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NATURAL MAKEUP http://www.yvesrocher-ca.com 3
Un fotógrafo no concibe su obra como artística cuando no estimula su imaginación y creatividad
El Arte de la Fotografìa 4
Se suele decir que la fotografía construye su propia historia. O lo que es lo mismo: cada fotógrafo recorre un camino personal que sostiene su propia manera de asumir la fotografía como arte, además de técnica. Y es que el concepto fotográfico — la idea que sostiene la imagen, lo sustenta el mensaje que expresa — es quizás, la interpretación más profunda sobre el hecho de la imagen como concepto artístico. Su capacidad para contar historias y sobre todo, conceptualizar el mundo que rodea al fotógrafo en símbolos personales y sensoriales reconocibles. No obstante, de la fotografía como expresión estética no se suele hablar con frecuencia. Se insiste en su habilidad para captar la realidad, para transformar la imagen en un testimonio veraz e incluso, para sustentar la información y la vivencia como un elemento testimonial. No obstante, como expresión artística por derecho propio, la fotografía parece caer en una zona brumosa donde pocas veces, el fotógrafo se cuestiona. Y es que el arte como código y símbolo subjetivo, parece construirse a partir de la percepción de la imagen no sólo como producto técnico — que puede serlo — sino también, un genuino reflejo sobre la opinión, metáforas privadas e ideas de su autor. Una estructura esencial que tiene por objetivo no sólo captar la realidad — a pesar que puede hacerlo — sino también, reflexionar sobre lo subjetivo desde una perspectiva esencial. La fotografía, incluso la documental en estado puro y la esencialmente técnica, es un reflejo de su autor. Cada decisión artística, conceptual y simbólica que toma el fotógrafo al captar una imagen, crean un concepción única sobre la realidad. De manera que la fotografía, no sólo refleja la manera de observar del fotógrafo, sino cómo mira. Como elabora e interpreta los códigos y símbolos de lo que le rodea en un lenguaje visual consistente. Por ese motivo y a pesar de su inmediatez, la fotografía no deja de ser una idea elemental y sobre todo, concreta sobre como se construye una expresión artística personalísima. Todo fotógrafo medita sobre la realidad desde su particular punto de vista, la transforma para crear una visión sobre el entorno y sobre todo, para construir una expresión válida sobre lo que considera es una idea determinante en su trabajo. Por ese motivo, la imagen necesaria es reflejo de su autor. De su evolución intelectual, emocional e incluso espiritual. Evitar esa consecuente transformación de la idea fotográfica, aferrarse a códigos por el mero hecho nos resultan sencillos y reconocibles, repetir esquemas conceptuales incluso cuando ya no son capaces de reflejar nuestras ideas esenciales, condenan a cualquier creación visual a perder ese poder para transmitir ideas. Y es que toda obra artística crece en la medida que su autor es capaz de comprender sus propios matices intelectuales y más allá, su interpretación sobre la manera en que elabora ideas artísticas. La fotografía depende de una herramienta tecnológica para llevarse a cabo, pero sin duda es algo más que la tecnología que sustenta
al aparato. Cada fotografía es una combinación profunda de ideas y percepciones de la realidad, que construyen un código visual coherente y sobre todo, trascendente. La imagen que se transforma en idea. La idea que se construye sobre la base de la percepción artística. Así que, aunque un equipo de última generación pueda hacer mucho más sencillo la captura de la imagen y su procesamiento como elemento técnico, lo que en realidad sostiene el poder visual de cualquier creación visual depende de las decisiones artísticas e intelectuales de su autor. Una cámara no te hará un mejor fotógrafo, de la misma manera que una herramienta técnica defectuosa no afectará tu lenguaje visual sino tu capacidad para captarla de la manera que necesitas. El juego de la cámara y quien la sostiene, implica comprender que la fotografía, es el resultado de una serie de análisis intuitivos sobre lo que la crea y no, de la mera toma de decisiones técnicas que son el vehículo para expresar esas complejas interrelaciones entre la imagen y la capacidad artística de su autor. Y es que la fotografía se nutre de la imaginación, capacidad intelectual, referencias inmediatas y profundas del fotógrafo. Es un compendio infinito de ideas y percepciones que construyen una perspectiva fotográfica concreta y sobre todo, rica en matices. Y es la curiosidad intelectual de su autor, esa necesidad de comprender y asumir la fotografía como un concepto en perpetuo crecimiento, lo que le brinda su rasgo distintivo e intimo. La fotografía es un arte/técnica joven y por tanto, en constante crecimiento. Y no obstante, esa no es la única razón por la cual el fotógrafo siempre aprenderá algo nuevo sobre la creación visual y artística. La imagen es una mezcla de ideas y percepciones que elaboran un lenguaje concreto, a medida que se relaciona con la realidad y sobre todo, la percepción que el fotógrafo tiene sobre las cualidad de la imagen para reflejar su entorno. Y es esa lenta comprensión sobre las posibilidades de la imagen, la visión de la fotografía como una idea esencial que se elabora por medio de decisiones artísticas lo que la hace consistente y sustanciosa. Aprender a fotografiar no sólo se trata del manejo del equipo o la reflexión sobre los conceptos básicos que sostienen su planteamiento, sino de la capacidad de la imagen para estructurar la complejidad de lo subjetivo a través de metáforas visuales. Un fotógrafo construye ideas y sobre todo, elabora planteamientos. De la misma manera que el lienzo es una reflejo de la imaginación del pintor, una fotografía es el resultado del análisis continuo y sostenido del fotógrafo con respecto a su lenguaje visual.
