La educación prohibida ¿Cuál es la situación de la educación actualmente? Este documental no la muestra sin tapujos. Nos muestra un sistema educativo que no funciona para las demandas de la actualidad. Un sistema que aunque establece que todos los alumnos y alumnas somos iguales, los compara mediante calificaciones, los hace competir entre ellos y fomenta valores opuestos a los deseables como la discriminación e individualización. En este sistema no se conoce a los alumnos. Ni siquiera el docente se preocupa por saber cómo están. Se trata lo más posible de no involucrar los sentimientos, no siendo que estos son una parte fundamental de la formación como ser humano. Desgraciadamente, los niños odian ir a las escuelas y los maestros también. Estas, se ha convertido en guarderías y no en lugares de formación. Mientras siempre se nos habla de fomentar la diversidad el sistema la suprime agrupando a los niños en grados escolares, la mayoría de las veces en una manera no acorde a sus necesidades. Así, aunque los niños tengan un progreso mayor o menor a su edad deben de llevar contenidos planteados por alguien que ni siquiera lo conoce. La escuela debe de ayudar a producir el normal desarrollo de una persona. La educación debe de ser fructífera, más sin embargo, en muchos casos no es más que una fábrica de ciudadanos obedientes. La escuela debe de propiciar la capacidad de crear, de ser observadores. Debe de dar al alumno la habilidad de construirse a sí mismo. Al llegar a la adolescencia, podemos comenzar a observar rebeldía, que no es más que sus necesidades humanas internas buscando desarrollarse, lo cual no implica un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas, lo cual muchas veces no es permitido por los propios docentes. Para esto, se deben propiciar conocimientos significativos, no palabras y conocimientos fríos que se van con el tiempo. Se debe de generar comprensión y conciencia. No hay autentico aprendizaje, si este no representa nada para el alumno. Ahora hablando del acceso a la información, sabemos que antes solo se encontraba en las bibliotecas, accesible a unos pocos. Ahora, está al alcance de todos de una manera mucho más sencilla mediante las TIC’s. Al alumno se le debe permitir explorar y encontrar, recordemos que todo lo que hacemos lo aprendemos haciendo. Debe de existir una construcción autónoma del aprendizaje, es decir, el alumno se lo debe de procurar a sí mismo. La motivación es una parte crucial en todo el proceso de aprendizaje. Se debe de fomentar el interés, hacer que el niño tenga el deseo de aprender. De esta forma disfruta lo que aprende. Debemos de fomentar los intereses individuales del niño. Todos son diferentes. No se puede pretender buscar un estándar que sea inteligente, serio pero participativo, responsable, etc. El trabajo del docente es justamente encontrar las capacidades del niño y tratar de ayudarle a desarrollarlas.
Se tiene que buscar la manera de entrelazar los conocimientos de todas las materias, pero sobre todo buscar que estos tengan un aprendizaje significativo. De este modo la educación debe ser integral. La evaluación debería de ser eliminada. Claro está que debemos observar si el niño realmente está aprendiendo, pero otorgarle una nota aprobatoria o reprobatoria muchas veces solo complica la situación. La disciplina se ha tomado como “compórtate como yo quiero que te comportes”. Pero esta disciplina no es buena, no cambia realmente los esquemas mentales, solo los reprime. En el salón debe de existir cierta democracia, diálogo. Esto ayuda a los niños a aprenderse a cuidar. Se debe de fomentar que los niños lleguen a acuerdos, entender al otro, fomentar también la disciplina. La escuela no se debe de basar en entregar un título que te diga que tan capaz o no eres para algo, si no que su principal objetivo debe de ser ayudar a encontrar el motivo de vida, la vocación. Pero sabemos que la educación no solo proviene de las escuelas, sino también de la familia, el entorno y el autoaprendizaje. El maestro ahora solamente acompaña el proceso de aprendizaje. Para eso se debe enfrentar al cambio interno.