/ 19 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ EL ESPECTADOR / LUNES 11 DE ENERO 2016
Hoy, el Festival en radio y televisión Escuche en directo por Radio RCN Clásica, a las 4 p.m., el concierto de música sacra con Rinaldo Alessandrini, el Coro
Filarmónico Juvenil de Cámara, la Orquesta Filarmónica Juvenil de Cámara y los solistas del Concerto
Italiano. Véalo en directo por RCN TDTHD2 y en diferido a través de RCN Nuestra Tele Señal Internacional y
Telecaribe a las 10:30 p.m., o por NTN24 a las 12 de la noche. Streaming: Vea los conciertos en directo en: www.noticiasrcn.com.
EL ESPEC TAD OR ElPentagrama IV
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Conversación con Rodolfo Mederos
Cuando el tango estaba vivo de verdad Desde Buenos Aires nos visita este maestro, uno de los bandoneonistas argentinos más reconocidos en el mundo. En el Cartagena Festival Internacional de Música lo escucharemos junto con el cuarteto Q-Arte. Hablamos con él sobre su visión del género en la actualidad. JULIANA MUÑOZ TORO *
Cuando el tango estaba vivo, vivo de verdad, la gente bailaba en los patios de las casas, en las calles. El bandoneón y la guitarra sonaban por todo el barrio. Era cotidiano. Ese fue el tango que le tocó al bandoneonista Rodolfo Mederos, con el que creció en la provincia argentina de Entre Ríos, el que eligió cuando aún estudiaba biología así como se debería elegir siempre: para estar mejor. El tango era la mejor forma que conocía para comunicarse con los seres humanos. Era el tango de los orígenes, es decir, más Eduardo Arolas, que Astor Piazzolla. Luego lo aprendió al lado de Osvaldo Pugliese, uno de los directores y compositores más geniales en Argentina. Fundó una banda de culto, gracias a sus aires de vanguardia, llamada Generación Cero. Tocó con músicos de otras corrientes, como Mercedes Sosa y Joan Manuel Serrat. Buscó, y sigue buscando, que la poética del tango trascendiera lo local. “Música y poesía en el tango son un maridaje muy bien hecho. Todo lo que dice la poesía del tango es lo que vive cualquier ser en cualquier lado del mundo. No sólo el hombre de Buenos Aires. Es lo que dice, no cómo lo dice. El tango habla de la soledad, del amigo, de la mujer”. Pero hoy el tango está en desuso para Mederos. No es cotidiano, como antes, sino el del turismo, el de los melancólicos. Es un elemento de exportación. Lo importante es que “no hay que traerlo de vuelta a la fuerza, sino entenderlo como una pintura terminada”. No se pueden pintar nuevos trazos en la Monalisa. “Si esa obra está concluida lo único que hay que hacer es disfrutarla”. Así, como cuando toca sus solos de bandoneón con los
ojos cerrados, con gestos emotivos. Toca sin pensar en los críticos ni en la prensa. Quien importa es la gente que escucha. Lo que importa es lo que se siente. Mederos entra a las aulas donde ha dictado sus cátedras y se sube al escenario en festivales internacionales con el rol de custodio de la música que mejor conoce. Dice que su tarea es pedagógica. Es “contar lo que ocurrió para que se entienda, no para que vuelva a suceder”. Tal vez no forma parte de los optimistas del tango, pero su desesperanza no está en la música, sino en la sociedad. Hoy Mederos se siente en un mundo despersonalizado. “Cualquier cosa es de cualquier lado. Ya no existe esa fragancia propia del barrio. La música se hizo industrial”. Según Mederos, a los jóvenes apasionados por el tango les queda la tarea de ir al pasado a buscarlo para saber cómo era esa espesura, esa temperatura. Esto es muy complicado, asegura. Él aprendió de esos músicos del pasado sin darse cuenta cómo, porque tocaba con ellos. Los jóvenes ahora no tienen ese privilegio. Acaso podrán volver a los discos, como un archivo de documentos, para escuchar a Troilo, a Pugliese y a tantos otros. Luego estos “jóvenes honestos” deberán convivir con eso -o con ellos- en soledad, aunque luego se reúnan con otros músicos, y, quizá, descubran cómo reconectar la cadena de transmisión cultural que se rompió. Pero no repitiendo lo que pasó, sino liberándose de eso. Y es la sociedad la que da los elementos para hacer las cosas. Así que para el músico el problema no está en el tango, sino en la raza humana. Para este bandoneonista la música honesta ocurre porque hay elementos que lo propician, como una generación que le permite una evolución, que le transmite la información a la siguiente generación a través de las vivencias más que de las aulas. Es como aprender más “viendo bailar a mi viejo”, que aprendiendo una técnica en la academia.
