Rosas para Santa Rosa
Kael Rocksa
Santa Rosa, fé, cultura y tradición. Santa Rosa, pueblo ubicado al este de la ciudad de Barquisimeto, sector fronterizo del municipio Iribarren, es conocido mayormente por albergar el origen de la más grande tradición de manifestación católica de Venezuela, y la segunda más grande de latinoamérica, en el cual cada 14 de enero inicia la procesión de la Divina Pastora hasta la catedral de Barquisimeto, esta tradición tiene más de 160 años, y la misma, ha definido el destino de lo que ha sucedido con este pueblo, lleno de particularidades y características propias, que lo hacen único en el territorio nacional.
Santa Rosa y el Estado Uno de los elementos particulares de esta comunidad ha sido desde hace ya varias décadas la constante inversión por parte de todos los niveles del poder público en mejoras y mantenimientos a la infraestructura del pueblo, algunas veces de manera más significativa o planificada que otras, concentrando dicha inversión en el casco central del pueblo y las inmediaciones donde cientos de miles de turistas se dan cita a las actividades que tienen que ver con la procesión que no solo ocurren el día 14 de enero sino que inician con un itinerario de eventos desde el 1 de enero, entre los que destacan la bajada de la imagen de la virgen del altar, una serenata, actividades en la plaza central, misas durante todos los días, y una actividad comercial alrededor de este clima que se genera para propios y visitantes, con un espacio revitalizado, dinámica comercial pujante y sobre todo un clima de devoción y fé, una combinación excelente para los primeros días del año.
Santa Rosa y su gente Estas dinámicas de inversión, ha generado dos bloques de conductas entre los habitantes de Santa Rosa. El primero de ellos corresponde a los que viven en las zonas adyacentes a la iglesia y la plaza, lugar donde converge toda la actividad relacionada con el turismo religioso, en los cuales la inversión en mantenimiento por parte del gobierno es evidente y necesaria para recibir a los turistas, los habitantes de este sector se ven beneficiados por ello y también porque durante los días de diciembre y enero emergen con distintos emprendimientos , convirtiendo parte de sus casas en locales improvisados de artesanía, comida, y hasta alquiler de baños. El habitante de este sector recibe un beneficio directo en dos niveles, el primero consiste en la reparación y pintura de las fachadas de sus viviendas y aprovechan el auge comercial, generando en ellos una expectativa automática cada año en recibir estos beneficios y aprovechar estas oportunidades.
Santa Rosa y su gente El segundo grupo de habitantes de Santa Rosa se refiere a aquellos que viven en las zonas bajas del pueblo, que tiene unas característica demográficas de colinas y cerros, inclusive el nombre antiguo de Santa Rosa era, Santa Rosa de los Cerritos, estas personas pocas veces tienen la oportunidad de aprovechar los frutos de estas inversiones impulsadas una vez al año por el turismo religioso que deriva de esta tradición. Esto ha generado que en Santa Rosa se vean dos realidades, sin embargo, siendo esta una comunidad heterogénea cada uno de los miembros de este pueblo conviven armónicamente, pero careciendo de un sentido de pertenencia ante el espacio público, que a diferencia de que podemos encontrar en cualquier lugar en Venezuela, en donde el ciudadano ve lo público como algo que no le pertenece a nadie, el santaroseño percibe lo público como una obligación que le corresponde a la alcaldía preservar por mandato divino y obligatoriedad hacia la Divina Pastora, que más que una tradición, se ha convertido en un símbolo de nuestra región.
La idea brillante Existe una iniciativa de sociedad civil de comerciantes de Santa Rosa, la cual cuenta con miembros de la comunidad que hacen vida comercial durante todo el año así como propietarios de inmuebles donde funcionan los comercios, la intención de esta sociedad es plantear y ejecutar soluciones respecto a las necesidades que se presentan en la comunidad, dentro de este grupo de comerciantes existe un vivero, el cual estaría dispuesto prestar la pericia necesaria para llevar a cabo la primera fase de la idea: Sembrar plantas de rosas blancas y rojas alrededor de toda la plaza central, como un aporte de los ciudadanos que hacen vida en el pueblo y a su vez represente de manera simbólica la conexión del vecino con el espacio público, estas plantas deberán contar con un sistema de riego automático y con un jardinero contratado y pagado mediante un presupuesto participativo común entre los comerciantes, con una contraloría inalterable gracias a la tecnología de blockchain.
La idea brillante Construir una estética ornamental acorde con el nombre de Santa Rosa generaría un sentido de pertenencia casi espontáneo, que deberá ir acompañado de una campaña de concientización acerca del espacio público y su conservación. El reto no lo supone sembrar las rosas, sino preservarlas y cuidarlas.
Se cuenta con una cuenta en la red social instagram (@santarosa.ve) con más de cinco mil seguidores, en la cual se dará a conocer la ejecución de la idea brillante, y se se publicaran clips de videos de las personas al momento que traten de violentar o dañar el ornamento, criticando la conducta y no al individuo. El hecho que el visitante de la plaza vulnere el ornamento también será provechoso para generar consciencia y al mismo tiempo conseguir la viralidad digital necesaria, ya que los clips de video serán captados por cámaras de alta resolución instaladas en las fachadas de los edificios alrededor de la plaza con acceso en tiempo real libre a todo el público para que sirvan de vigilantes con un número telefónico de denuncia para que los vecinos sean alertados de un potencial ladrón de rosas.
El dia despues de la Rosa El objetivo principal es generar ese sentido de pertenencia entre el que visita el espacio, el que trabaja y tiene intereses económicos en el pueblo, y el más importante; el habitante de la comunidad, mostrar el camino de lo posible desde lo simbólico y lo mínimo viable, para poder afrontar y resolver necesidades y problemáticas que van más allá de la plaza y el casco central. En Santa Rosa, hay necesidades que se pueden atender desde plataformas como estas, en las cuales, las redes sociales y la forma en las que se muestre el cómo se hace, inevitablemente hará que se sumen mas y mas voluntades en un entorno en el cual el tejido social tiene lo necesario para no solo resolver problemas sino también para dar respuesta incluso a las preguntas que aún no se han formulado.
“Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante”
- El Principito
Santa Rosa: #LaZonaDeLoPosible