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AÑO 14 NÚMERO 171 MARZO 2009

FUNDACIÓN RAFAEL PRECIADO HERNÁNDEZ, A. C.

1


AÑO 14

NÚMERO 171

Presidente

Germán Martínez Cázares

Director General

Gerardo Aranda Orozco

Director General Adjunto

Salvador Abascal Carranza

Director de Estudios Políticos

Lorenzo Gómez Morin Escalante

Director de Estudios Económicos

Francisco Calderón

Director de Estudios Sociales, Jurídicos y Proyectos Especiales

Carlo Pizano Salinas

Director de Formación

Fernando Rodríguez Doval

Director de Relaciones Institucionales

Armando Reyes Vigueras

MARZO 2009

Director

Armando Reyes Vigueras

Editor

Carlos Castillo

Coordinación editorial Xóchitl Vázquez

Consejo Editorial

• Rogelio Carbajal • Jorge Chabat • Gonzalo Tassier • José Loyola • Fernando Rodríguez Doval

Mesa de redacción

• Claudio Jones • Paulina Lomelí • Lorenzo Gómez Morin • Francisco R. Calderón • Fernando Rodríguez Doval • Salvador Abascal

Dibujos de interiores Gonzalo Tassier

Corrección, diseño y formación

Retorno Tassier / Adriana Paredes

CEDISPAN

Gerardo Ceballos

Director Administrativo

Samuel Carrasco

La Fundación Rafael Preciado Hernández es una institución académica que tiene como principal objetivo la generación de ideas útiles que coadyuven a resolver los problemas de la sociedad mexicana en los ámbitos económico, político y sociocultural.

Elaborar, editar y publicar, directa o indirectamente, boletines, revistas, memorias, apuntes, libros, videos y similares.

La revista Bien Común es el principal órgano que la Fundación Rafael Preciado Hernández utiliza para dar a conocer públicamente los avances de los proyectos de sus investigadores. Al mismo tiempo que refrenda con este medio su compromiso con una cultura plural y democrática, abre espacio a otros analistas interesados en expresar sus puntos de vista sobre tópicos de actualidad para la sociedad mexicana.

Fomentar y financiar actividades de investigación social, política y económica dentro del país.

Los puntos de vista externados por nuestros colaboradores no necesariamente reflejan la posición académica de la Fundación.

Actividades:

Los anuncios que aparecen en esta revista son resultado de convenios de intercambio no lucrativos establecidos con los interesados.

Objetivos:

Apoyar la capacitación social, política y económica de personas interesadas en estos temas.

2

Organizar, promover, estimular, patrocinar, dirigir y, en general, llevar a cabo directa o indirectamente cursos, seminarios, conferencias, reuniones de estudio, foros, mesas redondas, congresos y toda clase de actividades relacionadas con la política, los asuntos sociales y la economía.

Establecer relaciones y colaborar con otras instituciones similares del país y del extranjero.

Publicación indizada en CLASE.

Bien Común es editada por la Fundación Rafael Preciado Hernández, A. C. El tiraje es de 1500 ejemplares.

Certificado de licitud de título: 9152. Certificado de licitud de contenido: 6405. Reserva: 04–2004–081711193000–102 ISSN 1870–0438 Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación por cualquier medio sin la autorización del editor, excepto para uso académico, con la cita completa de la fuente. No se devuelven originales.

Impreso en: Editores e Impresores FOC, S. A. de C. V. Los Reyes núm. 26, Col. Jardines de Churubusco, México, D. F. Tel.: 56 33 28 72 Correspondencia:

Revista Bien Común Ángel Urraza 812, colonia Del Valle,

03100, México, D.F. Tel / Fax: 55 59 63 00

areyes@fundacion.pan.org.mx www.fundacionpreciado.org.mx


COLABORADORES • Ivan J. Paoli Bolio. Licenciado en Comunicación por la UIA, maestro en Administración Pública y en Ciencias de la Educación; colaborador de La Nación. Asesor en la Fundación Miguel Estrada Iturbide. Coautor de la antología Comunicación y autor de Propaganda Política en Acción. • Julio Castillo López. Músico de formación, ha colaborado como columnista en medios como Monitor y La Nación. Actualmente es asesor en la Fundación Humanismo Político. • Fernando Dworak. Licenciado en Ciencia Política por el ITAM y maestro en Estudios Legislativos por la Universidad de Hull, Reino Unido. El presente texto presenta extractos de una investigación que el autor está por concluir sobre las prerrogativas parlamentarias. • Lorenzo Gómez Morin Escalante. Director del área de Estudios Políticos de la FRPH, A.C. • Juan Henao. Representante en México del Instituto Republicano Internacional. • Frank Priess. Representante en México de la Fundación Konrad Adenauer. • Jaime Aviña Zepeda. Médico e investigador en el tema de la Familia. • David P. Goldman. Fue director de Investigación de la División Global de Instrumentos de Renta Fija del Banco de América entre 2002 y 2005, y dirigió la estrategia crediticia global de Credit Suisse, 1998-2002. Hasta agosto de 2008 fue el estratega de Asteri Capital, un fondo de cobertura crediticia. • Paulina Lomelí. Economista e investigadora de la FRPH, A.C. • Camila Aviña Zavala. Investigadora de la FRPH, A.C. • Benjamín Chacón Castillo. Licenciado en Ciencias de la Computación, Maestro en Administración Pública y Política Pública. Investigador del Área de Estudios Económicos de la FRPH, A.C. • Rodrigo Iván Cortés Jiménez. Licenciado en Filosofía, Maestría en Administración Pública, Especialidad en Políticas Públicas y Poder Legislativo, Doctorando en Gobierno y Cultura de las Organizaciones. Ha sido legislador federal, asesor parlamentario, es catedrático de Geopolítica y Problemas Mundiales Contemporáneos y participa en el Working Group on U.S. – Mexico Security Cooperation del Woodrow Wilson International Center for Scholars en Washington D.C.

Editorial

5

Numeralia

Spots en cifras

7

Centrales

Campañas negativas, ¿es posible evitarlas?

Iván J. Paoli Bolio

10

Julio Castillo López

14

Fernando Dworak

16

Lorenzo Gómez Morin Escalante

20

Juan Henao

24

Frank Priess

29

Jaime Aviña Zepeda

36

El PAN y las campañas negras ¿Qué se soluciona con prohibir las campañas negativas?

Las campañas ¿negativas? Campañas negativas en los EEUU

Las así llamadas “campañas negativas” El contraste ayuda al votante La propaganda negativa y su impacto social

Reflexión en torno a…

Medicina envenenada desde Washington

David P. Goldman

41

Agendas

Ventajas del tipo de cambio flexible en México

Paulina Lomelí G.

53

Camila Aviña

58

Benjamín Chacón Castillo

62

Rodrigo Iván Cortés Jiménez

68

Perspectivas de la relación bilateral México-Cuba: de la fractura al reencuentro

La evolución de la inflación en México en el contexto de la actual crisis financiera mundial Crisis ambiental, Kioto y Obama

Reseña

El cambio climático y sus consecuencias sociales en México

Benjamín Chacón Castillo

72

3



EDITORIAL

E

En plena etapa de precampañas –como un símbolo más de los cambios que hemos tenido como país–, los ciudadanos mexicanos somos testigos de los esfuerzos propagandísticos de los distintos partidos políticos. La experiencia de la contienda electoral 2006 nos mostró, como uno de los recursos a utilizar, que las llamadas “campañas negativas” pueden influir en la decisión del votante. La polémica, en este caso, no gira en torno a si este es un recurso más de los partidos a utilizar, sino a si es conveniente o no su uso en plena campaña. En busca de esta respuesta se reflexiona en la edición que el lector tiene en sus manos. Así, Iván Paoli nos ofrece una reflexión acerca de si es posible evitar estas prácticas electorales o si son ya parte del arsenal de partidos y candidatos. Además, Julio Castillo reporta la relación entre el partido que ganó las elecciones federales de 2006 y las campañas negativas. Fernando Dworak se pregunta, en su colaboración, qué se soluciona prohibiendo tal tipo de propaganda. Lorenzo Gómez Morin nos ofrece otra faceta del tema al preguntarse si este tipo de propaganda debe llamarse negativa, o si más bien es un recurso que ya de tiempo atrás es habitual de cara a los comicios. Adicionalmente, y desde una perspectiva externa, Juan Henao revisa este tipo de mensajes a la luz de la historia de los Estados Unidos, y Frank Priess escribe acerca de cómo este recurso ayuda al votante a tomar una decisión, de acuerdo con la experiencia europea. Finalmente, Jaime Aviña aporta la dimensión social del tema a través de un cuestionamiento del impacto de estos mensajes. En la sección Reflexión en torno a… presentamos un texto de David P. Goldman, quien desde un lugar privilegiado en Estados Unidos nos presenta un panorama de lo que la crisis económica está provocando en nuestro país vecino, donde –a decir de nuestro colaborador– al parecer deberá tomarse una “medicina amarga” para remontar la crisis. Se trata de un texto revelador, recomendable para nuestros lectores.

5


La presente edición se completa con la sección Agendas, en la que presentamos un trabajo especial sobre el tipo de cambio en México, tema que sin duda despierta interés y preocupación entre nosotros; a esto se suma el análisis sobre la evolución de la inflación en nuestro país. Asimismo, la relación México-Cuba es motivo de un análisis por parte de Camila Aviña, al igual que el Protocolo de Kioto, que es repasado en un texto de Rodrigo Iván Cortés. Esperamos que el contenido de esta revista sea del agrado e interés de nuestros lectores.

Gerardo Aranda Orozco Director de la Fundación Rafael Preciado Hernández, AC

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Spots en cifras

La carrera para los comicios intermedios de julio de 2009 ya arrancó y una de las herramientas elementales para proyectar la imagen de cada uno de los candidatos serán los medios de comunicación a través de espacios publicitarios, conocidos como spots. El 1° de febrero en una nota de Jorge Octavio publicada en El Universal, el presidente del Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés Zurita, justificó el alud de casi 24 millones de spots que recibirá la población por radio y televisión en las próximas elecciones

y señaló que uno de los principales retos para la democracia es lograr una mayor participación de ciudadanos en el actual proceso electoral y procurar los elementos para incentivarlos. Ya comienza a verse el desarrollo de este proceso, y cómo se desempeñarán los partidos y la autoridad electoral bajo el nuevo marco electoral. Aquí se presentan datos y estadísticas sobre los promocionales transmitidos y publicados en diferentes medios de comunicación en el primer semestre de 2006.

Acumulado de promocionales detectados en TV por candidatos a diputados del 1 de abril al 28 de junio

Promocionales Promocionales detectados en televisión de candidatos a Presidente (19 ene al 28 jun) Partido político o coalición

Número de promocionales

Segundos totales de promocionales

PAN

11,904

275,309

CAPM

10,425

276,311

CPBT

16,316

319,155

PASC

206

4,830

PNA

1,454

29,062

Total

40,305

904,667

FUENTE: Reporte final de los monitoreos de promocionales del IFE.

CAPM

CPBT

PAN

PNA

PASC

7


Promocionales detectados en televisión de candidatos a Senador (01 abr al 28 jun) Partido político o coalición

Número de promocionales

Segundos totales de promocionales

Promocionales detectados en radio de candidatos a Diputado (01 abr al 28 jun) Partido político o coalición

Número de promocionales

Segundos totales de promocionales

PAN

9,114

186,097

PAN

12,865

277,001

CAPM

28,554

582,578

CAPM

44,017

878,325

CPBT

2,646

53,854

CPBT

10,918

229,009

PASC

0

0

PASC

452

9,040

PNA

3,163

63,217

PNA

2,960

79,063

Total

43,477

885,746

Total

71,212

1,472,438

FUENTE: Reporte final de los monitoreos de promocionales del IFE.

FUENTE: Reporte final de los monitoreos de promocionales del IFE.

Acumulado de promocionales detectados en radio por candidatos a senadores de 1 de abril al 28 de junio Promocionales detectados en radio de candidatos a Presidente (19 ene al 28 jun) Partido político o coalición

Número de promocionales

Segundos totales de promocionales

PAN

106,960

1,889,295

CAPM

59,414

1,520,659

CPBT

60,410

1,218,434

PASC

3,199

68,462

PNA

3,368

66,993

Total

233,351

4,763,843

FUENTE: Reporte final de los monitoreos de promocionales del IFE.

CAPM

CPBT

PAN

PNA

PASC

FUENTE: Reporte final de los monitoreos de promocionales del IFE.

Promocionales genéricos detectados en televisión de candidatos a Presidente (19 ene al 28 jun)

8

Promocionales genéricos detectados en radio de candidatos a Presidente (19 ene al 28 jun)

Partido político o coalición

Número de promocionales

Segundos totales de promocionales

Partido político o coalición

Número de promocionales

Segundos totales de promocionales

PAN

14,196

295,635

PAN

52 045

1 042 775

CAPM

7,705

181,889

CAPM

34 215

701 028

CPBT

9,496

206,851

CPBT

29 936

640 521

PASC

586

14,569

PASC

809

16 191

PNA

7,668

154,803

PNA

13 045

265 361

PRI

396

10,721

PRI

470

9 110

3 403

49 508

PRD

708

12,132

PRD

PVEM

45

2,955

PVEM

129

1 828

Convergencia

95

2,123

Convergencia

6 226

124 190

Total

40,895

881,678

Total

140 278

2 850 512

FUENTE: Reporte final de los monitoreos de promocionales del IFE.

FUENTE: Reporte final de los monitoreos de promocionales del IFE.


Espectaculares detectados a candidatos a Presidente, Diputado, Senador, y genérico (19 ene al 28 jun) Partido político o coalición

Candidato a Presidente

Candidato a Diputado

Candidato a Senador

Genérico

Total

PAN

1,189

134

260

132

1,715

CAPM

2,315

256

458

213

3,242

CPBT

127

14

49

131

321

PASC

0

0

0

6

6

PNA

162

2

5

243

412

PRD

0

0

0

1

1

PT

0

0

0

8

8

Convergencia

0

0

0

17

7

Total

3,793

406

772

751

5,772

Datos adicionales

FUENTE: Reporte final de los monitoreos de promocionales del IFE.

Inserciones de prensa detectados a candidatos a Presidente, Diputado, Senador, y genérico (19 ene al 28 jun) Partido político o coalición

Candidato a Presidente

Candidato a Diputado

Candidato a Senador

Genérico

PAN

350

1,539

973

708

3,570

CAPM

982

3,337

2,887

658

7,864

CPBT

803

712

1,261

989

3,765

PASC

6

13

1

14

34

PNA

38

140

78

55

311

PRI

0

0

0

10

10

PRD

0

0

0

24

24

PT

0

0

0

1

1

Total

2,179

5,741

5,200

2,459

15,579

Inversión publicitaria

Se procesaron 1,391,166 horas en más de 150 canales de televisión y alrededor de 240 estaciones de radio.

Spots

Se procesaron 7,602 horas diariamente y se detectaron, durante todo el periodo, un total de 704,502 spots.

Prensa

Monitoreo en 200 periódicos de las 32 entidades federativas del país

Espectaculares

En principales avenidas de 20 plazas del país

Total

FUENTE: Reporte final de los monitoreos de promocionales del IFE.

Totales de promocionales para candidatos a Presidente, Diputado, Senador y Genéricos (19 ene al 28 jun) Medio

Promocionales

Tiempos

Televisión

142,358

3,028,153 segundos u 841 horas

Radio

562,144

11,358,819 segundos o 3,155 horas

Espectaculares

5,722

Prensa

15,579

FUENTE: Reporte final de los monitoreos de promocionales del IFE.

Totales de monitoreo en 35 plazas de las 32 entidades federativas (19 ene al 28 jun) Partido o coalición

Segundos totales

Positivos %

Negativos %

Neutros %

PAN

3,715,430

0.79

2.51

96.70

CAPM

4,653,717

0.96

2.70

96.34

CPBT

5,459 717

0.63

5.21

94.20

PNA

510,164

2.40

2.8

94.82

PASC

568,081

3

1.73

95.27

FUENTE: Reporte final de los monitoreos de promocionales del IFE.

Totales de monitoreo en 35 plazas de las 32 entidades federativas

Medio

Noticieros

Programas

Televisión

123

17

Radio

206

15

FUENTE: Reporte final de los monitoreos de promocionales del IFE.

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Campañas negativas, ¿es posible evitarlas? Iván J. Paoli Bolio

Las campañas electorales y en general la propaganda política representan una complejidad tal que implica la activación de centenares de medios, que van desde los electrónicos hasta los más rudimentarios volantes, y desde la visita domiciliaria y el reparto de promocionales hasta el perifoneo, los mítines, las reuniones con vecinos, etc. Adicionalmente se encuentra la orientación ideológica y la imagen que cada partido y aun cada candidato le imprimen los mensajes de su campaña, y las diferentes versiones de hechos con implicaciones políticas y las interpretaciones que al respecto se difunden en los medios masivos de comunicación. Asimismo observamos que: La Sociología de la Comunica10

ción de Masas ha visto tales complejidades en la materia que ha observado “sin cesar, un cambio continuado de su objeto de estudio… Más aún … contempla todos estos cambios sin resolver sus propios desequilibrios –aspectos superestudiados, aspectos marginados de la investigación–, y sin resolver sus contradicciones nacidas de los intereses contrapuestos que siempre la han determinado”. En medio de estas complicaciones se planta una especie de no a las campañas negativas, por lo demás bastante relativo, como si fuera viable controlar las campañas más allá de ciertos límites, o como si una denuncia pública, hecha por quien se quiera, y basada en datos perfectamente verifi-


Iván J. Paoli Bolio

cables y jurídicamente incriminatorios, pudiera considerarse como parte de una campaña negativa. Pero el problema principal es que no existe una definición de campañas negativas que sea aceptable por todos. Lo que encontramos en la legislación son algunos casos de prohibiciones que apenas si limitan las posibilidades de expresión en las campañas políticas. Al respecto, en los artículos 6 y 41 de la Constitución, modificados por decreto del 12 de noviembre de 2007, se señala: Artículo 6: “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito o perturbe el orden público. El derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la Ley. El derecho a la información será garantizado por el Estado”. El apartado C, fracción III del artículo 41 de la propia Constitución establece: “En la propaganda política o electoral que difundan los partidos deberán abstenerse de expresiones que denigren a las instituciones y a los propios partidos, o que calumnien a las personas”. Por su parte el artículo 38, fracción 1, inciso “p” del código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) señala respecto de los actores de las campañas, que

deberán “Abstenerse en su propaganda política o electoral de cualquier expresión que denigre a las instituciones y a los partidos o que calumnie a las personas. Las quejas por violaciones a este precepto serán presentadas ante la Secretaría Ejecutiva del Instituto, la que instruirá un procedimiento expedito de investigación en los términos establecidos en el Libro Séptimo de este Código. En todo caso, al resolver sobre la denuncia se observará lo dispuesto en el primer párrafo del artículo 6 de la Constitución”. Como puede observarse, la legislación al respecto establece casos específicos que pueden sancionarse en las campañas político-electorales. Específicamente expresiones que denigren a las instituciones, a los partidos y que calumnien a las personas, pero en todo caso no agota las posibilidades comunicativas de las campañas, además, como ya se menciona, no existe una definición que agrupe a las campañas negativas, aceptada por quienes participan en ellas. Sin embargo, se puede entender por campaña negativa la que se desarrolla de manera predominante con mensajes en los que se presenta al o los candidatos de otros partidos con todos los defectos que tengan efectivamente, o puedan suponérseles por sus antecedentes y criticando más las propuestas de los contrarios que presentando las propias.

La contraria sería aquella en la que se privilegian las propuestas y las características positivas del candidato o partido propio, y sólo se presentan mensajes negativos para contrarrestar los de los contendientes, y sin faltar a la verdad en relación con lo que se afirma en este tipo de mensajes. El elemento central de las campañas negativas sería la desinformación, entendida como “la acción de inducir a error mediante el uso de informaciones falsas”. En este tipo de campañas es muy común la especulación basada en afirmaciones no comprobadas o en lo que se suele llamar “verdades a medias”, lo que permite hacer afirmaciones que, sin sustentarse en hechos fehacientes, siembran dudas y desorientación a la opinión pública y en consecuencia al electorado, pero que son atendidas por los medios de comunicación por considerarlas útiles para ampliar sus ventas de tiempo y espacio. Casos de desinformación típicos fueron, en la campaña de 2006, el de las cajas vacías que fueron llevadas a la casa de campaña del hoy presidente del país, con toda la parafernalia teatral propia de quienes no tienen nada más para probar su dicho, y el invento de las manos sucias de Calderón cuando estuvo a cargo de Banobras. Mas recientemente encontramos que algunos medios de comunicación interrumpieron programas, ta-

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Iván J. Paoli Bolio

les como partidos de futbol, para intercalar los anuncios que les envió el Instituto Federal Electoral (IFE) con el propósito de generar desprestigio de esa institución entre el auditorio, aduciendo falsamente que fue el IFE quien les obligó a hacerlo. Adicionalmente es importante señalar que ni las campañas negativas ni las positivas se dan químicamente puras. En ambos casos se mezclan los aspectos propositivos propios con los que se consideran negativos de los contrarios, y es que ambos son componentes indispensables de las campañas porque, en pocas palabras, las campañas pueden equipararse a debates en los que la sola presentación de la propuesta del partido y el candidato se vería poco atractiva y, a no ser que la propuesta fuera muy diferente y sorpresiva en relación con lo que el auditorio pudiera esperar, no llamaría la atención. Esta forma de debate inocuo podría compararse a una competición deportiva en la que los goles o los puntos de cada participante se pudieran conseguir sin tener que enfrentarse con el otro jugador o con el otro equipo al que, para ganar, es necesario hacerle puntos o meterle goles.

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La competencia electoral es finalmente la presentación a la sociedad de las ventajas de las propuestas propias y las desventajas del o de los oponen-

tes, con el fin de ganarse la confianza y con ella el voto de la mayoría de los electores, y esto no se consigue sin la confrontación razonable, sin el debate de propuestas y contrapropuestas, y sin contar con el talante, la preparación y las habilidades comunicativas de quienes las sostienen.

mercadotécnicos y publicitarios) si esa alabanza no cuenta con la ratificación y el testimonio de un tercero que le dé el sustento de credibilidad necesaria, que en este caso es la opinión pública, y que no es posible manejarla con los criterios propios de la mercadotecnia.

Las campañas, por otra parte, no se limitan a la famosa mercadotecnia política en la que los anuncios en radio, televisión (reglamentados ahora), o en internet, los espectaculares, los pendones, los gallardetes, la folletería, etc. constituyen una parte esencial de la campaña, pero que no garantizan por sí solos el triunfo de nadie. Nadie gana por la alabanza propia (materia prima fundamental de los mensajes

Al respecto, hay algunas frases de la sabiduría popular que parecen avalar la aseveración anterior: “Alabanza en boca propia es vituperio”, y otras más populares: “Alábate burro que no hay quien te alabe”, “de lengua me como un taco”, “dime de qué presumes y te diré de qué careces”, “ofrecer no empobrece”. En la campaña de 2000 para la Jefatura de Gobierno


Iván J. Paoli Bolio

del Distrito Federal (GDF), se llevó a cabo un debate entre el candidato del PRD Andrés López Obrador y Diego Fernández de Cevallos, que no era candidato, el candidato por el PAN era Santiago Creel y, sin entrar en mayores explicaciones de quién ganó o perdió ese debate, el hecho fue que el candidato perredista triplicó su presencia no pagada en los medios masivos de comunicación, en la opinión pública, y de estar con alguna ventaja inicial, o al menos sin desventaja a principios de la campaña, la candidatura panista fue descendiendo en la preferencia electoral hasta que, cerca de mes y medio antes de la votación llevaba una desventaja de más de 10 por ciento respecto del candidato del sol azteca.

