Cataluña en la calle por su independencia
Revista de investigación y elaboración anticapitalista Nº1 - Noviembre de 2014 - $30
en este numero Decadencia capitalista y crisis climática 1ª guerra mundial l A 100 años de la dro Bodart l Entrevista a Alejan
l
Femicidio en Córdoba: una injusticia sistémica perialismo l Notas sobre el im contemporáneo tes, l Regreso de gigan sobre Lenin y Trotski mpos de cambio l Sindicalismo: tie o de deseo l Fútbol, ese objet o Sava l Entrevista a Albert a: una causa l La causa palestin de la humanidad lud y derechos l Mujeres: vida, sa l Sobre el ébola l
protagonismo,
entusiasmo y ganas de cambio
Motores de la construcción de una nueva izquierda
dora, abierta a nuevas elabora-
vimientos en mayor o menor pro-
ciones e ideas que este milenio
fundidad, manifiesta en toda su
que recién comienza está ne-
magnitud la decadencia política,
uienes hacemos esta revis-
cesitando. Nuestro equipo está
económica, moral y social de un
ta bregamos por amplificar
compuesto por investigadores,
sistema capitalista agotado y en
y fortalecer un proyecto de nueva
intelectuales, periodistas, polí-
descomposición. Y realza la ne-
izquierda en el país, una nueva
ticos, militantes sociales y del
cesidad de construir fuerza polí-
cultura que a la par que difunde
movimiento obrero, feministas y
tica y social, consciente y lo su-
las propuestas transformadoras
de género, ambientalistas, eco-
ficientemente audaz como para
y revolucionarias de la izquierda
nomistas, escritores, referentes
intentar tomar el cielo por asal-
anticapitalista, tiene una actitud
de la cultura y dirigentes del
to. Este mundo sigue rodando
crítica y antidogmática, renova-
MST-Nueva Izquierda. Y en cada
entre crisis, guerras y revueltas
número habrá aportes y contri-
sociales, y necesita el esfuerzo
buciones de personalidades in-
de lograr su mejor comprensión
dependientes.
política para que eso redunde en
presentacion
q
Entre todos, intentamos aportar desde este proyecto editorial
Director Sergio García Colaboración especial Alejandro Bodart Consejo de Redacción Guillermo Pacagnini Mariano Rosa Héctor Bidonde Luciana Echevarría César Latorre Gustavo Giménez Vilma Ripoll Marcelo Maceira Alberto Sava Pablo Vasco
tareas y proyectos concretos de los revolucionarios.
al objetivo de exponer nuestras
Para ese objetivo, la investi-
ideas e intercambiar propues-
gación, el análisis, la difusión
tas y elaboraciones diversas
de propuestas y estudios espe-
desde la visión marxista y cien-
cíficos, al servicio de cualificar la
tífica de la izquierda. Visión que
formación ideológica y política de
consideramos se mantiene en
una nueva generación militante
plena vigencia, aunque dialécti-
es un aspecto crucial. Que, al de-
camente necesite una constante
cir de Lenin, es una tarea indis-
actualización e incorporación de
pensable que se combina con la
nuevas ideas para fortalecer la
acción y práctica cotidiana y di-
pelea por los objetivos socialis-
recta sobre la realidad. Nuestra
tas. Así ha sido siempre el méto-
revista es, en resumidas cuen-
Contribuciones a este número Michel Husson Gustavo Veiga Viviana García Jean Batou
do del marxismo; vivo y no letra
tas, un nuevo esfuerzo militante
muerta, en movimiento y no es-
y colectivo que ponemos a dis-
tático, en constante experimen-
posición de miles de compañe-
Diseño Tamara Migelson
tación práctica con una dosis de
ras y compañeros que transitan
ensayo-error. Y con una carga de
peleas cotidianas y que tienen
Investigaciones Gustavo Reynoso
pasión revolucionaria y de con-
la preocupación por saber, co-
Corrección Hugo Scotte
fianza en que se puede, porque
nocer, interactuar, decir, opinar
no hay escrituras sagradas que
y proponer. Para todos ellos va
digan que no sea posible dar
dirigido este aporte y esperamos
vuelta todo.
que contribuya, en cada número
Retoque fotográfico Mario Mosco revista.nuevaizquierda@gmail.com /Pages/revista-nueva-izquierda
www.mst.org.ar
El mundo que hoy vivimos,
que editemos, al objetivo de for-
está atravesado por una crisis
talecer la pelea por transformar
global que, más allá de los mo-
radicalmente nuestro país.
Decadencia capitalista, modelo de despojo y crisis climática
4
Mariano Rosa
100 años de la 1º guerra mundial: el inicio de una nueva Época
9
César Latorre
Entrevista a Alejandro Bodart: “Trabajamos para que se fortalezca una nueva izquierda”
12
Una injusticia sistémica
20
Luciana Echevarría y Maru Acosta
Notas sobre el imperialismo contemporáneo 24 Michel Husson
Sobre Lenin, Trotski y la actualidad: regreso de gigantes
indice
33
Sergio García
Sindicalismo: tiempos de cambio
39
Nº1 - Noviembre de 2014
Guillermo Pacagnini
Fútbol, ese objeto de deseo
44
Gustavo Veiga
Entrevista a Alberto Sava: “El arte es una potencia”
48
La causa palestina: una causa de la humanidad
52
Gustavo Giménez
Mujeres: vida, salud y derechos
58
Viviana García
Ébola: ¿quiénes son los artífices de la muerte y cómo combatirlos?
63
Jean Batou
ISBN ISBN: 978-987-96512-9-2 Hecho el depósito que marca la ley 11.726 Impreso en Argentina (3)
dor de 500 multinacionales que concentran el 67 % del PBI mundial. Esa casta minoritaria privilegiada no está dispuesta a perder su ubicación social.
La alteración climática actual: una crisis sin precedentes
decadencia capitalista,
modelo de despojo y crisis climática Mariano Rosa Coordinador nacional de la Red Ecosocialista de Argentina marianosebastianrosa@gmail.com
Dos fenómenos clave se presentan como desafíos ecológicos para los pueblos en la perspectiva del siglo XXI: el cambio climático y la modalidad de acumulación capitalista actual para Argentina y el continente: el extractivismo. Ambos tienen su anclaje en la dinámica productiva del sistema capitalista mundial. El cambio climático se explica fundamentalmente por la quema de combustibles de origen fósil. La reconversión hacia variantes renovables y limpias es una urgencia social de primer orden. La mercantilización masiva de los bienes comunes en beneficio de las corporaciones y los gobiernos locales, plantea la tarea de construir un modelo socioeconómico y político alternativo. Estos ejes y sus derivaciones son debates centrales para una (4)
estrategia revolucionaria en Argentina.
h
oy la humanidad se encuentra ante un cruce de caminos. Doscientos años de productivismo capitalista han llevado al planeta a su límite físico. Los opinólogos y cientistas sociales a sueldo del capital dicen que la salida es más capitalismo, pero pintado de verde. Así, proponen que para reducir las emisiones sería suficiente con ponerle precio disuasivo al carbono. Entonces la “mano invisible” del mercado ofrecería alternativas energéticas. Más todavía: estos gurúes del capitalismo verde señalan que para los países del Sur incluso existe una oportunidad y sería la de vender derechos a contaminar en sus regiones. Francamente, esta lógica es impracticable e irreal. Primero, porque las corporaciones del petróleo orgánicamente vinculada a las industrias automotriz y armamentística, se niegan siquiera a discutir seriamente la posibilidad de asumir costos de una transición energética. Y frente a esto los problemas son dos: que se impone construir un sistema energético basado en energías renovables y limpias –solar, eólica, mareomotriz- y como fuente de un sistema de producción no-capitalista, es decir: que genere lo socialmente necesario y ecológicamente sostenible, y no mercancías vendibles con eje en la rentabilidad creciente de los propietarios privados. Por eso, la necesidad de los cambios requeridos es de naturaleza estructural y cuestiona el modo de producción incluyendo la propiedad privada de los resortes fundamentales de la economía. La clase dominante hoy en el mundo está representada por alrede-
Para discutir la magnitud del desafío ecosocial planteado creemos que hace falta recurrir a una fuente científica que difícilmente pueda impugnarse desde la corporación académica: los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (GIECC) de la ONU. Este cuerpo de especialistas dependiente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) viene emitiendo desde hace una década informes periódicos sobre la dinámica climática a escala planetaria. Esos dossiers incluyen una especie de tabla de impactos que muestra, entre otras cuestiones: • Que con la dinámica actual de calentamiento global, los pronósticos más optimistas indican un aumento de 5°C para el presente siglo comparado con el período pre-industrial. Hay que tener en cuenta que la evolución climática presentó una gradualidad tal de equilibrio que ese aumento equivale a todo lo que varió la temperatura en los últimos 20 mil años. Repito: en 20 mil años –desde la última glaciación- la temperatura aumentó 4,5 °C. En 200 años de productivismo capitalista crecería en la misma magnitud • Según el último informe del GIECC los impactos de esa evolución con una probabilidad superior al 80 % abarcan cinco materias clave: acceso a agua dulce; pérdida irreversible de biodiversidad; desertificación; desplazamientos de población por la crecida del nivel del mar y trastornos epidémicos en materia sanitaria Finalmente, de los informes mencionados surge que las condiciones de salvataje climático, dada la gravedad del caso actual se podrían resumir así: • Los países capitalistas centrales tienen que reducir sus emisiones entre un 25 % y un 40 % antes del 2020 y entre un 80 % y 95 % antes de 2050 • A escala mundial la reducción exige niveles del 50 % y 85 % antes del 2050 Estos son los valores y metas recomendadas según surge de previsiones científicas del GIECC toman-
Marcha de la Red Ecosocialista y el MST en Malvinas Argentinas, Córdoba.
do como referencia el principio elemental de precaución socioambiental.
Para salvar el clima: transición energética y medidas anticapitalistas Un punto de partida central para encarar la enormidad del cuadro de situación socioambiental planetario es despojar de la ecuación propuesta la ganancia capitalista e iniciar un proceso de transición pos-capitalista global independientemente de los costos materiales. Así, resumiendo, podríamos decir que hay dinámicas simultáneas que se impone impulsar: 1) reorganizar la producción social en base a las necesidades mayoritarias de la población. Se trata entonces de pasar de la producción de “valores de cambio a valores de uso”; 2) reducir la producción material en base a la abolición de industrias dañinas y socialmente inútiles como la publicitaria, la armamentística, la automotriz, etc. Reducción de la jornada laboral con igual salario y fomento del transporte público estatal con control social; 3) diseñar un sistema energético coordinado centralmente pero descentralizado en su producción, gestión y transporte para ganar eficiencia en base a una matriz alimentada por energías renovables y limpias: solar, eólica, mareomotriz, etc. y finalmente 4) reorganizar revolucionariamente todo el sistema político en base al empoderamiento de las mayorías –con la clase obrera como sujeto articulador- y poner todos los resortes de la vida económica bajo control directo en su planificación y gestión de los trabajadores y el pueblo. Estas medidas –o coordenadas generales- son parte de una “hoja de ruta” necesaria para un plan de salvataje social urgente. Y, como se ve, no existen –todavía- escollos de tipo técnico, sino que la condición necesaria reside en la movilización social y la decisión política de un poder que exprese los intereses del 99 % de la población mundial.
Los desafíos al Sur: antiimperialismo y ecosocialismo Como en todo el continente, Argentina es territorio dominado por una versión del capitalismo neocolonial en el siglo XXI que ofrece, exacerbados sus rasgos más rapaces: despojo de bienes comunes, mercantilización del agua, la tierra, Mariano Rosa en la “clausura” del Ministerio de Agricultura
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Polémica: Frente a la crisis socioambiental
¿responsabilidad individual
La crisis capitalista lleva a la humanidad a un callejón sin salida. No estamos frente a una crisis más: se trata del riesgo planetario de hacer desaparecer las condiciones de posibilidad para la vida humana sobre la tierra. La lógica del capital es implacable. Las corporaciones multinacionales son la cara visible del sistema y los gobiernos que gerencian sus negocios son cómplices del desastre. Como es lógico, las respuestas al desafío ambiental generan posturas diversas y polémicas. La magnitud de la crisis en el terreno ambiental es enorme. De hecho, conceptos tales como “cambio climático”, “calentamiento global”, “efecto invernadero” ya no son categorías limitadas al debate académico. La prensa de masas lo discute y no es para menos. Eventos extremos como las olas de calor, lluvias torrenciales, inundaciones o fenómenos eléctricos que matan gente hacen parte del debate público. Todavía las opiniones se dividen entre quienes responsabilizan a la “condición humana” y quiénes señalan a “las industrias contaminantes”. En el movimiento ambiental predomina un tipo de conciencia que señala al sistema de manera difusa como responsable y su “cultura consumista”. Por eso, la crítica ecológica se centra en el “sobreconsumo” y por lo tanto, en la necesidad de un cambio de patrones de consumo a escala social a partir de una multiplicación de conciencia individual y una suerte de contagio contracultural frente al consumismo desenfrenado. En simultáneo, agudos críticos del capitalismo como Eduardo Gudynas o cientistas como Boaventura Sousa identifican “desarrollo” y “crecimiento” con productivismo capitalista. Por lo tanto, se trata de reducir el consumo a partir de lograr generar consciencia individual o para el caso de la crítica del “desarrollis-
mo” de Gudynas-Boaventura la salida sería una suerte de “decrecimiento social”. Aclarando que polemizamos con sentido constructivo y que con muchos militantes ambientales que opinan ésto seguiremos marchando en defensa del planeta y el medio ambiente.
o cambio de sistema?
Bajo el capitalismo en el siglo XXI no se desarrollan las fuerzas productivas Existe una errónea amalgana que se hace a partir de identificar “desarrollo de las fuerzas productivas” con “desarrollo tecnológico e industrial” y ambos con “progreso o crecimiento”. Tanto el productivismo capitalista como ideología como la versión estalinista del marxismo defienden esa tesis: mayor volumen material de valores producidos, mayor progreso social y por tanto crecimiento de las fuerzas productivas. Es a esa definición a la que remiten las críticas del ambientalismo militante o la ecología política cuando dicen “el marxismo es productivista”. Sin embargo, esa no es la concepción marxista real del progreso social ni del desarrollo. Para Marx las dos fuerzas productivas fundamentales son “la naturaleza y el trabajo”. Por lo tanto, si un sistema en su “metabolismo social” destruye naturaleza y trabajo vivo, no abona al progreso social sino a su entancamiento. Es decir, para el marxismo –y adherimos a esta tesis– las fuerzas productivas de la sociedad son una “relación integral de naturaleza, herramientas y técnica, y trabajo productivo”. Si en esa relación el polo del trabajo –en concreto, l@s trabajador@s– no mejoran su nivel de vida en sentido integral, aunque las técnicas o la industria progresen, afirmamos de forma categó-
la cordillera y todo usurpado con métodos de altísimo impacto medioambiental. Esto es así por una razón básica: redunda en mayor rentabilidad a las corporaciones del saqueo. La ofensiva extractivista se agudiza en este período más que nunca como mecanismo de compensación de ganancia frente a la crisis del capital en sus epicentros. Todo el continente está cruzado por la misma lógica desde Guatemala hasta nuestro país. Y los nombres de las fuerzas ocupantes se repiten: Barrick, Chevron, Monsanto, IRSA o sus versiones locales de corporaciones cementadoras. Por eso, se coloca con fuerza un debate crucial en la izquierda y los movimientos sociales que resisten en el campo, la cordillera o la ciudad: ¿con qué programa enfrentar este ataque de las corporaciones en alianza
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Luciana Echevarría y Vilma Ripoll
estratégica con gobiernos de turno y falsos opositores de las fuerzas políticas tradicionales? Hay un primer aspecto para la movilización socioambiental en nuestro país que hace a tareas de soberanía e independencia nacional dado el encorsetamiento impuesto por las multinacionales de la usurpación contaminante. La cesión de soberanía territorial, económica, alimentaria y finalmente ambiental al capital transnacional es un primer escollo a revertir. Nuestro pueblo no decide qué cultiva ni qué come –lo deciden los pooles de siembra y las semilleras como Monsanto o Cargill. Tampoco decide con soberanía sobre su energía, sus minerales, su espacio público en las ciudades. Es una Argentina secuestrada por las corporaciones extractivistas. Por eso, el punto de partida es desmonopolizar el modelo económico y productivo de toda injerencia de corporaciones –incluyendo el capital financiero y la deuda externa. Para avanzar en
rica que no hay avance social de las fuerzas productivas. Desde hace décadas tomado el capitalismo a escala mundial lo único que progresa es la precarización laboral, la desocupación, la reducción del salario real y ahora como fenómeno contemporáneo la mercantilización de los bienes comunes para no hablar del balance ambiental de pérdida de biodiversidad o alteración climática. En resumen: aunque los avances científico-técnicos no se detienen, el carácter privado capitalista de su utilización y la finalidad exclusiva y antisocial de realizar ganancia a partir de ellos convierte esos progresos en fuerzas destructivas de la humanidad. Por eso, el desafío es relanzar el desarrollo de las fuerzas productivas con sentido ecosocialista.
La teoría del “decrecimiento” y la responsabilidad individual Frente a este panorama existe una corriente de ideas que preconiza la responsabilidad individual en el consumo. Esta visión dice más o menos “si cada uno cambia sus patrones de consumo y genera una militancia de contagio cultural, a la larga se pueden ir cambiando las cosas”. Esa salida es casi utópica. Hoy son las corporaciones mundiales las que definen qué energía se utiliza, el carácter del sistema alimentario o el uso de la tierra. Y todo lo hacen sometidos a la ley inexorable del capital de superproducir, fomentar el sobreconsumo para garantizarse tasa de ganancia sostenida o creciente. Cargar sobre la conducta individual la modificación de pautas de consumo es empezar por el final y un camino sin salida. La inmensa mayoría de la población dedica casi la totalidad de su jornada a trabajar a cambio de salarios insuficientes y a transportarse horas de la casa al trabajo. Esa masa condicionada así no tiene posibilidades de acceder fácilmente y de forma barata a comida sana o a desarrollar autocultivo para ese camino hay una segunda tarea: democratizar a fondo la toma de decisiones y que el poder real lo tenga el pueblo que se moviliza. Como exige la asamblea de Malvinas en Córdoba, como reclama el movimiento contra la megaminería o como plantean en las ciudades los vecinos contra la avanzada de la cementación inmobiliaria de matriz especulativa: la decisión sobre si avanzar o no con determinados emprendimientos económicos la tiene que tomar el pueblo informado y consciente deliberando de forma horizontal y libre a través de consultas populares o plebiscitos vinculantes.
Para salir del modelo de despojo hay que romper con el capitalismo Para nosotros anticapitalismo y ecologismo son dos peleas que tienen que transitar en completa unidad. Cualquier propuesta de ruptura con el actual
su propio sustento. Los hipermercados tienen de rehén a la población mundial y son parte orgánica del sistema alimentario que arranca con Monsanto, los transgénicos y pesticidas en el territorio. Las muy positivas redes/cooperativas de producción y comercialización de alimentos orgánicos son marginadas por la política estatal que prioriza las grandes cadenas de supermercados obligando a esos pequeños comercios a competir en un mercado monopólico que les impone precios con los cuales se les hace imposible competir. Tampoco esa población puede “elegir” cómo se transporta libremente. El sistema público de transporte es desastroso e ineficiente. Es parte de un plan para fomentar el uso del automóvil individual y la demanda de combustibles de origen fósil. De lo que se trata es de tomar el toro por las astas. Por eso, indudablemente la multiplicación militante ayuda y es clave, pero se trata de discutir estrategia antisistémica sobre todo: sistema energético, transporte público, reconversión económica y laboral, reducción de la jornada laboral y participación democrática, etc. Es decir, se trata de un cambio de sistema a escala nacional, regional y mundial. Y esos cambios no son esencialmente un problema “tecnológico” ya que no existen obstáculos técnicos para las modificaciones que es necesario concretar. Bajo el capital la condición humana de la mayoría se convierte en mercancía privada para explotar, la naturaleza son “recursos” para crear valores de cambios y los avances científico-técnicos facilitadores de ese objetivo antisocial: la ganancia capitalista. Por eso hay que cambiar esa relación social destructiva bajo la dictadura del capital con medidas de carácter revolucionario. Con esa orientación construimos la Red Ecosocialista en el movimiento socioambiental de Argentina y el MST-Nueva Izquierda que integra en su programa esta perspectiva ambiental.
modelo económico que no tenga en cuenta la variable ambiental está destinada a fracasar. De forma paralela toda perspectiva ecologista sin una orientación de izquierda y anticapitalista, de total delimitación del actual sistema, tiene poco futuro. O peor aún: se queda en la apariencia del problema y hasta puede terminar siendo un recurso de publicidad del capitalismo verde. De nuestra parte estamos totalmente convencidos que el objetivo no es “pintar de verde” el sistema capitalista. Se trata de romper con él y reorganizar la economía, la producción, el sistema político y todo sobre nuevas bases. Tampoco sirve extrapolar mecánicamente experiencias anticapitalistas del siglo XX. Hay que asumir a fondo los desafíos del siglo XXI y desarrollar a escala nacional El diputado Alejandro Bodart marchando contra la Ley de Semillas
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¿que es la red
ecosocialista?
Desde finales del 2013 resolvimos impulsar a escala nacional una corriente socioambiental de izquierda que tuviera dos ejes de intervención: intervención práctica en las luchas amla lucha de ideas por un programa de bientales de Argentina. transformaciones revolucionarias con perspectiva nacional, latinoamericanista Construir un polo de izquierda al e internacional que integre la variable interior del movimiento ambiental y ecológica como anclaje fundamental una fuerza política revolucionaria en de sus propuestas. A la vez, esa lucha de Argentina ideas tiene el sentido práctico de alimentar una actividad sistemática de particiEn la misma dirección, la Red Ecosopación en las principales expresiones de cialista definió su estrategia de construcconflictividad ambiental en Argentina. ción en el I° Encuentro Socioambiental Así participamos desde el primer día en 2014 de junio pasado. Por un lado, cola lucha ejemplar del pueblo de Malvinas (Córdoba) y las Madres de Ituzaingó contra la instalación de la planta de Monsanto en esa localidad; contra el avance del fracking en el país –nuestro diputado y principal dirigente, Alejandro Bodart denunció a la presidenta por el acuerdo YPF-Chevron– y estuvimos presentes en la resistencia cordillerana contra la meEncuentro Nacional Socioambiental, Córdoba, junio 2014 gaminería, junto al pueblo de Gualeguaychú con nuestra compañera Vilma Ripoll bra centralidad el desafío de impulsar la enfrentando las pasteras o en las ciuunidad del movimiento ambiental contra dades contra la cementación urbana. las causas del cambio climático y a la vez En síntesis: somos un colectivo amplio contra la agresión de las corporaciones del de elaboración democrática de ideas e extractivismo capitalista en todo el conti-
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un amplio proceso unitario de movilización social y a su interior una sólida corriente ambiental de izquierda que luche por una salida anticapitalista. En ese camino, cobra centralidad estratégica la construcción de una fuerza política que logre enraizamiento social en la clase obrera, sujeto fundamental para lograr cambios de fondo. Sin los trabajadores conscientes de la necesidad de articular derechos sociales y ambientales para un modelo social superador del capitalismo, no hay chances de avanzar en esa dirección. Por eso, los revolucionari@s del siglo XXI tenemos que plantearnos el desafío adicional de llegar a los trabajadores con una propuesta que integre todas sus reivindicaciones e incluya la necesidad de una reconversión productiva
nente y en nuestro país en particular. En el movimiento ambiental existen debates, matices y estrategias políticas distintas. Nosotr@s creemos que hay que unir la pelea por los derechos sociales y los ambientales –junto con los de género–, que es clave interpelar a la clase trabajadora y reconocer su papel insustituible como sujeto de cambio social alrededor del cual articular una alianza social de todos los sectores populares. Por eso, planteamos construir un polo de izquierda y anticapitalista al interior del movimiento ambiental. Nuestra Red es abierta y está integrada por militantes del MST-Nueva Izquierda y activistas independientes. Nuestro funcionamiento es democrático-deliberativo y actuamos por decisión de mayoría a la hora de decidir todo en asambleas periódicas. A la vez, desde la Red abonamos a la construcción de una fuerza política nacional que lucha por un programa de cambios antiimperialistas, anticapitalistas, antipatriarcales y ecosocialistas para Argentina. Esa fuerza es el MST-Nueva Izquierda y tiene como principales portavoces públicos a Alejandro Bodart y Vilma Ripoll, también sus candidatos a presidente y vice hacia el 2015 en nuestro país.
y profesional-laboral que garantice pleno empleo con una reducción cualitativa del tiempo de trabajo socialmente necesario. La síntesis de ese plan de orientación general para reorganizar la sociedad es un programa político de cambios de fondo que solamente se puede defender con masa crítica de miles de militantes, voluntariamente asociada y organizada en una fuerza política revolucionaria adaptada al siglo XXI en contenido y forma. Y multiplicar estas ideas en fábricas, empresas, en el movimiento estudiantil, en barrios y el movimiento de mujeres. Por supuesto, de más está decir que el movimiento ambiental tiene también que encarar estos desafíos históricos. Esa es la apuesta de oportunidad y de responsabilidad. s
a 100 años de la primera guerra mundial
1914 el inicio
de una nueva Época Cesar Latorre Delegado General del Hospital Italiano cesarlat@yahoo.com.ar
c
atorce años después de comenzado el siglo XX el sistema capitalista, en una expresión horrorosa de destrucción e irracionalidad organizada, revelaba su caducidad. La mano que Adam Smith1 no veía pero regulaba el mercado se mostró empuñando armas de pólvora para poder asignar y destruir los recursos económicos a pistoletazos. La idea imperante de las poblaciones europeas de que el capitalismo traía mejoras constantes y desarrollo ininterrumpido se desvaneció en cuestión de meses. La teoría marxista fue la única corriente de pensamiento que previó acontecimientos de ésta índole. La segunda internacional de los trabajadores se derrumbó por el accionar de sus partidos reformistas; pero unos pocos líderes revolucionarios se mantuvieron firmes en los principios internacionalistas. Su expresión más avanzada, el partido Bolchevique, fundó el primer Estado obrero del mundo sólo tres años después. La historia es así: hay espacios temporales que sintetizan decenas de años.
Las causas de la guerra La mayoría de los analistas sostienen como explicación más corriente de la causa de la primera guerra mundial el reparto de los mercados y las colonias. Alemania bajo un capitalismo vigoroso comenzó a disputarle la hegemonía a Inglaterra, el gran taller del mundo. Y detrás
de esta polaridad se encontraban otras potencias que tenían aspiraciones de conquistar más colonias y mercados también. Esto solo es parcialmente cierto. O mejor dicho aún, es una consecuencia de una causa anterior: el estancamiento del desarrollo de las fuerzas productivas2 por la contradicción de las mismas con la forma jurídico-política de los Estados Nacionales y el desarrollo de una particular rama de la producción: la industria armamentista De esta manera el estallido de la guerra fue la expresión externa de una serie de problemas sin resolución inherentes al propio sistema capitalista. Las fuerzas productivas para seguir desarrollándose necesitan la eliminación de los Estados Nacionales. Al haberse desarrollado tanto las fuerzas productivas en el período anterior se hacía necesario planificar la economía a nivel mundial. Exigencia sólo posible rompiendo la unidad jurídico-política de los Estados nacionales. Esto trajo aparejado una tendencia más hacia la concentración capitalista. Se aceleró la fusión entre el capital industrial y el capital bancario junto con una cartelización de grandes empresas. Los oligopolios por rama de producción o por circuito productivo crearon las condiciones materiales para la gran guerra por la hegemonía económica. Paralelamente a este proceso la industria armamentista tuvo un desarrollo sin precedentes y configuró un nicho de acumulación capitalista de envergadura a la vez que fortalecía los instrumentos para mantener su dominación de clase, como con agudeza observó Rosa Luxemburgo. Asimismo, al no poder resolver la contradicción del nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y el propio sistema capitalista, el conocimiento científico-técnico bajo la dirección de la burguesía se puso al servicio
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de su contrario: el desarrollo de fuerzas destructivas. De esta manera se constituyó la paradoja intrínseca del capitalismo imperialista en decadencia y demostración irrebatible del estancamiento de las fuerzas productivas con su consiguiente apertura de una época revolucionaria.