El bandoneonista argentino Rodolfo Mederos. / Andrés Londoño.
Q-Arte, resonancias a cuatro cuerdas Desde su debut en 2008 con el disco “Resonancias”, el Cuarteto Q-Arte ha forjado una sólida reputación como agrupación innovadora y de un gran compromiso con el dominio de la
música de cámara. El colectivo es el resultado del proyecto de investigación y creación Música de Cámara Latinoamericana del Instituto Taller de Creación de la
Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia, de cuyo Conservatorio de Música provienen sus intérpretes: Juan Carlos Higuita, Liz Ángela García, Sandra Arango y
Diego García. Su más reciente trabajo discográfico es “Gustavo Leone, String Quartets” (Toccata Classics), en el que interpretan composiciones del autor argentino.
EL ESPECTADOR / LUNES 11 DE ENERO 2016 20 / ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Las obras en San Pedro
El público cartagenero cumplió con su primera jornada
nocturna al aire libre. La plaza San Pedro tuvo una ocupación el sábado pasado superior a los 950 asistentes.
Piezas de Luigi Boccherini, Charles Gounod, Franz Schubert y Ariel Ramírez fueron muestra de la multiplicidad de estilos existentes en la propuesta de “Hacia tierra firme”.
El Coro Filarmónico Juvenil y la Orquesta Filarmónica Juvenil de Cámara y la Orquesta Filarmónica de Bogotá protagonizaron esta velada emotiva en Cartagena.
/ Joaquín Sarmiento
ElPentagrama
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Proyecto Social Orquestal en los barrios
PASACABALLOS
en clave mayor
¡Son las 10:00a.m. y todo está listo! La Banda Sinfónica de Cartagena adaptó un salón de clases en la Institución Educativa Técnica de Pasacaballos (Bolívar) como camerino para ultimar los detalles de su presentación. Llegan al auditorio y la alegría del público, evidente en los aplausos, no se hace esperar. VICKY CORTÉS*
Muchos fueron los instantes percibidos. Si se escuchaba la obra italiana Le avventure di Pinocchio (Las aventuras de Pinocho), salían sonrisas interminables en los rostros de los asistentes, que se deleitaban con las añoranzas de su infancia al escuchar a los músicos italianos Cristiano Arcelli, en el saxofón alto, y Massino Morganti, en el trombón, lo que en el momento se convirtió en la cereza que faltaba al pastel. Cada uno deleitó al público con un solo que marcó un carácter distintivo en la Banda Sinfónica, mientras, bajo las composiciones del tributo a Lucho Bermúdez, eran otros quienes con sus ojos cerrados y disimulados movimientos acompañados de imaginación manifestaban un acercamiento a su esencia caribe por la cumbia, el mambo y el mapalé. Los 45 integrantes de la Banda Sinfónica, con intercambios de miradas hacia su director, Sergio Sánchez, y hacia sus partituras, hacían sentir la unidad y la compenetración en su ejercicio artístico. Algunos vienen de Olaya, otros de Nelson Mandela, San José de los Campanos, otros más del mismo Corre-
En Pasacaballos (Bolívar) el público disfrutó con la llegada del Festival “Hacia tierra firme”. / Fotos: Andrés Londoño
gimiento de Pasacaballos y también de Getsemaní y Crespo, entre otras localidades que actualmente hacen parte de la Red de Centros Orquestas de Cartagena. El director dio el punto de partida. Una batuta se movía al vaivén de los sonidos y unos instrumentos que, en sus diferencias, generaban una melodía singular. Sin duda alguna, el repertorio marcó un recorrido histórico hacia distintos personajes destacados tanto de Italia
como de Colombia. Creaciones de Fiorenzo Carpi, José Benito Barros, Victoriano Valencia, Lucho Bermúdez y Pedro Alejandro Sarmiento hicieron parte de la oferta musical. La música clásica ha calado en distintas clases sociales y tiene la intención de llegar a quienes están alejados de ella, rompiendo prejuicios entre gustos y disgustos de quienes la reciben. Es por ello que el Cartagena Festival Internacio-
nal de Música desde sus inicios, en 2007, ha brindado un fortalecimiento al desarrollo en Colombia. Alcibia, El Pozón, Las Palmeras y María Auxiliadora han sido algunos de los barrios donde el Festival ha tenido presencia, reuniendo a niños, jóvenes y adultos con un fondo social diferente, brindando melodías suaves y naturales que llenan de alegría y en la actualidad se complementan con la estrategia de inclusión social.
