REPERCUSIÓN DE LAS MEDIDAS DE ACOMPAÑAMIENTO DE LA POLÍTICA AGRÍCOLA COMÚN EN EL DESARROLLO REGIONAL FORESTACIÓN DE TIERRAS AGRARIAS EN EXTREMADURA
CONTENIDO 1. Introducción 2. Dimensiones del programa de forestación en Extremadura. Decretos 95/93 y 85/96 3. Repercusión de la aplicación del programa en Extremadura 3.1.
Repercusión socioeconómica
3.2.
Repercusión ambiental
3.3.
Repercusión territorial. Desarrollo rural
3º Congreso de Ordenación del Territorio Ricardo Romero Pascua Ingeniero de Montes Diplomado en Ordenación del Territorio
RESUMEN: REPERCUSIÓN DE LAS MEDIDAS DE ACOMPAÑAMIENTO DE LA POLÍTICA AGRÍCOLA COMÚN EN EL DESARROLLO REGIONAL. FORESTACIÓN DE TIERRAS AGRARIAS EN EXTREMADURA Se describe el desarrollo y la repercusión territorial de una de las medidas de acompañamiento de la Política Agrícola Común en Extremadura, la repoblación con especies forestales en terrenos agrícolas o ganaderos. Aunque el programa de forestación de tierras agrarias no pueda considerarse un plan forestal regional por carecer de un planeamiento previo de los territorios destinados a la repoblación, la importancia económica del programa ha tenido gran repercusión en la Comunidad Extremeña, con la asignación de un uso alternativo a la actividad agrícola o ganadera en los terrenos afectados. La trascendencia de las actuaciones forestales en el territorio extremeño ha abarcado aspectos ambientales y económicos, al revitalizarse el sector forestal y servicios asociados a él a través de considerables inversiones, con las implicaciones ambientales que la repoblación forestal y las mejoras de bosques llevan aparejadas. Son evidentes las consecuencias positivas en el desarrollo rural extremeño derivadas de estas inversiones, cuya finalidad es la reconversión al sector forestal de terrenos anteriormente destinados a la agricultura y la ganadería. Destaca entre ellas la diversificación de las actividades económicas en el sector agrario suponiendo nuevas alternativas de aprovechamiento del suelo, así como generación de empleos rurales estacionales que contribuyen a la formación y complemento de rentas y fijación de población. El uso forestal conjuga la función socioeconómica con la ambiental, gracias a la creación de montes que conforman atractivos paisajes demandados por la sociedad y que constituyen hábitats para un gran número de especies animales. SUMMARY: REPERCUSSION OF THE COMPLEMENTARY PLANS OF THE COMMON AGRICULTURE POLICY ON THE REGIONAL DEVELOPMENT. AGRARIAN AFFORESTATION IN EXTREMADURA We try to describe the development and the territorial repercussion of one of the complementary plans on the Common Agriculture Policy in Extremadura: the reafforestation with forest species on agricultural or cattle land. Although the programme of agrarian afforestation cannot be considered a regional programme for lack of previous planning of the land to reafforest, the economic importance of the programme has had a great repercussion on the Comunidad Extremeña, with the assignment of an alternative use to the agricultural or cattle activity on this land. The importance of the forest actions in Extremadura has taken in two aspects: On the one hand, the environmental consequences that the reafforestation and the improvement of forests brings about, and on the other hand, the economic repercussion because of the development of the forest sector and services that have to do with it through considerable investment. The positive consequences of this investment, whose purpose is the conversion of arable and cattle land to forest land are obvious. One of the most important consequences is the creation of new economic activities in the agrarian sector, introducing new uses of the ground as soon as the creation of temporary rural employment which make the increase of income possible and the stability of the population. Another consequence is the creation of woodland with attractive landscapes where a great amount of animal species can live. 1
1. INTRODUCCIÓN En la reforma de la Política Agrícola Comunitaria del año 1992 se establecieron como medidas de acompañamiento tres Reglamentos, cuyo principal objetivo era la compensación de las pérdidas de renta que sufrirían los agricultores al aplicar el nuevo régimen productivo en cultivos sometidos a una organización común de mercados. La finalidad de estas medidas era reforzar las iniciativas para la reducción de los productos agroganaderos excedentarios europeos. Con la adopción, el 16 de julio de 1997 del documento "Agenda 2000" la Comisión Europea se compromete a garantizar la competitividad de la agricultura europea y la viabilidad de la economía rural. Se persigue un desarrollo rural duradero, con el múltiple objetivo de garantizar la seguridad y calidad de los productos alimentarios, proporcionar a los agricultores unos ingresos equitativos y estables y atender a los imperativos medioambientales. La Agenda 2000 fomenta el desarrollo de actividades complementarias o alternativas, generadoras de empleo, para atajar el éxodo rural y mantener el tejido social y económico de los espacios rurales. Se mantienen por tanto en la Agenda 2000 y para toda la UE, las tres medidas de acompañamiento de reforma de la PAC de 1992 al amparo de los tres Reglamentos antes mencionados: • Reglamento CEE nº 2078/92 del Consejo, de 30 de junio de 1.992, sobre medidas agroambientales, destinadas a respaldar los esfuerzos suplementarios que realizan los agricultores en favor del medio ambiente, como métodos de producción menos intensivos, gestión de los espacios y recursos naturales, favorecer la biodiversidad. • Reglamento CEE nº 2079/92 del Consejo, de 30 de junio de 1.992, que establece un régimen comunitario de ayudas para la jubilación anticipada de los agricultores, orientadas a dinamizar y modernizar la agricultura allí donde existan nuevos agricultores que puedan garantizar su viabilidad o, en caso contrario, a crear actividades alternativas adecuadas. • Reglamento CEE nº 2080/92 del Consejo, de 30 de junio de 1.992, para la adopción de medidas de forestación y valorización de la función económica, ecológica y social de las actividades forestales en tierras agrarias. 2
