EL ESPECTADOR / DOMINGO 13 DE ENERO 2019
EL ESPECTADOR
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ElPentagrama N° 10
/ Felipe Flórez
SARA SOFÍA ROJAS
La visión de occidente, desde Aristóteles, se ha basado en que es imposible que una cosa simultáneamente pertenezca y no a la misma cosa. El filósofo consideraba la existencia de dos mundos: uno celeste, lugar de perfección; y otro terrestre; lleno de imperfectos, que por diversas razones eran incapaces de coexistir. Hoy por hoy, la dualidad, junto a la ciencia y la tecnología, por ejemplo, se ha interpuesto frente a planteamientos como estos para demostrarnos que cosas como la realidad virtual son la viva imagen de que dos fenómenos opuestos pueden convivir. Mi primer acercamiento con la realidad virtual fue hace unos 15 años con el cine en 3D, cuando las gafas aún eran de cartón y con una especie de papel traslúcido azul y rojo. Hoy el 3D no es lo que era antes; de hecho, ha avanzado al punto de tener sillas que se mueven, además de experiencias sensoriales con agua, viento y otras. Mi más reciente contacto con ella, antes de venir a Cartagena, fue en Navidad, cuando les regalaron a mi hermano y a mis primos unas gafas de realidad virtual. Las probé una sola vez, soy partidaria del “en vivo” en la mayoría de ámbitos de la vida y ver un video de terror o “montar” en una montaña rusa virtual no me llamaba la atención. *** Caminar por Cartagena y sonreír porque sí ha sido constante la última semana. Podría ser el sol, su cielo azul, el mar, las flores, las palmas y la brisa que las mueve, o todo eso, sumado a lo que ha significado hasta ahora esta ciudad para mí. O a lo mejor solo es el cambio de mentalidad con el que llegué, el de fiarme del azar (que me trajo hasta aquí), y que hoy me tiene frente al Centro de Convenciones de la ciudad. Construido sobre el mar, y con dos hileras de palmas como camino hasta la entrada, el Centro
Un viaje interdimensional en el Centro de Experiencias Este año, el Cartagena XIII Festival Internacional de Música le apostó al Centro de Experiencias y con esta iniciativa puso al alcance de todos los públicos la relación entre música y ciencia, además de estrechar los vínculos con la tecnología. de Convenciones me da la bienvenida. No ha pasado siquiera una hora desde su apertura y ya hay una buena cantidad de público. Al fondo, en una de las salas, un señor de unos setenta años está de pie frente a una pared con unas gafas de realidad virtual, unos audífonos y un control en la mano. Le hace una pregunta a la chica que dirige la actividad y señala con la otra algo en la sala sin estar consciente de que solo él puede verlo. Se quita las gafas, la mira y le dice “woah, woooow”. Este hombre acaba de estar en medio de un video musical, a su alrededor, artistas escénicos van del piso al aire y corriendo de un lado al otro por el salón en que se encuentra. Tras pasar cuarenta minutos en la primera de las salas me dice al salir: “Fascinante. Es una tecnología amable, me genera confianza. No tengo que andar oprimiendo 200 teclas para poder hacer las cosas. Los universos y posibilidades que se abren con esto son infinitos”. “Los universos y posibilidades que se abren con esto son infinitos”, repito hacia mis adentros y pienso que el espacio es tan grande, extraño e infinito como la música misma. Realmente no están
tan lejos uno del otro, no en vano cada una de las conferencias de Giovanni Bietti tuvo relación con el mismo espectro. Después de un buen tiempo aquí de concierto en concierto, me llamaba la atención el hecho de vivir uno desde dentro, como un músico más de la orquesta. Las primeras dos funciones de uno de los espacios multisensoriales estaban llenas; me pareció una buena señal, así que esperé. Ya en la silla con las gafas y los audífonos puestos, cerré los ojos; empezó la música, los abrí. Tenía al director de la Philharmonia Orchestra frente a mí, detrás suyo, al público viéndolo, viéndolos, viéndome. A la derecha y a la izquierda las cuerdas, detrás los vientos y la percusión. Era cuestión de girar un poco para percibir cómo al voltear el sonido cambiaba de lugar, llegaba a mí conforme me movía. La música se hacía progresivamente más fuerte, las expresiones de los músicos también, el director movía sus brazos con mayor sentimiento. Se acabó, sonreí. Qué diez minutos más rápidos, pensé. Salí del Centro de Convenciones de Cartagena tarareando lo que podía recordar. Estaba convencida de que la música, como lenguaje universal, está en movimiento, que los grandes autores clásicos no son cosa del pasado, están aquí y ahora. Se renueva y va más allá de sí misma para proyectarse en el todo, como si se tratara de una nueva dimensión. Es el cielo, el sol, el mar, la calle, las plantas, la ciencia y hasta la tecnología. Sonreí.
