Concurso ¿Y tú qué cuentas?

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Programa de Educación para Jóvenes y Adultos

Alcaldía Mayor de Tunja


Un sueño Profundo Por: RAFAEL STEVEN RODRIGUEZ SALCEDO

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tar seguro que ese hombre no estuviese espiándome. Sorprendido me quedé viendo que no se movía para ningún sitio; no comía, ni dormía. Entonces, abrí la puerta y comencé a caminar, de repente el hombre se acercó y se descubrió la cara, me miró a los ojos y me dijo:

yer en la tarde un hom bre de cabello largo y barba blanca se paró en frente de mi anden. Luego, comenzó a llover con gran potencia y aquel hombre lloraba conforme llovía, pero, cuando la lluvia cesaba, él paraba de llorar. El hombre de poderes mágicos, duro cuatro días haciendo guardia en el andén de mi casa. Con temor decidí no salir durante ese tiempo porque tenía miedo que me hiciera algún daño.

- “Te he estado esperando durante estos cinco días y estoy seguro que valió la pena”. Fue ahí cuando me di cuenta que no se trataba de un hombre mágico, sino de una mujer mágica. Sin demorarse me preguntó: - ¿Hacia dónde te diriges? Le respondí, con voz entre cortada y un frio escalofriante: -¡Hacia la tienda! En aquel momento me cogió de gancho y me llevo con ella.

Al quinto día dispuse salir de casa por comida, mi alacena y mi nevera estaban totalmente vacías. Antes me asome por la ventana para es-

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Al ir caminando el piso se tornó de colores, por lo cual ella se aferraba a mi brazo como si no supiera qué estaba pasando. Mientras tanto yo estaba estupefacto, no sabía que decir, solamente pasaba saliva, mi piel se erizaba y mi corazón latía al cien por ciento, como el corazón de un ratón. Al llegar, ella se acercó lentamente a mi boca y me besó, parecía como si nunca hubiese besado a nadie en su vida. Yo simplemente me dejé llevar por sus fascinantes labios y me convertí en su prisionero. Horas después y aun besándonos, abrí mis ojos y me di cuenta que se convertía en un hombre viejo, de cabello largo y barba blanca; no podía soltarme, salí corriendo,

estaba desorientado, miraba para todos lados, me encontraba solo en una nube blanca, donde el suelo no se veía. Todo era como un amanecer, corrí de un lado a otro, encontré una puerta y al abrirla, caí de cabeza. En ese preciso instante, me desperté del sueño más profundo de mi vida, duré cinco días en coma a causa de un accidente en moto.

Por: RAFAEL STEVEN RODRIGUEZ SALCEDO CLEI VI INSTITUCIÓN EDUCATIVA JULIUS SIEBER

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El camino equivocado

hacia la felicidad Por: RAMÍREZ HERRERA FREDY ANDRÉS

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Martín desde su infancia tenía el sueño de ser un gran médico, no solo para ayudar a su familia, sino para colaborar a todas aquellas personas que sin recursos económicos tenían la necesidad de medicamentos o tratamientos costosos.

n niño llamado Martín vivía con su papá, su mamá y tres hermanas en una casa pequeña, que cuidaban en el campo a una hora de la ciudad. Martín, por ser el hijo mayor, tenía que trabajar para ayudar a sus padres con el sustento de la familia. Por lo tanto, desde que nacieron sus hermanas dejó de estudiar y no pudo continuar su carrera universitaria. Al principio no le gustó ni a él, ni a sus padres esa idea, pero era la única opción que tenían para que la familia se mantuviera unida y al menos tuvieran el dinero necesario para la comida diaria.

Día a día veía su sueño cada vez más lejano e imposible. Sus padres se esforzaban a diario en la finca para poder conservar su trabajo, el cual les permitía tener un hogar para ellos y sus hijos. Había días buenos, en los que podían vender las cosechas a buen precio, como también tenían días malos en los que el clima no les favorecía, haciéndolos perder todo, sin poder ofrecer nada a los comerciantes y obligándolos a em-

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pezar de nuevo con las siembras. Aun así, no había día en el que ellos no pensaran en sus hijos. A pesar de las mil dificultades que tenían en su diario vivir siempre les brindaban una gran sonrisa cuando se reunían en las noches demostrándoles otra cara de la historia, ocultándoles un poco la realidad en la que vivían para que permanecieran tranquilos.

llevar los pedidos, mientras que sus padres permanecían en la finca. Al pasar los días la chica le confesó a Martín que estaba enamorada de él. Fue entonces cuando Martín sintió confianza para hablarle. Le contó todo lo que había vivido con su familia, las dificultades que tenían y su sueño de estudiar y ser un gran médico. Ella conmovida con la historia le brinda ayuda, haciéndole creer que podía cumplirlo sin tanto esfuerzo. Le propone entonces comercializar drogas. Él sorprendido por el comentario lo rechaza de inmediato y se va, decidiendo alejarse de ella.

Un día el padre se enfermó y su madre tuvo que quedarse a cuidarlo. Martín debió ir a la ciudad a entregar los pedidos a los comerciantes. Cansado al final de la tarde, conoció a una joven, hija de uno de los comerciantes, le pareció atractiva e interesante, por lo cual se atrevió a saludarla. Desde ese día Martín entusiasmado por ella se encargó de

Semanas después, Martin aburrido de la rutina de trabajo les reclama a sus padres

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por darle esa vida, y toma la decisión de irse de la casa. Va a buscar a la chica. Al encontrarse con ella le cuenta lo sucedido y decide aceptar su propuesta. Ella le comenta el proceso de lo que tiene que hacer y le advierte que es una decisión irreversible. Debe dejar a su familia para cumplir su sueño.

Lo que ella no se esperaba era que Martin tenía planeado proponerle matrimonio, ya que era profesional y se encontraba estable económicamente. Además, quería salir del negocio de las drogas y que ella también lo hiciera para poder iniciar una nueva vida juntos. Ante esta propuesta, ella responde que no, porque su relación era estrictamente laboral y la confesión que le había hecho cuando se estaban conociendo solo era una estrategia para que el entrara al negocio.

Al principio le parecía una gran decisión. – “Voy a ganar mucho dinero haciendo poco y puedo ingresar a la universidad”, pensaba. Efectivamente culminó su carrera con honores, ocupó el primer puesto siempre. En el momento de la celebración Martín quiere comunicarse con su familia para contarles lo que había logrado, pero ella le recuerda el trato. De ninguna manera podía volver a ver a su familia.

Desilusionado decide continuar en el negocio y especializarse en cirugía plástica, una de las carreras mejor pagadas de la medicina. Finalmente, logra convertirse en el cirujano plástico más famoso y con más ingresos del país.

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Un día de muchas cirugías y nuevos clientes para el negocio de las drogas, se da cuenta que a pesar de tenerlo todo, no tenía nada, ya que se encontraba solo, sin tener con quien hablar, o al menos alguien que lo recibiera con esa sonrisa que sus padres le daban cuando era pequeño. En ese momento de reflexión decide buscar a sus padres y reunirse nuevamente con su familia.

extrañado durante años. Él sorprendido le pregunta que quién era, la mujer responde que era su hermana menor. Martin pregunta todo lo sucedido durante tantos años de ausencia y ella rompe en llanto, contándole que sus padres murieron hace 4 años. Impresionado le dice que justo hace 4 años terminó su carrera y en ese momento quería comunicarse con ellos, pero no lo hizo. Esa noticia lo hace sentir arrepentido. –Nunca debí haberme ido, hoy vivo una felicidad camuflada y he entendido que la felicidad no estaba en el dinero, sino que siempre la había tenido en mi familia.

