingeniería comercial en la Universidad Finis Terrae. Tiene una destacada trayectoria laboral en el sector privado, donde ha ocupado puestos gerenciales en importantes empresas, en las que lideró la implementación de soluciones tecnológicas para el mercado financiero.
A menos de un mes de haber asumido la Subdirección del Consejo de la Cultura, Gonzalo Martin entrega las grandes líneas que guiarán su gestión.
El Subdirector cuenta que siempre ha trabajado en tareas administrativas, manejando grandes equipos de trabajo y a cargo de complejas propuestas de modernización. También, desarrolló proyectos para organizaciones pertenecientes al mercado tecnológico como: Nasdaq y Unisys Corporation. Se desempeñó
en ACI Worldwide como gerente comercial de la Costa Pacífico de Latinoamérica y trabajó en Perú, Argentina, Brasil, Ecuador y Estados Unidos. Además, ha sido gestor y fundador de diversas empresas locales de servicios. El Consejo de la Cultura es su primera experiencia en el sector público, por eso no duda en confesar cuánto le impresionó lo atrasada que estaba la Institución en algunos aspectos. Según él, el Consejo es una organización joven que ha crecido muy rápido y que por lo mismo, se descuidaron temas relacionados con el orden administrativo. Sin embargo, luego de visitar el Ministerio de Cultura en Brasilia y conocer a fondo como opera esta moderna repartición, se convenció de que es posible actualizar el servicio público. Y se lo propuso como meta: “Me siento muy cómodo en el Consejo, hay tanto por hacer que me alegra estar trabajando en una organización que representa un gran desafío. La verdad es que estoy convencido de que mi experiencia puede ser un gran aporte”. Gonzalo Martin se destaca por su capacidad para liderar equipos, aplicar mejoras administrativas e implementar sistemas basados en tecnología de punta. Por eso entre las metas que el Ministro de Cultura le asignó está encabezar la modernización administrativa del servicio y establecer protocolos de administración regulares. “Los proyectos son, en primer lugar, terminar de ordenar las cuentas y pagos a proveedores, lo cual ya está muy avanzado. Para luego comenzar con una etapa de modernización que tiene como objeto mejorar la calidad de los servicios que entregamos a creadores y artistas, por un lado, y a quienes consumen cultura, por otro”. A esto se suma, el desarrollo de un innovador programa que permitirá a los sectores de medianos y bajos ingresos acceder a bienes culturales a través de la creación de leyes que subsidien la demanda. “Estamos viviendo una adolescencia que busca consolidarse en una adultez madura y ordenada”. Una situación que según Gonzalo Martin se refleja en la institucionalidad actual del Consejo por lo que el Gobierno está buscando caminos de mediano plazo para convertirlo en Ministerio. Para que esto sea realidad, el Subdirector hace un llamado a todos los funcionarios a confiar en esta administración, ya que “el trabajo de cada uno de nosotros es fundamental para que esta institución crezca”. CC
CULTURA PARA CULTURA: Ediciones Cultura Las primeras páginas de una gran biblioteca Dos grandes catálogos de fotografía y artes visuales, además de un libro Bicentenario son las primeras publicaciones de Ediciones Cultura. Una iniciativa que lidera el Departamento de Comunicaciones, y que tiene como objetivo potenciar los textos e investigaciones que realiza el Consejo, así como, posicionar la institución como un actor fundamental en la reflexión sobre el desarrollo cultural del país. por paola pino
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asualidad o no, el primer gran libro que edita Ediciones Cultura es sobre niños. Una iniciativa que recién comienza a tomar forma y que tiene como objetivo posicionar al Consejo como un referente en cuanto a la generación de contenidos y la reflexión sobre el desarrollo cultural del país. Magdalena Aninat, jefe del Departamento de Comunicaciones, líderes de este proyecto, explica que “en la discusión sobre la sobrevivencia del libro de papel en la era digital, lo importante sigue siendo el contenido. Y en este ámbito, el Consejo de la Cultura tiene un rol fundamental. Queremos impulsar y realizar publicaciones de temáticas relacionadas con la misión del Consejo y sus políticas culturales, y al mismo tiempo, apoyar publicaciones sectoriales”.
la Cultura serán celebrados con un libro catálogo que da testimonio del impulso que ha dado el Gobierno al fomento de la creación de las artes visuales a través de los Fondos Cultura, la celebración del Día Nacional de las artes visuales, talleres regionales y otras iniciativas que tienen como objetivo el fomento de la creación y la llegada de estos bienes culturales a todos los chilenos.