El fin de la Belle Époque El desarrollo de las fuerzas productivas previo a la gran guerra tuvo un impacto tan grande en los países centrales de Europa y EEUU que generaron un clima de prosperidad y una idea de crecimiento y desarrollo ininterrumpido que penetró en las propias clases obreras de dichos países. En este contexto es que se desarrollaron las organizaciones políticas que tuvieron base en una naciente aristocracia obrera que acentuaba las tendencias reformistas incluso al interior de las organizaciones proclamadas revolucionarias. En este clima las voces de los intelectuales burgueses y “científicos sociales” contaron con un público deseoso de creer en sus asociaciones de la modernidad capitalista con la ausencia de guerras y violencia y sus pronósticos de acercamiento a la realización de la “paz perpetua” kantiana. La guerra demolió esta ilusión. Lejos de la paz perpetua, el capitalismo le mostró al mundo el precio que era capaz de hacerle pagar a la humanidad con tal de mantener su tasa de ganancia. Los cambios fueron de tal magnitud que, en 1915 como afirma Trotski en su autobiografía, los militantes internacionalistas cabían en cuatro coches. Sin embargo, en marzo del 17 estalla la revolución rusa. En noviembre el partido bolchevique toma el poder y sienta las bases para al fundación de una nueva internacional, la tercera, creada en 1919.
La Segunda Internacional: del Internacionalismo Proletario al Nacionalismo Burgués
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Como todo gran acontecimiento histórico la primera guerra mundial, además de conmocionar a todas las instituciones, puso a prueba a las direcciones del movimiento obrero. La Segunda Internacional o Internacional Socialista
era la dirección indiscutida de la clase obrera Europea. El partido más importante y punto de referencia predilecto de la internacional era el Partido Socialdemócrata Alemán. Éste dirigía sindicatos, centrales obreras, tenía 90 publicaciones, millones de votos, diputados, etc. El 4 de Agosto de 1914 el partido alemán votó a favor de los créditos para financiar la guerra, a excepción del espléndido voto en contra de Karl Liebknecht. Las resoluciones de la internacional –congreso de Basilea- a favor de hacer todo lo posible para evitar la guerra imperialista se habían traicionado cruelmente. Esta traición dividió de manera tan categórica y profunda al movimiento obrero en revolucionarios y reformistas que aún hoy en día existen estas tendencias políticas a nivel internacional. Ecuánimemente un núcleo minoritario se mantuvo intransigentemente fiel a los principios del internacionalismo. Así como Karl Libeknecht en el parlamento alemán, Lapschewitsch y Kazlerowitsch votaron en contra de los créditos de guerra en el parlamento Serbio. De dicho núcleo los revolucionarios rusos fueron los más fervientes opositores lanzando una corrosiva labor de denuncia y educación revolucionaria de las masas. Amparados en la experiencia de la Comuna de París llamaron a los obreros a convertir la guerra imperialista en guerra civil. A usar los fusiles contra sus propias burguesías en vez de tirar contra los hermanos de otras naciones. A medida que la guerra demostraba toda su brutal irracionalidad se encendía más la llama revolucionaria. En todos los ejércitos beligerantes comenzaba a haber deserciones y motines de soldados negándose a combatir. El nivel de conflictividad aumentó considerablemente en la retaguardia también. En el período que va desde 1916 a 1917 la cifras de huelguistas crecieron exponencialmente. Aumentaron y se profundizaron las manifestaciones de masas exigiendo el cese del fuego. Los bolcheviques supieron cultivar esta llama adaptando su política al avance del nivel de conciencia de las masas realizando una tarea pedagógica sin precedentes que obtuvo como resultado la conquista más importante de la clase obrera: la
Revolución de Octubre (Noviembre) de 1917. Demostrándole a la clase obrera del mundo entero que la revolución socialista era una realidad posible. De la sed imperialista por la dominación mundial había nacido el mayor escollo para lograrla: el primer estado obrero.
A 100 años de la Guerra Mundial: el mismo legado Como en aquel momento, hoy sigue vigente la antinomia socialismo o barbarie. La guerra había sido la expresión concreta de la barbarie capitalista. El primer estado obrero constituyó la primer piedra en la concreción del socialismo. La humanidad pasó por una segunda guerra mundial. Ésta exteriorizó con mayor ilustración lo que puede ser la barbarie. Así como también le posibilitó a las masas expropiar a la burguesía en ¼ del planeta, a pesar de la dirección Stalinista. Hoy no existe una guerra mundial y es poco probable que se desarrolle una en el corto plazo por múltiples factores que no son objeto de este artículo. Pero así como la guerra es la continuación de la política por otros medios hoy la política es el medio predilecto de la guerra económica que las burguesías descargan sobre las masas generando nuevos ejemplos de barbarie. El actual estado de cosas puede invitarnos a considerar la realidad de dos maneras: Por un lado se puede decir que todo está perdido, como diría Calvino “el esfuerzo más heróico solo puede aplicarse a tratar de tener una idea sobre el [devenir del mundo] comprendiéndolo y aceptándolo” Otra mirada puede mostrarnos que la realidad social constituye un espacio abierto e indeterminado, por lo tanto permeable a la dirección humana. La historia no es un espectáculo en el cual los trabajadores sólo estamos invitados a padecer. La historia es una construcción humana, por lo tanto, un espectáculo al que estamos invitados a participar y en el que podemos ser protagonistas. Hace un siglo atrás todas las direcciones políticas cayeron en un desprestigio absoluto. Los partidos y confi-
Rosa Luxemburgo
guraciones políticas que existían antes de 1914 se transformaron en algo completamente distinto algunos pocos años después. Al igual que hace casi un siglo hoy no existe dirección política que goce de la estima y el prestigio por parte de las masas a nivel mundial. Hoy no existe en la conciencia global una consideración de que el capitalismo es incuestionable e indiscutiblemente el mejor sistema. En un proceso lento pero sistemático desde la caída del
pero asi como la guerra es la continuación de la política por otros medios, hoy la política es el medio predilecto de la guerra económica que las burguesías descargan sobre las masas generando nuevos ejemplos de barbarie. muro de berlín lo que existe es una debacle continua del sistema capitalista y la cultura europeo-occidental que se impuso en el mundo. Se está acumulando un proceso que evidentemente le abrirá espacio a algo nuevo. Es por ello que la pelea por no caer en la barbarie, por lograr una sociedad más justa, por la emancipación humana, por el socialismo en el sentido profundo de la palabra es una pelea abierta y que por lo tanto se puede ganar. s (1) Adam Smith fue uno de los economistas clásicos, uno de los padres de la ciencia económica burguesa. Bajo un supuesto a todas luces errado edificó gran parte de su teoría naturalizadora de la explotación capitalista. Él sostenía que en el mercado bajo la famosa ley de la oferta y la demanda, los precios, la producción y asignación de bienes y servicios se “autorregulaba” A esta “autorregulación” él la metaforizó como la mano invisible. (2) Por Fuerzas Productivas los marxistas entendemos la relación que existe entre el hombre y la naturaleza. El hombre a partir de la creación de sus herramientas-maquinas y su técnica puede extraer más materias primas, puede transformarla mejor con el objeto de crear mejores condiciones de vida para la humanidad considerada de conjunto.
Bibliografía: Las Revoluciones del Siglo XX, Nahuel Moreno. Conversaciones con Nahuel Moreno. La acumulación del Capital, Rosa Luxemburgo. La Guerra y la Internacional, León Trotski. Cuestiones de Exclusión Social y Política, Tenti Fanfani. Historia del siglo XX, Eric Hobsbawm. Historia contemporánea de los procesos económicos, Cristina Lucchini (compiladora).
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Foto: Hugo Scotte
Entrevista a Alejandro Bodart*
“trabajamos para que
se fortalezca una nueva izquierda” En este primer número de nuestra revista, dialogamos con Alejandro Bodart quien es diputado de la Ciudad de Buenos Aires y candidato a Presidente por el MST - Nueva Izquierda. En una larga y amena charla recorrimos diversos temas. Para conocer a fondo su proyecto, sus desafíos y la visión del país y del mundo que tiene el principal referente del MST.
* ale_bodart@hotmail.com
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lejandro, para comenzar, contanos un poco de vos, de tu historia, tu juventud y tus primeros pasos en la militancia de izquierda… Arranqué de muy joven, tenía 16 años, en la época de la dictadura. Yo vivía en Barrio Jardín, en Córdoba, a pocas cuadras de la cancha de Talleres, el club de mi juventud. Teníamos un grupo de amigos en el barrio y uno de ellos tenía una hermana que militaba en el Partido Socialista de los Trabajadores. Y charlando con ella surgió el tema y por esa vía conocí al PST. A partir de ahí me empecé a interiorizar y a entusiasmar con la política, la teoría y el programa del socialismo revolucionario y prácticamente en menos de tres o cuatro meses ya estaba militando. Teníamos un grupo partidario
bastante importante en el barrio. De hecho, llegamos a tener varios equipos, algunos no los conocí en el momento, sino cuando se abrió la democracia. En esa época la militancia tenía mucho de estudio, atender contactos con el periódico y alguna que otra actividad de volanteo, etc. En el barrio varios compañeros trabajaban en el gremio de comercio, donde teníamos un trabajo importante. Como verás no tuve en un principio una militancia estudiantil, sino más bien barrial y sindical. En la juventud recién milité cuando cayó la dictadura y entré a estudiar en la facultad de Derecho. Para ese momento ya habíamos fundado el viejo MAS. Por lo que decís, en algún momento de tu juventud decidiste jugarte por entero a la militancia
¿Qué te llevó a tal convencimiento? Provengo de una familia de trabajadores. Mi madre fue cajera en un comercio hasta que se jubiló, a mi padre no lo conocí. Vivíamos con lo justo, alquilando un pequeño departamento. Tengo el recuerdo de varias navidades y fines de año donde se nos hicieron las 12 de la noche arriba de un colectivo viajando hacia la casa de algunos familiares, porque a mi vieja el patrón la hacía quedar hasta cualquier hora. Crecí viendo y experimentando las injusticias de ésta sociedad y acumulando indignación. Cuando conocí a los compañeros y la política del partido me cerró el círculo y me enamoré perdidamente de la militancia por una sociedad distinta, sin opresión ni explotación. Estudié en la Universidad Nacional de Córdoba, trabajé en el gremio metalúrgico y milité en Córdoba hasta 1989. Ese año logramos elegir a nuestros primeros diputados, Luis Zamora y Silvia Díaz. Nuestro partido estaba pasando por un momento extraordinario. El partido me propuso que me mude a La Plata para ayudar a fortalecer esa regional. No lo pensé ni un momento y así termine viviendo en la Provincia de Buenos Aires. A la Capital, recién llego en el año 1993, cuando se funda el MST y los compañeros me eligen Secretario General del Partido.
ya estaba recorriendo el mundo. estallido”, justo unos días antes, Estábamos protagonizando una porque era algo que se olfateaba. revolución. El 20 desde tempraMeses previos habíamos hecho no comenzaron fuertes enfrentauna elección muy buena. En Córmientos de la policía con manifesdoba habíamos sacado 9 diputatantes, primero en la plaza y luego dos constituyentes, ya había salien Diagonal Norte que al final terdo electa Vilma Ripoll en Capital. minaron con De la Rúa yéndose Se veía venir todo lo que después en un helicóptero. Esos días y los se conocería como argentinazo. siguientes fueron de una intensiEl 19 a la tarde desde nuestro dad inigualables. partido convocamos a marchar Otro hecho conmocionante desde los barrios y lugares de trafue la marcha del 1º de enero del bajo y estudio a Plaza de Mayo. Y 2002. Ya habían caído varios prerealizamos la marcha, recorrimos sidentes y ese día nos manifestáel centro propagandizando la nebamos frente al Congreso para recesidad de salir a la calle contra el chazar la asunción de Duhalde. El gobierno. A la noche, estábamos peronismo también convocó, e inreunidos en nuestro local central, que queda muy cerquita de la Plaza, evaluandel rgentinazo tengo recuerdos do la situación muy vívidos porque estuve todo el tiempo en la calle y el anuncio del durante esas jornadas. Nosotros habíamos sacado estado de sitio que acababa de un periódico que en su tapa titulaba “Se viene el implementar el estallido”, justo unos días antes... gobierno cuando varios compañeros empezaron a tentaron con patotas desalojarnos avisarnos que la gente se estaba por la fuerza. Eran más que nosomovilizando desde los barrios hatros pero la fuerza de los acontecicia la casa Rosada. Fuimos de los mientos y la convicción de que esprimeros en llegar. Esa noche, cae tábamos protagonizando jornadas el ministro de economía Cavallo. históricas nos permitieron derroEstando en Plaza de Mayo me llatarlos y correrlos varias cuadras. maban de todo el país, incluso de Luego de eso, surgen las asamBrasil, para saber qué era lo que bleas barriales. Yo participaba de estaba pasando, porque la noticia
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Y estando ya instalado en Buenos Aires, ¿qué recuerdos te vienen del 2001 y el argentinazo, donde el MST y vos participaron activamente? Del Argentinazo tengo recuerdos muy vívidos porque estuve todo el tiempo en la calle durante esas jornadas. Nosotros habíamos sacado un periódico que en su tapa titulaba “Se viene el
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quierda que tenía un gran peso no pudo ser alternativa ¿Qué reflexión te merece eso?
Hay dos elementos fundamentales que tienen que ver con lo que te venía diciendo. El primero, objetivo: el Argentinazo fue una semi insurrección popular en donde la clase obrera no actuó como clase, sino que intervino muy dispersa. Se venía de un período de mucha desocupación, de muchos ataques a la clase obrera. Y si bien había un cambio en la dirección Nosotros creemos que hubo una revolución, de algunos grey por ende se trastocó todo. Debemos ser uno de mios, todavía los pocos sectores que opina eso. El grueso de la era incipiente, y esa fue una deizquierda tiende a minimizar bilidad global de todo el proceso, lo que fue el rgentinazo. donde tuvieron un rol más relevante los sectores medios y los aprendiendo de los errores que trabajadores pero de forma indivicometimos. Esas enseñanzas han dual, no como clase. sido muy útiles para el rearme El segundo, fue subjetivo. La general de nuestra organización. izquierda venía después de los La izquierda tiene que balancear ´90 muy golpeada, y estaba remuy bien lo que pasó porque todaconstituyéndose, y la única forvía estamos en la etapa que abrió ma de encarar el proceso que el 2001. Y ahora se está dinamise abrió con fuerza era con una zando nuevamente todo en la meunidad muy amplia y lamentabledida que el kirchnerismo –que dumente eso no se dio. Nosotros rante un tiempo se transformo en éramos parte de Izquierda Unida. un freno- se está deshilachando. Y, aunque evidentemente teníamos estrategias distintas con el Pero después del 2001 la iz-
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Partido Comunista, creemos que deberíamos haber sido más audaces en plantearles formas organizativas comunes para darle un canal a los miles de activistas que estaban buscando una alternativa y ampliar la unidad al resto de la izquierda. No sé qué hubiera hecho el PC, porque las diferencias se profundizaban a medida que la situación se radicalizaba. Del proceso emergió con fuerza Luis Zamora, converso al horizontalismo, quien teniendo la oportunidad de convocar a una amplia unidad se dedicó a despotricar contra el resto de la izquierda. Después surgió el kirchnerismo, impulsado desde el PJ. Quien con un doble discurso muy hábil, el apoyo de toda la burguesía, la burocracia sindical y mucha plata, debido a una coyuntura económica extraordinaria, logró congelar el proceso revolucionario que se había abierto.
de una alianza entre los trabajadores y un sector de la burguesía no jugó un rol relevante. Un sector de ellos se hizo kirchnerista, como el PC o Libres del Sur que ahora están con la UCR en UNEN. Otros, como los compañeros del PCR, siguen pregonado la necesidad de una salida de centroizquierda junto a Unidad Popular. La izquierda clasista intervino con fuerza. Un sector de manera sectaria y dogmática, como los compañeros del FIT, en vez de trabajar para construir un gran frente dirigido desde un polo de fuerzas revolucionarias vienen negándose a ampliar la unidad. Parecen resignarse a un rol meramente testimonial en momentos donde se nos presenta una oportunidad histórica. Por nuestra parte sacamos la conclusión de que la tarea de la hora es transformar a la izquierda en una opción de gobierno y que para eso es preciso construir un gran frente o movimiento, con un claro programa revolucionario y mecanismos democráticos que permitan dirimir desde candidaturas hasta las lógicas diferencias que puedan irse presentando.
Está claro que hay distintas visiones en la izquierda sobre esos sucesos y también sobre qué debería hacerse hoy ¿Crees que son pequeñas diferencias o hay debates de fondo sobre cómo ser opción de gobierno? Existen diferencias importantes sobre lo que pasó. Nosotros creemos que hubo una revolución. El grueso de la izquierda tiende a minimizar lo que fue el Argentinazo. Y a no ver la fuerza y los cambios estructurales que provocó. De hecho ahora, todo lo que está pasando, inclusive el nuevo auge de la izquierda, tiene que ver con el golpazo que recibió el régimen bipartidista por parte del movimiento de masas el 19 y 20 de diciembre del 2001. Esto se combinó con diferentes concepciones estratégicas. La izquierda oportunista o frentepopulista que cree en la necesidad
En esa búsqueda de construir unidad ustedes estuvieron un tiempo en alianza con Proyecto Sur y Pino Solanas, y antes con Izquierda Unida. Si las dos terminaron con diferencias y distintos proyectos ¿fue positivo hacer-
Foto: Hugo Scotte
la de Entre Ríos y San Juan y varias veces fui electo delegado a la Asamblea Interbarrial de Parque Centenario. Fueron momentos muy importantes, y de mucha elaboración política. Participamos de una revolución popular que además de derribar varios gobiernos dejo gravemente herido al régimen bipartidista surgido de la caída de la dictadura. Sacamos bastantes conclusiones de lo que había pasado y con el tiempo fuimos
las? ¿O como experiencias las ves críticamente?
dad vamos a tener la fuerza para transformarnos en una opción de gobierno. Si lo lograremos o no, como siempre, lo dirá la dinámica que tome la lucha de clases.
Haber sido siempre un sector unitario es algo que reivindicamos. Izquierda Unida en sus dos En los últimos meses el MST inetapas fue muy positiva. Vivimos sistió con el problema de la unien un país donde la clase obrera, dad, ahora al Frente de Izquierda por acción del peronismo tiene y a Víctor De Genaro… una concepción muy atrasada en el plano político. Mientras es vanSí, más allá de las diferencias guardia en la lucha y en la orgaque tenemos con unos y otros. nización sindical, el peronismo le Que no son sólo el tema del secha metido en la cabeza la concitarismo y el oportunismo que poliación de clases, por lo tanto que demos encontrar en uno y en otro, la izquierda se una o intentar haque por otro lado son dos térmicer alianzas amplias para golpear nos que se juntan, porque si no contra eso y hacer que avancen hay una alternativa unitaria se le en su conciencia es una obligahace un favor a las fuerzas tradición. De cada experiencia unitaria nos hemos enriquecido y fornosotros hemos impulsado talecido al igual que sectores del unidades, y las seguiremos impulsando, con todo movimiento de sector con el que tengamos algunos puntos políticos masas. Y los que de acuerdo. Porque nosotros queremos gobernar, no se han debilitado han sido los que queremos ser sólo una fuerza testimonial. cambiaron de proyecto. Basta cionales. mirar el derrotero declinante del Tenemos diferencias en cuanPC o de Proyecto Sur. Nosotros heto a la comprensión de las tareas mos impulsado una política uniantiimperialistas, con ambos. Altaria y la seguiremos impulsando gunos las minimizan, entonces no porque queremos que los trabajatienden a ver los procesos que se dores y el pueblo sean gobierno. han desarrollado en Venezuela o Y estamos convencidos de que en Bolivia y no han atinado a tepara lograrlo tenemos que aprenner políticas, a ser parte de esos der a trabajar con otros, ya que procesos y desde ahí pelear por solo en el marco de una gran uni-
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un programa transicional, socialista. Y otros porque ven eso como el final del camino, cuando en la realidad se demuestra que si no se avanza a tareas anticapitalistas se retrocede, como también nos viene pasando en la propia Venezuela. Entendemos también que no hay una comprensión cabal de las tareas ambientales y cómo las corporaciones en esta etapa de decadencia del capitalismo agreden el medio ambiente. No lo ubican como tareas fundamentales. También tenemos matices y diferencias en cuanto a lo sindical y en muchos otros temas. Pero más allá de todo esto, estamos convencidos de que es más lo que nos une y que si aprende-
co y ubicaríamos una fórmula de izquierda al mismo nivel que los candidatos que promueve el establishment. Bueno, pero hasta ahora no hay unidad y supongamos que no se logra, leí en un artículo tuyo que hablaste de consolidar la existencia de otra izquierda, de otro proyecto ¿Qué quiere decir eso?
Nosotros creemos que hace falta una izquierda que pelee por todo esto que estamos discutiendo, que sea un proyecto moderno, que actualice el programa en un sentido positivo, incorporando causas, como la ambiental, que tiene mucho peso en esta etapa y sobre todo en países como el nuestro, que aprenda a conhacer un proyecto amplio a vivir con diferenlargo plazo donde puedan convivir distintos espa- cias y que por cios sobre la base de un programa y mecanismos esa vía se plantee hacer un democráticos, una izquierda que rompa con la auto- proyecto amplio proclamación, el dogmatismo, el personalismo. Que a largo plazo donde puedan realmente construya un movimiento de izquierda que convivir distinpueda ser opción de gobierno a corto plazo. tos espacios sobre la base de un programa y mecanismos democráticos, una mos a convivir con matices y diferencias podemos encarar un izquierda que rompa con la auproyecto común y a partir de ahí, toproclamación, el dogmatismo, el personalismo. Que realmente vía mecanismos democráticos, construya un movimiento de izir resolviendo todas las cuestioquierda que pueda ser opción de nes que haga falta. Por eso les venimos reiterando el llamado a ponernos de acuerdo en un programa y comenzar por dirimir las candidaturas en las próximas internas abiertas y obligatorias. Estamos convencidos de que si nos pusiéramos de acuerdo en esto provocaríamos un tembladeral políti-
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Foto: Hugo Scotte
gobierno a corto plazo. Para eso, creemos que en la medida en la que ninguno de estos sectores a los que dirigimos el llamado está dispuesto a avanzar, es necesario que este tipo de izquierda crezca y se fortalezca, porque si sólo se fortalecen proyectos que son viudas de la centroizquierda o que son sectarios y autoproclamatorios estamos complicados, la unidad se aleja y por esa vía la posibilidad de disputar poder. Por eso tenemos que trabajar para que se fortalezca como opción una nueva izquierda, en unidad y más que nunca si no la hay. Y en estos pocos meses como viene la actividad de instalar por el país esta propuesta ¿sentís que hay una recepción positiva? Creo que hay una gran simpatía hacia la izquierda y nosotros somos parte de esa simpatía general. Después, hay un gran anhelo de unidad. El hecho de que se constituyan distintas alternativas hay que ver cómo termina actuando en la gente. Pero nosotros estamos contentos porque en cada lugar que vamos junto a Vilma, que me acompaña en la fórmula, vemos que hay una simpatía particular y que nuestro espacio y nuestro discurso va entrando. Corremos con desventaja con algunos otros proyectos porque el nuestro es más nuevo, tiene menos instalación. Pero apelamos a llegar lo más instalados posible con los pocos recursos que tenemos, primero a las PASO y después a octubre.
radas las elecciones, porque esto depende de los intereses del PRO y los K. A nosotros nos interesaría que fueran separadas para que se puedan discutir los problemas de la ciudad y las distintas propuestas que existen. No está claro hasta hoy, pero es probable que sean juntas. Hay compañeros que me han propuesto para que yo, más allá de que encabece la fórmula presidencial, también me postule en la Ciudad para renovar mi cargo, y esto si fueran separadas las elecciones podría hacerse con más fuerza. Sobre todo porque hay un sector que quiere mantener nuestra banca ya que desde ahí hemos ayudado a que los procesos de lucha y resistencia entren en la Legislatura y muchas veces a que tengan resultados positivos. Veremos cómo sigue esto, pero es una posibilidad que además de ir como candidato a presidente, también vaya como legislador. Nos gustaría saber tu opinión sobre otras cuestiones. Por ejemplo en la tapa de este primer número está la imagen del pueblo de Cataluña ¿Qué valor le da un dirigente de la izquierda a una lucha por la independencia?
Y en la ciudad vos sos diputado y también hay elecciones ¿Cuál va a ser tu rol en esa disputa?
Yo soy independentista de primera hora porque creo en la autodeterminación de los pueblos. Me parece una barbaridad que en el siglo XXI todavía tengamos monarquías y pueblos sometidos de manera autoritaria a un poder central que históricamente se construyó sobre la base de la opresión y la conquista. Por lo tanto soy defensor de la autodeterminación de todos los pueblos y si deciden independizarse los apoyo incondicionalmente. Conociendo la historia del pueblo catalán,
Todavía no sabemos si van a ser juntas o sepa-
Alejandro Bodart junto a Marcelo Valko en el homenaje a Osvaldo Bayer
creo que tienen todo su derecho a ser libres, como lo tienen los escoceses, los irlandeses, los vascos, y todas las nacionalidades oprimidas del mundo. Y eso que decís vale en general para causas independentistas y nacionalistas ¿O son cuestiones no prioritarias en la izquierda?
Y desde el punto de vista ecológico y ambiental que actitud debería tomar la izquierda según tu visión… Como te decía antes, las cuestiones ambientales tienen que ser parte fundamental del programa. Hoy en día las corporaciones y el capitalismo en su etapa de descomposición, para mantener las tasas de ganancia necesitan avanzar en la expoliación y contaminación. Entonces creo sinceramente que hay que ponerle un freno porque éste es el único planeta que tenemos. El
Es parte fundamental de nuestro programa, por eso toda la vida hemos estado en contra de la política del stalinismo de mantener sometidos a una serie de pueblos sobre la base de la bota militar y no permitir la Estamos contentos porque en cada lugar que vamos a u to d e te r m i nación. Una junto a Vilma, que me acompaña en la fórmula, vemos cosa es cómo que hay una simpatía particular y que nuestro espacio y se constituyó la Unión Sonuestro discurso va entrando. viética por una acción libre de agua vale más que el oro, y por lo los pueblos, y otra cómo, después, tanto hay que producir de manela mantuvo el stalinismo a sangre ra sustentable con la naturaleza y fuego y por eso estamos plenay eso es perfectamente posible, mente de acuerdo en que si Ucracreando fuentes de energías alnia o cualquier otro país se quieternativas para terminar con la re independizar, tiene derecho a etapa del petróleo y para no caer autodeterminarse. Cada pueblo en el fracking. Hay que volver hatiene derecho a decidir su futuro cia la agricultura de agricultores y creo que la izquierda tiene que y de la diversidad de cultivos conser vanguardia en esa pelea, más tra los agroquímicos y los transallá de las diferencias que tendregénicos, y desde ya terminar con mos con otros sectores en cuanto los métodos extractivos como la a qué es lo que hay que constituir megaminería. Nosotros prohibiuna vez lograda la independencia.
