ARBOLITÓPOLIS
La biblioteca de la historia de la arborización de la ciudad de Caracas Origen, evolución y prospectiva del arbolado urbano
Los árboles son guardianes altos y silenciosos de nuestra narrativa humana. Pasan toda su vida respirando por el planeta, manteniendo varios ecosistemas, mientras brindan servicios esenciales en forma de alimentos, refugio y medicinas. Sus resistentes ramas elevan tanto el cielo como nuestros espíritus. Su grandeza reflejada en el viejo musgo es testimonio del paso de los años y de los siglos, tanto que imaginar un mundo sin árboles es como imaginar un mundo sin vida. La utilización de los árboles con criterios estéticos empezó a finales del siglo XVIII cuando los franceses los incorporaron en el casco urbano; se crearon parques y jardines de uso público y el arbolado se convirtió en un elemento inseparable en el diseño de grandes avenidas primero y de las calles secundarias más tarde. Los procesos de arborización han respondido a diferentes necesidades y objetivos, que han cambiado con el tiempo. Las ideas que los han sustentado se han transformado constantemente. Aunque la materialidad del árbol se mantiene, el discurso que se ha esgrimido para promover la plantación masiva en territorios urbanos se ha transformado, siempre de acuerdo con las perspectivas de cada época. En sus comienzos a mediados del siglo XIX, el arbolado respondió a la perspectiva urbanística del momento en donde se argumentaba que un ambiente más sano construiría ciudadanos. En el siglo XX los enfoques de salud humana y los de ornato prevalecieron. En la actualidad los árboles están integrados en el urbanismo como un elemento inseparable . Los árboles en las ciudades generan beneficios sociales, económicos, ambientales, ecológicos, culturales y de salud pública que contribuyen a una mejor calidad de vida para sus habitantes. Socialmente hablando el arbolado estimula el fortalecimiento de las comunidades, y favorece la apropiación del espacio público. En términos
económicos, los árboles urbanos generan beneficios en su entorno inmediato, porque representan ahorros significativos en el consumo de energía, reducción de la contaminación y la gestión de las escorrentías fluviales. A nivel ambiental, la arborización urbana contribuye con la purificación del aire disminuyendo la emisión de gases del efecto invernadero, reduciendo el efecto de las islas de calor, minimizando el ruido y fortaleciendo el ciclo hidrológico en las ciudades. En cuanto a la ecología, los árboles urbanos contribuyen con la conservación de la flora y de la fauna local encontrando en ellos un espacio en la ciudad, ardillas, iguanas, lagartijas, murciélagos, perezas, aves e insectos de diferentes especies. En cuanto a la salud humana, los árboles son receptores de una amplia variedad de partículas que generan enfermedades respiratorias, así como, generan ambientes placenteros y apropiados, para la recreación reduciendo los niveles de estrés, y beneficiando la salud mental de la población. Los árboles urbanos contribuyen al fortalecimiento de varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) específicamente los objetivos: 3. “garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos”; 6. “Garantizar la disponibilidad de agua en su gestión sostenible y el saneamiento para todos”; y, 11. “lograr que las ciudades y asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”. El arbolado urbano en nuestras ciudades venezolanas presenta una amplia diversidad de especies, pero no existen estudios generales acerca de la plantación de árboles en la ciudad, por lo que no se tiene registro de los orígenes ni la evolución de la arborización urbana de nuestras ciudades.