Además del contenido editorial, estas ediciones se han propuesto tener una identidad en cuanto al diseño. Ignacio Poblete, director de arte del Departamento de Comunicaciones, explica que se trata de una iniciativa integradora desde el punto de vista editorial ya que el aporte desde Comunicaciones puede ser a nivel de dirección, seguimiento o diseño propiamente tal: “En esta tarea es importante mejorar el levantamiento de licitaciones para impresión y diseño de libros, un cambio que queremos implementar a contar del próximo año.”
En su corta vida esta colección ha itinerado por más de diez ciudades a lo largo el país, y pretende seguir haciéndolo en un afán por difundir y crear nuevas audiencias para las artes visuales. En este contexto este libro catálogo es un documento que permite difundir el trabajo de los artistas nacionales.
Ediciones Cultura debuta en grande con ¿Por qué Chile es Chile?, un libro que nace de la pregunta por nuestra identidad. Un tema tan abstracto y complejo que se decidió abarcar desde dos perspectivas tan opuestas como los ensayos de 23 Premios Nacionales y los dibujos de niños de todo el país que participan en el programa de Escuelas Artísticas. El resultado es como dice Margot Loyola, en su ensayo, un país que es “uno por fuera, miles por dentro”. Un texto en el que, según su editora Magdalena Aninat, se mezclan:“ Las imágenes fragmentadas de niños y expertos nos devuelven un espejo cultural ante el cual es posible ver nuestro reflejo y vislumbrar, que más que diferencias, existen profundas relaciones y preocupaciones comunes entre los múltiples chiles que conmemoran el Bicentenario”. En cuanto al diseño, Ignacio Poblete, agrega: “Este libro forma parte de un proyecto mayor, el Mural Bicentenario. Tomando el antecedente de los volantines, concebí un formato cuadrado e incluí los dibujos de los niños impresos sobre una materialidad similar al volantín”. El libro está impreso en papel sustentable.
LAS ARTES VISUALES
El Bicentenario no ha sido el único pretexto que ha tenido Ediciones Cultura para celebrar y publicar. Los quince años de vida de la Colección del Consejo de
El libro recopila en un innovador diseño las 119 obras que componen esta colección pionera, en tanto es el primer conjunto de obras contemporáneas que pertenecen al Estado Chileno, y cuyo origen está ligado a las donaciones de más de 100 creadores nacionales e internacionales que han expuesto en la Galería Gabriela Mistral del Consejo de la Cultura desde el año 1995. Su origen demuestra la importancia de generar alianzas entre los creadores y el Estado para potenciar el crecimiento, desarrollo y fortalecimiento de las artes visuales en el país.
FOTOGRAFIA EN CULTURA Durante la última versión de la feria de Arte Contemporáneo Chaco, el Consejo de la Cultura lanzó el libro catálogo 01/02 que reúne las imágenes de once fotógrafos chilenos de vasta trayectoria. Es imposible catalogar o clasificar estas obras bajo un mismo criterio que no sea el momento en el que fueron realizadas, todas ellas representan el quehacer contemporáneo. Un presente en que la fotografía ha liderado la incorporación de nuevas tecnologías y en el que la intervención del fotógrafo ha ido más allá del instante mismo de la toma. El paso que la fotografía ha dado desde ser considerada un documento testimonial a transformarse en un soporte para la experimentación y la creación artística, justifica la realización de propuestas editoriales como este libro que reúne una serie “retratos nacionales” que permiten armar una imagen país a nivel de creación. En sus páginas es posible re conocer la mirada que nuestros fotógrafos le dan al Chile actual, uno de los desafíos que se impuso Ediciones Cultura.CC
PASADO Y PRESENTE DEL LIBRO EN CHILE
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En este especial del libro quisimos adentrarnos en sus orígenes, ver cómo se desarrolla en Chile, cómo se involucra el Estado y el Consejo de la Cultura en su gestión, y cómo hoy estamos empeñados en fomentar la lectura, y adaptarnos a los desafíos que la tecnología impone al texto escrito.