Foto: Hugo Scotte
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marxismo y de la lucha científica de la clase obrera por avanzar hacia una sociedad sin explotados ni oprimidos y por lo tanto creo que el trotskismo es la continuidad de Marx y de Lenin, que resume la lucha histórica de la clase obrera por lograr su emancipación. Dentro de lo que es el trotskismo hay una gran división por causa de la muerte de Trotski y el período en el que esto se dio. Nosotros nos reivindicamos de la corriente morenista, que es una corriente que supo ser la más importante de Latinoamérica y Estamos convencidos que no hay ninguna posibilidad ahora estamos en un proceso de construir una dirección revolucionaria en un país de confluencia si no está íntimamente ligada con compañea una direccion internacional. ros que vienen de otra gran corriente, europea, que tiene a Ernest Mandel Siguiendo con el tema y sabiencomo referencia. do que es tradición en la izquierAdemás, trabajamos mancoda una actitud internacionalista, munadamente con partidos de ¿qué podés decirnos sobre tus nuestra corriente histórica, como raíces históricas y sobre el acMarea Socialista de Venezuela o tual espacio internacional en el el MES-PSOL de Brasil y compañeque actúa el MST, con quiénes ros de otros países latinoamericatrabajan y tienen relación en nos y a nivel internacional. otros países? Estamos convencidos de que no hay ninguna posibilidad de consNosotros somos trotskistas, truir una dirección revolucionaria que para mí es la continuidad del ríamos por ley todo eso, y a partir de ahí, impulsaríamos métodos científicos de avanzada que sean sustentables con la naturaleza. No se trata de retroceder al Medioevo como nos quieren hacer ver desde las corporaciones, sino de ponernos a tono con el siglo XXI y justamente cuidar la naturaleza como bien común, si queremos tener vida en el planeta por muchas generaciones. No por un grupo de vivos vamos a poner en riesgo la vida y el futuro de la humanidad.
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Foto: Hugo Scotte
en un país si no está íntimamente ligada a una dirección internacional. Seguimos creyendo que la clase obrera no tiene fronteras, y que por lo tanto hace falta construir una organización internacional que la acaudille, y vamos a contribuir con todos nuestros esfuerzos hacia ello. Sin caer en el error de algunas corrientes que creen que con cuatros gatos locos de 4 o 5 países se pueden autoproclamar como Internacional. En un sistema capitalista en crisis y cuestionado es crucial impulsar el más amplio reagrupamiento de las corrientes que seguimos reivindicándonos anticapitalistas y socialistas ya que sólo a partir de la confluencia vamos a poder incidir en la rica realidad que nos toca vivir. Considerando que estamos iniciando una nueva etapa con esta revista ¿Qué valor le das al estudio, a la elaboración, a la investigación en el terreno del marxismo? Creo que hay que huirle a la visión “militantista” de la actividad revolucionaria en el sentido de creer que el estudio es contradictorio con la militancia y el resto de las actividades que todo partido debe realizar. Sin estudio no hay actividad revolucionaria. Y a su vez, si no hay actividad revolucionaria y praxis tampoco hay ninguna posibilidad de avanzar teórica y políticamente y acercarnos a la realidad. Así que creo que se combinan. En esta etapa es muy importante el estudio, la elaboración, y creo que los cuadros, sobre todo los más jóvenes, tienen que entender que el tiempo que uno le dedica el estudio no es tiempo perdido sino al revés, es tiempo ganado. Así que creo que es muy importante. Por eso felicito la iniciativa de la revista. Esto, la Alejandro Bodart y Vilma Ripoll integran la fórmula presidencial del MST-Nueva Izquierda
elaboración de libros y de materiales teóricos y políticos es muy importante para fomentar el debate también en una vanguardia que está ávida por conocer y hay que facilitarle herramientas para que pueda tener una comprensión cabal de las distintas corrientes que actúan en el movimiento obrero y de masas. Por último, ¿cómo resumirías tu proyecto? ¿Qué cosas quisieras precisarles a nuestros lectores? Nosotros queremos hacer un proyecto antiimperialista, anticapitalista y ecosocialista. Creemos sinceramente que hace falta la más amplia unidad, por lo menos en toda una etapa histórica, para lograr fuertes organizaciones que disputen el poder y por eso es que estamos convencidos de este trabajo unitario. Esto no quiere decir que al interior de esa amplia unidad cada uno no pelee por defender sus ideas. Por eso nosotros no vemos contradictorio construir nuestro partido y al mismo tiempo impulsar una amplia unidad, como parecieran verlo algunos. Estamos convencidos de que para lograr que las ideas revolucionarias lleguen a tener influencia de masas en este país, se necesita un período de amplio trabajo conjunto de las distintas corrientes que nos
Se discute mucho sobre cómo salproclamamos de izquierda, clasisvar a las empresas y nosotros quetas, socialistas, anticapitalistas y remos discutir cómo salvamos a antiimperialistas. Y de ese trabajo los trabajadores, cómo salvamos a en común se van a ir decantando los sectores populares. Se discute quiénes son los que se arriman mucho cómo hacer para cambiar más a la verdad y pueden crecer la sociedad desde fuerzas polítimás que otros. Sin una cosa, vemos cas que plantean un status quo, imposible la otra, por eso vemos nosotros queremos cambiar en una unidad entre las dos tareas. serio, queremos terminar con los Ése es el aporte de nuestra privilegios, queremos terminar con corriente a la realidad argentina políticos que se enriquecen mieny también al plano internacional, tras hay un pueblo pobre, quereporque lo mismo, incorporando mos terminar con una clase polítilas diferencias que tiene, es lo que ca que condena al conjunto de la creemos que hace falta a nivel inpoblación a utilizar servicios cada ternacional: formar un fuerte polo vez más decadentes mientras ellos de los revolucionarios donde puese cubren porque tienen a disposidan discutirse sus diferencias, pero también actuar juntos y desarrollar campañas y creemos sinceramente que apoyar los procehace falta la más amplia unidad, por lo menos sos más avanzados del mundo. en toda una etapa histórica, para lograr Por último, fuertes organizaciones que disputen el poder. quiero dirigirme a los trabajadoción las mejores clínicas, los meres de mi país en vísperas de una jores colegios, las mejores viviennueva elección presidencial que das. Nosotros lo que queremos es me tiene como candidato a presiun cambio real de la sociedad dondente. Nosotros nos presentamos de todos los recursos se pongan al para discutir lo que los poderoservicio del conjunto. Y es posible sos no quieren que se discuta en porque somos un país rico, así que esta campaña. Masa, Scioli, Macri llamamos a la gente a que si quiediscuten como pagar la deuda exre que las cosas cambien, se aniterna, nosotros queremos discutir me a cambiar. Y nos acompañe. s que primero está la deuda interna.
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Ayer luchadora, hoy bandera de todas
Femicidio de Paola Acosta
una injusticia
sistémica
Luciana Echevarría Docente. Dirigente del MST en Córdoba y miembro de la CTA. luciechevarria@yahoo.com.ar Maru Acosta Militante del MST y hermana de Paola Acosta acosta.maru1@gmail.com
El femicidio, fue el último de una serie de episodios de violencia de género, que Paola Acosta debió soportar durante sus últimos dos años. Su desaparición, posterior búsqueda y muerte, desnudó el lamentable rol que juegan la justicia y la policía en este tipo de casos. Se abrió en la sociedad el debate de por qué ocurren estos aberrantes hechos, cómo actuar frente a ellos y si existen soluciones posibles frente al drama de la ( 20 )
violencia de género y los femicidios.
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s sabido que las estadísticas suelen ser frías y parecen que siempre hablaran de otras personas. Decir por ejemplo, que las mujeres ganamos el 70% del sueldo de un hombre por realizar la misma tarea, que a pesar de garantizar el 60% de la jornada mundial de trabajo sólo percibimos el 10% de las remuneraciones mundiales, que somos propietarias de un escaso 1% de la propiedad mundial o que representamos el 80% de los 1500 millones de personas pobres del mundo1, debería hacernos caer en la cuenta de que somos parte de un sistema que anida en su esencia misma la violencia hacia las mujeres -física, psicológica, económica-patrimonial, institucional, simbólica, sexual y mediática– utilizándola como herramienta para disciplinarnos, fortalecer el patriarcado y naturalizar la concepción de “mujer objeto”, otorgándole implícitamente a su “propietario”, el derecho de hacer con ella lo que quiera. Sin embargo, al acercarnos a casos vivos como el de Paola, no sólo parece perder fuerza la idea de que el “todo es más que las partes”, sino que caemos en la cuenta de que cada uno de los porcentajes estadísticos encierran a miles de mujeres que sufrimos y estamos expuestas a situaciones de violencia cotidianas, que van desde lo simbólico hasta la misma posibilidad del femicidio.
Al poco tiempo de saber de su embarazo, Paola debió comenzar una pelea desigual en defensa de sus derechos como mujer y de los de Martina, amenazados aún desde antes de nacer. La primer batalla que debemos ganar las mujeres antes de enfrentarnos a la opresión que nos despoja de nuestros derechos, es la que libramos contra nosotras mismas. Contra el estereotipo social de lo que “debe ser” una mujer. Desde niñas, nuestras familias, la escuela, el Estado, los medios de comunicación y hasta la publicidad nos inculcan la idea de que somos inferiores y así justifican una situación de opresión, que hasta nosotras mismas terminamos por naturalizar, la mayoría de las veces. Luego de vencer este primer obstáculo, Paola, al igual que miles de mujeres, debió enfrentar los más variados tipos de violencia de género. Para conseguir la cuota alimentaria para Martina, la justicia la forzó a peregrinar durante casi dos años por los pasillos de tribunales, obligándola incluso a la humillación de tener que ser ella misma la que notificara del estado de la causa al que terminaría siendo su asesino. Exponiéndola así, además de al maltrato institucional, al psicológico, ya que era acusada por la familia del femicida Lizarralde de querer “sacarles plata”. Mientras la justicia revictimizaba a Paola, intentando disuadirla de su reclamo, la patronal de Allus/Personal, el call center donde trabajaba, la despidió por las faltas que acumuló, para poder atender los trámites de la causa. El femicidio no se trató entonces de un relámpago en un cielo sereno, sino que fue el último eslabón que vino a completar el círculo de violencia que se fue cerrando sobre Paola. La violencia de género ejercida durante estos dos años por la justicia, sólo pudo ser superada por la misma justicia, al momento de la búsqueda de Paola y Martina. Tomamos fuerzas del dolor que nos causa su muerte,
para reivindicar con orgullo su heroica lucha. La descomposición del sistema capitalista y de sus instituciones, ha llegado a tal punto que para conquistar derechos tan básicos como éstos, las mujeres debemos enfrentarnos a un perverso andamiaje de instituciones y prejuicios que a veces, como le sucedió a Paola, hasta nos arrebata la vida en el intento.
para conseguir la cuota alimentaria para Martina, la justicia la forzó a peregrinar durante casi dos años por los pasillos de tribunales, obligándola incluso a la humillación de tener que ser ella misma la que notificara del estado de la causa, al que terminaría siendo su asesino. Un femicidio. Todos los femicidios. La crónica periodística ha cubierto ampliamente el caso desde su ángulo policial, pero poco es lo que se ha comunicado de las causas más profundas que presionan permanentemente para que este tipo de hechos aumenten año tras año. Los medios informaron que un miércoles a las diez de la noche Paola bajó con Martina en brazos a recibir la cuota alimentaria y que no regresó. Que dejó a sus otros dos hijos en casa, su celular y la comida servida. Que no se supo nada más de ellas hasta el siguiente domingo, cuando una vecina las encontró en una alcantarilla a pocas cuadras de la casa del asesino. Cubrieron también la desesperada búsqueda y las incansables movilizaciones que realizamos familiares y amigos de Paola y que desde el MST acompañamos desde el primer momento. Referentes sociales, del periodismo, la cultura y el deporte. Un gran impulso a la exigencia de Justicia para Paola y Martina
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Pero nada se dijo de que el aumento de los casos de femicidio está ligado intrínsecamente a la concepción patriarcal construida socialmente y mucho menos dijeron que el principal responsable de esto es el sistema capitalista, que necesita oprimir, explotar y marginalizar a la mujer para garantizarse así suculentas ganancias, entre otras cosas. Pero no todo ha sido cobertura policial, desde distintos medios de comunicación y espacios políticos, han dedicado horas a opinar e intentar licuar la violencia hacia las
El crecimiento de los femicidios está tan ligado al capitalismo y a su crisis, que deja un rastro evidente: mientras más se estanca el sistema, mayores son los casos registrados de femicidio
y de violencia de genero. mujeres en la violencia social más general. Lejos de la ingenuidad, ésta visión persigue la invisibilización de las causas que generan, sólo en nuestro país, un femicidio cada 30 horas. El crecimiento de los femicidios está tan ligado al capitalismo y a su crisis, que deja un rastro evidente: mientras más se estanca el sistema, mayores son los casos registrados de femicidio y de violencia de género. Los últimos 6 años marcaron un aumento del 42% en este tipo de casos, pasando de 208 casos en 2008 a 295 en 20132.
Instituciones machistas, al servicio del femicidio
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La ONU definió en 2001 al femicidio como “el asesinato de mujeres como resultado extremo de la violencia de género, que ocurre tanto en el ámbito privado como público; que comprende aquellas muertes de mujeres a manos de sus parejas, ex parejas o familiares, asesinadas por acosadores, agresores sexuales y/o violadores, así como aquellas que trataron de evitar la muerte de otra mujer y quedaron atrapadas en la acción femicida (…) es político porque es la denuncia a la naturalización de la sociedad hacia la violencia sexista.” Nadie podría acusar a la ONU de ser una organización anticapitalista, todo lo contrario. Y mientras desde distintos sectores se propone darle a los femicidiosel status de crímenes de lesa humanidad,la justicia continúa evitando hablar de ellos y no digamos ya, de discriminar positivamente y
utilizar esta figura como un agravante. Lejos de ser problemas teóricos o excluyentemente jurídicos, el rol de la policía y la justicia, tienen una incidencia determinante en el desenlace de este tipo de casos. En el de Paola por ejemplo, ambas instituciones actuaron a la altura de su reputación, es decir negligentemente. A pesar de los precisos datos aportados por los familiares, los funcionarios judiciales ordenaron buscar a Paola como si se tratara de una persona extraviada y durante las primeras 48 horas de supuesta búsqueda, mantenían como principal hipótesis la de la desaparición voluntaria. Ante la inacción policial y luego de aportar datos físicos, domicilio y vehículo en el que Lizarralde secuestró a las chicas, debió ser el propio entorno de Paola el que se comunicara con él para exigirle que se presentara en la fiscalía. Y cuando a las pocas horas lo hizo voluntariamente, la policía no detuvo al asesino y sólo le secuestró la camioneta. Las pericias que terminaron encontrando pruebas concluyentes en la camioneta de Lizarralde, comenzaron a realizarse recién 36 horas después de la desaparición y la policía se tomó dos días para enviar un mail a los medios de comunicación difundiendo la foto de Paola. Más allá de que no exista ningún protocolo que indique esperar 48 horas frente a un caso de desaparición, es efectivamente lo que hace la policía. Perdiendo así un tiempo valiosísimo, mientras las víctimas se debaten entre la vida y la muerte, como sucedió con Martina que debió sobrevivir 80 horas en una alcantarilla. Teniendo en cuenta la negligencia criminal con la que actuaron estas instituciones, que haya sido una vecina la que finalmente las haya encontrado, lejos de ser una casualidad, con el correr de las horas se fue transformando en la opción más probable. De allí el rol decisivo que jugó la movilización y la rápida difusión mediática, que con la ayuda de los periodistas, logró conmocionar y poner en vilo a toda la provincia. Generando indirectamente que la policía y la justicia comenzaran a moverse con más celeridad, pero ya era tarde. Paola estaba muerta.
Algunas conclusiones y propuestas urgentes Está claro que el de Paola no fue el primer caso de femicidio que logró copar las pantallas, pero la intensidad con la que lo hizo, permitió masificar lo que muchas
ya sabíamos: la Justicia y la policía actúan con tanta negligencia y desprecio por la vida de las mujeres víctimas de violencia, que terminan siendo la apoyatura institucional para que los femicidas y sus abogados corran con ventaja. Casos como los de Paola y Martina, Melina y Rocío, entre tantos otros, nos imponen actuar y hacerlo de manera urgente. No podemos seguir perdiendo hermanas, madres, hijas… organizar la indignación de miles, para enfrentar con más fuerza a estas instituciones machistas, puede ser la clave para lograr los profundos cambios que necesitamos. Que haya fiscales que jueguen con la vida de la gente, sin rendirle luego cuentas a nadie, es inadmisible. Los funcionarios públicos que actúan de manera negligente, poniendo en riesgo la vida de las personas, deben responder penalmente por eso. La conclusión más evidente es justamente la que la justicia pretende esconder bajo la alfombra: ante la desaparición de una mujer hay que actuar de manera urgente. Presionar para que se tome la denuncia policial y exigir que se actúe de inmediato es sin dudas, el primer paso que se debe dar. Sabiendo que la principal función de la policía no es la de cuidarnos, sino la de reprimirnos y no darnos respuestas, se hace fundamental ocupar las calles. Se vuelve imperioso ejercer presión, convocando a movilizaciones y difundiendo el hecho por los medios de comunicación, a fin de evitar que se tomen 48 horas para comenzar la investigación. Por supuesto que con esto no alcanza, hay que cambiar todo lo que deba ser cambiado en la Justicia y la policía. Depurarlas y democratizarlas es la clave para lograr un primer cambio, pero hay que avanzar hacia que los jueces, fiscales y comisarios sean elegidos por el voto popular y sus cargos sean revocables, cuando no desempeñan su función como debieran. Para que las mujeres dejemos de pagar con nuestra vida las atrocidades que ellos comenten. A pesar de los miles de casos, aún no se ha incluido la figura de femicidio en el Código Penal.Así, con las manos libres, jueces y fiscales buscan siempre alguna artimaña legal para favorecer al violento. Si bien la ley no evita ni previene el femicidio, sí lo castiga y la condena debe ser cadena perpetua y no deben permitirse atenuantes. Se debe además quitar inmediata-
mente la patria potestad al femicida y la posibilidad de reclamar la tenencia a los familiares del mismo. Junto con esto es fundamental que los gobiernos tomen acciones efectivas para prevenir la violencia de género. En Argentina existe desde el 2009 la Ley 26.485 de “Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres” y sin embargo como no se le asigna presupuesto, los femicidios sólo han aumentado desde su aprobación. Se debe declarar de manera urgente la “Emergencia en violencia de género” y destinar los recursos necesarios para contar con refugios para que las víctimas de violencia, no deban regresar bajo el mismo techo que el violento. Necesitamos equipos de asistencia jurídica y psicológica gratuita y en la comunidad. Se
para frenar la violencia de genero y los y los femicidios, necesitamos cuestionar la esencia del sistema que las genera. deben también otorgar subsidios de reinserción habitacional y laboral, junto con desarrollar campañas de concientización y prevención. Para potenciar el poder de estas medidas, no deben ser aplicadas por los gobiernos desde arriba, sino que deben implementarse con la participación y el control de las organizaciones de mujeres. Estas propuestas pueden y deben ser llevadas a cabo, pero exigen de una fuerte lucha para hacerlas realidad. Los referentes políticos de los viejos partidos, alineados en la defensa del sistema capitalista, son los principales obstaculizadores de estas necesarias medidas y por lo tanto principales responsables del crecimiento de la violencia hacia las mujeres. No hay solución técnica o legal que resuelva mágicamente este problema. No avanzaremos sin lograr cambios políticos estructurales, en un sentido anticapitalista. Para frenar la violencia de género y los femicidios, necesitamos cuestionar la esencia del sistema que los genera, cambiándolo por otro distinto, donde se privilegie la vida y no la ganancia y que se construya sobre bases opuestas a la opresión y la explotación. Por Paola y por las miles de mujeres asesinadas, seguiremos esta lucha. s
1 ONU, Copenhague, 2000. 2 Asociación Civil La Casa del Encuentro.
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notas,
sobre el imperialismo contemporáneo
*
Michel Husson Economista marxista francés – Investigador del instituto de Estudios Económicos y Sociales michel.husson@gmail.com
¿
Pone la globalización en tela de juicio los enfoques clásicos del imperialismo? Ésta es la pregunta que sirve de hilo conductor de este artículo, que contiene dos partes: la primera presenta una breve descripción de dichas teorías y la segunda trata de señalar las características de la globalización que implican una actualización teórica y conceptual. Son reflexiones provisionales con las que, ante todo, se pretende esbozar los ejes de tal actualización.
Las teorías clásicas del imperialismo
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El término “imperialismo” no aparece en los escritos de Marx sino en el libro de Hobson publicado en 19021. Los marxistas de comienzos del siglo XX lo retomaron más adelante, si bien este concepto no designaba directamente una teoría de la explotación de los países del Tercer Mundo, sino que planteaba ante todo un análisis de las contradicciones de los países capitalistas y una teoría de la economía mundial cuyos elementos constitutivos ya se encuentran en Marx. En el Manifiesto del Partido Comunista, Marx subrayó que “mediante la explotación del mercado mundial, la burguesía otorga un carácter cosmopolita a la producción y al consumo”, y en El Capital afirmará claramente que “la base del modo de producción capitalista está
constituida por el propio mercado mundial”. En los análisis de El Capital, la función del comercio internacional consiste sobre todo en contrarrestar la caída tendencial de la tasa de beneficio: “Los capitales invertidos en el comercio exterior permiten obtener una tasa de beneficio más alta porque, en primer lugar, en este caso se compite con países cuyos medios de producción de mercancías son inferiores”. Y Marx subraya que se produce una transferencia de valor: “El país favorecido recibe a cambio más trabajo que el que ha aportado, aunque esa diferencia, ese excedente, se lo embolsa una clase particular, como en el intercambio entre el capital y el trabajo”. Para Lenin, Bujarin y Rosa Luxemburgo, no se trata ante todo de analizar lo que hoy llamaríamos relaciones Norte-Sur: la cuestión teórica que se plantea se refiere a las condiciones internas de funcionamiento del capitalismo. En efecto, tras la “gran depresión” que se dio entre 1873 y 1895, el capitalismo se recupera con un crecimiento más dinámico, al tiempo que experimenta mutaciones sustanciales. Toda una serie de teóricos, como Bernstein y aquellos que Lenin calificará de “marxistas legales”, propondrán una interpretación de los esquemas de reproducción que demuestra la posibilidad de un desarrollo indefinido del capitalismo exclusivamente sobre la base del mercado interior. La cuestión que se plantea radica por tanto en comprender el modo de funcionamiento del capitalismo en una fase determinada de su historia. El concepto de imperialismo se introducirá así en relación con esta problemática, y los países coloniales y semicoloniales desempeñarán un papel específico en el análisis teórico.
Frente a los pronósticos optimistas de un Bernstein sobre la dinámica del capitalismo, Rosa Luxemburgo propone una lectura diferente de los mecanismos de reproducción. El argumento puede resumirse de un modo muy sencillo. La acumulación de capital hace que tienda a aumentar la composición orgánica del mismo, máxime cuando el capitalismo trata además de frenar el aumento de los salarios. En estas condiciones, si se mantiene la hipótesis atribuida a Marx, según la cual “los capitalistas y los obreros con los únicos consumidores”, la reproducción del capital se torna imposible. Rosa Luxemburgo rechaza, en efecto, las tesis de Tugan-Baranovsky, quien trató de demostrar la posibilidad de la expansión capitalista sobre la base de un autodesarrollo infinito de la sección de medios de producción. Recupera una intuición fundamental de Marx según la cual “la producción de capital constante no se lleva nunca a cabo por sí misma, sino únicamente porque este capital constante se utiliza en mayor medida en las esferas de producción que producen para el consumo individual”. Para Luxemburgo, la reproducción del capital requiere por tanto, “como primera condición, un círculo de compradores situados fuera de la sociedad capitalista”. Esta idea, como ya hemos visto, ya está presente en Marx, quien señaló en el Manifiesto que “empujada por la necesidad de encontrar salidas cada vez más amplias para sus productos, la burguesía invade toda la superficie del planeta”. Esta concepción, que implica que la realización de la plusvalía requiere la apertura permanente de mercados exteriores, explica sin duda el periodo de expansión imperialista, donde los países dependientes desempeñan un papel creciente con respecto a las salidas que ofrecen. Sin embargo, no es posible sistematizar su base teórica: una cosa es que, en ciertas condiciones históricas particulares, la expansión imperialista sea un elemento importante, incluso decisivo, de la acumulación de capital, pero hacer de esta constatación una ley absoluta − como Luxemburgo, para quien “la plusvalía no pueden realizarla ni los asalariados ni los capitalistas, sino únicamente capas sociales o sociedades con un modo de producción precapitalista” − es un paso que no convence en absoluto. “Si hay que definir el imperialismo lo más brevemente posible, habría que decir que es la fase monopolista del capitalismo2”. Vemos que Lenin parte del modo de funcionamiento de los países capitalistas más desarrollados. Su propósito es doble: por un lado, dar cuenta de los
cambios que experimentó dicho funcionamiento, y por otro explicar cómo las rivalidades interimperialistas condujeron a la primera guerra mundial. El imperialismo, fase superior del capitalismo, escrito en 1916, retoma de Hobson e Hilferding los análisis clásicos del capitalismo financiero, pero amplía la definición a sus cinco rasgos fundamentales, a saber: 1) concentración de la producción y del capital hasta tal punto que ha creado monopolios, cuya función es decisiva en la vida económica; 2) fusión del capital bancario y del capital industrial, y creación, sobre la base de este “capital financiero”, de una oligarquía financiera; 3) la exportación de capitales, en contraste con la exportación de mercancías, adquiere una importancia muy particular; 4) las uniones internacionales monopolistas de capitalistas se reparten el mundo, y 5) fin del reparto territorial del globo entre las principales potencias capitalistas3. Bujarin propone una presentación de la economía mundial más sistemática que la de Lenin, insistiendo en la contradicción entre la internacionalización de las fuerzas productivas y la apropiación de la plusvalía, que
para Lenin, bujarin y Rosa Luxemburgo, no se trata ante todo de analizar lo que hoy llamaríamos relaciones Norte-Sur: la cuestión teórica que se plantea se refiere a las condiciones internas de funcionamiento del capitalismo. sigue produciéndose a escala nacional. Formula una crítica de la teoría del ultra imperialismo de Kautsky, según la cual la concentración del capital podría dar lugar a un funcionamiento armonioso de la economía mundial. Sin embargo, su teorización se basa a fin de cuentas en un modelo adaptado al periodo, pero que hoy está anticuado: cada capitalismo nacional resolvería sus dificultades mediante la formación de una especie de capitalismo de Estado, y las contradicciones del capitalismo se trasladarían al plano mundial, manifestándose exclusivamente en forma de rivalidades interimperialistas. Trotski esbozó por su parte una “ley del desarrollo desigual y combinado” que en lo esencial afirma que si el capitalismo tiende a expandirse al mundo entero, no lo hace de
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un modo lineal y armonioso. Este enfoque permite evitar dos simplificaciones abusivas. La primera consistiría en presentar el capitalismo, pese a la violencia de sus métodos, como un agente del progreso histórico con un balance final positivo. Sin embargo, la formulación de la ley se diferencia también de una tesis −que podría calificarse de “tercermundista”− según la cual el capitalismo es radicalmente incapaz de promover el mínimo desarrollo en los países dominados. Estos avances acumulados poco a poco por los clásicos del marxismo serán dilapidados por la contrarrevolución estalinista. Por motivos de conveniencia política de la burocracia soviética, la teoría marxista se verá reducida a una visión esquemática, tratando de afirmar el papel progresista de las burguesías nacionales frente a
Estos avances acumulados poco a poco por los clásicos del marxismo serán dilapidados por la
contrarrevolucion estalinista. un imperialismo interesado única y exclusivamente en el mantenimiento de las estructuras locales calificadas de feudales, con el fin de justificar la política de la Tercera Internacional.
