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TRES ACCIONES DE CONSERVACIÓN, MANIPULACIÓN Y PROCESAMIENTO DE PESCADO QUE MEJORAN MEDIOS DE VIDA
by FUNDATUN

Traducción adaptada del artículo Neil Palmer de CGIAR - 10 de enero de 2025
Un interesante artículo titulado “Empoderamiento de las mujeres y justicia climática: Tres acciones de conservación, manipulación y procesamiento de pescado que mejoran los medios de vida en la región de Kenia en el Lago Victoria” se publicó en la web del Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional (Consultative Group on International Agricultural Research – CGIAR) iniciando el año; mismo que se torna muy apropiado para darlo a conocer entre un público más general y de habla hispana, ya que el original está en inglés. Su relevancia radica en su contribución con tres interesantes propuestas que se enfocan en aumentar la calidad del producto pesquero y/o disminuir el desperdicio de alimentos; las cuales pueden ser consideradas en el contexto actual del país.
EL ARTÍCULO

Cuando se prueban tres innovaciones tecnológicas diferentes y la respuesta de las comunidades participantes es un pedido entusiasta de "más grande y mayor envergadura", se confirma que se está haciendo algo bien.
Así ha sido para Rahma Adam, científica sénior y líder de Impacto de Inclusión Socioeconómica en el Centro Internacional para la Gestión de los Recursos Acuáticos Vivos (International Center for Living Aquatic Resources Management – ICLARM); mejor conocido como WorldFish.

Rahma y su equipo introdujeron las cámaras de secado solar, los hornos para ahumar pescado y los congeladores solares en las comunidades pesqueras de Kenia en el Lago Victoria. Esto forma parte de su trabajo en el marco de la Iniciativa sobre Alimentos Acuáticos, de la iniciativa sobre Diversificación para Ecosistemas Agroindustriales Resilientes en África Oriental y Austral (conocida como Ukama Ustawi) y de la Plataforma de Impacto de Género, todas pertenecientes al CGIAR. Acciones que han sido un éxito rotundo. Rahma afirmó que “Todos quieren algo más grande y de mayor envergadura”.

El trabajo se propuso abordar algunos de los principales desafíos para las comunidades pesqueras de la región: la seguridad alimentaria, la pérdida y la mejor preservación del producto pesquero (consultar video WorldFish, 2024).
El Lago Victoria, el segundo lago más grande del mundo, sustenta a unos 200.000 pescadores de Kenia, Tanzania y Uganda; con más de 50 millones de personas que dependen de él, directa o indirectamente, para su sustento. Sin embargo, al ser el pescado un producto altamente perecedero, las comunidades pesqueras tienen poco tiempo para conservar, consumir o vender sus capturas antes de que se echen a perder; generalmente, poco más de dos días. Esto resulta en desperdicios innecesarios y en la pérdida de alimentos e ingresos.

El Cambio Climático está empeorando la situación. Las temperaturas medias anuales y las precipitaciones en la región han ido en aumento durante las últimas cuatro décadas. El aumento de la temperatura del agua del lago, entre otros factores de estrés bióticos y no bióticos, también ha afectado a las poblaciones de peces; lo que a su vez ha contribuido a conflictos, enfermedades, y ha contribuido a dejar más expuestas a comunidades ya vulnerables.
Las más afectadas son las numerosas mujeres que se dedican a las actividades pesqueras posteriores a la captura, así como las que utilizan métodos tradicionales para secar una de las capturas más importantes de la región; un pequeño pez, el ciprínido plateado (Rastrineobola argentea), al que los lugareños llaman Omena o Dagaa. Cualquier mañana, en la orilla de la región keniana del Lago Victoria, el suelo parece brillar mientras estos diminutos ciprínidos plateados se secan al sol; generalmente en redes de pesca tendidas en el suelo. Durante horas, las mujeres barren el pescado para voltearlo y asegurar un secado uniforme.