adie duda de la importancia del libro en el desarrollo de las personas, los pueblos y las naciones. Desde los tiempos de los papiros, pergaminos y finalmente códices (lo más cercano al libro que hoy conocemos), la palabra escrita ha sido un elemento central y absoluto en las mayores transformaciones religiosas, culturales, sociales y políticas en la historia del ser humano. Los textos nos han acompañado durante los últimos 2.500 años. Durante este tiempo han sido los principales encargados de transmitir y resguardar el conocimiento humano. Los descubrimientos, las percepciones, ideas y sueños que por generaciones han ido alimentando la inconmensurable biblioteca universal. A través de la historia, el poder de la palabra escrita ha hecho caer a grandes imperios, ha divulgado secretos que se querían ocultar y también ha provocado la persecución de osados autores. Hay libros que han llegado a costar la vida de quienes los han escrito y la de otros tantos por tan sólo leerlos. Incluso, han llegando a existir, durante distintos períodos, largas listas de libros prohibidos como lo refleja Umberto Eco en El nombre de la rosa. Pero, ésta es sólo una dimensión del poder del libro. Además de ser la principal fuente de conocimiento y saber, el libro es también portador de la belleza que pueden alcanzar la imaginación y sensibilidad que tantos creadores han plasmado en las páginas de sus obras. Quizás esta es la dimensión más importante y trascendente de este artefacto, como diría el poeta Nicanor Parra. A nuestro país el libro llega a través de los conquistadores españoles. El primero en llegar fue traído por el secretario de Pedro de Valdivia, De Regimini Principium, de Tomás de Aquino. Si bien, podríamos decir que el libro tiene una aparición temprana en nuestra tierra, la realidad es que la Capitanía General de Chile, fue uno de los últimos territorios de las
POR LUCAS LECAROS
“Américas” en contar con su propia imprenta que llegó recién en 1812. Es decir, contamos con esta fundamental herramienta desde hace apenas 198 años, mientras que Perú tiene una desde el año 1581. Pero esta situación inicial fue rápidamente revertida. Es así que a la vuelta de 100 años, en las primeras décadas del siglo XX, Chile desarrolló una emprendedora industria editorial nacional, al mismo tiempo que una gran cantidad de autores comenzaban a destacarse tanto en el ámbito nacional como internacional. Vicente García-Huidobro, Gabriela Mistral y Pablo Neruda, como los principales autores y representantes de un talento poético pocas veces visto en un mismo territorio.
