BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL MANUEL ÁVILA CAMACHO LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR TEHUA XOCHITL MUÑOZ CARRILLO GABRIELA CELAYA DE LA TORRE REPORTE DE PRÁCTICA Jardín de niños: Salvador Díaz Mirón Comunidad: Cieneguillas, Zacatecas. Grado: 2° Número de niños: 18 Maestra titular: Elma María Educadora en formación: Gabriela Celaya de la Torre Fecha: 4 de junio del 2014 Como todos los días llegamos a las 8:40 am. En el jardín solamente se encontraba una maestra. Los niños comenzaron a llegar aproximadamente a las 9:00 am. El timbre de entrada se dio a las 9:15 am. Se comenzó a realizar la activación física por parte de la maestra del plantel, durante la cual los niños cantan y bailan una serie de canciones con el propósito de estimular su psicomotricidad. Pasamos al salón de clases aproximadamente a las 9:20 am. Los niños se encontraban un poco inquietos porque supieron que sería yo quien les daría la clase. La maestra se encargó de acomodarlos de acuerdo a criterios como que no fueran dos amiguitos o hermanos los que se sentaban en la misma mesa, ya que eso propicia demasiado desorden. Este día asistieron 18 niños en total. A modo de activación física, comencé la clase cantando una canción titulada “Cuando un pirata baila”. Note que los niños no se lo esperaban, ya que todos los días la maestra comenzaba la clase con el conteo de niños y posteriormente revisando la fecha. Fue aquí cuando me comencé a poner un poco nerviosa, porque le pedía a los niños que se pusieran de pie, y no me hacían caso. Después me di cuenta de que era porque la maestra siempre les decía que no se pararan y temían que los regañara. Empezamos a cantar la canción y note mucho entusiasmo por parte de los niños. Cantaban y bailaban de una manera muy alegre, y por ser una canción diferente y que no sabían pareció llamarles mucho la atención, tanto que después me pedían que la volviéramos a cantar.
Gabriela Celaya de la Torre
Posteriormente, di paso a las actividades de inició, para lo cual llevaba un títere dentro de una caja. Trate de provocar un poco de misterio a los niños preguntándoles que creían que contenía la caja. Algunas de las respuestas eran comida, animales, dinero, un tesoro, etc. Finalmente les dije que ahí tenía a un amigo, que se llamaba Tito, y el cual era un experto en el cuidado del medio ambiente. Con la ayuda del mismo, comencé a realizarles preguntas como ¿qué pasa con la basura cuando la desechamos? ¿Existe alguna manera de volver a utilizar la basura? ¿Saben lo que es reciclar? ¿Qué se necesita para que una planta crezca? ¿Qué tipos de plantas conocen? etc., durante las cuales los niños mostraron entusiasmo al principio, pero después note desesperación por saber para qué utilizaríamos el material que se había encargado de tarea, por lo que dejaron de poner atención a las preguntas. Fue así como pase a las actividades de desarrollo, elaborar una maceta reciclada, hecha con un cartón de leche. El primer problema que se me presentó fue que algunos niños no llevaron el cartón de leche. La manera en que lo solucione fue dándoosle la parte sobrante de los cartones de los compañeros. Además, olvide pedirles que el cartón tuviera hoyos en la parte de abajo, por donde saliera el agua, por lo que tuve que pedirles que les pidieran a sus papas que se los hicieran. Les pedí que de manera ordenada salieran al patio y recogieran materiales que ya no sirvieran para de este modo adornaran su cartón de leche. La mayoría de los niños recolectaron hojas secas, piedritas y tierra. Esto presento la dificultad de que muchos niños no recolectaron lo suficiente, entonces querían estar saliendo del salón muy seguido para recolectar más. Otro problema que tuve es que en el aula de clases no habían suficientes pinceles para que todos los niños trabajara, por lo que se los tuve que pedir a otra maestra. Un niño terminó de adornar su cartón demasiado rápido y yo no sabía que actividad ponerlo a realizar para que no se aburriera mientras esperaba a sus compañeros. Todos los demás niños terminaron casi al mismo tiempo. Les pedí que llenaran el cartón con la tierra para maceta y se formaran para entregarles las semillas. Hubo un poco de desconcierto porque muchos niños creían que la flor iba a salir instantáneamente, por lo que tuve que explicarles que era un proceso que tardaba un poco más de tiempo y que deberían cuidarla y ser pacientes. Durante este periodo un niño me dijo que ya tenía hambre, y aunque yo le pedí que no sacara su lonche, comenzó a desayunar en el aula de clases. Les pedí que sembraran la semilla. Aquí fue donde se me presentó otra dificultad. En el jardín de niños no había agua, por lo que no pudieron regar la maceta. Además los niños terminaron con demasiada tierra pegada a sus manos, y no Gabriela Celaya de la Torre
hubo manera de lavárselas más que dándoles gel antibacterial. Fue así como de acuerdo a las normas de la escuela, a las 10:30 am, los niños comenzaron a desayunar dentro del salón. El receso fue de 11:00 am a 11:45 am. Al regresar les pedí que me hablaran de que habían comprendido de la elaboración de la maceta, pero ya los note muy cansado y no hubo participación de su parte. Entonces les entregué un memorama de los seres vivos he hice énfasis en el cuidado que debemos tener de ellos. Jugaron durante los minutos restantes y les entregue una moneda de chocolate por su participación. A las 12:00 am di por terminada mi práctica. Considero que lo que me fallo fue la logística de mis actividades, prevenir todos mis materiales y asegurarme de que hubiera agua en el plantel. Debo de mejorar mi manera de realizar la evaluación, ya que se me dificulto mucho saber si en realidad los niños habían aprendido. Desafortunadamente creo q no se cumplieron los aprendizajes esperados, ya que aunque los niños pusieron mucha atención y empeño, mediante la evaluación note que los niños no habían comprendido el verdadero propósito de elaborar la maceta.
Gabriela Celaya de la Torre