El nuevo panorama musical y cultural que ha brindado el Festival con la creación de eventos en los barrios de Cartagena llegó este año al corregimiento de Pasacaballos, una comunidad de afrodescendientes que hace parte de la localidad Industrial y de la Bahía, situado a orillas de la desembocadura del Canal del Dique y a unos 45 minutos del casco urbano de Cartagena. Por sus condiciones vulnerables y sumidos en la pobreza, los habitantes luchan por dejar de lado los estigmas y sobrevivir a tantas precariedades con visiones de realizarse humanamente a largo plazo y sin conformarse, como sus padres, con ganar para el sustento diario. Berenice Lucía Castro, quien también proviene del corregimiento de Pasacaballos, a sus 13 años piensa que lo más importante es salir adelante, una consigna impregnada en los habitantes del lugar. “No pensé hacer parte de esta banda, pero estoy muy orgullosa de integrarla porque me trae muchas oportunidades”, afirmó antes de su presentación. “La música lo es todo. Podemos descargar muchas emociones a través de un instrumento”, dijo Wendy Johana Guerrero Martínez, de 14 años, quien se ha convertido en un orgullo para su corregimiento, regalando lo mejor de su talento a través del clarinete. En quinto grado despertó su deseo musical, y participando en las distintas audiciones y con el apoyo de su padre y su tía, ha sacado grandes beneficios para lo que ella visiona como su futuro profesional. La música llegó hasta Pasacaballos, un lugar en donde quizá muchos no esperaban ser merecedores de las riquezas que emergen desde las distintas partituras, que cumplían con el objetivo de fomentar la unión entre las tradiciones europeas y las músicas del Nuevo Mundo. * Estudiante de periodismo.
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ElPentagrama ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
El Coro Filarmónico Juvenil y la Orquesta Filarmónica Juvenil de Cámara ensayan antes de sus presentaciones en Cartagena. / Joaquín Sarmiento
Dos agrupaciones musicales y tres directores artísticos
La unión hace la música La Orquesta Filarmónica Juvenil de Cámara y el Coro Filarmónico Juvenil, adscritos a la Orquesta Filarmónica de Bogotá, y los directores Federico Hoyos, Diana Carolina Cifuentes y Rinaldo Alessandrini traducen su complicidad en arte sonoro. ALEXANDER KLEIN*
Para nadie es secreto que la labor de dirigir un grupo de personas es dispendiosa y en ocasiones malagradecida. Dirigir personas hacia un bien común, en cualquier campo, implica lidiar con una serie de personalidades diferentes cuyos intereses propios frecuentemente chocan entre sí, ponien-
do en permanente riesgo la estabilidad del grupo o comunidad en el que tienen que convivir. Este conflicto humano está siempre presente en la música. Para que una agrupación musical tenga éxito, todas sus personalidades deben converger hacia un mismo fin y dejar de lado sus diferencias —o mejor, utilizarlas en su provecho—, de modo que ese suceso maravilloso que llamamos arte se dé con todo su esplendor. Hoy, en la Heroica, los amantes
EL PENTAGRAMA Periódico oficial del Cartagena Festival Internacional de Música
de la música podrán presenciar un concierto en el que se pondrá en evidencia esta rica labor colaborativa. El lugar será la capilla Sofitel Legend Santa Clara y el concierto presentará los frutos de la colaboración emprendida entre dos agrupaciones juveniles de Colombia: la Orquesta Filarmónica Juvenil de Cámara y el Coro Filarmónico Juvenil, ambas adscritas a la Orquesta Filarmónica de Bogotá, y nada menos que tres directores: Federico Hoyos, Dia-
PRESIDENTA: Julia Salvi. DIRECTOR GENERAL: Antonio Miscenà. SOCIOS PRINCIPALES: RCN Radio, Postobón, RCN Televisión, Ennovva. SOCIOS: Cine Colombia, El Espectador y Profesionales de Bolsa. Fundadora de El Pentagrama: Paula Ojeda Palacio.