Es cierto que Creel finalmente perdió por un margen relativamente menor, alrededor de 4 por ciento, pero no puede desconocerse que la presencia no pagada en los medios, a la que el equipo de campaña de este candidato no le dio la suficiente importancia, fue la que a fin de cuentas le dio el triunfo al candidato del PRD. La estrategia de campaña de este último, igual que en la presidencial de 2006, fue la de hacerse pasar por la víctima que nunca fue (sigue vivo, coleando y ganado muy bien) y que en la de 2000 le fue aceptada, salvo honrosas excepciones, por la mayor parte de los medios que contribuyeron a configurar la opinión pública. En otras palabras, Santiago Creel no perdió por un mal manejo de la mercadotecnia y la publicidad política, o por falta de recursos para llevarla a cabo, perdió porque no supo o no valoró lo suficiente el peso de la opinión pública. A este caso podrían sumarse otros como el de Carlos Castillo Peraza, cuya confrontación abierta con los medios de comunicación lo llevó a descender severamente en la preferencia electoral para la JGDF en 1997, frente a Cuauhtémoc Cárdenas. La actual legislación federal, en lo que se refiere a los anuncios en radio y televisión, permite al Instituto Federal Electoral (IFE) controlar una parte importante de lo que se refiere a

la mercadotecnia política, que las campañas no tengan anuncios del tipo previsto y sancionado en la legislación, pero no puede evitar que las campañas en medios impresos y en internet sí lo tengan y que el resultado final pueda ser, como ocurrió en la campaña de 2006, el de la predominancia de mensajes negativos. Finalmente, la creatividad, tanto como la libertad de expresión, pueden fabricar monstruos que intervengan en las campañas porque, como señala Eulalio Ferrer: “La intencionalidad no está sólo en el texto de la noticia, sino en el sesgo de su titular. Hasta las fotografías, antes exhibidas como la realidad fiel, son ahora manipuladas, sea con el propósito de glorificar algo o a alguien, sea con el de la ridiculización; de la elocuencia a la decadencia, del enfoque mejor al peor, de la atención al bostezo”. Es cierto que la actual legislación en materia de campañas político-electorales contó con la intención plausible de los legisladores para que éstas se lleven a cabo de la mejor manera posible y sin manchar la honorabilidad de nadie, pero en ella no se toma en cuenta que la comunicación, en un siglo en el que la imaginación apoyada por la tecnología, le da un sesgo que hace insuficiente a lo previsto por la legislación para la transmisión de mensajes y la decodificación de los mismos, lo que la hace parecer insuficiente y aun rezagada.

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El PAN y las campañas negras Julio Castillo López

Durante ya muchos años se han oído los términos de “difamaciones”, “guerras sucias” o “campañas negras” en el proselitismo electoral, y se ha vuelto bastante común ver campañas que tienen su base en el ataque al contrincante dejando muy de lado los contenidos de propuesta y de discurso. En la última década se ha hablado mucho de la validez de hacer campañas difamando a los contrincantes y el debate ha llegado hasta el punto en que la nueva ley electoral habla del tema, prohibiéndolo en medios de comunicación masivos, pero esto, definitivamente, es un arma de dos filos.

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No se puede decir que es necesario desprestigiar a alguien para conseguir el favor de la gente pero es, definitivamente, la forma más fácil. Históricamente el PAN siempre ha tenido plataformas de acción, propuestas específicas sobre temas específicos y convicciones claras, pero en sus campañas, durante muchos años, siempre fue más común escuchar los contras del PRI y del Gobierno que los pros de las propuestas panistas; puede ser que explicar una reforma legislativa es mucho más complejo que explicar o señalar lo malo de lo que pasa. Ahora funciona en contra y, con los problemas del país (sean o no responsables los panistas), los contrincantes directamente atacan al gobierno e indirectamente al PAN.


Julio Castillo López

Medios masivos La gran diferencia de cuando se hablaba mal del PRI en los setenta, a la fecha, es el control de los medios de comunicación masivos. El Estado en realidad no permitía la libertad de expresión y la publicidad al PAN, se hacía de boca a boca y en mítines porque no podían entrar a la radio ni a la televisión, “ni pagando”. Aunque se repetía mucho en las calles el tema de la corrupción del PRI, nunca se veía en la prensa nota alguna al respecto. Esa situación empezó a cambiar un poco con Zedillo que ya era, cuando menos, criticado en los medios de comunicación, pero el cambio radical se dio con la llegada de Fox al poder, que quitó las mordazas de los reporteros y de los medios de comunicación pero, irónicamente, eso también resultó en su contra porque se volvió el personaje más criticado del país. En realidad esta es la razón por la que antes el tema no se oía en ningún lado: si los medios están controlados es muy complicado hablar mal del gobierno o del partido que en ese entonces tenía el monopolio del poder. Hablar con la verdad El problema de la difamación en nuestro país no es en sí el hecho de poder hablar mal de alguien o de algo, sino que lo que se diga sea verdad. Es muy común que la primer forma de intentar difamar a alguien sea atacando sus preferencias sexuales o sus costumbres y la mayoría de las veces ni siquiera es cierto; también exagerar o cambiar las cosas un poco para hacerlas “sensacionales” es muy común en los medios de comunicación para ganar más audiencia. Es bastante conocido el “toallagate” de 2001, en el cual los medios aseguraban que Fox había adquirido toallas de cuatro mil pesos, pero la realidad es que no eran toallas, eran edredones, y obviamente como no era escandaloso hablar de edredones de ese precio, decidieron poner que eran toallas para que generara noticia y poder llamar la atención. Por otro lado, no poder decir nada del contrincante es muy arriesgado porque se podría estar hablando de un auténtico criminal y estar

impedido de decir lo que precede al candidato, pero es muy difícil encontrar la línea divisoria entre lo que se debe de decir y lo que no, entre lo que puede y debe ser público y lo que se debe de quedar en privado. Lo mismo pasa con el tema de los contenidos en los medios contra la libertad de expresión: dejarlo a un criterio ético es muy complicado porque hay gente muy prudente, pero también hay otra que no tiene el menor criterio ético. Muchas veces bastaría con el hecho de guiarse con criterio apegado a la verdad, pero en política es mucho pedir. En estos días, hasta dentro de los comités municipales y delegacionales se ven campañas basadas en mentiras; para conseguir el voto de la militancia panista se han prestado a inventar una cantidad de sucesos realmente inverosímiles, y es bastante triste ver como la mentiras van persiguiendo a muchas personas con aspiraciones legítimas. Romper la credibilidad El fin primordial de hacer una campaña con difamaciones es romper con la credibilidad del contrincante; en cualquier curso de debate se enseña que hay dos formas básicas de debatir: la primera, y más sana, haciendo propuestas y comparaciones de las propuestas de los otros, con las propias, y la segunda, que llega a ser más efectiva, es atacando la credibilidad de tu contrincante, haciéndolo notar incongruente y mentiroso, para eso se tiene que contar con datos que contradigan las propuestas, con acciones hechas en otros momentos y otros lugares, aunque muchas veces tiene que ver con descontextualizar, que es sumamente efectivo. Cuando se logra deshacer la credibilidad del oponente realmente se vuelve más sencillo hacer campaña porque, sin importar demasiado lo que diga, será sujeto de duda en todo momento. Equipos de investigación Actualmente todos los equipos de campaña cuentan con un grupo especializado en el contrincante que se dedica a investigar toda su vida,

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Julio Castillo López

toda su formación académica, sus amigos, los lugares donde ha vivido, todas las entrevistas que le hayan hecho para cualquier medio. En caso de que haya sido legislador: todos sus votos, sus asistencias, sus posicionamientos y propuestas; en caso de que haya sido funcionario: todo su historial en el cargo, antecedentes penales, registro civil y todo lo que pueda averiguarse de una persona. El equipo se muda a los estados donde haya vivido el candidato para poder entrevistar a la familia, a los vecinos y a todos lo que puedan ubicar que hayan convivido con él. Cuando el equipo termina su labor de investigación se dedica a buscar las faltas de congruencia entre lo que dice y propone, contra lo que ha hecho toda su vida. En Norteamérica son especialistas en esta clase de cosas, en investigar carreras legislativas, y en función de esto, contraponen cada voto en el Congreso contra cada propuesta y, si encuentran alguna incongruencia se convierte en comerciales de televisión; los más efectivos son en los que logran que el candidato se contradiga de sus propias palabras. También monitorean cualquier declaración del candidato contrario y cuando son los debates televisados, están atentos a cada declaración para encontrar contradicción o incongruencias, de ahí mandan comunicados de prensa para apoyar a sus candidatos atacando la credibilidad del adversario. De los sonidos al ruido El problema de jugar demasiado con la difamación y con las campañas negras es que la gente pierde interés en la política y en vez de pensar que tal o cual es corrupto, lo piensan en general de la clase política, esto hace que baje la participación en las elecciones, que las calificaciones a los políticos sean cada vez peores y que se pierda cierta confianza en el sistema democrático de elección.

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Cuando del sonido de una crítica se pasa al bullicio de cientos de críticas, dejan de importar los argumentos y la gente tiende a dejar de escuchar. Pasa lo mismo con la propaganda que

satura a las personas y los votos se quedan como se pensaban desde un principio o como han venido votando siempre. También muchos electores prefieren escuchar lo bueno por lo que se debe de votar por alguien, no lo malo. Difamaciones y campañas negras Dentro de la misma temática se pueden diferenciar casos que han servido y casos que no. Muchas veces al intentar atacar a un contrario se logra un efecto adverso, como se puede ver el caso de Fox, cuando llamó “chaparro y maricón” a Labastida, porque de entrada no atacó su credibilidad, sino que atacó a su persona y eso no logra grandes resultados porque se ve agresivo y desproporcionado; por otro lado, que sea directamente el candidato el encargado de hacer la campaña negra, hace ver mal a su persona. Un ejemplo exitoso de campaña negra es cuando el PAN subió al aire la campaña de “un peligro para México” contra López Obrador. De entrada el candidato Felipe Calderón no se vio involucrado de ninguna forma, la campaña estaba estructurada con frases y propuestas del mismo contrincante, la verdad funcionó y muy bien, le llamaron “campaña de miedo” y muchas cosas más pero todo partía de la realidad y aunque fue fuerte, la propaganda nunca mintió.


¿Qué se soluciona con prohibir las campañas negativas? Fernando Dworak

Para que una reforma legal arroje los resultados deseados, es necesario abordar todos sus aspectos; y por encima de todo, es preciso debatir sin pasiones o juicios de valor. De no hacerse esto, las reformas resultarán ineficaces para combatir los problemas que deberían enfrentar. Aun más, se corre el riesgo de que aparezcan efectos secundarios que empeoren la situación. Tras unos comicios competidos y todavía polémicos para algunos actores, la reforma electoral de 2007 prohibió, entre otras cosas, la difusión de las llamadas campañas negativas. De esa forma, se insertó lo siguiente en el artículo 41 constitucional: “En la propaganda política o electoral que difundan los partidos políticos deberán abstenerse de expresiones que denigren a las instituciones y a los propios partidos, o que calumnien a las personas”. Más allá de toda valoración, a nivel mundial las campañas negativas se han vuelto cruciales en los procesos de comunicación electoral. Un debate desapasionado nos podría ayudar a conocer el carácter y limitaciones de este recurso. Sin embargo su prohibición a nivel constitucional, la cual se hizo acorde a los intereses parciales de algunos partidos, podría presentar efectos no esperados y –tal vez– hasta indeseados. 17


Fernando Dworak

¿Qué son las campañas negativas? Antes de analizar los efectos que podría traer la prohibición a las campañas negativas, es conveniente definirlas desde una perspectiva general. Las campañas negativas son aquellas que, en lugar de remarcar las virtudes de un candidato, resaltan los defectos del adversario. De esa forma buscan socavar la reputación de un competidor u opción política, evocando imágenes y argumentos que degradan las percepciones que del rival se forman los votantes. Su aparición y vigencia es resultado de factores como la tendencia a la personalización de la política, los intentos de los candidatos por ganar espacio sobre sus adversarios, así como la lógica que determina las decisiones de los medios de comunicación, es decir, el hecho de que lo negativo, por su espectacularidad, vende más que lo “positivo” o lo “propositivo”. Además de lo anterior, estudios psicológicos apuntan a que la información negativa recibe mayor ponderación y es más recordada por el votante.

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Los mensajes negativos se concentran en lo que está mal respecto del oponente, tanto a nivel personal como en cuestiones o posiciones políticas. De manera simultánea, recurren a la sobresimplificación de argumentos y a la información tergiversada. Esto es, se difun-

den verdades a medias que se exponen como completas. Por su parte, los acusadores se presentan como virtuosos y revestidos de símbolos aceptados, al tiempo que estampan en el opositor el mote de villano y lo asocian a fenómenos repudiados como la violencia o la corrupción.

más usada en campañas presidenciales, donde es más fácil centrarse en personalidades a nivel nacional, especialmente si los candidatos no son conocidos por su desempeño en el puesto al que aspiran, como cuando compiten por primera vez o no hay reelección. Por otra parte, las campañas negativas son menos eficaces cuando se elige a legisladores o autoridades municipales, pues éstos, a través de competir numerosas veces por un mismo asiento, son más conocidos y aceptados por parte de sus votantes. Esta última condición se cumple en todas las democracias modernas, salvo la nuestra y la de Costa Rica. Revisemos algunos de los fines tácticos. En primer lugar los candidatos punteros son, por antonomasia, los más atacados con publicidad negativa. Por otra parte, tras el ataque mediático, quienes resultan afectados se ven obligados a distraer tiempo y recursos para defenderse y contraatacar, en lugar de exponer sus propuestas.

Esta publicidad sirve para crear conciencia de los candidatos políticos y sus temas a través de la dramatización, aumentar el interés en la campaña estimulando las conversaciones públicas o la cobertura de los medios, y asegurar que las decisiones que hagan los votantes se simplifiquen gracias al contraste. La propaganda negativa es

Como sucede con todo recurso, el abuso en la publicidad negativa puede tener efectos no deseados: 1. La opinión pública puede cansarse de este tipo de campañas, especialmente cuando se usa un lenguaje irritante o se viola la vida privada de un candidato. Si esto sucede, los votantes pueden llegar a generar sentimientos positivos hacia


Fernando Dworak

el atacado y desarrollar empatía. 2. El ataque sin sustento, o basado en mentiras, puede convertirse en un bumerán que afecte a quien inició el ataque. 3. Una campaña basada primordialmente en el ataque podría llegar a desincentivar el voto, sobreviniendo el abstencionismo.

de acusaciones graves y debidamente documentadas. Es decir, no les preocupa una acusación menor o personal pues su trabajo habla por ellos. Por el contrario, al no haber una verdadera rendición de cuentas, los electores mexicanos decidimos con base en propuestas y promesas, no en

La prohibición de las campañas negativas Existe una razón fundamental detrás de la prohibición de las campañas negativas en México: nuestros partidos tienen poco arraigo entre la ciudadanía, por lo que dependen casi totalmente de líderes carismáticos para atraer votos; y estos últimos, cuando son candidatos, son más vulnerables a los ataques personales que sus contrapartes en otras democracias. Por ello, y en lugar de esclarecer los términos del debate en materia electoral, estos dirigentes han optado por restringir los mensajes que se pueden transmitir en los medios. Expliquemos lo anterior con más detalle: En otras democracias, los representantes populares –en particular, legisladores y alcaldes– se ven obligados a competir una y otra vez por un mismo puesto, lo cual hace que los electores puedan juzgar su desempeño. De esa forma, y dado que su electorado los conoce, la publicidad negativa sólo les afecta cuando se trata

tivas como tales, sino en dos factores atribuidos a la ausencia de mecanismos de rendición de cuentas. El primero, la pobreza en contenido de los mensajes que transmiten los partidos para buscar votos. En segundo lugar, la vulnerabilidad de los candidatos, pues dependen de su carisma antes que de sus logros para convencer a los electores. Sin embargo, una reforma que fomente la rendición de cuentas necesita contemplar la reelección inmediata de legisladores y autoridades municipales. Eso implicaría que algunas cúpulas partidistas perderían poder sobre las carreras de estos funcionarios y representantes, pues ya no controlarían los mecanismos de selección de candidatos como lo hacen hoy.

el desempeño de nuestros representantes. Gracias a esto, las campañas se apoyan fundamentalmente en los recursos de la mercadotecnia y en líderes carismáticos. Esto hace que tanto candidatos como partidos sean más vulnerables a los mensajes negativos que en otras partes del mundo. Visto desde esta perspectiva, el problema de fondo no se encuentra las campañas nega-

Por lo tanto, la única reforma que les resultó factible fue la prohibición a transmitir mensajes negativos en los medios de comunicación. El argumento que presentaron era que dañan los derechos de los ciudadanos, desvirtúan el debate y polarizan a la sociedad. ¿Qué se soluciona con prohibir las campañas negativas? Lejos de ser una reforma enfocada a resolver el problema desde sus raíces y fortalecer la rendición de cuentas, la prohibición a las campañas negativas se limitó a atacar uno de los síntomas. Todavía peor, se hizo restringiendo a las libertades y derechos del ciudadano. Una

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Fernando Dworak

política diseñada de esa forma siempre tendrá lagunas y fallas: tarde o temprano habrá alguna forma de darle la vuelta. Algunos argumentos que hasta el momento se han presentado contra esta reforma son: 1. Es una reforma que busca proteger a los partidos y a los políticos, no a los candidatos. 2. La libertad de expresión es un elemento consustancial a la democracia. 3. La difamación y la calumnia deben resolverse por medio de juicios civiles, no electorales. Por ende, se teme que el IFE termine administrando litigios interminables, cuando los candidatos recurran a la queja por calumnia o difamación como un arma de campaña. 4. Los partidos, buscando limitar la influencia de la televisión, le darán aún más poder para definir a los candidatos ganadores, pues los noticieros adquirirán mayor relevancia. 5. La nueva norma será ineficaz para regular las nuevas formas de propaganda política, concretamente internet. De esta forma, el escenario de conflicto simplemente se desplaza hacia otros medios. Esto seguirá sucediendo hasta que no se pueda regular en esa materia por falta de recursos legales o se caiga en absurdos.

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Si se elimina el único elemento que puede generar el

interés del ciudadano hacia las campañas en las actuales circunstancias, como es el caso de la publicidad negativa, y al no tener el ciudadano otro elemento para basar su juicio, se podrían presentar dos efectos indeseados: 1. Una campaña sin ataques genera apatía hacia el proceso electoral. Lo anterior, combinado con el hecho de que las elecciones intermedias despiertan poco interés, lleva a un elevado nivel de abstencionismo el 5 de julio. De esa forma, gana terreno el partido que tiene mayor capacidad de movilizar gente gracias a sus redes clientelares: el PRI. 2. Si la crisis económica mundial se agrava, pueden tener su oportunidad durante la campaña los voceros de la demagogia. La prohibición a la propaganda negativa les ayuda, toda vez que no enfrentarían voces que se les opongan de manera eficaz. Este escenario podría desmentir a quienes, por enésima ocasión, han proclamado la muerte política de Andrés Manuel López Obrador. Conclusión Como se comentó al principio del texto, una reforma legal parcial y basada en juicios de valor puede arrojar un resultado adverso. Tal parece ser el caso de la prohibición a las campañas negativas, toda vez que se concibió para proteger a los partidos en lugar de resguardar los derechos del ciudadano a la información.

Mientras los representantes no sean responsables ante sus electores, las campañas se seguirán basando en promesas. Esta desconexión hace vulnerables a los partidos a cualquier ataque. Por ello, estarán interesados en restringir la publicidad negativa. Si deseamos una reforma eficaz en esta materia, es necesario conocer las raíces del problema. De lo contrario, marcharemos en círculos cada tres años, mientras las regulaciones se hacen cada vez más restrictivas hasta el absurdo. Así, nuestros partidos seguirán deslizándose por la pendiente del desgaste y el desprestigio al no ser capaces de proveer soluciones a nuestros problemas. ¿Cómo podrían nuestros representantes ofrecer cambios de fondo con el actual sistema de incentivos, si los ciudadanos no pueden premiarlos o castigarlos en cada elección con base en resultados? Bibliografía García Beaudoux, Virginia, Orlando D’Adamo y Gabriel Slavinsky, Comunicación política y campañas electorales. Estrategias en elecciones presidenciales (Barcelona: Gedisa, 2005). Ugalde, Luis Carlos, Así lo viví. Testimonio de la elección presidencial de 2006, la más competida en la historia moderna de México (México: Grijalbo, 2008).


Las campañas ¿negativas? Lorenzo Gómez Morin Escalante

El concepto de campañas negativas, ya desde sus orígenes etimológicos, carga con un “pecado original”: el de lo negativo. Si alguien no entiende a qué se refiere el concepto, va a preguntarse “¿y yo para qué quiero campañas negativas?, si ya de por sí son malas y aburridas”. Hay quienes hasta, irónicamente, se preguntan, ¿qué no es redundante esa definición? ¿Algo así como decir “agua húmeda”, o “huracán violento”? En un sistema democrático, las campañas políticas fungen como el principal mecanismo a través del cual los ciudadanos se informan sobre los proyectos y propuestas de cada uno de los partidos políticos. En ningún país los ciudadanos están todo el tiempo al tanto de lo que ocurre en la esfera política, por más avanzado que sea industrialmente o por mejores que sean sus índices de escolaridad, empleo y desarrollo humano. Esta no es una idea nueva. Ya desde 1957, el economista Anthony Downs planteaba que toda persona obtiene información limitada en torno a un fenómeno sobre el que debe de tomar una decisión.

Conseguir información es costoso, de ahí que se limite el volumen de su consumo. A ese fenómeno, los economistas lo llaman el “costo de oportunidad”, que no es más que el sacrificio de otras actividades que una persona podría hacer en lugar de estarse informando. Por ejemplo, el costo de oportunidad de leer el periódico por la mañana podría ser el dejar de hacer ejercicio (o cualquier otra actividad). Eso implica que no hay consumidores de información de tiempo completo, ya sea porque la gran mayoría de las personas tiene una familia que atender, trabajo, estudios, o simple y sencillamente otras actividades que les produzcan más satisfacción. Pensemos en una campaña política. ¿Cuántas personas estudian detalladamente las plataformas electorales de cada uno de los partidos y las comparan para ver cuál es la que mejor representa sus anhelos e intereses? O ¿cuántas personas investigan los perfiles biográficos de cada uno de los candidatos que contienden en una circunscripción determinada? Sabemos que con la nueva reglamentación electoral se incre21


Lorenzo Gómez Morin Escalante

mentarán de 3 a 23 millones de spots al aire (radio y tv) en tiempos de campaña, por tanto, ¿qué electores van a estar al tanto de cómo van cambiando los posicionamientos de los partidos en los medios de comunicación? Si para el IFE y toda su estructura de monitoreo será algo sumamente complicado, no cabe duda que para un particular resultará imposible. Sin embargo, al ciudadano no le gusta estar desinformado para tomar una decisión. Sabe muy bien que él no puede obtenerla exhaustivamente por lo que construye un sistema de atajos de información que le permiten tener una visión generalizada de un tema en particular, sin tener que analizarlo a profundidad. Por ejemplo, hay quienes para tomar una decisión de invertir en México sólo consultan lo que dice una calificadora de riesgo como Standard and Poor’s, sin tener que visitar la empresa o el lugar donde van a realizar una inversión. En ese sentido, las campañas políticas son un atajo informativo para entender el proyecto que un candidato defenderá en caso de ser electo para un puesto de representación.