A la mañana siguiente, cancela todas sus citas y viaja a la finca que cuidaban sus padres con la esperanza de encontrarlos allí, pero al llegar ve a alguien a lo lejos y piensa que es su madre, al acercarse se da cuenta que no es, pero esa mujer lo reconoce y lo abraza fuertemente susurrándole al oído que lo había

Entonces, decide llevarse a sus hermanas para la ciudad, a vivir con él y mantener la familia unida, como sus

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padres habrían querido, dejando por completo el negocio de las drogas y dedicando su vida al servicio de los más necesitados.

Por: RAMÍREZ HERRERA FREDY ANDRÉS CLEI IV – 1 INSTITUCIÓN EDUCATIVA GONZALO SUAREZ RENDÓN

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Entre los recuerdos

y el olvido Por: ROSA VIRGINIA PAEZ TORRES

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séptimo hijo. Eran las 4:30 de la tarde, cuando empezó su trabajo de parto. Eliza la empleada angustiada y corriendo, gritaba por los pasillos “Doctor” “Doctor” doña Alicia va a parir, Elciario algo asustado, salió a paso rápido a buscar a Simona, la partera de cabecera, pues en esos años era más seguro que ir a un hospital.

sta historia comienza en el año 1940. Era un hogar Tunjano, conformado por doña Alicia y el doctor Elciario, una pareja estable, con la vida resuelta, adinerados y descendientes de una de las mejores familias. Para esta fecha, ya los acompañaban seis hijos, hermosos y traviesos. Todo trascurría en calma en casa de los Torres, los niños estudiaban, doña Alicia se ocupaba de que todo en casa marchara bien y Elciario trabajaba muy dedicado en su imprenta.

Simona llegó tranquila, ya estaba acostumbrada a recibir a los niños Torres, prepara a doña Alicia, pide toallas y agua fría y se encierra para hacer su trabajo. Elciario caminaba los pasillos como perro enjaulado, apenas podía escuchar los gritos de su amada. De pronto, Simona salió con el delantal lleno de sangre y exclamó: - “ya es papá

Una noche del año 40, doña Alicia estaba a punto de dar a luz a su

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de nuevo doctor” con una sonrisa pícara en su rostro, Elciario entró con cuidado y vio a su bella esposa y su pequeña niña, blanca como la nieve, de labios carmesí y sin un solo cabello en su cabecita.

pensaba y pensaba en cómo iba a criar solo a siete hijos, los mayores ya no eran tanto problema, pero sus tres hijos menores eran su gran angustia, pues Alicia era quien estaba dedicada a ellos.

Cuando la pequeña cumplió su primer año, la bautizaron como a sus otros hijos, y como si fuera un presagio de lo que sería su vida, la llamaron Dolores y es aquí donde la historia de la pequeña comienza…

Dolores cada día se ponía más hermosa, siempre estaba con sus dos hermanas Magdalena y Eloísa, mayores que ella y llenas de mañas y locuras. Estudiaban en un colegio de monjas y tenían como amigos a unos soldados del Batallón Bolívar, lo cual era mal visto. Sin que su padre se diera cuenta llevaron a Dolores y le presentaron a Fidel, un joven diez años mayor que ella, con quien entabló una “amistad”, con tan sólo trece años de edad. El hombre era rubio de ojos azules,

El tiempo corrió y Dolores ya tenía nueve años, estudiaba en un excelente colegio, era muy aplicada. Un día despertó con el grito desgarrador de su padre al darse cuenta que doña Alicia no despertó más. Eliciario quedó devastado,

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más bien bajo de estatura, un lobo vestido de oveja, con la picardía en sus ojos y ansioso por robarle la niñez. Dolores, una niña inocente, llena de curiosidad por conocer los placeres que sus hermanas contaban, con ganas de comerse el mundo antes de tiempo.

La niña que no sabía qué era el amor, creyó que estaba enamorada, así que se escapó de su casa con Fidel, él que ya tenía un gran recorrido, la llevo a un pueblo cercano, se las arregló para hacer creer al cura que Dolores era mayor, no se sabe cómo hizo, pero logro que el padre los casara. ¡Pobre Dolores! estaba convencida de que lo que estaba haciendo era lo mejor, que esto era la felicidad.

Fidel, la enamoró tanto, que Dolores olvido hasta donde estaba. Fidel se presentó un día en casa de Dolores, deseaba hablar con Elciario, y ponerle en conocimiento sus deseos de casarse con Dolores, esto fue terrible para él, y por supuesto se negó, pues Dolores tan solo era una niña, ¿y meterse con un soldado? ¡Vaya! Era descabellado y vergonzoso, así que, le prohibió rotundamente volverse a acercar a Dolores.

Antes de cumplir los catorce años, ya tenía su primer hijo y así siguió “pariendo como un curí”, hasta completar once, la módica suma de once, siete mujercitas hermosas y cuatro varones muy guapos. Cuando se encontraba con su onceavo embarazo, Fidel ya tenía

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otra familia, Dolores lo sabía desde años atrás, pero calló para conservar su matrimonio, pues no sabía hacer nada, porque en su casa siempre había tenido empleadas y por si fuera poco su padre y toda su familia le dieron la espalda, pues estar con un soldado raso, era una vergüenza en la sociedad más pudiente, y pensar en separarse la pondría en aprietos con tanto niño.

y su última bebé, que acababa de nacer, ya no sonreían, extrañaban a su padre, él los dejó por completo. Estaba tan afectada que olvidó ser madre, pasaron hambre, tuvieron que pedir, porque Dolores no sabía hacer nada. Pasó poco tiempo desde la partida de Fidel para que Dolores buscara el apoyo de sus hermanas y al igual que él, se marchó. Dejó a sus siete hijos menos para irse lejos, sin sentir remordimiento ni culpa, pues no volvió en mucho tiempo. Los chicos tuvieron que soportar las cosas más horribles que le pueden pasar a un ser humano, sucesos que les marcaron la vida para siempre.

