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CO L A B O R A D O R E S E N E S TA E D I C I Ó N
DIC '19 ENE '20
SU LUGAR CHILANGO FAVORITO... “El monóptero del Jardín Santiago, en Tlatelolco, un lugar en el que el tiempo pareciera deslizarse sin prisa".
J. C. GUINTO Fue un vicioso de los videojuegos que escapó de ser atrapado por un chaneque. Alguna vez tuvo un ojo en la punta del dedo más largo de su mano derecha. Es comunicólogo y estudió literatura latinoamericana en Buenos Aires. Tuitea en @jcguinto y vive en Tlatelolco. esta edición colaboró con Café Tacvba:
El increíble paso del tiempo. p. 76
SU LUGAR CHILANGO FAVORITO... “El Centro Histórico por su arquitectura, y el Museo Jumex por la calidad de sus montajes y su curaduría”.
GABRIELA MOSQUEDA Comunicóloga y maestra en Museología por el Instituto Superior de Arte de Madrid, ha trabajado en museos, galerías, colecciones privadas y proyectos artísticos independientes. Es, sobre todo, una nerd de todo lo relacionado con el arte. esta edición colaboró con La consciencia
del tiempo. p. 60
SU LUGAR CHILANGO FAVORITO... “La primera sección del Bosque de Chapultepec por la pluralidad que se ve y porque, es una buena forma de entender nuestra cultura”.
CERRANDO CICLOS Para terminar un año, ¡y una década!, ponemos en alto nuestro orgullo Chilango y como supervivientes de esta ciudad monstruo presentamos a los personajes que nos inspiran incluso en la adversidad. En toda trinchera hay héroes, por eso destacamos la labor de una activista, una chef, un artista plástico, una actriz, una boxeadora, un cantante, una bailarina, una escritora y un grupo de leyenda. Durante 2019 fueron unos chingones y se ganaron nuestra admiración. Es momento de cerrar ciclos y abrir nuevas posibilidades al futuro. Celebramos, sí, pero no nos hacemos de la vista gorda ante la injusticia y la desigualdad. Por eso recordamos las manifestaciones sociales ocurridas este año con un fotorreportaje que muestra la movilización chilanga y da cuenta de los problemas pendientes, por los que debemos seguir en pie de lucha. Y como esta edición corresponde a los meses diciembre-enero, aprovechamos para hacer un recuento de los libros y series de TV que más nos gustaron este año y de la metacomida como tendencia gastronómica chilanga, así como propuestas del mejor maridaje de la temporada (vino y postres, por supuesto) y de los conciertos y películas con los cuales iniciar 2020. Otros 12 meses para trabajar duro —desde el lugar que nos toca aportar— y hacerlos más chidos para ustedes, para nosotros. Para todos.
JUAN CARLOS BOO Amante de los tacos, los perritos y lo surreal de esta ciudad, orgullosamente de Iztapalapa, estudió Arquitectura en la UNAM y después estudió diseño de manera autodidacta. Cofundador de ANTI (Aquí nos tocó ilustrar) y con varios proyectos de ilustración en puerta. esta edición colaboró con la ilustración
de El negocio de las mascotas. p. 78
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ARTE
LA CONSCIENCIA DEL TIEMPO
Quedan pocas figuras emblemáticas del arte del siglo XX y la de Manuel Felguérez refleja la evolución del arte mexicano hacia lo contemporáneo.– GABRIELA MOSQUEDA
“TODO EL ARTE TIENE ÉPOCA Y TIENE LUGAR; TIENE TIEMPO Y PERTENECE A UNA SOCIEDAD QUE SE VA TRANSFORMANDO, QUE VA HACIENDO SUS PROPIAS RUPTURAS”. hacer algo como lo que hicimos nosotros, está perdido”. El artista sabe que el tiempo es implacable y afirma estar absolutamente consciente de ello: “Tengo 91 años y sé que ya es hora de morirse. No puedes pensar que vas a durar 150 años. Y digo ‘Chin, a lo mejor llego a los 95’, pero ya queda muy poco.
