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Hoy, el Festival en radio y televisión Escuche en directo por Radio RCN Clásica el concierto de la Plaza de San Pedro a las 10:00 p.m. con Emmanuel Ceysson,
Maxim Vengerov, la Orpheus Chamber Orchestra, Rodolfo Mederos y Santiago Cañón. Véalo en directo por RCN
TDTHD2 y en diferido a través de RCN Nuestra Tele Señal Internacional y Telecaribe a las 10:30 p.m., o por NTN24 a las
12 de la noche. Streaming: Vea los conciertos en directo en: www.noticiasrcn.com.
EL ESPEC TAD OR ElPentagrama VI
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Su repertorio va de Beethoven a Dvorak
ORPHEUS
la sinfonía de la democracia
/ Joaquín Sarmiento
Fundada en 1972, la orquesta de cámara ha desarrollado un proyecto en el que no existe director y en el que todos los músicos participan y destacan en el montaje. Su modelo ha llegado a escuelas y empresas. JUAN DAVID TORRES DUARTE
jdtorres@elespectador.com
La orquesta de cámara Orpheus, que carece de director desde su fundación, opera como un país sin presidente o un batallón sin comandante, y a pesar de los acostumbrados vaticinios de caos, ha probado con el tiempo que la armonía es un acto conjunto y democrático. Quizá liderar un ejército o gobernar un país sean ambiciones distintas —menos bellas— en comparación con la creación musical, pero el proyecto de Orpheus concluye que es posible enriquecer el producto final —ya sea una sinfonía con solo de violín o la concreción de un plan social— si se explora la profundidad de cada talento y cada uno está dispuesto a ejecutar su mejor papel. Creada en 1972 por un grupo li-
derado por el músico Julian Fifer, Orpheus determinó desde un principio que sería una orquesta sin director porque, de ese modo, el trato y el esfuerzo tendrían connotaciones por completo distintas a los del resto de las orquestas que siguen un modelo clásico. Uno de sus violinistas, en una de las numerosas muestras públicas que realiza la orquesta —su programa anual se desarrolla sobre todo en el Carnegie Hall, en Nueva York, donde está radicada—, dijo: “Cada uno de nosotros tiene una voz. Si tuviéramos un director, sería una situación más pasiva (…). Puede ser temeroso y difícil en ocasiones, pero también
muy emocionante”. El concepto de fondo es, en realidad, la expansión de la democracia. Orpheus, con más de 70 discos publicados y un premio Grammy por Shadow Dances: Stravinsky Miniatures, esboza un simulacro a escala de la democracia participativa: todos los músicos opinan, critican, hacen anotaciones sobre el pentagrama, la intensión, la dirección y la velocidad que debe tomar cada interpretación. De modo que felicitarse y criticarse no son más que expresiones transitorias de un mismo objetivo: crear música con destreza. Sólo importa la música. Buena parte de su programa está basado en com-
positores clásicos, entre ellos Beethoven, Haydn, Handel, Dvorak, Schoenberg, Mozart y Rossini, y en cada montaje existen diversos líderes que destacan, sobre todo, por su presteza instrumental. Numerosas obras adicionales son comisionadas a compositores estadounidenses con el objeto de que Orpheus sea una plataforma para lanzar a nuevos y desconocidos talentos. Eric Best, miembro de la firma Morgan Stanley (Nueva York), dijo en un documental sobre la relación entre el método de Orpheus y la creación de empresas: “Las grandes ideas no dependen de una jerarquía, ni de una pirámide, sino de una red de participantes que buscan algo para responder a un reto actual. Creo que Orpheus nos dice: ‘No tiene que ser como siempre. No tiene que depender siempre de la persona en el frente. Podemos profundizar en los talentos de la gente al liberarlos de esa estructura. Dime qué piensas, estamos escuchando, de pronto haremos eso que piensas’”. La orquesta tiene un programa para llevar educación musical a los niños de escuelas con bajos recursos, llamado Ac-
cess Orpheus, y uno más dedicado a presentar su proceso creativo a empresas y colectivos, en los que desglosan sus métodos de liderazgo compartido. Su postulado es, en cierto modo, una forma de la revolución. En Irak, algunas bandas jóvenes de rock —un género casi vetado en ese país de línea islámica dura—discuten en los sótanos de sus casas sobre sus canciones, sobre los métodos y la instrumentación, y de ese modo han convertido sus proyectos personales en el antónimo de la política de su país. El objeto de Orpheus es similar en un país con estructura democrática y aun así sorprende la calidad de su composición, la profundidad de su espectáculo y la clara intención de hacer música con un valor personal y sincero. Uno de sus violinistas decía: “Es nuestro trabajo ver qué hacen todos los demás, como una suerte de consciencia expandida. Todos deben tenerla. El grado de éxito depende de cómo vean todos el retrato general”. La orquesta de cámara Orpheus se presentará los días 13 y 14 de enero en el Festival de Música de Cartagena. Boletas en www.primerafila.com.co.