Pero el día que Dolores tanto temía, llegó. Fidel empacó su ropa y abandonó el hogar, los hijos mayores ya habían hecho su vida, pero las mujeres en su mayoría, seguían en casa, eran aún muy jóvenes para abandonar el nido. Dolores sufría, lloraba, se sentía atrapa, no sabía qué hacer. Sus hijos menores

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Pasaron seis años para que Dolores regresara, cuando lo hizo, sus hijos menores ya no la recordaban, se encontró siendo abuela, uno de sus hijos consumía droga, otro se encariñó con el licor y así algunos más. Dolores llegó cambiada, tranquila. Sus hijos al reconocerla lloraban de felicidad y de rabia por el abandono, pero ella se mantenía serena. Ellos creyeron que esta vez se quedaría, pero no fue así, solo volvió para llevarse el resto de sus pertenencias, pues había conocido a alguien más y así como llegó se marchó de nuevo sin mirar atrás.

cuando regresó definitivamente a buscar a sus hijos, ellos a pesar de todo la recibieron con los brazos abiertos; se veía decaída, como en otro mundo. Parecía que nunca se había ido, hablaba de como los había criado a todos, era como si hubiese tenido un lavado cerebral y no recordara su abandono. Algunos de sus hijos se ocuparon de ella, de cuidarla y protegerla, pero cada día aumentaba su falta de memoria. Su mente por momentos se la llevaba a pasear por otros mundos, en sus días buenos era un premio escucharla hablar de su pasado, cuando era niña, de sus padres Alicia y Elciario, de sus hermanos, del campo, de la vida cómoda y hermosa que tenía en la niñez, también recordaba a Fidel, de cómo

Pasaron muchos años, ya todos habían hecho sus vidas, trabajaban y tenían sus propios hogares. Dolores empezó a enfermar y fue

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lo conoció, de sus hijos pequeños, pero parecía haber borrado el resto.

su mente la aparto de sus seres queridos para llevarla para siempre a un mundo que solo ella comprendía en su cabeza desordenada. Hoy su hija sigue cuidándola, a veces con dificultad, pero sigue ahí con ella. Cada noche se sienta al pie de su cama rogando y diciendo “regresa mamita”, te estoy esperando en el pie de tu cama, sin poder evitar que corran lagrimas por sus mejillas, pero, por ahora viviremos “entre los recuerdos y el olvido”.

Su deterioro fue tal, que a veces no sabía dónde estaba, una de sus hijas que vivía con ella, lloraba en las noches, pues era muy triste verla ahí sentada en silencio, con la mirada perdida, como si no estuviera allí. Tratando de traerla de nuevo, su hija le hablaba de sus otros hijos, le mostraba fotografías, por momentos sonreía como si recordara, pero luego se sumergía de nuevo en el silencio, sus ojos cansados y tristes rompían el alma.

Por: ROSA VIRGINIA PAEZ TORRES CICLO IV INSTITUCIÓN EDUCATIVA GIMNASIO GRANCOLOMBIANO

No se sabe si fue castigo divino o fue la edad y la vida sufrida que tuvo, pero algo en su cuerpo y en

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Un Ángel RUTH AMANDA ACUÑA DÍAZ

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lágrimas de mi madre caer por sus mejillas, sus palabras desgarraron mi corazón, sentí que desaparecía de repente, observé lo que vendría. La muerte me perseguía, la podía ver, oler, estaba en los pies de mi cama y cuando caminaba, mi sombra no avanzaba junto a mi cuerpo, se quedaba estática. Cerré los ojos y regresé años atrás.

ra un hermoso día como cualquier otro, estudiaba, jugaba, reía, cantaba, disfrutaba de mi familia; pero, todo oscureció. El castillo donde vivía, se me derrumbo, no entendía qué pasaba alrededor mío, ¿por qué no vi las señales? Las puertas se abrían y se azotaban con fuerza, me perseguía un pájaro blanco de ojos grandes, no entendía nada. Lucas, mi perro, se paraba frente a mi ventana, me observaba, daba y daba vueltas y me ladraba. ¿Acaso esos ladridos me querían decir algo?, ¿por qué no vi nada?

Allí el sol brillaba, la noche y las estrellas iluminaban a esa pequeña niña. Pero un día, alguien le susurró al oído, y le advirtió que muy pronto estaría en otro planeta, que la ciudad donde vivía dejaría de existir y que su vida se apagaría sin quererlo. Desde entonces luchó y luchó por mantenerse viva.

En horas de la madrugada corrí hacia la habitación de mi madre, quien angustiada y preocupada me decía que todo se desvanecería, veía las

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Ese día llego y cuando lo vi, me dijo, - Hija ¿ya estás lista? He venido por ti para que hagamos un viaje espacial. Sentí algo difícil de describir, había mucho amor y tranquilidad; entonces, mi mente no respondió más, mi corazón dejó de latir, vi la tristeza de ellos, como lloraban, otros reían, mi cuerpo se quedaba y mi alma viajaba a otro planeta, ¿a cuál?, ¡no me pregunten, no lo sé! eran muchos ángeles. Ellos Me miraban y me cuidaban. Asustada veía una luz que destellaba de sus cuerpos. Iluminaban todo y tenían unas hermosas alas. Curiosamente miré mi cuerpo, era igual que ellos. Justo ahí comprendí que era un bello ángel, que podía ver a mi familia y que ellos solo podían sentir mi presencia, que ya nada me dolía y que estaba en lugar lleno de paz.

Algunas noches me han permitido visitarlos, siempre intento acariciarlos y sé que ellos se dan cuenta. Entonces comprendo que debo regresar a ese hermoso lugar al que ahora pertenezco. Es mi nuevo mundo con una vida plena donde realizó todas las actividades como cualquier mortal, pero desde el mundo de los ángeles. Debo decir que en ocasiones juego con mi familia, los abrazó, los beso, les escondo las fotos, las llaves, les hago saber que estoy ahí… Sin embargo, no entiendo que pasa, siento mucha tristeza, veo a mi madre llorar una y otra vez, se ve muy triste, agotada y sin fuerzas, en ocasiones quiere ha-

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cerse la fuerte para que no me dé cuenta, sus lágrimas me alejan, me debilitan, hablo con mi hermanito y le pido que la cuide y que la llene de amor y de valor, que no la deje sola; pero, ella sigue triste.

“regresa”, ¿Por qué no me escuchas? En ese instante vi que su luz dejo de brillar para mí. Se fue para siempre.

Decidí susurrarle al oído y así levantar su ánimo. ¡Cuánto la amo! Justo en ese instante volvieron los recuerdos a su cabeza. Ha recordado aquel nefasto día, cogidas de la mano, ruego porque no te vayas, no es tu hora. ¡Regresa por favor, te lo suplico! Respira, lucha, lo único que murmuraste fue: “mamita te amo”, “sé que mi familia me necesita, pero…”. Padre mío ayúdala, todavía no es su hora. Su llanto y su tristeza me quitaron energía y no pude consolarla. “Regresa”,

RUTH AMANDA ACUÑA DÍAZ CLEI VI INSTITUCIÓN EDUCATIVA GUSTAVO ROJAS PINILLA

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Un lector y

sus fantasías Por: ANA MILENA SOSA

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Él se sorprendió de verlos, se quiso acercar para apreciar el talento de sus mascotas. Pero algo ocurrió, en medio de la noche, un rayo cayó sobre su casa y una luz azul candente alumbraba el final del pasillo. Se veía la sombra de sus mascotas, sorprendido, no quitaba la mirada. Parpadeó solo una vez y vio como Lucas el perro, aquel que bailaba reggaetón, se convertía en una figura de músculos, grande, fuerte y una mirada penetrante de miedo. Enseguida simón, su gato, daba vueltas y más vueltas en el aire, tenía una capa negra, botas y una gran espada.

ra una tarde fría y de lluvia, un hombre en una vieja casa vivía junto a sus dos mascotas, Lucas “perro” y simón “gato”. A este hombre le encantaba leer cuentos, fabulas y novelas… pero aquella tarde sucedió algo inexplicable, llovía fuerte y bajo sus cobijas leía y leía hasta quedar dormido. Mientras dormía soñaba. En su sueño se veía solo con sus mascotas, en aquella casa que tal vez por su soledad o antigüedad se sentía fría y daba miedo. Cuando de repente vio cómo su perro bailaba reggaetón y el gato mascaba chicle, pues Lucas y simón eran buenos amigos.