LA TOPONIMIA CARAQUEÑA Y SU ARRAIGO EN LA BOTÁNICA El crecimiento de Caracas siempre estuvo ligado a la vegetación que estuvo sembrada en ella. Casi todos los nombres de sus calles o urbanizaciones denotan sus espléndidos árboles. Solo por hacer un paneo corto de la toponimia de las urbanizaciones o calles podríamos nombrar: Los Caobos, Las Acacias, Las Palmas, Los Rosales, La Florida, Cada una de ellas tiene en común entre muchas cosas que tienen nombres de árboles. El propio nombre de Caracas proviene de una planta originaria “Yerba Caracas” Bledo, Pira o Amaranto. Cada una de ellas tiene un nombre ligado a los árboles o series de árboles sembrados en sus calles, desde sus inicios fue
pensada como una ciudad verde y arbolada. Basta con entrar en la historia de algunas de sus urbanizaciones para corroborarlo. La urbanización la Florida, de 1927, tiene en cada una de sus calles el nombre del árbol que les fue sembrado, pensadas para que cada una de sus calles floreara en distintos momentos del año y así La Florida permaneciera florida todo el año. La Avenida Las Acacias, Los Mangos, Los Jabillos o Los Samanes entre otras muchas. Una vez que estos primeros árboles crecieron, se hicieron adultos y murieron, o fueron tumbados por distintas razones, no fueron repuestos como habría sido lógico pensar. No fue divulgada la intenciones, ni la historia, por lo que no fue respetada ni tomada como parte de la identidad de su imagen. Hemos intentado conseguir acacias en la avenida Las Acacias sin mucha suerte. Sin embargo, la Avenida los Samanes mantiene el hermoso bosque. Las Acacias, Los Rosales, Los Chaguaramos, Los Samanes, El Cafetal o la California. Los Caobos, Los Cedros, Los Robles, Las Palmas, Los Palos Grandes, Los Castaños, Catuche, Los Naranjos, Los totumos, Los Eucaliptos, Los Nísperos, Los Paraparos, La Ceibita, El Pinar, Los Mangos, Bucaral. Otras, que a pesar de no tener como nombre árboles, es evidente la importancia de ellos y en sus avenidas: La Florida, El bosque, Country Club, La Castellana, Bellomonte, Los Jardines del Valle, Los Palos Grandes (Mijaos) O La Floresta. Hay otras que forman parte de la esquina El Cují, Puente El Guanábano, Cipreses, Urapal, Los Cardones, El Limón, Bucare, Platanal, Guayabal o Mamey. AV. Las Acacias, Los Jabillos, Las Rosas, Los Samanes, La Alameda. Cuántas de ellas perdieron sentido una vez desaparecieron sus árboles y sus fotografías hoy en día son casi irónicas. Entre los árboles nombrados patrimonio en la ciudad de Caracas encontramos El Saman de La Trinidad, La Ceiba de San Francisco y al Limonero del Señor, Los granados del Libertador, los mijaos de los palos grandes. El Saman de La Trinidad, cerca del Panteón Nacional. Allí, casi escondido, se encuentra un antiguo Samán plantado en 1753 a orillas de la quebrada Catuche. También se le conoce como Samán de Catuche, por su cercanía a la quebrada. Para los historiadores es el Samán de Bello, porque bajo su sombra Simón Bolívar recibió clases de Andrés Bello, lo que le da mayor relevancia histórica. Este Samán es también protagonista del cuadro de Tito Salas de 1930. La ceiba de san francisco fue sembrada en 1866 por la hija de Vicente Manzo, funcionario de la Policía de Caracas, en una de las jardineras registran las
transacciones comerciales que realizaban bajo la sombra de la ceiba. Durante 74 años se mantuvo esta tradición, hasta mediados del siglo XX cuando ya tenían una sede propia en la hoy llamada Esquina La Bolsa. La Ceiba sirvió de base para el actual logotipo de la Bolsa de Valores de Caracas. Fue declarada Patrimonio Natural en el 2001 y ya tiene unos 35 metros de altura.