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El tema será la integración social a través de las artes Una mirada hacia la importancia de las artes como medio de integración social y sobre la responsabilidad social e inversión en la cultura, será el eje central del conversatorio que se realizará hoy miércoles 13 de enero, a partir de las 11:00 a.m., en la Capilla Sofitel Legend del hotel Santa Clara.
Paula Marcela Moreno, exministra de Cultura de Colombia y destacada activista social, y Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia y miembro de la junta directiva ad honorem de la Fundación Salvi, serán los encargados de dirigir el conver-
ElPentagrama
satorio, cuyo título sugestivo es “La integración social a través de las artes”, actividad en la que también participarán Steven Seidel, director del Progra-
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ma de Educación en las Artes de Harvard University, y James Honan, docente del Harvard Graduate School of Education.
Las entradas para este conversatorio están disponibles en la página www.primerafila.com.co
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ A N TO N I O A R N E D O
El saxo desde las raíces H U G O C A N D E L A R I O G O N Z Á L E Z
TEXTOS: WILLIAM MARTÍNEZ @MartinezWill77
El 15 de septiembre de este año, Antonio Arnedo interpretó, junto a su hermano, los clásicos de su padre. El homenaje al llamado jazzista mayor de Colombia, quien en los 50 se arriesgó a fundar agrupaciones de jazz, tuvo lugar en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo (Bogotá); fue un turbión de nostalgia. Esa noche tocaron los tres, pero hace 70 años la historia era distinta. Aunque Antonio escuchó música desde el vientre, en un tocadiscos que empezaba por el Caribe colombiano (Lucho Bermúdez) y pasaba por Centroamérica (Ismael Rivera) hasta llegar al jazz estadounidense (Charlie Parker), Julio César, su padre, nunca quiso que tocara un instrumento. “Yo no hice carrera de músico cuando niño, mi papá hizo muy buena labor de policía antimúsica”, dice el compositor bogotano, que el próximo febrero cumplirá 53 años. No tuvo, al menos en principio, un padre mentor. A pesar de que Arnedo tocó flauta dulce y guitarra en el colegio, creció sin perspectiva de ser músico: estudiaba geología en la Universidad Nacional. La música sólo apareció con fuerza en la crisis, cuando se fue de la casa y armó un trío de música colombiana para sobrevivir. A los 21 años decidió pasar sus días en un conservatorio. Fue becado por Berklee, en Estados Unidos, una de las escuelas independientes de música más grandes del mundo: 2.600 estudiantes en 75 países. Le pregunto a Antonio Arnedo qué ganó y qué le quitó su ingreso tardío a la academia. “Lo valioso de empezar tarde es tener un grado de conciencia mayor en la necesidad de hacer algo bien. Perdí un tiempo infinitamente precioso; sin embargo, pude aprovecharlo escuchando música en la casa”.
Las entrañas del Pacífico
/ Joaquín Sarmiento
Han pasado 20 años desde Travesía, su primer disco, que fue precedido por una investigación sobre los elementos de la música colombiana. La intención de fusionar el jazz con ritmos raizales persiste con el tiempo: “Esta música íntima es el reflejo de esos contactos tan humanos y directos. La gaita de la costa Atlántica, la marimba de chonta del Pacífico, el tiple de la región Andina, la percusión de las costas y las flautas del Cauca son protagonistas de este
repertorio. Ellos son el timbre de nuestra nación y por ello son eje fundamental de Colombia”. Ahora, Arnedo disfruta escuchar sobre todo música latinoamericana: Claudia Gómez, Puerto Candelaria, Carlos Aguirre. Le pregunto si en algún momento se ha cansado de la música, si su pasión se ha convertido en algo laboral. “Si escucho algo que no me gusta, me retiro. Pero, ¿cómo me voy a cansar? La música es el lenguaje con el que crecí”.