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Desde los inicios de los hombres, ha existido el arte. Quizá no el Arte, así con mayúscula, pero sí unas primeras manifestaciones rudimentarias, como son las pinturas rupestres o los petroglifos. Estas manifestaciones, tenían una finalidad religiosa, y estaban ligadas al estilo de vida de los hombres que las utilizaban. Es decir, ellos realmente creían que si pintaban un antílope, llegarían a cazarlo. Años después, llegaríamos al Renacimiento, a mi parecer, una de las épocas más doradas del Arte con mayúscula. Que se utiliza para transmitir al pueblo, en su mayoría analfabeto, las historias de la Biblia, las leyendas populares (David y Goliat), y otros menesteres. El museo ha pasado de ser una entidad contenedora de obras de arte, a ser una entidad legitimadora de obras de arte. ¿Y qué es lo que esto significa? Que cualquier objeto, que cruce las puertas de un museo, y vaya acompañado de una plaquita con título y autor, automáticamente es arte. Es decir, que un contenedor de basura en la calle, es un contenedor de basura. Pero si está dentro de un museo, y hay una placa en la que se lea “Basurero con placa - Rubén Chase”, ¿Esto es arte neobarroco? Casi. Esto puede interpretarse como la “Mierda de Artista” de Manzoni. El verdadero arte neobarroco incluye una descripción, a cual más grandilocuente, que incluya palabras tales como “subversivo”, “relación”, “pliegues”, “paso del tiempo”, etcétera. Cuanto menos diga en mayor espacio de texto, mayor es el potencial artístico de la obra.
¿ENTONCES QUÉ HACEN LOS ARTISTAS? Los artistas justifican este movimiento alegando que lo que se te “vende” es la idea, y no la obra en sí, que no deja de ser un “resto” de la misma. Básicamente, que si tiene un texto al lado, todo vale. Como idea de “el paso del tiempo”, recurrente donde las haya, puede valer un coche destrozado, una lata oxidada, o simplemente dejar la sala vacía, como el culmen del éxtasis artístico y la vagancia. También dicen que este movimiento es por y para artistas. Y que si no lo entiendes, es tu culpa como público. Algo así como la versión cultureta del “pues haber estudiao”. Por ejemplo, hay artistas que hacen uso de la fotografía para expresar sus emociones. Muchas de está fotografías a lo mejor no son muy brillantes ni estética ni técnicamente, pero tienen un concepto muy potente, tal es la fuerza en la idea que hay detrás del trabajo que consigue eclipsar las carencias estéticas de la imagen. Por otro lado nos encontramos imágenes realizadas por fotógrafos artísticos que son de tal belleza que se convierten en arte por si solas, por su hermosura y su perfecta realización a la hora de tomar la foto. Pero seamos realistas, una fotografía artística sólo será aquella que cumpla los dos requisitos, aquella que puede ser evaluada tanto por su realización como por el concepto que quiere transmitirnos.
“La fotografia no puede cambiar la realidad pero si puede mostrarla”. -Fred Mc Cullin 6
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1) LA REGLA DE LOS TERCIOS Esta regla es muy simple pero tiene un tremendo poder en la forma en que visualizamos la foto. Consiste en dividir la imagen, mentalmente, en 9 partes iguales (mediante 2 líneas paralelas horizontales y otras 2 verticales) y a continuación colocar el sujeto en algún punto de intersección de las líneas. Esta foto lo ilustra perfectamente:
5) ADOPTA LA ALTURA DE TUS SUJETOS PEQUEÑOS DE EDAD Para lograr magníficas fotos de niños, ponte de cuclillas o de rodillas, intenta bajar y colocar la cámara a la misma altura que la del niño o animal que quieras fotografiar, así transmitirás más realismo.