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/ 13 DOMINGO 24 DE ENERO DE 2019 ElPentagrama
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“Armonía celeste” fue el tema que caracterizó la presente edición del evento. Los vínculos entre la música y la ciencia se estrecharon durante diez días en Cartagena.
Imágenes para recordar el Cartagena XIII Festival Internacional de Música
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El concierto en el puerto de Cartagena confirmó su imponencia durante el evento. / Fotos: Wilfredo Amaya, Tico Angulo y Felipe Flórez
El teatro Adolfo Mejía fue uno de los ejes temáticos del evento y la casa de la ópera “Così fan tutte”.
Entre el 4 y el 13 de enero se llevó a cabo la edición XIII del Cartagena Festival Internacional de Música. Artistas locales, nacionales y extranjeros conformaron la nómina de este encuentro alrededor de la cultura.
Los talleres de lutería complementaron la oferta artística del evento.
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ElPentagrama
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La pianista Angela Hewitt tuvo la misión de abrir la edición número XIII del Cartagena Festival Internacional de Música. Lo hizo con el respaldo de la Philharmonia Orchestra, bajo la dirección de Natalie Murray Beale.
En uno de sus conciertos, la arpista Gwyneth Wentink interpretó obras del colombiano Adolfo Mejía y el argentino Alberto Ginastera. La respaldó la Filarmónica Joven de Colombia.
Emmanuel Tjeknavorian (violín) demostró sus habilidades interpretativas.
El pianista Víkingur Ólafsson conquistó al público en Cartagena.
La agrupación New York Polyphony tuvo también una participación destacada.
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/ Wilfredo Amaya
Así se vivió la “Armonía celeste” Si bien el Festival indaga en la historia de la música, esta vez con Bach a la cabeza, también se proyecta al futuro. En esta edición se comisionaron obras a los compositores Jorge Humberto Pinzón, de Colombia, y a Carlo Pedini, de Italia, además de la implementación del Centro de Experiencias.
CAROLINA CONTI
Tras diez días de música y eventos, el balance que arroja el Cartagena XIII Festival Internacional de Música Armonía celeste en número, sonido y música es positivo. Como si de un poliedro se tratara, el festival mostró múltiples caras de la música, su relación con la ciencia, la música en el pasado, el presente y el futuro. A lo largo de estos días el público se mostró muy interesado y supo disfrutar de la temática, los diferentes repertorios y los intérpretes, así
como de las actividades paralelas y educativas. El tema permitió indagar de forma especial en la obra de Johann Sebastian Bach, el compositor central de esta edición que fue revelado al público en sus estructuras e ingeniosas construcciones en la música orquestal, concertística, vocal y para teclado. Las charlas del musicólogo Giovanni Bietti sobre el tema fueron claves para acercarse a obras de Bach, como El arte de la fuga, Ofrenda musical y Variaciones Goldberg, que definitivamente requieren una manera diferente de escuchar. Gracias a las conversaciones pudimos vislumbrar la genialidad matemática sobre la que Bach creó sus obras. La interpretación de Variaciones Goldberg fue sin duda uno de los mejores momentos del festival. La carismática pianista canadiense Angela Hewitt demostró por qué es toda una autoridad en el tema. Su interpretación fue perfecta, elegante, sobrecogedora y supo mantener al público cautivo durante toda la interpretación en la Capilla del Hotel Santa Clara, un escenario propicio para la intimidad que la obra requiere. También los English Baroque Soloist ofrecieron, bajo la dirección del joven y vital Dinis Sousa, una selección de la magnífica obra orquestal de Bach en una interpretación luminosa y fresca sin transgredir el estilo. Junto a Bach pudimos