¡Hola! Estos son algunos cuentos de los beneficiarios del Programa para la Atención Integral a la Primera Infancia de Sogamoso, Pesca, Aquitania y Paya de la Fundación ITEDRIS y el Bienestar Familiar. Léelos y vota por tu preferido en nuestra página WEB www.fundacionitedris.co
UN HERMOSO TESORO
En una tarde de primavera soledad, donde brilla un majestuoso espejo, que cuando termina la tarde atrae a todos los enamorados, allí es donde desarrolla tan amorosa y milagrosa historia: Juan y Margarita era una pareja enamorada de la vida; aquella tarde Juan invitó a su enamorada a una paseo por tan hermosas aguas del Lago de Tota y su destino era llegar a la isla San Pedro, donde Juan le pide a Margarita que sea su esposa, rodeados de dulce agua y de un hermoso cielo, ellos disfrutaban su paseo, sin imaginar lo que sucedería, llegaron a la isla y mientras caminaban por sus rocosos suelos, en el fondo de sus miradas resplandecía un brillo inigualable, entonces notaron que el sol se ocultaba y el agua se ponía turbia. Margarita se asustó y con gran fe invocó a su protectora la Virgen del Cármen y con sus ojos cerrados, abrazó fuertemente a Juanito, él apoyó sus suplicas, porque también estaba asustado, en medio de su desconsuelo vieron que el tal brillo desvanecía y al momento de llegar se fijaron que en el tronco estaba grabada la imagen de “LA VIRGEN DEL CÁRMEN”. Margarita y Juan asombrados y empezaron a gritar “La Virgen, la Virgen” y se arrodillaron a suplicarle por sus vidas y de repente escucharon una voz tierna que les decía: “No teman, no los abandonaré, soy su madre y protectora, vayan al pueblo y den testimonio de mí… Yo viviré y recibiré a todo aquel que necesite de mí”. Ellos rápidamente se devolvieron para su pueblo y llevaron a cuanta persona les creía lo que habían visto; al llegar a la isla, seguía allí tan maravilloso tesoro”, la imagen grabada de la “Virgen del Carmen”. Desde entonces cada año se celebra una Eucaristía en el lugar La Isla de San Pedro, donde reposa el recuerdo de nuestra madre y patrona. AQUITANIA
LA APARICIÓN DE NUESTRO SEÑOR DE LOS MILAGROS EN DAITO Cuentan que había unos leñadores que estaban cortando madera para llevar a sus hogares y talando un árbol, empezó a brotar agua y sangre, les llamó mucho la atención que fueron a llamar al párroco, ya que también estaba en el árbol la imagen de Nuestro Señor de los Milagros. El párroco y la comunidad mandaron cortar el árbol y sacaron 3 troncos, de los cuales uno reposa en la península de Daito, otro en la parroquia de Aquitania y el último en la cumbre. Se intentó llevar el árbol completo para el municipio de Tota pero no se logró. En conmemoración a este hecho, se hace un homenaje y le celebran las fiestas en enero, la fiesta del “Cuasimodo”, después de Semana Santa y el primer Domingo de diciembre. En enero traen a Nuestro Señor en lancha, lo devuelven a píe y en las otras dos fiestas lo llevan y lo traen a pie y en hombros, de ahí el nombre de la Parroquia de Nuestro Señor de los Milagros, donde mucha gente viene a celebrar sus festividades ya que él hace muchos milagros y la gente es muy devota a él.