La financiación de estas medidas está compartida en el caso de Extremadura al 75% con el FEOGA-G, por ser región objetivo 1. El 25% restante se cofinancia a partes iguales entre la Comunidad Extremeña y el Estado Español. El programa comunitario de ayudas a las repoblaciones forestales en territorios destinados a la agricultura, se apoyó en fundamentos económicos y ecológicos. El Reglamento 2080/92 establece un régimen comunitario de ayudas a las medidas forestales en la agricultura. En éste se considera que la forestación de las superficies agrarias es de una importancia especial para la UE por razones diversas: • uso alternativo del suelo y mejora medioambiental, contribución a la reducción del déficit de recursos selvícolas en la UE, y como complemento de la política comunitaria de gestión de la producción agraria; • las operaciones de forestación de las superficies retiradas de la producción agraria en los últimos años han sido poco satisfactorias (Reglamento CEE 2328/91, en que no se contemplaban las primas por pérdidas de ingresos); • la mejora de las superficies forestadas en explotaciones agrarias puede contribuir a aumentar los ingresos de la personas que trabajan en la agricultura; y en especial, debido a la estructura y a los problemas particulares de la producción de corcho, es preciso reforzar las medidas destinadas a conservar, densificar y mejorar los alcornocales existentes. Así, el Reglamento 2080/92 crea un régimen de ayudas cofinanciado por la Sección Garantía del FEOGA con varios fines: • acompañamiento de los cambios previstos en el contexto de las organizaciones comunes de mercado, • contribución a la mejora a largo plazo de los recursos forestales, • contribución a la gestión del espacio natural de forma respetuosa con el medio ambiente, • lucha contra el efecto invernadero y absorción de dióxido de carbono. Este régimen comunitario está dirigido a: • la utilización alternativa de las tierras agrícolas a través de la forestación y • el desarrollo de las actividades forestales en explotaciones agrarias.
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En Extremadura, la aplicación del programa de forestación se realizó a través del Decreto 95/93 de 20 de julio, por el que se desarrolla en la Comunidad Autónoma el Real Decreto 378/93 de 12 de marzo, de ámbito nacional. Posteriormente se promulgó el Real Decreto 152/96 que derogó el 378/93 y del mismo modo, se publicó en Extremadura el Decreto 85/96, por el que se ha regido el programa en los últimos años. Los buenos resultados del programa en Extremadura han sido el fruto de la aceptación del programa de repoblación por un buen número de agricultores y ganaderos, que han decidido destinar la totalidad o parte de sus terrenos para su conversión en superficie forestal, acogiéndose a las ayudas contempladas en el programa. Estas ayudas se materializan en cinco apartados: 1. Gastos de forestación. Destinadas a cubrir la totalidad los gastos de implantación de árboles forestales en tierras agrarias, siempre que se utilicen las especies señaladas en anexos 1,2 y 3 del Decreto 85/96 y sean considerados los criterios de viabilidad adecuados para la introducción de cada especie. 2. Prima de mantenimiento. Su finalidad es cubrir los gastos de reposición de marras de las plantaciones y otras operaciones culturales que aseguren el mantenimiento de las mismas. Se trata de una cantidad anual establecida por hectárea forestada, concediéndose los primeros cinco años de la repoblación. 3. Prima compensatoria por pérdida de renta agraria. Cubren el objetivo de la compensación de la pérdida de ingresos derivada de la forestación de las tierras que con anterioridad tenían un aprovechamiento agrario. Será establecida mediante el cálculo de una cantidad anual por hectárea forestada, abonada a partir del establecimiento de la repoblación y con una duración de 20 años. 4. Mejora de alcornocales. Destinadas a cubrir las inversiones realizadas para conservación, desarrollo, mejora y regeneración de alcornocales. 5. Mejora de superficies forestadas. Dirigidas a incentivar inversiones que se lleven a cabo en superficies agrarias arboladas con especies forestales, en montes con bajas densidades de arbolado (dehesas) y siempre que las mejoras se refieran a: - Densificación - Desbroces - Apostados - Tratamientos contra agentes nocivos 4