escuchar obras instrumentales y orquestales de otras épocas que, sin embargo, están ligadas a la obra del compositor alemán, referencia ineludible de la historia. En contraste, el cuarteto vocal New York Polyphony exhibió una gran calidad en el repertorio vocal sacro de diferentes épocas. Es importante resaltar también las intersecciones que se dieron entre los músicos consagrados como el Quartetto di Cremona, la Orquesta Philharmonia y nuevos nombres como Vikingur Ólafsson y Nikolay Khozyainov que hacen un enlace entre generaciones en torno al arte de la interpretación, así como las colaboraciones entre artistas colombianos y extranjeros, como en el caso del pianista iraní Ramin Bahrami con el violonchelista colombiano Santiago Cañón, entre otros casos. Y como la experiencia de la música no es solo auditiva, cabe resaltar una vez más que el entorno de la ciudad y sus escenarios constituyen otro
EL PENTAGRAMA Periódico oficial del Cartagena Festival Internacional de Música
Programación para el domingo 13 de enero 11:00 a.m. Presentación musical de Clases magistrales. Capilla Sofitel Legend Santa Clara. Entrada gratuita. 5:00 p.m. Segunda función de la ópera “Cosi fan tutte”. Teatro Adolfo Mejía. Boletería en Primera Fila.
Boletas en:
PRESIDENTA: Julia Salvi DIRECTOR GENERAL: Antonio Miscenà SOCIOS PRINCIPALES: Postobón, RCN Radio, RCN Televisión SOCIOS: Cine Colombia, El Espectador FUNDADORA DE EL PENTAGRAMA: Paula Ojeda Palacio DIRECTORA DE EL PENTAGRAMA: María Camila Castellanos
de los rasgos que hacen único al festival y que corroboran que la experiencia de la música en vivo es irreemplazable. Si bien el festival indaga en la historia de la música, también se proyecta al futuro. En esta edición se comisionaron obras a los compositores Jorge Humberto Pinzón, de Colombia, y a Carlo Pedini, de Italia. Las obras tuvieron en el marco del festival su estreno y esperamos que se abran camino en el repertorio de nuestras orquestas. Otra de las caras del festival fue el montaje de la ópera Cosí fan tutte, de Mozart, otro de los títulos de la trilogía Mozart-Da Ponte que había iniciado hace un par de años con Las bodas de Fígaro. La hermosa puesta en escena con el Festival de Spoleto contó con la participación de la Orquesta Filarmónica de Medellín que, bajo la batuta de Benjamin Bayl, brilló por su calidad sonora, expresión dinámica y flexibilidad en el repertorio lírico. Al elenco de consagrados cantantes italianos se unió la soprano colombiana Julieth Lozano, a quien tuvimos también en Las bodas de Fígaro y quien además hace algunos años se presentó en el Cartagena Festival Internacional de Música como uno de los jóvenes talentos. Esta vez asumió con sobresaliente calidad vocal y escénica el papel de la astuta Despina. Junto a ellos el Coro de la Ópera de Colombia completó el ensamble musical con propiedad, como lo ha venido haciendo en otras ocasiones. Otro de los aciertos de esta edición fue la creación del Centro de Experiencias, un nuevo espacio dedicado a la percepción de la música, en el que se demostró que el público de Cartagena está ávido de nuevas vivencias artísticas y que tiene una mente abierta a los nuevos fenómenos tecnológicos, así como respeto y curiosidad por la tradición. Experiencias de realidad virtual, resultados de investigaciones en culturas ancestrales, musicoterapia, temas de tecnología en torno a la música y al arte sonoro convocaron a un público amplio y diverso. Como es habitual, las clases magistrales, talleres de luthería y talleres y espacios de reflexión sobre el quehacer musical también tuvieron espacio en este vasto universo musical que seguirá resonando.
EDITOR GENERAL: Juan Carlos Piedrahíta B., Jaime Andrés Monsalve B COLABORADORES EL PENTAGRAMA: Sara Sofía Rojas, Carolina Conti, Katia Carbal y Julie González. DISEÑO: Éder Leandro Rodríguez Corredor http://www.cartagenamusicfestival.com