REFLEXIONES SOBRE LA PRACTICA DOCENTE EN LOS PROCESOS DE INTEGRACIÓN ESCOLAR Horacio Begich Los derechos de la diversidad en la escuela Considero que el clima institucional esta dado en gran medida por los docentes que se encuentran en ella, pero también influyen considerablemente los padres de familia, alumnos y directivos. La escuela no se desarrolla en un ambiente aislado. Esta permeado en gran medida por el contexto, que también es determinante para el buen funcionamiento de la misma. Realmente, como lo menciona el texto, en muy pocas ocasiones, este clima es propicio para el buen desarrollo de los objetivos escolares. Siempre existen fricciones que entorpecen el buen funcionamiento del mismo. En la escuela se debería de propiciar una ambiente alegre, en el cual dieran ganas de trabajar y hacerlo por gusto, no por obligación. Sin embargo, la mayoría de las veces se propicia un clima infeliz, en el cual las cosas se realizan por obligación y no por el simple gusto de hacerlas. Para saber realmente como afecta todo ello a los niños, se debe de analizar desde diversas perspectivas. Cada niño que acude a la institución es diferente. Cada uno requiere cuidados diferentes, cada uno tiene necesidades diferentes. Pero sobre todo, cada alumno exige diferentes cosas. La forma de pensar, de expresarse, de sentir marca una diferencia notoria entre cada uno de ellos. Acerca del fracaso escolar, lo que se menciona en el texto es muy certero. Ciertamente no se puede denominar fracaso escolar solamente a los alumnos que desertan de determinado nivel, sino también a todos aquellos que aunque se encuentran aún matriculados a alguna institución, no tienen un rendimiento notorio en las actividades que realizan y son aquellos que requieren más ayuda por parte de los docentes, siendo que la mayoría de las veces son los más aislados. Debemos de tomar en cuenta a todos esos alumnos que asisten a la escuela sin ninguna motivación, sin ningún interés. Todos esos alumnos que van a la escuela porque son obligados, pero nunca ven realmente la utilidad de hacerlo. Además se debe de voltear a ver también a los alumnos que tienen inteligencias no reconocidas. Esto es muy común, pero también es común que aunque se reconozca la inteligencia del alumno, el docente no tenga las herramientas necesarias para fomentar en el aprendizajes adecuados, por lo que también se termina matando el deseo de aprender, o se desaprovechan inteligencias superiores. Sabemos que aunque la ley señala que la educación es obligatoria, no se cumple totalmente. Una cosa es que el niño asista a la escuela, pero otra muy diferente es
que el niño realmente este obteniendo algún aprendizaje significativo. Es ahí donde las escuelas les quedan debiendo a los alumnos. No es solo cuestión de dar los contenidos, sino de asegurarse que el alumno realmente los comprenda y obtenga aprendizajes certeros. Ahora sabemos que a los niños ya no los vemos como en la antigüedad. Sabemos que son seres pensantes que se encuentran en una etapa muy importante de desarrollo, que sobre todo, es determinante para su edad adulta.