Relato
Dibujar… Creo que hablare de las cosas que más me gustan. Amo dibujar. Es mi pasión. Es complicado para mí porque necesito mucha concentración y entregarme totalmente al dibujo. No es tan fácil para mí hacerlo. Es cuestión de inspiración. Amo como puedo perderme horas haciendo trazos, mezclando colores. Ver como poco a poco, a partir de una hoja en blanco y algunos lápices y colores, algo cobra vida dentro del papel. Para mí, cada uno de los dibujos que hago se lleva un poco de mí. Tienen alma propia. Me dicen justamente como me sentía en ese momento. Debo de buscar inspiración de muchas cosas. Personas, sentimientos, emociones, lo que me gusta y lo que odio. Suelo poner música a todo volumen, y simplemente dejarme llevar. Muchas veces, en el transcurso del dibujo, me digo a mi misma que no tiene sentido, que no sé qué estoy haciendo, pero poco a poco noto como todo va quedando en su preciso lugar dentro del papel. Como cada uno de los componentes juega su parte dentro del dibujo. Me dejo llevar. No creo que se pueda aprender a dibujar. Creo que es algo que se lleva en el alma. Recuerdo una frase de una de mis películas favoritas que decía: “Cualquier persona puede cocinar”. En la misma decían que no es que cualquier persona pueda cocina, si no que las personas que lo hacen de corazón, pueden venir de cualquier lado. Y con el dibujo es lo mismo. Las personas que dibujan con el alma suelen venir de todos lados, pero solo algunas de ellas pueden dejar una marca importante en nuestras vidas. Solo algunas de ellas nos hacen sentir ese reboloteo inexplicable en el corazón. Mi vida es el dibujo. Se que es mi razón en este mundo y necesito aprender a utilizarlo a mi favor.