UN TEMA DE ESTADO El desarrollo editorial estuvo ligado a un sostenido proyecto educativo nacional. En el cual el hábito lector ocupó el centro de la preocupación de quienes lo impulsaban. El objetivo de convertir a Chile en un país de lectores tiene sus antecedentes a mediados del siglo XIX, con nombres como José Victorino Lastarria, Andrés Bello y Domingo Faustino Sarmiento. Desde esa fecha hasta hoy, ha existido conciencia respecto a la necesidad de impulsar la educación, el fomento lector y a una sólida industria editorial. Esta conciencia pública se concreta en una política de Estado cuando en 1993 se crea, al interior de la División de Cultura del Ministerio de Educación, el Consejo Nacional del Libro y la Lectura, con un fondo especial con el objetivo de apoyar todos los eslabones de la cadena del libro. Desde entonces este fondo se ha preocupado fundamentalmente de abrir concursos públicos para apoyar proyectos que contemplan los distintos ámbitos del mundo del libro y la lectura, ya sean becas para crear obras, publicación de libros y revistas, bibliotecas comunitarias y proyectos de fomento lector. Más allá de lo anecdótico que puedan resultar los publicitados estudios y encuestas en donde queda de manifiesta la pobre comprensión lectora
nacional, es un hecho que los índices nacionales de consumo de libros dejan mucho que desear. Ocupamos los últimos lugares de Iberoamérica en lectura. La venta de libros en Chile es tan baja que el 50% de las comunas del país ni siquiera cuentan con una librería. Y un éxito de ventas o best seller, se logra con la venta de menos de 1.000 ejemplares. Por otro lado, la discusión sobre la conveniencia de quitar el 19% del IVA se ha prolongado por años sin llegar a una conclusión que termine de zanjar los beneficios de una medida como esta. Haciéndose eco de esta triste realidad, el Estado llamo la atención sobre la necesidad de incluir dentro de la Política Nacional del Libro un Plan Nacional de Fomento de la Lectura. El mandato recayó en el Consejo Nacional de la Cultura, y es uno de los compromisos que la actual administración ha asumido con renovada fuerza y empuje. Hoy es casi un lugar común decir que la tecnología no da respiro frente a las actualizaciones y apariciones de nuevos aparatos que nos conectan con más y más contenidos. El libro y la lectura no están ajenos a ellos y hoy se encuentran frente a una masividad e inmediatez nunca antes vista. Es posible que tengamos que quitarnos de la cabeza la imagen del libro como un conjunto de hojas impresas, unidas entre ellas, con tapa y solapa. El arribo del e-book y los tablets es una realidad a la que los nuevos lectores deberán hacer frente. Y puede ser que más allá de decidir entre uno u otro dispositivo, debamos detenernos a reflexionar y preguntarnos sobre los nuevos lectores de este futuro que ya llegó; y de qué manera las ideas, los sueños y fantasías literarias nos llegarán en este nuevo horizonte para el libro.
LA GRAN VITRINA
En este desafío por fomentar la lectura el Consejo Nacional de la Cultura no podía estar ausente de la gran vitrina literaria del país, la próxima Feria Internacional del Libro de Santiago que se realizará entre el sábado 30 de octubre y el día domingo 14 de noviembre. Dedicada al Bicentenario, la Feria tiene una convocatoria anual de unas 250.000 personas. Este año el Consejo del Libro y la Lectura tendrá un stand con información acerca de sus fondos concursables y la exhibición de libros que han recibido el apoyo de los fondos para su realización. Otras instancias en las que participará el Consejo serán las presentaciones del Ballet Folclórico Nacional, Bafona y la Orquesta de Cámara de Chile. CC
OPINIÓN: Valoremos los libros y la lectura
PABLO DITTBORN MIEMBRO DIRECTORIO Consejo de Cultura
Siempre se ha dicho que aquellos que prestan un libro, pierden al libro y a su amigo, ya que el primero nunca vuelve. El dicho básicamente tiene que ver con el bajo valor que para un vasto sector de la sociedad chilena tienen los libros. Los encuentran caros, y no necesariamente porque lo sean, sino porque no han aprendido a valorarlos. También muchos, pudiendo comprarlos, tienen el mal gusto de leer libros prestados por personas y no por bibliotecas. Otro síntoma de este fenómeno es la Ley que obliga a los editores a entregar gratuitamente 15 ejemplares de la primera edición de cada libro a la DIBAM. Esta antigua reglamentación es bastante absurda, tanto desde el punto de vista de las editoriales como de las bibliotecas. Los fabricantes de alimento no entregan gratuitamente nada a ningún organismo encargado de la alimentación de los ciudadanos carenciados. Entonces me pregunto ¿Por qué los editores sí? En circunstancias de que es el Estado, las Municipalidades y las Universidades los responsables de tener bibliotecas. Hoy gracias a la impresión digital, un editor puede, y de hecho lo hace, imprimir 100 ejemplares de un libro de baja demanda, pero aún así se verá obligado a entregar gratis el 15% de su producción a la DIBAM. Esto es absolutamente expropiatorio, injusto e improcedente. Debemos terminar con esta práctica dando el ejemplo desde el Estado y estableciendo claramente que surtir a las bibliotecas es una obligación de política