Las teorías de la dependencia
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Para simplificar, podemos incluir en este concepto las numerosísimas contribuciones que aparecieron después de la segunda guerra mundial y que enlazaron con las teorías clásicas del imperialismo. La novedad importante consiste en razonar desde el punto de vista de los países dominados y en insistir en las deformaciones que comporta el desarrollo capitalista mundial. Pese al florecimiento de enfoques muy diferenciados, cabe considerar que existe un núcleo común que podríamos resumir con la siguiente definición de la dependencia, formulada por Dos Santos: “Por dependencia entendemos una situación en la que la economía de determinados países está condicionada por el desarrollo y la expansión de otra economía, a la que está subordinada. La relación de interdependencia entre dos economías, o todavía más, entre estas y el comercio mundial, adopta la forma de dependencia cuando ciertos países (los países dominantes) conocen la expansión y la auto-
suficiencia, mientras que otros (los países dependientes) no pueden esperar que vayan a lograrlo más que como subproducto de dicha expansión (...). Vemos que las relaciones generadas por este mercado mundial son desiguales y combinadas”4. El eco de las fórmulas de Trotski es algo más que una mera coincidencia y marca el retorno a las teorizaciones de la economía mundial tomada en su conjunto. Sin embargo, este retorno se inclina hacia el “tercermundismo” y tiende a sobrevalorar ciertos rasgos de la estructura de la economía-mundo. Las tesis de André Gunder Frank5 son un buen ejemplo de esta tendencia a bordear el límite. El punto de partida es la constatación correcta de la polarización de la economía mundial: el desarrollo del capitalismo no es homogéneo, sino que existe lo que Frank y Samir Amin6 denominan el “centro” y la “periferia”. El deseo de desprenderse del esquematismo estalinista conduce a Frank a llevar hasta el final su lógica alternativa con respecto a América Latina. Puesto que se trata de rechazar las simples tesis “dualistas” que oponen un sector “feudal” a un sector capitalista, Frank insistirá en el predominio del capitalismo, afirmando que América Latina es capitalista desde los primeros años de la conquista. Esta tendencia a saltar de un extremo al otro se repite de un modo todavía más drástico en un planteamiento que prevaleció en la década de 1960 y que podríamos resumir del modo siguiente: el capitalismo saquea el Tercer Mundo7, repatría la totalidad de sus beneficios y por tanto es incapaz de asegurar el desarrollo industrial de los países dominados. Por consiguiente, la revolución antiimperialista y la revolución socialista son por naturaleza la misma cosa. Está claro que esta conclusión es coherente con la teoría de la revolución permanente, pero lo que retrospectivamente resulta menos convincente es el carácter unilateral del análisis económico, basado en particular en la noción de intercambio desigual. La imagen del saqueo estaba muy extendida y halló su modelo teórico con el libro de Arghiri Emmanuel8. Este modelo tiene para él el mérito de la simplicidad: los países de la periferia se caracterizan por unos salarios y unos niveles de productividad más bajos. Sin embargo, existe un mercado mundial en el que se forma, mediante la perecuación de las tasas de beneficio, un precio único. Esta unidad de precio, dadas las diferencias de productividad, comporta transfe-
rencias de valor, es decir, la explotación de la periferia por el centro. El error de fondo de este modelo consiste en confundir países y capitales y desemboca inevitablemente en esta visión paradójica de una solidaridad de intereses entre la clase obrera y la burguesía de los países imperialistas, que, por decirlo de alguna manera, coexplotan a los asalariados de los países dependientes. No es extraño que en aquella época se pudiera hablar de “naciones proletarias”, lo que provoca en todo caso un transfuguismo asombroso, ya que el radicalismo de la teoría del intercambio desigual tiende finalmente a recuperar la idea del nacionalismo antiimperialista. Esta rápida panorámica no refleja toda la riqueza de los debates y sus derivaciones. La crítica principal, sin embargo, que se puede oponer a las versiones radicalizadas de las teorías de la dependencia es que obstaculizaron la comprensión de los procesos de industrialización que tenían lugar precisamente en la década de 1960. En varios países capitalistas dependientes, como México, Argentina o Brasil en América Latina, Corea o la India en Asia, Argelia o Costa de Marfil en África, se desarrollaron procesos de industrialización desde el final de la segunda guerra mundial hasta comienzos de la década de 1970. En aquel periodo, las tasas de crecimiento alcanzadas en promedio en los países del Sur son equivalentes, o incluso superiores, a las de los países imperialistas. Las versiones más extremas y/o vulgarizadas de las teorías de la dependencia no permitieron comprender correctamente en aquel entonces la realidad de un desarrollo local basado en el crecimiento de las industrias de sustitución que iban a sustituir progresivamente a los bienes importados. Aquella visión demasiado unilateral de las cosas partía del peso excesivo que se otorgaba a la esfera de la circulación y popularizaba la imagen de unos países cuya riqueza se bombeaba continuamente al exterior, con una tendencia simétrica a exagerar la importancia de esta transferencia para los países imperialistas.
El gran cambio en el mundo La globalización ha provocado, por “efecto bumerán”, un auténtico cambio de la economía mundial. Este cambio se puede medir de muchas maneras, pero el criterio más significativo es sin duda el grado de industrialización. Entre 2000 y 2013, la producción manufacturera mundial (industria, sin incluir la energía) cre-
Gráfico 1 La producción manufacturera mundial 11000
Mundo
Avanzados
Emergentes
10000 9000 8000 7000 6000 5000 4000 3000 2000 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 2009 2011 2013
En miles de millones de dólares estadounidenses. Fuente: CPB World Trade Monitor
ció un 37 %, pero casi la totalidad de este aumento tuvo lugar en los llamados países emergentes, donde se duplicó con creces (+112 %), mientras que en los países avanzados se quedó estancada (+1,5 %). La mitad de la producción manufacturera mundial tiene lugar actualmente en los países emergentes (gráfico 1). Esta constatación, que pone en un brete las tesis sobre el “desarrollo del subdesarrollo” y sobre la imposibilidad de un proceso de industrialización en el Sur, tiene un corolario importante: la globalización da lugar a la formación de una clase obrera mundial, que se desarrolla fundamentalmente en los países emergentes9. (ver Gráfico 1) El fenómeno se ha acelerado desde comienzos del siglo XXI, dando lugar a esa categoría imprecisa de países “emergentes”. En sentido amplio, designa el conjunto de los países “no avanzados” (como ocurre con el desglose de la producción industrial). Aunque esta división oculta el hecho de que existen países que no son “avanzados” ni “emergentes”, es suficiente para calibrar la magnitud de este gran cambio. Lo que se plantea entonces es saber hasta qué punto este fuerte ascenso de los países emergentes pone en tela de juicio las teorías “clásicas” o “de la dependencia” del imperialismo. No hay que temer ser iconoclastas (al menos en un primer momento) ni dejar de subrayar que puede haber aspectos inéditos en esta nueva configuración.
Una nueva configuración de la economía mundial Para los clásicos, los países dependientes eran receptores de capitales exportados por los países imperialistas. Ya hemos visto
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que para Lenin la exportación de capitales era uno de los rasgos definitorios del imperialismo. Así que basta recordar que EE UU es hoy importador neto de capitales para demostrar que se han vuelto las tornas. Pierre Dockès10 resume de este modo la configuración actual: “Los capitales ya no se desplazan principalmente del Norte al Sur, como se dice a menudo, sino que se trasladan de los países recientemente emergidos hacia los países maduros y los países que todavía están en vías de desarrollo (un flujo mucho más modesto)”. Dockès habla incluso de un imperialismo “al revés” o “de emergencia” que “se ejerce, por un lado, sobre los viejos países desarrollados mediante las exportaciones de productos industriales y de capitales, y por otro sobre los países en desarrollo (África, países subdesarrollados de Asia) mediante el control de los recursos de materias primas, productos energéticos e incluso de las tierras”. La consecuencia sin duda más visible de estos cambios es la que acabamos de señalar, a saber, la industrialización de los países de la periferia, una industrialización que ya no se limita a las cadenas de montaje (industrias textil y electrónica), sino que abarca también productos de alta tecnología e incluso la producción de bienes de equipo. Los llamados “tigres”, y en particular Corea del Sur, habían abierto el camino, un camino que
esto significa que hemos pasado de una internacionalización a una globalización del capital, que da lugar a una organización de la producción basada en la combinación de varios países.
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China recorre con ímpetu todavía mayor. La economía mundial está formada hoy en día por una retícula compleja de capitales que determinan las llamadas “cadenas de valor globales”. Este término designa el reparto de los diferentes segmentos de la actividad productiva entre varios países, desde el diseño hasta la producción y la entrega al consumidor final. Esto significa que hemos pasado de una internacionalización a una globalización del capital, que da lugar a una organización de la producción basada en la combinación de varios países. La imagen de la economía mundial ha dejado por tanto de ser tan sólo la de una confrontación asimétrica entre países imperialistas y países dependientes y muestra una integración de segmentos de las economías nacionales bajo la égida de empresas multinacionales que crean un auténtico tejido que envuelve la economía global. En un estudio reciente11 se ha definido la cartografía exacta de las interconexiones entre multinacionales (gráfico 2). Esta demuestra que la mayor parte (el 80 %) del
valor creado por las 43 000 empresas estudiadas está controlada por 737 “entidades”: bancos, compañías de seguros o grandes grupos industriales. Examinando más de cerca esta compleja red de participaciones y autocarteras, se constata que 147 multinacionales poseen el 40 % del valor económico y financiero de todas las multinacionales del mundo. Esta nueva configuración genera un dinamismo impresionante del capitalismo en los países emergentes, cuyos métodos brutales, rayanos en el esclavismo, recuerdan las formas violentas que adoptó la revolución industrial en Inglaterra en el siglo XIX. Podemos decir que las fuentes del dinamismo del capital se hallan hoy en los países emergentes, como demuestran su capacidad para superar la crisis y sobre todo el hecho de que experimentan importantes aumentos de la productividad, mientras que en los viejos países capitalistas esta última tiende a estancarse. Esta dinámica ya no es el simple reflejo de la coyuntura en los países centrales. Es cierto que no se ha producido una “desconexión”, pues los países emergentes dependen de sus exportaciones al Norte, pero adquieren progresivamente una autonomía basada en los intercambios Sur-Sur y en el crecimiento de sus respectivos mercados internos. La primera implicación de este nuevo panorama es que hay que abandonar la representación de la economía mundial como la mera yuxtaposición de economías nacionales y sustituirla por un concepto de economía mundial integrada. Las empresas multinacionales son las agentes de esta integración, cuya geografía coincide cada vez menos con la de los Estados. Esta creciente imbricación hace que los instrumentos de análisis clásicos ya no sirvan y cambia las representaciones de la economía mundial. Así, el 15 % de los trabajadores franceses, es decir, dos millones de personas, trabaja en empresas controladas por capital extranjero, mientras que tres millones y medio de trabajadores de todo el mundo están en la nómina de filiales de empresas francesas. En un reciente artículo, Robert Reich demuestra que la noción de nacionalidad de una empresa deviene cada vez menos pertinente12. Recuerda que tan sólo una quinta parte de la plantilla de IBM trabaja en EE UU y que muchas multinacionales estadounidenses han establecido relaciones de coinversión con empresas chinas, y concluye con estas palabras: “Dejemos de preguntarnos si las grandes multinacionales son ‘estadounidenses’. Es un juego que no podremos ganar. Centrémonos mejor en lo que queremos que vengan a hacer las multinacionales, cualquiera que sea su nacionalidad, en EE UU, y en la manera en que podemos incitarlas a hacerlo”. Esta imbricación globalizada ofrece a los grandes grupos sendas puertas de salida al procurarles un mercado mucho más vasto que el mercado interior de sus puertos
Gráfico 2
La red de las multinacionales
de amarre (sin hablar ya de la evasión fiscal). En el caso francés se puede medir este efecto comparando la evolución de la inversión realizada en Francia con la que se lleva a cabo en el extranjero. Esta última, que al principio era relativamente baja, ha aumentado de modo notable durante el periodo de la “nueva economía” y hasta el crac bursátil de 2000, que hace que vuelva a descender, antes de reanudar la tendencia ascendente en 2005. La inversión de las empresas, financieras o no, en su país de origen representa una proporción aproximadamente estable del PIB. La evolución divergente entre el mercado interior y el mercado mundial también puede medirse por la creciente diferencia de rentabilidad entre los grandes grupos internacionalizados y las demás empresas. Entre 2000 y 2006, los beneficios de las 40 principales empresas que cotizan en la bolsa de París se duplicaron, pasando de 46.000 a 96.000 millones de euros, mientras que los del conjunto de empresas francesas solo crecieron un 20 %. Esta desconexión se explica por el hecho de que la mayor parte de los beneficios de los grandes grupos se realizaron en el extranjero. En otras palabras, asistimos a una disociación de la dinámica de los capitales según su grado de ramificación en el mercado mundial. Esto significa también que las empresas de un país pueden soportar el escaso crecimiento del mercado interior de dicho país a partir del momento en que disponen de salidas alternativas en el mercado mundial.
Estados y capitales A partir del momento en que el mapa de los Estados y el de los capitales empiezan a diferenciarse progresivamente, hay que replantearse la cuestión de las relaciones que mantienen. Desde luego, es cierto que los lazos privilegiados que mantiene tal o cual multinacional con “su” Estado de base no han desaparecido y que dicho Estado tratará de defender los intereses de las industrias nacionales. El distanciamiento se debe más bien al hecho de que las grandes empresas tienen el mercado mundial por horizonte y que una de las fuentes de su rentabilidad reside en la posibilidad de organizar la producción a escala mundial con vistas a minimizar los costes. Nada les obliga a recurrir al empleo doméstico y sus salidas están en gran medida desconectadas de la coyuntura nacional de su puerto de amarre. El mejor indicio revelador de esta asimetría se encuentra sin duda en
El distanciamiento se debe más bien al hecho de que las grandes empresas tienen el mercado mundial por horizonte y que una de las fuentes de su rentabilidad reside en la posibilidad de organizar la producción a escala mundial
con vistas a minimizar los costes. la proliferación del discurso sobre la “capacidad de atracción”: a los Estados –especialmente europeos− ya no les basta con defender a sus “campeones nacionales”, sino que intentan hacer todo lo posible por atraer inversiones extranjeras a su territorio. La globalización conduce por tanto a un entrelazamiento de las relaciones de poder que se organizan de acuerdo con lo que podríamos llamar una doble regulación contradictoria. Por un lado, los Estados han de combinar los intereses divergentes de los capitales orientados al mercado mundial –y que organizan la producción en consecuencia– y los del tejido de empresas que producen para el mercado interior. La distinción entre el sector “expuesto” y el sector “amparado” adquiere una importancia creciente en el análisis de los capitalismos
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nacionales. Por otro lado, esos mismos Estados tratan de garantizar una regulación nacional coherente y al mismo tiempo las condiciones de una inserción óptima en una economía cada vez más globalizada. En estas condiciones, las relaciones entre Estados capitalistas se articulan en torno a dos objetivos contradictorios: cada Estado trata clásicamente de asegurar su posición en la escala de hegemonías, pero también tiene que garantizar las condiciones de funcionamiento del capitalismo globalizado. Las instituciones internacionales, como por ejemplo la OMC (Organización Mundial del Comercio), funcionan entonces como una especie de “delegado de los Estados capitalistas” que vela por la plena libertad de circulación de los capitales. Sin embargo, si observamos las negociaciones en curso sobre el Tratado Transatlántico (Tafta), está claro que lo que pretende EE UU es apoyarse en el “socio” europeo para reafirmar su hegemonía frente al ascenso de China. Por consiguiente, hoy en día no existe ni un “ultraimperialismo”, ni un “gobierno mundial”,
Hoy en día no existe ni un “ultraimperialismo”, ni un “gobierno mundial”, lo que convierte al capitalismo contemporáneo en un sistema que escapa por naturaleza a toda auténtica regulación y que
funciona de manera caotica.
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lo que convierte al capitalismo contemporáneo en un sistema que escapa por naturaleza a toda auténtica regulación y que funciona de manera caótica, a caballo entre una competencia exacerbada y la necesidad de reproducir un marco de funcionamiento común. Esto no impide, evidentemente, que por lo demás prosigan las prácticas típicamente imperialistas. Un ejemplo muy actual es el del proyecto de acuerdo de asociación económica (AAE) firmado el 10 de julio en Ghana entre la Unión Europea y 16 países de África occidental. Dicho tratado prevé la supresión del 75 % de los derechos de aduana sobre las importaciones procedentes de la UE y la limitación de su capacidad de decisión autónoma en materia de política comercial más allá de las exigencias de la OMC13. Este entrecruzamiento de relaciones de poder impide
probablemente razonar en términos de una sucesión de potencias dominantes, como si la hegemonía de China debiera tomar mecánicamente el relevo de la de EE UU. Sin entrar en un análisis geoestratégico que rebasaría el marco de este artículo, podríamos avanzar que estas relaciones de poder están estructuradas hoy en día en torno a dos ejes: un eje “vertical” clásico que opone a las grandes potencias, y un eje “horizontal” que corresponde a la competencia entre capitales. De ahí que la economía mundial ya no pueda analizarse únicamente a la luz de la relación jerárquica que opone a países imperialistas y países dominados. Llevando este razonamiento hasta el final, podríamos hablar de un “imperialismo al revés”, como hace Pierre Dockès, quien en todo caso tiene razón cuando insiste en la creciente competencia que se ejerce, no sólo por la conquista de mercados, sino también por el control de los recursos.
Una configuración inestable A la hora de calibrar el gran cambio de la economía mundial también hay que tratar de dilucidar sus límites y contradicciones y no limitarse a prolongar las tendencias de la última década. Les reflexiones que siguen, por tanto, son más bien hipótesis de trabajo que “predicciones”. No obstante, tal vez resulte útil, después de todo, partir de las previsiones de la OCDE, que acaba de publicar un estudio prospectivo14 sobre las perspectivas de la economía mundial de aquí a 2060. La previsión es que “el crecimiento, aunque más sostenido en los países emergentes que en los de la OCDE, se frenará a pesar de todo debido al agotamiento progresivo del proceso de acortar distancias y a una demografía menos favorable”. La OCDE desglosa clásicamente el crecimiento en tres elementos: el capital, el trabajo (al que suma el “capital humano”) y la productividad global de los factores. Esta audaz contabilidad vale lo que vale, pero apunta en todo caso a un fenómeno central, que es la pronunciada desaceleración de la productividad, así definida, en los países emergentes: pasaría de más del 5 % a lo largo del último decenio al 3,2 % durante el siguiente (20102020) y al 2,1 % en 2060 (tabla 1). Por consiguiente, la constatación según la cual los aumentos de productividad −que constituyen, una vez más, la base mate-
Tabla 1. Previsiones de crecimiento de la OCDE
2000-2010
2010-2020
2020-2030
2030-2040
2040-2050
2050-2060
Países de la OCDE PIB Productividad Capital Trabajo
1,41 1,42 1,81 1,67 1,48 1,41 0,76 1,10 1,50 1,38 1,28 1,24 0,18 0,06 0,15 0,06 -0,07 -0,11 0,49 0,30 0,16 0,23 0,26 0,28
Países del G-20 no pertenecientes a la OCDE PIB Productividad Capital Trabajo
6,46 4,86 3,71 3,22 2,51 2,34 5,13 3,23 2,77 2,57 2,34 2,14 0,15 0,97 0,31 0,06 -0,05 -0,10 1,18 0,70 0,62 0,59 0,21 0,30
rial de la dinámica del capital− se dan actualmente en los países emergentes podría verse desmentida dentro de un periodo de tiempo tal vez más corto que lo que prevé la OCDE. Sobre todo por el hecho de que esta última se basa en una hipótesis sobre los aumentos de productividad que atribuye un 75 % de los mismos a las tecnologías de la información, hipótesis que el propio informe califica de optimista (high) “a la luz de la historia reciente”. El caso de China prolonga esta problemática del modo siguiente: ¿depende la capacidad de producir mercancías de alta tecnología de la coinversión internacional o refleja una autonomía creciente del aparato productivo chino? El análisis de las cadenas de valor demuestra que existen importantes transferencias de valor añadido. La situación se complica con una tendencia a la sobreacumulación de capital que comporta una disminución de la rentabilidad de los capitales15, a la que se añade una creciente dependencia en materia de energía, de tierras raras, etc. Los dirigentes chinos son conscientes de los límites del modelo y han planificado una recuperación del mercado interior como principal motor de la economía. Sin embargo, el mercado interior choca con dos obstáculos importantes: por un lado, el aparato productivo no es adaptable inmediatamente a la demanda interior y, sobre todo, dicha recuperación requeriría un cambio importante de la distribución de las rentas16. Estos interrogantes son todavía más pertinentes con respecto a los demás BRICS. Así, en el caso de Brasil, Pierre Salama puede hablar de “reprima-
rización” y de desindustrialización17. De un modo general, los países emergentes han entrado en una fase de inestabilidad crónica de sus balanzas exteriores, pero sobre todo la economía mundial no puede analizarse según un reparto aproximado entre países “avanzados” y “emergentes” que deja de lado otras categorías de países como por ejemplo los países rentistas. Una parte importante de la población mundial vive en países o porciones de países que están marginados de la dinámica de la globalización capitalista. Las líneas divisorias atraviesan las formaciones sociales y contribuyen a la desestructuración de las sociedades.
Hipótesis de trabajo a modo de conclusión La ley del “desarrollo desigual y combinado” sigue siendo válida a condición de que se comprenda bien que ya no se refiere a economías nacionales relativamente homogéneas: una vez más, el mapa de los capitales no coincide ya con el de los Estados y el capital financiero internacional ha conseguido una autonomía sin precedentes en la historia. La cuestión teórica más difícil y que sin duda no podremos dilucidar actualmente, es saber hasta qué punto los llamados países emergentes han adquirido un verdadero dominio sobre los procesos de producción o en qué medida siguen siendo todavía subcontratistas sometidos a la volatilidad de los capitales internacionales. La respuesta varía sin duda en función de los países y los sectores, y desde este punto de vista hay que poner en tela de juicio la homoge-
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neidad de la categoría de países “emergentes”. De la respuesta que se dé a esta cuestión dependerá a fin de cuentas el grado de cuestionamiento necesario de las concepciones clásicas del imperialismo. Un segundo interrogante se refiere al carácter duradero de esta nueva configuración de la economía mundial. Por un lado, el agotamiento del crecimiento en el Norte acabará frenando probablemente el crecimiento en el Sur, y por otro las tensiones sociales del Sur influirán en el sentido de un crecimiento más centrado en el mercado interior y por tanto más lento. Muchas de estas cuestiones se zanjarán en un terreno no estrictamente económico, sino también social y ecológico. La organización actual de la economía mundial conduce, en efecto, a una permanente fuga hacia delante en la regresión social. Esto es por cierto lo que implican las previsiones de la OCDE citadas más arriba, que anuncian un aumento universal de las desigualdades y cuyo mensaje puede resumirse con estas palabras:
La organizacion actual de la economía mundial conduce, en efecto, a una permanente fuga hacia delante en la regresión social. Esto es por cierto lo que implican las previsiones de la OCDE citadas más arriba, que anuncian un aumento universal de las desigualdades
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“Si quieren ustedes un crecimiento más fuerte, según la OCDE, deben aceptar una mayor desigualdad. Y a la inversa. Incluso para alcanzar una tasa de crecimiento mediocre del 3 % de la economía mundial, habrá que ‘flexibilizar’ todavía más el trabajo y globalizar todavía más la economía18”. Finalmente, sobre todas las consideraciones que preceden pende el desafío del cambio climático, que implicaría una cooperación internacional y la adopción de otro modelo de desarrollo. Sin embargo, estas dos condiciones están en contradicción con la lógica profunda del capitalismo, un sistema que está basado en la competencia entre capitales y en el afán de beneficio. Por consiguiente, es preciso volver a examinar la teoría del imperialismo, pero esto pasa también por la construcción paciente
de un nuevo internacionalismo basado en la comunidad de intereses objetiva de los trabajadores forzados a competir entre ellos en todo el mundo, por encima de sus diferentes condiciones de vida. Al fin y al cabo, es en las luchas donde podrá surgir una comprensión mejor de este adversario común. s
Breve bibliografía sobre las teorías “clásicas” Bujarin, N. (1916) La economía mundial y el imperialismo. Bujarin, N. (1924) El imperialismo y la acumulación de capital. Hilferding, R. (1910) El capital financiero. Hobson, J.A. (1902) Imperialismo. Lenin, V.I. (1916) El imperialismo, fase superior del capitalismo. Luxemburgo, R. (1913) La acumulación de capital. Mummery, A., J. Hobson (1889), La fisiología de la industria.
*Traducido por Viento Sur 1. Véase la bibliografía en el anexo. 2. V. I. Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo. 3. Ibidem. 4. Theotonio Dos Santos, « The structure of dependence », American Economic Review, mayo 1970. 4. Theotonio Dos Santos, « The structure of dependence », American Economic Review, mayo 1970. 5. Véase por ejemplo Capitalisme et sous-développement en Amérique latine, Maspero, 1968. 6. Samir Amin, L›accumulation à l›échelle mondiale, Anthropos Paris/ IFAN Dakar, 1970. 7. Pierre Jalée, Le Pillage du Tiers monde, Maspero, 1965; Le Tiers Monde dans l’économie mondiale, Maspero 1968; traducción inglesa: The Third World in World Economy, Monthly Review Press, 1969. 8. Arghiri Emmanuel, L’échange inégal, Maspero, 1969; traducción inglesa: Unequal Exchange, Monthly Review Press, 1972. 9. Michel Husson, “La formación de una clase obrera mundial”, abril 2014. 10. Pierre Dockès, “Mondialisation et «impérialisme à l’envers”, en Wladimir Andreff (dir.), en La mondialisation, stade suprême du capitalisme ?, Presses universitaires de Paris Ouest, 2013. 11. Stefania Vitali, James B.Glattfelder y Stefano Battiston, “The Network of Global Corporate Control”, PLoS ONE 6(10), 2011. 12. Robert Reich, “The Increasing Irrelevance of Corporate Nationality”, 28/07/2014. 13. Véase Jean Gadrey, “STOP-APE: un appel aux organisations de la société civile et aux élus, en Europe et en Afrique”, 26/07/2014. 14. OCDE, Policy challenges for the next 50 years, 07/2014. 15. Véase Mylène Gaulard, Karl Marx à Pékin: les racines de la crise en Chine capitaliste, Demopolis, 2014. 16. Véase Chiara Piovani, “Class Power and China’s Productivity Miracle”, Review of Radical Political Economics, 2014, vol. 46(3), 2014. 17. Pierre Salama, Les économies émergentes latino-américaines, Armand Colin, 2012. 18. Paul Mason, “The best of capitalism is over for rich countries – and for the poor ones it will be over by 2060”, The Guardian, 7/07/2014.
