AVES RAPACES
Tanto por su constitución como por su capacidad sensorial, son aves adaptadas de manera especial al régimen carnívoro. Se dividen en dos grupos, las rapaces diurnas o falconiformes y las rapaces nocturnas o estrigiformes. Su papel en el mantenimiento del equilibrio de la naturaleza es fundamental: por un lado, eliminan a los individuos débiles y enfermos, con lo que evitan que se propaguen algunas enfermedades, y por otro, limitan el número de animales de ciertas especies cuya actividad es poco deseable. Esta es la razón por la que hay muchas rapaces protegidas. Las diurnas, de las que hay más de 200 especies, suelen ser de gran tamaño. Se caracterizan por tener un pico curvado y unas potentes garras. La mayoría se alimenta de animales vivos y alguna también de carroña (la carne de los animales muertos).
AGUILA REAL
La longitud de su cuerpo oscila entre 80 y 90 cm., aunque con las alas abiertas su envergadura es de más de dos metros. Vive en Europa, Asia, Norteamérica y norte de Africa. Caza liebres, pequeños roedores y aves sorprendiéndolos en vuelo bajo
QUEBRANTAHUESOS
Su envergadura puede llegar a alcanzar 270 cm. Habita en el sur de Europa, norte de Africa y, con mayor frecuencia, en Turquía. Una de sus fuentes principales de alimentación es el tuétano de los huesos
MILANO NEGRO
Mide casi 60 cm. y su envergadura no es superior a los 155 cm. Vive en Europa, Asia, Australia y el norte de Africa. Se alimenta de peces, pequeños animales, insectos, carroña y basura
BUITRE NEGRO
Es el ave de presa de mayor tamaño de Europa (su envergadura es de casi tres metros). Las zonas cálidas de Europa, Asia y Africa son su hábitat natural. Vive de carroña. Se caracteriza por su cabeza desnuda o cubierta por escaso plumón
RAPACES NOCTURNAS BUHO REAL
Es el ave rapaz nocturna de mayor tamaño, con una longitud de entre 60 y 75 cm. Se localiza en casi todo el mundo. Come pequeños mamíferos y aves de tamaño mediano
Hay unas 170 especies repartidas por casi todo el mundo, exceptuando algunas islas. El aspecto de la mayoría es parecido, con una cara ancha y redonda, cuello corto y grandes ojos fijos. Su estrecho ángulo visual se compensa ampliamente con la enorme movilidad de su cuello, que es capaz de girar hasta 270 grados. La rapaz nocturna típica se posa en una rama para observar y escuchar el menor movimiento de una posible presa. Con su oído extraordinariamente fino localiza con precisión el origen del más mínimo ruido, antes de lanzarse sobre su víctima. Las plumas de sus alas tienen un “peine”, o borde de pelos flexibles, que hacen su vuelo muy silencioso. A este grupo de rapaces pertenecen la lechuza, el autillo, el cárabo y el mochuelo. Fuente: Aves de Europa (L. Jonsson) Textos: César Piernavieja / Marta Belver Coordina: F.A. Anguís / EL MUNDO