La noche en que Aura González dio a luz a Hugo Candelario en Guapi, un incendio arrasó el pueblo. El gestor cultural y marimbista —el menor de nueve hermanos— tuvo una infancia hecha a golpes: “Me quebraba los brazos, las piernas, me rompía la cabeza, me enterraba clavos, una vez casi me ahogo”. La música apareció por esos días. Su casa estaba frente al río, en ella había un almacén de artesanías que era paso obligatorio de cantaoras y comerciantes. Antes que músico, fue bailarín. A los 7 años entró al grupo de danzas del colegio, pero siempre faltaba un músico, entonces hacía percusión. Atando cabos, dice, el camino empezó por ahí. Su formación fue empírica, pero también académica: en 1987 empezó a estudiar música en Bellas Artes. Allí tuvo contacto con el jazz, la salsa y la música clásica. Aun así, prefiere —siempre lo ha hecho— la sencillez de los sonidos del Pacífico. Hoy, de 48 años, Candelario es considerado uno de los grandes folcloristas de esa zona del país. El músico eligió Cali para crear Bahía, un grupo que ha recorrido Europa y Latinoamérica. Para él, Cali perdió un terreno cultural importante a causa del narcotráfico; sin embargo, el principio de sus manifestaciones artísticas permanece. La marimba, para Hugo Candelario, es un arma para entender el ego: “la esencia de esta música es cero vanidad. Yo creo en Dios y esta música es una cosa vital: se murió alguien, se toca; nació alguien, se toca. Esto es visceral”. “Yo creo en la espiritualidad de la música”, dice. Su búsqueda es encontrar esa espiritualidad. Para hacerlo se distancia de luces, tarimas y micrófonos: los elementos del espectáculo que le quitan entraña a la música. “Yo creo en la magia del sonido acuoso, del agua ligado a la selva, la lluvia. Trato —y creo—de ser lo más leal a ese sentimiento”.
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ElPentagrama ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Banda Mantiqueira, en la Serie del Nuevo Mundo
Entre el swing y la samba El Cartagena Festival Internacional de Música ofrece un nuevo encuentro con las sonoridades de Latinoamérica, esta vez a cargo de una especie de big band nominada a los Grammy en la categoría Mejor Álbum de Jazz Latino. IVÁN R. CONTRERAS *
“Una big band es la mejor escuela para el perfeccionamiento de un instrumentista, por la necesaria disciplina que una formación así impone”. Esto concluían a principios de los años ochenta Walmir Gil y su compañero de residencia estudiantil en São Paulo, el saxofonista, clarinetista, arreglista, compositor y fundador Nailor Azevedo, “Proveta”. Antes de fundar la Banda Mantiqueira, “Proveta”, Walmir Gil, Edson Alves y François de Lima, miembros actuales de la agrupación, habían trabajado en dos proyectos de breve existencia: Sambop Brass y Aquarius. Luego de su disolución, e influenciado por las orquestas de Severino Araujo, Duke Ellington y Count Basie, se empezó a gestar en la cabeza de “Proveta” la idea de formar una big band que permitiera hacer una mixtura entre la música de los grandes maestros brasileños y el jazz. Es así como en 1992 nació la Banda Mantiqueira. La sonoridad que “Proveta” ha desarrollado en sus composiciones es más cercana al jazz-samba que a la bossa nova. Estas dos corrientes evolucionaron en paralelo durante los años sesenta. La primera tuvo entre sus represen-
EL PENTAGRAMA Periódico oficial del Cartagena Festival Internacional de Música
tantes más destacados a Johnny Alf, Raúl de Souza y Sergio Mendes, quienes desarrollaron una versión menos cool (en el sentido jazzístico) del encuentro entre las dos estéticas. La bossa nova en cambio, fue una fusión entre el cool jazz de la costa oeste, las armonías del impresionismo francés y la samba, que encontró en el batido de la guitarra de Joao Gilberto, las composiciones de Antonio Carlos Jobim y la poesía de Vinícius de Moraes a tres de sus principales exponentes. Aunque en la Banda se pueden escuchar influencias de la bossa nova, “Proveta” se decanta con mayor frecuencia por temas de compositores anteriores al boom de este género. En este sentido, los arreglos que la big band ofrecerá en el marco del Festival están hechos sobre temas de maestros brasileños que estuvieron activos desde antes de la década del cincuenta. Entre ellos se encuentran el cantante de samba Dorival Caymmi, la dupla Luis Gonzaga y Humberto Texeira, íconos de las canções nordestinas, y Alfredo da Rocha Pixinguinha, arquitecto de la forma definitiva del chorinho, género fácilmente distinguible por el uso de tempos rápidos tocados por el pandeiro (pandereta) en su base rítmica. Fuera de los temas clásicos del fol-