- Infraestructura de apoyo contra los incendios forestales Durante los años 1993 a 1996, se produjeron cuatro convocatorias para presentación de proyectos. Tras su revisión técnica y administrativa y la posterior realización de un gran número de ellos hasta el año 2000, se ha alcanzado en Extremadura en la fecha actual una superficie repoblada con especies forestales de 72.000 hectáreas, así como mejoras de unas 100.000 hectáreas de superficies adehesadas y de monte mediterráneo. Es una superficie importante ganada para el sector forestal, que toma así mayor relevancia en las explotaciones agrarias. Esto demuestra el potencial de desarrollo de este sector como alternativa a la actividad agraria convencional, basada en los sectores agrícola y ganadero, que encuentran dificultades para su mantenimiento en determinadas zonas en las actuales condiciones del sector agrario. El futuro del programa de forestación de tierras agrarias queda enmarcado dentro del Reglamento (CE) nº 1257/1999 del Consejo, de 17 de mayo de 1999, sobre la ayuda al desarrollo rural a cargo del Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícola (FEOGA). El Reglamento 1257/1999 nace con una filosofía diferente en el tratamiento del desarrollo rural, enfocando de una forma más global el ámbito rural mediante la consideración de todas y cada una de sus vertientes, e integrándolas en un mismo cuerpo. Se pasa de considerar sólo la faceta agraria a adoptar una visión íntegra del ámbito rural. Con ello se pretende apoyar las medidas de mercado de un sector agrario cada vez más competitivo, ofreciendo soluciones alternativas a problemas estructurales surgidos en la actividad agraria convencional. Este Reglamento establece cuatro medidas de acompañamiento: • Agroambientales • Jubilación anticipada • Forestación de tierras agrarias • Zonas desfavorecidas y zonas con restricciones ambientales. En el Reglamento 1257/1999 se dedica el Capítulo VIII a la Selvicultura, contemplando en sus artículos 29, 30, 31 y 32, ayudas para del desarrollo de los montes en zonas rurales y también la forestación de tierras agrícolas. Ésta se desarrolla en el artículo 31, estableciendo la concesión de una ayuda para la forestación de tierras agrícolas, que podrá incluir los costes de plantación, una prima anual por hectárea forestada para cubrir
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los costes de mantenimiento durante un período máximo de cinco años y una prima anual por hectárea para cubrir durante un período de hasta veinte años las pérdidas de ingresos que suponga la forestación de tierras cultivadas antes de ella. El Reglamento (CE) nº 1750/1999 de la Comisión, de 23 de julio de 1999, establece las disposiciones de aplicación del Reglamento 1257/1999 y define los territorios susceptibles de ser ocupados por especies forestales al amparo del programa de forestación de tierras agrarias. Estos terrenos deben tener unos determinados aprovechamientos agroganaderos anteriores, es decir, deben ser terrenos cultivables, pastos, pastizales permanentes o cultivos perennes, cuyos aprovechamientos sean abandonados y sus superficies convertidas en terrenos forestales mediante repoblaciones con especies propias del ámbito forestal. Es la Sección 8 de este Reglamento (CE) 1750/1999 la que establece las disposiciones de aplicación del mencionado Capítulo VIII de Selvicultura del Reglamento 1257/1999. En España se promulgó el Real Decreto 6/2001, de 12 de enero, sobre fomento de la forestación de tierras agrícolas, para dar cumplimiento a los objetivos de la normativa comunitaria. Va dirigido a “promover la forestación de tierras agrícolas, contribuyendo a diversificar la actividad agraria, así como las fuentes de renta y empleo, contribuir a la corrección de los problemas de erosión y desertización que sufren determinadas zonas españolas, así como a la conservación y mejora de los suelos, la conservación de la fauna y flora, la regulación del régimen hidrológico de las cuencas y a una gestión del espacio natural compatible con el equilibrio del medio ambiente, favoreciéndole desarrollo de ecosistemas forestales beneficiosos para la agricultura y, por último, estas ayudas se dirigen a contribuir a la disminución del riesgo de incendios forestales y a la mejora de los recursos forestales”. Aún no ha sido desarrollado en Extremadura el Real Decreto 6/2001 de ámbito nacional. Esta aplicación del Real Decreto deberá hacerse mediante un Decreto que sirva de plan regional y recoja por lo tanto todas las particularidades y necesidades especiales del territorio extremeño para llevar adelante el programa.
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2. DIMENSIONES
DEL
PROGRAMA
DE
FORESTACIÓN
EN
EXTREMADURA. DECRETOS 95/93 Y 85/96 Se analiza en el presente apartado la andadura del programa desde sus orígenes en el año 1993 hasta el fin del año 2000, años que han constituido el primer período de aplicación de esta medida de acompañamiento de la PAC en España y también en Extremadura al amparo de los decretos 95/93 y 85/96. Si bien era un programa quinquenal, 1993-1997, después se amplió hasta el año 2000, lo que ha permitido cumplir con las previsiones de superficie, al ampliar el plazo de finalización de las obras del
programa. Esta ampliación de tiempo no supuso aumento de la asignación
presupuestaria. Para conocer el alcance en Extremadura, Comunidad Autónoma Española con un territorio de 41.602 Km2, del programa de repoblaciones forestales en tierras agrícolas desde el año 1993 hasta la actualidad, aportaremos algunas cifras que nos aproximarán a la magnitud de las inversiones y de las obras realizadas. La inversión prevista en Extremadura era de 32.000 millones de pesetas para repoblar 80.000 hectáreas y realizar tratamientos selvícolas en otras 45.000.