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De acuerdo con la más reciente publicación de Consulta Mitofsky, 70% de los mexicanos se identifican con un partido político. Es decir, 7 de cada 10 ciudadanos se consideran panistas, priístas, perredistas, etcétera. Eso quiere decir que aunque no necesariamente un votante partidista vaya a emitir su sufragio por un candidato del partido con el cual se siente identificado (muchos priístas no lo hicieron por Roberto Madrazo en 2006, por ejemplo), la gran mayoría de ellos no necesitará de las campañas, ni de ninguna otra fuente de información para llegar predispuestos a la urna a votar por el aspirante del partido con el cual sienten una afinidad. El otro 30% de los ciudadanos no se sienten identificados por ningún partido político (apartidistas), y suelen ser los menos interesados en la política. En la mayoría de los casos, éstos deciden por quién votar pocos días antes de una jornada electoral, por lo que les es fundamental la existencia de una campaña para saber a quién elegir.

¿Qué es lo que en cualquier régimen democrático hacen los partidos para convencer a esos electores indecisos, o disuadir a los que se identifican con otros partidos a votar por candidatos contendientes? Diferenciarse. Las definidas incorrectamente –desde el punto de vista del autor– campañas negativas, son uno de los principales mecanismos de distinción entre candidatos o partidos políticos. ¿Por qué? Porque en una democracia con varios candidatos, el candidato A le va a explicar al electorado cuáles son las razones por las cuales deben de votar por su propuesta; lo mismo va a hacer el candidato B, C, D, etcétera. Pero, si dependiera solamente de

ellos (como sucederá con la nueva reglamentación electoral en México), el candidato A nunca va a explicar porqué NO deben de votar por él, es decir, no va a hablar de los pendientes o fallas en su desempeño en pasadas administraciones sino solamente de los logros (si los hubo) y, sin duda, de innumerables –y románticas– promesas. Esa es precisamente la gran responsabilidad de todos los demás candidatos, explicarle al público por qué no deben de votar por A y sí hacerlo por ellos. En ese sentido, las campañas negativas son un instrumento de información del perfil y trayectoria de los candidatos que de alguna otra forma no se hubieran difundido.


Lorenzo Gómez Morin Escalante

Lamentablemente existe el mito de que los mensajes que se dirigen a cuestionar las promesas o trayectoria de otros candidatos, tiende a desmotivar a los ciudadanos a salir a las urnas, cansados de una supuesta ausencia de propuestas y saturación de descalificaciones. Lo cual es absolutamente cuestionable. ¿No podrían ser, más bien, las campañas “Disneylandia” (llenas de sueños y pocos planteamientos tangibles) el elemento que desmotiva al elector a acudir a las urnas –suponiendo de antemano que los políticos difícilmente cumplirán con lo prometido–? Estoy seguro de que la difusión de 23 millones de spots “propositivos”, casi 8 veces

más que los difundidos en la elección de 2006, va a alejar a muchos más electores de las urnas que los que se sienten agredidos por críticas y cuestionamientos a sus candidatos. Lo que no ha quedado claro, particularmente para los legisladores que aprobaron la más reciente reforma electoral, son las bonanzas de las también llamadas “campañas negras”. Si el objetivo de una campaña política en general es informar y motivar a votar, el objetivo de una campaña negativa es informar, disuadir y motivar a votar. Es decir, la segunda no necesariamente tiene como objetivo desmotivar a los electores

de otros partidos políticos a salir a votar para que el candidato propio sea beneficiado, sino disuadir a los electores identificados con otros partidos –o simpatizantes de éstos– a votar por otros contendientes y hacerlo por el candidato propio. Según el Dr. Alejandro Moreno, eso fue precisamente lo que sucedió en 2006 con la campaña de Felipe Calderón.1 En ésta, se hacía un especial énfasis en el riesgo que implicaba elegir a Andrés Manuel López Obrador a la hora de manejar la economía nacional, contraponiéndolo con la capacidad que tendría Calderón para continuar y fortalecer los logros de los últimos años del sexenio de Vicente Fox (créditos en vivienda, balance equilibrado de la cuenta pública, entre otros). Esa medida, según los análisis del Dr. Moreno, cambió drásticamente la intención de voto entre quienes veían que la situación económica personal y nacional había mejorado durante el gobierno de Vicente Fox (42% de la población así lo consideraba),2 quienes en sus inicios favorecían a López Obrador, pero a lo largo de la campaña fueron respaldando en mayor medida a Calderón. Martin Wattenberg y Craig Brians de la Universidad de California3 demostraron, en una brillante investigación, que más que desmovilizar votos las campañas negativas convierten votos. Imaginemos que hay 2 partidos: Blanco y Negro, y que hay 100 millones de votantes, de los cuales se espera que 53% vaya a elegir al Partido Blanco y 47% al Negro. Según la argumentación de los críticos de las campañas negativas, los miembros del Partido Negro necesitarían desmovilizar a poco más de 6 millones de votantes del Partido Blanco para superarlos en la elección. En cambio, lo que verdaderamente sucede, según Wattenberg y Brians, es que el Partido Negro sólo necesita convertir la intención de voto de poco más de 3 millones de electores del Partido Blanco para ganar una elección, algo parecido a lo que ocurrió en México en la elección presidencial de 2006, como anteriormente Alejandro Moreno. “La economía definió el voto”. Reforma, 6 de diciembre de 2006. Encuesta Panel 2006, elaborada por el Grupo Reforma. 10% de la población consideraba que la economía había empeorado con el gobierno de Vicente Fox, 45% que seguía igual, y el resto no sabía o no contestó. 3 Martin P. Wattenberg & Craig L. Brians (1996), Negative Campaign Advertising: Demobilizer or Mobilizer, UCLA. 1 2

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Lorenzo Gómez Morin Escalante

campaña negativa, y alentaba a las personas a no informarse sobre el perfil de Andrés Manuel López Obrador; pero para el otro 64.69% que no votó por él, es decir, casi 2 de cada 3 electores, ese mensaje tenía todo el sentido del mundo, y sirvió perfectamente para reforzar la decisión de su voto por otros candidatos.

se ha mencionado. Pero los resultados que encontraron los investigadores de la Universidad de California van todavía más lejos. Según ellos, las campañas negativas son fundamentales para movilizar votantes apartidistas, y en algunas circunstancias, también a electores identificados con un partido político. Según dicha investigación, de lo que solemos acordarnos años después de una contienda federal generalmente está asociado a una campaña negativa, y eso, en contra de lo que se cree, fue lo que esencialmente impulsó la asistencia a las urnas. Pensemos en el caso mexicano, ¿qué nos viene inmediatamente a la mente cuando pensamos en la campaña presidencial de 2006? “Peligro para México”, “Cállate Chachalaca”; ¿y de la de 2000? “Culebras y tepocatas”, etcétera.

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La negatividad o desinformación de una campaña “negativa” son elementos totalmente relativos. Hay quienes critican el decir que alguien “es un peligro para México” y lo consideran desinformación porque predispone a un ciudadano a rechazar a un candidato, sin permitirle conocer a fondo sus propuestas y proyectos. Probablemente para 35.31% de los ciudadanos que votaron en 2006 ese slogan sí fue parte de una

La negatividad o positividad de un mensaje político, por tanto, depende de con qué cara de la moneda se quiera ver un fenómeno. Hay campañas que serán negativas para algunos segmentos de la población, pero positivas e informativas para otros más. Por ello es que en una auténtica democracia participativa –que no partidocracia– son los ciudadanos los que deciden tomar o no en cuenta lo contenido en una crítica, difamación, calumnia o diatriba de un candidato hacia otro, y no las instituciones ciudadanas o del Estado que discrecionalmente deciden qué sí se puede decir y qué no se puede decir. Lamentablemente ese no es el caso de México, en el que los principales partidos políticos: Partido Acción Nacional, Partido Revolucionario Institucional y Partido de la Revolución Democrática, acordaron una “tregua” política en la más reciente reforma a la reglamentación electoral. Por supuesto, en detrimento de la ciudadanía. Estará por verse qué tan pacífica es esa “tregua”, porque aunque las campañas negativas estarán prohibidas legalmente no dejarán de aparecer en los procesos de campaña. En la gran mayoría de los casos emplearlas será castigado (si logran monitorear ¡23 millones de spots!), pero conociendo perfectamente los frutos electorales que éstas brindan, los partidos estarán dispuestos a emplearlas para ganar el poder y posteriormente pagar el “impuesto” que garantizó la victoria. No en vano se plantea en el refrán mexicano que “el que pega primero, pega dos veces”. ¿Quién arrojará la primera piedra?


Campañas negativas en los Estados Unidos Juan Henao

Los doctores practican la medicina, los abogados las leyes y los políticos la política. Esto nunca cambiará. Desde hace mucho tiempo, las campañas negativas han sido parte de los recursos fundamentales del político estadounidense. En un sistema donde se permite la reelección, este tipo de campañas es a veces la norma, aunque ha habido casos de excepción. Mientras la tecnología y la experiencia no cambien la forma de las prácticas proselitistas, algunos factores tampoco cambiarán. Ataques personales, difamación, calumnia, búsqueda de culpables y rumores dominan la escena de las campañas negativas. Algunos las reprueban, llamándolas siniestras y peligrosas, pero otros

opinan que este tipo de campañas son necesarias para exponer y, así, informar a los votantes aquellas fallas, incertidumbres y juicios peligrosos de cualquier candidato. En este artículo discutiré el origen de las campañas negativas en los Estados Unidos así como los resultados que ellas arrojan. En el proceso, nos daremos cuenta que este tipo de prácticas consiguen siempre atraer a diversos participantes, energizan a los medios de comunicación e incluso, despiertan el interés de los votantes. Sin embargo, ellas también polarizan la sociedad y pueden hacer que un sector de votantes cualquiera desista de participar en la elección. Este artí25


Juan Henao

culo no pretende motivar al uso de este tipo de campañas; en su lugar, busca informar y concientizar acerca del uso y valor de éstas, siempre desde su perspectiva histórica. Todo político debe sopesar su utilización y valor. Historia de las campañas negativas en Estados Unidos Todavía resuenan los efectos de la última campaña presidencial en la que el Senador John McCain y Barack Obama gastaron, entre los dos, más de mil millones de dólares hacia la carrera presidencial de los Estados Unidos. Las estrategias gastadas durante esta batalla, sin embargo, no son recientes. Las campañas negativas empezaron en el año 1800, cuando el entonces Presidente John Adams competía contra su Vicepresidente Thomas Jefferson. Ambos eran muy buenos amigos, poseían una buena educación, habían participado en la consolidación de la Declaración de la Independencia en 1776 y también formaron parte del primer grupo de embajadores estadunidenses en Europa después de que el país decretara su Constitución en 1787. Estos vínculos, a pesar de su trascendencia, no evitaron que, durante la primera elección nacional, se llegaran a violentos ataques personales.

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George Washington había servido como el primer presidente del país de 1789 a 1797. El héroe que guió al ejército del país contra la armada británica

contendió sin oposición. Ganó por voto unánime en 1789, y fue reelegido en 1793. La elección de 1800, sin embargo, sucedió de forma diferente. Aquella sería la primera elección celebrada a través de campañas negativas. Veamos unos cuantos ejemplos: El equipo de campaña de Jefferson acusó al presidente Adams de tener “un carácter hermafrodita, pues no tenía ni la fuerza ni la firmeza de un hombre, ni la sensibilidad y amabilidad de una mujer”. Adams contraatacó llamándolo “perverso, hijo de un Indio de media sangre, adoptado por un mulato de Virginia”. Los ataques intensificaron cuando Jefferson contrató a James Callender, panfletista político y periodista amarillista, para desacreditar la reputación de Adams. Adams, por su parte,

no contrató a nadie, y fue presa fácil de las artimañas de Callender. Los ataques jugaron, ciertamente, un papel importante en la victoria electoral de Thomas Jefferson. A raíz de los ataques, Adams abandonó Washington, D.C. a las cuatro de la mañana el día de la toma de protesta del nuevo presidente –Adams rehusó asistir al juramento de rigor–. Ni Adams ni Jefferson volvieron a escribirse o a hablarse por al menos doce años, aunque más tarde se reunirían de nuevo para reiniciar su amistad hasta su muerte, el 4 de julio de 1826. Los dos murieron el Día de la Independencia, cincuenta años después de haber firmado la Declaración. Callender, por su parte, enfrentó un final incómodo. Fue enjuiciado, encontrado culpa-


Juan Henao

ble y puesto en prisión por difamar la persona de Adams. El presidente Jefferson otorgó el perdón a Callender, pero esto resultó ser insuficiente. Callender creía que Jefferson le debía más que aquel gesto por haberlo ayudado a ganar la presidencia. Cuando el presidente negó a Callender el puesto de director general de Correos en Richmond, Virginia, Callender escribió un artículo sobre una relación sexual de Jefferson con una mujer esclava con quien concibió varios hijos. Esta acusación no fue comprobada hasta el año 1998 cuando una prueba de ADN desmintió el hecho; pero el daño ya era irreparable, la historia seguiría a Jefferson hasta el final de su vida. Al final, Callender sufrió al abandono paulatino de sus amigos y colegas. Sus finanzas, por lo tanto, se vieron seriamente mermadas, y pasó periodos de incertidumbre severos hasta que murió en 1802, ahogado, sin que el estado de ebriedad en que se encontraba pudiera ayudarle en algo. En la campaña presidencial de 1828, John Quincy Adams (hijo de John Adams) etiquetó a su oponente, el héroe de guerra Andrew Jackson, de “asesino” y “caníbal”. También acusó a la esposa de Jackson de poligamia pues se había casado sin antes tener perfectamente resuelto los documentos de divorcio de una unión precedente. La madre de Jackson fue también atacada; se dice que

Jackson lloró al leer la historia en la prensa: “[la madre de Jackson] llegó a América con los soldados británicos. ¡¡Allí casó con un hombre mulato, con quien procreó varios hijos, de entre quienes el General Jackson es el primero!!1 Este negativismo electoral no ayudaría a John Quincy Adams, y Andrew Jackson resultó vencedor. Así como en el caso de su padre en 1800, John Quincy rehusó asistir a la ceremonia de toma de protesta del nuevo presidente electo, y ninguno de los personajes se dirigiría la palabra jamás. La esposa de Jackson, además, murió semanas después de tomar posesión de su nuevo cargo. De 1840 a 1890, los partidos políticos gozaban de enorme popularidad. Los eventos que organizaban consistían en desfiles, galas, juegos para niños, carteles y discursos que duraban horas. Los políticos hablaban como si fueran ministros de iglesias, y el público solía interrumpirlos ya sea para reprobar o aplaudir su participación. Era, en este sentido, mero entretenimiento. Los dos principales partidos, los Demócratas y los Republicanos, usaban las campañas políticas para hacer que sus militantes se mantuvieran “activos” y “leales”.2 El porcentaje de votación en ese periodo llegó al 80%, lo que indica la efectividad de estas tácticas.3 1 John Adams. David McCullough. Simon & Schuster, 2001. 2 The Presidential Election 1860-1912. Harp Week. http:// elections.harpweek.com/Campaigning-1.htm 3 Ídem.

La campaña presidencial de 1860 se condujo entre tensiones originadas entre los estados del norte y los del sur. Los del norte condenaban la esclavitud, y apoyaban el Partido Republicano de Abraham Lincoln cuya premisa fundamental era precisamente su abolición. Los del sur, por otra parte, apoyaban al Partido Demócrata, que defendía la existencia de la esclavitud pues proveía a las plantaciones sureñas de la labor necesaria. La escisión era contundente. En esta carrera electoral, Abraham Lincoln, uno de los líderes más venerados y consolidados, también fue víctima de las campañas negativas en su ruta hacia la Casa Blanca. Durante la elección de 1860, sus críticos lo llamaron, abiertamente, “estúpido” y “simio”. El Partido Republicano, del cual Lincoln fundó la representación en Illinois, se convirtió en el “Partido Negro Republicano”, contra quienes los esclavistas del sur protestaron: si Lincoln llegaba al poder, los estados del sur buscarían su separación. Todos estos ataques, afortunadamente, no beneficiaron a los enemigos de Lincoln, quienes vieron como él ganaba por mayoría innegable. Su victoria, no obstante, propició el inicio de la guerra civil (sobre el asunto de la posesión de esclavos), que terminaría a favor de la abolición de la esclavitud. Al mismo tiempo, el presidente electo Lincoln recibió numero-

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sas amenazas de muerte que hicieron que llegara a la capital del país disfrazado de oficial militar. Meses después de su toma de protesta, un periódico del sur publicó una nota en la que se ofrecía 100 mil dólares por la “miserable cabeza del traidor”, es decir la de Lincoln. Parece que esta campaña nunca terminó. Podemos encontrar otro ejemplo interesante del uso de campañas negativas en el caso del Presidente Harry S. Truman, demócrata, contra el neoyorquino Thomas Dewey. La campaña de 1948 es quizá la más sorprendente puesto que la opinión pública y las tendencias en las encuestas apuntaban a que Dewey ganaría. La realidad sería muy diferente. Consciente de su posición en las encuestas, el equipo de Truman decidió jugarse el “todo o nada”, entre los que se utilizaron numerosos ataques personales y profesionales contra su oponente. El candidato viajó 21 mil 928 millas en tren y pronunció 275 discursos.4 En ellos, Harry Truman hizo una analogía entre los republicanos y los nazis, se refirió al Congreso Republicano como “los buenos para nada”, y aseguró a los votantes que su estabilidad financiera se pondría en riesgo si Dewey llegaba al poder. Este tipo de aseveraciones hicieron que Truman ganara la presidencia; y mientras las encuestas anunciaban a Dewey como el ganador, Truman escalaba al trono. Existe una foto en la que el presidente 28

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Truman. David McCullough. Simon & Schuster 1993

Truman sostiene una copia del Chicago Tribune con el título: “Dewey Defeats Truman”, y es que todos los editores estaban ciertos de la victoria, la cual fue demolida por las estrategias trumanianas. A partir del año 1800 y hasta el inicio de la guerra fría, las campañas negativas se convertirían en moneda corriente y seguirían la misma línea. Entre oponentes se acostumbraba llamarse “borrachos”, “mujeriegos”, y los ataques se extendían hacia miembros de la familia e incluso se hacían a partir de credos religiosos. Hasta entonces, las campañas negativas estaban confinadas a prensa escrita y boletines; la televisión, sin embargo, cambió la estrategia y las tácticas de esta forma de proselitismo. Campañas modernas El demócrata Lyndon Johnson ascendió al poder después del asesinato del presidente John Kennedy en 1963. Johnson obtuvo gran popularidad y favor público, lo que hizo que se le viera como un sucesor capaz. Su oponente, el senador Barry Goldwater, representaba el sector moderado del Partido Republicano. Johnson manejó un discurso que proponía a Goldwater como un partidario de la participación de los EEUU en la guerra nuclear. Para enfatizar este punto, Johnson creó el famoso anuncio “Daisy”. En este anuncio, una niña, que representa la Paz, quita los pétalos a una flor mientras se escucha en el fondo la cuenta regre-

siva de un reloj que anuncia la detonación de un artefacto nuclear; el anuncio finaliza con la explosión reflejada en los ojos de la niña. Este anuncio fue eficiente en tanto que explotó los temores de la gente por una probable guerra nuclear contra la Unión Soviética, y al final, ayudó a que Johnson ganara la presidencia. Irónicamente, Johnson condujo a los Estados Unidos hacia la guerra contra Vietnam, y declinó una nueva nominación para ser reelegido en 1968, pues estaba consciente del sentimiento de reprobación general hacia el conflicto en Vietnam. En 1988, el interés del vicepresidente George Bush por la Casa Blanca se extendió entre ataques negativos lanzados durante las primeras etapas de la campaña. Su oponente, el gobernador de Massachusetts, Michael Dukakis, inició los ataques: Poor George, he can’t help it; he was born with a silver foot in his mouth!”.5 Se infería que el vicepresidente estaba vinculado en el escándalo IránContra, en el que armas ilegales fueron vendidas para ayudar a guerrilleros en Centroamérica. La respuesta de Bush no se hizo esperar. Y fue severa. La campaña inició mostrando un anuncio de televisión en el que Willie Horton, un criminal sentenciado a cadena perpetua por homicidio, violación y asalto a mano armada, esto último 5 Anne Richards. Texas State Treasurer during speech at 1988 Democrat Convention.


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mientras gozaba de un permiso legal para ausentarse de prisión. Este programa, iniciado por el gobernador Dukakis, permitía que prisioneros sentenciados visitaran a su familia fuera de la cárcel durante los fines de semana. El anuncio de televisión mostraba a Dukakis luchando de manera ineficiente contra el crimen, y logró colocar la imagen de un prisionero violando a una mujer al tiempo que abrazaba a su novia, como atrayendo la atención de los votantes hacia el peligro de este programa. Este anuncio, aunado a unas cuantas relaciones públicas mal manejadas por el equipo de campaña de Dukakis, le aseguró la presidencia a Bush. Para ejemplificar el uso de este tipo de estrategias en una campaña reciente podemos mirar las elecciones de 2004, en

las que George W. Bush buscó reelegirse en contra del senador de Massachussetts John Kerry. La Presidencia de Bush había sufrido el embate político causado por los ataques del 11 de septiembre de 2001, y se encontraba gestionando un conflicto armado en Medio Oriente, una guerra que su oponente, veterano de Vietnam, criticaba duramente. Los estrategias negativas comenzaron a surgir mediante la aparición de un grupo denominado Swift Vets and Veterans for Truth, que colocó en la prensa anuncios destinados a cuestionar la legitimidad de las medallas obtenidas por Kerry en la guerra. También sostuvieron que el reporte de servicio de Kerry era una exageración, y apuntaron hacia los discursos anti-militaristas que lanzó a su regreso de Vietnam. En respuesta, Kerry hizo pública cierta información en la que se refería a la “desaparición” de Bush del servicio militar mientras practicaba en la Guardia Nacional de Aire de Texas, refiriéndose así al trato preferencial que recibía. La elección se celebró en una dinámica muy cerrada, y las campañas negativas, aunque ayudaron de alguna manera, sirvieron al final solamente para polarizar al electorado. En febrero de 2004, 80% del pueblo estadunidense opinó que las campañas negativas los molestaban “un poco” o “mucho”,6 y los expertos señalaron que la elección presidencial de 2004 vio el uso de más estrategias 6

Pew Research Center poll.

negativas en 50 años. La diferencia con otras instancias recae en que la mayor parte de los ataques surgieron entre grupos que no estaban directamente asociados con los equipos proselitistas. Esta misma tendencia surgió en la elección de 2008, entre Barack Obama y John McCain. Es evidente, sin embargo, la necesidad de realizar un estudio a profundidad sobre el impacto de los ataques de esta naturaleza y su relación con el destino electoral de cada candidato. Conclusión Usualmente, el porcentaje de votación en elecciones presidenciales en los Estados Unidos es relativamente bajo. Los mayores niveles de votación, durante los últimos 50 años, ocurrieron entre 1960 y 2008, en los que 63% y 57% asistieron a las urnas para elegir a John Kennedy y Barack Obama, respectivamente.7 Se sabe que el país tiene una larga tradición de campañas negativas y que los estadunidenses las aceptan sin mayor problema. Uno no puede dejar de preguntarse si los títulos de la prensa, las historias en la televisión y las charlas a la hora de la cena en los hogares serían lo mismo, lo que ahora son, sin el uso de información positiva y optimista. Y también uno se pregunta si el porcentaje de votación no sería mucho menos si acaso no se recurrieran a este tipo de estrategias. 7 National Voter Turnout in Federal Elections 1960-2008. Congressional Research Service.