pública, mientras que las bibliotecas universitarias deben ser surtidas por las Universidades y no por las fotocopiadoras. Los suecos tienen el doble de bibliotecas públicas que nosotros con la mitad de la población. Sólo si igualamos sus niveles habremos dado un paso enorme en el desarrollo de la industria del libro en Chile, en el crecimiento del mercado lector, en la igualdad de oportunidades para acceder a la lectura y en la derrota a la piratería. Una red de bibliotecas públicas sería sin duda un gran comprador de libros, lo que generaría un crecimiento de la demanda, con la consiguiente disminución de costos y precios e incorporaría nuevos lectores con una velocidad inusitada, la misma velocidad con que desaparecerían los piratas y los llorones. Prueba de esto son las exitosas Bibliometro, que existen en algunas estaciones del Metro de Santiago (y ojalá que a futuro estén en todas).Con medidas como éstas, nuestros libros podrían acceder a los mercados internacionales a precios competitivos y los autores locales podrían ser conocidos y leídos en grandes mercados en los que hoy compiten de manera desventajosa producto de su escasa distribución y su alto precio de venta. Hagamos propuestas a las autoridades que nos obliguen en forma creativa y responsable a buscar soluciones y no privilegios o excepciones frente a otras industrias, porque de lo contrario, la tumba será de los libros y el asilo, la televisión.CC
NUESTRA GENTE: NUEVAS JEFATURAS Por fernanda villavicencio FELIPE MONTERO MORALES JEFE DEPARTAMENTO
CONSTANZA GUELL DE ANDRACA JEFA UNIDAD
JURÍDICO
DE ASUNTOS INTERNACIONALES
PROFESIÓN:
PROFESIÓN: Licenciada en Estética, Universidad Católica. Gestora Cultural.
Abogado, Universidad de Chile. Postgrado en "Gestión Estratégica de Organizaciones y Empresas Asociativas". Universidad de Chile.
EDAD: 32 años
EDAD: 43 años
A los 12 años quería ser bailarina. Practicó danza contemporánea y otras disciplinas hasta que a los 18 decidió que no era artista. “Comprendí que me interesaba más la teoría que la práctica, por eso estudié Estética, Filosofía e Historia del Arte. De ahí llegué a la gestión cultural y luego a la curatoría de arte contemporáneo”. Gran parte de su infancia la pasó en Estados Unidos. Luego de diez años como gestora cultural dijo sí a la invitación del Ministro CruzCoke, en parte para explorar el servicio público “pero sobre todo para trabajar por mi país y su desarrollo cultural, para formar parte de esta institucionalidad cultural tan joven que uno desde el mundo privado criticaba tanto”. No se arrepiente. Tiene tantas ganas como proyectos. Entre ellos instalar Mesas de Trabajo para internacionalizar cada disciplina, “es cierto que ya se había avanzado algo, pero es necesario que el Consejo asuma mayor liderazgo”. Para Constanza es fundamental que los esfuerzos que se estaban haciendo desde distintas instituciones converjan para llevar al extranjero una sola gran imagen país. Otras de sus prioridades es mejorar y potenciar los lazos con la DIRAC de Cancillería y acercar a la Unidad de Asuntos Internacionales a las Secretarías Ejecutivas y Áreas Artísticas del Consejo, para conocer sus necesidades e ideas y evaluar proyectos. “Nos llegan propuestas que prefiero sean evaluadas por los expertos primero, para luego ver juntos si es factible levantarlos inter-institucionalmente”. Tres líneas de acción orientan su trabajo. Política Exterior, que continúa el trabajo que se estaba haciendo; Relaciones Diplomáticas, que suma a la política exterior la interacción con agregados culturales y diplomáticos; y Proyectos Internacionales, que busca apoyar a las Secretarías y Áreas del Consejo para exportar productos culturales y manifestaciones artísticas a ferias, bienales y encuentros, además de instalarlos en mercados internacionales. En este contexto, también se está trabajando en invitar a los creadores extranjeros a que produzcan sus trabajos en Chile de manera de fortalecer las industrias culturales locales y generar transferencia de conocimientos. Además del programa “Agentes Culturales” que consiste en potenciar y apoyar a los chilenos vinculados a la Cultura que viven fuera del país. CC