PREVISIONES INICIALES PERIODO 1994-2000 Inversión económica de 32.000 millones de pesetas Repoblación en 80.000 ha. Mejoras de superficies forestadas en 45.000 ha. Incidir especialmente sobre La Dehesa.
En el recuadro siguiente se observa que, como ya se ha dicho en este informe, las actuaciones realizadas a lo largo de los años de aplicación del programa, empleando la totalidad de la inversión, cumplen los objetivos previstos. Se llega a casi la totalidad de las hectáreas de repoblación previstas y se superan con creces las mejoras en superficies arboladas, es decir, en dehesas de alcornocal, encinar y rebollar. 7
ACTUACIONES REALIZADAS EN PERIODO 1994-2000 Repoblación forestal realizada: 72.127 ha. Mejoras y tratamientos selvícolas: 106.563 ha. Más del 95 % de las ayudas aprobadas se desarrollan en la dehesa o sus aledaños.
En la tabla siguiente se observa el número de expedientes tramitados a lo largo de las cuatro convocatorias que se produjeron a lo largo de los años de aplicación del programa. La última fue en el año 1996, fecha desde la que no se ha vuelto a aceptar la presentación de nuevos proyectos para su evaluación y aprobación, debido a que el cálculo de las previsiones de inversión que habría que realizar tras esta convocatoria hacía pensar que se agotaría el presupuesto, y de hecho así se ha cumplido. EXPEDIENTES DE REPOBLACIÓN FORESTAL. ABRIL DE 2.000 BADAJOZ Expedie ntes
CÁCERES
93
94
95
96
Total
Solicitados
177
156
249
669
Anulados
88
59
72
Aprobados
89
97
Pagados
89
Pendientes de Pago
0
TOTAL C.A.
93
94
95
96
Total CC
Extremadura
1.251
115
237
516
848
1.716
2.967
284
503
42
73
193
271
579
1.082
177
385
748
73
164
323
577
1.137
1.885
97
177
277
640
73
164
323
341
901
1.541
0
0
108
108
0
0
0
236
236
344
BA
De la observación de esta tabla se desprende que el programa de forestación de tierras agrarias arrancó con dificultades debido a las reservas de los potenciales beneficiarios, que recelaban de las actuaciones forestales auspiciadas por parte de las Administraciones Públicas. Contribuyó a esta falta de disposición el recuerdo de los consorcios forestales realizados desde los años 70 que, desafortunadamente, han
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supuesto muy bajas rentabilidades para los propietarios de terrenos consorciados, además de no poder disponer de estos suelos repoblados hasta la rescisión del consorcio. No obstante, no tardó mucho tiempo en regresar la confianza a los interesados cuando tras el primer año se comprobó que tras la realización de la repoblación los pagos prometidos se realizaban puntualmente, siempre que el beneficiario también cumpliera los requisitos y las disposiciones técnicas y ambientales exigidas por parte de la Administración. Ello se puede comprobar observando el despegue progresivo que experimentó el número de expedientes en cada convocatoria en ambas provincias, y sobre en todo en la provincia de Cáceres, en la que existen mayores superficies agrícolas marginales por sus características fisiográficas y edafológicas. También se puede ver el número de expedientes de repoblación y mejoras que en total han sido aprobados, que llegan a 1.885 de los cuales, prácticamente la totalidad han sido ejecutados. Muchos de los expedientes desestimados lo fueron por exigencias ambientales, al recaer sobre ellos informes ambientales negativos por ser terrenos pertenecientes a ecosistemas de falsas estepas de origen antrópico, que albergan ejemplares de fauna adaptados a las áreas abiertas, con aves como avutarda, alcaraván, sisones, gangas, ortegas y otras, y también otras especies menores. Las especies forestales usadas en la Comunidad Extremeña en las repoblaciones en tierras agrícolas, son las expresadas en la tabla siguiente, en hectáreas ocupadas y porcentaje respecto al total.