IDEA BRILLANTE PARA LA CIUDAD DE CARACAS Sería fabuloso contar con un Sitio de consulta pública con diversas capas de información que nos permita reelaborar colectivamente la Memoria de la Arborización Urbana de la ciudad de Caracas. Arbolitópolis es un Lugar Digital Colaborativo dedicado al desarrollo de la historia de los árboles, de la ciudad de Caracas. La propuesta busca utilizar las bondades de las tecnologías digitales y el trabajo colaborativo en red para profundizar el estudio de los orígenes y evolución de la arborización urbana de Caracas -en principio- con el fin de identificar: a) las principales especies plantadas a lo largo del tiempo. b) las razones múltiples que generaron la selección de dichas especies; c) las consecuencias de esas decisiones d) generar los mapeos y documentación necesaria que permita divulgar y ampliar la perspectiva histórica en el presente, para la toma de decisiones en torno al arbolado urbano de esta bella ciudad. Ésta es una tarea necesaria que no se ha realizado. Arbolitópolis es relevante porque toda la información relacionada con esta temática ha sido abordada parcialmente desde muchas disciplinas afines por lo que resulta escasa y se encuentra dispersa y fragmentada, es por ello que consideramos que hilar todo ello poniendo al Árbol como hilo conductor puede resultar, a la vez, innovador y necesario. No existe aún ningún instrumento compilado que de respuestas prácticas a las inquietudes que se presentan a la hora de decidir qué sembrar y dónde, que en muchos casos son respuestas que la historia nos puede dar. Arbolitópolis es un instrumento para ser usado, consultado y retroalimentado por activistas, botánicos, paisajistas, diseñadores urbanos, urbanistas, constructores, funcionarios públicos, historiadores, horticultores y entusiastas. Mapear o cartografiar los árboles y especies del espacio público del Valle de Caracas, Bosques urbanos nativos o creados, árboles históricos excepcionales, avenidas
arborizadas, bulevares y alamedas, plazas y parques arborizados, urbanizaciones con nombre de árboles, calles con nombre de árboles con árboles, calles con nombre de árboles sin árboles, esquinas con nombre de árboles, jardínes especiales, talas recientes, Especímenes amenazados, podas indiscriminadas. etc. Esto permitiría anclar y valorar en la Memoria el hecho de que ésos árboles urbanos que vemos en nuestras calles han trascendido la evolución histórica del espacio urbano y las agresiones del tiempo, constituyendo en sí mismos, el testimonio vivo de la importancia que cada uno de ellos ha representado dentro del proceso de arborización del Valle de Caracas, que a su vez, es parte del proceso de urbanización, proceso que a simple vista, no vemos, debido a lo experiencial-individual de cómo se vive la ciudad es siempre percibida de forma fragmentada. Queremos sembrar la idea de que de manera colectiva y asíncrona, usando tecnologías accesibles a Todo Público se pueda ir armando el rompecabezas del origen y evolución del proceso de arborización del Valle de Caracas y así colocar los elementos necesarios para reelaborar esa Memoria para quien la quiera consultar y/o aportar; El objetivo es la compilación digital con diseño metodológico ergonómico y modular del inventario, registro, identificación y sistematización de las diversa colecciones de árboles del Valle de Caracas y su evolución histórica, a partir de la buena voluntad, la curiosidad y el espíritu investigativo de los activistas, científicos, estudiantes y/o horticultores que se organice para alimentarlo. La idea brillante que se nos ocurre es cohesionar un lugar en la web que sea simultáneamente de aporte, consulta y divulgación para los diversos actores de nuestro gentilicio, útil y ampliable desde el día 1 y así, favorecer la reelaboración colectiva de esa Memoria que rescate el valor ecosistémico que siempre ha tenido el árbol en la sociedad urbana caraqueña (ambiental, estético y cultural). Nos impulsa a plantar esta idea por un lado,
la problemática detectada en las
múltiples embestidas al arbolado urbano de Caracas de por lo menos de las últimas dos década del siglo XXI, donde cualquier excusa es buena para prescindir de masas arbóreas completas de la noche a
la mañana, sin mediar ninguna discusión o
consulta colectiva alguna, ni apego a las leyes, ya sea por personas civiles o por personas a través de instituciones, que en todo caso, ninguna de ellas están exentas de padecer las consecuencias de dichos actos viviendo en la misma ciudad. Y por la otra, la Memoria histórica en la percepción de la imagen de la ciudad de muchos caraqueños en la que se asocia la ciudad de Caracas a la idea más cercana de una
Ciudad-Jardín, que dan cuenta numerosos urbanistas, paisajistas, sociólogos, historiadores y cronistas de la caraqueñitud durante el siglo XIX y XX, y es justamente esa narrativa la que quizá por la crisis político-social-económica que atraviesa el venezolano ha quedado borroneada en la zona gris del olvido, especialmente en las nuevas generaciones.