Sobre Lenin, Trotski y la actualidad
regreso
de gigantes
Sergio García Dirigente del MST. Directivo de CTA Capital Director de la Comisión de Análisis de la Perspectiva Económica – Legislatura, CABA sergiogarcia.arg@gmail.com
h
ace 90 años, en Rusia, moría tras una larga enfermedad el principal líder de la revolución Bolchevique, Vladimir Ilich Lenin. Su deceso no sólo fue un golpe concreto a la dirección efectiva de la primera revolución socialista, sino que también abrió las puertas al ascenso del poder burocrático en el Estado y el partido. Poco tiempo antes, y previendo esa posibilidad, escribía el 4 de enero de 1923: “Stalin es demasiado brusco, y este defecto, plenamente tolerable en nuestro medio y en las relaciones entre nosotros los comunistas, se hace intolerable en el cargo de Secretario General. Por eso propongo a los camaradas que piensen la forma de pasar a Stalin a otro puesto y de nombrar para este cargo a otro hombre que se diferencie del camarada Stalin en todos los demás aspectos sólo por una ventaja, a saber: que sea más tolerante, más leal, más correcto y más atento con los camaradas, menos caprichoso, etc. Esta circunstancia puede parecer una fútil pequeñez. Pero yo creo que, desde el punto de vista de prevenir la escisión y desde el punto de vista de lo que he escrito antes acerca de las relaciones entre Stalin y Trotski, no es una pequeñez, o se trata de una pequeñez que puede adquirir importancia deci-
siva”. El texto completo, llamado luego “Testamento de Lenin” fue ocultado por Stalin sin divulgarlo en el partido. Así fue ganando peso, separando opositores, persiguiendo a Trotski, su principal adversario y abriendo una nueva etapa al interior de la URSS. La ausencia de Lenin fue utilizada para el peor de los objetivos: la degeneración burocrática del estado obrero naciente. Lenin enfrentó previo a su muerte, a los opositores de Trotski que sacaban a la luz, su pasado no bolchevique. Pese a diferir en algunos planteos, Lenin lo reivindicaba como su mejor compañero de batalla de esos días y quien conducía el Ejército Rojo contra los ejércitos capitalistas que asediaban a Rusia. Es verdad que, a inicios del siglo veinte, Lenin y Trotski tuvieron duros debates y posiciones distintas dentro de la llamada socialdemocracia rusa. Eran los apasionados debates de los revolucionarios en el exilio. Pero no es menos verdad que la revolución rusa los encontró juntos en las posiciones políticas y en las decisiones prácticas. Al morir Lenin, el aislamiento y la persecución cayeron sobre Trotski. Dieciséis años después, un 20 de agosto de 1940, en México, donde Trotski había llegado exiliado, en un acto brutal y luego de ser perseguido por varios países, el stalinismo lograba su objetivo; Mercader, un agente pago de Stalin, le clavó un pico en la cabeza al viejo León. Agonizante, Trotski fue trasladado a un hospital. Allí, rodeado de su compañera de vida, Natalia y de su círculo íntimo de colaboradores, diría
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entre sus últimas palabras sobre Mercader: “no lo maten, es preciso obligarlo a hablar”. Incluso en ese instante buscó ayudar a que el mundo supiera la verdad de lo que pasaba y de sus responsables políticos. Finalmente muere cuando ya el 21 de agosto había comenzado. El siglo XX perdía una de las mentes más lúcidas del movimiento revolucionario. Con su asesinato, Stalin cerraba el círculo de muerte que pesaba sobre los contemporáneos de Lenin, quienes uno a uno cayeron a manos de su régimen de terror. Se cuentan por miles los deportados a Siberia, los encarcelados, los fusilados tras juicios montados con sentencias preparadas de antemano por el buró del Partido Comunista de la URSS. También hubo renegados y quienes pedían perdón al Kremlin buscando así evitar la muerte segura. Incluso muchos de éstos, al final también fueron asesinados. En el afán de borrar la historia una muerte se iba tapando con otra, al final sólo quedaba Stalin con sus más cercanos colaboradores y una nueva generación ajena a la revolución de octubre empoderándose del gobierno y el partido, apoyados en el retroceso objetivo de la fuerza de movilización del pueblo ruso y en varias derrotas del
el zar cayo en febrero pero la revolución no se detuvo; la clase obrera y los campesinos fueron protagonistas; y se llegó al Octubre y a la primera revolución socialista porque hubo un partido como el que Lenin había diseñado. movimiento revolucionario en China y Europa. En ese contexto se afianzó dentro de la URSS el poder burocrático y en otros países avanzaba el fascismo, el nuevo flagelo que por entonces aparecía a los ojos de millones.
Dialéctica de acuerdos y diferencias
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Desde jóvenes, estos dos gigantes del movimiento revolucionario entrecruzaron sus vidas. Tras la revolución de 1905 y la represión posterior fueron perseguidos y terminaron en el exilio. Allí se dieron los principales debates sobre cómo seguir organizando el movimiento. Lenin, el gran estratega ya desde años antes delineaba la necesidad de un partido revolucionario que pudiera enfrentar todos
los poderes, como lo expresó en su escrito “Que hacer” en 1902. La revolución de 1905 no hizo más que afianzar esa idea, se necesitaba un partido democrático y a la vez aguerrido y disciplinado, fue su principal aporte de esos años. Trotski creía en eso en parte, ya que aún no estaba convencido de la necesidad de ese tipo de partido; a su vez teorizaba sobre la necesidad de la revolución y comenzaba a edificar uno de sus principales aportes teóricos: la revolución es permanente y las tareas democráticas no se detendrán allí ni serán llevadas adelante por la burguesía, será la clase obrera quien juegue un importante rol. Pasados los años siguientes de debates apasionados, acuerdos y diferencias, la revolución de 1917 llegó para confirmar el principal aporte de cada uno: el zar cayó en febrero pero la revolución no se detuvo; la clase obrera y los campesinos fueron protagonistas; y se llegó a Octubre y a la primera revolución socialista porque hubo un partido como el que Lenin había diseñado. Allí se unieron esos dos gigantes dejando atrás viejas polémicas y construyendo alrededor de los cuatro primeros Congresos de la III Internacional que habían fundado, una estrategia común para intentar extender el proceso revolucionario.
Volver a Lenin La caída de la ex Urss en los noventa trajo nuevos debates y desde finales del siglo XX hasta hoy recolocó otros. Por unos años se intentó ligar el desastre stalinista a la teoría leninista. También se alentaron teorías contra la organización política y la disputa por el poder. Una y otra concepción las creemos equivocadas. La primera, porque el leninismo está en las antípodas del stalinismo, que no es otra cosa que una degeneración reaccionaria y antileninista. Las muertes, persecuciones, el régimen burocrático y de contenido proburgués de Stalin no puede compararse en nada con los orígenes del leninismo y los primeros años de la revolución Rusa. Lógicamente, la confusión se hizo décadas después con nuevas generaciones que se encontraron sufriendo a la burocracia comunista de la Urss, con las estatuas de Lenin detrás. Como también es lógico que el poder capitalista haya alentado por conveniencia esa confusión. Pero los revolucionarios tenemos que sacar a la luz la verdad; despejar el manto de falsedades para volver al Lenin real, a la esencia de su legado. El que hoy necesita-
mos sin dogmas pero también con urgencia. La segunda concepción equivocada surgió como subproducto de la debacle de la ex URSS y, aunque reflejaba una nueva respuesta desde sectores de la intelectualidad y el movimiento social que buscaba otro camino emancipador, por sus argumentos fue utilizada no casualmente por la intelectualidad burguesa, que le dio amplia difusión. Fue el auge noventista de las teorías autonomistas, que apoyándose en lógicos y sanos reclamos democráticos dentro del campo de la izquierda; detrás de un discurso anti burocrático sentó equivocadamente las bases del abandono por la disputa del poder. Así frente al debate sobre el leninismo, referentes de ese espacio decían: ““Entonces, ¿qué hacer? Hay que olvidarse de la idea del partido revolucionario como la forma de organización de la revolución. Dicha forma contradice el contenido de la revolución, y por tanto, de la emancipación humana porque sólo las propias masas dependientes pueden lograr su emancipación. La noción de la forma del Estado como un instrumento de la revolución tiene que desaparecer. La idea de la toma del poder a favor de las masas dependientes debe ponerse en evidencia tal cual es: la negación de la autonomía social como fuerza productiva de la revolución” (Bonefeld, Werner y Tischler Visquerra, Sergio). Estas equivocadas bases teóricas, alentadas en nuestro país por diversas corrientes, entre otros por el hoy fragmentado Frente Popular Darío Santillan, fueron incapaces de lograr en ningún lugar del mundo el cambio social que pretendía, precisamente porque abandona la esencia de la disputa por el poder y la construcción de organizaciones leninistas y sin eso, más allá de las intenciones, sólo se conduce a nuevas frustraciones. Incluso el intelectual Ernesto Laclau, en uno de sus últimos trabajos escribió: “la autonomía, librada así misma, conduce más tarde o más temprano, al agotamiento y la dispersión de los movimientos de protesta”. También se intentó evitar la disputa por el poder con la suma de “lograr poder popular”, como si así se pudiera algún día, poco a poco, llegar a cambiar la sociedad. Cuando la misma solo puede transformarse una vez arrancado el poder a los capitalistas
y ahí sí, iniciar un nuevo proceso social. La crisis capitalista que se venía incubando y que irrumpió con fuerza a fines de 2007, tiró por los aires tanto la relativa fortaleza capitalista como las teorías que desde el campo de la izquierda pretendieron negar la historia y la lucha de clases, con su elemento central de disputa por el poder y de organización política. La realidad trajo de nuevo el Lenin original a nuestros días, el estra-
La crisis capitalista que se venía incubando y que irrumpió con fuerza a fines de 2007, tiró por los aires tanto la relativa fortaleza capitalista como las teorías que desde el campo de la izquierda pretendieron negar la historia y la lucha de clases, con su elemento
central de disputa por el poder tega y arquitecto de organizaciones revolucionarias que disputan en serio contra un poder que no se va a ir sin que lo saquen por la fuerza de las mayorías. Y ese leninismo es anti burocrático si se lo ensaya en su esencia y no en el fetiche del que fue objeto. Por eso valorando a los movimientos sociales, tenemos que conjugar esa fuerza fortaleciendo la construcción política revolucionaria.
Estrategia, política y táctica: un debate con el trotskismo sectario Hay en el mundo y en nuestro país corrientes que se reivindican marxistas, leninistas y otras trotskistas. Y cada cual expone sus postulados según su propia interpretación. En nuestro caso, reivindicamos el marxismo, el leninismo y el trotskismo, no como estamentos inconexos sino como continuidad histórica. No se puede entender el mundo sin el marxismo, porque hubo en estos últimos 150 años muchos cambios en la realidad aunque los mismos no cuestionen la El ejercito Rojo ocupa Berlín, 1945.
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revoluciones democraticas y lucha independentista;
Siguiendo el método del marxismo, que no considera nada inalterable, es necesario interpretar las nuevas realidades. Por ejemplo tras la segunda guerra mundial, el fundador de nuestra corriente, Nahuel Moreno, hizo importantes aportes alrededor de los cambios que el surgimiento del fascismo y las dictaduras de décadas siguientes provocaron, aportes que se condensaron hacia inicios de los ochenta. Moreno definió que ante ese flagelo contrarrevolucionario nacía un nuevo tipo de revoluciones democráticas contra los regímenes políticos que sustentan esas dictaduras. La propia Segunda Guerra tuvo un alto componente de este fenómeno y la derrota de la Alemania de Hitler fue el principal triunfo revolucionario de las masas. En décadas siguientes varias dictaduras fueron derribadas por la movilización revolucionaria; eran nuevas revoluciones que tenían su propio programa y tareas aunque eran parte del proceso de la revolución socialista, por su dinámica y por los enemigos de clase que enfrentaba. Este fue un gran aporte, que al día de hoy corrientes sectarias como el PTS no comprenden. Pasaron casi 70 años de la derrota
del fascismo, más de 30 de la caída de la dictadura argentina y este partido sigue sin entender las tareas democráticas y el valor que tienen. Rechazaron el aporte de Moreno en su documento inicial de 1988 y lo siguen rechazando hoy, como manifestó el diputado Christian Castillo hace dos meses en un debate en la Legislatura con Alejandro Bodart. El PTS se aferra a un dogmatismo antimarxista y niega así la realidad de los hechos. Por ejemplo en Argentina, solo una revolución democrática explica que 32 años después las fuerzas armadas del país sigan desprestigiadas ante las masas y sin poder ser -como eran antes- una opción de poder. Aunque todo proceso es distinto y requiere un nuevo estudio, ese tipo de revoluciones democráticas se siguieron dando estos años en la llamada “primavera árabe”, con caídas de dictaduras por la movilización de masas en el norte de África. La falta de direcciones revolucionarias conlleva que este proceso tenga avances y retrocesos. Más no niega la existencia de esas revoluciones, sólo combina dialécticamente el proceso objetivo con el factor subjetivo, reafirmando que todo proceso puede re-
nuevos y viejos debates
esencia de su interpretación científica. Ni se puede tampoco volver al mejor Lenin sin pasar por Trotski. Hay corrientes que lo hacen; reivindican algo de Lenin y de otros dirigentes como Gramsci, Mariátegui o el Che –lo cual no está mal- pero evitan y niegan a Trotski, con una incomprensión profunda o -en algunos casos- un sesgo inconfeso de neo-stalinismo. Eso es un análisis no marxista, porque sólo partiendo de la realidad se puede tener un método correcto; y negar a Trotski y su rol en la revolución rusa y en la historia revolucionaria contemporánea, solo puede hacerse por un interés político equivocado o por desconocimiento del siglo XX. En uno u otro caso no sirve como análisis histórico y menos en función de sacar conclusiones políticas y teóricas para interpretar nuestros días. Hoy, el gobierno, las patronales y los medios de comunicación no pueden ocultar el peso del trotskismo en las luchas sociales y en la vida política. Hasta Macri le acaba de ofrecer a la CGT ayuda para
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Sergio García en movilización de la CTA
frenar a los “troskos”. Triste es ver que corrientes de izquierda aún quieran seguir tapando esa figura e ignorando sus enseñanzas. Para quienes reivindicamos el hilo histórico que va de Marx hacia estos dos gigantes que dio el bolchevismo, hay también interpretaciones diversas de su legado. Y entre aquellos, a quienes denominamos “trotskismo sectario” predomina una interpretación dogmática y fetichista que no condice con la esencia viva y dinámica del movimiento marxista. Agregándole a esto una confusión entre principios y estrategia, política y tácticas que anulan la pelea por lograr influencia de masas desde la izquierda. Saco a la luz ejemplos prácticos, de debates concretos con fuerzas como el PO y el PTS, integrantes del Frente de Izquierda de Argentina. Por un lado, estas fuerzas argumentan a diario que sería equivocado construir un gran frente o movimiento político con fuerzas de izquierda de otras tradiciones o con sectores provenientes del peronismo de izquierda, o desprendimientos de sectores centristas o que vienen del nacionalismo po-
troceder sino van surgiendo direcciones revolucionarias. Pero esto no puede llevar a negar que hubo enormes y nuevas revoluciones democráticas, ni que tuvieron un nuevo componente de hartazgo social por la crisis capitalista, expresado en la juventud árabe, movilizada por millones por falta de un futuro y siendo protagonista central. Hoy este proceso de revoluciones está en otro momento más contradictorio e incluso con cierto retroceso, aunque puede resurgir porque no hay soluciones a sus demandas de fondo y así, más temprano que tarde, llevará a esos pueblos a movilizarse por reclamos anticapitalistas. Estos mismos vientos llegaron ahora a Hong Kong, abriendo con la revolución de los paraguas un proceso masivo por demandas democráticas y enfrentando al régimen represivo de China. Y aunque expresan un fenómeno distinto, también en Cataluña y Escocia hay procesos democráticos e independentistas que apoyamos. Y no casualmente, otra vez el PTS las rechaza. Sobre Escocia en su web internacional, días antes del referéndum escribió a través de Alejandra Ríos que si el NO perdía se debilitaba Inglaterra pero: “concluir de esto, en forma unilateral, que como subproducto se abriría una dinámica favorable a los trabajadores y el pueblo no solo en Escocia pular. Según ellos hacer esto, sería una capitulación. Lo mismo opinan en el plano sindical donde también niegan acuerdos con otras fuerzas. Sucede que no ha sido así la estrategia revolucionaria de Lenin ni de Trotski, quienes nunca confundieron los principios y la estrategia que rigen el programa general, con la política y las tácticas que son lo más flexibles e instrumental. Contra quienes niegan por ejemplo la posibilidad de acuerdos más amplios, basta recordar que en un viejo debate con quienes negaban cualquier tipo de acuerdos con otros partidos Lenin les decía: “Es sorprendente que, con semejantes ideas, esos izquierdistas no condenen categóricamente el bolchevismo. No es posible que los izquierdistas alemanes ignoren que toda la historia del bolchevismo, antes y después de la Revolución de Octubre, está llena de casos de maniobra, de acuerdos, de compromisos con otros partidos, ¡sin exceptuar los partidos burgueses!...hay que aprovechar igualmente las menores posibilidades de obtener un aliado de masas, aunque sea temporal, vacilante, inestable, poco seguro, condicional. El que no comprenda esto no comprende ni una palabra de marxismo ni de socialismo científico contemporáneo en general”. Y Trotski, debatiendo sobre la necesidad de tejer acuerdos con direcciones reformistas que ayuden a la movilización y a ganar políticamente a más sectores para ampliar la influencia de la izquierda revolucionaria decía: “Los reformistas temen al potente espíritu revo-
sino también en toda Inglaterra, como afirman varios partidarios del “Sí”, es ir demasiado lejos. Esta postura, por otra parte, termina cediendo acríticamente al nacionalismo burgués escocés…Muy por el contrario, la victoria del “Sí”, supondrá a los trabajadores escoceses la continuidad de una agenda neoliberal y ataques, pero desde Edimburgo y no desde Londres”. Es decir que el PTS no se puso del lado de esta enorme y justa demanda democrática del pueblo escocés, que lamentable no pudo vencer en el referéndum. En resumen, opinamos que no tomar las tareas democráticas como un eje central ni comprender su dinámica, lleva a no ubicarse en medio de una movilización de masas poniendo al partido revolucionario en la primera línea y ordenando la política y las tácticas a esa situación. Los sectarios que niegan tanto las revoluciones como las tareas democráticas le capitulan al régimen en cuestión dejando esas banderas en manos de partidos pequeños burgueses o burgueses. Por eso no es un debate filosófico sino práctico; en las revoluciones democráticas y en las luchas independentistas no tiene una posición revolucionaria quien las desconoce, porque el velo del dogma le impide ver la realidad y darse una política consecuente.
lucionario de las masas; su arena más preciada es la tribuna parlamentaria; las oficinas de los sindicatos, las cortes de justicia, las antesalas de los ministerios. Por el contrario, lo que a nosotros nos interesa, aparte de toda otra consideración, es arrancar a los reformistas de su paraíso y ponerlos al lado nuestro ante las masas. Usando una táctica correcta, solo podemos ganar. El comunista que duda o teme esto, parece aquel
pero el negar diversos tipos de acuerdos políticos o sindicales con otras corrientes no marxistas o no trotskistas, es la negación de la historia viva del marxismo, el leninismo y el trotskismo y en los hechos una capitulación a la burguesía y sus partidos. nadador que aprobó las tesis sobre el mejor modo de nadar, pero que no quiere arriesgarse a zambullirse… es necesario que las masas en lucha tengan siempre la posibilidad de convencerse de que la imposibilidad de lograr la unidad de acción no se debió a nuestra política irreconciliable sino a la falta de una real voluntad de lucha por parte de los reformistas”. Así podríamos citar más y más ejemplos, pero no es la intención aburrir con citas, solo hacer notar que
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estas fuerzas del trotskismo sectario, muchas décadas después de estas experiencias aún no comprenden lo vital que es tener diversas tácticas y políticas, de acuerdo a la situación concreta y siempre sin perder la independencia política y la construcción propia. Pero el negar diversos tipos de acuerdos políticos o sindicales con otras corrientes no marxistas o no trotskistas, es la negación de la historia viva del marxismo, el leninismo y el trotskismo y en los hechos una capitulación a la burguesía y sus partidos. Porque esa negativa se traduce en no pelear por la influencia de masas y el poder para la izquierda, ya que para hacerlo son necesarias diversas tácticas, acuerdos, construcción de grandes frentes y disputa en su interior. Negar esto es negar la posibilidad de ser opción de poder. También pasa, como ahora, que fuerzas no trotskistas como pueden ser Unidad Popular o Patria Grande, tampoco impulsan un proceso de unidad amplia y de
Es nuestro desafío sacar las mejores conclusiones del pasado y esforzarnos por comprender el presente, para poder pelear, desde la izquierda,
por un futuro socialista. izquierda. Estos sectores son también responsables de la falta de un gran movimiento político común, que es la tarea política más importante que entre todos podríamos encarar jugándonos a disputar en serio y ser artífices de una construcción de miles. Mas esta realidad no niega que, en el Frente de Izquierda, haya una incomprensión total de la necesidad de tender puentes que ayuden a llegar a nuevas franjas de masas. Y sin esto, no hay futuro de disputa del poder para la izquierda. Ojalá en el tiempo que viene estas fuerzas reflexionen al respecto y se abran a este debate para lograr una unidad política y electoral a mediano y largo plazo.
Un proyecto de nueva izquierda, rescata la esencia de esos dos gigantes
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El reconocernos como parte de la rica historia del marxismo
del siglo XX, ver sus conquistas y sus limitaciones, y tratar de partir hoy de ese legado es un punto básico para intervenir en la realidad del siglo XXI. Sin por esto dejar de estar abiertos a incorporar nuevas elaboraciones, a estudiar la realidad como premisa básica de poder luchar por transformarla. Cuando decimos que hace falta construir un nuevo proyecto de izquierda hablamos de eso, de una izquierda cimentada en los pilares del marxismo y la esencia del bolchevismo, y enriquecida por las experiencias y elaboraciones actuales, en toda su amplia gama política, social y cultural; una izquierda moderna y abierta a convivir con diferencias, que toma lo mejor de la lucha de clases y los movimientos sociales para combinarlos en construcción política. Quien intente desde la izquierda responder con una estructura cerrada y con dogmas inmodificables chocará de frente contra la realidad. Todos estamos permanentemente interviniendo con aciertos y errores, ensayos y aprendizaje constante; y nadie ha pasado en las últimas décadas la prueba de revoluciones socialistas triunfantes. Eso conlleva una dosis necesaria de estudio serio, crítica, autocrítica y nada de pedantería y autoproclamación. Quien parta de creerse dueño irrefutable de la verdad no parte del método marxista ni tiene tampoco con qué demostrar tanta certeza. Nuestro esfuerzo desde el MST, por aportar a la construcción de una nueva izquierda está impregnado de optimismo, de experiencia práctica, de elaboración permanente y también del sentido de las proporciones y del aprendizaje continuo. En esta tarea estamos invirtiendo esfuerzo colectivo y sacrificio individual. Como aporte a mantener la continuidad histórica con los gigantes del siglo XX que siguiendo a Marx dieron la vida por la causa de los oprimidos. Hoy, la crisis del capitalismo imperialista coloca nuevos peligros y a la vez grandes oportunidades políticas para los revolucionarios. Es nuestro desafío sacar las mejores conclusiones del pasado y esforzarnos por comprender el presente, para poder pelear, desde la izquierda, por un futuro socialista. Es a este proyecto al que invitamos a sumarse s
El modelo sindical en debate
guillermo pacagnini Secretario General de CICOP* Integrante Mesa Nacional de la CTA pacagniniguillermo@gmail.com
El movimiento obrero es el actor principal del conflicto social, la vieja dirigencia sindical pierde terreno y nuevos activistas se forjan en la raíz de las luchas. El argentinazo de 2001 abrió la compuerta de una oportunidad histórica: que madure un recambio de dirección. Y colocó en debate qué modelo sindical debemos construir.
e
l 2001 parió una nueva etapa en el país con cambios cualitativos, en primer lugar en el régimen político y, como parte de él, creció como nunca el cuestionamiento a la burocracia sindical. No sólo se quebró el bipartidismo. Junto a la ruptura con la dirigencia politica de los partidos tradicionales creció el rechazo a esos popes gremiales que han desarrollado una verdadera simbiosis con los sillones
*Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Pcia de Bs. As.
tiempos
de cambio
de las secretarías generales y engordado su patrimonio, a costa de traiciones, connvinecia con las patronales y los gobiernos de turno. Con el desarrollo de los conflictos que salieron a disputar el “crecimiento” de la primera parte de la década K, se produjo un salto en el cuestionamiento no sólo a la burocracia sino al viejo el modelo sindical. No se trata de una discusión periodística, sino de una necesidad para ganar las luchas, avanzar en la organización y en una nueva dirección democrática y combativa para el movimiento obrero.
Vientos de cambio Las luchas de la década comenzaron con la irrupción de los estatales disputando el famoso superávit y allí se forjaron dirigentes desde abajo. Pero cuando estalló la crisis capitalista internacional y su onda expansiva anunció el período de vacas flacas para la economía nacional, ser intensificaron las novedades al interior de nuestra clase obrera, ya no sólo en los estatales sino en los gremios privados e incluso industriales. Inflación y recesión, conformaron una tenaza al nivel de vida y un incentivo al recambio sindical.
Hugo Yasky y su CTA aplaudidora
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Es impensable bucear en la génesis del modelo sindical vigente sin apelar a algunas referencias históricas. Toda la historia del movimiento obrero estuvo jalonada por la disputa con patronales y gobiernos para forjar la organización al servicio de la lucha por obtener y defender derechos. Y por la política sistemática de sus enemigos de clase de destruir o bien utilizar esas conquistas organizativas al servicio de encorsetar y domesticar a los trabajadores, utitilizando diversas políticas de cooptación. Así como se pretendió barrer de la conciencia del movimiento obrero su carácter internacionalista y de izquierda, también se contrapuso el modelo reaccionario que liquide la fresca libertad sindical de los albores. La fundación de la Mutual de la So-
( 40 )
los origenes
del modelo
ciedad Tipográfica Bonaerense en 1857, aquel embrión organizativo, encendió la alarma. Y hasta 1890, que empieza a aparecer la construcción de la primera central, se va a dar un debate entre el mutualismo y el cooperativismo, como formas defensivas, frente a lo que se va a ir imponiendo
Se destacaron luchas testigo como Kraft o el Subte unos años atrás o EMFER/TATSA, actualmente. Y se visibilizaron luchas docentes, estatales y de la salud (CICOP y FeSProSa). Pero son punta de un iceberg de centenares de conflictos obreros y populares en todo el país, demostrando que los trabajadores no queremos pagar la crisis. El fin de ciclo K incentiva más esta movida y el renacer de los paros generales dan testimonio de ello. En esas luchas, el motor fundamental son los nuevos activistas, que repudian a la burocracia, se autoconvocan, eligen nuevos referentes, señal que está madurando desde abajo una nueva dirección sindical en el movimiento obrero. Se recuperaron comisiones internas, seccionales, sindicatos y se fundaron nuevos. El sindicalismo combativo radicalizado, esa izquierda social y política, es sin dudas el actor protagónico que preocupó al establishmen. Algo está cambiando. No sólo que en el país del unicato y el férreo control del estado sobre la vida sindical de pronto hay cinco centrales. También otro fenómeno enciende luces rojas en los de arriba: la “zurda loca”, como bramó uno de los carcamenes de la cúpula
metalúrgica, había llegado para quedarse y era la expresión de un proceso en curso de renovación sindical.