ESPECIES USADAS EN FORESTACIÓN A 31/12/1999 ESPECIES Encina Alcornoque Pino piñonero Pino negral Pino silvestre Rebollo Acebuche Castaño Otras frondosas TOTAL
HAS. 33.689 20.236 651 183 131 406 951 298 452 56.997
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PORCENTAJE 59,11 % 35,51 % 1,14 % 0,32 % 0,23 % 0,71 % 1,67 % 0,52 % 0,79 % 100,00 %
Son las frondosas las especies más usadas y en concreto, las pertenecientes al género Quercus, representativo de los montes y dehesas extremeñas. Las repoblaciones realizadas con especies de coníferas han sido escasas, en parte debido a la falsa creencia de que estas especies forestales tienen menor valor ecológico y también por negarse injustificadamente su existencia como formaciones naturales. El paisaje forestal arbolado más característico del territorio extremeño son las formaciones arbóreas con especies del género Quercus, encinas y alcornoques, lo que ha llevado a repoblar con estas mismas especies en casi todos los expedientes. No obstante, y en aras de la diversidad de especies, habría sido adecuado realizar repoblaciones más heterogéneas, dada la fragilidad de los ecosistemas mediterráneos, huyendo de las repoblaciones monofuncionales que tan criticadas fueron en el caso de los pinos con objetivos madereros. Las funciones requeridas de los montes por la sociedad actual son en gran medida el uso recreativo y la calidad del paisaje, es decir, beneficios indirectos ambientales y paisajísticos, que se ven favorecidos por la diversidad florística. En definitiva, es un programa de repoblaciones que no se trata de un plan forestal, ya que no se concibe como un planeamiento territorial encaminado a la creación de ecosistemas forestales que deberán cumplir objetivos determinados de producción, de protección y otros usos del monte. Siendo una medida cuya pretensión ha sido la detracción de terrenos productivos agrícolas y ganaderos, el resultado ha sido satisfactorio debido a las tentadoras primas compensatorias que el programa ha ofrecido y que han convencido a los beneficiarios. Éstos han repoblado sus parcelas de mayor o menor superficie, más o menos lejanas unas de otras y se ha conseguido en el territorio un mosaico de repoblados que suman un total de 72.000 hectáreas más a los terrenos forestales arbolados. Era impensable hace unos años el alcanzar esta cifra de repoblados en manos privadas, debido a los elevados y continuados desembolsos que supone la implantación y mantenimiento de especies forestales, sin un programa de ayudas de estas características.
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3. REPERCUSIÓN
DE
LA
APLICACIÓN
DEL
PROGRAMA
EN
EXTREMADURA 3.1.
REPERCUSIÓN SOCIOECONÓMICA Las consecuencias de la puesta en marcha y el desarrollo del Reglamento europeo
2080/92 en Extremadura han sido notables, permitiendo la revitalización de un subsector agrario como es el forestal, al que se le planteó la contratación de un gran número de obra forestal de repoblación. Se creó con ello un tejido empresarial para dar respuesta a la demanda de los beneficiarios de estas ayudas. Así, tanto la realización de los proyectos de obras de repoblación forestal como los cuidados culturales necesarios para el mantenimiento de los repoblados trajo consigo la generación de empleos, la contratación de maquinaria y la aparición de empresas de servicios accesorios, como la producción de planta y materiales para la protección de los repoblados. En ciertos Términos Municipales, con antiguos aprovechamientos agroganaderos que han ido configurado con el tiempo paisajes desarbolados, el programa ha tenido una gran incidencia, destinándose superficies importantes de estas explotaciones a la forestación. Alcántara, Cáceres, Santiago de Alcántara, Valencia de Alcántara, Brozas, Navas del Madroño, Alburquerque y algunos otros han visto cómo año tras año la superficie de repoblación ha ido aumentando. Los empleos generados en estos Términos Municipales y en sus aledaños han sido numerosos, no siendo difícil su cálculo en función de los rendimientos de obra, y que con la base de 72.000 hectáreas repobladas podemos pensar en unos 180.000 jornales, sólamente empleados en la implantación de las plantas en el campo. De igual forma se pueden calcular los jornales necesarios para la reposición de las plantas que anualmente se pierden por diversos motivos en los primeros años de la repoblación y que suponen una media del 25% anual. El abastecimiento de las plantas de vivero destinadas a la repoblación ha supuesto anualmente un número aproximado de 5 millones de plantas, sin contar tampoco la reposición de las marras antes mencionadas. Surgió por ello un importante número de viveros que se dedicaron a la producción de planta forestal, además de los ya existentes que diversificaron sus producciones destinando parte de sus superficies a hacer planta 11
de encina, alcornoque, rebollo, pino, madroño y otras. La producción de planta forestal, sobre todo del género Quercus ha experimentado en estos años notables avances tecnológicos, mejorando en gran medida la calidad de la planta que después sería utilizada en las repoblaciones. La recogida de la semilla más adecuada en cuanto a calidad y garantía genética de pertenecer a la misma región de procedencia debía realizarse anualmente para la producción de planta en vivero. Esta recogida y la posterior selección ha supuesto también una nueva actividad en el mundo rural que ha generado empleos en los viveros. El sector regional de la maquinaria empleada en obra forestal también ha experimentado un avance durante estos años, ya que la mayor parte de los trabajos de desbroce y preparación de los terrenos se han realizado mecánicamente, siendo éste el método más recomendado para el logro