Pero el aumento de las precipitaciones asociadas al Cambio Climático implica que ahora hay más días nublados; lo que a su vez implica un secado más lento y una mayor probabilidad de que el pescado se eche a perder. También existen preocupaciones de higiene relacionadas con el secado del pescado de esta manera, puesto que es fácil que el pescado se contamine con polvo y suciedad; sumado al riesgo de saqueo por las omnipresentes bandadas de garcetas y perros. Cuanto más tiempo necesiten secarse, mayor es el riesgo.
EL ÉXITO TENTATIVO DE LOS SECADORES SOLARES

La primera acción del equipo de Rahma apoyó la construcción de cámaras de secado solar (tipo tienda de campaña) para las comunidades del condado de Migori, principalmente para facilitar el secado de Omena. Los secadores parecen invernaderos, con paredes de polietileno en lugar de vidrio, y en su interior contienen rejillas de secado elevadas del suelo. Una pequeña cámara de secado solar puede secar unos 150 kg de Omena en un par de horas en días soleados y, lo que es más importante, los secadores siguen funcionando en días nublados. Al estar cerrados de forma segura, también permiten a las mujeres realizar otras tareas, en lugar de pasar la mañana barriendo el pescado o ahuyentando a los saqueadores. También se implementaron una serie de protocolos sanitarios para la manipulación segura del pescado.
Olger Auma Radney, jefa del subcondado de Muhuru y líder del Grupo de Mujeres Samaki, afirmó que el secador había transformado la vida de la comunidad pues “Ellas ahora pueden secar el pescado cuando lo necesitan y sus clientes se benefician de una manipulación más segura”. Ella también vislumbró el potencial de lo que la comunidad podría lograr con más secadores, y de mayor tamaño.

Durante una llamada de cortesía a George Ochola, Director de Pesca y Economía Azul del condado de Migori, Rahma compartió una actualización sobre la incorporación de una secadora mucho más grande en el condado; una con diez veces más capacidad de secado. "¡Por favor, traigan cinco más!", intervino George rápidamente. Puede que sea una ilusión, pero refleja la rapidez con la que se ha corrido la voz sobre las secadoras y el potencial que muchos ven en ampliar su uso.
LOS CONGELADORES QUE FUNCIONAN CON ENERGÍA SOLAR ABREN NUEVAS OPORTUNIDADES
La segunda acción fue en el subcondado de Nyandiwa, en el condado Homa Bay; el mayor condado ribereño de la región keniana del Lago Victoria.

Aquí, el grupo de mujeres Luor Ber Suna Ladies, compuesto por 40 integrantes, recibió un congelador horizontal del proyecto. Instalado en la casa de una de sus socias, funciona con paneles solares en el techo y baterías que garantizan su funcionamiento ininterrumpido. Los congeladores han permitido a las Suna Ladies afrontar simultáneamente el problema de la rápida pérdida de calidad (perecibilidad) del pescado, así como el reto de una electricidad poco accesible y nada fiable al mismo tiempo. El pescado se puede almacenar de forma segura en este congelador durante varios meses.
Inicialmente diseñado para que el grupo de mujeres conservara su propio pescado, el congelador se ha convertido en un recurso utilizado por la comunidad en general; donde las Suna Ladies cobran una pequeña tarifa por kilo de pescado conservado. Los paneles solares incluso se utilizan para cargar las linternas que los pescadores usan en sus barcos.
Los congeladores también son un potencial punto de inflexión en otros aspectos: las Suna Ladies están considerando ahora expandirse a la acuicultura; ya que saben que siempre podrán conservar por más tiempo lo que cosechan.
HORNOS QUE HUMEAN

