BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL “MANUEL ÁVILA CAMACHO” LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR TERCER SEMESTRE ASIGANTURA: EDUCACIÓN HISTÓRICA EN EL AULA DOCENTE: MARTINA ALUMNA: GABRIELA CELAYA DE LA TORRE Mi historia de vida Mi nombre es Gabriela Celaya de la Torre. Soy la tercera de cuatro hijos (Claudia, Rafael y Lupita), aunque antes de mí, murió uno de ellos. Mis padres son María Eugenia de la Torre Villarreal y Rafael Celaya Casio. El embarazo de mi madre fue difícil, ya que antes de mi había perdido un hijo y no quería que volviera a suceder. Muchos de esos sentimientos durante el embarazo, persisten en mí ahora como persona adulta, como los nervios y la ansiedad. Nací el 6 de enero de 1994. Otra parte interesante de mi historia, porque recuerdo como mi abuela me contaba la historia de cómo, ella misma había visto a los reyes magos dejarme en una bota. Esto me convertía en una persona interesante en el jardín de niños. Luego crecí y se convirtió en una historia graciosa en las cenas de navidad. Pero más allá de eso, siempre creí que realmente no pertenecía a mi familia. Después de ser la niña pequeña y consentida por muy poco tiempo, nació mi hermanita, Lupita, el 23 de julio de 1996. Es bonito tener una hermana chiquita ahora, pero cuando era pequeña no lo era. Ella es una parte muy importante en mi vida, ya que la llego a cambiar para siempre. Es interesante tener a alguien a quien cuidar y por quien ver hasta el día de hoy. De acuerdo a las historias que me han contado, siempre he sido una niña muy risueña, traviesa, y muy muy llorona. Mi madre tiene la teoría de que todos los hijos de en medio somos llorones, pero yo creo que más bien es una de mis maneras de expresarme. Las historias más divertidas de mi infancia se remontan a mis perdidas. La primera vez fue cuando tenía apenas un año. Mi familia cenaba junta y no lograban encontrarme por ningún lado, cuando de repente al guardar silencio escucharon mi llanto el cual surgía de debajo de la mesa. Al acudir a mí se dieron cuenta de que me estaba comiendo toda la coliflor y ya me encontraba realmente enchilada. Así se cuentan varias historias de cómo me gustaba descubrir el mundo y me escapaba de casa para ir a investigar el mundo, perdiéndome así un total de tres veces. Entre al jardín de niños a los 4 años y mi vida realmente no se puso muy interesante. Y realmente no recuerdo mucho. Lo más significativo para mi fueron los festivales escolares, como el día de la madre o del padre. Además de los desfiles donde participaba en la escolta. También recuerdo mucho cuando fue mi primer campamento fue muy divertido. Mi madre solo menciona como desde pequeña fui flojita para levantarme a hacer mis deberes. Recuerdo como la única manera de levantarme era contándome historias sobre aventuras de mis abuelos.
La parte más significativa de mi vida fue cuando comencé a dibujar, es decir, cuando descubrí mi verdadera pasión. Sé que todos los niños pequeños dibujan durante el preescolar, pero el mío era un gusto diferente que desde muy pequeña fue descubierto por mis padres, por lo cual ellos me alentaron mucho para que lo siguiera haciendo hasta el día de hoy. Realmente mi vida académica no ha sido muy significativa para mí. A pesar de que después de sexto año de primaria comencé a realizar un verdadero esfuerzo para obtener buenas calificaciones, en mis adentros nunca he sido una amante del acudir a la escuela, y como mencione con anterioridad mi madre cuenta como tenía que prácticamente obligarme a acudir a la escuela. Siento que siempre he sido una persona más abierta a otras posibilidades, a ver el mundo de una manera diferente y no de una manera tan cuadrada y distante como lo enseñan en las escuelas. Mi etapa favorita fue durante el CBTa. Fueron tiempos realmente muy buenos, en los que disfrutaba mucho lo que hacía y el tiempo pasaba volando. No era difícil estar ahí de 7 de la mañana a 6 de la tarde, ya que era algo muy interesante para mí. Aprendí del amor a los animales, a las plantas a la vida y es algo que ha quedado muy marcado para mí: el equilibrio que debemos de tener con el planeta. Decidí estudiar una carrera que se relacionara con estos nuevos valores surgidos en mí, por lo que decidí estudiar Ingeniería ambiental en el Instituto Politécnico Nacional pero al final, después de dos meses, decidí que no era la carrera adecuada para mí. Después de mucha pensar y tratar de encontrar una buena opción para mí, opte por realizar examen en la escuela normal en la cual fui aceptada. Siento que es una carrera complicada, en la cual se debe de tener verdadera vocación para poder ejercerla adecuadamente, y está llegando el momento en el que realmente me comienza a gustar. Espero llegar a ser una buena maestra, que promueva en los alumnos una buena conciencia social y permite tener mejores ciudadanos.
¿Cómo aborda la enseñanza de la historia en el preescolar?
¿Recuerdas algunas cosas importantes que han sucedido en tu pasado? Tienes hermanos más pequeños, ¿recuerdas cómo fue cuando nació?