EL RETO DE LA IDEA: EL TRABAJO COLABORATIVO El cómo construir la historia de la arborización de Caracas a partir de una investigación arbol por arbol de manera tradicional podría ser un proyecto inabordable y titánico, el abordarla de manera colaborativa abierta, utilizando los medios digitales es la estrategia brillante que se nos ocurre para obtener resultados en un horizonte temporal razonable. Una parte significativa del desarrollo social, cultural y económico de las ciudades y comunidades contemporáneas está avanzando cada vez más hacia iniciativas innovadoras de la propia ciudadanía, en su mayoría apoyadas en las nuevas tecnologías y medios digitales. reto de montar esto colectivamente Según Castell. M, 2009 estamos viviendo un nuevo orden social que se ha venido denominando “Sociedad Red” sustentado en un emergente paradigma tecnológico que implica nuevos procesos de reestructuración socioeconómico y revolución político-cultural, con profundas, constantes e imprevistas transformaciones, cuyos impactos estamos viviendo. Lo global y lo local se contraponen y reconfiguran la idea del espacio, las redes digitales de comunicación e información se expanden sin límites mientras que un proceso localizador de jerarquización territorial reintroduce lo local como factor de identidad social-cultural, configurándose en su conjunto esta contraposición como escenario y escala de desarrollo. El paradigma del Desarrollo actual es Sostenible pero también Local, son especialmente las ciudades y sus ciudadanos los protagonistas de estos desafíos. Y da cuenta de ello los acuerdos supranacionales que por ejemplo hay sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible que involucra a 193 países en un compromiso común (ONU 2015).
En este marco, la innovación es un factor clave para la supervivencia de cualquier organización o territorio. Si es cierto que el sector privado es quien ha liderado el proceso, no es el único, la participación activa de ciudadanos en iniciativas innovadoras que buscan transformar la realidad social, a fin de alcanzar una mayor inclusión, se encuentra hoy en franco ascenso, cada vez ésto toma más fuerza, identidad y reconocimiento como semilla del Desarrollo Sustentable. Quienes se han dado a la tarea de estudiar el fenómeno, hablan de Innovación Ciudadana o cívica, en tanto estas iniciativas son lideradas por colectivos y/o comunidades locales o virtuales con capacidad de auto-organizarse mediante prácticas colaborativas, trabajo en red, y transferencia de conocimiento, mientras diseñan sus propias tecnologías sociales para aprovechar al máximo la inteligencia colectiva, tanto a nivel local como global, en pos de la resolución de problemas comunes, es además abierta, no solo porque permite libertad de acceso y colaboración sino porque también se reconoce como inacabada, imperfecta y en constante transformación de acuerdo con la sinergia de esa comunidad de afectados y las condiciones de su entorno. Este tipo de iniciativas son esencialmente colaborativas en tanto transcurre, se alimenta y se multiplica a partir del trabajo con el otro, encuentra en la co-creación en comunidad el detonador de innovación, siendo el resultado, mayor a la suma de los esfuerzos individuales. En este marco, la idea brillante supone articular el ya existente ecosistema de actores ambientalistas, por más complejo y diverso que éste sea, aglutinando recursos, territorios, tecnologías, sinergias y proyectos en torno al estudio de la historia de la arborización del Valle de Caracas, cuyo fin último, sería poner en valor la memoria histórica e identitaria como defensa de ese bosque urbano que en conjunto son los árboles de la ciudad de Caracas. Un ejemplo de la importancia que tiene la recopilación de los datos históricos y cartografiar la arborización urbana de la ciudad es el caso de Parque Carabobo (1881) que siendo el segundo parque verde de la ciudad perdió a partir de 1967 la configuración de bandera inglesa original. En ese momento el parque fue pavimentado en toda su extensión perdiendo la Bandera Inglesa que había conservado durante sus primeros 80 años, y con ella, también perdió toda coherencia de uso y disfrute. Más tarde con las obras del Metro De Caracas se complejiza aún más, quedando este parque oculto detrás de un tanque de agua superficial y las soterradas instalaciones de acceso público.