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Este hombre no podía creer lo que veía. Bueno, “lo que soñaba”. De repente, vio un cuarto grande, una cama y un hombre envuelto en un hermoso y gran plumón blanco. Una damisela junto a él acariciaba su rostro ya arrugado; tal vez, por la soledad o el pasar de los años. Era increíble, no quería despertar. Pero algo interrumpió su sueño, los ladridos y maullidos de Lucas y simón, pues ya era hora de la cena.

Sentado frente a su chimenea observaba a sus mascotas mientras comía, y con una gran sonrisa reflejaba la alegría de estar rodeado de lecturas, que creaban tantas fantasías y lo llenaban de felicidad.

Por: ANA MILENA SOSA CLEI IV INSTITUCIÓN EDUCATIVA INEM CARLOS ARTURO TORRES

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La pesadilla

de Willy Por: MARÍA BEATRIZ QUINTANILLA TOVAR

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T

odo comenzó hace 20 años, una tarde oscura y lluviosa. Yo vivía lejos de la ciudad en una casa vieja en medio del bosque. La casa tenía tres pisos. En el primero estaba la chimenea y la cocina, en el segundo había tres habitaciones y el tercero tenía un pequeño ático.

alargadas y huesudas, de traje oscuro se me acercaba, y justo cuando logré ver sus aterradores ojos cuencanos, salté y me desperté. Me tranquilice al instante, al darme cuenta que solo había sido un sueño, note que era media noche, fui a la cocina, me prepare un sándwich y un café. Después de esa pesadilla no quería dormir.

Esa tarde me sentí extraño en casa pues no había ido a clase y sabía que no había nadie en casa. No le presté mucha atención, no era la primera vez que pasaba. Solo me senté a pensar que podían ser las ratas o los pájaros, mientras me quedaba dormido frente a la chimenea. De pronto estaba soñando que una horrible sombra de manos

De repente, escuche un susurro e intente descifrar de dónde venía y qué era lo que decía. Me quedé helado al darme cuenta que ese susurro venía del segundo piso y de mi habitación. Estaba petrificado y no encontraba qué hacer. No sabía cómo diablos había entrado quien quiera que estuviera arriba y además lo que susurraba era mi nom-

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bre, como si me llamase y quisiera que subiese. Obviamente no iba a acercarme, o no sin asegurarme que tuviera algo con que defenderme. Volví a escuchar…Willy , Willy… me paralicé porque aunque quería saber quién se había metido a la casa, no me sentía capaz, pues si alguien hubiera entrado lo hubiese notado. Me invadió la duda. ¿Y si era alguien que llevaba viviendo mucho tiempo allí y era por eso que me sentía observado? ¿Y si esa cosa o persona era lo que causaba los ruidos?

entre. No vi nada alrededor, pero noté que el armario estaba ligeramente abierto, me dirigí hacia él, lo abrí con rapidez y grité. Sin embargo, no había nada y todo parecía estar en orden. Sentí algo detrás de mí, allí estaba, era aquella sombra de manos huesudas y ojos cuencanos, la sombra se me abalanzó y se intentaba apoderar de mí. Luché con todas mis fuerzas y aunque le clavaba el cuchillo no le pasaba nada, me sentí muy mal y me desmaye.

Al cabo de una hora me armé de valor y empecé a subir las escaleras con un cuchillo en la mano. Caminé hacia mi habitación lentamente, tomé la perilla y abrí despacio, empuñé el cuchillo con más fuerza y

Cuando desperté estaba en mi salón y mis compañeros estaban aterrorizados. Todos gritaban y me miraban con miedo, y debajo de mí estaba mi profesor de traje negro y manos huesudas.

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Lo había apuñalado cuarenta y cinco veces, pero yo no entendía como había hecho eso. La policía llegó y me esposaron, me llevaron a la cárcel, pues me iban a dar pena de muerte, la cual se realizaría 15 días posteriores a lo sucedido ya que se determinó que era un peligro para la sociedad.

sentado en mi sofá mientras alguien golpeaba la puerta y me estaba llamando. Suspiré y sonreí, aunque todavía temblaba sabía que todo había sido una horrible pesadilla.

El día llegó y me sacaron de la celda en donde me encontraba. Me llevaron a un cuarto pequeño con una silla en medio, me ataron de manos y pies. El guardia me preguntó si quería decir algo, pero solo agaché la cabeza y cerré los ojos. De pronto volví a escuchar aquella voz… Willy, Willy… y en ese momento escuché un gran golpe y salté, abrí mis ojos y no podía creer lo que veía. Estaba

CLEI IV ESCUELA NORMAL SUPERIOR NORMAL ALVAREZ PINZÓN

Por: MARÍA BEATRIZ QUINTANILLA TOVAR

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La niña que se llevó el viento Por: GLORIA LUCIA HERRERA LARGO

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quería ni un poquito… por eso papá y mamá le decían- lucecita: ¡Come todo, porque si no lo haces, un día de estos, te va a llevar el viento! y ¿Dónde te vamos a encontrar? Pareces un gancho con vestido y debes tener cacheticos rellenitos, unos brazos y piernas gorditas, para que vean tu figura y no solo se fijen en los ojos y tus trenzas, pero por más que hacia el esfuerzo, el sabor de las verduras no podía ser aceptado, ni mucho menos su color verde pálido, que con solo verlo daba sueño…

Cuándo fue?, no lo sé, pero en un campo muy lejano, me contaron las abuelas, vivía una niña llamada lucecita a quien le fascinaba ver la lluvia a través de la ventana, pero cuando soplaba muy fuerte se atemorizaba, le daba pánico, terror, ¿saben por qué?, les seguiré contando… Resulta que lucecita era muy querida por sus padres, una niña juiciosa y respetuosa con todos, además, era muy bonita y admirada por sus lindas trenzas, solo que era muy flaquita y su familia siempre tenía que llamarle la atención para que comiera todo lo que le servía, en especial las verduras, las cuales no

Un día sus padres decidieron ir de paseo al campo, donde vivía su abuela. Para llegar a este sitio debían caminar, no había carretera para ingresar carros. Empezando la travesía el cielo se puso gris, co-

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menzaron a caer gotas de lluvia, por lo que tuvieron que ir de prisa para no mojarse. A lucecita le empezó a dar miedo. El viento empezó a soplar muy fuerte. Ya no eran unas gotas, se formó el aguacero. La mamá de lucecita, quien era muy organizada, sacó su paragua y se lo entregó a la niña, para que se acobijara de la lluvia, pero con tan mala suerte que paso un ventarrón que arrastro a lucecita con la sombrilla a lo alto del cielo.

de árboles gigantes, un lugar donde se encontraba todo lo que el viento se llevaba, pero al ir allí no la hallaron… angustiados por lucecita, todos los habitantes ayudaron en su búsqueda, así transcurrió la noche de desesperación… Al siguiente día, una señora apareció con la niña, a las dos se les veía muy tranquilas, sobre todo a lucecita, se le notaba muy feliz. Todos se preguntaban qué había sucedido. ¿De dónde había aparecido esta señora? y ¿Qué habría ocurrido, que tenía a lucecita tan feliz?