del éxito de la repoblación. La gran demanda de maquinaria en estos años para obras y mantenimientos ha hecho resurgir el sector, con aumento del número de bulldozers y demás maquinaria, debido al aumento de los parques de empresas ya existentes y también a la aparición de nuevos empresarios, antiguos maquinistas que invirtieron en la compra de maquinaria aprovechando la gran demanda existente. A lo largo de los años de los años de aplicación del programa de forestación, ha proliferado el número de empresas de servicios forestales. Alrededor de 50 empresas de mayor o menor tamaño son las que han trabajado, ofreciendo un servicio integral de gestión de las ayudas forestales a los potenciales beneficiarios de estas subvenciones. Redacción de proyectos tras la visita de campo, tramitación de documentación técnica y administrativa y ejecución de las obras hasta su certificación por ingenieros de montes o ingenieros técnicos forestales de la Administración. Además, muchos titulares de las repoblaciones han contratado con estas empresas los mantenimientos que deben realizarse durante los primeros de la repoblación, por los que perciben 40.000 pesetas por hectárea y año, tras la comprobación por parte de la Administración que se han realizado los cuidados culturales necesarios en cada superficie. En estas empresas han desarrollado su trabajo profesionales del sector forestal, ingenieros de montes, ingenieros técnicos forestales y capataces forestales, en la planificación y realización de las obras de repoblación y mejoras forestales. 12
Todas estas cifras relacionadas en los párrafos anteriores, pueden aparecer como la natural consecuencia del desarrollo del programa de repoblaciones forestales en tierras agrarias, de la aplicación en Extremadura del Reglamento (CE) 2080/92. Pero tienen una importancia añadida, ya que significan el arranque de una nueva actividad y también se podría decir de una cultura forestal, en el sector privado. Se trata por lo tanto de una nueva alternativa económica en el mundo rural que ha supuesto una ocupación añadida y que ha complementado la renta del agricultor, que ha pasado a ser selvicultor, al menos de forma parcial. Conviene recordar que las obras de repoblación forestal y las tratamientos selvícolas posteriores siempre habían sido realizados por las Administraciones Públicas a través de programas operativos o de otras líneas de actuación. La iniciativa repobladora privada no existía en los ecosistemas mediterráneos como son los extremeños, debido al largo tiempo necesario para obtener producciones y a la escasa rentabilidad de éstas, así como al elevado coste de los trabajos de repoblación y cuidados posteriores de los repoblados. Sólo algunas excepciones, como el caso del castaño (Hervás) o de algunas coníferas de crecimiento rápido (Sierra de Gata) permitían al selvicultor disfrutar de las producciones del monte, en estos casos de la madera. Pero especies forestales como el alcornoque y la encina, muy representativas del monte mediterráneo extremeño y de los ecosistemas agroforestales antropizados como las dehesas, raramente han sido repobladas en Extremadura a pesar de ser necesario en muchas zonas de progresivo deterioro de estos montes, debido a los motivos económicos que se ha apuntado anteriormente. Ha habido algunas excepciones, de siembras realizadas con bellota en pequeñas superficies por personas aficionadas a los terrenos arbolados, conocedoras de sus beneficios productivos y ambientales. Podemos concluir este apartado con la idea de que el sector forestal ha experimentado un inesperado desarrollo, constituyendo la dedicación fija o estacional de un gran número de personas, desde los nuevos selvicultores a todos aquéllos que han posibilitado la ejecución de las obras. Ha aparecido una nueva actividad, constituyendo una cultura forestal con la creación de oficios nuevos capaces de ofrecer alternativas de ocupación, que pueden contribuir a la fijación de la población rural gracias a unos
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recursos económicos y sociales producidos por estructuras socioeconómicas en que se puedan integrar los componentes de las sociedades rurales.
3.2.
REPERCUSIÓN AMBIENTAL. CONSERVACIÓN DE ECOSISTEMAS La implantación de especies forestales en terrenos con usos agrícolas y ganaderos
que han permanecido largo tiempo desarbolados, representa una evidente mejora ambiental. Salvado el temporal impacto visual de las obras de repoblación, los beneficios de la restauración de los terrenos deforestados son patentes e indiscutibles. Se han repoblado a través del programa, terrenos agrícolas marginales ganados a los terrenos forestales, en épocas en que la agricultura exigía mayor superficie ocupada. Son terrenos de clima mediterráneo que han sufrido una degradación por su transformación inadecuada en tierras agrícolas o por su dedicación a la ganadería con cargas ganaderas excesivas. Esto se ha manifestado en la pérdida sucesiva de arbolado, con consecuencias en las condiciones edáficas y en su diversidad florística. Los terrenos repoblados en Extremadura pueden considerarse como áreas recuperadas que constituirán en el futuro ecosistemas más diversos (menos degradados) con representaciones de especies forestales propias del monte mediterráneo. Serán capaces de reportar beneficios indirectos o externalidades entre los que, además de los beneficios sociales y culturales, se cuentan los efectos ambientales positivos: •
Conservación de suelos y protección frente a la erosión.
•
Disminución de la escorrentía y aumento de la infiltración de agua, es decir, regulación del ciclo hidrológico.
•
Constitución de refugio y alimento para la fauna doméstica y silvestre, cinegética y protegida.