2) LA LEY DEL HORIZONTE Útil a la hora de fotografiar paisajes. Cuando estés componiendo una foto, antes de disparar imagina 2 líneas horizontales paralelas dividiendo la foto en 3 partes iguales. Esto es aplicable en ambos modos horizontal o vertical. Si lo que quieres que tenga especial interés es el cielo, ubica el horizonte en la línea inferior. Si por el contrario quieres otorgarle mayor importancia al paisaje terrestre, coloca el horizonte en la segunda línea, la superior.
6) UTILIZA EL FLASH EN EL EXTERIOR Para retratos, utiliza el flash en el exterior. Aunque haga un día especialmente soleado, el flash ayuda a prevenir las zonas de sombra que ocupan la cara de la persona por llevar por ejemplo gorro o algo que proyecte sombra o porque el sol esté encima o detrás de la persona fotografiada. Lo mejor para evitarlo en forzar el flash. Se llama flash de relleno, y su finalidad no es iluminar la oscuridad, sino rellenar la cara del sujeto de luz para que ésta resulte uniforme con lo que la rodea.
3) EXPLORAR NUEVOS ÁNGULOS Experimenta la fotografía disparando con tu cámara desde ángulos atrevidos y poco usuales. Por ejemplo hazte una foto a ti mismo en el retrovisor del coche (sólo cuando no seas tú el conductor, por favor) o captura la imagen de algún edificio histórico reflejada en un charco de agua.
7) DISPARAR SIEMPRE EN RAW Haz todas tus fotos en RAW. Este formato preserva todos los elementos de la foto (colores, luz, sombras, saturación) y permite, mediante un procesamiento posterior, moverlos a nuestro antojo. Realizar una foto en JPG produce una foto final en la que no tendríamos más margen de modificación.
4) ACÉRCATE SIN MIEDO A LOS SUJETOS Utiliza la función Macro de tu cámara (en modo automático la puedes identificar con un símbolo de flor, y en cámaras réflex utilizando un objetivo Macro) y haz fotos de muy cerca a objetos pequeños. Captura detalles. Incluso podrías enfocarte exclusivamente en el detalle obviando el resto del objeto. Los resultados suelen ser muy llamativos.
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1. PARASOL
Un clásico que no ocupa nada de espacio en tu mochila, que no pesa, y que será tu mejor aliado para evitar que luces indeseadas como flares o reflejos se cuelen por tu objetivo destrozándote la imagen. Hazme caso, sólo lo echarás de menos cuando lo olvides en casa, así que mantenlo fijo en tu equipamiento destinado al paseo fotográfico.
2. BATERÍA EXTRA
¿Hay algo peor que quedarse sin batería en medio de ningún lugar, sin enchufes, sin tiendas de fotografía ni vendedores ambulantes dispuestos a conseguirte una exactamente de tu marca y modelo? ¿Vas a arriesgarte a que te pase esto y quedarte todo el día observando ese maravilloso paisaje y pensando que quizá perdiste la única oportunidad de que tenías de fotografiarlo? ¿Vas a perderte ese maravilloso momento sólo por no haberte comprado una batería extra o dos?
3. TARJETAS DE MEMORIA
Nos exponemos a un caso muy similar al anterior. ¿Te arriesgarás a quedarte sin espacio en la tarjeta de memoria en medio de una sesión fotográfica de la índole que sea? Las tarjetas de memoria no son excesivamente caras y además ocupan lo mínimo en cualquier lugar, por lo que no debes ahorrarte llevar unas cuantas extras. Eso sí, no olvides que ser organizado es muy importante, y perder alguna significa perder irremediablemente todas tus fotos.
6. FUNDA ANTI LLUVIA
Aunque a la primera gota de lluvia, nuestro primer impulso es correr a salvaguardarnos nosotros mismos y nuestro equipo, lo cierto es que las fotografías en días nublados o lluviosos son maravillosas. Y estás a una funda de plástico anti lluvia de distancia de poder hacerlas o no. O en su defecto, estás a una bolsa de plástico de distancia de poder hacerlas o no; E incluso suponiendo que estas imágenes no te gusten, imagina que un chaparrón primaveral improvisto te atrapa en medio de algún lugar donde no puedes resguardarte… Siempre es una gran idea llevar protección extra para tu cámara, y más aún si la forma de hacerlo es tan sencilla, barata y eficiente, como llevando una funda impermeable.