Entonces el tiempo se vuelve una obsesión; perder el tiempo es perder lo poco que te queda de vida. Trabajar o inventar o hacer o crear nunca será tiempo perdido”, concluye. Manuel Felguérez, Travesías, MUAC, Insurgentes 3000, CU., del 7 de diciembre de 2019 al 10 de mayo de 2020, jue-sáb: $40, mié y dom: $20
FOTO LEONARDO PÉREZ
Retomando un concepto de Octavio Paz, Teresa del Conde bautizó como La Ruptura a un grupo de jóvenes artistas de la generación 50-60 que incluye a Rufino Tamayo, Mathias Goeritz, José Luis Cuevas, Vicente Rojo, Juan Soriano, Pedro y Rafael Coronel, Lilia Carrillo, Alberto Gironella y Francisco Toledo. Como ellos, Manuel Felguérez también se opuso a aquella lapidaria frase de David Alfaro Siqueiros: “No hay más ruta que la nuestra”. El zacatecano demostró que sí había muchos otros caminos y que era necesario romper con el establishment de la Escuela Mexicana, cuyas figuras principales (Rivera, Orozco y el propio Siqueiros) dominaban el panorama del arte público, de las galerías, de los museos y de la academia, con un apabullante apoyo gubernamental y unas intenciones nacionalistas más políticas que artísticas. “Yo decidí que quería dedicarme al arte en octubre de 1947, mientras estaba sentado en un barco en el Támesis, en Inglaterra. Acababa de ver unas exposiciones fantásticas y había decidido que eso iba a ser lo mío —recuerda Felguérez desde su casa-estudio en San Ángel—. Luego entré a la Academia San Carlos y duré dos meses porque en ese tiempo lo único que me enseñaron a hacer fue a dibujar un jarrito con lápiz y me pareció que así nunca iba a aprender”. El artista narra con claridad los detalles de su trayectoria, de las relaciones con sus amigos y de la vida artística del país durante la segunda mitad del siglo pasado. Y lo hace con sorprendente sencillez. Dice —con la modestia de quien nunca ha dejado de trabajar y renovarse— que quizá uno de sus más grandes méritos haya sido vivir tantos años: “Yo creo que de la trayectoria de cualquier artista, la mitad es talento y la otra mitad es suerte”. Asumido como un hijo de su tiempo, Felguérez reconoce que el arte que viene será absolutamente diferente a lo que hasta ahora hemos presenciado: “Yo ya soy un clásico, soy alguien del pasado y así me considero: un pintor del siglo XX, un sobreviviente de casualidad. Ahora es el turno de los jóvenes. No por serlo, sino porque viven otra época y lo que produzcan vendrá de ahí. Si alguien trata de
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C H I L A N G O INTERGALÁCTICO
A B R A H A M C R U Z VILLEGAS ARTIS TA
Su trabajo artístico se basa en la investigación personal, el aprendizaje sobre los materiales, la gente y sobre sí mismo. Hoy es uno de los artístas mexicanos más importantes. –GABRIELA MOSQUEDA
Su mayor interés es hacer preguntas. La más grande ha sido “¿Quién soy?” Y como más allá de obtener una respuesta le interesa cuestionarse, decidió autoconocerse y explorarse a través del arte. Hace obras para plantearse dudas sobre su existencia, le parece insuficiente decir que es Abraham Cruzvillegas, que nació en la colonia Ajusco en 1968 y que se asume como un obrero del arte, no como un artista, aunque sea el exponente más visible del arte conceptual mexicano. Su carrera comenzó en los años 90 en el en el Taller de los Viernes, explorando junto a Gabriel Orozco y otros contemporáneos los entresijos del incipiente arte contemporáneo nacional mientras escuchaban música, presentaban sus obras en corto y reflexionaescena global. Desde entonces su trayectoria se ha consolidado hasta convertirse en uno de los nombres clave del arte conceptual; su obra forma parte de colecciones en el Museo de Arte Moderno en Nueva York, la Tate de Londres y el
FOTO: LULÚ URDAPILLETA
ban sobre la necesidad de posicionarse en la
Museo Jumex en México, sitios donde ha contado con exposiciones individuales y colectivas, además de bienales internacionales en Kassel, (Alemania, 2012), Venecia (2003) y São
su vivienda con lo que tenía y como
desigualdades y podemos dejar de
Paulo (2002). También hizo una obra de teatro,
podía, sin planes. Con preguntas e
pensar que nadie sufre como noso-
ha creado esculturas, instalaciones, perfor-
incertidumbres, de la misma ma-
tros o que el espíritu festivo es sola-
mances, dibujos y una película. Ha publicado
nera en la que Abraham concibe su
mente nuestro. Esa imagen se dilu-
ensayos, cuentos, poemas y letras para can-
proceso creativo en un intento de
ye en un sentimiento humano y me
ciones que se han traducido al coreano, ho-
comprenderse a sí mismo.
permite ser local estando fuera, ser
landés, inglés, francés, alemán, turco y chino.
“Desde hace 20 años he vivido
un chilango intergaláctico”.
La historia del arte de Cruzvillegas es una
intermitentemente fuera de la ciu-
El trabajo de Cruzvillegas apues-
mezcla de su historia personal, de su interés
dad, pero mi casa es aquí, no siento
ta por la participación, visualiza las
constante por apropiarse, modificar, adap-
haberme ido nunca —dice—. Con la
artes como un movimiento solidario
tar o incluso destruir los cánones artísticos.
distancia he aprendido a dimensio-
de cambio social. Por ello, asegura,
Ha decidido reconocerse en los materiales
nar su complejidad y a entenderla
la cultura que se produce en la Ciu-
con los que construye las esculturas y la base
como a mi propia identidad: en per-
dad de México recibe y transforma
está ubicada al sur de la Ciudad de México,
manente transformación, definiti-
bajo la influencia de la ‘chilanguitud’.
en su niñez. En la colonia Ajusco, que en los
vamente inacabada. Al descontex-
“Las obras que hacemos, aquí y allá,
años 70 se convirtió en un espacio de nuevos
tualizarme me he percatado de que
lo manifiestan de manera híbrida y
residentes, donde cada habitante construía
en todo el mundo hay profundas
feliz”, asegura.
Estudió Pedagogía en la UNAM y ha sido caricaturista político, de ahí que sus obras tengan un ángulo incisivo y exploten el humor. Para cerrar el año, el artista mexicano expone Tautología sin título en la 14 Bienal de Artes Mediales de Santiago, Chile.
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