Llegó marzo y cambio de mando. Convencido de que se iba, Felipe Montero preparó documento de traspaso para la nueva autoridad, sin embargo es el único Jefe de Departamento que se mantiene en su cargo y, entre sorprendido y optimista, cree que en gran parte se debe a que “hemos seguido trabajando como si no hubiese habido cambio de autoridad porque la nuestra es una labor de soporte que se sustenta en lo jurídico y eso permanece”. Está convencido de que sin el gran equipo que conforma el Departamento su labor sería muy difícil. En estos meses ha seguido desarrollando sus proyectos y anhelos jurídicos para la institución, compartiendo con su equipo logros y desafíos, y terminando un Magíster que le permite dar rienda suelta a su inclinación oculta: la literatura. Comenzó estudiando Filosofía pero luego se cambió a Derecho. En 2005 llegó al Consejo de la Cultura, recuerda que entonces “éramos cuatro abogados con el reto de instalar y desarrollar un Departamento Jurídico cuyo principal desafío, en ese entonces, fue crear el instrumental para lograr aplicar la Ley de Compras Públicas en el Servicio, considerando que buena parte de nuestros proveedores eran y son del mundo artístico y, por lo tanto, bastante informales para contratar con el Sector Público”. Asumió la jefatura en enero de 2009 y con su equipo comparte la responsabilidad de levantar dos proyectos que en este momento son prioridad. “Nos urge desarrollar los aspectos jurídicos a nivel regional, por eso creamos una Unidad de Regiones al interior del Departamento bajo una lógica de intervención zonal y con abogados en cuatro de las ciudades con más movimiento, considerando especialmente el volumen de proyectos de los fondos de cultura: La Serena, Región Metropolitana, Biobío y Los Lagos, para dar soporte jurídico a las Direcciones Regionales”. Su objetivo es que la institución llegue a contar con un abogado por región. Otro de los logros de su Departamento ha sido la creación de la Unidad de Transparencia y Probidad Administrativa: “Lo que respecta a la aplicación de ley de Transparencia estaba de alguna manera desperdigado. Nuestro Departamento asumió el tema y hemos tenido alcances institucionales amplios”. Sin más nos invita a visitar www.consejodelacultura.cl/transparenciaactiva. Y de su afición por la literatura esperamos saber pronto…CC
DE SUR A NORTE: Por Manuel Villar
MAURICIO QUERCIA Director del Consejo de la Cultura Aysén
Mauricio Quercia Martinic nació en el seno de una familia habitada por los duendes de la cultura y el arte. “El diseño, el cine, la fotografía, el teatro, la danza, la arquitectura y la escultura son hoy parte de nuestros oficios y devociones”, dice evocando a su familia. Casado con Verónica Raty y padre de tres hijos de 24, 17 y 14 años, Mauricio Quercia nació en Recoleta, estudió y vivió en Providencia, pasó sus vacaciones en Colchagua y el Biobío, estudió arquitectura en Valparaíso, para radicarse finalmente en la Patagonia. De Aysén y la Patagonia, la región más austral del Cono Sur, y de sus características geográficas y sociales emanan sus motivaciones: “Es recóndita, y mucho de ella, sus dones y dotes, aún permanecen ocultos. En la profundidad de la región existe un patrimonio cultural de gran valor que es necesario relevar y rescatar para convertirlo en motor y sustento de calidad de vida de sus propios cultores. Y en esa dirección vamos”. Su discurso tiene como eje la cultura entendida como un motor generador de progreso social y económico y para ello está seguro que se debe crear un ámbito propicio para su desarrollo, y
agrega: “Para que la Cultura sea una poderosa herramienta que genere calidad de vida debe estar presentes todos los días y para ello es vital fortalecer el acceso y la gestión”. Además de arquitecto, Mauricio Quercia es escultor, y a partir de su obra en madera, fierro y piedra hace una metáfora sobre el trabajo en pro de un objetivo común: “Es necesario aprovechar la fuerza sinérgica que surge del trabajo conjunto entre los diferentes organismos públicos y privados, para dar lugar, para volver transversal y cotidiano, para traer a presencia la cultura, el arte, el patrimonio cultural que nos distingue”. En esa misma dirección enfoca el trabajo del Consejo: “Nuestra gestión contempla la participación, la inclusión cultural de todas las unidades y departamentos del Consejo. De ese modo creemos que podemos ser más eficientes, menos burocráticos, más oportunos y así lograr mejor y más rápido nuestros objetivos”. Cuando le preguntamos ¿Qué le ha deparado mayor satisfacción en su vida?, no lo piensa un segundo y responde: “Las obras. Crear… no hay nada mejor que crear”.CC