•
Aumento de la diversidad biológica.
Las áreas repobladas, al no sufrir ya pastoreo por haber sido acotadas al ganado, en los primeros estadios de desarrollo en que se encuentran actualmente, ofrecen tranquilos refugios para gran cantidad de especies que antes eran molestadas por el ganado. Se ha notado un aumento de la densidad de las poblaciones de especies cinegéticas y
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protegidos en las áreas repobladas, en las que encuentran sus lugares de cría y ocupación. La actividad repobladora también se ha llevado a cabo en algunas dehesas extremeñas que contaban con densidades muy bajas de arbolado, llamadas oquedales. Se trata de sistemas agroforestales que, debido a su continuo aprovechamiento ganadero o cerealista y a los tratamientos y aprovechamientos forestales abusivos o mal realizados de forma consciente o no, no han realizado la regeneración natural del arbolado y se han quedado detenidos, perdiendo progresivamente un árbol tras otro por enfermedades y decrepitud, habiéndose llamado por ello dehesas fosilizadas o sistemas fósiles. Esto contradice la creencia de que los aprovechamientos tradicionales son respetuosos con el medio ambiente, y no siempre es así. La repoblación y acotamiento al ganado ha sido la manera de recuperar para el futuro estas masas arbolada que deben ser gestionadas desde la selvicultura mediterránea para asegurar su persistencia, conservación y mejora de la capacidad productiva, y el máximo rendimiento en utilidades diversas, objetivos de la política forestal. La creación de nuevos paisajes es otro efecto de la ampliación de la superficie de las masas arboladas mediante la forestación. El aumento de superficies arboladas, además de los efectos ya mencionados sobre diversidad biológica, ciclo hidrológico, etc., tiene consecuencias positivas a través del incremento de calidad ambiental que supone la diversidad paisajística. Cada vez existe una mayor apetencia social por el turismo rural que busca paisajes naturales, y también por el turismo cultural que, yendo más allá, se interesa por el conocimiento de las culturas tradicionales. La creación y conservación de las áreas forestales en el medio rural va a satisfacer en parte esta demanda, permitiendo además el desarrollo socioeconómico de las comunidades rurales a través de la valoración de sus recursos naturales. Se pone de manifiesto la complementariedad entre la conservación del patrimonio natural y la obtención de rentabilidad para las comunidades rurales, convirtiéndose así éstas en conservadoras del medio natural. Ciertos montes llegan a tener como función principal el ocio de las sociedades urbanas, siendo entonces el turismo la actividad económica principal de los municipios rurales de esas comarcas, y serán ellos los más interesados en la conservación de los valores naturales, entre los que se hallan los 15
forestales. La mejor garantía de que exista conservación del medio natural es que éste ofrezca ciertos aprovechamientos que beneficien y mantengan a las comunidades rurales, quienes se encargarán de su cuidado y pervivencia.
3.3.
REPERCUSIÓN TERRITORIAL. DESARROLLO RURAL. A lo largo de estas líneas, se ha querido manifestar la contribución del sector
forestal al desarrollo rural en Extremadura, considerando que las inversiones realizadas y el empleo generado inciden directamente en áreas rurales con pocas oportunidades, a las que beneficia en gran medida esta actividad económica. Esto lleva consigo implicaciones territoriales, a través de la ocupación y mantenimiento de mayor cantidad de población en los núcleos rurales de estas comarcas que cuentan con una actividad económica alternativa como la forestal. Además, el mantenimiento de áreas forestales potencia otras actividades como el turismo, que complementará a la selvicultura contribuyendo a la formación de rentas más estables, y al establecimiento de estructuras socioeconómicas duraderas. Dentro de las políticas estructurales de desarrollo rural, de carácter cada vez más integrador, deben consolidarse las políticas de gestión forestal que conllevan la conservación y el aprovechamiento de los montes. Los antiguos objetivos de la ordenación forestal coinciden con la actual estrategia multidisciplinar medio ambienteeconomía-desarrollo. Dada la importancia que puede llegar a jugar el monte en nuestras sociedades rurales, será necesario continuar con los apoyos financieros y tecnológicos por parte de las instituciones regionales, nacionales e internacionales, para atender a los tratamientos que permitan la persistencia de las masas forestales recién creadas en Extremadura. En la Estrategia Territorial Europea, “Hacia un desarrollo equilibrado y sostenible del territorio de la UE”, acordada en la reunión informal de Ministros responsables de ordenación del territorio en Potsdam, en mayo de 1999, figura un apartado que trata de las tendencias y perspectivas de los territorio que integran la UE. Dentro de estas tendencias se contemplan los “Cambios en la agricultura y la silvicultura: consecuencias
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para la economía y el uso del suelo”. En el desarrollo de este epígrafe se exponen, entre otros, los siguientes argumentos: •
“Según algunas estimaciones, de un 30% a un 80% de las superficies agrarias de la UE podrían retirarse de la producción agrícola”.