Los padres desesperados no la pudieron alcanzar, así que pidieron ayuda a los campesinos que estaban cerca. A todos les comentaron lo que había sucedido a su pequeña hija. Los campesinos recomendaron a los padres que fueran al bosque

El reencuentro estuvo lleno de abrazos y agradecimientos a la señora, quien les comenta que lucecita había llegado a su casa como caída del cielo. Cuenta que en ese instan-

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te estaba llorando la niña y le contó que por ser desobediente y no comer verduras se la había llevado el viento. La señora aprovecha esa noche para prepararle una torta de verduras, la cual le encantó, mientras escucha cuentos de los beneficios de comer para ser fuertes y sanos… Desde esa entonces Lucecita come con agrado todos sus alimentos y cada vez que llueve y hay tormenta disfruta esos momentos sin preocupación. Por: GLORIA LUCIA HERRERA LARGO CLEI IV INSTITUCIÓN EDUCATIVA RURAL DEL SUR SEDE CIUDAD JARDÍN

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Nuestro

futuro Por: JORGE ARMANDO MORENO GUTIERREZ

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Un día, el mundo tecnológico decidió invadir Alola por sus riquezas naturales. Mandaron a toda fuerza aérea. Desde entonces comenzaron a extraer las riquezas naturales. Pero Juan subió a una de las naves y se redirigió hasta la ciudad proveniente del avión, y con gran fortaleza y decisión presentó un inolvidable discurso, buscando que todos tomarán conciencia de su capacidad para hacer el cambio. Les pidió que respetaran sus riquezas naturales, que no volvieran a robarle a la isla.

uando la humanidad se estaba volviendo inútil, ya que la tecnología hacia todo, transcurría el siglo XXX. Todo parecía no tener reversa. Pero, se encontró una isla muy alejada, llamada Alola, con una ciudad en la que no existía tecnología. Al enterarse las demás ciudades, quisieron ir allí y conquistarla. Aquel lugar era hermoso, era el único lugar en el que todavía existían animales, frutas y vegetales, sus habitantes eran afortunados. En esta isla vivía un niño llamado Juan, era el hijo de cajuna, quien siempre había vivido en éste lugar.

Al llegar a la ciudad, se dirigió a donde vivía el alcalde para pedir, de igual forma, que tomara conciencia.

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Era un hombre extremadamente gordo, casi no se podía parar. Juan le explicó rápidamente la situación de la isla, ya que no tenía casi tiempo. Además, le dijo que sin tanta tecnología y con más ejercicio podría vivir mejor. El Alcalde al ver la capacidad del niño y su valentía, decidió tomar un Jet y acompañar a Juan a su isla.

Al ver tanta naturaleza, el alcalde quedó maravillado. Entonces, ordenó al capitán de la flota que estaba sacando los recursos naturales que se retirara. Desde entonces, Alola y el resto del mundo vivieron felices con la naturaleza.

Por: JORGE ARMANDO MORENO GUTIERREZ CLEI VI INSTITUCIÓN EDUCATIVA ANTONIO JOSÉ SANDOVAL

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Nada en la vida

es completo Por: PARTICIPANTE ANÓNIMO

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A

de que fuera por unos días. Pasó el tiempo y a los 3 meses mis padres, con duro esfuerzo, lograron rentar un apartamento, en el cual la armonía y la felicidad fluía. Cuando me hallaba cursando mi tercer año escolar, mamá y papá decidieron no continuar más como pareja, me puse mal, ese fue uno de los acontecimientos que más marcó mi vida, porque para todo niño es muy duro ver que sus padres ya no sé toleran.

quel día, David se puso a llorar, su madre lo acogió en brazos, mientras él le contaba lo que había soñado. Era grande, me hallaba en un auditorio enorme diciendo: –Mi nombre es Jefferson David, el mayor de seis hermanos, me crie en el seno de un hogar humilde, de padres trabajadores. En febrero de 1996 mis padres decidieron el cambio de Ciudad debido a la crisis económica por la cual atravesábamos.

Debido a lo delicado del asunto, mamá y papá nos dejaron la dura tarea de elegir ¿quién se iba con quién? recuerdo que entre llanto y dolor la menor de mis hermanas y yo nos fuimos con mi madre, mi hermana dos años menor que yo se iba con papa. Qué oscuros momentos

Cuando tenía 6 años, llegamos a una ciudad llamada Tunja (Boyacá). Tal era la crisis de mis padres, que acudimos a mi abuela paterna, quien nos alojó en un cuarto pequeño. Eso sí, con la advertencia

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los que vivimos, no deseables para nadie, menos para un niño.

ante todo responsable, terminó con su trabajo y nos dirigimos a la habitación, donde horas antes había dejado a mi hermana. Me dijo: - Jefferson ve y dile a tu madre que salga para que hablemos.

Mamá estaba muy afectada, empezó a beber y encontró otra pareja. Ya no era responsable de mi hermana y de mí. Era tal el abandono que a mis 6 años me vi obligado a aprender a cocinar, cambiar pañales y hacer oficios, cuidaba a mi bella hermana de escasos dos años, eso es un poco raro y cómico porque era un bebé cuidando a otro bebé.

Cuando mamá se enteró que él estaba afuera enfureció, eso fue un verdadero choque de trenes; después de todo tipo de insultos y palabras necias papá la convencía de dejarnos ir con él. Fue triste ver como nos arrojaba la poca ropa que teníamos a la calle, diciendo que no nos querías volver a ver. Aún recuerdo cómo se me llenaban los ojos de llanto al recoger mis pocos trapos sucios del piso. Volvíamos a vivir en la casa de mi abuela. Al llegar, papá habló con mi tía, porque

Un buen día cansado de los abusos del nuevo borracho que había conseguido mi madre como marido, decidí ir en busca de mi padre a su trabajo, le comenté de nuestra situación y él con llanto y rabia, pero

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ella era la que corría con los gastos de la casa y como en un principio, surgieron las palabras “que sea por unos días”. Papá que para entonces ya estaba saliendo con una señora, le comentó de nuestra situación; ella muy cordialmente le brindó su apoyo incondicional. Días después resultamos viviendo en la casa de ella.

Al cabo de un año conocí a una tía, trabajaba en la plaza de mercado. Me dijo que, si quería ir a trabajar con ella, me llamó un poco la atención y le dije que sí. El primer día de trabajo, la tía me mostro una droguería y me señalo un cajón, diciéndome: “allí hay unas tarjetas de telefonía móvil”. Vaya sorpresa la mía cuando me encontré con un fajo de billetes, esa fue mi bienvenida al mundo de la delincuencia a los ocho años de edad. Le entregué mi primer botín a la tía, ella me felicitó por el buen trabajo, me compro ropa, golosinas y me dio algunos billetes, que según ella me correspondían como parte del trabajo.