TESOROS HUMANOS VIVOS El espiritu que anima la cultura Por esta fecha se encuentra reunido a puertas cerradas y durante tres días, el Comité de Expertos que evaluarán y seleccionarán a las dos personas y las dos comunidades que mejor representen la identidad local, ya sea en artesanía, lenguas indígenas, tradiciones orales, música tradicional, cocina popular, festividades religiosas, bailes típicos y medicina tradicional, entre otras expresiones de nuestro patrimonio cultural inmaterial. Por Macarena Barros Dentro de pocos días se hará público el resultado del reconocimiento Tesoros Humanos Vivos 2010 y con ello toda la ciudadanía conocerá los nombres de quienes este Bicentenario serán distinguidos por el Estado como portadores de sus tradiciones. ¿Cuál es la importancia de este reconocimiento? Luego de la Convención de UNESCO en 2003, el Estado chileno asumió un compromiso internacional en pro de la difusión y salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial. En esa línea, se creó el Programa Tesoros Humanos Vivos a cargo de la Sección Patrimonio del Departamento de Ciudadanía y Cultura. Este programa asumió el desafío y el compromiso de reconocer a personas y comunidades portadoras de conocimientos tradicionales especialmente relevantes en la conformación de las identidades locales y de esta manera, conocer y difundir su rol como actores protagónicos en la definición del país que somos y el
que queremos llegar a ser. Patrimonio es el resultado de la creatividad humana que hemos heredado y que se transmite de generación en generación. Es el legado del pasado con el que convivimos y es la herencia que dejaremos a las futuras generaciones para que ellas puedan aprender, sorprenderse y disfrutar de él. Actualmente la globalización tiende a la homogenización cultural, un fenómeno que amenaza la supervivencia de las tradiciones, ya que el predominio del factor económico hace poco atractiva y rentable para las nuevas generaciones continuar con las prácticas y oficios de sus antecesores. Sin embargo, el ejercicio conciente de identificar nuestro patrimonio cultural y a sus portadores posibilita la continuidad de las prácticas y quehaceres en la lógica de que sólo lo que se conoce, se quiere y se respeta. En este sentido, el programa Tesoros Humanos Vivos está concebido para reconocer, registrar y transmitir los oficios, saberes y conocimientos.
Y también entregar un incentivo económico equivalente a 3 millones de pesos, en el caso de las personas, y 7 millones para las comunidades que contra viento y marea mantienen un saber ancestral. El patrimonio cultural inmaterial de una nación infunde identidad, expresa su riqueza y promueve la diversidad cultural. En este sentido, nadie, ni siquiera el Estado puede imponer o definir qué tipo de prácticas son valiosas y pueden ser consideradas parte de la tradición. Sino que cada comunidad y grupo es responsable de definir en función de su entorno, su historia y su propia interacción con la naturaleza cuál es su patrimonio cultural inmaterial. Chile es el único país de América Latina cuyo Estado tiene un Programa como Tesoros Humanos Vivos. Y si bien, se han hechos avances, aún queda mucho por hacer, ya que lo óptimo es desarrollar una política pública destinada a relevar a aquellas personas y comunidades que son cultores y
salvaguardan desde su quehacer cotidiano nuestro patrimonio. En su primera versión el Programa destacó a María Angelina Parra, cantora campesina de Penco, BíoBío; Cristina Calderón, última hablante Yagán de la Región de Magallanes; el baile pescador chino N°10 de Coquimbo, un clásico de las fiestas realizado por familias de pescadores; y a la Comunidad Kawesqar compuesta por apenas trece personas que aún conservan su lengua originaria y viven en medio de los canales de la Patagonia en la isla de Puerto Edén. El impacto de este Programa en materia de conservación podrá medirse a futuro, por ahora es una adecuada herramienta para el conocimiento, el registro y la valoración de nuestro patrimonio. Una necesidad que quedó en evidencia el pasado 27 de febrero cuando frente a la pérdida de lo material fue lo inmaterial, el espíritu, el que animó y dio vida a la cultura. Esa es parte de la belleza y grandeza del patrimonio cultural inmaterial. CC
SISTEMa de salud mas vale prevenir...
