BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL “MANUEL ÁVILA CAMACHO”
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR SEGUNDO SEMESTRE
CURSO: FORMA, ESPACIO Y MEDIDA
EXPERIENCIAS QUE UN ALUMNO DE PREESCOLAR PUEDE OBTENER A TRAVÉS DEL CONTACTO CON LA GEOMETRÍA, DEMANDAS COGNITIVAS QUE IMPLICAN LAS TAREAS QUE SE HAN PLANTEADO
PROFESOR: RODOLFO CALVILLO PONCE
ALUMNA: GABRIELA CELAYA DE LA TORRE
ZACATECAS, ZAC. A 6 DE MARZO DE 2014
EXPERIENCIAS QUE UN ALUMNO DE PREESCOLAR PUEDE OBTENER A TRAVÉS DEL CONTACTO CON LA GEOMETRÍA, DEMANDAS COGNITIVAS QUE IMPLICAN LAS TAREAS QUE SE HAN PLANTEADO
Desde nuestros primeros días de vida, entramos en contacto con formas y figuras que involucran la geometría. Aunque no las percibamos como tal, son indispensables en nuestra vida cotidiana, y se involucran de una manera implícita en todas nuestras actividades. Casi todo lo que se encuentra a nuestro alrededor tiene forma, espacio, medidas, volumen, etc. Sabemos que es preciso que desde el nivel preescolar, el alumno comience a establecer y conocer estar relaciones, la cuales son fundamentales para su desarrollo cognitivo. A través de las experiencias desarrolladas durante la edad preescolar, el niño va construyendo progresivamente su conocimiento. Por ello es de suma importancia que la educadora tenga la capacidad de impartir los contenidos de una manera en la cual el niño establezca relaciones de los mismos con la realidad y sepa que los puede aplicar en la vida cotidiana, que es a lo que se le llama un aprendizaje significativo, es decir, un aprendizaje que no se quede en la memorización, sino que sea aplicado por el niño a sus actividades diarias para que realmente resulte relevante en su formación académica y para la vida. De acuerdo al PEP 2011 la construcción de nociones de forma, espacio y medida en la educación preescolar está íntimamente ligada a las experiencias que propicien la manipulación y comparación de materiales de diversos tipos, formas y dimensiones, la representación y reproducción de cuerpos, objetos y figuras, y el reconocimiento de sus propiedades. “La geometría es un contenido que requiere del desafío, requiere que los alumnos construyan, visualicen, comparen, transformen, midan, clasifiquen, discutan, analicen, reflexionen, se aproximen a las propiedades de las figuras geométricas“(Bressan, 2000; Gadino, 2007; García, 2008)
Según Piaget existen dos tipos básicos de conocimiento: el conocimiento de tipo físico (conocimiento de las propiedades de los objetos) y el conocimiento de tipo lógico-matemático (no surge ya de las acciones en sí, sino de la reflexión sobre dichas acciones, de la libre coordinación, interiorizada de tales acciones). Al principio, el conocimiento geométrico del niño es solamente físico (la visualización, identificación y representación de las figuras geométricas). Para abordar los contenidos de la geometría es recomendable que los docentes consideren que los niños: •
Manipulen materiales
•
Reconozcan formas
•
Representen gráficamente objetos y acontecimientos
•
Reconozcan figuras geométricas en diferentes posiciones
•
Reconozcan figuras simples como parten de figuras más complejas.
La enseñanza de la geometría debe iniciarse de lo simple hasta llegar a lo complejo. Primero se debe establecer un contacto físico con su contexto, lo más cerca de lo real posible, para que de esta forma logren identificar que nos encontramos rodeados de cuerpos con una forma específica. El siguiente paso será acercarlos a los cuerpos geométricos, y con ellos, hacer una comparación de lo que observaron en su contexto físico y las figuras geométricas. En las observaciones realizadas con anterioridad, pudimos observar como la maestra trabajaba el desarrollo de los conceptos de las figuras geométricas. Era una actividad en la cual los niños manipulaban directamente las figuras geométricas realizando recortes de triángulos, cuadrados, rectángulos y círculos. Además la docente fomentaba que el alumno repasara el nombre de las mismas, y realizará agrupaciones que figuras iguales a las mismas. Además, otra de las actividades fue realizar figuras utilizando las mismas, como flores, personas, animales, etc.
Entonces, el problema no solo recae en cómo lograr que los niños se interesen por aprender matemáticas, si no en lograr que estos aprendizajes sean significativos y no memorísticos. Aprendizajes que realmente sean de por vida. Para lograr estos propósitos es necesario hacer que el niño encuentre una aplicación en su vida cotidiana. Tuve la oportunidad de observar como una maestra hacía que los niños se dieran cuenta de que las figuras se encuentran en todo lo que está a nuestro alrededor, pero no solo eso, la aplicaba a conceptos llamativos para el niño, conceptos que se encontraban en su entorno. Los niños sin siquiera darse cuenta estaban repasando las figuras geométricas de una manera divertida, llamativa y sobre todo significativa. Era una comunidad ganadera, por lo que la maestra dibujo figuras geométricas en hojas de máquina individuales, mientras les preguntaba que figura era, les señalaba que estos eran corrales donde debían de meter cierta cantidad de vacas. De esta forma reforzó los conocimientos sobre figuras geométricas y conteo de una forma muy práctica y a la vez muy atractiva, dando pie a un tipo de cognición ambiental. El docente debe de tratar de lograr una cognición ambiental, es decir, aquel conocimiento que el sujeto adquiere de los espacios del entorno. Involucrando espacios que el niño conoce, es más sencillo que establezca conexiones significativas. Considero que esto es lo que todos los docentes deben de lograr. Desarrollar formas que atraigan a los niños y los mantengan curiosos y atentos en el tema. No es algo fácil. Se deben de tener muchos conocimientos acerca de las maneras en que los niños aprenden dichos conceptos para lograr que dichos conocimientos sean pertinentes. Dar el siguiente paso, no retroceder, y no avanzar demás porque entonces dichos aprendizajes se vuelven casi imposibles para ser desarrollados por los niños.