El modelo en debate Junto a los nuevos dirigentes, ha surgido un debate superior, estratégi-
que es el sindicalismo. Los grandes y ricos debates entre anarquistas, anarcosindicalistas y socialistas, fueron claves en el desarrollo de la clase trabajadora argentina. Y anticiparon las disputas que marcarían luego también las grandes tendencias en la organización, junto con la influencia de la Revolución Rusa, el surgimiento de las corrientes comunistas y luego trotskistas. Apenas los trabajadores pusieron en pie sus primeras organizaciones, también se pergeñó desde arriba liquidar la libertad sindical expresada en la coexistencia de diversos sindicatos y centrales, la democracia de base y la influencia de la izquierda, desde luego. Nacían las raíces del modelo burocrático, con unicato, verticalismo y pensamiento único. El primer esbozo estuvo en “proyecto Sánchez Sorondo”, un conservador natuco, que no es ni más ni menos que el programa para que se desarrolle esa nueva dirección que empieza a surgir: ha puesto en la picota el viejo modelo sindical estatista, verticalista y monolítico del PJ y la vieja burocracia sindical. Hoy son miles los que debaten alrededor de la necesidad
20 años en los sillones Sindicato
ralmente aterrorizado por los suceso de ls Semana Trágica de 1919. Habló del “sindicato único y responsable”, sentando las bases para que sea el estado el que reconozca un solo sindicato por sector, regimentado para “encauzar” los conflictos y pacificar. Fue la base para los decretos 2.669/43 y después el célebre 23.852/45 en los albores del peronismo. Durante este período, si bien se pegó un salto en la sindicalización y se lograron conquistas con la lucha durante sus primeros años, también se avanzó en la estatización de los sindicatos y la entronización de los dirigentes burocráticos como una casta, agente de los empresarios en el seno de la clase obrera. Nacía la personería gremial corporativa y la base del modelo que rige en la actualidad y que está en crisis. Luego vendría la ley 14.455/58 que consolidó el unicato, llevando a una centralización exde cambiar el viejo modelo. Cuestión que durante años impulsamos y sembramos desde nuestra corriente, coincidiendo con muchos activistas independientes, casi en soledad con relación a los agrupamientos que actúan al interior del movimiento obrero. Si no se practica y se impone un
Sindicato
Secretario general Inicio mandato
años
Correos
Ramón Baldassini
1963
51
Peones de Taxis
Omar Viviani
1983
31
Municipales
Amadeo Genta
1983
31
Petroleros privados
Guillermo Pereyra
1984
30
Gastronómicos
Luis Barrionuevo
1985
29
Alimentación
Rodolfo Daer
1985
29
Sanidad
Carlos West Ocampo
1985
29
Comercio
Armando Cavalieri
1986
28
Obras Sanitarias
José Luis Lingeri
1986
28
Camioneros
Hugo Moyano
1987
27
Construcción
Gerardo Martínez
1990
24
Estatales (UPCN)
Andrés Rodríguez
1990
24
Judiciales
Julio Piumato
1990
24
trema y al poder del estado para cancelar personerías. La ley 2.0615/73 profundiza esos aspectos y otorga a las comisiones directivas el poder omnímodo. Esta legislación tuvo continuidad en las normas de la dictadura militar (que ampliaron el derecho intervencionista del Estado sobre la vida sindical) y luego en la ley 23.551/88, vigente en la actualidad. Este marco legal que establece el unicato, fomenta la lista completa y un estatuto tipo a todas luces antidemocrático, hoy comienza a resquebrajarse, reflejo del profundo proceso que crece en la base obrera. Empezó a sufrir cuestionamientos también desde la esfera judicial, en los fallos favorables a la libertad sindical por reclamos promovidos por ATE, CICOP, la CTA “Autónoma” (que acaba de obtener la inscripción que venía negada) y otros sectores. No es casual que todas las alas de la burocracia y nuevo modelo sindical que reemplace al actual, derrotando no sólo a la Ley de asociaciones sindicales 23.551 sino desterrando la cultura heredada de décadas de dirección burocrática, no va a avanzar el proceso hacia una nueva dirección. Necesitamos barrer con los tres
Secretario general Inicio mandato
años
los dirigentes de sus centrales, más allá de las disputas por el aparato, los favores gobierneros y sus prebendas, defiendan a rajatablas este modelo. La propia presidenta Cristina de Kirchner se ha sumado fervientemente a este coro y jamás incorporó críticas al mismo, ni siquiera para decorar su doble discurso. El modelo está en crisis. En las centrales se comienza a hablar de autorreforma sindical y hasta hay esbozos de proyectos. Pero no alcanzan los maquillajes o las reformas parciales si no se cambian los pilares del viejo modelo. Hay que anular esa ley de asociaciones sindicales. Hay que ir hacia un nuevo modelo sindical que tiene mucho que ver con una vuelta a los orígenes de libertad sindical, democracia de base y estrategia de lucha política y sindical para liberar a los trabajadores.
pilares del viejo modelo: el estatismo, que regimenta y concibe a los sindicatos como agencias del ministerio de trabajo; el verticalismo, donde deciden los dirigentes y no la base; y el pensamiento único donde no hay integración de las minorías y tendencias. Una batalla clave en la clase
Gestión anterior
Trabajadores rurales
Gerónimo Venegas
1991
23
Maquinistas (La Fraternidad)
Omar Maturano
1994
20
Metalúrgicos
Antonio Caló
2004
10
UTA
Roberto Fernández
2006
8
Unión Ferroviaria
Sergio Sasia
2012
2
José Pedraza, procesado y condenado por el caso Mariano Ferreyra, luego de 28 años al frente de la UF.
Mecánicos
Ricardo Pignanelli
2012
2
José Rodriguez, fallecido en 2009, 36 años al frente de SMATA; lo reemplazó Mario Manrique, sólo un mandato, y luego asumió Pignanelli en comicios sindicales.
Bancarios
Sergio Palazzo
2013
1
José Zanola, involucrado en la causa por la mafia de los medicamentos, luego de 30 años al frente de los Bancarios.
Luz y Fuerza
Rafael Mancuso
2013
1
Oscar Lescano, fallecido en 2013. 29 años al frente de Luz y Fuerza.
Lorenzo Miguel, fallecido en2002, luego de 32 años al frente de la UOM. Hubo una gestión intermedia y luego asumió Caló en comicios sindicales. Juan Manuel Palacios, denunciado por corrupción en 2006, tras 22 años al frente de la UTA.
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el ejemplo
“¿Cuándo se van a recibir de gremialistas profesionales?” nos espetaba recurrentemente un antiguo ministro de trabajo de la provincia, cuando le decíamos que íbamos a bajar la propuesta salarial a la base. Palabras más, palabras menos, durante algunos años diversos funcionarios continuaron demostrando una mezcla de asombro y queja, porque no firmábamos nada “ad referendum”; siempre tenían que programar una reunión adicional para evaluar la respuesta de nuestras asambleas. Acostumbrados al trato con la vieja dirigencia y sus mañas, tuvieron que acostumbrarse a nuestra nota disonante. La Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Pcia. de Bs. As., es conocida como CICOP desde su época fundacional como coordinadora interhospitalaria. Ello no es sólo simbólico: significa que se conservan los principios forjados a caballo de la lucha y luego plasmados en un estatuto. CICOP no sólo practica un sindicalismo pluriprofesional -opuesto por el vértice al modelo médico hegemónico- y no sólo corporativo sino en defensa de los derechos de la población y el sistema público de salud. Ha desarrollado un modelo sindical democrático que ordena toda la vida del sindicato, partiendo del propio estatuto, alrededor de organizar y desarrollar la lucha. Algo sin duda novedoso para el arcaico y cuestionado universo gremial vigente.
En CICOP hay finanzas transparentes: durante años recolectamos los aportes por la base y lo seguimos realizando en los municipios. Donde hay descuento central, si no se envía en 72 hs el dinero a las seccionales, hay revocatoria automática de mandato de los responsables. Gracias a ello pudimos desarrollarnos cuando el gobierno nos sancionó quitándonos el descuento por planilla. En nuestro sindicato hay proporcionalidad: las diversas corrientes de opinión están representadas de manera proporcional en todos los organismos incluido el consejo directivo, integrado hoy en día por las cuatro agrupaciones que presentaron lista. La asamblea en cada seccional es soberana y los congresales solo votan en función de esos mandatos. Hay revocatoria si no se cumplen con los mismos. Los congresos son frecuentes, según las necesidades de la lucha, para debatir y organizar la pelea. En épocas de lucha son semanales o con mayor frecuencia. Todos los organismos son abiertos a la participación de cualquier compañero. El fondo de huelga es permanente para financiar conflictos, sostener despedidos. Incluso se estructuró un fondo solidario para apoyar el desarrollo de la democrática federación FeSProSa que estamos construyendo (con existencia en 23 provincias) sobre los mismos pilares de autonomía, pluralismo y democracia sindical.
de CICOP
obrera donde todavía está arraigado el viejo modelo. A tal punto que muchas veces sus pilares son reproducidos por sectores de las nuevas conducciones. Por ello existe un debate entre los luchadores: cómo debe ser este nuevo modelo.
l Gerardo Martínez - Sec. Gral. de la UOCRA:
una casa en Núñez, otra en un barrio cerrado, y una tercera en una playa brasileña. l Jorge Omar Viviani - Sec. Gral. del Sindicato
Independencia, democracia e integración proporcional Primero, la independencia. Nuestra propuesta arranca de desterrar la regimentación de los sindicatos por el estado. Nulidad de la ley 23.551, autonomía y libertad sindical.
sindicalistas
ricos
( 42 )
José Luis Lingieri - Jefe del Sindicato de Obras Sanitarias. Director de AYSA: tiene en su haber un departamento valuado en 600.000 dólares. Además posee un inmueble en Bariloche, y es dueño de un auto de carreras.
l Armando Cavalieri - Sindicato de Comercio: es dueño de un campo en Roque Pérez, de una cerealera y un garaje. También de un departamento en Le Parq y varias empresas.
José Pedraza - Unión Ferroviaria (preso por el asesinato de Ferreyra): tiene un piso completo en Torres El Faro, en Puerto Madero, valuado en 1 millón de dólares. Paga 6000 pesos de expensas. Hugo Moyano: Propietario de una quinta, que estaría valuada en 1 millón de dólares. Señalado como accionista de empresas de recolección de basura.
l
El lujo de Cavalieri
1. Por la más absoluta independencia de los sindicatos del estado. Anulación de la Ley de Asociaciones Sindicales y de cualquier otra norma que pretenda reglamentar la vida sindical. Que los trabajadores se organicen como lo decidan. Y se debe terminar con el cobro compulsivo de las cuotas sindicales por el patrón o el Estado.
un nuevo modelo sindical
donde decidan los trabajadores
2. Por la más irrestricta democracia sindical. Que la base decida todo por asamblea: medidas de lucha, pliego de reivindicaciones, delegados paritarios. Que los trabajadores tengan la forma más libre y democrática de expresarse. Para ello, las asambleas deben ser representativas. Y si las circunstancias no lo permitieran, hay que apelar a la consulta de la mayoría de los trabajadores, mediante reuniones por sector o votación en urnas. Es lo que garantiza fuerza y unidad. En situaciones de conflicto las asambleas deben ser diarias, para informar, distribuir tareas y tomar resoluciones democráticamente, junto a otras formas de organización que expresen la combatividad de la base: comités de lucha o huelga para organizar a los activistas más consecuentes y ejecutar lo resuelto. Los cuerpos de delegados, internas y más aún las comisiones directivas, tienen que responder a las asambleas soberanas y sus mandatos. Garantizando la mayor unidad en la acción y al mismo tiempo la mayor discusión democrática entre los trabajadores. 3. Contra toda concepción monolítica. Unidad en la acción y la mayor democracia hacia adentro Integración de todas las corrientes con peso real en la base en todos los organismos obreros. Basta de listas sábanas y completas, donde el que gana, así sea por un voto, se lleva todos los cargos. Eso divide a los trabajadores y al activismo y los debilita frente a las patronales. La unidad no se logra por decreto, ni silenciando diferencias o subordinando la base a los cuerpos de delegados o internas. Por ello es clave determinar cómo deben elegirse, integrarse y funcionar estos organismos. Estamos por cuerpos de delegados representativos de todos los trabajadores. Elegidos por sección donde voten todos, sean
l
de Peones de Taxis: vive en Recoleta en un departamento valuado en 2 millones de pesos. l
Segundo, la plena democracia sindical donde la base decida todo. Las medidas de fuerza, la confección y aceptación de un pliego de reclamos, los delegados paritarios, etc. Debemos asegurar que los trabajadores tengan la forma más libre y democrática de expresarse. Asambleas, consul-
Nuestra propuesta
tas por sector, comités de huelga... La mejor forma de organizarse y decidir donde resuelvan todo y entre todos. Sin ello, no hay fuerza ni unidad. Tercero, pero no menos importante, la integración proporcional de las distintas corrientes de opinión en todos los organismos de dirección. Basta de listas únicas, comisiones monolíticas, minorías truchas para “justificar” que “el que gana conduce.... y el que pierde acompaña”. Sin presencia de todas las
o no afiliados, contratados o efectivos. Los estatutos que imponen lista sábana no deben ser un impedimento; mientras se lucha por un estatuto democrático, las listas deben conformarse eligiendo los candidatos a delegados por sección. Las internas deben ser elegidas en asambleas y no sólo por los delegados.
Proporcionalidad de todas las corrientes de opinión en los organismos sindicales de todos los niveles. Ni bien se gana un organismo, hay que llamar a todas las corrientes según la proporcionalidad que obtuvieron en la elección por la base, a integrarse. Asimismo debe haber plena libertad para la actividad política. Todas estas medidas garantizan la unidad de los trabajadores. Ante distintas posiciones en una CD o cuerpo de delegados deben ser llevadas a la base todas las posturas, no sólo las de mayoría. Que sea la base la que acepte o rechace tal o cual medida, la que ordene las prioridades, ubicaciones de los delegados, la que revoque a los dirigentes, etc. Los cuerpos de delegados deben funcionar con mandato de base. 4. Una práctica que apunte a evitar la burocratización. Terminar con toda norma que facilite el surgimiento de dirigentes privilegiados. Los dirigentes con licencia deben ganar lo mismo que en su puesto de trabajo y volver luego de un tiempo a su puesto de trabajo. Con revocatoria de mandato cuando no cumplan o surja un compañero más representativo. La garantía final para que no surja una nueva burocracia, es que prime la mayor democracia sindical, el control por la base. Logrando que cada vez mayores contingentes de trabajadores sean los garantes de estos principios y dando una batalla para que los luchadores sean sus más acérrimos defensores. 5. Impulsar la coordinación genuina de internas, delegados y sectores combativos. De una misma rama laboral, gremio o zona según las circunstancias, para reforzar la ayuda mutua. Esto cobra especial necesidad entre los sectores que luchan. Y apelando a otros sectores para reforzar la solidaridad. Son tareas de primer orden, muchas veces desdeñadas por quienes se conforman con “defender” lo conquistado y, por esa vía, debilitan el terreno ganado a la burocracia.
opiniones en las directivas, no se refleja lo que piensa la base y no se puede lograr una genuina unidad. Entre otros muchos aspectos, estos son los fundamentales de nuestra propuesta que compendia una tradición obrera clasista a recuperar y recoge las aspiraciones de miles de activistas que quieren un cambio en serio. Nuestro desafío es que cada vez mayores contingentes de luchadores practiquen y difundan estos principios
y demos entre todos una batalla para que los trabajadores sean sus garantes. s
Referencias bibliográficas Historia Integral Argentina (CEAL) El modelo sindical argentino, autonomía y estado (Fundación Ebert) Un siglo de luchas (Ed. Antídoto) Ministerio de Trabajo – archivo Alternativa Socialista Revista de América Chequeado.com Archivo personal
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futbol,
ese objeto de deseo Gustavo Veiga Periodista gveiga12@gmail.com
p
aradigma del entretenimiento moderno, industria sin chimeneas y objeto de manipulación política. Desde que adoptó el profesionalismo en 1931, el fútbol ha sido una actividad central para el Estado bajo dictaduras militares o gobiernos democráticos. Esta relación permitió que se lo utilizara como herramienta de control social, elemento unificador de la identidad
nacional (salta a la vista en cada Mundial) y además, en los últimos 30 años se transformó en una mercancía inmensurable asociado a la televisión y en particular, al sistema de cable. La historia del fútbol argentino no se agota en cualquiera de esos abordajes posibles y tampoco debería soslayarse lo que el Estado le concedió como moneda de cambio. Los clubes, ese núcleo asociativo mediante el cual se levantó una organización que pasó del amateurismo al amateurismo marrón y de éste
al profesionalismo en poco más de un siglo, crecieron y se consolidaron como referentes en el campo social. Evolucionaron en base a la concesión de terrenos fiscales, la construcción de grandes estadios y las exenciones impositivas, e incluso en períodos críticos obtuvieron leyes a medida para mantenerse vivos. Consiguieron esto último al amparo de nuevas figuras jurídicas como el gerenciamiento, un híbrido a mitad de camino entre las asociaciones civiles sin fines de lucro (el
modelo que los clubes heredaron de sus fundadores) y las sociedades anónimas deportivas que, sin éxito, se pretendieron impulsar desde el Estado en la última década del siglo XX, durante el decenio menemista. La entrega no se materializó, pero quedaron a merced de los concursos de acreedores y las quiebras, donde perdieron una parte de su patrimonio. Un ejemplo: el club Deportivo Español debió ceder una parte de sus tierras al gobierno porteño, que construyó en dónde había canchas de fútbol, la escuela de la Policía Metropolitana. Si repasáramos lo que sostiene un artículo de la antigua revista El Gráfico, “El fútbol como problema social”, del 26 de agosto de 1938, comprobaríamos que sólo quedó la pelota como vestigio de lo que fue “otro” deporte en sus comienzos: “...Así, obreros y estudiantes nos pusimos en contacto y aprendimos a respetarnos, no por lo que éramos, sino por nuestra capacidad de jugadores y comportamiento en el fútbol. Así nos fuimos vinculando las distintas barriadas y categorías sociales, animados por el mismo ideal: saber que había guapos y flojos, buenos y malos jugadores, tanto entre los cajetillas como entre los compadritos. Así nació la democracia del fútbol a difundirse, pero también la aristocracia a reconocer y respetar, la jerarquía del mejor y más capaz...” Hoy, casi 76 años después, el fútbol tiene como principal lubrican-
“Los viejos clubes de Buenos Aires, te al dinero y aquella democracia es beneméritos para el deporte argenuna caricatura. Domina un sistema tino, a quienes reconozco públicade acumulación que aviva la búsmente el extraordinario mérito de queda de rentabilidad a cualquier haber hecho por sí todo cuanto el precio, no importa el estrago que estado debió realizar por el deporte cause a su paso. Pero hay algo que argentino”, sostenía. no se modificó: el Estado sigue de Desde las entrañas de la admicerca el fenómeno sin sacarle los nistración justicialista surgieron disojos de encima. tintos padrinos que ayudaron al proEl colosal crecimiento del fútbol greso de las entidades futbolísticas. en tiempos del denominado “fraude El ministro de Hacienda, Ramón patriótico” y de la fuerte presencia Cereijo, en Racing; el secretario de del Imperio Británico en nuestro país, demandaba escenarios de envergadura para la el colosal crecimiento práctica del especdel fútbol en tiempos del denominado “fraude táculo que nacía. La construcción de patriótico” y de la fuerte presencia del costosos estadios Imperio Británico en nuestro país, demandaba fue la consecuencia del aumento escenarios de envergadura para la práctica del de las recaudacioespectáculo que nacía. nes, sobre todo, provocado por la Asuntos Técnicos de la Presidencia, convocatoria de los seis clubes más Raúl Mendé, en Boca; el cónsul en importantes: Boca, River, Racing, Génova, Antonio Liberti, en River Independiente, San Lorenzo y Hu(donde llegaría a ser presidente) y racán. Aníbal Imbert, un coronel del GOU, El general Agustín P. Justo permien Vélez, entre otros. De esa etapa, tió levantar elefantiásicas constructambién, data la inauguración de ciones de cemento con préstamos tres grandes estadios de cemento: del Estado mediante un decreto Huracán, Racing y Vélez. firmado en 1936. River y Boca hicieDespués de la crisis dispararon sus estadios en 1938 y 1940, da por el denominado desastre de respectivamente. Y en la década Suecia, como consecuencia del mal siguiente, el presidente Juan Dodesempeño de la selección naciomingo Perón consolidó esta polínal en el Mundial de 1958, hubo un tica, otorgándole un papel estelar al deporte y en particular al fútbol:
6 5 4
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2 1
3
Grondona, con tod@s
1. con Jorge Videla, 2. con Raúl Alfonsín, 3. con Carlos Menem, 4. con Eduardo Duhalde, 5. con Néstor Kirchner, 6. con Cristina Fernández de Kirchner( 45 )
punto de inflexión en el desarrollo del juego. Habían bajado las recaudaciones – eran la principal fuente de ingresos – y surgiría entonces el llamado “fútbol-espectáculo”. Boca y River entronizaron la idea con la contratación de futbolistas extranjeros e intentaron estimular al público de ese modo. Pero no lograron ni remotamente acercarse al nivel de venta de entradas de 1954, el más alto de la historia. La caída del peronismo y el retroceso en las condiciones de vida
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de lo que sería un redituable negocio, años después, en manos del Grupo Clarín, y una pantalla política para el gobierno nacional, que concibió los derechos En forma paralela, las deudas del fútbol del fútbol como un incon el Estado empezaron sumo estratégico en su disputa con aquel a crecer sin control entramado mediático que eligió de adversario. Pero volvamos a de la clase obrera primero; y deslos años ‘50-‘60. pués los cambios en el consumo La mayoría de las variantes fuede industrias culturales que generó ron impulsadas por Valentín Suárez, la irrupción de la televisión, el aufuncionario peronista primero y mento del parque automotor por la también de las dictaduras de Juan adquisición de más vehículos enCarlos Onganía (1969) y Reynaldo tre una clase media en expansión Bignone (1983). Hombre clave en y otras formas de esparcimiento, la historia institucional del fútbol afectaron la asistencia a los partiargentino, Suárez detentó varios dos. En forma paralela, las deudas cargos en su prolongada trayectoria del fútbol con el Estado empezaron como directivo: integró la conduca crecer sin control. Entre 1966 y ción de Independiente entre 1948 1970, según constancias de las iny 1949, presidió Banfield en varios tervenciones que se sucedieron en períodos durante las décadas del la AFA, la suma alcanzaba los 2.000 60 y el 70, fue presidente e intermillones de pesos. ventor de la AFA y hasta asesor Los dirigentes, no obstante, volrentado y director técnico del club vieron a darle una vuelta de tuerca Loma Negra de Olavarría durante el al problema. Modificaron la estruccampeonato nacional de 1981, un tura de los campeonatos con el efímero emprendimiento de la emobjetivo de expandir el mercado presaria Amalita Fortabat. a plazas inexploradas del interior, A principios de los años 70, la extendieron la oferta de partidos conducción del fútbol argentino conhasta el verano con los torneos de tinuaba intervenida por los regímeMar del Plata, proyectaron la utilines militares que gobernaban al país. zación de recursos extradeportivos Fernando Mitjans fue el último de los mediante la creación del Concurso representantes del Estado ubicado al de Pronósticos Deportivos (PRODE) frente de la AFA y el presidente que, y hasta firmaron un nuevo convenio tres meses después, normalizaría con Canal 7 para explotar los derea esa entidad bajo el influjo de José chos de la TV. Fue el primer mojón
López Rega, el ministro de Bienestar Social, de cuya cartera dependía directamente. En esa época, mientras controlaba el fútbol argentino, el alto funcionario y ex secretario privado de Perón fundaría la Triple A, el antecedente inmediato del terrorismo de Estado desatado sobre el país a partir del 24 de marzo de 1976. El fútbol se convirtió en un botín de guerra que la dictadura militar aprovechó de manera desembozada. Todo se prohibía menos una cosa: el deporte más sensible al paladar de los argentinos. Y eso quedó en evidencia desde el mismo día del golpe. El comunicado número 23 del régimen informaba: “Se ha exceptuado de la transmisión de cadena nacional de radio y televisión la propalación programada para el día de la fecha del partido de fútbol que sostendrán las selecciones nacionales de Argentina y Polonia”. El Mundial 78 serviría como instrumento de distracción y control al mismo tiempo de una sociedad anestesiada. La coincidencia en el tiempo del régimen y del torneo de fútbol permitió que se creara desde el Estado el Ente Autárquico Mundial 78. Un modo de mantener fuera del control de la FIFA, el manejo del dinero y de la organización de las obras. El Mundial, hecho a su antojo por la dictadura le habría salido al país 517 millones de dólares, 400 más que los pagados por España en la siguiente edición de 1982. En rigor, el saldo económico jamás se conoció con precisión ya que nunca fue presentado un balance. El poder real sobre el fútbol ejercido por el contralmirante Carlos Alberto Lacoste se lo permitía. El decreto 1.261 de abril de 1977 le concedía “reserva en la difusión de sus actos”. De la deuda total que contrajeron los militares, unos 67 mi-
llones de pesos fueron reclamados mediante una demanda que llegó hasta la Corte Suprema de Justicia por la familia Petracca, propietaria de un grupo empresario que ganó cuatro licitaciones para las obras del Mundial y luego quebró. El dirigente que asomaría por entonces con la venia de los militares, Julio Grondona, gobernó hasta su muerte (el 30 de julio pasado) el fútbol argentino. Cuando el golpe cívico militar, ejercía la presidencia de Independiente y tenía experiencia como integrante del Comité Ejecutivo de la AFA al frente de la secretaría de Finanzas y Hacienda. El 6 de abril de 1979 asumió la conducción del fútbol nacional y el antiguo ferretero de Sarandí se transformó en un próspero y versátil empresario que convivió con doce presidentes de la Nación: los dictadores Videla, Viola, Galtieri y Bignone; más los mandatarios constitucionales Alfonsín, Menem, De la Rúa, Puerta, Rodríguez Saá, Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Todo un récord para el caudillo que hubiera cumplido 83 años el 18 de septiembre, tantos como tiene de vida el fútbol profesional en la Argentina. Cuando Grondona recién comenzaba su trayectoria como dirigente al frente de Arsenal en los años 60 -el club que había fundado en 1957-, la televisión por cable era apenas un experimento de laboratorio en el país. De aquella época datan los primeros canales que se inauguraron en ciudades patagónicas como Bariloche, Trelew y Zapala, además de otra, la bonaerense Junín. Treinta años después, este sistema de TV dispararía los valores del fútbol a niveles inimaginables. En 1985 se firmó el primer contrato entre la AFA y la productora Torneos y
del Grupo Clarín la explotación de Competencias (TyC) que, con sucelos partidos “para su transmisión sivas y sustantivas modificaciones, por el sistema de televisión codifies el que se conservó hasta agosto cado de la Capital Federal, interior de 2009, cuando los dirigentes lo del país y del exterior”. rescindieron y firmaron uno nuevo El fútbol, así, se rendía a los pies con el Estado, durante el primer de su nuevo amo: la TV por cable. mandato de la actual Presidenta, Un hecho corroboraba la desigual Cristina Kirchner. La evolución del relación establecida hace ya 23 negocio estuvo determinada por el años. Cuando se rescindió el convedesmesurado lugar que empezó a nio con el Grupo Clarín en 2009, la ocupar el fútbol en la sociedad desAFA recibía unos 230 millones. de los años 90, que lo transformó El Estado aumentó la cifra a 600 en uno de los productos culturales millones el primer año en que tomó de mayor consumo. Sin embargo, posesión de esos derechos. Subió no fueron los primeros contratos de los montos todos los años entre derechos para emitir el fútbol por 2009 y 2014 –en el actual hubiera televisión abierta, ni siquiera los vencido el contrato con TSC–, perdel abono básico del cable, aquemitió una mejora sustancial en los llos que optimizaron las ganancias de TyC y su socio, el Grupo Clarín. La evolucion del negocio Cuando el proestuvo determinada por el desmesurado lugar que ducto comenzó a ser comerciaempezó a ocupar el fútbol en la sociedad desde los lizado en 1991 años 90, que lo transformó en uno de los productos mediante la televisión satelital coculturales de mayor consumo. dificada, se colocó la piedra basal de ingresos de la AFA y los clubes, pero un negocio que tendría una proyecno controló a dónde iba el dinero o ción inusitada. El 19 de abril de ese dejó subordinado el monitoreo de año, la AFA y la empresa Televisión las cuentas a los propios dirigentes. Satelital Codificada (TSC), suscriAlgo así como pretender que un lubieron un contrato mediante el cual dópata modere su comportamiento la primera le cedía a esa compañía ante el casino o las máquinas tragamonedas. El fútbol no sólo ha sido rehén del Estado que transformó a sus entidades en un espacio sujeto a la intervención de los gobiernos; también lo fue de grupos económicos que determinaban qué se hacía con la principal materia prima del espectáculo televisado: los goles. ¿De qué hablamos cuando hablamos del fútbol entonces? De un producto ideal para generar incontrolables ganancias y también para manipular conciencias.s
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dignificó la vida de las personas en el manicomio.
el arte es
Entrevista a Alberto Sava* fundador del Frente de Artistas del Borda
una potencia
s
e están por cumplir 30 años desde la fundación del Frente de Artistas del Borda ¿Cuáles son tus principales reflexiones en torno a esa experiencia?
