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2. ANTECEDENTES Y OBJETIVO DEL ESTUDIO

baja, ecosistemas sensibles al fuego), es muy probable que su estructuray composición de especies, así como sus características y funciones ambientales cambien contrastantemente con relación a las previamente existentes antes de la ocurrencia del incendio (TheNature Conservancy 2004, Myers 2006, Chergui et al. 2018, Pausas &Parr 2018, Simms et al. 2019). Por tanto, la evaluación de la magnitud de los daños provocados por los incendios es una necesidad imperante para determinar el tipo o nivel de impacto ecológico sobre los ecosistemas, su biodiversidad y las funciones ambientales (Navarro et al. 2014, Gómez-Sánchez et al. 2017), pues la generación de este conocimiento permitirá establecer y planificar una serie de medidas apropiadas para prevenir, mitigar y minimizar los efectos adversos de los incendios, así como también, identificar zonas prioritarias para la inversión de recursos y esfuerzos de restauración de los ecosistemas afectados (Keeley 2009, Gómez-Sánchez et al. 2017).

2. ANTECEDENTES Y OBJETIVO DEL ESTUDIO

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Desde el año 2000 en Bolivia el promedio de las superficies quemadas anualmente es de aproximadamente 3.5 millones de hectáreas, habiéndose registrado superficies máximas de hasta 10 millones de hectáreas (año 2010) y superficies mínimas de poco más de 350 mil hectáreas (año 2017). Durante la gestión 2019 los incendios en Bolivia se extendieron aproximadamente sobre 6.4 millones de hectáreas(FAN 2019),siendo este el segundo evento de quema más alarmante de los últimos 20 años. De las 6.4 millones dehectáreas quemadas, el 65% ocurrió en el departamento de Santa Cruz, llegando a afectar severamente unidades de conservación nacionales y subnacionales, entre las que se destacan el Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) San Matías (con 798521ha quemadas), el Área de Conservación e Importancia Ecológica (ACeIE) Ñembi Guasu(con 442186ha quemadas) y el Parque Nacional y ANMI (PN y ANMI) Otuquis(con 390314 ha quemadas); así también, territorios indígenas,tales como Monteverde (con 258121ha quemadas) y Lomerío (con 143052 ha quemadas). Ante esta situación, la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF-Bolivia), aunaron esfuerzos para desarrollar el proyecto denominado “Evaluación de los impactos ecológicos de las áreas afectadas por quemas e incendios en la Amazonía, el Bosque Seco Chiquitano y el Pantanal boliviano”, cuyo objetivo fue el “desarrollar sustentos técnicos y científicos sobre el comportamiento y/o afectación post-incendio de las funciones ambientales en ecosistemas claves generadores de servicios ecosistémicos, con la finalidad de orientar y diseñar medidas adecuadas en el proceso de restauración de los ecosistemas severamente afectados por el fuego”. Para este fin, este estudio realizó evaluaciones de campo en cinco zonas de las tierras bajas del departamento de Santa Cruz (Figura 1; TCO Monteverde, ACeIE Ñembi Guasu, Área Protegida Municipal/Unidad de Conservación de Patrimonio Natural (APM/UCPN) Tucabaca, ANMI San Matías y el PNyANMI Otuquis.

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