Estas leyes desconocen los derechos de los pueblos amazónicos sobre sus territorios ancestrales y el uso de sus recursos, y no fueron realizadas con la participación, menos aun con la consulta de los pueblos indígenas que se verán afectados por dichas leyes. Las movilizaciones del año pasado fueron una clara respuesta de oposición a estas leyes y a la presencia de las compañías multinacionales en territorios indígenas. Quito, 8 de Mayo del 2009 Excelentísimo Señor Presidente,