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Alberto: En líneas generales, creo que generamos un nuevo espacio de debate y construcción desde el arte, a favor de la desmanicomialización; concepto que implica la negación del manicomio y la construcción de nuevos dispositivos donde el estado garantice la atención del sufrimiento mental, a partir de la atención en los hospitales generales. Este paradigma propone internaciones cortas, donde se garantiza también la vivienda, el trabajo, la educación y los afectos de las personas. Por otro lado, creo que el Frente de Artistas es una ex-
periencia que, además de generar efectos positivos a nivel personal en los usuarios, generó un movimiento muy fuerte y expansivo; un espacio de debate tanto en el manicomio como en la comunidad. Los manicomios son lugares de encierro, son “instituciones totales” que funcionan como campos de concentración que violentan los derechos humanos, porque allí se come mal, se viste mal, hay sobremedicación, falta de libertad, y violencia física y psíquica. Por eso el frente de artistas, se propuso
armar un dispositivo para hacer visible esa monstruosidad, y generó dentro del propio manicomio un espacio nuevo de debate, que puso a flote las contradicciones de la institución. Y al mismo tiempo, al salir afuera con las producciones artísticas, le demostró a la gente que en un contexto distinto, afectivo, de construcción colectiva y de dignidad, las personas que teóricamente son “indignas” para la sociedad, se conviertan en dignas. Porque el manicomio convierte a las personas en objetos, y nosotros a través del arte tratamos de revertir esa situación siniestra, en una situación donde puedan sentirse nuevamente personas. En síntesis, el Frente de Artistas del Borda (FAB), generó un nuevo espacio de pensamiento y construcción, que
¿Cuáles fueron los motivos que dieron origen al FAB?, o bien... ¿cómo empezó todo?... A: El frente nació en el año 1984, y su germen puede ubicarse en el marco de una obra de desmanicomialización que había empezado en Trieste, a cargo del Dr. Franco Basaglia. Trieste generó una experiencia mundial de cuestionamiento al manicomio, idea que se conoció también con el nombre de “desinstitucionalización de la locura”. En Trieste, se fue cerrando progresivamente el manicomio a medida que las personas se iban incluyendo en la comunidad y el estado garantizaba sus derechos: se alquilaban departamentos para grupos de dos o tres personas y se creaban cooperativas de trabajo, ya que las internaciones debían ser breves, para los momentos de crisis, y en hospitales generales o centros de salud. Tal experiencia intentó replicarse en Argentina cuando terminó la dictadura, centralmente en tres lugares: En Río Negro, donde se cerró el primer manicomio del país (aunque se trató de un manicomio muy chico); en Córdoba y también en el Borda; pero en esos dos lugares no tuvo éxito, porque se trata de instituciones muy grandes, de mucho poder ejercido a través de las corporaciones médicas, de algunos sindicatos y de las empresas que operan en ellas. Pero aun así, dentro de ese intento, se convocó a una gran cantidad de personas que se identificaban con la idea de la desmanicomialización, y entre ellas, yo; que vengo del campo del
con fines clínicos-; sino para construir, desde el arte, un proyecto que produzca efectos subjetivos, y al mismo tiempo institucionales y sociales, en favor de la desmanicomialización. Entendemos que a partir de esta experiencia, decidieron fundar la “Red de Arte y Salud Mental”. ¿En qué consiste esta red? A: Fue un proceso bastante largo. El FAB se construye sobre la base de considerar al manicomio como una institución vertical, con
Arte. Me invitó José Grandinetti, un psicoanalista que supervisaba mi trabajo de Teatro Participativo, que es un teatro callejero, que busca trabajar en la realidad para transformarla, donde el público en vez de ser espectador participa activamente de un espectáculo, y en “total licencia en el arte” vez de trabajar con la ficción se dijo Trotski, y esa posición ideológica y política nos trabaja con la lleva a intentar vencer los obstáculos del dogma. realidad de cada lugar. Entonces una gran estructura burocrática José me dijo “vos que tenés mudonde los pacientes están siemcha experiencia de sacar el teatro pre “abajo”, sin ninguna influena la calle, vení, vamos a ver si pocia sobre esa estructura. Nosotros demos sacar los locos a la calle”. intentamos horizontalizar dicha A partir de eso, hice un trabajo de estructura. Nos dijimos: “si vacampo durante un año y noté que mos a construir un proyecto que había una gran cantidad de gente implica a las personas que viven que hacía actividades artísticas adentro, y que tienen violentados espontáneamente en los patios, sus derechos fundamentales, la en los pasillos, con la guitarra, con idea es que lo pensemos entre topinturas, con poesías, etc. Entondos”. Pues al fin y al cabo, si esa ces los invité a hacer un proyecto experiencia tiene implicancias poartístico, no de “arte-terapia” -que sitivas o negativas, los que van a siempre se usó en los manicomios vivirlas más intensamente son los pacientes, hoy llamados usuarios. Entonces, desde un espacio común como la asamblea semanal, se empezó a discutir y votar todo lo que hacer. Y esto dio una idea de construcción cooperativa, donde también se pensó que si queríamos ser artistas, debíamos formarnos como artistas. Entonces se construyeron talleres
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artísticos que hoy alcanzan a ser trece en total. Ese proyecto tuvo mucha repercusión pública, a tal punto que desde otras provincias nos empezaron a convocar, y ayudamos a construir otros proyectos artísticos con pacientes de todo el país. Tal experiencia, nos llevó a organizar un festival, que primero se llamó “Primer Festival Latinoamericano de Artistas Internados y Externados de los Hospitales Psiquiátricos”; un invento nuestro que no existe en otra parte del mundo.
espacios sociales; pero también en una forma de compromiso del artista.... A: Es una posición personal. Yo siempre creí que el arte no tiene que ser un producto estético para una élite social, sino que el arte debe estar implicado en todo el crecimiento del ser humano y en todas las instancias y problemáticas sociales de la vida de una comunidad. Debe estar en la villa, en las fábricas, en las escuelas, en la universidad, en la calle. El arte debe ayudar a constituir Mi actividad artística, desde el inicio, un ser humano consiente, casiempre trató de trabajar en los lugares paz de producir más marginales para hacerlos visibles; con cambios para un arte de ruptura permanente de ciertos formatos sí y para los demás. Pichón Rique el sistema indica e impone. viére decía que el artista tiene dos caminos, o es afianzador del Ahora lo llamamos “Festival de status quo de una estructura, o es Arte, una Puerta a la Libertad. No un agente de cambio, un transforal Manicomio”, y fue creciendo en mador, un revolucionario. Nosotros cantidad y calidad. En el último intentamos que el arte sirva para festival participaron 40 delegacioconstruir una sociedad distinta, y nes, unas 700 personas. Por eso, en mi opinión personal, socialista. cuando fuimos viendo todo este Tenemos un criterio social, que es movimiento, nos dijimos: “¿por qué eje troncal tanto de mi experiencia no construimos una red?”. La red personal como la del FAB. facilita el intercambio de experiencias, la solidaridad entre nosotros A tu entender ¿Cuáles son las y la organización de actividades principales necesidades y probleregionales. Hoy ya tiene su consemas que tienen los artistas popujo directivo con representantes de todo el país, y es responsable de lares en la actualidad? la organización de los festivales, A: En principio, creo que en como así también de las jornadas el marco de este sistema, no se regionales simultáneas de Arte y salud Mental que se hacen este 17 y 18 de Octubre en todo el país. La red busca suplantar el manicomio, en pos de un proyecto que haga a la dignidad de las personas
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Todo lo que comentás nos invita a pensar en la función del Arte en
atiende los proyectos que existen en la base social. En general, la política actual busca jerarquizar a los aristas “super-star” para que incluso respondan a la línea ideológica del gobierno de turno. Por eso, esta idea nuestra de una total libertad en el arte, no se está aplicando. Me parece que los artistas consientes de una lucha social, como en el caso del FAB, que hablamos del arte como resistencia y lucha permanente, no somos apoyados por el mero hecho de ser cuestionadores. En ese sentido, tenemos que construir nosotros una propuesta que lleve, desde la base, a una política de la cultura y el arte mucho más social, más horizontal y más protagonista. Yo creo que bajo este tipo de gobiernos capitalistas, se jerarquiza un arte elitista donde cierto público también se siente jerarquizado, diferenciado. Y yo creo que arte se debe dar en todos lados. Pero las políticas actuales no ayudan a construir ese espacio nuevo. Nos queda luchar, desde la base, para que los gobiernos den presupuesto e incluyan una política de participación, cosa que en verdad dudo que hagan; pero es la lucha que tenemos que dar. ¿Y cómo crees que empezamos a abordar soluciones para esos problemas? A: Lo primero es organizarnos. Yo tomo la experiencia del FAB como una “experiencia piloto” de juntarnos, de pensar entre todos, de articular y armar proyectos que nos impliquen en una lucha y resistencia a este sistema, pero con propuestas concretas. Todo empieza por juntarnos. Por gestar ideas y proyectos; tanto para exigirle al Estado políticas públicas que impulsen el arte, como para armar nosotros
nuestras propias producciones. Lo importante es que podamos generar una nueva conciencia, que entienda al arte como algo que debe estar en la propia vida y desarrollo del ser humano. Mi experiencia me dice que se trata de implicarnos, comprometernos, convocarnos desde todas las disciplinas artísticas; hacer encuentros, jornadas, foros, festivales y eventos que permitan debatir cómo construir un nuevo modelo del arte y del artista. Esto nos hace pensar en una relación intrínseca entre el arte y lo político, o bien entre acto artístico y acto político. ¿Cómo pensás esa relación? A: Yo opino que todo acto artístico es un acto político. Están mutuamente implicados, no los veo separados. No se trata de que la obra tenga un contenido panfletario, aunque sí un sentido político. Toda actividad artística puede apuntar a la construcción de un ser humano político, con una conciencia política, que no se reduce a lo partidario, sino a una construcción de personas conscientes, que buscan ser más cooperativas, más solidarias, en sí, mejores personas. Yo creo que el arte tiene un contenido político para construir una nueva sociedad; desde mi punto de vista una sociedad socialista. En un momento hablaste de la necesidad de un arte independiente, no tutelado. ¿Qué obstáculos y desafíos existen en la actualidad para esa independencia y libertad en el arte? A: El arte, así como el pensamiento y la construcción del artista, no debe estar sometido a ningún dogma; ni político, ni religioso, ni social, ni educativo. En la medida en que no nos sometamos a ellos, va-
mos a poder superarlos y lograr un arte con un sentido transformador. Trotski dijo “total licencia en el arte”, y esa posición ideológica y política nos lleva a intentar vencer los obstáculos del dogma.
dio elementos fundamentales para construir este arte independiente y revolucionario. Y esta experiencia del Arte en el campo de la salud mental, se puede replicar en otros espacios, implicando el arte en esa realidad para transformarla. El arte es un elemento muy potente que puede ayudar a una transformación no sólo en la conciencia, sino en la organización de la base social de cualquier comunidad, en un sentido que, desde mi punto de vista, debe apuntar al socialismo. Una reflexión que también hay que tener en cuenta, es que existen diversos grupos muy interesantes, solidarios, que trabajan en las villas, en las cárceles, en las
Y pensando también en algo muy concreto... ¿Cómo articulás tus rol de artista con tu rol de militante político? A: Van juntos, existen juntos. Mi rol de militante político me ayudó a construir un arte independiente. Yo creo que si no hubiese transitado la militancia en el trotskismo y el socialismo, no hubiese alcanzado mi posición como artista social. Por ejemplo, mi actividad artística, desde el inicio, siempre trató de trabajar en los lugares me considero una suerte de más marginales para hacerlos “terrorista del arte”, que busca romper formas y visibles; con un conceptos artísticos, pero también límites sociales. arte de ruptura permanente resescuelas, en los hospitales, y uno pecto de ciertos formatos que el sisve cuánto esfuerzo, cuánta pasión, tema nos indica e impone. Formacuánto deseo puesto ahí. Y a la tos que hacen tanto a las puestas, vez, en paralelo, cada vez hay más como al contenido de las obras y los locos, cada vez hay más presos, y lugares donde hacerlo. Por eso me cada vez más miseria, más adicconsidero una suerte de “terrorista ciones, más villas. Así, uno llega a del arte”, que busca romper formas la conclusión de que si no se pieny conceptos artísticos, pero también sa en una transformación política límites sociales. de la sociedad y no se va hacia el En ese sentido creo que la polísocialismo, lo que al fin de cuentas tica me dio elementos muy concreestamos haciendo es “darle un cotos para avanzar en esa línea. Sin lor” bonito al sistema y no es esa la eso, no hubiese construido el FAB. idea. Por eso la resistencia desde Mi posición ideológica y política me el arte debe ser también una resistencia desde lo político. Y ése es mi camino. Por eso esta conjunción arte-política es indisociable. El arte es una potencia. s * albertosava@hotmail.com Entrevistaron: Gustavo Reynoso y Carolina Dome
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La causa palestina:
una causa de la humanidad gustavo giménez Coordinador nacional del MST “Teresa Vive” gustavogi@yahoo.com
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a reciente masacre del pueblo gacetí en la llamada operación Margen Protector arrojó un luctuoso saldo de 2.140 palestinos muertos, de los cuales el 85 % fueron civiles, entre ellos 560 niños, más de 10.000 heridos, 60.000 viviendas destruidas y barrios enteros arrasados, hospitales, escuelas, centros de refugio de la ONU, la central eléctrica, etc. Con un costo de reconstrucción que oscilará en 4.000 millones de dólares. Semanas de horror, donde se convivía con la muerte, los pibes palestinos destrozados por la metralla asesina, las familias aterrorizadas por los bombarderos, muchos con el método de avisar
6 minutos antes, en medio de la noche, que la vivienda iba a ser demolida por un bombazo israelí, cerca de 500.000 desplazados huyendo de las bombas y ataques de las fuerzas armadas sionistas. Luego de tanto horror se terminó en una tregua en la cual los israelíes tuvieron que retirar su ejército fuera de la frontera de Gaza sin poder lograr liquidar el sistema defensivo gacetí, ni mucho menos desarmar a las milicias del Hamas y la Yihad. Este alto el fuego, permitió la reanudación de las faenas de pesca en un área de 6 millas desde la costa y debía permitir la reapertura de los pasos fronterizos para la entrada de ayuda internacional, así como el comienzo de las tareas de reconstrucción. Contrasta la actividad del presidente de la ANP (Autoridad Nacional Palestina) (1), Mahmud Abbas, reclamando ante la ONU el reconocimiento del Estado Palestino
dentro de las fronteras que dejó la Guerra de 1967, y que por los acuerdos de Oslo, determinan el reconocimiento por parte de Al Fatah del estado enclave de Israel, resignando el 77% de las tierras de las que fue desalojado a sangre y fuego el pueblo palestino desde 1948. Mientras el Centro Palestino por los Derechos Humanos (CPDH) en su declaración del 30 de setiembre pasado señala que: “está profundamente preocupado por la continuidad del cierre impuesto por Israel a la Franja de Gaza por octavo año consecutivo y descontento por el mecanismo de la reconstrucción de la Franja de Gaza que fue declarado por el Enviado a Oriente Medio de la ONU. Por otra parte, al CPDH le preocupa que este mecanismo sería institucionalizar el cierre israelí que se ha impuesto desde 2007 CPDH pide plenamente que se levante de inmediato el cierre israelí, ya que constituye
una forma de castigo colectivo que está prohibida por el derecho internacional humanitario. Poner fin al cierre incluye la eliminación de todas las restricciones impuestas a la libertad de circulación de personas y bienes, incluyendo la importación y exportación, desde y hacia la Franja de Gaza.” Con esta actitud Israel muestra su falta total de disposición a cumplir un mínimo acuerdo. Su política es seguir adelante con la monstruosidad de tratar a la Franja de Gaza como una cárcel a cielo abierto en la que viven hacinados 1.800.000 palestinos, sometidos a constantes asesinatos masivos, de la mano de la política de exterminio y limpieza étnica perpetrada por los métodos nazis del Estado genocida de Israel. Y por el otro lado la continuidad de la política de asentamientos ilegales de colonos judíos en la Cisjordania, con el objetivo, cada vez menos disimulado, de quedarse finalmente con esos territorios. Mientras el presidente Abbas busca que se cumplan los acuerdos de Oslo del año 1993, el primer ministro Israelí Netanyahu, no sólo no los cumple sino que, como lo demostró su reciente brutal ataque a Gaza, ya no ocurre como en otros tiempos donde se intentaba justificar las acciones de Israel como un recurso defensivo legítimo de una víctima del terrorismo. “El ataque más reciente contra Gaza encaja perfectamente en este patrón de evolución de cada vez mayor brutalidad y violencia, así como aumentar el desprecio israelí de la opinión pública mundial. Los intentos anteriores para preservar una
“paz” y cuidar la imagen de Israel es historia antigua; los gobiernos israelíes ahora se sienten autorizados a hablar el lenguaje de la fuerza brutal en la era de la llamada Guerra contra el Terror.” (reportaje a Gilbert Achcar(2) realizado por Brian Ashley en Agosto de 2014)
Desde su origen Israel se construyó sobre el robo y la persecución del pueblo árabe
convalidara en su resolución de 1948, contra lo que opinaban todos los pueblo árabes, la formación de dos estados, uno israelí y otro palestino. En territorios que después de la II Guerra estaban bajo el protectorado británico. En 1916, Gran Bretaña y Francia, con apoyo de Rusia, realizaron el pacto Sykes-Picot con el cual se repartían las posesiones del Imperio Otomano al finalizar la Primera Guerra Mundial. En el acuerdo se estipulaba que se quedaban con Palestina, Siria, Irak y Líbano, que eran territorios invadidos, pese a la promesa de independencia hecha a los árabes si se levantaban contra los turcos. Al año siguiente se firmó la “Declaración Balfour”
El Estado sionista trató de ocultar desde su fundación que se formó como un verdadero enclave imperialista, desalojando en las décadas pasadas a 6 millones de palestinos que vivían en esos territorios, con masacres y persecuciones enormes sobre las poblaciones árabes el estado sionista trato de ocultar que vivieron en desde su fundación que se formó como un verdadero esas tierras desde hace muchos enclave imperialista, desalojando en las décadas siglos. La búsquepasadas a 6 millones de palestinos que vivían en da de la “tierra esos territorios. prometida” que correspondía por derecho divino al pueblo judío, la necesidad de un por la que el Imperio Británico se territorio para albergar a un pueblo comprometía a apoyar la creación perseguido por los nazis, y el conode un hogar nacional judío en Pacido Holocausto que costó la vida a lestina. Con las persecuciones a millones de judíos en la II Guerra, los judíos de Hitler, las migraciones fueron la excusa para que la ONU, a Palestina se incrementaron y en 1947 la ONU decide la creación de dos estados, cediendo a Israel, a pesar de que sus habitantes eran minoría en la región, el 55% de las tierras. Los árabes no aceptan esta partición y comienzan una guerra en la que serán derrotados y el Estado Sionista de Israel terminará ocupando la mayoría del territorio, realizando una persecu-
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ción y exterminio sobre los pueblos árabes para que abandonen sus tierras. Una de las masacres más conocidas, perpetrada por formaciones paramilitares como el Irgun (de las cuales tenía perfecto conocimiento el Haganah, que era el ejército oficial) fue la de la aldea Deir Yassin “un ataque en el cual murieron 250 árabes, incluyendo 100 mujeres y niños. Alrededor
territorio israelí apenas un 20% representa esa población árabe que originalmente era amplia mayoría. Y el resto está repartido en la Franja de Gaza y Cisjordania. No hubo Estado Palestino ya que los israelíes se quedaron con la mayoría del territorio y otro tanto se lo quedó como propio el rey de Jordania luego de la guerra del 48. Ni los británicos, ni los monarcas árabes tenían interés en Una gran parte del pueblo palestino que los palestinos tuvieran su desplazado quedó en campamentos de refugiados propio Estado. en ordania iria y el Libano Mucho menos Israel. Desde entonces se han sucedide 150 cuerpos fueron arrojados do varias guerras de los países áraen una cisterna. Las casas fueron bes contra Israel. En 1956 cuandestruidas, los pocos sobreviviendo Israel acompaña a británicos y tes arrastrados triunfalmente por franceses en su escalada contra las calles de Jerusalém”. En “La Nasser cuando este nacionalizó el Revuelta , Historia del Irgun”, BeCanal de Suez. La Guerra de los 6 guin (3)” se congratuló por Deir días en 1967. La de Yom Kippur en Yassin : “La leyenda de Deir Yassin 1973. En 1982 la invasión al Líbanos fue de gran ayuda, especialno en la cual las tropas sionistas mente para la salvación de Tiberia fueron las principales responsay la conquista de Haifa… Todas las bles de las tremendas masacres fuerzas judías avanzaron por Haifa de los campos de refugiados palescomo un cuchillo que atraviesa un tinos de Sabra y Chatila. De todas, pan de manteca. Los árabes escael gendarme sionista salió airoso y paban llenos de pánico, gritando redobló su persecución contra el ”Dier Yassin.” (La crisis de Medio pueblo Palestino, sobre el cual desOriente de Peter Buch). cargó una política de segregación tipo apartheid. Seis décadas de guerra y En la pelea contra los sionistas resistencia los palestinos crearon en 1964 la Seis décadas pasaron desde aquella “partición” de Palestina. Partición de la que sólo quedó en pie el Estado de Israel, una gran parte del pueblo palestino desplazado quedo en campamentos de refugiados en Jordania, Siria y el Líbano. En el
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OLP (Organización para la Liberación de Palestina) que dirigida por el legendario Yasser Arafat congregó a todas las facciones palestinas en lucha, constituyendo un verdadero Estado de la Nación palestina, aún sin dominar un territorio. Fue justamente Yasser Arafat el encargado de traicionar la principal consigna de la OLP que era la pelea por una Palestina libre y la destrucción del estado enclave genocida de Israel, al que terminó reconociendo y legitimando. Dividiendo así la lucha del pueblo palestino y árabe, creando una ilusión que le fue muy útil a los sionistas para ganar tiempo y que jamás estuvieron dispuestos a cumplir y que en definitiva le costó la vida al propio Arafat, muerto en Francia de una rara infección que luego se demostró fue un alevoso envenenamiento. Pero la traición de la dirección de la AP que dirige Cisjordania, no detuvo la lucha palestina. Dos intifadas, conocidas como “guerra de las piedras”, la primera en 1987 y la segunda a partir del 2000, durante varios años pusieron en jaque a las llamadas Fuerzas de Defensa de Israel. Por otro lado, frente a la traición de la tradicional dirección de Al Fatah se desarrolla una nueva dirección que encabeza la pelea en la Franja de Gaza y gana las elecciones de ese territorio, el partido islámico llamado Hamas, que se niega a reconocer el Estado de Israel.
Israel, en el año 2006 brigadas de élite del ejército israelí invadieron el sur del Líbano. Tras 17 días de combate se tienen que retirar humillados por la resistencia del Hezbolá que termina expulsándolos del Líbano. Podemos afirmar que fue la primer derrota del un ejército invicto que se cuenta entre los más poderosos del mundo. En el 2008 la Franja de Gaza soportó una ofensiva del ejército israelí llamada Plomo Fundido que terminó con 1.300 palestinos muertos. Las milicias del Hamas pese a la terrible desigualdad de fuerzas respondieron lanzando cohetes de fabricación casera al territorio israelí y no se detuvieron hasta que el ejército sionista se retiró de la Franja.