http://www.cartagenamusicfestival.com
na Carolina Cifuentes y Rinaldo Alessandrini. El primer director, Federico Hoyos, ha estado encargado de dirigir la Orquesta Filarmónica Juvenil de Cámara desde su creación por iniciativa distrital hace dos años. Hoyos, renombrado como intérprete y docente, ha participado como violinista en varias de las orquestas más prestigiosas de Alemania, entre ellas la Klassische Philharmonie Bonn, Neue Philharmonie Köln y la Hagen
Philharmonie Orchester. Aun así, no sería exagerado decir que su más grande reto profesional ha sido el de aceptar la dirección de una agrupación juvenil. Si dirigir una orquesta profesional resulta intimidante para muchos, dirigir una orquesta juvenil es labor que pocos envidian. Hoyos, al ser director musical, también hace de profesor y mentor para quienes son hoy el futuro musical de Colombia. Labor similar ha recaído sobre la directora Diana Carolina Cifuentes, quien está a cargo del Coro Filarmónico Juvenil, también creado por iniciativa distrital hace dos años. Diana, cuya preparación artística incluye estudios y talleres con renombrados directores corales venezolanos como Alberto Grau y María Guinand, ha tenido que profesionalizar una labor —el canto coral— que nunca ha tenido una verdadera tradición profesional en Colombia. Por último entra en escena el director italiano Rinaldo Alessandrini, cuya trayectoria como especialista en la escuela barroca no necesita introducción. En esta ocasión, la labor del maestro italiano consistirá en tomar estas agrupaciones juveniles —una preparada por un director de escuela alemana y la segunda por una directora de escuela venezolana— y pulirlas para presentarlas al público con un exigente repertorio musical de una escuela italiana que tiene poca tradición en el país. La riqueza cultural del concierto es inmensa. Y para los jóvenes intérpretes, la riqueza de esta experiencia profesional y social no tiene comparación. Si la colaboración artística es un ejemplo vivo de cómo los humanos debemos hallar la manera para converger hacia un mismo fin, estos jóvenes representarán hoy un modelo de convivencia y trabajo intercultural para un país que se prepara para salir del conflicto sociopolítico más largo y costoso de su historia. * Compositor e historiador.
DIRECTORA DE EL PENTAGRAMA: María C. Castellanos. EDITOR GENERAL: Juan Carlos Piedrahíta. REDACTORES: María C. Sarmiento, María V. Arnedo y Vicky Cortes. COLABORADORES EL PENTAGRAMA: Laura Juliana Muñoz, Alxander Klein, Fernando Araujo y Carlos Torres. DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN: Julio César Carrero El Espectador. FOTOGRAFÍA: Wilfredo Amaya, Joaquín Sarmiento y Andrés Londoño.
