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La indeterminación del precio de los equipos
El mercado de la maquinaria de obras públicas y construcción continua en una situación muy compleja y sin visos de estabilización en los próximos meses. Mientras el cliente final, por las circunstancias de mercado, compra equipos a un precio mucho más alto cuando encuentra maquinaria nueva disponible o se decanta por maquinaria seminueva o usada, los importadores y distribuidores se están enfrentando a una situación totalmente desconocida hasta la fecha. Los pedidos de maquinaria nueva a fábrica no garantizan un precio del equipo hasta la fecha de entrega ni tampoco una disponibilidad como antaño. Por lo tanto, el importador/distribuidor se la juega con el cliente final, dando un precio estimado que le puede generar en el momento de la entrega importantes ganancias o pérdidas en función de la situación de mercado, máxime si se tiene en cuenta que para determinados modelos el plazo de entrega supera el año.
Son excepcionales los fabricantes que hoy en día respetan el precio de las máquinas con el incremento semanal del valor de las materias primas que está aconteciendo. Muchos equipos tienen plazos de entrega que a fecha de hoy ya superan marzo de 2023 y eso hace que los fabricantes no se la jueguen, variando los precios finales de los equipos a pocos días de hacer el despacho al importador/distribuidor que había realizado el pedido.
Sin embargo, esto tiene una doble lectura. Son muchas las grandes multinacionales que se están planteando la asistencia a las ferias sectoriales más potentes del mundo, como por ejemplo Bauma. Cuando se les pregunta por estas decisiones, unas alegan de forma directa y otras de forma más soterrada que los márgenes que actualmente tienen las máquinas no permiten acudir a eventos con inversiones millonarias, que en muchos casos superan el millón de euros. Los aquilatados márgenes de venta que la gran mayoría de los fabricantes transmiten hace pensar que esta situación de crisis mundial generada por el incremento constante del precio de las materias primas está sirviendo para que las grandes marcas hagan una corrección de los precios de todos sus modelos. Es el momento y una oportunidad como esta permite a todos los fabricantes adaptar sus costes a los volubles precios de las materias primas y también incrementar el valor de venta a los importadores/distribuidores.
Por otro lado, no hay que olvidar que tienen la producción vendida y si el importador/distribuidor no hace pedidos de maquinas aceptando las condiciones actuales, siempre habrá un mercado que le interesen esos equipos y del cual puedan sacar más beneficio. La producción está totalmente vendida y los fabricantes rara vez se casan con un importador/distribuidor.
El año 2022 va a tener dos claros períodos, que bien pueden segmentarse por semestres. El primero de ellos va a
ser bueno: la inercia del mercado, las obras en curso y, sobre todo, las máquinas en stock de los distribuidores están ayudando a que las entregas se produzcan no sin variaciones importantes en el precio final del equipo. El problema va a llegar en la segunda parte del año y en el ejercicio 2023, cuando los stocks de máquinas se vayan reduciendo y los importadores/distribuidores, si quieren seguir vendiendo equipos nuevos, se la tengan que jugar a dar unos precios al cliente final donde pueden ganar o perder mucho dinero.
El usuario final es capaz de esperar unos meses por una máquina nueva pero rara vez permitirá o aceptará variaciones en el precio. Cuando estas dos derivadas se dan, como está empezando a ser el caso, es cuando la maquinaria seminueva o de segunda mano comienza a tomar un mayor protagonismo. De hecho, se está dando la situación de que la venta de equipos ya estrenados lleva muchos meses en auge y, como se vende todo, está subiendo mucho el valor tanto de las seminuevas como de las usadas. Hasta las máquinas con muchas horas y la chatarra están viviendo un momento muy bueno, que irá a mejor en los próximos meses.
En esta crisis actual, el importador/distribuidor es tan víctima como el cliente final. Las indeterminadas variaciones de precio que le ofrece el fabricante desde la fecha del pedido hasta la fecha de entrega hace que muchas
compañías prefieran consumir el stock propio y dedicarse a buscar maquinaria seminueva o usada antes de engancharse entre el precio final que le pide el fabricante y el que ha comprometido con el cliente.
Los fabricantes de maquinaria y posiblemente los fabricantes de componentes están viendo en esta crisis una gran oportunidad para ajustar de nuevo los precios de los equipos tras muchas décadas donde han visto cómo se iban aquilatando sus márgenes. Dentro de unos años, cuando todo se haya normalizado, será posible saber de cuánto ha sido el incremento de los márgenes de las máquinas. Ya se sabe, a río revuelto, ganancia de pescadores, y en este caso los pescadores parecen ser los fabricantes de maquinaria y, posiblemente también, los de componentes.