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Las así llamadas “campañas negativas”

El contraste ayuda al votante Frank Priess

Hay pocos temas que respecto a campañas electorales despiertan tanta emoción como el de las así llamadas “campañas negativas” o, como muchos dicen, campañas de contraste. El debate en México además parece marcado por la experiencia de la campaña presidencial del año 2006 –que, por todo criterio, para un extranjero y en comparación de campañas electorales internacionales, no ha lucido tan extremo ni hablar de “sucio” como muchos comentaristas aquí dejan de entender–, y cómo causó el sentimiento de necesidad para cambiar hasta leyes electorales.

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Y en realidad: de contrastes tratan los tiempos electorales y las ofertas de los partidos: tienen que distinguirse, tienen que perfilarse, tienen que llamar la atención del electorado y esto obviamente no siempre es una competencia en plena armonía o un abrazo permanente entre amigos. Sin embargo, hay diferentes formas de lograrlo.

A nivel internacional siempre son los Estados Unidos que parecen marcar la pauta, sin embargo, Estados Unidos y sus campañas no necesariamente son el gran modelo para todos los demás países sino, más bien, la gran excepción. Lo que funciona además en un país no automáticamente tiene valor en otra, las circunstancias legales, financieras y más que todo culturales son demasiado diferentes. “Si no tienes nada malo que decir sobre tu contrincante, porqué no lo dejas el cargo a él entonces”, parece ser el leitmotiv en muchas campañas norteamericanas y el público allá está totalmente acostumbrado a ver publicidad comparativa, publicidad de contraste, hasta en forma agresiva y personal. Equipos numerosos de cada candidato dedican bastante tiempo a encontrar los flancos débiles del adversario, analizan su trayectoria política, pero también su coherencia en la vida personal. Como vimos re-


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cientemente, problemas en el debido pago de impuestos pueden rápidamente acabar con promisorias carreras en el gobierno. Es parte de la cultura política que los electores se sienten en su pleno derecho de saber absolutamente todo sobre la persona a que deben confiar su voto y los adversarios ven su tarea en ayudarles en este deseo. Que se pensaría si alguien con grandes deficiencias morales llegase a un cargo publico simplemente porque no se sabía en el momento de la decisión. ¿No se tendría –los otros candidatos igual como un periodismo investigativo bien entendido– casi una obligación de revelar si algún candidato, para una función de mucha responsabilidad, es alcohólico, corrupto o algo peor? ¿Un peligro para su país? ¿No sería que la exclusión de este tipo de información protegiera exactamente a los que mas tienen que esconder? Aspectos del “carácter” de los candidatos entonces siempre tienen un rol decisivo en los debates. Nadie está indefenso La persona atacada, también lo muestra ampliamente la experiencia de Estados Unidos, no está indefensa, dispone también de todos los medios para responder, defenderse o contraatacar –y más de una vez ataques salieron para sus autores como un tiro por la culata cuando no tenían sustento, fueron equivocadas o meras mentiras–. Esto obviamente necesita un cierto profesionalismo en el equipo de campaña de cada cual –rapid response e instant rebuttal-teams–. Lo peor es dejar ataques sin respuestas, reaccionar demasiado lento, pero esto no es culpa de nadie más. Y para casos aún mas graves está abierto el camino judicial civil. Dice Dick Morris en su libro The new prince: “Campañas negativas pierden su atractivo en la política de Estados Unidos. Sin respuestas que todavía funcionen, pero rechazados en forma adecuada explotan en la cara de su propio candidato. Electores ya están suficientemente listos”. Según él, además, no se puede basar una campaña en negativismos: pueden ser un instrumento táctico entre otros, pero sin contenido, sin un mensaje propio, sin una razón de ser propia nunca van a ser suficientes para un éxito electoral.

Parece, sin embargo, que tiene su lado oscuro también. Hay observadores que piensan que el aumento en el desencanto de la población con sus políticos tiene mucho que ver con la forma en la cual ellos mismos se ataquen entre sí, en una amplio negativismo y una falta de debates constructivos, duros, pero cordiales. Lamentan, que en los medios de comunicación es mas fácil tener eco con mensajes negativos que con propuestas –un factor que es sustentado por cualquier análisis de contenido–. El negativismo es un factor noticioso y la política lo mantiene en cuenta. No obstante, casi nadie llega a la idea de interferir en las decisiones periodísticas de una redacción de radio, TV o prensa, ¿por qué entonces interferir demasiado en las decisiones de los partidos políticos sobre cómo quieren diseñar su campaña? ¿No les corresponderían el mismo derecho de la libertad de expresión como a otros actores claves en una democracia? El elector no es tonto La protección del elector puede llegar demasiado lejos, en un sentido tutelar mal entendido. El ciudadano hoy en día no es tonto –está acostumbrado a publicidad moderna por todos los medios, a cada hora, día por día, a spots persuasivos e inteligentes– y a ellos que no lo son. Hablan por si mismo y por su remitente. Tienen efectos, pero es muy difícil decir cuáles. Ya Henry Ford sabía que una mitad de su presupuesto publicitario fue desperdiciado; lamentablemente, según él, no sabía cual. Confirma el consultor argentino Carlos Fara además: “El público comienza a estar bastante entrenado en las técnicas de la mercadotecnia política, y cada vez es más difícil ser creíble y parecer genuino. Si uno descubre los secretos del mago, los trucos dejan de tener sentido”. El análisis sobre efectos de mensajes mediáticos se encuentra muy lejos de lo que se podría llamar “ciencia cierta”, pero supuestos efectos de nada sirven para justificar medidas drásticas, por ejemplo, en materia de leyes electorales. Es muy popular para no decir populista argumentar que hay que limitar “campañas sucias”, negativas, personales. Pero, ¿sería que un spot cualifi-

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cado como negativo realmente tendría efectos en contra para el así atacado? ¿No podría ser que causa también un efecto de solidaridad por parte de sus seguidores? ¿Molestia de gente “moderada” por la agresividad del ataque? ¿Misericordia? Hay una amplia gama de posibilidades. Los ataques feroces, personales y por debajo del cinturón contra el presidente George W. Bush en 2004 por parte de seguidores entusiastas de su contrincante John Kerry causaron nada más que fuertes rechazos, especialmente entre el voto volátil del centro: fue compartida la opinión de que, a pesar de toda la crítica válida a su política, así no se debería tratar a un jefe de Estado y mucho menos al del país propio. Investigaciones de la ciencia de la comunicación muestran que el fenómeno de una percepción selectiva por parte de los usuarios de medios de comunicación una y otra vez, partidarios de un político víctima de ataques, no necesariamente van a creer mensajes negativos sobre él o los van a reinterpretar. El efecto afirmativo entre la propia tropa podría así fácilmente ser neutralizado. Si el atacado además tienen un buen récord político, hasta gruesos calibres de información negativa –aún siendo verídicas– quedan sin efecto. Uno de los mejores ejemplos es el caso de Bill Clinton y la amplia información –probada además y causa de severas investigaciones jurídicas– de sus preferencias sexuales, el caso Lewinsky inclusive. No impidieren impresionantes cuotas de aprobación y triunfos electorales semejantes. Sin embargo, las mismas informaciones le habrían matado la carrera a un político republicano. Nada es blanco y negro, sino existen amplias franjas de gris. Dice el experto Jay Bryant: “Es muy complicado montar un ataque exitoso en contra de una figura política muy popular: las informaciones deben ser nuevas, deben hablar por sí mismas, relevante para un grupo grande de votantes, ‘autentificado’ por una fuente independiente como medios de comunicación. En caso de políticos menos conocidos la cosa luce menos complicada”. 32

¿Mentir con promesas? “Estamos hartos de tantos hechos, queremos promesas”, dijo un lindo graffiti en las calles de Bogotá, ironizando lo que es de conocimiento común. Hay montones de promesas electorales que después no se cumplen y hay casos en los que, desde un principio, ya se sabe que nunca sería posible cumplir, que son populismo puro. Análisis de contenidos indican que los mensajes negativos con cierta frecuencia están más cerca de la verdad que la cantidad de promesas de este estilo, ¿sería esto entonces también sancionable? ¿Quién de verdad estaría apto para esta tarea? Como la libertad de opinión, en general, está garantizada y tiene solamente sus límites en las leyes, en el respeto y en un cierto autocontrol, esto debe ser válido también en tiempos electorales y para mensajes partidarios. En debates políticos se trata más de opiniones encontradas que de verdades absolutas. No tiene mucho sentido juzgar argumentos netamente valorativos, sería negativo y prohibido decir: “El candidato X es un peligro para el país”, pero completamente aceptable de sostener: “El candidato X es la bendición para el país”, no parece tener mucha lógica. Hay además culturas políticas, grupos metas en los cuales algunos métodos funcionen y otros no, cada receptor es y reacciona diferente. En la Alemania moderna, por ejemplo, campañas negativas no tienen tradición y están rechazadas especialmente por votantes de los partidos de centro, en general, no les gustan los ataques –partidos que debaten fuerte internamente fácilmente son vistos como desunidos, incapaz de gobernar– , tampoco los quieren ver tanto en spots publicitarios, avisos de prensa, plegables partidarios, sin embargo, sí están bien vistos y escuchados –ninguna sorpresa– en las charlas de los matadores electorales frente a su propia tropa, más que todo como factor de entretenimiento. El ejemplo clásico es el “miércoles de cenizas político” que se celebra cada año en tiempos de carnaval frente a miles de seguidores, cerveza en mano, en el estado de Baviera.


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Ser combativo allá y mostrar talento retórico de ataque es casi la tarjeta de presentación para grandes carreras. Y hay otra excepción: ataques con humor. En las últimas campañas los partidos alemanes los han usado en spots para el cine, donde el grupo meta es mas fácil de identificar, más joven, más abierto al factor sorpresa y la ironía. “Humor”, dice la catedrática Christiana Holtz-Bacha, “ha resultado la estrategia más popular respecto a publicidad negativa”, concede, que respecto a esto hay estudios de efectos científicamente válidos, sin embargo, muchos publicistas confían en su instinto para usarlo. En Alemania igualmente ha sido, por mucho tiempo, casi un tabú la vida privada de los candidatos –más cuando se trata de ataques directos de partidos opuestos, también respecto a la cobertura de los medios masivos, pero casi siempre cuando ha sido utilizada en campañas–. Un caso prominente ha sido la vida de Willi

Brandt –a finales de los años 60 y el inicio de los años 70– el cual ha resultado negativo para los autores. Está visto como de muy mal gusto, aunque no siempre, se puede excluir la posibilidad que tendría algún efecto. Pero desde unos años la política misma contribuye lo suyo para un cambio; cada vez mas se ve a políticos que abren sus casas para los medios de comunicación, tratan de dejarse ver como gente común y corriente, con simpática familia etcétera, y después se sorprenden cuando los medios no pierden el interés cuando la situación cambia y ocurren cosas que mejor preferirían dejar en el ambiente privado. Como siempre dobles estándares han resultado problemáticos. Cambios en el ambiente electoral En todo esto no se pueden ignorar los cambios del ambiente mediático para la política hoy en día, con un público más disperso, más fragmentado, con nuevos hábitos de información y diversión. Donde los medios de comunicación han desplazado a la tribuna del parlamento casi por 33


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completo cuando de debates políticamente relevantes se habla, donde los partidos políticos tienen cada vez menos contacto directo con sus votantes y cada vez menos afiliados. En el día a día, pero más en tiempos de campañas electorales, existe una lucha feroz para la atención del público, y allá los partidos no compiten solamente entre ellos, compiten con las estrellas del deporte, de la farándula, con telenovelas, con una verdadera sobreoferta permanente de noticias aunque no necesariamente de información. Hay que llamar la atención, hay que distinguirse. Esto tiene consecuencias para la forma de campaña, a la cual contribuye que, en ocasiones, se suba demasiado de tono. Seamos sinceros, ¿a quién realmente atraen explicaciones detalladas de plataformas electorales? ¿Quién en su vida las ha leído mínimo una vez por completo? ¿Qué rating tienen las más educadas discusiones de expertos distinguidos? Hay que comprimir el mensaje, hay que repetirlo una y otra vez, hay que agudizar. En este contexto, también un buen ataque siempre parece válido. 34

“Campañas“, dice el reconocido publicista alemán Frank Strauss, “tienen que ser hoy más agresivas, más ruidosas, más publicitarias y cada vez más profesionales, para sobrepasar el muro de la ola informativa. Tienen que usar cada canal comunicativo, sea internet o la prensa amarilla”. Necesitan adaptarse al ambiente en el cual sus autores deseen que tendrían efecto. Para un partido nunca es suficiente concentrarse en su propio mensaje, también tiene que comunicar porqué es diferente de los demás, porqué es la mejor opción; esto, sin campañas de contraste, parece imposible. Viene un argumento adicional, cada vez cobran más importancia ofertas basadas en internet como los blogs de toda índole o plataformas como Myspace o Facebook. Es un medio imposible de controlar y muy apto para chismes, calumnias, insinuaciones. En algunos grupos de la población, especialmente entre la juventud, ya está reemplazando la televisión como medio masivo de más importancia. El reglamento más eficaz se encuentra en la pluralidad de la oferta, en el mercado de opiniones, y


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nadie en su buen criterio va a empezar de reemplazar esto por reglamentos estrictos y supervisados por un ente controlador. Para los equipos de campaña –esto muestra la reciente en Estados Unidos a toda luz– es un desafío adicional de observación, de acción y de reacción inmediata. Autocontrol y confianza en el buen criterio del ciudadano Frente a todas estas tendencias y discutiendo el tema de los límites en tiempos de campañas electorales, hay que optar –en momentos de duda– por el principio de la libertad. El autocontrol y la confianza en los criterios de electores adultos lucen más prometedoras que la confianza en un órgano controlador que muy rápido va a llegar a sus límites cuando trata de valorar casos concretos en la “franja gris” ya mencionada, y difícilmente va a lograr consenso y aceptación para sus decisiones por todos lados. Los ejemplos abundan. El único resultado sería que al final la gente va a dudar aún más de la imparcialidad del árbitro. En primer lugar es la decisión de cada partido político como se quiere presentar al electorado y cuáles serían los estándares éticos por cuales se está guiando. El público tiene un sensorio bastante fino para valorar comportamientos de actores políticos y –si es necesario– castigarlos con la pérdida del voto. México y sus partidos en este contexto seguramente no son la excepción. Sería más provechoso si se apostara a aumentar la calidad del periodismo electoral en todos los medios para ofrecer al público un contrapeso y una instancia profesional que ponga los mensajes de los partidos en su contexto. Hay muestras que esto no necesariamente se debe dejar a canales comerciales de la televisión, la radio y televisión pública, independientes de ratings; aquí podrían tener un

lugar predilecto, siempre y cuando no sean solamente voces de los gobiernos de turno sino basado en un verdadero pluralismo de todas las voces socialmente relevantes. Hay algo más, los spots de los partidos tienen nombre y apellido. No siempre todo lo publicado en la parte de la redacción de los mensajes de comunicación se basa en una decisión puramente periodística, y muchos medios pecan de no ofrecer a sus usuarios una clara y visible distinción entre la parte periodística y anuncios pagados. En México, especialmente, hay que fortalecer los instrumentos de transparencia a nivel de los estados federados y obligar a los gobernadores de transparentar sus gastos y más aún cuando se trata de acuerdos con medios de comunicación. Quedan ejemplos suficientes que muestran que los reglamentos actuales son insuficientes y sigue reinando la discrecionalidad acompañada por la complicidad de no pocos propietarios de medios de comunicación. En tiempos de vacas flacas publicitarias hay el peligro de que estos excesos aún van a aumentar. En general –y México no es la excepción– los partidos deben tener el derecho de usar sus espacios inclusive los spots en los medios masivos para transmitir sus mensajes sin filtros o censuras. Deben tener la posibilidad para ejercer un targeting fino acorde a sus necesidades y sus grupos meta, en lugar de publicidad en bloque y para todos al mismo tiempo que a menudo no hace nada más que aburrir y fastidiar. Es la única forma auténtica de comunicar con el electorado mas allá de los mítines o los contactos directos y para poder balancear las influencias mediáticas, no rara vez basadas en intereses específicos ya mencionados. El financiamiento público de los partidos en México es suficientemente suculento para garantizar una cierta equidad de oportunidades. Limitar este derecho trae por lejos más problemas que beneficios. 35


La propaganda negativa y su impacto social Jaime Aviña Zepeda

El impacto de la propaganda negativa en las últimas elecciones fue motivo de controversia entre los sectores políticos, el Instituto Federal Electoral (IFE) y, por supuesto, la opinión publicada en los medios nacionales.

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Independientemente de la libertad de expresión, que nuestra Carta Magna debe defender en el capítulo de garantías individuales –a las que flaco favor les han hecho los cambios a la ley electoral y los pronunciamientos de la suprema corte–, no debemos perder de vista que en el mundo de la política no todo es miel y pasitas, hay también basura en abundancia y antecedentes penales y sociales imprescindibles para conocer a un candidato.

Las recientes elecciones en Estados Unidos son ejemplo de cómo en una campaña democrática se puede y se debe sacar a la luz todo lo que debe ser conocido por los votantes a efecto de que éstos tomen la decisión adecuada al momento de emitir su voto, eligiendo con éste a sus gobernantes y a la plataforma de medidas y acciones tendientes a mejorar la calidad de vida de la nación. Se rasgó la capa de maquillaje de Sara Palin, se revisó a fondo la trayectoria de Barack Obama y se sacó a la luz la historia de todos los posibles candidatos, tanto demócratas como republicanos, sin que por ello nadie se desgarrara las vestiduras, pero es importante señalar

que en general no hubo calumnias sino realidades expuestas al conocimiento de los electores, que hace poco más de un año no conocían a muchos de los participantes en el proceso electoral que culminó con la elección del primer presidente afroamericano en los Estados Unidos. La importancia de esta exposición masiva de candidatos a los medios no deja duda del perfil de cada uno de ellos y permite claridad respecto a sus trayectorias, tanto académicas como políticas, familiares y de todo tipo, siempre con la idea de dar a conocer lo mejor de cada uno, pero sin poder ocultar lo peor. Todo esto pareciera con-


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trastar con lo vivido en México durante 2006, en que las mentiras, especialmente difundidas por Andrés Manuel López Obrador, no tuvieron ninguna sanción y, en cambio, se sanciona a los partidos por supuestas intervenciones de terceros, (Consejo Coordinador Empresarial), que a juicio del

de regular las expresiones políticas, pero no a los ciudadanos sino a los políticos en activo que, sin miedo a sanción alguna, difaman y envenenan el ambiente social, en tanto los ciudadanos son amordazados y amenazados si se les ocurre expresar su descontento con las situaciones mencionadas.

la contienda” y se despierta mayor interés en participar.

IFE beneficiaron al Partido Acción Nacional y a otros.

El impacto que las campañas negativas es revisado por la politóloga Cintia Smith en el diario Puntual del 11 de diciembre de 2008,1 en un interesante artículo del que destaco lo siguiente:

rentes contiendas electorales alrededor del mundo.

El nivel de falsedades antes y después del proceso electoral, después de la derrota de AMLO, merecería un catálogo completo de formas perversas de deformar la realidad: desde acusar a sus correligionarios de haberse vendido a otros partidos, de no haber vigilado las urnas, pasando por la acusación de malos manejos a la familia política del Presidente Calderón, acusar al IFE de venderse y al Tribunal Electoral de la Federación de traición a la Patria, a lo que se agrega una lista interminable de mentiras y expresiones como la de mandar “al diablo con las instituciones”. Lo anterior, no deja dudas sobre la necesidad

“El tono negativo en las campañas electorales tiende a motivar la participación de los ciudadanos, además de que aporta a los votantes información retrospectiva valiosa sobre el desempeño de los candidatos”. Hay autores que consideran que ese tipo de manejo propagandístico aleja a los votantes de las urnas, mientras que otros aseguran que, por el contrario, “se le pone sabor a 1

Diario Puntual. 11 de diciembre de 2008. Cintia Smith

Sin ubicarse ni a favor ni en contra de este fenómeno político, Smith acotó que internet se ha convertido en el principal medio para la difusión de contenidos negativos en contra de los candidatos en dife-

Pero no podemos dejar sin revisión los antecedentes de propaganda política que forman parte de la historia misma: las Filípicas de Demóstenes contra Filipo, que datan del 358 aC2 en las que el gran orador logra estimular a los atenienses para defenderse, y por lo que hoy en día, cuando alguien utiliza recursos oratorios para denostar y evidenciar a alguien, especialmente en política, se dice que le aplicó un Filípica, tomamos como ejemplo parte de la primera Filípica de Demóstenes. 2 Demóstenes. Discursos contra Filpo, primera edición cibernética, abril 2008.

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“Y si alguno de vosotros juzga que Filipo es invencible, porque contempla su enorme poderío y ve que nuestra ciudad no conserva ya aquellas fuertes posiciones, tome en consideración que antaño nosotros poseíamos Pidna, Potidea, Metona y toda la región circunvecina, y que muchos de los pueblos que ahora se han aliado con Filipo eran entonces libres y hasta preferían ser amigos nuestros. Si Filipo hubiera discurrido entonces como nosotros y hubiera juzgado que era difícil combatir a los atenienses, porque poseían tantas fortalezas en su propio territorio, en tanto él no contaba con aliados, no habría hecho nada de lo que ha hecho ni habría adquirido una fuerza tan grande. Pero él, atenienses, ha comprendido muy bien un cosa: que todas esas plazas son premios de guerra, indistintamente

propuestos a todo el mundo, y que por ley de naturaleza los bienes de los ausentes corresponden a quienes van en su busca, y los de los negligentes a quienes se deciden a arrostrar penas y peligros”. Los cuatro discursos (Filípicas) son ejemplo de propaganda negativa que perdura hasta nuestros días y ha tomado carta de naturalización en muchos idiomas, para referirse a la reprimenda política y la exhibición de los defectos y errores del adversario. De igual manera se deben considerar las famosas Catilinarias de Cicerón contra Lucio Sergio Catilina, pronunciadas entre el 8 de noviembre y el 4 de diciembre del año 63 aC, cuando, en su condición de cónsul, descubrió y desbarató un intento revolucionario enca-

bezado por Lucio Sergio Catalina, que tenía como objetivo final la subversión total de las estructuras del Estado romano e incluso la destrucción de Roma y el asesinato de los ciudadanos más representativos del partido aristocrático. En este sentido, la tentativa de Catilina no puede considerarse en ningún caso como un fenómeno aislado, sino que debe situarse en el marco de la profunda inquietud social que sacudió Roma en la primera mitad del siglo I aC y que podría tener una referencia o punto de partida en los intentos de reforma agraria encabezados por los hermanos Tiberio y Cayo Graco, quienes, en el ejercicio del tribunado de la plebe, intentaron solucionar la penosa situación del campesinado con base en repartir entre los más pobres una parte del terreno público obtenido por el Estado


Jaime Aviña Zepeda

en sus guerras de expansión y que, de hecho, se encontraba usufructuado por la nobleza. La violenta reacción senatorial no sólo condujo a la derogación de las leyes promulgadas y a la muerte de los dos tribunos (Tiberio fue asesinado en el 133 y Cayo en el 121 aC), sino que instauró un período reaccionario de dominio total de la aristocracia senatorial que se extendió hasta el año 108.3 En el caso de las Catilinarias es recordable su inicio: “Hasta cuando Catalina” que precede a las denuncias y denuestos de Cicerón contra Catilina. También Cicerón tiene otros discursos llamados Filípicas como el caso de Demóstenes contra Filipo, que muestran como aun en la antigüedad, al conocerse dichos discursos, se establecieron como género literario y de oratoria, ya que por supuesto no fueron dirigidas contra Filipo sino contra Marco Antonio y, sin embargo, la Historia las recoge como Filípicas.

tados nacionales después del congreso de Viena, aparecen los panfletos y libelos, que denuncian hechos y sucesos desagradables con el objeto de soliviantar a la plebe contra los poderosos en turno e, incluso, grandes escritores como Charles Dickens hace de la novela por entregas Oliver Twist, una denuncia de los graves desordenes sociales y políticos de su época, aunque su acceso al gran público fue siempre limitado; lo mismo se pude decir de obras como los Miserables de Víctor Hugo o la Debacle de Emilio Zola, que contienen una fuerte propaganda contra el sistema imperante y denuncian los abusos y errores. Más recientemente, autores como Alexander Solschenitzin, premio Nóbel de literatura en libros como Un día en la vida de Iván Denisovitch, o Archipiélago Gulag, hacen una propaganda política negativa al sistema soviético, que les acarrea persecuciones y le impide, en el caso de Solschenitzin, recibir el premio Nóbel en forma personal; pero el valor de su denuncia trasciende y llega a ser universal.