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“Otras regiones se esfuerzan por ampliar la base de su economía desarrollando actividades paralelas en el sector de la silvicultura y el turismo rural. La diversificación se desarrolla con éxito sobre todo en los ámbitos rurales que cuentan con condiciones medioambientales adecuadas, con paisajes atractivos y con una situación geográfica favorable en relación a los centros con alta densidad de población, como el sur de Alemania, el centro de Francia o muchas regiones del sur de Europa”.
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“Los cambios en la agricultura ilustran la diversidad de las tendencias de evolución del mundo rural. En general, estos procesos significan para las regiones de la UE más oportunidades que amenazas. La intensificación ofrece posibilidades de inversión y genera otras actividades conexas. La diversificación puede reducir la dependencia de las subvenciones y abrir nuevas perspectivas para la protección de la naturaleza y del paisaje y para la creación de fuentes de ingresos paralelas. En algunas regiones, la marginalización y la extensificación pueden mejorar las perspectivas para la protección de la naturaleza y las medidas de reforestación”.
Así, el programa de forestación de tierras agrarias, a pesar de su carácter de complementación de rentas, ha supuesto un cambio de rumbo en el sector forestal en Extremadura en donde, igual que en España y en la UE, no existe política forestal. La considerable superficie de repoblaciones forestales realizadas en estos años, ha hecho posible la dinamización de la actividad forestal en Extremadura, personalizada en agentes sociales y empresas que han sido los protagonistas del cambio de orientación de estos terrenos hacia el sector forestal privado, como diversificación de la agricultura y la ganadería. Esto ha permitido la formación en el territorio extremeño, de un tejido socioeconómico en torno a la actividad selvícola, anteriormente inexistente, que supone una incipiente articulación territorial con capacidad de fijación de la población. 17
Se presenta ahora el reto de velar por el desarrollo de estas recientes superficies arboladas distribuidas en el territorio extremeño. Ello será posible gracias a la responsabilidad de los nuevos selvicultores, apoyados por las instituciones, creándose la conciencia en todos los actores territoriales del papel de lo forestal en el desarrollo rural. El desarrollo de estas masas permitirá el cumplimiento de las funciones múltiples de los bosques de nuestras latitudes: los beneficios directos o productivos, escasamente rentables y los beneficios indirectos o externalidades, actualmente más importantes, con el mantenimiento de los recursos naturales o capital monte, de elevado valor por la gran diversidad biológica de los montes mediterráneos extremeños. En la Cumbre de la Tierra celebrada en Río en 1992 se señaló que “para alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente deberá constituir parte integrante del proceso de desarrollo y no considerarse en forma aislada”, lo que une estrechamente la conservación con el mantenimiento de los aprovechamientos ordenados de los recursos naturales, a través de las comunidades rurales. Y también en la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada en junio de 1997, se aceptó la idea de que la conservación debe ser inseparable de la ordenación y los consecuentes aprovechamientos para asegurar el futuro de los bosques y del sector forestal: “La ordenación, conservación y desarrollo sostenible de todo tipo de bosques es un factor crucial en el desarrollo económico y social, en la protección del Medio Ambiente, en el sistema soporte de la vida en el Planeta. Los bosques son una gran reserva de la diversidad biológica, un significativo recurso de energía renovable y una parte integral del desarrollo sostenible”. Sirvan estos dos últimos párrafos como colofón a estas páginas, que han tratado de exponer la importancia del mantenimiento y ordenación de las masas forestales creadas recientemente en Extremadura, por su contribución al desarrollo socieconómico presente y futuro de las comunidades rurales, y por los duraderos beneficios ambientales que aportarán.
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BIBLOGRAFÍA Y FUENTES ETE; 1999. Cambios en la agricultura y la selvicultura: consecuencias para la economía y el uso del suelo. Estrategia Territorial Europea. Comisión Europea. IRATÍ; 1997. II Congreso Forestal Español, I Congreso Forestal Hispano-Luso. Alternativa forestal en el uso del suelo. La PAC de la UE. Revista Montes, nº 51: 139. MONTE MEDITERRÁNEO; 1998. Conferencia internacional sobre conservación y uso sostenible del monte mediterráneo. Revista Montes nº56: 102-104. MEJÍAS, F; 2000. Política Europea de Desarrollo Rural. Actas del Master Internacional en desarrollo local y estrategias ambientales. MORA, J y PIMIENTA, M; 2000. El desarrollo sostenible y las áreas rurales. Actas del Master Internacional en desarrollo local y estrategias ambientales. MORA, J y SÁNCHEZ-ORO, M; 1998. Estrategias ambientales y desarrollo regional en regiones rurales. Su aplicación en Extremadura. ORTUÑO, S.; 2001. La importancia del sector forestal en la economía española. Revista Montes, nº 63: 72-78. PUIG, R.; 1997. Producción forestal y desarrollo sostenible. Revista Montes, nº 49: 6468. RODRÍGUEZ, M; 2000. Bases para el desarrollo rural en regiones atrasadas. Actas del Master Internacional en desarrollo local y estrategias ambientales. TAPIAS, P; 2000. Datos sobre forestación de tierras agrarias en Extremadura.
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