klore brasileño, el repertorio incluye un par de standars de jazz. El primero de ellos Giant steps, tema que da nombre al álbum de 1959 del saxofonista John Coltrane, grabado originalmente en formato de cuarteto; el segundo es Airegin (nombre que se origina en la palabra Nigeria) escrito por el colosus del tenor Sonny Rollins y registrado junto al quinteto de Miles Davis en el álbum Bags Groove del 57. “Proveta” arregla estos temas para el formato de big band e impregna a través de la sección rítmica el sabor de los ritmos brasileños. En las improvisaciones de la banda se pueden encontrar influencias tan diversas como las que conforman su repertorio. De hecho, cuando se le pregunta acerca de la construcción de las melodías con las que desarrolla sus improvisaciones, trae a la memoria los consejos de su padre, recibidos cuando aún era un niño que se iniciaba en la música, en medio de bailes y retretas. “Debes tocar mucha música, debes conocer muchas melodías, el estudio de las escalas y los acordes no es suficiente para improvisar. Las improvisaciones se construyen con recuerdos y remembranzas de melodías que ya se han to-
PRESIDENTA: Julia Salvi. DIRECTOR GENERAL: Antonio Miscenà. SOCIOS PRINCIPALES: RCN Radio, Postobón, RCN Televisión, Ennovva. SOCIOS: Cine Colombia, El Espectador y Profesionales de Bolsa. Fundadora de El Pentagrama: Paula Ojeda Palacio.
http://www.cartagenamusicfestival.com
cado, pues utilizando únicamente escalas y acordes sólo se logra tocar de forma mecánica”. Las presentaciones que ofrecerá la Banda Mantiqueira en Cartagena son, sin lugar a dudas, dos de los conciertos que mejor logran hacer justicia a la temática del Festival, pues en estos no sólo se podrá escuchar la samba, el chorinho y los ritmos del nordeste brasileño, que surgieron tras la llegada de los europeos y los esclavos africanos al nuevo mundo, sino que además asistirá al resultado de un nuevo encuentro entre estos y los sonidos del jazz, género que representa el choque cultural por antonomasia. * Director revista Tempo.
DIRECTORA DE EL PENTAGRAMA: María C. Castellanos. EDITOR GENERAL: Juan Carlos Piedrahíta. REDACTORES: María C. Sarmiento, María V. Arnedo y Vicky Cortes. COLABORADORES EL PENTAGRAMA: Juan David Torres, William Martínez, Iván R. Contreras y María José Medellín C. DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN: Julio César Carrero L. - El Espectador. FOTOGRAFÍA: Wilfredo Amaya, Joaquín Sarmiento y Andrés Londoño.
EL ESPECTADOR / MIERCOLES 13 DE ENERO 2016 18 / ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ EL FESTIVAL EN REDES SOCIALES Rodolfo Mederos se sintió en casa
En el Centro de Convenciones, el
bandoneonista argentino recordó durante el concierto del lunes pasado su primera participación en el Festival, en 2014, al lado de Juan Manuel Roca.
@JS_Collazos Desde Cali
Cartagenafest #HaciaTierraFirme
@elcolombiano Un espacio
listos para Cartagena!! #haciatierrafirme #becarios www.instagram.com/p/BAZ38Y
exclusivo para jóvenes talentos en el Festival de Música de Cartagena Cartagenamusicfestival http://bit.ly/1UK6kWY
Mederos, visiblemente emocionado,
le agradeció al Cuarteto Q-arte, de Colombia, la complicidad para interpretar obras de compositores como Astor Piazzolla y Juan Carlos Cobián.
ElPentagrama
Cartagena Festival Internacional de Música
@ClarisaRuizC Felicitaciones a Julia Salvi y al Festival de Música de Cartagena. Continuidad y buena curaduría!