Pero, nada en la vida es completo. Al llegar a esta casa me encuentro con los seis hijos de la nueva pareja de mi padre. ¡vaya sorpresa! Tal vez mi padre aceptó por la situación en la que se veía y quizá por amor. Con el paso de los días ya entramos a estudiar y rentamos un apartamento.

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Al llegar a la casa mi padre estaba furioso, me preguntó que en donde estaba, le dije que con mi tía y enfureció. Salió volando a la casa de ella para hacerle el reclamo, inocente de las cosas le dije a mi padre que quería seguir trabajando con mi tía, la respuesta de él fue un contundente NO, dijo que siguiera estudiando. Pero, la plata corrompe la mente y yo desobedecí. A escondidas, seguí trabajando con mi tía. Tiempo después le conté que aún seguía con ella y que faltaba mucho al colegio. Pasaron los días y terminó por asimilarlo.

y las malas costumbres y era muy poco lo que me importaba. Sólo me enfocaba en las acciones que me permitieran ganar dinero, para eso tenía que seguir trabajando con la tía. Con el tiempo me encontré con mi madre, me había regalado cuatro hermanos que no conocía. Preguntó sobre mi vida, y observe en su rostro que reflejaba la felicidad de ver a su hijo mayor. Le dije que yo estaba muy bien, pero con odio y felicidad le reproche el porqué de su abandono. Me dejé llenar de rencores y malos pensamientos, prefiriendo marcharme de ese lugar.

Al continuar con la delincuencia y la vida de la calle vinieron otras cosas como el cigarrillo, el licor, los juegos

A los 17 años dejé de delinquir y busqué un trabajo honesto. Resulté en un taller de latonería y pintura, hice nuevos amigos, otro ambiente

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en mi vida. La plata no era la misma, pero fueron tiempos de paz y tranquilidad. Mi nuevo patrón y amigos tenían un pequeño defecto, tomaban licor en exceso. Llegué a conocer casi todas las tiendas del barrio en el que vivía. En uno de aquellos negocios conocí a una mujer muy guapa, era la mujer del propietario. Por un tiempo le fui indiferente a sus coqueteos y seducción, pero un día, la vi más linda que de costumbre y acepté salir con ella, después de esta cita me fui enamorando.

ella quedo en embarazo, debido a esta situación nos vimos en la obligación de confrontar a éste señor. Esta mujer es hoy en día mi pareja y tengo dos hermosos hijos, la amo y en ella tengo el apoyo que con ninguna otra persona había encontrado. Doy gracias a Dios por esta parte linda de mi historia, pero como ya he dicho, en la vida nada es completo. El taller en el que trabajaba cerró y quedé sin empleo. Nuevamente las malas andanzas me sedujeron, puesto que ahora tenía mujer, hijos y responsabilidades que cumplir. Esta vez incursioné en el mundo del micro tráfico. Las ganancias de este negocio me permitieron sacar a mi familia adelante.

Perdí mis principios morales; ella era una mujer comprometida, con dos hijos y un hogar. La relación de ella con el padre de sus hijos ya no era del todo buena, en parte por mi presencia en su vida. Al pasar un año de encuentros a escondidas

En este mundo de la delincuencia

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estamos expuestos a muchas pruebas. Un día, en medio de tragos, llegué a consumir de lo que vendía, grandísimo error, así comenzó otra etapa de mi vida. Conocí lo que era andar sucio, sin comer, sin dignidad, poco me importaba el bienestar de mi familia. Mi pareja comenzó a luchar por sacarme de los vicios, hasta que lo logré. Agradezco la perseverancia y esfuerzo de esa mujer.

to y de las competencias. Un día me tendieron una redada, poniéndome una cita para que le entregara una mercancía a un socio para el negocio. Yo me fui con buena cantidad de droga y al entregarle el producto, me veo rodeado de policías y me llevan preso. No ha sido del todo malo, porque en prisión fortalecí mi voluntad y abandoné todos los vicios, también aprendí a no ser tan confiado. Doy gracias a Dios y a mi compañera sentimental por ser mi apoyo en este proceso.

Me enfoqué en capitalizar y comencé a surtir a gran parte de los micro traficantes de la ciudad. Todo fluía muy bien. Ya casi no consumía drogas, había recuperado la estabilidad económica de mi hogar, pero descuide un pequeño detalle de mi trabajo, la envidia y la avaricia de los mismos que compraban mi produc-

Eso fue lo que soñé mami. Me siento triste, quiero que todo sea diferente y mi sueño nunca se haga realidad. Mamá levantó la mano para

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acariciarme la cabeza, pero chocó con un vaso que al piso fue a dar. Se escuchó un fuerte estruendo y abrí los ojos. En medio del llanto vi que frente a mí había una gran puerta de barras de metal. Aquel sueño era real.

Por: PARTICIPANTE ANÓNIMO INSTITUCIÓN EDUCATIVA SILVINO RODRÍGUEZ SEDE INPEC

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ROBERT SHARF

el investigador Por: ANA NUMPAQUE GUZMÁN

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E

con sus amigos, su esposa organiza sus cosas y se va junto con sus hijos. Después de un rato, Robert regresa alcoholizado y drogado en busca de su esposa y al darse cuenta que ya no está, sale nuevamente a buscarla. Parecía un loco desubicado, gritaba por la calle que quería a su esposa. De vuelta a casa, busca por todos lados, con sus hermanos, su mamá e incluso, pasa por la casa de su padre, a quien no visitaba hace mucho tiempo porque estaban de pelea. Nunca la encontró.

ste personaje, conocido con el nombre de Robert Sharf, en su vida cotidiana acostumbraba a viajar y conocer muchas cosas. Se caracterizaba por ser un hombre bastante serio, algo mal humorado. También tenía su lado bueno, era muy colaborador con la gente que lo necesitaba y un excelente padre. Lastimosamente Robert consumía droga, por lo cual, en ocasiones perdía el conocimiento. Su esposa muy preocupada por la situación le decía, desesperadamente, que dejara esos vicios que no lo llevarían a nada bueno. Un día al hablar del tema terminaron discutiendo, él sale muy frustrado de su casa a beber

Al siguiente día continua con su rutina diaria. En su trabajo lo esperaba el jefe con un caso nuevo y algo escalofriante. Se trataba de su padre, estaba desaparecido. Robert algo afectado por la situación decide

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tomar el caso e inicia la investigación. buscaba pistas, detalle tras detalle, pero Robert no daba con su paradero. Pasó un tiempo, cada día estaba más hundido en su pena porque no encontraba a su esposa ni a su padre.

su cama. Pasaron unas horas y Robert despertó, cuando vio a su esposa, alegremente la abraza y le da un beso, le pide perdón y que vuelva a su casa porque la extraña mucho, al igual que a sus hijos. Su esposa le dice que le dé un tiempo para poder pensar las cosas, pero que no lo dejaría solo, que lo ayudaría mientras él volvía nuevamente a su vida normal.