No puede ignorarse que la propaganda política negativa tiene historia y razón de ser a lo largo de distintos periodos de la humanidad, a pesar de la ausencia de prensa escrita y libros que en su momento documentaran dicha propaganda.

Más allá de la literatura, estudiosos de la sociedad como Gustave Le Bon, médico y humanista, en su obra Psicología de las masas,4 señala algunos datos interesantes:

Al acercarnos a los tiempos modernos, después de la imprenta y los cambios de los es-

“Al definir a las masas dijimos que una de sus características generales era la de una

3 Cicerón, Marco Tulio. Catilinarias. Edición Pere J. Quetglas Universidad de Barcelona, página 5.

4

Le Bon, Gustavo. Psicología de las masas. Editorial virtual 2005, capítulo 2.

excesiva sugestionabilidad y hemos mostrado hasta qué punto las sugestiones son contagiosas en toda aglomeración humana; un hecho que explica la rápida orientación de los sentimientos de una masa en una dirección definida. Por más indiferente que se la suponga, una masa, por regla general, se halla en un estado de atención expectante que facilita la sugestión. La primera sugestión que le sea formulada se implantará inmediatamente, por medio de un proceso de contagio, en los cerebros de todos los reunidos y la orientación idéntica de los sentimientos de la masa será inmediatamente un hecho consumado. “Al igual que en el caso de las personas bajo la influencia de la sugestión, la idea que ha penetrado en el cerebro tiende a transformarse en acción. Sea que la acción implique prenderle fuego a un palacio o involucre un auto sacrificio, la masa se prestará a ella con la misma facilidad. Todo dependerá de la naturaleza del estímulo desencadenante y ya no, como en el caso del individuo aislado, de las relaciones existentes entre la acción sugerida y la suma total de las razones que pueden esgrimirse en contra de su realización. “En consecuencia, una masa perpetuamente balanceándose al borde de la inconciencia, pronta a ceder a todas las sugestiones, poseyendo toda la violencia de sentimiento propia de los seres que no pue-

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Jaime Aviña Zepeda

den apelar a la influencia de la razón, desprovista de toda facultad crítica, no puede ser más que excesivamente crédula. Lo improbable no existe para una masa y es necesario tener esta circunstancia bien presente para comprender la facilidad con la cual las leyendas y las historias más improbables resultan creadas y propagadas”. Estas observaciones han sido bien analizadas y aplicadas en los tiempos modernos por demagogos y líderes que sin recato alguno bombardean a la masa con ideas fuerza que los dejan sin capacidad de análisis y reflexión; el ejemplo más acabado de ello es la oratoria magnética y arrolladora de Adolfo Hitler, que arrastró al pueblo alemán a la más terrible de las guerras modernas, siempre impulsado por la propaganda política manejada genialmente por el doctor Joseph Goebbels, ministro de propaganda del tercer Reich, quien a través de un aparato de propaganda eficientisimo convirtió mentiras en verdades y ocultó a la nación lo que en realidad ocurría a lo largo de la sangrienta segunda guerra mundial; a él se atribuye la frase: “Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad”.

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Frente a estas manipulaciones vale la pena recordar cómo propaganda negativa –pero de una eficiencia increíble para evidenciar al oponente–,una frase del portavoz de la Francia

libre, Maurice Schumann, en una de sus emisiones dirigida contra la propaganda de Philippe Henriot, cronista de la radio de Vichy y de los ocupantes alemanes durante la guerra.5 Al iniciar su exposición sólo dijo: “Philippe Henriot auxiliar del ejército francés en 1915, auxiliar del ejército alemán en 1944”; con estas palabras destruyó la credibilidad de su adversario político sin decir mentira alguna, mientras la guerra continuaba, inclinándose la balanza a favor de los aliados y en contra de las potencias del eje. Pero el talento de Schumann no se da en nuestros políticos en México, por lo que periodistas, comentaristas y editorialistas de todos los medios tienen con frecuencia temas variados para explotar una mentira o una verdad a medias; un buen ejemplo de ello es aquel spot televisivo de manos limpias en contra del candidato Felipe Calderón, en que se le acusaba de firmar el Fobaproa, pero aparecía una mano derecha cuando el presidente es zurdo. Sin embargo el propio Goebbels señaló:6 “Hacer propaganda es hablar de la idea en todas partes, hasta en el tranvía”. Esto debe hacernos pensar que tratar de evitar la propaganda negativa es pretender ocultar el sol con un dedo y tratar de ocultar verdades que finalmente afloran.

5 Domenach, Jean-Marie. La propaganda política. Editorial Universitaria de Buenos Aires 1966, página 83. 6 Op cit., página 48.

Para nuestros legisladores y para el Instituto Federal Electoral, el reto es acotar los excesos pero sin limitar la libertad de expresión del ciudadano, garantizada en la Constitución para ejercerse solo o agrupado en el tejido social; permite hacer valer los derechos de la persona, los partidos; ni las instituciones pueden ni deben limitarlos. La oportunidad de proponer caminos y abrir espacios de expresión ciudadana está en las plataformas de acción para el próximo proceso electoral; es posible que no todos los partidos estén interesados en una mayor participación ciudadana, pero la democracia se construye con esta participación y desalentarla es el peor de los escenarios para México.


David P. Goldman

La estrategia de la administración pública del presidente Barack Obama consiste de un paquete de estímulo fiscal típicamente keynesiano, por un total de 789 mil millones de dólares, una vez que se hicieron compatibles los distintos proyectos del Senado y la Cámara de Representantes el 16 de febrero pasado. La abrupta caída en el valor del capital de las familias de EEUU, que ya significó una pérdida de 3 billones de dólares1 en el valor de los bienes raíces residenciales, y muy probablemente destruya entre 5 y 10 billones adicionales antes que termine esta fase del ciclo económico, ha provocado un intenso deseo de los estadunidenses por ahorrar y empezar a reponer su riqueza perdida. El abrupto cambio en las preferencias de los consumidores, que ahora se ven a obligados a ahorrar y a reducir sus compras, ha provocado una profunda recesión que no muestra ningún indicio de amainar. La administración Obama propone gastar cerca de 900 mil millones de dólares, con lo que se eleva el déficit presupuestal a alrededor de 1.6 billones para el año fiscal en curso, lo que representa más del 11% del PIB de su país.2 Por si fuera poco, el gobierno está gastando cientos de miles de millones de dólares adicionales y asumiendo la responsabilidad por pasivos contingentes por billones de dólares más con el fin de estabilizar su sistema financiero. Es útil recordar que un billón en México representa 1 millón de millones (1,000,000,000,000) mientras que en EEUU a la misma cantidad se le denomina un trillion. Igualmente, un billion estadunidense en México son mil millones. 2 Los años fiscales en EEUU van de agosto 1º a septiembre 30.

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Medicina envenenada desde Washington

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¿Es la medicina prescrita la correcta para superar el problema? ¿Sus resultados positivos serán superiores a sus costos colaterales? Hay buenas razones para responder a ambas preguntas con un rotundo no. 1. La economía de EEUU no sufre de un declive cíclico convencional sino de una anomalía del ciclo vital de sus habitantes. Se está por jubilar la mayor proporción de estadunidenses en la historia de ese país cuyos ahorros fueron barridos por el colapso de la burbuja en los precios de sus casas, pérdida que tienen que compensar después de diez años de no ahorrar nada. La abrupta y profunda pérdida en su riqueza obliga a los estadunidenses a reducir su gasto en forma radical y a ahorrar en cantidades tales que el estímulo keynesiano tradicional adoptado por el gobierno no puede contrarrestar. 2. El sistema bancario de EEUU en apariencia está listo y tiene deseos de aumentar sus préstamos pero no lo podrá hacer en la medida que sus clientes lo que desean es abatir el nivel de sus deudas. 3. Las necesidades de endeudamiento del gobierno de EEUU van a secar los mercados crediticios para otras necesidad de préstamos a escala global, de tal manera que las consecuencias colaterales para la economía mundial pueden ser aún peores que la enfermedad original. Si EEUU desea incrementar en forma drástica su nivel de ahorro sin caer en una profunda y prolongada recesión, deberá por fuerza exportar mucho más. Pero secar las fuentes de crédito para el resto del mundo por las enormes necesidades de financiamiento del Tesorería de los EEUU resultará en un menor dinamismo de sus exportaciones y en la cancelación de la única vía para restaurar su crecimiento económico que es compatible con la necesidad de los estadunidenses de incrementar sus ahorros. El contenido del paquete de estímulo fiscal como quedó el 12 de febrero, incluye: 1. 282 mil millones de dólares de reducciones impositivas a razón de 400 por cada persona y 800 por de bajos ingresos.

2. 150 mil millones para obras públicas en los sectores de transportes, energía y tecnología. 3. 87 mil millones en apoyo de los estados para que puedan pagar los costos de asistencia médica (Medicaid). 4. 39 mil millones en apoyo fiscal a los estados. 5. 59 mil millones en mayores pagos de desempleo. 6. Una larga lista de otros gastos y reducciones impositivas de menor tamaño que reflejan las preferencias de los legisladores que las propusieron. En adición, el gobierno del presidente Obama ha propuesto un paquete de apoyo al sistema financiero que involucra la utilización de hasta 2.5 billones de dólares, aunque no queda claro cómo y en cuánto tiempo se desembolsarán esos recursos. Es difícil definir la naturaleza de este plan. Una proporción importante simplemente remplazará el gasto que de otra manera se habrían vistos a reducir los gobiernos estatales y municipales, por lo que en este renglón el efecto neto de estímulo será reducido. Por otra parte y dada la enorme magnitud de la caída en la riqueza de las familias, la reducción tributaria es muy pequeña en términos comparativos. Es muy difícil medir con precisión el tamaño del golpe a los bolsillos de los estadunidenses. El Sistema de la Reserva Federal –el banco central de los EEUU– estima que la riqueza neta de la familia promedio aumentó alrededor de 18% entre 2004 y 2007, ganancias que se perdieron en 2008, cálculo que parece optimista. Los rendimientos en el mercado accionario norteamericano en el muy largo plazo son decepcionantes. Un inversionista que compró el índice de S&P en 1950 y lo vendió el 20 de noviembre pasado, habría tenido un rendimiento real compuesto de sólo 2% anual, después del pago del impuesto sobre ganancias del capital (excluye dividendos). Un inversionista que compró en el pico de la burbuja accionaria de los


La Gráfica 1 muestra el rendimiento compuesto anual del inversionista que compró el índice S&P-500 en cada una de las fechas indicadas y vendió al cierre del 20 de noviembre. Gráfica 1. Rendimiento compuesto anual eliminando inflación y el impuesto sobre ganancias del capital para un inversionista que compró el índice S&P500 en cada una de las fechas indicadas y lo vendió el 20-XI-08.

Fuente: Yahoo Finance, St. Louis Fed, y cálculos del autor.

En síntesis, los estadunidenses han descubierto que lo que ellos creían que era un patrimonio estable (el valor de sus casas y el de su cartera accionaria), no lo era, y que otros beneficios con los que contaban, como sus fondos de pensiones y sus seguros de vida y gastos médicos, son mucho menos seguros de lo que suponían. Estas desagradables sorpresas los han obligado a un abrupto cambio en su comportamiento, manifiesto en elevar sus ahorros precautorios y, por lo tanto, en reducir su consumo, lo que explica por qué la economía de EEUU parece haberse caído a un precipicio desde el pasado octubre. El Tesorería de los EEUU es la única institución de ese país con una capacidad ilimitada para endeudarse. El súbito cambio en los hábitos de ahorro de los estadunidenses resultó en el incremento más grande de la historia en los precios de los bonos gubernamentales, más de 8 puntos porcentuales (¿) en el bono a 30 años.

Por el momento, lo más probable es que la demanda global por instrumentos de ahorro seguros –lo que se conoce en la jerigonza financiera “el capital que escapa hacia valores de calidad” o “flight to quality,” en inglés, salida de capitales que, a su vez, ha venido presionando a la baja a la mayor parte de las monedas del mundo, incluido el peso– mantendrá bajos los rendimientos de los bonos del Tesorería, a pesar del enorme déficit fiscal de EEUU, sin precedente en su historia que en 2009 puede alcanzar los 2 billones de dólares. La venta de activos riesgosos para adquirir aquéllos que se perciben como con un menor riesgo y el cambio en las preferencias de los consumidores hacia un mayor ahorro, continuarán hasta que los estadunidenses hayan restaurado una parte de su riqueza perdida. Dado que es previsible que sus ingresos también declinen debido a un mayor desempleo y a más bajos sueldos, los habitantes de EEUU estarán nadando contracorriente en la medida en la que intentan reconstruir el balance de sus finanzas familiares. Lo anterior permite augurar un prolongado y doloroso declive económico, peor que el sufrido en entre 1979 y 1982 , crisis que precedió a las reformas adoptadas por Ronald Reagan (1981-89). Los mercados financieros son sólo un velo que cubre los ciclos de la vida humana. Las familias jóvenes piden prestado y las personas de más edad les extienden crédito, mientras que los jubilados gastan lo que han ahorrado. Ya sea que los jóvenes de la tribu compartan sus alimentos con sus mayores o que los jubilados devenguen intereses en bonos que sustentan créditos hipotecarios y que se emitieron para financiar las casas de las familias jóvenes, el resultado es el mismo. Lo que hace que la actual crisis sea particularmente peliaguda, no es la situación del sistema financiero sino el entramado demográfico y social que está detrás. La población de los países industrializados está envejeciendo con gran celeridad. Ya hay un número excesivo de personas que tienen entre

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sesenta en 1965 y que vendió el 20 de noviembre, habría salido tablas una vez eliminadas la inflación y los impuestos sobre ganancias de capital.

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40 y 64 años de edad –más de 400 millones– en sus años pico en materia de ahorros y su número sigue creciendo. Al mismo tiempo, hay muy pocos trabajadores jóvenes entre 19 y 40 años, y su cantidad se encoge con el paso del tiempo. Es decir, no hay suficiente gente joven en la aldea para sostener a sus viejos. Esta situación es la que prevalece para todo el mundo desarrollado. Si la comparamos con el más sano perfil a este respecto de los EEUU (Gráfica 3), se puede apreciar que hay más trabajadores jóvenes (en su fase de endeudamiento) que trabajadores viejos (ahorradores), en comparación con el mundo desarrollado como un todo. La situación demográfica de EEUU es mejor que la del resto de las naciones avanzadas por el sesgo que introducen las poblaciones más avejentadas de Japón y Europa, pero aún así, la tendencia a futuros es similar, con los ahorradores (trabajadores maduros) creciendo mucho más rápido que el número de quienes desean endeudarse (trabajadores jóvenes). La población de los países industrializados está envejeciendo con gran celeridad. Ya hay una cantidad excesiva de personas –más de 400 millones– en sus años pico en materia de ahorros, que tienen entre 40 y 64 años de edad, y su número sigue creciendo. Al mismo tiempo, hay muy pocos trabajadores jóvenes entre 19 y 40 años, y su número se está encogiendo. Es decir, no hay suficiente gente joven en la aldea para sostener a sus viejos. Gráfica 2. Población de los países desarrollados por grupo de edad

Fuente: Proyecciones de población, Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Gráfica 3. Población de los EEUU por edades

Fuente: ONU

Si los ahorradores japoneses no pueden encontrar suficientes jóvenes en su país a quienes prestarles, los pueden hallar en otros países. El resto del mundo le prestó a EEUU más de 1 billón de dólares anuales hasta 2007. Tal volumen de préstamos presionó las tasas de interés hacia abajo, lo que se tradujo en un menor costo del crédito hipotecario, lo que a su vez condujo a la burbuja especulativa en los mercados de bienes raíces. Los estadunidenses, a su vez, consideraron que ahorrar era innecesario dado que el aumento en el valor de sus propiedades los habían vuelto ricos. La tasa de ahorro en EEUU se desplomó al tiempo que el déficit externo (que es igual al superávit en la cuenta de


Estados Unidos tiene alrededor de 120 millones de adultos entre 19 y 44 años de edad, es decir, personas en la flor de su etapa como receptores de crédito. Este no es un número demasiado grande comparado con el de 420 millones de ahorradores potenciales entre la población de mayor edad de los países desarrollados. Simplemente no hay suficientes estadunidenses jóvenes para absorber los ahorros del resto del mundo. Aún más, no hay el número necesario para demandar los ahorros que se están empezando a generar internamente en los EEUU por las razones antes expuestas. Si bien la situación demográfica de EEUU es mejor que la de otros países desarrollados, no lo es por el suficiente margen. A continuación se sintetiza el dilema demográfico que subyace detrás de los problemas financieros de los EEUU: 1. Los estadunidenses contaban con las ganancias de capital generadas por la apreciación de sus casas y, en menor medida, de su cartera accionaria, para fondear la mayor ola de jubilaciones en su historia –los llamados baby-boomers–, que está por ocurrir. Tales ganancias han desaparecido y muchos no podrán jubilarse. 2. Los estadunidenses requieren arreglar su situación financiera, lo que se traduce en que ahora tendrán que ahorrar, justo cuando su ingreso están cayendo y el desempleo se está disparando hacia arriba. 3. No es probable que los precios de los bienes raíces se recuperen en un futuro predecible pues la situación demográfica descrita la impedirá. Las parejas cuyos hijos ya “abandonaron el nido” representan una proporción creciente de la población, lo que permite sustentar la predicción de un experto que señala que para 2025 habrá un exceso de oferta de 40% en casas unifamiliares construidas en terrenos grandes. Si los estadunidenses ahorran en lugar de

gastar, el consumo y la producción tendrán que caer aún más de lo que lo han hecho, y parece improbable que los planes de estímulo de la administración del presidente Obama vayan a tener mucho impacto ante tan fuertes vientos de frente. El gobierno parece creer que una menor capacidad de prestar por parte del sistema bancario, es el principal obstáculo para restaurar el crecimiento económico. Sin embargo, los bancos han seguido adquiriendo activos. La suma de su cartera de créditos, arrendamientos financieros y valores no gubernamentales, es decir activos riesgosos, en el balance de los bancos creció 7% en 2008. Sus tenencias de papel de otras empresas creció más rápido que sus préstamos y arrendamientos, que es un indicio convencional que la demanda por crédito está cayendo. En apariencia los bancos han adquirido activos financieros en lugar de otorgar más créditos, porque sus balances les permiten expandir sus activos y porque su clientela no desea incurrir en un mayor endeudamiento. Gráfica 4. Créditos y arrendamientos totales de los bancos comerciales de EEUU frente a sus activos no gubernamentales

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capital con el resto del mundo) creció en forma impresionante.

Fuente: Banco de la Reserva Federal de St. Louis, Missouri.

El problema global planteado por la fuga de capital del resto del mundo a los EEUU El gobierno de los EEUU necesita que le presten alrededor de 1.6 billones de dólares anuales. 45


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¿Dónde los encontrará la Tesorería de ese país? Un incremento en el costo de conseguir esos fondos es indicativos de que se está secando la oferta global de fondos prestables en la medida que el déficit fiscal estadounidense sigue creciendo. También da la impresión que el mercado para bonos de la Tesorería es una víctima más del proceso global de “desapalancamiento” –desendeudamiento–. La nueva administración pública tiene mucho menos grados de libertad presupuestal de lo que sus funcionarios creen. En 1981, bajo circunstancias similares, el presidente Reagan tenía mucho más campo de maniobra en el ámbito fiscal. Lo anterior me permite concluir que el gobierno actual está prácticamente incapacitado para impedir el marcado deterioro de la economía de su país. El contraste entre la obamanomía y la reaganomía –la políticas económicas propuestas por Obama y Reagan, respectivamente– resulta instructiva. Aún en el muy improbable caso que la actual administración adoptara incentivos similares a los adoptados por Reagan para la asunción de nuevos riesgos y la inversión, el efecto de tales incentivos sería mucho más endeble y lento en restaurar el crecimiento económico que en el lapso 1981-84. Gráfica 5. Índice S&P 500 vs el rendimiento de un bono del Tesoro a 10 años. 1º de enero a 12 de febrero

Fuente: Bloomberg

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La respuesta al misterio de los rendimientos crecientes en los papeles de la Tesorería de los EEUU al principio de este año se encuentra en el colapso que ha sufrido el apalancamiento del sistema financiero global. La rápida expansión que había tenido ese endeudamiento antes de su desplome reciente había contribuido a estimular la demanda de bonos de la Tesorería. Cuando se inició el desapalancamiento el pasado agosto, se esfumó un componente importante que sustentaba ese mercado. Estas son de por sí malas noticias para Washington, pero resultan aún peores cuando se tiene la certeza que el desendeudamiento continuará ocurriendo con rapidez justamente cuando los EEUU requieren del sustento de un mercado global de deuda receptivo a sus necesidades. El crecimiento mundial del apalancamiento aumentó la demanda indirecta de bonos de la Tesorería, de tres formas principales: 1. Alimentó la burbuja de las materias primas, lo que, a su vez, fomentó la demanda por bonos de la Tesorería por parte de los bancos centrales y de las instituciones financieras de los países productores. 2. Indujo a las monedas de los mercados emergentes a apreciarse, lo que indujo a sus bancos centrales a intervenir en los mercados cambiarios para evitar una dañina sobrevaluación, comprando dólares que luego invirtieron en bonos de la Tesorería de los EEUU 3. Contribuyó a la burbuja global en los mercados accionarios, lo que indujo a los inversionistas a diversificar sus carteras y adquirir activos más seguros, incluyendo bonos de la Tesorería. El llamado carry trade en el que los inversionistas se endeudan en monedas con bajas tasas de interés, como el yen y el dólar, y compran instrumentos con tasas elevadas de interés de países emergentes, crearon una fuente adicional de demanda por bonos de la deuda de los EEUU mediante la canalización de recursos adicionales a países emergentes que acabaron en buena medida como reservas adicionales en sus bancos centrales.


Se puede apreciar que los mayores incrementos ocurrieron en los llamados paraísos fiscales (centros bancarios en algunas islas británicas, Suiza, Luxemburgo y las Antillas). Esto nos dice poco pues cualquier cliente puede hacer negocios en estos sitios. “Otros mercados emergentes”, principalmente Brasil y otros países productores de materias primas fueron los segundos clientes en importancia, seguidos de Japón y los exportadores de petróleo. En los últimos años las compras privadas de instrumentos de deuda pública de los EEUU superan a los flujos gubernamentales, como se puede apreciar en la Gráfica 8.

Fuente: Tesorería de los EEUU.

En su punto más alto, la demanda por instrumentos de deuda de los EEUU, alcanzó 400 mil millones de dólares de bonos de la Tesorería, de acuerdo con la base de datos TIC de la propia Tesorería (Gráfica 7). ¿Quiénes fueron los compradores? Las autoridades financieras de los EEUU ofrecen algunas respuestas.