/ Wilfredo Amaya
@AndresFBanoy Daría la mitad de mis libros por estar en el Festival de Música de Cartagena. Alguien, por favor, tenga piedad de mí y lléveme.
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MARÍA JOSÉ MEDELLÍN CANO
@Majomedellinc
No hay un instrumento en el mundo que admita una relación tan íntima y romántica entre él y el músico. En las clases para principiantes, la primera lección que los maestros imparten es cómo abrazar el arpa. Desde ahí comienza el noviazgo y, si el amor es lo suficientemente poderoso, durará toda la vida. Eso fue lo que le pasó a Emmanuel Ceysson cuando tenía seis años. Él, después de escuchar el concierto para flauta y arpa de Wolfgang Amadeus Mozart, supo que ese era el instrumento que tenía que abrazar. Lo ha hecho durante los últimos 24 años, sin vergüenza, delante de millones de personas en los escenarios más prestigiosos del mundo: Lincoln Center, Carnegie Hall, el Teatro de la Ópera de París y de la Filarmónica de Berlín, entre otros. A los 22, unos meses después de graduarse de la universidad, ingresó como arpista principal de la Orquesta de la Ópera Nacional de París y desde ahí, críticos, maestros y amantes de la música clásica no se han cansado de elogiarlo por sus solos y su expresividad. Ha ganado todos los festivales y concursos en su natal Francia y a nivel internacional, dedicados a su instrumento y al apoyo de jóvenes talentos; fue nombrado artista revelación en 2010 en la lista de Victoires de la Musique Classique y laureado un año después por la Academia de Bellas Artes del Instituto de Francia. Desde muy temprano en su carrera dedicó gran parte de su tiempo a enseñar pues, asegura Ceysson, es la manera de poner a prueba las técnicas y estrategias que él mismo usa. Por eso llegó a Colombia por primera vez en 2007, por una invitación de la Fundación Salvi, a hacer parte de la Cátedra Salvi de Arpa. Es su director desde 2008 y
/ Joaquín Sarmiento
El arpista rock star
en sus visitas, los estudiantes colombianos aprovechan su presencia para pulir la técnica y aprender otras nuevas de quien es ya considerado un rock star. Sus clases son tan apetecidas que ha estado en los salones de la Academia Internacional de Verano en Niza (Francia) desde 2010 y durante cuatro años en los de la Academia Real de Música de Londres. Además de la relación con el arpa, Emmanuel Ceysson tiene otra pasión: la ópera. “Soy tan amante de la ópera que cualquier pedazo que tengo que interpretar, lo hago con todo el placer, así sea un solo o una pieza en la que tengo que acompañar a un cantante. Simplemente la amo”, confesó el arpista este año, días después de haber sido elegido como el primer arpista de la admirada Ópera Metropolitana de Nueva York, lugar por el que han pasado músicos de la talla de Arturo Toscanini, Gustav Mahler y Valery Gergiev. Su llegada a la ciudad que nunca duerme marcó el comienzo de una nueva etapa en la vida de Ceysson. En cuanto le confirmaron que había sido elegido para ese puesto, no dudó ni un segundo en aceptarlo, pues lo que más quiere este joven arpista es no dormir. Quiere retos, disfrutar de su juventud, participar en nuevos proyectos, conocer gente nueva. Quiere comerse el mundo. Pero lo hará acompañado de su arpa y alternando su afición por Wagner, Puccini, Strauss y Debussy con la nueva producción de Coldplay, Clean Bandit o espectáculos en Broadway. En la décima edición del Cartagena Festival Internacional de Música, Ceysson llega al país para participar en siete eventos. Trae con él, además de su arpa colorida, que llama “Carlita Roja”, un repertorio de compositores impresionistas como Claude Debussy, Maurice Ravel y Gabriel Fauré, que le servirá para demostrar por qué el instrumento del que se enamoró es capaz de crear una paleta de matices, tonos y una expresión poética que ningún otro es capaz de lograr.
ABRAZADO A SU INSTRUMENTO A los 7 años, Emmanuel Ceysson se enamoró del arpa. A los 22 ingresó como arpista principal a la Orquesta de la Ópera Nacional de París y hoy hace parte de la Ópera Metropolitana de Nueva York.