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EDITORIAL EL DESAFÍO DE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO

SIN TEMOR A EXAGERAR, SE PUEDE AFIRMAR QUE DE LA EDUCACIÓN DEL PAÍS DEPENDE SU DESARROLLO. SI MÉXICO HA TENIDO REZAGOS

QUE LO HAN MANTENIDO COMO UN PERMANENTE PAÍS EN VÍAS DE DESARROLLO, SIN LLEGAR A CONSOLIDARSE COMO UNO DE LOS MEJORES DEL MUNDO, ES COMO CONSECUENCIA DEL SISTEMA EDUCATIVO QUE SE HA IMPLANTADO A TRAVÉS DE LOS AÑOS.

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Le educación en el país ha sido contrastante y desigual. En algunos ámbitos y niveles, logra destacar, hay regiones que durante años han ido a la vanguardia, pero, lamentablemente, estados completos en rezago, y Michoacán es uno de ellos. En primaria tiene el lugar 26 de entre las 32 entidades.

De acuerdo con el INEGI, el promedio de escolaridad en el Estado entre la población mayor a los 15 años, es de 8.6 grados, equivalente a segundo año de secundaria. Desde este aspecto somos la entidad número 28, apenas arriba de Guerrero, Oaxaca y Chiapas que destacan también por su rezago. ¿Con esta realidad se pretendía que llegara a Michoacán la empresa Tesla, que destaca por ser avanzada? Pudiera ser que, entre los egresados de las Universidades y Tecnológicos locales, que son muchos, existiera personal idóneo. Pero, ¿sería suficiente? Muchos de quienes egresan del nivel superior salen del Estado por falta de oportunidades y difícilmente retornarían.

Los problemas de la educción que vivimos son claros: la lucha sindical y la ideologización de las normales, han sido casusa de continuos paros que afectan a la calidad de la educación y provocan la deserción a temprana edad, de ahí que pocos puedan llegar a la educación superior. Sin embargo, muchos planteles educativos locales reciben población escolar procedente de otras entidades, pero solo están de paso.

Pero más allá de las peculiaridades de Michoacán, que sirven un tanto como ejemplo ilustrativo, nos encontramos que un mosaico de realidades que debieran ser motivo de preocupación seria de nuestros gobernantes. Sin embargo, lejos de abordar el tema en profundidad, se tiene una perspectiva del pasado que pretende resolver con un nuevo modelo de escuela mexicana, que aún no ha sido claramente explicado y que se pretende poner en marcha sin capacitar a los docentes.

Por si fuera poco, Marx Arriaga, responsable de la producción de los materiales educativos para los niños en el libro de texto gratuito, ha posicionado con claridad la mentalidad anquilosada de quienes dirigen la educación, al anunciar que el enfoque que se pretende dar es de corte marxista, y para ello se unificarán todos los textos, eliminando la producción de libros a los particulares, e, incluso, calificando la posibilidad de elaboración de otros textos, como “ilegales”.

Los problemas de la educción que vivimos son claros: la lucha sindical y la ideologización de las normales, han sido casusa de continuos paros que afectan a la calidad de la educación y provocan la deserción a temprana edad, de ahí que pocos puedan llegar a la educación superior.

Tanto con la uniformidad retrógrada con que se pretende educar a la niñez, como con los métodos que se están adoptando, se está negando el derecho que los padres tienen de elegir la educación de sus hijos, así como la libertad educativa. Una educación ideologizada no es el mejor camino para el progreso.

Esto contrasta con la posibilidad de contar con una legislación de avanzada en materia de ciencia y tecnología, que busca impulsar la investigación y el desarrollo de las humanidades. Esta oportunidad, que hay que aplaudir, pone entre interrogantes si quienes egresen de la “nueva escuela mexicana”, tendrá la preparación –no digamos los conocimientos- para acceder a una educación superior de calidad. El peligro es que la mayoría fracasen en el intento, a pesar de que siempre es posible que, a pesar de los obstáculos y carencias, haya quienes puedan hacerlo exitosamente, como ya ocurre en la actualidad.

Lamentablemente, son pocos los que se percatan del peligro en que se encuentra la educación de sus hijos y del sistema educativo nacional. Es importante, por tanto, analizar, observar y comprometerse en la mejora del sistema educativo, no solo en Michoacán, sino en todo el país.

Es un lugar común, pero completamente cierto, señalar que los países que destacan y los que han podido salir de su subdesarrollo y pobreza, son aquellos que se han empeñado a fondo en una buena preparación de sus estudiantes, independientemente de la ideología predominante. Un ejemplo clarísimo de ello, es China. Además de mejorar su sistema educativo, el país asiático se empeñó en mandar a muchos de sus jóvenes a estudiar posgrados en el extranjero, seleccionando los países de acuerdo con sus especialidades.

México, como en el pasado, tiene un gran reto en materia educativa, ojalá podamos responder positivamente a él, de ello depende el futuro de las nuevas generaciones.

José de Jesús Castellanos, Coordinador de la Fundación Editorial Vasco de Quiroga

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