Gráfica 8. Compras netas privadas y oficiales de bonos de la Tesorería de los EEUU

Gráfica 7. Tenencias de instrumentos de deuda de la Tesorería de los EEUU hasta agosto de 2008 (miles de millones de dólares): Tenencias totales, cambio anual % y cambio anual en terminus absolutos Tenencias $

Cambio % anual

Cambio absoluto $

China

660.3

5%

32.6

Japón

541

15%

69.8

Centros bancarios en “paraísos fiscales”

577.9

94%

279.8

Otros mercados emergentes

350.6

28%

77.7

Exportadores de petróleo

147.7

42%

43.9

Otros países avanzados

172.8

20%

28.4

El resto de los países

139.2

1%

1.3

Suma total

2,589.5

26%

533.5

Fuente: Tesorería de los EEUU.

Fuente: Tesorería de los EEUU.

No podemos estimar directamente cuál será el impacto del proceso de desapalancamiento en el mercado para bonos de la Tesorería, pero resulta evidente que la explosión del endeudamiento en los cinco años pasados tuvo un profundo, aunque pasajero, impacto en la demanda del mundo entero por instrumentos de la deuda pública de los EEUU. Como un medio aproximado para medir el crecimiento del apalancamiento global, se puede apreciar que entre 2003 y 2008 los activos de bancos de los EEUU a cargo de extranjeros casi se triplicaron al pasar de 1.2 billones a 3 billones de dólares.

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Gráfica 6. Compras netas de bonos de la Tesorería de los EEUU efectuadas por extranjeros. Total acumulado por 12-meses

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Gráfica 9. Activos de los bancos de los EEUU a cargo de extranjeros

Fuente: Bloomberg, Tesorería de los EEUU

El mercado para instrumentos de deuda pública de los EEUU se benefició de la explosión en el apalancamiento bancario durante la última década, mientras los bancos centrales de países emergentes se convirtieron en los compradores más importantes de bonos de la Tesorería. El desapalancamiento y el colapso en los mercados de materias primas se combinaron para destruir la demanda global por bonos de los EEUU limitando la capacidad del gobierno estadounidense para endeudarse en el extranjero. Es muy probable también que otros poseedores importantes de instrumentos de deuda de los EEUU intenten reducir sus tenencias en lugar de aumentarlas. La acumulación de reservas internacionales efectuada por China representa los ahorros de una nación para cuando se puedan requerir. La severidad de la actual crisis muestra lo atinada que fue esa política de acumulación de reservas. China ha anunciado planes para gastar hasta 20% de su PIB en un programa de estímulo que seguramente implicará el incremento en su demanda por bienes de capital importados, lo que resultará en una reducción importante de su superávit comercial, a lo que se sumará una previsible e importante caída en sus exportaciones. Lo anterior implicará que

las reservas internacionales de China dejarán de crecer y muy probablemente caigan. Las potencias petroleras, por su parte, seguramente también reducirán sus reservas para mantener sus importaciones, dada la notable caída que han registrado los precios del petróleo. Las compras netas de deuda de la Tesorería de los EEUU por parte de extranjeros llegaron a su punto más elevado al alcanzar los 400 mil millones de dólares anuales, cifra que caerá radicalmente, mientras que los recursos domésticos para adquirirlos son muy limitados. Cuando Ronald Reagan llegó a la presidencia, la tasa de ahorro personal era de 10% del ingreso. Ahora esa cifra es cero, aunque ha empezado a crecer en los últimos meses. El ingreso disponible de los EEUU se ubica ligeramente debajo de los 11 billones de dólares. Si el país regresara a ahorrar lo mismo que en 1981 las personas atesorarían 1 billón de dólares anuales, lo suficiente para absorber el déficit público si se supone que los ahorros totales de la sociedad se dedican sólo a comprar deuda pública. En este caso, no quedaría nada más para invertirse. Una forma de medir qué tan oneroso sería fondear los requerimientos de deuda pública en comparación con los ahorros disponibles resulta de tomar el cociente del endeudamiento público con respecto a los ahorros brutos de la sociedad, como se muestra en la Gráfica 10.


dez para medir la absorción de recursos externos y domésticos que ejerce el gobierno. Como se puede apreciar en la Gráfica 11, la suma de los déficit público y en cuenta corriente en los EEUU es de 12% del PIB, el doble del nivel más bajo que alcanzó en los años del gobierno de Reagan. Gráfica 11. Déficit en la cuenta corriente y en las finanzas públicas como % del PIB

Fuente: Banco de la Reserva de St. Louis Missouri.

Se puede apreciar que en 1981 el déficit se ubicaba en 15% de los ahorros privados, y que en el peor momento llegó a representar 30%. En estos momentos y antes de que la administración Obama haya empezado a desembolsar su cuantioso gasto adicional, el déficit federal es ya 50% de los ahorros privados. En 1981 los EEUU tenían superávit en su cuenta corriente y la compra de bonos de la Tesorería por parte de extranjeros representaba un cantidad muy pequeña en el financiamiento del déficit público. Hoy en día el déficit en la cuenta corriente –compensado por el superávit en la cuenta de capital– es de casi 6% del PIB. Los “déficit gemelos” en la cuenta corriente y en las finanzas públicas de los EEUU recibieron mucha atención en los ochenta, lo que tiene cierta vali-

Fuente: Banco de la Reserva de St. Louis Missouri.

No está claro con quién y en qué términos podría financiar el gobierno de los EEUU el billón de dólares anuales que por lo menos requeriría para financiar su déficit. El manantial externo ya está seco y la posibilidad de financiarlo con recursos domésticos requeriría de un drástico aumento en la tasa de ahorro de los estadunidenses, a costa de una disminución equivalente en su gasto o, en su defecto, la monetización completa de la deuda por parte del Sistema de la Reserva Federal. Una forma de aumentar la tasa de ahorro público sería la de aumentar los impuestos, lo que parece poco probable en medio de una severa recesión como la actual.

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Gráfica 10. Déficit público federal como % del ahorro bruto privado

La monetización de la deuda permanece como una alternativa viable y, en alguna medida, sólo representaría una continuación de la actual tendencia. Los pasivos totales del Sistema de la Reserva Federal se han más que duplicado en el año previo al 6 de noviembre de 2008, al pasar de 1.2 billones de dólares a 2.6 billones. Esta 49


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cantidad refleja los créditos y las compras de activos financieros que ha realizado el Fed para rescatar al sistema financiero hasta la fecha indicada. Si la deflación persiste, el Fed podría verse obligado a comprar cantidades crecientes de deuda del gobierno federal. Otra posibilidad es que el apetito por adquirir activos riesgosos continúe cayendo tanto en los EEUU como en el resto del mundo, lo que significaría un cambio importante en la cartera de valores de los inversionistas hacía una mayor proporción de bonos de la Tesorería. En este caso, aun tasas de interés bajísimas serán insuficientes para restaurar el crecimiento económico simplemente porque no habría inversión. Justamente el punto de reducir las tasas de interés en papel con muy bajo o nulo riesgo, como los bonos de la Tesorería, es el de presionar a los inversionistas a incurrir en mayores riesgos. En un ciclo económico normal la caída en la producción lleva a menores rendimientos en los activos sin riesgo lo que, a su vez, induce a los inversionistas a elevar sus activos con riesgo en sus carteras mediante la inversión en nuevas empresas. Si los activos más seguros, como los bonos de la Tesorería, de pronto ofrecen rendimientos mucho mayores en términos reales, comparables a los de la década del rápido crecimiento de finales de los noventa, ¿qué induciría a los inversionistas a aumentar su riesgo? En cualquiera de estos escenarios el resultado del desapalancamiento global es funesto: mientras más trate el gobierno de los EEUU de salvar empresas y familias de la quiebra, mayores serán los apoyos requeridos. La respuesta del gobierno del presidente Bush a la crisis así como programas anunciados por la nueva administración, sólo profundizarán y prolongarán la caída de la economía.

No se suele recordar que la premisa de la reducción impositiva emprendida por el gobierno de presidente Reagan se sustentaba en la tesis de Robert Mundell relativa a los niveles óptimos de la deuda pública. Mundell, quien ganó el Premio Nobel en 1991 por su trabajo en economía internacional, hizo notar que un incremento en la deuda pública puede representar una mejoría en la eficiencia de los mercados. Ello puede ocurrir si la reducción impositiva causa un aumento en el déficit público, estimulando así el crecimiento económico. En este caso, argumentaba Mundell, la reducción en los impuestos aumenta la eficiencia si los ingresos adicionales generados por el mayor crecimiento superan los intereses de la deuda pública emitida para financiar el déficit resultante. En 1981 Ronald Reagan partía de una situación radicalmente distinta a la actual: 1. La tasa de ahorros era de 10% del ingreso. 2. La cuenta corriente de la balanza de pagos estaba en superávit. 3. La tasa marginal más alta del impuesto sobre la renta era 70%.


Aun la política económica mejor diseñada enfrentaría problemas para dotar de incentivos al crecimiento de la economía sin un aumento substancial de la tasa de ahorro, y la reducción correspondiente en el consumo, lo que implicará una aguda contracción económica. Si la Tesorería intenta salir de la recesión con mayor gasto, los resultados serán también desalentadores. Mercados emergentes, la clave para una recuperación de largo plazo. La recuperación económica requiere de un cambio radical en la dirección de los flujos de capital. Durante la década pasada los pobres de países en desarrollo han financiado el consumo de los ricos estadunidenses. EEUU ha pedido prestados cerca de 1 billón de dólares cada año provenientes, en su mayor parte, de los países en desarrollo, y utilizados para comprar bienes de consumo importados y residencias a tasas de interés muy reducidas. El resultado fue una crisis de insolvencia de las familias estadunidenses, lo que a su vez se refleja en la crisis de insolvencia de las instituciones financieras. Si consideramos las necesidades de jubilación como un pasivo, el sector de las familias se encuentra en quiebra. Ninguna recuperación es posible a menos que las familias puedan ahorrar, y éstas no lo pueden hacer en medio de una contracción económica cuando los ingresos en una espiral de caída. Para ahorrar, los estadunidenses deben ser capaces de vender bienes y servicios a alguien más, y una mirada al resto del mundo permite aclarar quiénes serán sus clientes: cerca de la mitad de la población mundial y casi toda la capacidad de crecimiento económico se

encuentran concentradas en China y en el litoral del Pacífico. La joven población de América Latina representa otro mercado clave para las exportaciones de los EEUU Los problemas económicos de China son los inversos a los de EE.UU: China ha alcanzado aceleradas tasas de crecimiento a costa de enormes disparidades entre su próspera zona costera y el atrasado interior del país, así como una excesiva dependencia de los mercados externos. La respuesta de política de China para enfrentar la crisis económica ha sido mucho más radical que la de Washington. En lugar de intentar parchar la situación y restaurar el statu quo previo, China planea gastar cerca de la quinta parte de su PIB en un programa doméstico de gasto en infraestructura en el interior del país. Existen serios riesgos en la ejecución del plan chino, por lo que los mercados financieros permanecen escépticos. China puede reducir el riego de ejecución de su gran cambio a estimular su mercado de consumo doméstico, y EEUU puede solucionar su problema de ahorro mediante una gran asociación. Esta sociedad no tiene que limitarse a esos dos países pero su participación es indispensable. India y otros países asiáticos deben ser inducidos a participar en esta sociedad. Mucho se ha escrito acerca de los prospectos de un conflicto entre China y los EEUU, pero muy poco se ha hecho para explicar y analizar los temas que pueden surgir entre ambos países. China y EEUU tiene mucho más que ganar de cooperar uno con el otro que de entrar en conflicto. El temor y la aversión al riesgo más que la confianza y el optimismo fueron los que condicionaron los flujos de capital entre ambos países durante la última década. Después de la crisis financiera asiática de 1997 y de la quiebra de Rusia, los inversionistas en los mercados emergentes prestaron sus ahorros al gobierno de los EEUU o sus agencias cuasi-gubernamentales con el fin de diversificar sus carteras hacia activos más seguros, mientras que los inversionistas de los países desarrollados occi-

REFLEXIÓN EN TORNO A...

La capacidad de los EEUU y del mundo para financiar un incremento en el déficit federal era mucho mayor, y los incentivos derivados de reducir la tasa marginal del impuesto sobre la renta de 70% a 40% era mucho mayor que cualquier incentivo que se pueda pensar en la presente situación, con impuestos mucho más bajos.

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REFLEXIÓN EN TORNO A...

dentales invirtieron en moneda local de mercados emergentes para obtener mayores rendimientos. El modelo económico estadounidense está roto. La película no puede regresarse: EEUU no puede rescatar una economía sustentada en elevar la deuda de los consumidores y no ahorrar nada. El país debe convertirse en un exportador de alta tecnología. Echarle más dinero a estimular a los consumidores, salvar al sector automotriz, y todo lo demás que se está planeando, fallará irremisiblemente. EEUU debe reconocer que la deformación de su economía es la inversa de las deformaciones de las economías de los mercados emergentes, y que sus problemas mutuos tienen por necesidad soluciones compartidas. El problema con la economía mundial puede ilustrarse por la observación que los ricos de China no le prestan su dinero a los pobres de su país salvo que los chinos pobres primero hayan mudado su residencia a los EEUU China compró las hipotecas de los estadunidenses, incluyendo sus activos de baja calidad disfrazados de activos de excelencia, porque China carece de la capacidad financiera, legal y administrativa al igual que la confianza necesaria para financiar el número suficiente de hipotecas en su país. Los esfuerzos que hará China para gastar 20% de su PIB enfrentan problemas enormes de administración y transparencia. En los EEUU los votantes deben aprobar la mayor parte del gasto público al nivel local mientras que el sistema federal tiene pesos y contrapesos para prevenir el abuso de los fondos públicos. Las economías emergentes deben confiar en la probidad de un pequeño número de funcionarios públicos que tienen un enorme poder, lo que constituye una barrera mucho más frágil contra la corrupción. Hay cerca de 2 mil millones de personas en China y en los países en su periferia inmediata y un mil cien millones en la India. La mitad de la población del mundo vive en el Asia emergente,

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y su productividad podría triplicarse en una generación. Una vez superada la presente crisis el mundo podría gozar de una de las fases de mayor y más prolongada prosperidad en la historia, o puede quedarse en un pantano económico que dure una década. La nueva administración pública de los EEUU puede pasar a la historia como una de las mejores o como una de las peores, lo que dependerá de su éxito en superar la actual crisis. El origen de la crisis es demográfico por lo que su solución debe ser también de naturaleza demográfica. Para romper el círculo vicioso, los EEUU requiere de gente joven y productiva a la cual prestarle. Hay dos formas de conseguir este propósito: inmigración o exportaciones. Asia oriental tiene 500 millones de personas entre los 19 y los 40 años de edad, la mitad de los que viven en el mundo industrializado. El prospecto de elevar la productividad de los chinos, los indios y los habitantes de otros países emergentes abre un horizonte enteramente diferente para la economía norteamericana. Desde la crisis asiática de 1997 los habitantes de Asia han invertido sus ahorros en los EEUU En teoría, las oportunidades de inversión en Asia no tienen límite pero la confianza en las instituciones políticas y regulatorias, en los mercados de capital y otras precondiciones para que fructifiquen tales inversiones, han sido inadecuadas. La aritmética muestra que los desequilibrios demográficos no pueden corregirse en los confines de la política económica de un sólo país. Cómo y de qué manera se va involucrar el capital de una población en proceso de envejecimiento en los EEUU al trabajo de los jóvenes en países emergentes, es difícil de precisar. Si Estados Unidos fracasa en conseguirlo su miseria económica persistirá por mucho tiempo. EEUU tendrá que involucrarse con China, India y otras naciones emergentes de manera muy distinta que en el pasado, y entender su política económica de una forma mucho más global de como lo ha hecho en su historia.


Ventajas del tipo de cambio flexible en México Paulina Lomelí G.

El ánimo mundial está deprimido, la especulación ha encontrado cabida mermando casi todos los tipos de cambio en el mundo y es por ello que no se puede pasar por alto el gran acierto de poseer un sistema cambiario flexible y que, por lo tanto, permite que el peso tenga un mayor respaldo con la acumulación de reservas internacionales, las cuales hoy en día suman alrededor de 83 mil millones de dólares. Además, el sistema cambiario de libre flotación ajusta el valor de moneda al nivel de equilibrio para tener una balanza de pagos equilibrada y salvaguardar la competitividad de los productos que se exportan. En contraste, en épocas pasadas, cuando el sistema cam-

biario era fijo o semifijo (sujetos a una banda de flotación), las reservas internacionales tenían un nivel muy bajo (6 mil millones de dólares en 1994) debido a que se tenían que utilizar para sostener artificialmente un valor acordado en el tipo de cambio y la credibilidad cambiaria se fue mermando al ver un monto de reservas cada vez menor. Esto ocasionó la fuga de capitales de gran magnitud y la devaluación del peso. Es importante también señalar que la sobrevaluación provocada de la moneda tampoco permitía un aumento de las exportaciones, dado que esta situación restaba competitividad a los precios y esto llevó al déficit a ser insostenible. 53


Cuenta corriente

Fuente: Elaboración propia con datos de Banxico.

A continuación se enlistan los diferentes tipos de sistemas cambiarios que se han instituido en el país y su comportamiento. Período

Régimen de tipo de cambio

1950-1970

Tipo de cambio fijo.

1971-1982

Tipo de cambio fijo (1970-1976), Sistema de flotación controlada (1976-1982).

1983-1987

Control de cambios (1982-1985), sistema de flotación regulada (1986-1987), tipo de cambio dual durante el período.

1988-1994

Desliz controlado del tipo de cambio (1988-1991), banda cambiaria (1991-1994).

1995-2009

Tipo de cambio flexible.

Fuente: Elaboración propia con datos de Banxico

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¿Por qué se decidió en un primer momento fijar el tipo de cambio? Cuando el nivel de inflación alcanzó niveles desproporcionados y no existía credibilidad en la política monetaria, se consideró idóneo que el tipo de cambio fuera el ancla de la economía, ya que tener un tipo de cambio fijo permitía contener los precios de los bienes comerciales (en una economía abierta como la mexicana) en relación con la moneda doméstica. Además, dado que los precios de los bienes comerciables afectan a los precios de bienes no comerciables, un tipo de cambio fijo ayuda a mantener cierta paridad en el poder de compra de la moneda local. Esta medida, aunque parece muy atractiva y atinada, vuelve más frágiles a las economías que decidan adoptar este tipo de sistemas cambiarios, más aún a los países subdesarrollados que tienen el estigma de ser riesgosos y por lo tanto vulnerables a ataques especulativos. Con la corrida contra el peso de 1994 este esquema no pudo sostenerse y mostró su total fracaso al haber provocado una pérdida de 30 por ciento en el poder adquisitivo de la población; de esta forma se decidió adoptar el tipo de cambio flexible, determinado por las leyes de la oferta y la demanda.

¿Por qué en la crisis económica mundial actual ha sido tan importante el papel del sistema cambiario flexible? Se ha observado que ante la ola de incertidumbre financiera que se ha levantado, la política económica cambiaria tiene un papel fundamental debido a que de ella depende no sólo el saldo de la balanza comercial sino también el movimiento de capitales internacionales que se da respecto al nivel de riesgo de una moneda percibido de acuerdo con las reglas del mercado. Es por ello que el principal indicador del grado de fortaleza de una moneda son las reservas internacionales, cuyo comportamiento se muestra a continuación:

Fuente: Elaboración propia con datos de Banxico.

¿Es compatible un sistema cambiario flexible con la actual intervención? Ante un clima de especulación y aversión al riesgo en medio de la crisis económica mundial, México, a pesar de contar con indicadores macroeconómicos sólidos, no ha logrado diferenciarse del resto de las economías emergentes y ha llegado a sufrir los efectos en el movimiento de capitales que han llevado al tipo de cambio a apreciarse más allá de lo previsto. Desde principios de 2008 el capital proveniente de inversión extranjera directa de cartera empezó a salir como señal de “huida” hacia países vistos con mayor grado de confianza. 55


Fuente: Elaboración propia con datos de Banxico.

La inversión extranjera directa, aunque fue menor, no fue negativa, dada su propia naturaleza de menor volatilidad. Sin embargo, el clima recesivo mundial no propicia una mejoría a corto plazo, a menos que México se perciba como un país más competitivo y con mayor seguridad para invertir.

Fuente: Elaboración propia con datos de Banxico.

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La transmisión de los efectos de la crisis que inició en Estados Unidos no se dio por la vía del sistema bancario, dado que éste no poseía dentro de su balance activos tóxicos, sin embargo, el problema se dio cuando al haber cierta fluctuación en el tipo de cambio (y un clima de incertidumbre) muchas empresas empezaron a querer cubrirse eliminando de su balance instrumentos de financiamiento de alto riesgo que eran rentables con un tipo de cambio estable, por

lo que demandaron muchos dólares y por ello la Comisión de Cambios decidió intervenir inyectando reservas por medio de subastas anunciadas (que empezaron entre el 8 y el 23 de octubre),1 medida que fue necesaria y acertada. De no actuar con rapidez se habría provocado un deterioro en las expectativas sobre el tipo de cambio, provocando una corrida contra el peso,2 un nivel de inestabilidad financiera grave y un efecto fuerte sobre la inflación (con la caída respectiva de los salarios reales). Esta medida no sólo es compatible con un sistema de cambio flexible sino que se encuentra entre las finalidades del Banco de México. En el artículo 2 de la El mecanismo de subasta diaria se implementó en octubre pasado con el objetivo de dar fortaleza al peso mexicano cuando se deprecia más de dos por ciento respecto a la jornada previa. 2 Esta medida contempla uno de los fines del Banco de México: coadyuvar a la regularización del mercado cambiario. 1


Ley de esta institución se establece que la finalidad del Banco de México será la de proveer a la economía de México la moneda nacional, y el objetivo prioritario será el de proveer la estabilidad del poder adquisitivo de dicha moneda; entre sus finalidades también está la de promover el sano desarrollo del sistema financiero y propiciar el buen funcionamiento de los sistemas de pago. Así que para promover un sano desarrollo del sistema financiero, esta institución es la única que puede proveer liquidez en forma rápida. Los recursos con los que cuenta el Banco de México para poder compensar los desequilibrios en el mercado de divisas son precisamente los activos internacionales, por lo que claramente fue justificable e inevita-

ble la intervención temporal del banco central cuando de una semana a otra el tipo de cambio pasó de 11 a un poco más de 14 pesos por dólar. El reclamo que existe sobre por qué se utilizaron, no tiene sentido. México no presenta la misma vulnerabilidad de 1994, es totalmente distinto y es de destacar que en aquella época la deuda del gobierno representaba casi 35 por ciento del PIB y ahora el porcentaje es cercano a 5 por ciento, con un componente de deuda externa muy pequeño, lo cual marca una diferencia. La estrecha relación comercial entre México y Estados Unidos hace que los efectos de movimientos bruscos en el tipo de cambio sean mayores;

muestra de ello es el hecho de que México haya registrado un superávit comercial con Estados Unidos de 64 mil 375 millones de dólares, que fue inferior al superávit de 2007 (de 74 mil 622 millones de dólares). A pesar de ello, México continúa como el tercer socio comercial y el tercer exportador neto a Estados Unidos después de Canadá y China. Sin duda, México identificado aún como economía emergente no se libró de la especulación que se dio en un primer momento; sin embargo, al analizar los efectos, ha quedado demostrado que el saneamiento de las finanzas y el fortalecimiento de la moneda han posicionado a México como un destino de inversión mucho más confiable. 57


Perspectivas en la relación bilateral México-Cuba: de la fractura al reencuentro Camila Aviña

En diciembre de 2008 tuvo lugar el primer encuentro entre el presidente Felipe Calderón y Raúl Castro, presidente de Cuba. Lo anterior en el marco de la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo que se llevó a cabo los días 16 y 17 de diciembre en la ciudad de Salvador de Bahía, en Brasil. Tras este encuentro, Raúl Castro afirmó que las relaciones entre México y Cuba están prácticamente reestablecidas después de los conflictos ocurridos durante el gobierno del presidente Fox; e incluso afirmó que las relaciones entre ambos países “empiezan a ser magníficas, como debieron ser siempre. Entre México y Cuba nunca debió haber existido problemas, y el espíritu de ambas partes es resolver los actuales que están resueltos y que no surjan más”.1 En dicha cumbre, en la cual estuvieron presentes 32 Jefes de Estado y de Gobierno de los países latinoamericanos y caribeños, el presidente Calderón, en su calidad de secretario proSergio Javier Jiménez/enviado, “Casi restablecida relación México-Cuba: Raúl Castro”, El Universal, México, Martes, 16 de diciembre de 2008

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tempore, anunció el ingreso de Cuba al Grupo de Río. Dicho mecanismo de diálogo y concertación política tiene, entre otros objetivos, la preservación de la paz, la promoción de los valores democráticos, fortalecimiento de las instituciones y el Estado de derecho. El proceso de negociación para aprobar el acceso de Cuba duró alrededor de dos años; el pasado 14 de noviembre de 2008 los cancilleres de los países miembro acordaron en Zacatecas que sería en la Cumbre sobre Integración y Desarrollo cuando se oficializaría el acceso de Cuba. Estos eventos, aunados a la visita del canciller Felipe Pérez Roque a México y la entrada en vigor del “Memorando de Entendimiento para Garantizar un Flujo Migratorio Legal, Ordenado y Seguro”, firmado en octubre, y la celebración de la X Reunión Interparlamentaria en diciembre de 2008 indican que las relaciones políticas y diplomáticas entre los gobiernos de ambos países comienzan una etapa de acercamiento y normalización. El propósito de este artículo es ofrecer una breve reseña de la relación bilateral México-


México y la independencia de Cuba a finales del siglo. En esta última participaron oficiales y soldados mexicanos luchando a favor de la causa cubana. Durante ese siglo se dio un importante flujo de personas entre ambos países. Muchos conservadores mexicanos se exiliaron en Cuba cuando Juárez llegó al poder y en el sentido inverso, muchos cubanos se asentaron en México, entre ellos José Martí, quien se estableció en el país durante unos años; en los 30 años que precedieron a la Independencia, un gran número de cubanos emigraron a México, con lo cual las relaciones entre ambos pueblos se estrechaban cada vez más.