AQUITANIA
“EL LAGO Y SU MISTERIOSA LEYENDA” Cuenta la leyenda que hace muchísimos años existía una vereda perteneciente al municipio de Tota, llamada Guaquira, la cual con el pasar de los años fue creciendo en la población y se convirtió en un pequeño pueblo llamado “Pueblo Viejo” el cual era habitado por una familia indígena, cuentan nuestros abuelos que en cierto caserío existía una poceta de agua, el cual debían cuidar. Un día el padre de familia salió con sus hijos, cada uno cargaba un jarrón de barro para llevar a la casa, fueron llenando los recipientes en la poceta y de camino a casa la niña por un pequeño descuido, dejó caer el jarrón, el agua se regó y según los antiguos, se forma el hoy llamado “Lago de Tota”. Sus islas son la familia conformada por papá, mamá, hija e hijo. (San Pedro – Santa Bárbara – Santa Helena y Santa Custodia), de ahí en adelante el pequeño caserío empezó a crecer, cuentan los ancestros que el pueblo lo sostiene una barra de oro gigante, la cual se encuentra en un extremo y llega a la puerta de la Iglesia, que quien logre llegar a la máxima profundidad del lago, tal vez podría visualizar, pero que si ocurre esto, se destruye dejando sin base al pueblo, por lo tanto terminará entre las aguas de Lago y se acabará la vida. Se ha llegado a murmurar que dentro de la Laguna, existe un pueblo y que en ocasiones se puede ver una ballena, pero nadie la ha confirmado porque nunca nadie ha podido encontrar la máxima profundidad de dicho lago, ni siquiera con equipos sofisticados. SOGAMOSO
MITO SOBRE EL ORIGEN DE LA LAGUNA DE TOTA La Laguna no siempre ha existido, antes de que las masas de agua cubrieran amplios terrenos, el lugar no era más que un hueco árido en el que no crecía yerba alguna. Una bola de fuego la recorría en las noches para luego hundirse en lo más profundo y llegaba a la morada de Busiraco, Dios de los infiernos. Por esos tiempos llegó Bochica profeta y hombre sabio venerado por los Muiscas, quienes enseñaron a la gente del poblado arte de la cerámica y el uso de dos plantas “algodón y fique”. También infundió en los indígenas el respeto y la comunicación con los dioses; la gente y el líder de las comunidades, un sacerdote recibió del profeta una piedra como una esmeralda, la cual era símbolo de pureza y suprema majestad, ésta piedra la tenían que portar todos los sacerdotes que sucedieran al primero. Pasaron varios años y el hueco árido albergó no solo al malvado Busiraca, sino también una serpiente negra guardiana del lugar, la aridez del inmenso hueco se fue trasladando a los poblados, la escasez, la sequía, el hambre, la sed y las enfermedades, mataban a los animales y humanos. El sacerdote de ese momento se llamaba Moneta, al ver la terrible de su pueblo, decidió ponerse en penitencia, ayuno y continua oración para que los dioses lo escucharán y ayudarán a la gente. Sin embargo la situación cada día peor, y ni una sola gota de agua tocaba la tierra, cuando aparecían nubes los ojos esperanzados de los indígenas, las admiraban, mientras tanto en el hueco Busiraco lanzaba viento con polvo que las disipaba. Un día el sacerdote el Moneta convocó a toda la gente en Suamox, ciudad sagrada, llegaron allí de todas las poblaciones cercanas, gente mal nutrida y cansada el líder se pronunció a la multitud con sólo una túnica blanca y la piedra en el pecho, les dijo que sus plegarias habían sido escuchadas por Chimichagua quien le dijo que reuniera a toda su gente a hiciera una peregrinación hasta la cúspide de la roca que quedaba cerca al hueco árido y que allí hiciera homenaje a Bachué diosa de las aguas y la fertilidad, el pueblo siguió, a Moneta hasta la roca e hicieron pinturas y ofrendas a la diosa, además le hicieron un baile ceremonial, mientras los tambores sonaban los bailarines danzaba, la serpiente negra se retorcía y hacía ruidos de dolor y descontento, cuando finalizó el baile entró la bailarina principal usando una máscara negra y roja, danzó pegándole fuertemente al piso mientras la serpiente chillaba ofreció a Bachué un disco de oro y lo lanzó al hueco árido, hiriendo de muerte a la serpiente, se repartió la comida quedando infirmas porciones para cada uno. Mientras todos comían y dormían, el sacerdote oraba a los dioses. Al día siguiente presentó a su pueblo una nueva revelación; arrancó de su pecho la piedra que había dado Bochica en antaño y la lanzó sobre el cadáver de la serpiente de allí surgieron las aguas verdeazuladas que llenan el lago de Tota. Así se dio fin al hambre y la sed en la región.