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ElPentagrama ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
El Coro Filarmónico Juvenil y la Orquesta Filarmónica Juvenil de Cámara ensayan antes de sus presentaciones en Cartagena. / Joaquín Sarmiento
Dos agrupaciones musicales y tres directores artísticos
La unión hace la música La Orquesta Filarmónica Juvenil de Cámara y el Coro Filarmónico Juvenil, adscritos a la Orquesta Filarmónica de Bogotá, y los directores Federico Hoyos, Diana Carolina Cifuentes y Rinaldo Alessandrini traducen su complicidad en arte sonoro. ALEXANDER KLEIN*
Para nadie es secreto que la labor de dirigir un grupo de personas es dispendiosa y en ocasiones malagradecida. Dirigir personas hacia un bien común, en cualquier campo, implica lidiar con una serie de personalidades diferentes cuyos intereses propios frecuentemente chocan entre sí, ponien-
do en permanente riesgo la estabilidad del grupo o comunidad en el que tienen que convivir. Este conflicto humano está siempre presente en la música. Para que una agrupación musical tenga éxito, todas sus personalidades deben converger hacia un mismo fin y dejar de lado sus diferencias —o mejor, utilizarlas en su provecho—, de modo que ese suceso maravilloso que llamamos arte se dé con todo su esplendor. Hoy, en la Heroica, los amantes
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de la música podrán presenciar un concierto en el que se pondrá en evidencia esta rica labor colaborativa. El lugar será la capilla Sofitel Legend Santa Clara y el concierto presentará los frutos de la colaboración emprendida entre dos agrupaciones juveniles de Colombia: la Orquesta Filarmónica Juvenil de Cámara y el Coro Filarmónico Juvenil, ambas adscritas a la Orquesta Filarmónica de Bogotá, y nada menos que tres directores: Federico Hoyos, Dia-
PRESIDENTA: Julia Salvi. DIRECTOR GENERAL: Antonio Miscenà. SOCIOS PRINCIPALES: RCN Radio, Postobón, RCN Televisión, Ennovva. SOCIOS: Cine Colombia, El Espectador y Profesionales de Bolsa. Fundadora de El Pentagrama: Paula Ojeda Palacio.
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na Carolina Cifuentes y Rinaldo Alessandrini. El primer director, Federico Hoyos, ha estado encargado de dirigir la Orquesta Filarmónica Juvenil de Cámara desde su creación por iniciativa distrital hace dos años. Hoyos, renombrado como intérprete y docente, ha participado como violinista en varias de las orquestas más prestigiosas de Alemania, entre ellas la Klassische Philharmonie Bonn, Neue Philharmonie Köln y la Hagen
Philharmonie Orchester. Aun así, no sería exagerado decir que su más grande reto profesional ha sido el de aceptar la dirección de una agrupación juvenil. Si dirigir una orquesta profesional resulta intimidante para muchos, dirigir una orquesta juvenil es labor que pocos envidian. Hoyos, al ser director musical, también hace de profesor y mentor para quienes son hoy el futuro musical de Colombia. Labor similar ha recaído sobre la directora Diana Carolina Cifuentes, quien está a cargo del Coro Filarmónico Juvenil, también creado por iniciativa distrital hace dos años. Diana, cuya preparación artística incluye estudios y talleres con renombrados directores corales venezolanos como Alberto Grau y María Guinand, ha tenido que profesionalizar una labor —el canto coral— que nunca ha tenido una verdadera tradición profesional en Colombia. Por último entra en escena el director italiano Rinaldo Alessandrini, cuya trayectoria como especialista en la escuela barroca no necesita introducción. En esta ocasión, la labor del maestro italiano consistirá en tomar estas agrupaciones juveniles —una preparada por un director de escuela alemana y la segunda por una directora de escuela venezolana— y pulirlas para presentarlas al público con un exigente repertorio musical de una escuela italiana que tiene poca tradición en el país. La riqueza cultural del concierto es inmensa. Y para los jóvenes intérpretes, la riqueza de esta experiencia profesional y social no tiene comparación. Si la colaboración artística es un ejemplo vivo de cómo los humanos debemos hallar la manera para converger hacia un mismo fin, estos jóvenes representarán hoy un modelo de convivencia y trabajo intercultural para un país que se prepara para salir del conflicto sociopolítico más largo y costoso de su historia. * Compositor e historiador.
DIRECTORA DE EL PENTAGRAMA: María C. Castellanos. EDITOR GENERAL: Juan Carlos Piedrahíta. REDACTORES: María C. Sarmiento, María V. Arnedo y Vicky Cortes. COLABORADORES EL PENTAGRAMA: Laura Juliana Muñoz, Alxander Klein, Fernando Araujo y Carlos Torres. DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN: Julio César Carrero El Espectador. FOTOGRAFÍA: Wilfredo Amaya, Joaquín Sarmiento y Andrés Londoño.