Un round ganado por los palestinos Las tropas israelíes no pudieron con la operación Margen Protector cumplir su objetivo que era desmantelar la estructura del Hamas. En una intervención en la cual el
bas, hasta el jefe del departamento saldo de víctimas es terriblemente de Estado John Kerry, pasando por desigual, lo cual es la prueba más Egipto y varios gobiernos árabes de clara de su carácter genocida, los la región. sionistas perdieron 64 miembros de su ejército y tuvieron muchos heridos. La resistencia gacetí pese No habrá paz si no se al enorme costo humano y material desmantela el aparato de terror que tuvo que pagar se mantuvo firque es el Estado de Israel me hasta el final, lo que muestra la disposición de lucha de un pueblo La realidad de estos años ha que quiere terminar con 8 años de demostrado que Israel no puede bloqueo. existir sin estar permanentemente La retirada del ejército israelí en guerra contra los palestinos o ordenada por Netanyahu agudizó los movimientos y países árabes. la crisis de su gabinete en el cual los sectores Las tropas israelies no pudieron más ultras de la derecha no adcon la operación Margen Protector cumplir con su obmitían la retirajetivo que era desmantelar la estructura del Hamas. da. Frente a los que sostenemos que no habrá paz sin terminar con Esa es su razón de ser. Por eso el el estado gendarme de Israel, exisdiseño británico y del imperialismo te en muchos sectores la ilusión no fue encontrar un “hogar” para que puede haber un acuerdo pacíun pueblo perseguido, sino la de fico duradero, si se respetaran los crear un estado tapón al servicio acuerdos de Oslo, las fronteras de del imperialismo contra la revo1967. Y en esa política esta jugado lución árabe. Un enclave colonial desde el presidente de la ANP, Abcomo el que crearon en Malvinas,
2006: el ejército israelí muerde el polvo en el sur del Líbano Con el propósito de desmantelar a las guerrillas chiitas del Hezbolá libanés, aliadas a la causa Palestina y enemigas de
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El movimiento sionista creado en el siglo XIX por Teodoro Herlz, apoyado por la gran burguesía de la familia Rothchild y los rabinos, es la ideología reaccionaria sobre la cual se asienta la calaña fascista que gobierna Israel. Tras el discurso de defender “la tierra prometida” en vez de organizar al pueblo judío para pelear contra los que lo han perseguido, que no son otros que los responsables de la barbarie capitalista, generaron un estado enclave servicial a los intereses del imperio, punta de lanza contra los pueblos árabes, que utiliza los mismos métodos de segregación, explotación y exterminio étnico, que aplicó el régimen nazi contra los judíos en el Holocausto de la II Guerra. No puede para nada justificarse este verdadero terrorismo de Estado, de un Estado armado hasta los dientes, por el “terrorismo” árabe, que muchas veces refleja una respuesta a la defensiva ante semejante agresión. Hay que
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o con los Boers en Sudáfrica. La población israelí, como toda población de un enclave, está mayoritariamente a favor de esta política de pillaje y apartheid. Por eso vota con entusiasmo a la ultra derecha. Y lo hace con más fervor cuando siente que pueden ser amenazados sus privilegios, su buen nivel de vida frente a la pobreza del mundo árabe. Por eso las manifestaciones de protesta contra las masacres que realiza el ejército son débiles y muy perseguidas, y si bien cuestionan el accionar de su gobierno, no logran parar su determinación imperial asesina. Durante todos estos años la dirigencia israelí ha tratado de utilizar a la Autoridad Nacional Palestina con asiento en Cisjordania para contener la revuelta Palestina. El giro a la derecha de la otrora combativa Al Fatah también se explica por la corrupción y el crecimiento de una burguesía palestina que no quiere que la lucha avance porque se arruinarían sus negocios y privilegios,
combatir la hipocresía de todos aquellos que hablan de una guerra, cuando hay más de 2100 muertos (la mayoría población civil) y cohetes caseros de un lado y 64 soldados caídos y un arsenal de bombas inteligentes, aviones de última generación, misiles, uno de las fuerzas armadas mejor pertrechadas del mundo, del otro. En Gaza no hubo una guerra… hubo un genocidio. Los socialistas revolucionarios que combatimos con todas nuestra fuerzas toda agresión anti semita. Llamamos a la juventud judía a repudiar al sionismo y siguiendo el ejemplo de Marx, Trotski, Zinoviev, Kamanev, Rosa Luxemburgo, Abram León, etc., el ejemplo de aquellos que en Israel no callan su repudio ante el genocidio palestino, a luchar contra el Estado fascista y pelear por una Palestina donde puedan convivir democráticamente y con igualdad de oportunidad todos los pueblos de la región.
frente a un pueblo empobrecido en el cual recae la fuerza de la lucha. Como lo demuestra la lucha de los gazatíes, y en menor medida las movilizaciones multitudinarias en apoyo que se realizaron en Cisjordania, la ANP ya no puede frenar la lucha palestina. Por eso el gobierno de Israel solo tiene la opción de pegar y pegar. Por eso nunca funcionó ni funcionará la propuesta de Oslo. Y en todo caso fue una densa cortina de humo para debilitar la lucha palestina. La dirigencia israelí es consciente, además que está en medio de una región convulsionada por las luchas. Primero fue el despertar de la Primavera Árabe que dañó seriamente a gobiernos amigos, que como el de Egipto, cumplían
un rol decisivo en la estabilidad de la región con el depuesto Mubarak a la cabeza. Aunque ahora ha retomado, con el descabezamiento del gobierno de Mursi y la Hermandad Musulmana, la misma facción del ejército, el actual presidente Sisi no tiene la estabilidad que el régimen anterior garantizaba. El curso de la guerra en Siria y el vecino Irak, donde los gobiernos y facciones aliadas al imperialismo están cuestionados por la lucha de los pueblos y surgen fenómenos como el ISIS y el Califato Islámico, son expresiones de una convulsión cuya onda expansiva se extiende cada vez más. Todo esto complica los planes del gendarme y el reciente acuerdo (que fue uno de los motivos de la agresión) entre la ANP y el Hamas para reconstruir un gobierno palestino en común, pese a las posturas conciliadoras del presidente Abbas, le crea un grave problema. La estrategia actual de Israel es impedir la unidad palestina, ya que se ha propuesto desguazar definitivamente Cisjordania.
Por eso, y más allá de lo justo y necesario de la actual tregua, para lo que hay que prepararse es para el próximo combate. La suerte del pueblo palestino está atada como nunca al curso de la revolución árabe. A la derrota de los planes imperiales y de los gobiernos que acuerdan con el imperio. Está atada al surgimiento de una nueva dirección dispuesta a ir hasta el final. La irrupción de la primavera árabe generó la posibilidad de que surgieran nuevas direcciones. Desde el imperio y desde los regímenes dominados por las distintas facciones de la burguesía árabe se ha intentado frenar ese proceso, dejando correr y armando a versiones sectarias y fundamentalistas como el ISIS para debilitar a los fenómenos surgidos de las movilizaciones y peleas de los pueblos. Sin embargo, en la medida que los pueblos sigan peleando, tenemos que apostar a que en esa lucha se empiecen a solucionar hacia adelante esas contradicciones del proceso y se genere la materia prima para una nueva dirección democrática y anticapitalista de la revolución árabe.
Justamente solo una dirección que pelee por unir la lucha palestina, junto con la del resto de los pueblos árabes contra el imperio, basada en la más amplia democracia de los pueblos en lucha, que se plantee liquidar los modelos de miseria para la mayoría de la población y enormes riquezas para las multinacionales y las élites locales de la burguesía nativa, es la que podrá concretar el sueño de muchas generaciones de palestinos, sacarse de encima la bota del gendarme asesino y construir una Palestina donde puedan retornar
c ristina y Palestina En su reciente alocución en la ONU la presidenta Cristina Kirchner sugirió que la “amenaza” del ISIS contra su persona podía deberse a su posición en defensa de la creación de dos estados en Palestina. Más allá de que nos resulta un tanto forzado pensar que el ISIS está tan preocupado por los dichos de Cristina, lo cierto es que nuestra presidenta fue incapaz en medio de una masacre, repudiada por una larga lista de políticos, intelectuales, artistas, etc. de todo el mundo, de sancionar al Estado de Israel, cortando las relaciones diplomáticas, comerciales, con los acuerdos del Mercosur Israel, como se lo exigió en su momento una movilización multitudinaria encabezada por la colectividad palestina y árabe de la Argentina frente al Ministerio de Relaciones Exteriores y de la cual nuestro MST Nueva Izquierda y el compañero diputado Alejandro Bodart fueron participes. Al contrario los ministros y funcionarios de Cristina justificaron en todo momento la masacre perpetrada por los sionistas, como respuesta válida a los cohetes palestinos.
los millones de exiliados y se pueda convivir en paz con aquellos que profesando la religión judía quieran convivir en el mismo territorio. Sueño que solo podrá realizarse en una Palestina libre, laica y no racista.
• Por el fin del bloqueo israelí a la Franja de Gaza • Fuera el ejército y los colonos sionistas de Cisjordania • Por el fin del Estado racista de Israel • Por una Palestina libre, laica y no racista s (1) Autoridad Nacional Palestina: gobierno provisional palestino, encabezado por Al Fatah, que surgió luego de los acuerdos de Oslo. En teoría debía ser el gobierno de los palestinos de la Franja de Gaza y Cisjordanía. En la práctica sólo cumple funciones político administrativas en Cisjordanía permitidas por el Estado de Israel que controla militarmente el territorio. La Franja de Gaza se dió su propio gobierno dirigido por Hamas, aunque recientemente han vuelto a unificar el gobierno de los dos territorios. (2) Gilbert Achcar: académico, escritor, socialista y activista anti-guerra. Creció en Líbano y enseña estudios de desarrollo y relaciones internacionales en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos (SOAS) de Londres. Colaborador frecuente de Le Monde Diplomatique, ZNet, e International Viewpoint. Autor de distintos libros y trabajos muy reconocidos sobre el conflicto árabe-israelí. (3) Menahem Beguin: principal dirigente del Irgun, años más tarde Primer Ministro de Israel .
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Ébola: ¿quienes son los artifices de la muerte y cómo combatirlos? Jean Batou Profesor de Historia contemporánea, Universidad de Lausanne, Suiza- Miembro del movimiento SolidaritéS. jean.batou@unil.ch
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egún los últimos pronósticos de los Centers for Disease Control and Prevention de Estados Unidos (CDC), si la pandemia del Ébola continúa progresando al ritmo actual, de aquí a enero de 2015, podría afectar a 1,4 millones de personas en Liberia y Sierra Leona. Esto provocaría la muerte de 700.000 de ellas al cabo de un año y haría del Ébola la tercera causa, tras el sida y las afecciones por vías respiratorias, de muertes provocadas por enfermedades infecciosas en África. Si también se tienen en cuenta los efectos inducidos de semejante catástrofe sobre la alimentación y la salud global de la población afectada, los dos países más afectados podrían asistir en un año a la desaparición de casi el 10% de su población. De ahí que sea urgente comprender sus causas para tratar de evitar lo peor y prevenir tragedias parecidas en otras regiones del Sur. Señalemos, en primer lugar, que la progresión de la enfermedad parece estar bajo control en Nigeria y en Senegal y que se ha ralentizado un poco en Guinea. En República Democrática del Congo (RDC), donde a finales de agosto hizo acto de presencia una epidemia semejante, parece que está bajo control. Habría que señalar que este país acumula experiencia en el tratamiento de esta enfermedad desde 1976. Por consiguiente, ¿cómo explicar la excepcional gravedad de la pandemia en Liberia, que
concentra la mayoría absoluta de los nuevos casos declarados desde mediados de agosto, seguido en segunda posición por Sierra Leona? Aparentemente, si Guinea sale mejor parada, es porque la epidemia empezó en los distritos forestales del sur, bastante aislada de una economía basada esencialmente en la explotación de la bauxita en el norte del país (1ª reserva mundial). En realidad el sur de Guinea país tiene más relación con Liberia y Sierra Leona que, además, le ofrecen las salidas más próximas al mar. Así pues, para comprender la gravedad de la situación en Liberia, Sierra Leona y el sur de Guinea, hay que mirar de más cerca las particularidades de esta sub-región. Citaré cuatro elementos que, en conjunto, constituyen un coctel explosivo: 1. Desde finales de los años 1980, Liberia, Sierra Leona y el sur de Guinea se encuentran en el corazón de conflictos armados para al control de recursos naturales. 2. En la primera mitad de los años 2000, tras el restablecimiento de una paz relativa, el ascenso fulgurante de las inversiones extranjeras para acaparar tierras y en el sector minero dio continuidad a la expropiación del pequeño campesinado, ya bastante fragilizado por la guerra. 3. La destrucción acelerada del bosque pone en peligro las especies animales y empuja a sus microbios contaminantes a buscar nuevos nichos al margen de su ecosistema tradicional. 4. El desmantelamiento de las instituciones Estatales surgidas tras la independencia, transfirió sus funciones básicas a agentes privados exteriores, a ONGs e, incluso, a las grandes potencias occidentales.
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Es el cúmulo de estos cuatro elementos lo que hace de estos países un terreno propicio para la difusión del virus del Ébola.
La guerra por el control de los recursos naturales Las guerras civiles que ensangrentaron Liberia y Sierra Leona desde finales de los años 1980 fueron provocadas en gran parte por grupos -se encontraran en el poder o rebeldes- que rivalizaban, con la complicidad de las grandes transnacionales, por el control de los recursos naturales. En concreto, por el control de los diamantes (blood diamants) y de la madera. Estos conflictos causaron la muerte de cerca de 200.000 personas, sin hablar de los centenares de miles de personas heridas, mutiladas, de
Las guerras civiles que ensangrentaron Liberia y Sierra Leona desde finales de los años 1980 fueron provocadas en gran parte por grupos -se encontraran en el poder o rebeldes- que rivalizaban, con la complicidad de las grandes transnacionales, por el
control de los recursos naturales.
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mujeres violadas, de huérfanos y de desplazados y refugiados. La extensa zona forestal que abarca la frontera común de Liberia, Sierra Leona y el sur de Guinea, fue particularmente arrasada por los combates que oponían al ejército guineano y a las fuerzas armadas de Liberia que apoyaban a los rebeldes de Sierra Leona/1. Por añadidura, esta zona alejada de las capitales de los tres países continúa siendo, prácticamente hasta la actualidad, el teatro de violencias recurrentes, tanto en el distrito de Kolahun (condado de Lofa) en Liberia/2, como en el de Gueckedou, en Guinea. Es en éste último en el que se declaró la epidemia del Ébola en diciembre de 2013. Mientras Liberia y Sierra Leona conocieron una estabilidad relativa con el establecimiento de una pseudo-democracia representativa (a partir de 2005 en Liberia y de 2005-2007 en Sierra Leona), con el apoyo diplomático y de las fuerzas especiales británicas y estadounidenses, que prolongaron las misiones de paz de la ONU, la economía se fue recuperando. El índice internacional de “libertad económica” (Heritage fondation yWall Street Journal) muestra una mejora continua de la “libertad” comercial, monetaria, fiscal y para las inversiones en ambos países, en la que sólo retrocedieron los derechos de los trabajadores y trabajadoras y el gasto público. No hay duda: en el contexto de una nueva carrera para el reparto de África, la competencia
internacional para el control y la explotación de los recursos naturales marcha viento en popa sin necesidad de utilizar las costosas bandas armadas. Según el Banco Mundial, durante los últimos 5 años (2009 a 2013), el PIB de Liberia creció una media del 11,1% anual, en tanto que el de Sierra Leona lo hizo al 10,0% y Guinea -muy rezagada- a un 2,4%, aún cuando esta última no ha sufrido ningún conflicto tan destructor en la mayor parte del país.
Expropiación de las comunidades rurales En Liberia y Sierra Leona, las comunidades rurales han sido las primeras víctimas de la guerra y de la explotación salvaje de recursos naturales por parte de las partes en conflicto: los desplazamientos internos de poblaciones han alcanzado a casi la mitad de sus habitantes, suscitando un flujo de refugiados hacia los Estados vecinos y desarraigando a centenares de miles de pequeños agricultores. Es en este contexto en el que se han desarrollado las importantes operaciones mineras y el acaparamiento de tierras (land grabbing) a lo largo de estos últimos años, que han contado con el apoyo febril de las autoridades internas. El año 2012, los beneficios fiscales concedidos a seis grandes sociedades representaron el 59% del presupuesto de Sierra Leona (The Guardian, 15/04/2014). En Liberia, el acaparamiento de tierras agrícolas por los inversores internacionales se ha disparado; sobre todo, en lo que tiene que ver con las plantaciones del árbol del caucho (Hevea), palmeras para el aceite y agrocarburantes; para terminar, la extracción del mineral de hierro ha sido objeto de nuevas concesiones. Hoy en día, este país detenta el record mundial del ratio en inversiones extranjeras en relación al PIB. En paralelo, el 85% de sus habitantes vive por debajo del umbral de la pobreza y el 80% no tiene empleo alguno. Sierra Leona presenta un cuadro parecido. En noviembre de 2011, la compañía suiza Addax Bioenergy, propiedad del multimillonario del cantón de Vaud (capital Lausana), Jean Claude Gandur, inauguró una gran unidad productiva dedicada a la explotación de 20.000 hectáreas de caña de azúcar, una refinería de etanol orientada a la exportación y una central eléctrica. Sólo en este país, las sociedades internacionales acaparan actualmente alrededor de 500.000 hectáreas entre todas ellas/3. De ese modo, estos inversores privan a la agricultura de subsistencia de la tierra y del agua necesaria. De ahí que el pasado 24 de junio, haciéndose eco de numerosas protestas populares, 180 personalidades apoyaron la Declaración de Freetown contra el acaparamiento de tierras/4.
Destrucción de los ecosistemas forestales Las zonas boscosas de los tres países son objeto de una explotación creciente en función de la presión demográfica agravada por el aflujo de centenares de miles de refugiados que huyen de los conflictos armados. Al mismo tiempo se ha cedido el sector de la madera a concesionarios internacionales que construyen pistas forestales y emplean ejércitos de leñadores. Las actividades mineras artesanales y la explotación intensiva de la flora y la fauna también inciden, si bien la población que vive de estas actividades depende cada vez más para su alimentación de los animales salvajes de la sabana que son cazados a gran escala y se utilizan para el consumo humano en los mercados regionales. En toda esta sub-región, la tala de árboles con fines comerciales ha provocado la destrucción irreversible de los bosques que ya no representan más que el 4%, en Sierra Leona, mientras que en Liberia y el sur de Guinea, donde aún cubre una fracción importante del territorio, su extensión retrocede. Esta erosión conduce a la destrucción acelerada de la fauna y al incremento de sus enfermedades. Sin embargo, ello no impide su creciente consumo por la gente. Sin duda, esta es también la razón por la que los murciélagos que se alimentan de frutos (furgivoros) abarcan perímetros cada vez mas amplios a fin de encontrar alimentos. A partir de ahí, es posible que sean estos murciélagos quienes hayan llevado la cepa del virus del Ébola del África central al África occidental. Por otra parte, , cada vez colonizan más los árboles frutales de las áreas de población limítrofes de los bosques (Washington Post, 14/8/2014).
Privatización y externalización de los servicios públicos En 1991, Sierra Leona fue sometida a un programa de ajuste estructural brutal (redujo el gasto público en un 40%) que favoreció el estallido de la guerra civil. Desde entonces, el Estado ha multiplicado la implicación de empresas privadas extranjeras para garantizar los servicios públicos a cambio de una parte de la renta de los diamantes. Así, el país dispone de tropas privadas, de aduanas privadas, de un Banco Central privado y de pesquerías privadas… que suscitan una complicidad creciente entre los señores de la guerra africanos y las grandes compañías internacionales/5. Liberia tomó el mismo camino, lo que ha llevado a la casi-desaparición de sus ya mínimas in-
fraestructuras sanitarias. Hoy en día, cuenta con 1,4 médicos y 27,4 enfermeros/as por cada 100.000 habitantes, contra, respectivamente, 2,2 y 16,6 en Sierra Leona. La media de la OCDE es de 320 y 890 (Vox, 2/10/014). Con el advenimiento de la paz en los años 2000, han continuado existiendo procesos análogos a éste. A partir de esa fecha, han sido los poderes “democráticamente elegidos” e internacionalmente reconocidos quienes han vendido los recursos naturales de esos países a inversores extranjeros. Inversores que no están obligados a aceptar una participación nacional, aunque sea ultra-minoritaria, en el capital de las compañías. Éstas, están autorizadas a repatriar todos sus beneficios, tienen garantía de que cualquier modificación eventual de la legislación que no les resulte favorable no podrá serles aplicada y están exoneradas de impuestos. También disponen de una mano de obra del país que desafía cualquier competencia. ¡Es obligado señalar que la presidente de Liberia estudió economía en EEUU y que trabajó para la Banca MundiaL, para Citibank y para HSBC! Lo poco de Estado “nacional” que queda en ese país sólo sirve para reprimir a la población que osa protestar contra los representantes del poder y sus decisiones. Contra el Ébola, las autoridades de los países afectados pusieron énfasis en el bloqueo militar de rutas, la imposición de la cuarentena a centenares de
a partir de esa fecha, han sido los poderes “democráticamente elegidos” e internacionalmente reconocidos quienes han vendido los recursos naturales de esos países a inversores extranjeros. miles de personas y la persecución de las familias que no declaraban a sus enfermos para garantizar que no se los llevaran sin aportarles ningún cuidado. El mismo panorama se da en el sur de Guinea, en el que las miserables instituciones del distrito de Guéckédou no pudieron responder, en el curso de estos 20 últimos años, al crecimiento exponencial de su población que pasó de menos de 80.000 habitantes a cerca de 350.000 en la actualidad. Allí, las infraestructuras son hasta tal punto inexistentes que cuando, en marzo de 2014, Médicos sin Fronteras (MSF) desplazo sus primeros equipos, la ONG tuvo que arreglárselas para elaborar un plano de la ciudad. En una jornada, a partir de imágenes de satélite, 200 voluntarios del mundo entero participaron en el emplazamiento de 100 000
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viviendas sobre un plano que no indicaba más que dos rutas y algunas grandes perímetros habitados (New Scientist, nº 2964, 11/04/2014). Una hazaña que no es más que el reflejo del abandono total de los servicios públicos.
AFRICOM no es el Ejército de Salvación El papel desempeñado sobre el terreno por MSF también es expresión emblemática del abandono de organismos de Naciones Unidas como la OMS. Sin duda, desde la primavera pasada, MSF, con un presupuesto anual de 400 millones de dólares financiados a través de donaciones privadas y 35.000 voluntarios y voluntarias, ha sido, el principal actor sobre el terreno en la lucha contra la epidemia en África occidental. Desbordada por la dimensión del problema, no dudó en lanzar un llamamiento a la masiva solidaridad, civil y militar, internacional (Foreing Policy, 22/09/2014). A excepción de Cuba, que anunció el envío de 400 médicos y enfermeras, y que ya ha desplegado sobre el terreno a la mitad de ellos, fundamentalmente, han sido los países más comprometidos en el reparto de África quienes han respondido al llamamiento. China transformó un hospital, que había construido hace algún tiempo en Freetown, en un centro de cuidados y envió el personal médico necesario. Las antiguas potencias coloniales han realizado pequeños gestos: Francia prometió un centro para el tratamiento y un laboratorio en Guinea y el Reino Unido hospitales de campaña en las cuatro zonas urbanas de Sierra Leona (New York Times,1/10/2014). Obama dio un paso espectacular: decidió enviar 3.000 militares a los países más afectados para contribuir a garantizar la distribución de la ayuda en coordinación con Senegal y con las ONG que actúan sobre el terreno y, también, establecer 17 centros médicos con 100 literas cada uno. El cuartel general de esta operación se encuentra en Monrovia (Liberia) bajo la dirección de un general de AFRICOM. Tras su intervención en Nigeria contra Boko Haram, el ejército de EEUU tiene una nueva oportunidad para limpiar su imagen en el continente, al mismo tiempo que colabora con 49 Estados africanos sin conseguir establecer por el momento una base del AFRICOM en el continente. Poco más de un mes antes, el presidente de EEUU se reunió con 51 delegaciones de los países africanos en Washington en una cumbre económica sin precedentes: Como señalaba Forein Policy in Focus el 6 de agosto pasado, “Si dejamos caer la máscara de las relaciones públicas y las palabras bonitas, lo que
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queda al descubierto es la carrera por el petróleo, los minerales y los mercados para los productos de EEUU”. Si el diablo hubiera concebido la publicidad para vender el capitalismo a la humanidad, habría optado por presentarlo como la Suiza y sus montañas… de chocolate, mientras que quien lo comprara, recibiría a cambio países como Liberia, Sierra Leona y el Ébola. Efectivamente, la epidemia actual es un concentrado de las consecuencias mortíferas de un orden mundial que se alimenta del crecimiento abismal de las desigualdades: la explotación sin límites de las personas y de los recursos naturales, la destrucción del medio ambiente, un crecimiento de dos dígitos (¿hasta cuándo?) que no beneficia mas que a los inversores extranjeros y a algunos potentados locales, de Estados en rebajas para las multinacionales que no saben más que reprimir el descontento de sus ciudadanos y ciudadanas, de servicios públicos totalmente privatizados, suplidos por ONG caritativas y, en caso de crisis aguda, por ejércitos extranjeros cuyo objetivo es garantizar la pervivencia de ese sistema. Los “teóricos del complot”, que imaginan que el Ébola surgió del cerebro de un científico perverso contratado para la investigación militar del imperialismo, son incapaces de ver que los verdaderos agentes de la muerte son los reducidos sectores sociales que se benefician del actual orden mundial y que no podrán ser destronados más que por la acción masiva de los pueblo en lucha. Por tanto, para contribuir a salir de esta barbarie es necesario denunciar desde ahora la mistificación de quienes no cesan de anunciar el despegue de África, disfrazan a las multinacionales como agencias de desarrollo, hacen pasar a MSF como la OMS y confunden AFRICOM con el Ejército de Salvación. Al mismo tiempo, nuestra solidaridad tiene que estar dirigida, ante todo, hacia los movimientos sociales africanos que luchan contra el pillaje de los recursos naturales, la expropiación del campesinado, la super explotación de la gente asalariada, la ruina de los servicios públicos y la represión de las libertades democráticas. s 1/ Fue del sur de Guinea de donde partieron los “liberiens unidos para la reconciliación y la democracia” (LURD), con el apoyo de EEUU, para desalojar de Monrovia a Charles Taylor en 2003. 2/ Dowd, Caitriona et Raleigh, Clionadh, « Mapping Conflict across Liberia and Sierra Leone », Accord, n° 23, 2012, pp. 14-18. 3/ The Oakland Institute, Understanding Land Investment Deals in Africa. Country Report : Sierra Leone,2012. 4/ http://climateandcapitalism. com/201... 5/ William Reno, Corruption and State Politics in Sierra Leone, Cambridge University Press, 2008
Traducido por Viento Sur
EnTuSiasmados Gustavo Vega Año: 2007 Técnica mixta 122 x 85 cm. Poema visual de carácter gráfico-plástico
deuda externa:
una estafa que se paga con nuestro futuro
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a deuda externa, una y otra vez, vuelve sobre nuestras vidas. Desde la dictadura hasta hoy los gobiernos han pagado la estafa más increíble que soporta el país. Y un denso manto oficial, económico, mediático e ideológico coloca la idea inmodificable de pagar o pagar, porqué así funciona el mundo de las finanzas y los “países serios”. Ríos de tinta y cientos de horas de TV sustentan esa óptica macabra. Así convierten lo ilegal en legal, lo engañoso pasa a ser verdad, lo injusto se hace justo, lo irracional es racional, y el desfalco continuo es normalidad inmodificable. Así es el mundo que diseñan los poderosos, entreguistas, escritores bien pagos y funcionarios cómplices. Así es el capitalismo. El gobierno nacional y la oposición se pelean pero -unos y otros- están de acuerdo en pagar más y más. Se debatió en el Congreso dónde, cuándo y de qué manera; pero siempre el objetivo es pagar lo ilegítimo e impagable.
La deuda externa se convierte así en la estafa legal más planificada y acordada que más de 40 millones de argentinos pagamos mes a mes; sin haberla contraído, sin haberla usado, sin haber podido opinar o decidir al respecto. Así funciona un régimen político y económico que lejos está de ser democrático, donde mandan los intereses económicos y los gobiernos de turno se adaptan a sus designios. Proponemos cambiar de raíz la génesis del debate; decimos que lo ilegal no es justo pagarlo legalmente, que donde hay fraude no puede haber deuda verdadera, que es irracional pagar lo que no debemos y racional es dar trabajo, vivienda, salud
y educación. Que un país serio solo lo es si investiga a fondo incalculables y ficticios números de deuda. Que en el país que queremos, los políticos y todos aquellos que convalidan este fraude, deben ir presos y pagar con sus propios bienes. Y decimos en voz alta “SE PUEDE NO PAGAR”. Unamos voces y fuerz a social para lograrlo. s