Cuba y su estado actual, lo anterior a fin de presentar algunas reflexiones sobre el futuro de las mismas. México y Cuba han mantenido relaciones diplomáticas ininterrumpidas durante 106 años, aunque no por ello exentas de dificultades, especialmente si se miran en un contexto amplio, enmarcadas en el triángulo estratégico MéxicoCuba-Estados Unidos.2 Por un lado, la cercanía con el país más poderoso del mundo ha sido un factor determinante en la política exterior tanto de Cuba como de México y en la formación de sus respectivos nacionalismos, y por otra parte, como potencia media México ha llegado a fungir como intermediario entre Cuba y Estados Unidos.3 Desde el siglo XIX florecieron intensas relaciones políticas y culturales entre ambos países, que se fortalecieron con la independencia de Istor, Revista de Historia Internacional, “México-Cuba-Estados Unidos. Un Triángulo Histórico” Año IX, Num. 33, Verano 2008, CIDE, México. Carlos Fuentes, “México, el ascenso de Brasil y el futuro de Cuba”, Tribuna, El País, 30 de diciembre de 2008

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A principios del siglo XX, las relaciones bilaterales estuvieron en gran medida marcadas por la política exterior de Estados Unidos y su búsqueda de hegemonía en el continente americano a través de la Doctrina Monroe. Asimismo, debido a la revolución mexicana y la situación interna, las relaciones se mantuvieron en un bajo nivel.4 México mantuvo una política exterior basada en la “Doctrina Estrada”, la cual sostiene los principios de autodeterminación de los pueblos, la no intervención en los asuntos internos de otros países y se pronuncia en contra de otorgar reconocimiento a gobiernos de facto, limitándose a mantener o retirar las relaciones diplomáticas con los estados que se considere conveniente. Gracias a este posicionamiento del gobierno mexicano y a la afinidad y simpatía existente entre ambos regímenes revolucionarios, las relaciones políticas y diplomáticas entre ambos países se mantuvieron después de la revolución cubana (1959). De hecho, México y Canadá fueron los únicos dos países del continente que se opusieron en 1962 a la expulsión de Cuba de la Organización de Estados Americanos, se opusieron al embargo comercial y mantuvieron relaciones diplomáticas, económicas, comerciales y culturales. De igual forma, hasta hace muy poco tiempo México se había opuesto a cualquier resolución en contra de Cuba en la ONU, en particular en las resoluciones de la Comisión de Derechos Humanos. Es así como México se conJesús Velasco Márquez, “México, Cuba y Estados Unidos: Reseña histórica de un triángulo geopolítico” en Istor, op cit. Pp. 11-41

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virtió en una especie de puente e interlocutor entre Cuba y los países latinoamericanos, aun a pesar de las repercusiones que esto pudiera tener en la relación con Estados Unidos. Esta posición le permitió al gobierno mexicano mantener cierta autonomía en materia de política exterior respecto a Estados Unidos. El acuerdo tácito entre el régimen priísta y el régimen de Castro se fue desvaneciendo en la década de los noventa, comenzando cuando el presidente Carlos Salinas se reunió con exiliados cubanos en Miami. El deterioro de las relaciones se hizo más evidente cuando su sucesor, Ernesto Zedillo, comenzó a incluir en el discurso de política exterior un componente de democratización y derechos humanos, lo cual afectaba directamente la relación con Cuba. Posteriormente, durante la administración de Vicente Fox las relaciones entre ambos países llegaron a su nivel más bajo. Si bien Fox mantuvo la postura tradicional de México de oposición al embargo comercial impuesto por Estados Unidos, en repetidas ocasiones se manifestó a favor de la democratización en Cuba y abandonó la postura de no intervención, al pronunciarse en relación a la situación de los derechos humanos en la isla. Durante su visita a la Habana en 2002 se reunió con Oswaldo Payá, Martha Beatriz Roque, Raúl Rivero, Héctor Palacio, Osvaldo Alfonso y Manuel Costa Morúa. Posteriormente, las relaciones pasaron por un momento sumamente delicado, cuando Fidel Castro confirmó su visita a México en el marco de la Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo. Fue entonces cuando se suscitó el sonado episodio de “comes y te vas”, en el que el presidente Fox le solicitó a Castro retirarse antes de la reunión dado que el presidente norteamericano George Bush había condicionado su participación a que no estuviera presente el mandatario cubano.5 Durante la administración Fox, por primera vez en la historia, en 2003 y 2004 México votó a favor de una resolución de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en la que se pide a Ana Covarrubias, “La política mexicana hacia Cuba a principios de siglo: De la no intervención a la protección de los derechos humanos”, Foro Internacional, vol. XLIII, núm 3.

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Cuba recibir visitantes internacionales que investiguen las violaciones a los derechos humanos en la isla. El deterioro en la relación bilateral culminó en el retiro de embajadores de los dos países entre mayo y julio de 2004. Desde su ascenso al poder, el presidente Calderón ha manifestado un renovado interés por mejorar y fortalecer las relaciones de México con los países latinoamericanos, prueba de ello es que su primer viaje como mandatario fue a Nicaragua a la toma de posesión de Daniel Ortega. En lo que respecta a Cuba, se han podido observar el reestablecimiento y la normalización de las relaciones entre los gobiernos. En 2007 México votó la aprobación de un reglamento para el recientemente creado Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, del cual nuestro país fue electo como primer presidente, y en el que se estableció la eliminación de las misiones de relatores de Derechos Humanos sobre Cuba, lo cual representó un cambio radical respecto a la actitud de México durante el gobierno de Fox. En marzo de 2008 se reunieron en la Habana los cancilleres de ambos países, Patricia Espinosa y Felipe Pérez Roque. En esa ocasión, los cancilleres afirmaron que las relaciones entre los dos países estaban totalmente normalizadas y se comprometieron, entre otras cosas, a firmar un acuerdo migratorio. Dicho acuerdo, denominado “Memorando de Entendimiento para Garantizar un Flujo Migratorio Legal, Ordenado y Seguro” y firmado en octubre de 2008, compromete a Cuba a recibir a los inmigrantes que se encuentran de manera ilegal en territorio mexicano y busca fortalecer los mecanismos que permitan prevenir y combatir la migración ilegal, el tráfico ilícito de personas y la trata, así como todos los delitos asociados a estos. Aunado a esto, la reunión entre Calderón y Castro sostenida en diciembre durante la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo, el acceso de Cuba al Grupo de Río y las visitas reciprocas de los mandatarios de ambos países que se tienen previstas para el año 2009, indi-


can no sólo la normalización de las relaciones sino un ánimo de estrechar las relaciones entre los gobiernos de los dos países.

bería impedirlo, así como en México no se impidió al Canciller Pérez Roque reunirse con miembros de ningún partido político.7

El acercamiento con Cuba podría servir a México para consolidar y fortalecer su posición en Latinoamérica, aumentar influencia regional y diversificar su política exterior que se concentra particularmente en Estados Unidos. Sin embargo, el gobierno mexicano no puede ni debe desistir en su búsqueda de promover la democracia y defender los derechos humanos universales con el propósito de lograr un acercamiento con Cuba; menos aún en un momento en el que los objetivos fijados por el gobierno de Felipe Calderón incluyen como uno de sus ejes fundamentales una política exterior activa y responsable, orientada por “los principios y valores de la democracia en la construcción de un mundo libre y justo, pacífico, seguro y más humano”.6 El gobierno mexicano no puede pasar por alto hechos evidentes e incuestionables como la existencia de cientos de presos de conciencia, la represión que sufren los disidentes, las carencias que sufren la mayoría de los cubanos, la discriminación y el acoso que sufre todo aquél que no comparte la ideología gobernante y pretender que esto no sucede sólo para mejorar relaciones con el régimen.

Para Cuba resulta indispensable participar de los esfuerzos para lograr integración regional y de los esfuerzos conjuntos para afrontar la crisis económica internacional, de ahí la profunda importancia de su ingreso al Grupo de Río, que a su vez ha solicitado a Estados Unidos poner fin al bloqueo económico. Como en ocasiones anteriores, México ha jugado un papel de interlocutor, mediador y puente entre Cuba y Latinoamérica.

Por otra parte, para Cuba es importante normalizar las relaciones con los países de la región. Siendo así, el gobierno cubano no puede ni debe condicionar la normalización de las relaciones con otros países a la ruptura total de las relaciones con la oposición. Hasta ahora los funcionarios del gobierno de Calderón no han tenido reuniones con la oposición cubana, como lo hicieran los últimos tres presidentes de México; pero en caso de que la presente administración decidiera mantener el apoyo y solidaridad con los opositores, el gobierno Cubano no de6

Secretaria de Relaciones Exteriores, Segundo Informe de Labores, México, 2008, p.11

En el contexto de la relación México-CubaEstados Unidos es fundamental tener en consideración que, como lo afirma Jesús Velasco, “México y Cuba deben asumir que juntos desempeñan un papel primordial de contrapeso frente a Estados Unidos; cuando han estado juntos –manteniendo cada uno su proyecto– (…), pudieron ser un factor de relativa estabilidad; cuando se han distanciado (…) ambos son responsables de mayor inestabilidad que siempre los afectará 8 negativamente”. Por último, e independientemente de las relaciones políticas y económicas entre los gobiernos, es innegable que existe una muy sólida y estrecha relación entre los pueblos cubano y mexicano que crecen y se fortalecen con el paso del tiempo. Estas relaciones sociales y culturales, derivadas de su situación geopolítica y una historia cercana, han sobrevivido los diferendos y contratiempos en las relaciones políticas. La amistad y solidaridad entre ambos pueblos debe ser cultivada sin importar las diferencias que sus gobiernos hayan tenido o puedan tener; es ahí donde radica la verdadera importancia de la relación entre México y Cuba. Ana Paula Ordoríca. “Viaje a Cuba”, Brújula, en Excélsior, Sección Global, 26 de enero de 2009, p.4 8 Jesús Velasco, op cit, p.41. 7

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La evolución de la inflación en México en el contexto de la actual crisis financiera mundial Benjamín Chacón Castillo

La inflación es el incremento generalizado de los precios de los bienes y de los servicios de una economía. Es un fenómeno monetario que ocurre cuando la oferta de dinero sobrepasa el nivel de la producción total de la economía (demasiado gasto busca a muy pocos bienes), aumentando así los precios. La tasa de inflación es la variación porcentual que experimenta un índice de precios de un periodo a otro. Los principales índices de precios que se emplean para calcular dicha tasa son el índice de precios al consumidor y el deflactor del PIB. La mayoría de los índices de precios muestran el costo, en el año actual, de comprar una canasta de bienes en particular como un porcentaje del costo de la misma canasta de bienes en algún año anterior tomado como referencia. 62

Si bien es cierto que la inflación es un parámetro macroeconómico, su influencia en los bolsillos de los ciudadanos de un país es más que evidente. Un efecto muy marcado es la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores, con la misma cantidad de dinero una persona puede comprar menos productos que en una situación no inflacionista. Aunque es ya muy común que la gente piense que el aumento en los precios disminuye automáticamente el nivel de vida, eso no es del todo cierto, ya que si el ingreso está aumentando con mayor rapidez que los precios, los niveles de vida en realidad están mejorando. Pero si el ingreso está aumentando en forma más lenta que los precios, los niveles de vida están bajando. Entonces, la relación entre los cambios en el ingreso y los precios es la que define la dirección de cambio del bienestar económico.


Los efectos de la inflación dependen en cierta forma de que ésta sea prevista o inesperada, cualquiera que sea el caso, implica costos siendo éstos más elevados conforme es mayor la tasa de variación de los precios.

ejemplo, los propietarios de viviendas hipotecadas resultarán beneficiados al ver que la cuota de su hipoteca baja en términos reales. Asimismo, dificulta la demanda y el otorgamiento de créditos.

En el caso de la inflación anticipada, los agentes económicos tratarán de minimizar sus pérdidas reduciendo sus saldos medios de dinero, debido a la tasa de interés real negativa del dinero. Se inhiben las inversiones productivas, ya que se hacen más riesgosos los proyectos de inversión y se elevan las tasas de interés. Adicionalmente, los consumidores asignarán la mayor parte de la riqueza al consumo de bienes durables como un medio de protección contra el impuesto inflacionario. Por otro lado, los consumidores no pueden ahorrar tanto como antes, se ven obligados a dedicar más dinero que antes a la adquisición de bienes y servicios, ya que sus precios han aumentado. De ese modo podemos señalar que la capacidad de ahorro disminuye. También se tienen costos para el Estado, ya que la inflación socava el valor de la recaudación puesto que existe un lapso de tiempo entre el momento en que se ejerce el gasto público y aquel en que se realiza la recaudación, cuyo valor real tiende a la baja. Este fenómeno económico se conoce como el efecto Oliver-Tanzi.

La influencia de la inflación en los impuestos, el ahorro y la inversión constituye el mayor costo que nos trae un fenómeno inflacionario.

Si fuese el escenario de una inflación no anticipada se tendrían como consecuencias la redistribución del ingreso y la riqueza entre diferentes grupos, así como una distorsión en los precios relativos y la producción de diferentes bienes o a veces la producción y el empleo de la economía en su conjunto. La inflación imprevista redistribuye la riqueza de los acreedores a favor de los deudores, debido principalmente a las diferencias existentes entre los activos y los pasivos que poseen los individuos, beneficiando a los deudores y perjudicando a los acreedores, ya que la inflación socava las tasas reales de interés. Las personas que tengan activos financieros a una tasa de rendimiento nominal fija tendrán pérdidas ante incrementos de la tasa de inflación. Los efectos redistributivos de la inflación también se manifiestan en las familias, por

Respecto de cómo se calcula la inflación, comentaremos sobre el índice nacional de precios al consumidor (INPC). Desde 1927 el Banco de México ha elaborado diversos índices de precios, pero formalmente la publicación del INPC inició hace 40 años, en enero de 1969, brindando así información al gobierno, empresas, sindicatos y a los consumidores sobre los cambios que tiene el costo de la vida en nuestro país. El INPC es un indicador económico que se aplica para medir el cambio promedio de los precios en el tiempo, mediante una canasta ponderada de bienes y servicios representativa del consumo de las familias mexicanas urbanas.1 Las variaciones de este índice se consideran una buena aproximación de las variaciones de los precios de bienes y servicios comerciados en México, por eso el INPC es el indicador oficial de la inflación. Para hacer el cálculo del INPC se recurre a los precios de contado, incluyendo los impuestos como el IVA, el ISAN y todo aquel que el consumidor tenga que pagar para poder adquirir un bien o servicio determinado. También se toman en cuenta los precios de bienes y servicios en oferta, siempre y cuando no sean liquidaciones o esté condicionada su adquisición a la compra de un producto adicional. El gasto de los bienes y servicios que hacen las familias se representa a través de una canasta integrada por 315 conceptos genéricos de En el cálculo del INPC la población urbana está representada por 46 ciudades ubicadas en todo el territorio nacional, agrupadas a su vez en 7 regiones geográficas y clasificadas en 3 tamaños de localidad: pequeña, mediana y grande. Cada entidad federativa está representada por al menos una ciudad.

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bienes y servicios ponderados.2 La ponderación de cada genérico de la canasta es indicativa de la importancia relativa de su gasto en relación al gasto total. La inflación subyacente y no subyacente El INPC se separa en un componente subyacente y en otro no subyacente, ya que la volatilidad de los precios de algunos de los genéricos incluídos en el índice puede dificultar la identificación de la tendencia general del proceso inflacionario. En otras palabras, aquellos genéricos que por sus características dificultan la predicción de los incrementos de los precios se incluyen en el índice no subyacente,3 ya que están sujetos a decisiones de carácter administrativo, a factores climatológicos y una marcada estacionalidad, a cotizaciones internacionales y a una alta volatilidad. Por otra parte, el resto de los precios se contabiliza en el cálculo de la inflación subyacente, que ofrece un mejor reflejo de la tendencia a mediano plazo de la inflación y de las presiones que ésta pudiese estar teniendo, además es una medición de gran utilidad para la toma de decisiones de política económica y para la elaboración de predicciones más certeras sobre la inflación. Inflación en el contexto de la crisis internacional Es pertinente señalar en este punto que en esta ocasión la inflación en México no se derivó de un aumento de la oferta de dinero sino que fue originada a partir de elementos del exterior, digamos que se trató de una “inflación importada”. Recordemos que a finales de 2007 y a inicios de 2008 el alza de los precios internacionales del petróleo crudo causó inflación en varias economías del mundo, situación que se agravó aún más dado que los precios de los alimentos también iban al alza. El gobierno de México reaccioLa integración de la canasta, así como la ponderación de los diversos conceptos, se realiza con base en la información de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) que realiza el INEGI. 3 El Banco de México incluye en el índice no subyacente los precios de bienes y servicios en las siguientes categorías: agropecuarios, administrados (gasolina, gas doméstico y electricidad) y concertados por el gobierno (transporte local y foráneo, tenencia, cuotas y licencias). 2

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nó a tiempo a través de la aplicación de diversos subsidios a los energéticos y a las tarifas eléctricas, gracias al aumento de los precios del crudo se pudo disponer de los excedentes necesarios para destinar una parte a los subsidios.4 De no haberse procedido de tal manera, la inflación al término de 2008 habría sido mayor de la que finalmente fue, 6.53%, manteniéndo así el poder adquisitivo de la población y evitando que la inflación se saliera de control. En los últimos ocho años el nivel inflacionario ha sido de un dígito, en comparación con las décadas pasadas, en las que era de dos o inclusive tres dígitos.5 En 2005 se dio la menor inflación de cuatro décadas, al contabilizarse 3.33%. Se puede observar en el Gráfico 1 que la tendencia inflacionaria va a la baja desde 1998, estabilizándose entre 2001 y 2007, durante los gobiernos de Acción Nacional, con un mínimo de 3.33% (2005) y un máximo de 5.19 (2004). En 2007 se tuvo una tasa del 3.76%, que contrasta con la de 2008, de 6.53%. En enero de 2009 la inflación se redujo en 0.25%, bajando así al 6.28%. Gráfico No. 1: Comportamiento de la inflación 1987 - 2008

Fuente: Elaboración propia con base en datos del Banco de México.

Vamos entonces a analizar los factores que incidieron en el alza inflacionaria de 2008, así En 2008 se destinaron 240,000 millones de pesos a cubrir los subsidios de los energéticos, particularmente gasolina, el diesel, el gas LP y electricidad, entre otros. 5 Es el caso de 1987, cuando la inflación fue de prácticamente 160%, 4


como el descenso de este primer mes, que de seguir tal tendencia se confirmarían las expectativas que fijarían la inflación en 4.12%, aproximadamente, de acuerdo con varios analistas.6 La inflación en 2008 Durante 2008 la inflación anual fue incrementándose mes a mes, al iniciar el año con 3.7% y finalizar con 6.53% (observar Gráfico 2). En el primer trimestre de ese año el ritmo del crecimiento económico a nivel mundial se redujo, sin embargo las presiones inflacionarias aumentaron porque en ese período seguían en aumento los precios de los alimentos y los energéticos. En México la inflación promedio anual en el primer semestre fue de 3.89%, debido al efecto de los aumentos en las materias primas energéticas, metálicas y alimenticias, cifra aún dentro del rango esperado por el banco central. Gráfico No. 2: Comportamiento de la inflación durante 2008

Fuente: Elaboración propia con base en datos del Banco de México.

En el segundo trimestre, la inflación promedio fue de 4.92%. A nivel mundial las presiones inflacionarias siguieron en aumento derivado del incremento de los precios de materias primas, alimentos y energía, afectando negativamente la evolución de la inflación a nivel mundial. México no fue la excepción, ya que durante este segunPara finales de 2009 la inflación general sería de 4.12% y la subyacente de 4.07%. Para 2010 y 2011 la inflación general se espera que sea de 3.74% y 3.52%. Para el período de 2010 a 2013 se espera un promedio anual de 3.56%. (Fuente: Informe Semanal de la Secretaría de Hacienda, del 6 de febrero de 2009).

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do trimestre la inflación ascendió en 1.03 puntos porcentuales. En el tercer trimestre la inflación mundial se mantuvo aún en niveles altos, pero no tan marcados dado que la menor actividad económica global, así como la baja en los precios internacionales del petróleo y de otras materias primas, alivió las presiones inflacionarias, principalmente en las economías avanzadas. En las economías emergentes aun hubo presiones al alza de los precios dado a que aún había un crecimiento relativamente dinámico de la demanda interna y a un traspaso más lento del descenso en los precios de las materias primas. En México la inflación ascendió a 5.48% promedio anual en tal trimestre, principalmente debido a la depreciación cambiaria que ocurrió, a la incertidumbre sobre los efectos del aumento de la carga fiscal en los precios y a la aún existente volatilidad de los precios de los insumos básicos. Hacia el último trimestre del año se agudizaron los efectos adversos en la economía por los problemas en los mercados financieros internacionales. A nivel mundial, la desaceleración de la actividad económica y la baja en los precios de los productos primarios aliviaron las presiones inflacionarias principalmente en los países avanzados. En contraste, en México la inflación subió a 6.18% promedio anual en el trimestre, debido principalmente al impacto que sobre los costos tuvo la depreciación del tipo de cambio. Dada la reducción en la actividad económica mundial y la disminución de los precios de los productos primarios se esperaria que las presiones inflacionarias bajaran tanto en economías avanzadas como emergentes para el presente año. Inflación en México para enero de 2009 El descenso en la tasa experimentado en enero se debe a los factores siguientes: la contribución negativa del componente no subyacente de la inflación general; destacan las disminuciones en los precios de diversas frutas y verduras, del gas doméstico y de las tarifas eléctricas.