7. DISPARADOR AUTOMÁTICO
Este también es un gran clásico de las mochilas fotográficas, y de nuestro equipo. El disparador podrás utilizarlo en múltiples ocasiones: Autorretratos, fotografías en grupo donde por una vez quieras poder salir sin tener que salir corriendo hacia la foto y aparecer siempre con cara de espanto o de estrés, fotografía de paisaje donde quieras evitar las trepidaciones originadas por apretar el obturador, fotografía de larga exposición, etcétera. Además es muy barato y ocupa poco, ¿Qué más puedes pedir?
8. CARGADOR
Siempre es buena idea llevar el cargador encima para recargar las baterías siempre que puedas. Por ejemplo, cuando pares a recargar las tuyas propias en algún lugar “civilizado” es decir, con enchufes, no suelen tener problema en dejar que enchufes un rato la batería mientras te tomas un tentempié, una bebida o lo que necesites para recargar las pilas.
9. FILTROS
uno.
Como mínimo espero que tengas en cuenta el UV para proteger tus objetivos (a menos que seas un fanático de la nitidez, en tal caso deberás ser muy, pero que muy responsable con tu equipo). Pero hay un par más que en un momento dado, creo que te encantaría tener a mano (por lo menos es mi caso) Filtro UV para proteger el objetivo a menos que busques nitidez por encima de todo. Su utilización va “a gustos” pero por lo menos hay que saber para qué se utiliza de forma general. Filtro polarizador para eliminar reflejos y aumentar saturación y el contraste de los colores. Filtro ND (Densidad neutra) para reducir la luz existente y poder disparar a velocidades bajas. Te será útil cuando quieras plasmar el movimiento de alguna escena en concreto como conseguir fotografías de agua con efecto sedoso.
Indispensable en cualquier mochila fotográfica y baratísimo. Se acabó aquello de limpiar el objetivo con el vapor de tu aliento y la camiseta, por favor Hay unas toallitas atrapa-polvo-quitamanchas-milagrosas que lo harán mejor que tu remedio casero, y además cuidarán tus ópticas. Los más básicos suelen componerse de:
Sé que llevas tu Smartphone, que tus notas se cargan automáticamente en tu ordenador al sincronizarse en casa y que así no pierdes nada, que si conoces a alguien y quieres apuntarte su teléfono o email abres un contacto etcétera. Pero el papel y el lápiz nunca se quedan sin batería, así que no está de más llevarlo encima, nunca sabes qué vas a necesitar apuntar y en qué circunstancia.
4. MINI TRÍPODE Si vas a hacer fotografía de paisajes, probablemente te lleves un trípode robusto y de inmejorable calidad, por lo que es posible que a un mini trípode no le saques demasiado jugo. Pero de forma general, un mini trípode en la mochila es un gran compañero. Puede salvarte en muchísimas ocasiones inesperadas, y como todo, hay múltiples precios y calidades, dependiendo del uso que puedas llegar a darle, vale la pena invertir un poco más o menos
en
adquirir
5. KIT DE LIMPIEZA
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10. PAPEL Y LÁPIZ
¿POR QUÉ UN OBJETIVO LUMINOSO? Si aún no tienes claro por qué comprar un objetivo luminoso, te resumiré (mucho) las razones más importantes: Escasa luz. Te permite tomar mejores fotos en condiciones de luz escasa. Profundidad de campo. Te permite un enfoque selectivo, es decir, podrás desenfocar mucho el fondo para destacar a tu protagonista. Ideal para retratos. Velocidades rápidas. Puesto que es más luminoso podrás utilizar velocidades de disparo más rápidas y así congelar mejor tus instantes en movimiento. Muy útil para fotografía nocturna. Puedes reducir los tiempos de exposición a la hora de fotografiar las estrellas y conseguir evitar los trazos debidos al movimiento de la Tierra.
- Es más ligero que el 35 mm de Canon y su apertura máxima es mayor, de f/1.4. - Su máxima nitidez está entre f/2.8 y f/11.
- El sistema de enfoque es muy silencioso. - Sirve para hacer macro (aunque haya que acercarse mucho). - Su relación calidad-precio. - Es muy versátil. 13
FOTOGRAFÃŒA
N A T U Photography RAL
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