Es una realidad que el sistema de salud en Chile es complejo y es fácil perderse en un mar de siglas y porcentajes que no siempre se entienden. Por eso es fundamental conocer los beneficios disponibles, cómo obtenerlos, cuándo utilizarlos y, sobre todo, cuáles son nuestros derechos en materia de salud. POR departamento de recursos humanos No es fácil comprender siglas como AUGE, GES, CAEC, pero vale la pena intentarlo. Ya sea como afiliados al sistema privado a través de las Isapres o al público mediante el Fondo Nacional de Salud, Fonasa, todos tenemos garantizada la Cobertura Adicional de Enfermedades Catastrófic as (CAEC) y las Garantías Explícitas en Salud (GES-AUGE). Cuando se habla de CAEC se refiere a la cobertura adicional por enfermedades catastróficas en que el seguro de Fonasa -en los tramos de ingreso A, B, C y D- bonifica el 100% de la hospitalización, exámenes, procedimientos y otras prestaciones asociadas a intervenciones quirúrgicas. En algunas isapres, esta cobertura es adicional al plan de salud que se cotiza y permite financiar, cumplidos ciertos requisitos, hasta el 100% de los gastos de atenciones de alto costo tanto hospitalarios como algunos ambulatorios. En el caso de Fonasa la CAEC se activa en pacientes que se atienden en establecimientos públicos de salud y no en la Modalidad de Libre Elección e instituciones privadas. En el caso de quienes cotizan en Isapres la CAEC sólo puede ser utilizada dentro de la Red de Prestadores de cada isapre y se activa según el costo de la enfermedad, a diferencia de Fonasa donde la cobertura se inicia con el diagnóstico.
¿Qué es el AUGE o GES? Se trata de un derecho que otorga la ley a todos los afiliados a Fonasa e Isapres, y a sus respectivas cargas, que les permite ser atendidos en condiciones especiales que garantizan el acceso, calidad y oportunidad de la atención de salud, así como la protección financiera en caso de sufrir cualquiera de las 66 patologías reconocidos por el Ministerio de Salud como patologías Auge o GES -garantías explícitas de salud- como se les llama actualmente. Es fundamental conocer cómo se debe ingresar a los distintos sistemas de salud, así como conocer los derechos que han sido consignados para avalar las prestaciones de salud. Recuerda que ante cualquier emergencia, la mejor herramienta es la información. CC
Más información en www.supersalud.cl
PAPARAZZI: ESPECIAL FIESTAS PATRIAS
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Black Universal Recycling Symbol
Recycled Paper Symbol (Used to indicate 100% recycled paper content)
DEPARTAMENTO DE cOMUNICACIONES / CONSEJO NACIONAL DE LA CULTURA Y LAS ARTES EDICION PAOLA PINO DISEÑO IGNACIO POBLETE / MARÍA Francisca maldonado PERIODISTAS FERNANDA VILLAVICENCIO / MANUEL VILLAR / Karen opitz FOTOGRAFIAS PAOLA VELásQUEZ
Este boletín ha sido impreso Partially-Recycled Paper Symbol (Percentage of recycled paper en papel 100% reciclado. content indicated in overlay or Recicle después de usar. next to this symbol)
Courtesy of Heather Castles www.illustrationcastle.com
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