AQUITANIA
LA TIERRA Y SUS HADAS MADRINAS Había una vez un grupo de campesinos que tenían sus hogares en malas condiciones, pero ellos sabían que la madre naturaleza tenía mucho que brindar, entonces decidieron laborar la tierra. Empezaron a realizar parcelas para generar un mayor progreso, la unión entre las familias de la mejor herramienta de trabajo, con mucho amor y esfuerzo lograron sembrar semillas, no sólo en las parcelas sino también en la tierra, en el vientre de sus esposas crecían nuevas vidas que llegarían llenas de grandes, buenas bendiciones y esperanzas. En esos días se presentaron sequías, desolación, falta de alimentos y mucha tristeza, sin embargo, permanecía la esperanza de que un milagro llegaría y toda la suerte cambiaría. Y así sucedió, el cielo resplandeció con el nacimiento de todos los bebés de los hogares campesinos, y sí en todas las familias nacieron solamente niñas, pero no sabían que ellas serían el tan esperado milagro, los hombres decepcionados al ver que no eran varones que en un futuro ayudarían a labrar el campo, perdieron la esperanza y se desanimaron a continuar trabajando en el campo. Mientras ellos renegaban por el nacimiento de sus hijas, llegó una tormenta con la cual toda su siembra creció y empezó a florecer, al cabo de unas horas pudieron salir de sus hogares y encontrar alimentos los cuales nunca volvería a tener hambre, al suceder esto, sus familias se alegraron y se fueron más unidas. El tiempo pasó y aquellas hermosas hadas madrinas fueron creciendo entre los bellos campos verdes, con su nacimiento trajeron mucho entusiasmo, llenando de encanto. La esperanza nunca se pierde fue la enseñanza para todos aquellos trabajadores luchadores del campo.
AQUITANIA
EL MITO DE LA LOMA
Había una vez mucha gente que hablaba sobre el oro de una loma, esta estaba situada en un barrio muy concurrido de Sogamoso, ellos contaban que en la loma se abría por un lado y que las personas que miraran quedarían hipnotizadas por su gran belleza, además estaba lleno de mucho oro. Se decía que las personas podían entrar y tomas dos o tres cosas de oro por mucho, de lo contrario la montaña se cerraría atrapándolos para siempre. En una ocasión unos señores hicieron caso omiso de la advertencia y al salir se dieron cuenta que les costaba moverse y al mirar hacia el piso se dieron cuenta que sus pies se estaban volviendo de oro, quedando en ese lugar para siempre. Pasó el tiempo y la loma nuevamente se abrió, y para sorpresa de todos encontraron a los señores convertidos en estatuas de oro. Desde ese momento la loma no se volvió a abrir.
SOMAGOSO
SIMÓN BOLIVAR EN PAYA - BOYACÁ Mi abuela celestina hace muchos años cuando yo era pequeña, me sentaba al pie del fogón de piedra para relatarme esta historia, ella contaba que sus padres le decían que, para un 27 de junio de 1819, Simón Bolívar antes de llegar a Paya, pasó por la vereda San Miguel (actualmente Llano Miguel) por el hecho de que las tropas de Bolívar acamparon en la finca de don Miguel, debido a que era un territorio bastante plano y se le dio el nombre de Llano Miguel. En aquel sitio donde Miguel le regaló dos bueyes para que se alimentara Simón Bolívar, de esta vereda dice mi abuela, que también salió una mujer que se unió las tropas para luchar vestida de hombre sin que le notaran que mujer, ella peleó con los españoles en las termopilas. Bolívar y sus tropas se trasladaron a un cerro al cual se le dio el nombre de “El Cerro de Simón Bolívar” ya que era un sitio estratégico, para esconderse y atacar allí las tropas españolas. Desde este cerro se planificó cómo se realizaría la batalla y decidieron atacar con flechas hasta llegar las termopilas donde pelearían con lanzas y bayonetas; contaba mi abuela que al notar Bolívar que los españoles se debilitaron decidieron atacar con las tropas que iban a caballos y a píe. Los españoles decidieron huir por un túnel que conectaba el lugar de las termopilas hasta el río papayero y al pasar por el otro lado del río los españoles derribaron el Puente de Bolívar, al notar esto decidieron no seguirlos, debido que el río estaba demasiado crecido y también podían ser emboscados, es por ello que Bolívar y sus tropas deciden devolverse y tomar la ruta hacia Pisba. En Pisba por el gran frío que hacía Bolívar, pierde la gran mayoría de su tropa, ya que sus soldados provenían del Casanare. Allí desmotivado y con poco ejército Bolívar se marcha para continuar su recorrido Libertador. Hoy en día se encuentra en Paya el lugar turístico de las termopilas, siendo unas gran estrella de 8 puntas.