Cada día que pasaba se volvía más alcohólico. Ya no tenía quien lo detuviera y lo ayudara a salir de ese hueco. Robert ya no era el mismo, su físico había cambiado, no comía, no vestía bien, se adelgazó, incluso ni se bañaba. A su esposa le llegaron con ese rumor y preocupada sale para ayudarlo. Al llegar a la casa donde vivían lo encuentran tirado en el suelo, sin conocimiento, porque estaba ebrio y drogado. Lo ayuda a levantar y lo acuesta sobre

Efectivamente, ella inicia nuevamente a ayudarlo dándole consejos, organizando sus cosas y preparando los alimentos diarios. Robert se llena de esperanza, sale nuevamente a trabajar para ver si daba con la suerte de encontrar a su padre. Al retomar este caso, Robert decide ir nuevamente a la casa de su padre

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para ver si encontraba alguna pista. Después de un rato se da cuenta que en la sala de la casa hay una foto suya junto con sus hijos y su esposa, dicha foto estaba rota, vieja y arrugada. A Robert le causa mucha curiosidad ¿por qué esta foto estaría allí? Se puso muy pensativo porque lo peor es que había una nueva sospechosa, se trataba de su esposa, quien era la que tenía esa foto.

Ella decide salir, pero antes llama a la policía y le comenta el caso, luego sale y le pregunta entristecida ¿Robert, en qué me podrías ayudar, si tú eres el único responsable y culpable? Robert se queda asombrado y dice -pero mujer ¿Tú de qué estás hablándome? Su esposa responde: - Robert ya no te hagas más el inocente ya lo sabemos todo. En ese momento llegó la policía, detuvieron a Robert y le leyeron sus derechos. Pasaron tres días y seguía confundido, no entendía qué era lo que estaba pasando, nadie lo había ido a ver, estaba en el olvido total. En la madrugada siguiente el juez da la orden para llevarlo y dictar su sentencia. Al llegar a la sala Robert ve a toda su familia, lo mi-

Robert llega a su casa a buscarla, pero ella no estaba, ya había salido. Él se va y la encuentra en casa de su suegra. Le pide el favor de llamarla, pero se rehúsa a salir porque estaba asustada. Él insiste en verla, pero se negaba. Robert le grita: -¡Amor no tengas miedo, nada malo pasará, yo estoy aquí para apoyarte!.

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raban con mucha rabia. Al ingresar a la sala el juez le lee el caso que tienen contra él. --Señor Robert Sharf se le acusa por el asesinato y desaparición de su padre, el cual fue encontrado en el patio de su casa por parte de su esposa al organizarla.

Una cámara del barrio fue clave para descubrir todo. En esta se registró cuando Robert llega con las bolsas de basura en las cuales estaría su padre desmembrado, las ingresa a su casa forzosamente y finalmente las entierra. A su esposa le pareció muy raro que la casa tuviera un olor extraño, aún después de que ella había aseado todo. Entonces, al salir al patio el olor se hizo más intenso, ella decide escavar encontrando las bolsas, sale a correr y se hospeda asustada en casa de su madre para huir del lugar.

Robert aseguraba que él no podría haber sido, ya que en el apartamento de su papá había encontrado una foto de su familia, la cual pertenecía a su esposa. Robert le preguntó, ¿por qué la foto estaba en la casa de su papá? Su esposa muy triste le responde que su padre le había pedido esa foto para tenerlos presentes, ya que ellos discutían mucho y Robert nunca lo determinaba para nada.

Robert se aterra de todo, pero al mismo tiempo devolviéndose al pasado inicia a recordar todo desde el momento en el que dejo de beber con sus amigos. Al no encontrar a

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su esposa pasó por la casa de sus familiares e incluso por la casa de su padre con el cual estaba discutiendo. Robert estaba bastante ebrio y drogado, al ver la foto de él junto a su familia se imaginó que su esposa y su padre podrían ser amantes y que por eso ella lo habría dejado.

prisión, abandonado por toda su familia, pero con la gran experiencia de entender que las drogas y el alcohol nunca lo llevaron a nada bueno, aunque lo haya entiendo bastante tarde.

Robert había olvidado lo sucedido porque estaba drogado. Al recordar lo que había hecho, inicia a llorar descontroladamente y arrepentido le pide perdón a su familia. Lastimosamente esta historia termina así. Robert, el gran investigador, condenado un largo tiempo en

Por: ANA NUMPAQUE GUZMÁN CLEI IV INSTITUCIÓN EDUCATIVA LIBERTADOR SIMÓN BOLIVAR

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¿Imaginación

o locura?

Por: CRISTIAN STEVEN PEÑA CUTA

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T

sa de oreja a oreja con un distintivo color sangre que lo distinguía, saco una flor amarilla de su bolsillo y roció en la cara de dieciocho un polvo color verde que cubrió todo a su alrededor y ya no pudo ver nada. Al día siguiente dieciocho despertó en el hospital, solo alcanzo a escuchar la radio distorsionada que decía, ha escapado de la prisión de máxima seguridad (ARKHAM) el maniático Guasón (DC COMCS). Dieciocho empezó a tener un ataque de pánico, por lo que una enfermera se acercó y le dijo: - “Buenos días”, con una sonrisa en su rostro, mientras dieciocho la miraba asustado. La enfermera le dijo: - ¡tranquilo! Y se preguntaba que le habría pasado. Dieciocho intento hablar, pero aún seguía sin voz, por lo que

odo comenzó hace tres años, un 29 de enero de 1999. Fue encerrado en un manicomio el paciente 3010603030301070502 por múltiples intentos de suicidio, es un niño, no recuerda quién es y no se pudo identificar su identidad, solo tenía una cicatriz en su pecho que decía 1&, por lo que decidieron llamarlo dieciocho. En el manicomio solo se escuchaban risas y gritos. Dieciocho sentía cómo sus oídos se desgarraban a punto de estallar, de volverse loco. Cerró sus ojos del dolor y grito de desesperación, hasta que se quedó sin voz y explotaron sus oídos, ya no pudo escuchar nada. Su vista borrosa solo le permitió ver una sonri-

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amablemente le dio un papel y un esfero. Dieciocho escribió: - ¡no se! La enfermera miró la cicatriz de su pecho y sonrió. Le dijo: - ¡no te preocupes, todo va a estar bien. Dieciocho impresionado y desconcertado escribió una pregunta. Mientras la enfermera salía de la habitación, corrió a darle el papel, no la alcanzó. Al ver la puesta de salida decidió huir y corrió tanto que se desmayó. Al despertar estaba sentado en una banca, un señor dijo: - ¿se encuentra bien niño? - ¡si señor! - respondió Dieciocho - ¿Dónde están tus padres? - ¡No lo sé señor! - ¿Tiene algo de comer? - ¿Cómo te llamas? - Mi nombre es dieciocho.

- “Mucho gusto”, mi nombre es NEIL DEGRASSE TYSON y necesito a alguien que busque unos materiales. ¿Puedes ayudarme? - Claro, necesito trabajar. - Te diré dónde encontrarlos. Te pagaré para que compres toda la comida que quieras y un techo donde quedarte. Dieciocho sin tener a donde ir, ni qué comer, aceptó. Así pasaron unos días, hasta que el señor NEIL dijo: -Este es el último material, se llama polvo de estrella, se encuentra en la cima del monte Everest, casi alcanzando las estrellas. Dieciocho subió y bajo con el polvo de estrella. El señor NEIL dijo: - Te voy a mostrar para que has trabajado todo este tiempo.