De todas estas desafortunadas remodelaciones, quedaron 180 árboles de los 300 plantados originalmente, que fueron la clave para reconstruir el parque original de 1881, su primera remodelación en 1911 y su tercera remodelación en 1934 a cargo de Carlos Rául Villanueva. La primera lección dada por los árboles permitió restituir el 75% de las caminerías originales del parque y con ellas la diagonalidad, la coherencia y la centralidad que este parque mantuvo hasta 1967. La segunda lección fue que al conocer el número de especímenes sembrados originalmente, permitió definir un plan de reforestación con las especies que corresponden. Caobos y Ceibas. La tercera lección es la posibilidad de tejer redes que conecten a personas que tienen disposición a sembrar árboles urbanos con el espacio adecuado para hacerlo.
RED DE ACTORES CLAVES IDENTIFICADOS: ALIADOS/INSTITUCIONES COLECTIVIDAD EN GENERAL Entusiastas- horticultoresESTUDIANTES Estudiantes de arquitectura paisajista-estudiantes de botánica- estudiantes de historia- estudiantes de urbanismoRED DE ONGs DEDICADOS AL ACTIVISMO EN PRO DE LOS ÁRBOLES -
SADARBOL sociedad amigos del árbol
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Observatorio de Ecología Política de venezuela
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PLANTADOS
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ÁRBOLES DE CARACAS
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ASUDECAOBOS Asociación De Usuarios En Defensa Del Parque Los Caobos
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CIUDADVERDE.VE
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PILONERAS
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ASOCIACIONES DE HORTICULTORES
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FUNDACION ESPACIO
INSTITUCIONAL -
JARDÍN BOTÁNICO
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EQUIVALENTE A INPARQUES
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EQUIVALENTE AL MINISTERIO DE AMBIENTE
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FUNDACIÓN LA SALLE
ALEDAÑOS -
Union Venezolana de Ornitologos (UVO)
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Red nacional de observadores de aves
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Sociedad conservacionista audubon de Venezuela
HISTORIA PÚBLICA “La historia pública es, ante todo, un marco de posibilidades y relaciones cuyo principal objetivo es democratizar la producción y difusión del conocimiento histórico acercando a distintas y plurales ciudadanías a crear de manera mancomunada diversas narrativas históricas posibles.” Nos preguntamos cómo diseñar nuevas estrategias investigativas, narrativas y creativas que permitan plantear, desarrollar y comunicar la investigación histórica con la participación de públicos más amplios y diversos. A partir de esta interrogante, se presentan algunas propuestas particulares para pensar la Historia Pública en relación con las reflexiones desarrolladas en el marco de procesos de investigación colaborativa y en el contexto de los diálogos de saberes; en otras palabras, queremos plantear la posibilidad de pensar y la pertinencia de desarrollar una Historia Pública para estudiar los orígenes y evolución de la historia de la arborización urbanas de Caracas. Ejemplo y referencia: https://neogranadina.org/proyectos/narra