PAYA
EL TEMPLO DEL SOL Érase una vez una familia indígena, que vivía cerca al riachuelo de Moniquirá, en una enorme bahía de forma circular, con techo de paja, su piso era de esterilla, no tenía ventanas y las columnas eran de enormes guayacanes, ellos tenían muchas riquezas, en su interior había un sol grande el cual adoraban, porque para ellos era un dios, ellos vivían muy felices en este lugar. Una noche llegaron unos hombres a llevarse todas sus riquezas, mientras recogían todo accidentalmente incendiaron el lugar con las velas que llevaban para alumbrar, afortunadamente la familia logró escapar, pero estaban muy tristes por lo sucedido, ellos veían como se quemaba su bahía sin poder hacer nada, todos se abrazaron y prometieron que siempre iban a permanecer juntos, se fueron para donde sus familiares. Después de algunos años, llegó un hombre muy adinerado, que se había dado cuenta de lo sucedido, y reconstruyó el templo del sol, éste era muy bonito, sus pequeñas aberturas servían de calentamiento, cada veintidós de diciembre el sol se proyectaba sobre el centro del templo. Cuando las personas de la comunidad se dieron cuenta de que había reconstruido el templo del sol, se pusieron muy contentas y fueron a verlo, quedaron muy asombrados al ver su inmensidad y hermosura, todos quedaron con una enseñanza en su corazón, que cuando ocurre algo malo es porque viene algo mejor como recompensa.
SOGAMOSO
MI BELLA VEREDA
Érase una vez, la abuela Inés contaba una historia que años atrás en mi bello pueblo existió una serie de circunstancias que lo hacían muy particular, desde hace más o menos unos cien años existió un territorio muy prospero; en los antiguos moradores sembraban grandes cosechas de cebada, trigo, maíz y arbejilla. Prueba de ello, aún existen unos vestigios que dan fe a ese momento, un majestuoso y bello molino para que éste funcionara, era con la fuerza del agua en el cual todos los campesinos llevaban sus granos para moles, de ésta manera se degustaban ricos envueltos, arepas, y sopas que hoy en día han desaparecido de la mesa actual, mientras los señores se encargaban de la molienda, las señoras del sector aprovechaban los días soleados y esplendidos para realizar las labores de lavar, esto ocurrirá una vez a la semana y era un momento especial para los niños porque se bañaban, jugaban mientras las señoras remojaban la ropa, tenían su tiempo para decir coplas, cantaban, se reían y contaban chistes, también llevaban el almuerzo. El lugar a donde iban a lavar era un río hermoso y de aguas tranquilas, es allí donde las abuelas le pusieron el nombre de Salto por la cascada y la lavandería por las señoras que se reunían a lavar. Ellas regresaban a sus hogares felices después de una larga labor.
LA MAGIA DEL LAGO
Hace mucho tiempo existía un pueblo indígena que no tenía agua, rezaban a su dios que era el sol para que lloviera porque hacía bastante tiempo que no llovía y se estaban muriendo de sed. Existía una serpiente mala que había hecho una maldición, esa era la razón d por la cual no llovía, el indígena bueno rezaba al sol para que lloviera, de repente por tantas oraciones que hacían, cayó un aguacero y la serpiente se empezó a dividir en pedazos. El pueblo que había quedó inundado y se empezó a formar el lago. Los pedazos de la serpiente quedaron formados en tres partes, las Islas. Entonces empezamos a existir nosotros, pero toso era diferente porque ya teníamos agua, los niños crecieron en mejores condiciones, jugaban, disfrutaban del agua; entonces el lago se volvió un mejor sitio turístico.
SOGAMOSO