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Le presentó una nave gigantesca y le dijo: -Sube y deja el polvo de estrella en la nave. No entres dócilmente en esa buena noche (INTERESTELAR). La cabina se cerró, el polvo de estrella cubrió todo a su alrededor y brillo. Dieciocho sintió como si una soga lo ahorcara y cayo inconsciente. Cuando despertó miro a su alrededor y vio una nave igual a la del señor NEIL. Había una persona brillando la nave y dijo: - NEIL, ¿eres tú? Se abrió la cabina y nuevamente preguntó - ¿conoces al señor NEIL? Aquel hombre respondió: - ¡sí! Estaba reparando mi nave en el futuro. Dijo que iba a venir cuando terminara. Dieciocho alarmado dijo: - ¿El futu-

ro? Empezó a entrar en pánico y el señor dijo: -¡tranquilo!, mi nombre es CARL SAGAN, creador de (LA NAVE DE LA IMAGINACION). ¿Por qué te enviaron aquí? - ¡no se! Respondió Dieciocho. El señor NEIL solo me envió a guardar en la nave el polvo de estrella. - Me había mencionado que tenía una nave más grande y que con ella recorrería el (COSMOS). El señor SAGAN dijo sonriendo: -ya veo. Dieciocho preguntó si lo había enviado solo para mostrarle que la nave ya estaba arreglada. El señor SAGAN sonriendo dijo: - No, la vejez debería delirar y arder cuando se acaba el día, rabia, rabia contra la luz que se esconde (INTERESTE-

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LAR), la cabina se cerró, el polvo de estrella cubrió todo a su alrededor y brillo. Dieciocho sintió como una hoja atravesaba su pecho y cayo inconsciente. Cuando despertó se encontró en la habitación de un edificio muy alto y lo único que pudo ver fue una manzana. Se abrió la cabina y se acercó. Aterrado por el mordisco que tenía la manzana, pero con mucha hambre, se la termino de comer. Alguien habló con voz robótica y dijo: - ¡hola!, mi nombre es STEPHEN HAWKING, creador de la manzana que te comiste. Dieciocho sorprendido y con la boca llena se quedó observándolo. Otra voz robótica dijo: - ¡otro que nos cree loco, ja ja ja ja ja! Dieciocho terminó de pasar el bocado y preguntó si tenía otra

manzana. El señor HAWKING sonrió y dijo: -Puedes pedir todo lo que quieras comer. Llamó a una persona y dijo: - Llévalo y cuando termine, tráelo aquí. Dieciocho fue a comer, mientras el señor HAWKING se quedó contemplando su alrededor. Cuando Dieciocho regresó, el señor HAWKING ya no estaba y se escuchó una voz que dijo: - Aunque el sabio cerca del fin a la tiniebla no haga reproche dado que su lema, ningún rayo ha confiado vigor, no entra dócilmente en esa buena noche (INTERESTELAR) La cabina se cerró, el polvo de estrella cubrió todo a su alrededor y brilló. Dieciocho sintió como si una bala atravesara su cabeza y cayo inconsciente. Cuando despertó había una

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persona de cabello blanco desordenado. Dieciocho dijo: - ¡Este si está loco! La nave se abrió y el señor solo miraba la nave. Dieciocho bajó y dijo: - ¡yo te conozco, eres ALBERT EINSTEIN! - Tu eres el hombre más inteligente del mundo. - No, el hombre más inteligente del mundo se llama NIKOLA TESLA. - Y tú ¿De qué eres creador? El señor EINSTEIN solo se dio la vuelta, encendió un tabaco y saco un libro mientras caminaba. Dieciocho confundido, siguió al señor EINSTEIN y le pidió un autógrafo para dárselo a una niña que le gusta la FISICA. EINSTEIN sonrió y dijo: - rabia, rabia contra la luz de su agonía (INTERESTELAR), la cabina se cerró, el polvo de estrella cubrió

todo a su alrededor y brilló, dieciocho sintió como una hoja atravesaba su espalda y cayo inconsciente. Cuando despertó solo veía una bobina gigantesca desprendiendo electricidad. Dieciocho vio a una persona sentada leyendo un libro. La cabina se abrió y el señor dijo: - Tome asiento por favor, mi nombre es NIKOLA TESLA. Dieciocho solo se quedó mirando la (BOBINA DE TESLA). El señor TESLA dijo: - Esa es la nave de la imaginación ¿verdad? - Dieciocho respondió: - ¡sí!, es del señor NEIL. - ¡pero si todos tenemos una nave de la imaginación propia! La (BOBINA DE TESLA) empezó a dirigir su electricidad hacia la nave haciéndola explotar.

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Dieciocho quedó aturdido de ver como la esperanza de regresar a su época se había destruido. Cayó al suelo mirando las estrellas, el señor TESLA sonrió y dijo:

Dieciocho despertó en el hospital, una enfermera se acercó y le dijo: - “Buenas noches”, con una sonrisa en su rostro. La miró con una sonrisa. La enfermera le preguntó, por qué había escogido la salida. Dieciocho sonrió y le preguntó por su nombre. Ella respondió: - me llamo Harley Queen (DC COMICS), dieciocho la miro a los ojos y pudo ver un “para siempre” en ellos, solo pensó que, aunque era un ángel, no era la princesa de este cuento, la señorita Queen dijo: - ¡ya te puedes ir, no tienes por qué correr! Dieciocho la miro con una sonrisa y le agradeció por cuidar de él y se fue a la salida, al abandonar el hospital empezó a incendiarse, vio a su alrededor y la ciudad se estaba destruyendo en violencia, droga y muerte.

- “no entres dócilmente en esa buena noche, la vejez debería delirar y arder cuando se acaba el día, rabia, rabia contra la luz que se esconde, aunque el sabio cerca del fin a la tiniebla no haga reproche dado que su lema, ningún rayo ha confiado vigor, no entra dócilmente en esa buena noche, rabia, rabia contra la luz de su agonía”, (INTERESTELAR). Un rayo de la (BOBINA DE TESLA), impacto a dieciocho y no sintió nada, ni siquiera cerro sus ojos.

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Dieciocho corrió hasta que vio una biblioteca, entro y quedó paralizado, sorprendido por una niña que estaba leyendo un LIBRO GIGANTESCO. Se quedó mirándola sin que se diera cuenta, pensando en qué libro estaría leyendo. Sería otro cuento u otra historia o estaba leyendo las estrellas. De repente tuvo el valor de acercarse y preguntarle si podía leer el libro con ella, mientras respondió con la cabeza, NO, dieciocho se dio la vuelta y recordó que tenía el papel de los materiales, lo saco y escribió, “ERES LA PERSONA QUE ADMIRO, ERES LA PERSONA MAS BRILLANTE QUE DISTINGO”, se devolvió, dejo el papel en la mesa y salió corriendo de la biblioteca. Al abandonar el sitio se empezó a incendiar, todo estaba en llamas. A partir de

ese instante vio que todo puede arder y que este cuento no tenía un final feliz. Mientras dieciocho se convertía en cenizas solo pasaron cuatro imágenes por su cabeza. Por: CRISTIAN STEVEN PEÑA CUTA INSTITUCIÓN EDUCATIVA SILVINO RODRIGUEZ CLEI VI-1

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