La tercera acción fue un horno para ahumar pescado, instalado en la aldea de Nyachebe, en el subcondado de Mbita, también en el condado Homa Bay. Ubicado a la sombra de un jardín comunitario, el horno parece un horno industrial con una pequeña chimenea y es operado por miembros del grupo de mujeres Good Start.
Los pescados medianos y grandes, como la Tilapia y la Perca del Nilo, se preparan y se colocan en una parrilla grande. Con la puerta del horno cerrada, se llena la cámara de combustión inferior con leña, mazorcas de maíz desgranadas y otros combustibles; para posteriormente prender el fuego. En poco tiempo, la chimenea empieza a humear y el proceso está en marcha.
El ahumado tarda unas dos horas, dependiendo del tamaño de las porciones de pescado. Una vez ahumado, el pescado dura hasta seis meses. Es una gran ventaja para una comunidad que normalmente necesita llevar el pescado al mercado con prisas y esperar venderlo el mismo día, y que necesita volver a freír el pescado sobrante para que dure más.
Mary Awour, de Good Start, nos cuenta que antes de tener el horno, era normal ver niños corriendo por el pueblo entre semana. Ahora todos los niños van a la escuela, porque los miembros pueden pagar la matrícula gracias a los ingresos del pescado ahumado.

El grupo de mujeres también ve el potencial del ahumado de pescado como un negocio en expansión. Podrían convertirse en un centro de ahumado de pescado para toda la zona, cobrando una tarifa por el servicio, afirma Rahma. "Están entusiasmados", continúa. Quieren expandir su negocio. Quieren hornos de ahumado más grandes; quieren más hornos de ahumado. Quieren verse prosperando en la producción de pescado ahumado. El proyecto también está apoyando al grupo de mujeres a cosechar un aceite de pescado con omega 3 (un subproducto del proceso de ahumado); ayudándoles a refinarlo, empaquetarlo y, con suerte, algún día venderlo.
EL CAMINO POR SEGUIR
Si bien Rahma y sus socios de proyecto buscan llevar estas innovaciones a más zonas de la región de Kenia en el Lago Victoria; también están adoptando un enfoque más amplio para los medios de vida basados en la pesca. Ellos están trabajando junto al gobierno del condado Homa Bay para apoyar políticas pesqueras y acuícolas con perspectiva de género en el lago . Esto incluye el desarrollo de programas de formación profesional, la colaboración con universidades y el sector privado para apoyar a pequeñas empresas de acuicultura para mujeres y jóvenes; así como colaborar con industrias artesanales relacionadas con el sector de procesamiento de pescado. “Es un viaje que recorreremos juntos”, dijo Rahma.
INFORMACIÓN ADICIONAL
El trabajo fue financiado por la iniciativa Ukama Ustawi: Diversificación para Ecosistemas Agroindustriales Resilientes en África Oriental y Austral, la Iniciativa sobre Alimentos Acuáticos y la Plataforma de Impacto de Género del CGIAR. Fue implementado por WorldFish, con el apoyo del Gobierno del Condado de Homa Bay, el Gobierno del Condado de Migori, la Universidad Tecnológica de Murang'a y el Instituto Ambiental de Estocolmo en África (SEI África).








Contribuye al Objetivo de Desarrollo Sostenible 13 (ODS 13) de la Organización de las Naciones Unidas sobre acción por el clima, Al ODS 5 que busca lograr la igualdad de género y empoderar a las mujeres y las niñas. Además, al ODS 14 sobre la vida submarina y centrándose especialmente en los alimentos acuáticos; donde es fundamental para los medios de vida, la seguridad alimentaria y nutricional de más de 800 millones de personas en países en desarrollo. Si bien estos tres ODS son intrínsecamente importantes, también son factores clave para el logro de otros ODS que apuntan a la reducción de la pobreza y la mejora de la seguridad alimentaria y nutricional.
FUENTES DE INFORMACIÓN:
Palmer N (2025). “Women's Empowerment and Climate Justice: Three fish preservation, handling and processing interventions improving livelihoods in Kenya’s Lake Victoria region”. CGIAR Initiative on Aquatic Foods. Disponible en https://tinyurl.com/bdzx9cem
Worldfish (2024). “Three climate-smart interventions for fishing communities in Lake Victoria, Kenya”. YouTube. Disponible en https://tinyurl.com/bdmmhth7