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La inflación subyacente se ubicó en enero, al tener una variación de 0.43%, en 5.76% anual, aumentando 0.03 puntos porcentuales respecto del mes anterior (diciembre 2008). Cabe señalar que la inflación subyacente lleva casi todo 2008 al alza (Gráfico No. 3), ya que el impacto de la mayor debilidad de la paridad cambiaria sobre los precios ha mantenido al componente subyacente en niveles altos, sin embargo, el efecto de la depreciación del peso se mitiga por la debilidad de la demanda interna. Gráfico No. 3: Comportamiento de la inflación subyacente, 2008

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Tabla No. 1: Dic 08

Ene 09

%

INPC

6.53

6.28

-0.25

Subyacente

5.73

5.76

0.03

Mercancías

6.45

6.8

0.35

Alimentos

9.46

9.7

0.25

Otras mercancías

4.07

4.48

0.41

Servicios

5.07

4.8

-0.27

Vivienda

4.22

3.95

-0.27

Educación superior

5.76

5.66

-0.11

Otros servicios

5.77

5.44

-0.33

Fuente: Elaboración propia con base en datos del Banco de México.

No subyacente

8.72

7.71

-0.99

El aumento del índice subyacente respecto del mes anterior se atribuye al subíndice de mercancías, específicamente a los precios de cigarros y de la leche pasteurizada. En contraste, el subíndice de los servicios se redujo de 5.07 a 4.8%, principalmente debido a las disminuciones registradas en las cotizaciones de los servicios turísticos y de transporte aéreo.

Agropecuarios

11.63

10.67

-0.96

Agrícolas

10.58

6.91

-3.67

Pecuarios

12.34

13.19

0.85

El índice no subyacente tuvo una variación en el mes de -0.99%, ubicando la inflación no subyacente en 7.71% anual. Los subíndices que aportaron a su reducción son: agropecuarios, al pasar de 11.63 a 10.67%, y los administrados y concertados al descender de 7.27 a 6.25%, como podremos observar en la Tabla No.1.

Públicos

7.27

6.25

-1.02

Administrados

8.03

5.8

-2.23

Concertados

6.44

6.74

0.3

Fuente: Observatorio Inflación, Servicio de Estudios Económicos, Bancomer.

Entre los productos agropecuarios se observaron las principales disminuciones en el jitomate, la cebolla y el tomate verde. Para los bienes y servicios administrados las bajas más destacadas ocurrieron en el gas doméstico y en las tarifas de energía eléctrica, como efecto de las políticas contracíclicas echadas a andar por el gobierno federal.


Tabla No. 2: Genéricos con las mayores contribuciones a la inflación, enero 2009

tonces la inflación observada para enero es una señal de que la inflación ciertamente irá a la baja.

Índice Nacional de Precios al Consumidor Productos con precios al alza

Productos con precios a la baja

Limón

Jitomate

Gasolina de bajo octanaje 1/

Gas doméstico

Leche pasteurizada y fresca

Electricidad

Autobús urbano

Servicios turísticos en paquete

Pollo en piezas

Cebolla

Frijol

Tomate verde

Derechos por suministro de agua

Transporte aéreo

Colectivo

Chile serrano

1/ El alza de precios se dio en las ciudades de la frontera norte del país 2/ El genérico gas doméstico se integra con cotizaciones de gas licuado y gas natural Fuente: Reporte “La inflación en enero de 2009”, Banco de México.

De acuerdo con información de nuestro banco central, se espera que a partir del primer trimestre de 2009 la inflación baje e inicie una trayectoria descendente para los siguientes dos años. La inflación general anual para diciembre se espera que sea de alrededor del 4.0%, en-

Lo anterior se debe a una serie de factores entre los que destaca la recesión de la actividad económica mundial, que se prevé continúe cuando menos durante este primer semestre; influye también la drástica reducción de los precios internacionales de las materias primas y las acciones del gobierno federal, por un lado, al congelar los precios de las gasolinas, de reducir en 10% el precio del gas LP y en 9% las tarifas eléctricas, y por otro, al reducir aranceles. Es importante destacar que la actual crisis es de naturaleza global, sin precedentes en la historia económica mundial. También es destacable que hoy México se encuentra en una mejor posición para enfrentar la crisis en comparación con la que teníamos en la crisis que atravesamos en 1994 y 1995. Es cierto, la estabilidad macroeconómica se ha estado consolidando como resultado de años contínuos de contar con finanzas públicas sanas así como una política monetaria dirigida a abatir la inflación, ayudando así a cuidar de la economía familiar. 67


Crisis ambiental, Kioto y Obama Rodrigo Iván Cortés Jiménez

Crisis ambiental Vivimos días interesantes, intensos. Las crisis de seguridad combinadas con la gran crisis financiera captan prácticamente toda nuestra atención y sin embargo hay más, el tema del medio ambiente se nos presenta inmerso en una auténtica crisis global, que de a poco a poco he venido llegando a grados impresionantes. Nuestro país no se escapa tampoco de esta, los efectos se recienten tanto en el Distrito Federal (tan solo hay que ver las innegables emergencias ambientales en la capital mexicana debido a los altos índices de contaminación, perceptibles de manera muy 68

evidente), como Guadalajara, en Los Ángeles o en Nueva York, en Tokio, Beijing o Nueva Delhi. La manifestación más conocida de la crisis ecológica, aunque no haya la suficiente conciencia de lo que implica, es el cambio climático, fenómeno que de manera incremental está poniendo presión entre los países, limitará el poder de los gobiernos y afectará las capacidades de las sociedades. Los impactos más directos los están recibiendo los países más pobres, pero no sólo ellos, ya no hay impactos sólo locales, la afectación al medio ambiente en una zona termina, más pronto que tarde,

impactando al planeta entero y ya estamos viendo los efectos. El aumento de temperatura global, el deshielo de los polos, las cada vez más grandes y constantes inundaciones, los fenómenos climáticos intensificados como los huracanes y ciclones, las tierras cultivables que se devastan así como el mayor encarecimiento de agua se dan a la par de una mayor contaminación del aire, el agua y la tierra. Todo esto está provocando mucho dolor a las personas, dolor que en gran parte se ha hecho con la acción humana. Un dolor que viene de la naturaleza, sí, pero una naturaleza afectada por el hom-


bre. Dolor por tanto evitable. Curiosamente países como EEUU, que contribuyen de manera negativa al medio ambiente mundial, se han venido desvinculando de toda responsabilidad al respecto. La respuesta debida ante el dolor evitable de la crisis del medio ambiente es la responsabilidad social y política en el marco del desarrollo humano sustentable. Cuidar, mejorar y hasta reparar, en la medida de lo posible, el medio ambiente es valorar y cuidar la vida humana. En este sentido debemos entender al desarrollo humano sustentable como el proceso de aumento de las capacidades y la libertad de todas las personas para vivir dignamente sin comprometer el potencial de las generaciones futuras. Este proceso implica avanzar a condiciones de vida más humanas o, en su caso, no permitir que las mismas se deterioren más. Desde hace algunos siglos vino permeando una actitud de franco olvido por el orden de la naturaleza. Un silogismo muy básico se volvió norma, “si puedo entonces lo hago”, y ese poder entendido como capacidad tecnológica, aplicación sin mayor mediación, ese puro afán transformador, en muchas ocasiones sin sentido humano ni reparos éticos, nos ha llevado a una situación que de continuar así acarreará daños irreversibles al medio ambiente y con ello al ser humano.

Kioto En este contexto el Protocolo de Kioto surge como el instrumento más relevante para atenuar el cambio climático. En su esencia es el compromiso asumido por la mayoría de los países industrializados de reducir sus emisiones de algunos gases de efecto invernadero, responsables del recalentamiento del planeta, en una media de 5%. Este Protocolo es un avance tanto en el sentido de la conciencia como de la acción en la lucha contra el calentamiento del planeta, ya que contiene objetivos obligatorios y cuantificados de limitación y reducción de gases de efecto invernadero. De manera global, los estados parte se comprometen a reducir sus emisiones de gas de efecto invernadero en, al menos, 5% con respecto al nivel de 1990 durante el período 2008-2012. Para alcanzar estos objetivos, el Protocolo propone una serie de medios: • Reforzar o establecer políticas nacionales de reducción de las emisiones (aumento de la eficacia energética, fomento de formas de agricultura sostenibles, desarrollo de fuentes de energías renovables…); • Cooperar con las otras partes contratantes (intercambio de experiencias o información, coordinación de las políticas nacionales con vistas a

una mayor eficacia por medio de mecanismos de cooperación, como el permiso de emisión, aplicación conjunta y mecanismo de desarrollo limpio). El 31 de mayo de 2002, la Unión Europea ratificó el Protocolo de Kioto, que entró en vigor el 16 de febrero de 2005, tras la ratificación de Rusia. Sin embargo, varios países industrializados se negaron a ratificar el protocolo, entre ellos, Estados Unidos y Australia. No deja de ser altamente paradójico que uno de los países que más emite ese tipo de gases y que es el más rico y poderoso sobre la faz de la tierra no lo haya ratificado. Obama, al parecer ahora sí va en serio Estados Unidos Antes de asumir la responsabilidad total en la Casa Blanca, el entonces presidente electo Barack Obama, tras una larga reunión con quien ganara el premio Nobel y hasta un Oscar por su lucha contra el cambio climático –Al Gore–, decía: “Tenemos ante nosotros un reto y una oportunidad para crear empleos en los 50 estados de la Unión, para reenergizar al país, para replantearnos el consumo de la energía, para ver la forma de aumentar nuestra eficiencia, para reducir nuestra dependencia del petróleo y para garantizar nuestra competitividad”; también sentenció “… el tiempo para demoras se acabó, el tiempo para negarlo se terminó”, y agregó que trabajará con am-

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bos partidos, empresas, consumidores con urgencia en orden a lograr un consenso de manera audaz y agresiva para frenar el problema. Cabe enfatizar, como lo hizo The New York Times, que en esta ocasión Obama utilizó la palabra “repower”, reenergizar, término que Gore ha popularizado desde julio con su propuesta de que “America” tiene que embarcarse en un proyecto tipo Apollo para abandonar la electricidad generada por combustibles fósiles para 2018, para apoyarse en cambio en energía eólica, solar y geotérmica. Obama ya le puso un número de entrada para la inversión en la búsqueda de energías más limpias, $150 billones de dólares en los próximos 10 años; eso, junto a un sólido equipo de expertos, entre ellos varios premios Nobel, hace que sus propuestas suenen serias en este tema, dando un giro muy importante a lo que venía pasando con las dos presidencias de ese país, tanto la administración demócrata de Clinton como la republicana de Bush, ambos presidentes rechazaron ratificar el Protocolo de Kioto.

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La propuesta Obama La propuesta más llamativa del nuevo presidente norteamericano es la “carbon cap-andtrade” e intenta recaudar $150 billones de dólares en 10 años con los créditos por contaminación de carbono. Es también más explícita con lo que pretende hacer con ese recurso

que va desde la eficiencia energética, fuentes alternativas de energía y combustibles, así como “the revolutionizing of the American auto industry”. En cuanto al clima, propone que con su “cap-and-trade system” se reduzcan las emisiones con la meta de llegar a estar 80% por debajo de los niveles que se tenían en 1990 para el año 2050. En esencia se podría decir que es un mecanismo tanto de “el que contamina paga” como de que “el que no contamina gana”, al restringirse la contaminación a un límite nacional, aquellos que contaminan menos pueden vender créditos a los que contaminan más. Propone la creación del Foro Global de Energía, moldeado en el G8+5 (que incluye a México), para trabajar los temas

energéticos, medio ambiente y calentamiento global. Es relevante mencionar que este foro uniría esfuerzos contra el cambio climático con las Naciones Unidas. También consideran desarrollar incentivos nacionales e internacionales para la conservación forestal. En cuanto a energía pretende gastar $150 billones de dólares en el mejoramiento energético, tanto en biocombustibles y su infraestructura así como en energías renovables e híbridas. Creará un fondo independiente, con participación privada, para financiar con $10 billones durante 5 años el desarrollo de nuevas tecnologías limpias.


Ampliará el Programa de Asistencia en Energía para los hogares de bajos ingresos, a fin de financiar a los americanos de bajos recursos para que puedan enfrentar los aumentos en sus cuentas de energía que vendrán con la transición hacia las nuevas energías.

Proporcionará subvenciones y otros incentivos para animar estados a cambiar el modo que las empresas de energía obtienen ganancias, de modo que la reducción de la demanda de energía tenga tanto valor económico como el suministro de la demanda aumentada.

Invertirá en la capacitación, sobre todo de jóvenes de bajos recursos, para que puedan convertirse en fuerza de trabajo para los nuevos sectores de energías alternativas.

Terminar con el uso de bulbos incandescentes hacia 2014.

Contar con una capacidad de energía renovable del 25% hacia 2025, y del 30% del gobierno federal hacia 2020. Procurará que todos los nuevos edificios federales construidos después de 2025 serán edificios de emisión cero. Hará que todos los nuevos edificios federales sean 40% más eficientes en cinco años, y hará que los ya existentes sean 25% más eficiente en cinco años. Fijará la meta de que todos los nuevos edificios –federales o no– sean de cero emisiones hacia 2030, y que la eficiencia de los edificios existentes sea aumentada en 25%, así como que los nuevos edificios lo sean 50% en 10 años. Creará un programa de subvenciones competitivo para financiar proyectos de eficacia de energía locales.

En cuanto a los automóviles propone aumentar el uso de etanol de maíz a 60 mil millones de galones hacia 2030, invertir recursos en etanol de celulosa y biodiesel, así como apoyar la construcción de refinerías de etanol en diversas localidades. Todos los vehículos que compre el gobierno federal serán “flex-fuel”, es decir, una mezcla de 15% de gasolina y 85% de etanol, y mandará que todos los automóviles hechos en América lo sean para 2013. Ofrecerá incentivos fiscales para que los fabricantes de autos modernicen sus plantas. Establecerá un estándar de combustible bajo en carbono para reducirlo 1% por año a partir de 2010 y hasta 2020. Ampliará los incentivos fiscales para los compradores de coches que quieran comprar híbridos y otros vehículos con mayor eficiencia en combustible.

En otras iniciativas propone reformar el financiamiento al transporte y hacer que los estados consideren la eficacia de energía en todas las decisiones de transporte, para alentar el llamado “smart grouth”, el desarrollo o crecimiento inteligente, lo cual implica que los desarrollos tengan una orientación del tránsito más inteligentes. En conclusión, ver para creer Claramente se puede deducir que de aplicar las medidas que ha propuesto, Barack Obama haría que los EEUU entrara de manera contundente al camino de Kioto, al camino de una mayor conciencia y acción a favor del medio ambiente; si esto lo hace en un marco de desarrollo humano sustentable se estará haciendo una gran contribución en esta materia, donde nuestro vecino del norte tiene un déficit de aportación positiva grave; sería un auténtico giro de 180 grados a lo que venía realizando tanto por gobiernos demócratas como republicanos. No faltarán los escépticos que digan que una cosa es el discurso del candidato y otra el ejercicio del gobernante, hay un buen número de casos que ejemplifican, ver para creer, sin embargo sería muy conveniente que el aún principal actor de la geopolítica mundial se decida a cambiar en este sentido, a favor no sólo de esta generación sino también de las posteriores. 71


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R ESEÑA

El cambio climático y sus consecuencias sociales en México Benjamín Chacón Castillo

El fenómeno del cambio climático no es únicamente un problema que atañe a los mexicanos, sino que involucra a toda la humanidad, de hecho es considerado, por muchos; el mayor problema que debemos enfrentar en este siglo.1 En el largo plazo, los impactos que se prevé tenga este fenómeno son una amenaza latente para el desarrollo humano y para el alcance de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Lo peor es que las personas en condiciones de pobreza y los países en vías de desarrollo asumirían los costos más altos, por lo que debemos ver como estrategias interrelacionadas a la lucha contra la pobreza y a la disminución de los efectos adversos del cambio climático. Si bien es cierto el origen del problema se da en mayor parte en los países industrializados, México emite 1.5% de los gases que ge-

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1 Reseña del libro: Moreno S. Ana Rosa, Urbina S. Javier; Impactos sociales del cambio climático en México, Instituto Nacional de Ecología y Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, 2008, 70 páginas

neran el fenómeno, asimismo nuestro país se ubica entre los 15 países con mayores emisiones por quema de combustibles fósiles a nivel mundial. Por otro lado, somos especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático, ya que el territorio sería impactado por sequías, inundaciones y por fenómenos meteorológicos cada vez más intensos en ambos litorales, lo que acrecentaría las desigualdades que hoy se presentan en diversos sectores de la población. Es por ello que en México debemos comprender el fenómeno y trabajar en la puesta en marcha de medidas para la mitigación y adaptación en todos los sectores sociales y económicos. Ante el cambio climático2 diversos países han estado actuando en los últimos años con la finaEntendiendo por cambio climático a un cambio del clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana, que altera la composición de la atmósfera y que se suma a la variablidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables. Es un cambio que afecta a todas las regiones y países del mundo. Es prácticamente un hecho que el actual cambio climático se atribuye a la actividad humana, principalmente la del último siglo y medio.

2


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lidad de establecer medidas de mitigación y adaptación. Las primeras se refieren a las acciones para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Las segundas se refieren a acciones para modificar sistemas naturales y humanos para reducir o evitar así los efectos del cambio climático. Ambos tipos de acciones conforman una perspectiva preventiva, la cual es altamente recomendable seguir en vez de tomar el riesgo de que ocurran catástrofes con el consecuente costo humano, económico y ambiental. Más allá de los efectos climáticos que se tendrán en lo general,3 es importante repasar las consecuencias que en lo social traerán dichos efectos. Los autores señalan que se da una fuerte correlación entre las condiciones socioeconómicas de un país y su potencial de Calentamiento de por lo menos 1°C hacia fines del siglo XXI, mayor frecuencia de los calores extremos, ondas de calor y de las precipitaciones intensas, huracanes más fuertes, salinización y desertificación de las tierras agrícolas en los climas secos, daños en la regiones costeras por aumento del nivel del mar, entre muchas otras alteraciones a nuestro clima.

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adaptación ante los efectos del fenómeno. Lamentablemente en nuestro país aún existen estados y muchos municipios en condiciones de marginación, haciendo más vulnerable a la población ante los impactos de los fenómenos naturales, dificultando sus condiciones de vida y su capacidad de adaptación. De ahí que es indispensable fortalecer el desarrollo de tales capacidades, aumentar los niveles de desarrollo humano y reducir la marginación. La salud se verá severamente afectada, ya que incrementarán las muertes prematuras así como las enfermedades diarréicas y cardiorespiratorias debido a los fenómenos hidrometeorológicos. En la costa del Golfo de México se corre el riesgo de que aumenten los casos de dengue. Un factor que debilitará la salud es la reducción de la disponibilidad de agua potable. Por otro lado, las pérdidas en agricultura y ganadería transmitirán los efectos de pobreza y 73


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desnutrición de las zonas rurales a las urbanas. Dichos movimientos migratorios causados además por inundaciones u otros eventos extremos serían multidireccionales y con frecuencia temporales o en episodios. En consecuencia, se tendrá una excesiva presión social sobre los destinos de migración, ocasionando desempleo, mayor marginación, hacinamiento y el brote de enfermedades infecciosas. Los asentamientos humanos pueden verse afectados de diversas maneras: las ondas de calor afectan principalmente a los niños y a los adultos mayores, también se tendría una consecuencia negativa en la productividad laboral y en las actividades recreativas, repercutiendo en la economía. También son susceptibles de sufrir desgracias por deslaves o inundaciones si se sitúan en un mal lugar. La presión sobre los asentamientos humanos debida a los impactos del cambio climático, la poca disponibilidad de agua y alimentos, la pobreza, el hacinamiento y la inseguridad puede ocasionar que surjan otros tipos de problemas sociales.

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En el caso de las infraestructuras de servicios, son vulnerables al cambio climático de diversas maneras y grados, dependiendo de su estado de desarrollo, resiliencia y capacidad de adaptación. En términos generales, las inundaciones les causan un daño físico directo mien-

tras que sequías y ondas de calor tienen impactos indirectos. Los efectos sobre la infraestructura de transporte, importante para el abasto de productos y la movilidad de las personas, pueden ser muy costosos no tanto por el retraso debido al tránsito sino por los daños a infraestructura y otras propiedades. El suministro de energía eléctrica se vería afectada por fuertes vientos que sobrepasen su capacidad actual, eventos como lluvias y huracanes intensos en áreas urbanas pueden ser causa de muertes por la caída de cables de alta tensión. También los vientos intensos y las inundaciones afectarían el sector de las telecomunicaciones. El sector turístico, sobre todo el de costa, sufriría daños por la erosión de las playas, el aumento del nivel del mar, marejadas, tormentas y la disminución en el abastecimiento del agua potable. Los huracanes muy intensos pueden impactar a las poblaciones dedicadas a la actividad turística con repercusiones económicas y sociales negativas, como la pérdida de empleos. En cuanto al comercio, se podría impactar los intercambios internacionales con el cierre de puertos y daños a las rutas de transporte y a la infraestructura comercial, afectando así a los tratados de libre comercio regionales. El cambio climático presenta riesgos globales serios. Se afirma que afrontar el fenómeno


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costaría anualmente alrededor del 1% del Producto Interno Bruto Global, mientras que no hacer nada costaría entre 5 y 20% de dicho producto por año. Dados los enormes riesgos que corre la sociedad mexicana, el gobierno ha tomado cartas en el asunto, ya que como señala la publicación reseñada, nuestro gobierno se ha concentrado de forma importante y constante en los últimos años en identificar medidas y políticas para reducir la vulnerabilidad de la sociedad al cambio climático. Una de las acciones mas recientes es la conformación de la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático por parte de la Semarnat, Sener y otras dependencias, cuenta con un Consejo Consultivo presidido a su vez por el Dr. Mario Molina; busca coordinar el desarrollo de políticas nacionales para prevención y mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero, incorporar acciones de adaptación a través de los diversos sectores y desarrollar los marcos legales que permitan la puesta en marcha de tales propuestas. Adicionalmente se presentó la Estrategia Nacional de Cambio Climático y se estableció el Grupo de Trabajo para Estrategias y Políticas de Adaptación, que inciden en las medidas de adaptación y mitigación a realizarse en el territorio nacional.

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Una estrategia de cambio climático, se dice, tiene cuatro elementos: la mitigación, que significa usar menos combustibles fósiles y mejorar la eficiencia energética; la construcción de capacidades, que es promover la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías que reduzcan los efectos climáticos y que ayuden a las empresas a tener oportunidades económicas con base en acciones ambientales; conocer la vulnerabilidad de las regiones y promover medidas de adaptación; finalmente, la concientización de la sociedad, informar sobre los efectos del cambio climático y recomendar siga hábitos simples en su vida diaria para ahorrar dinero, agua, energía y mantener limpio el medio en el que vivimos. El cambio climático es un problema de enormes dimensiones y complejidad, por lo que es menester tratarlo desde diversos ángulos, desde el diseño e implementación de las políticas públicas y la práctica de acciones de gobierno en conjunto con la sociedad civil y el sector privado hasta el comportamiento diario de la ciudadanía. Se requiere de un esfuerzo coordinado entre los tres niveles de gobierno, la iniciativa privada y la sociedad en general, para preservar el medio ambiente, mitigar las causas y adaptarnos cuanto antes a los efectos del cambio climático de modo tal que se minimicen las pérdidas humanas y socioeconómicas. 75



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