Trabajo3 analisis practica

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BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL MANUEL ÁVILA CAMACHO LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR QUINTO SEMESTRE TRABAJO DOCENTE E INNOVACIÓN DOCENTE: BEATRIZ HERNÁNDEZ SANCHÉZ ALUMNA: GABRIELA CELAYA DE LA TORRE

Análisis de la pasada jornada de práctica

Mi pasada jornada de prácticas la realicé el Jardín de Niños “Blasa de García Salinas” ubicado en la capital del municipio de Zacatecas. El grupo con el que la realicé fue el de segundo grado. Contaba con 17 alumnos. Durante la primera jornada solamente eran 11, pero en el tiempo que transcurrió entre una y otra jornada se anexaron los otros 6 por motivos diversos. A través de mi planeación pretendí que los alumnos tuvieran un acercamiento a las ciencias a través del método científico, y con ello se favorecieran competencias definidas en el campo formativo de “Exploración y conocimiento del medio natural”. Lo principal, es que debo de reconocer que debí de haber investigado más acerca de cómo se realizaba el trabajo de las ciencias en preescolar. Por lo que tuve muchas deficiencias en cuanto al planteamiento de las actividades. La primera semana trabaje el tema de “El viento” a través del cual se pretendía que los niños comprendieran algunas de las principales características del viento a través del método científico. ¿Cómo trabajar el concepto del viento? Claro, probablemente podría lograr que los niños comprendieran que el viento es invisible, que sopla fuerte, pero tuve una especie de pánico porque probablemente el tema suscitaría preguntas que yo no sabría responder, primero, porque es un concepto difícil de comprender aún para los adultos, y segundo, porque, siendo sincera la mayoría de las veces, es muy difícil lograr transmitir los conocimientos que yo poseo a mis alumnos. En fin, mi primera semana de prácticas fue, desde mi punto de vista, un fracaso en cuanto a


aprendizajes por parte de los alumnos, porque me desesperaba cuando no lograba hacer que me comprendieran, al momento que me preguntaban y no sabía que contestarles continuaba con otra cosa y algunas veces yo no sabía realmente conducir el tema, y quedaba por los aires. Considero que toda mi primera semana de intervención fue un fracaso, la razón: no deje que los niños experimentaran. Si, resulta irónico, porque realmente la semana entera la trabaje a partir de experimentos que resultaban llamativos e interesantes, para mí y quizá para ellos, pero realmente ¿qué aprendizaje les dejó? Contrario a lo que yo trataba de hacer con mis alumnos, no se trata de descubrir una verdad absoluta, sino, que los niños hagan todo lo posible por intentar conocerla, a partir de sus propios criterios, conocimientos y sobre todo de su visión propia que tiene del universo. Al llegar a un momento de desesperación, intente que los niños comprendieran los conceptos de una manera muy simplista. Considero que simplemente el nombre de la situación está mal diseñado “el señor viento”. Al nombrar así la situación didáctica pretendía que fuera un nombre atrayente para los niños, pero, al analizarlo más a fondo plantea todo un problema. Primeramente nombrar señor al viento dificulta que los niños comprendan que es: un objeto, un evento, una persona. Es difícil ya de por si para un adulto realizar esta clasificación, más para un niño. En segundo lugar, es importante señalar, como observe que la mayoría de los niños llegaban a utilizar como sinónimos la palabra viento y aire, y nunca hice nada para sacarlos de ese error, porque pensé que no me comprenderían. Realizaba la evaluación al final del día, y con eso logre descubrir las deficiencias que presentaba en mi práctica, como las actividades simplistas, la falta de claridad al dar las consignas, mi desesperación y falta de generación de un ambiente autónomo para los alumnos, la falta general del logro del desarrollo de las competencias.


Comenzábamos una de las clases de la segunda semana de prácticas, durante la cual se me planteo el trabajo con un segundo elemento: el agua. El punto es que durante la fase de inicio de la secuencia didáctica, plantee la detección de conocimientos previos de los alumnos. Justo ese día, abordaba una de las propiedades del agua, que es la densidad, por lo que a propósito de la próxima recreación acuática (que se realizaría al día siguiente) plantee el problema ¿por qué flotamos? Los niños, de manera casi extraña, se mostraban interesados en el tema, pero realmente ninguno elaboraba una respuesta concreta al planteamiento del problema. Una de las niñas, Fátima, por fin se animó a contestar. Su respuesta fue: flotamos por la gravedad maestra. Al momento entre en pánico. No sabía que hacer ¿en realidad la gravedad tiene algo que ver con el hecho de que podamos flotar? Porque realmente si es analizado a fondo, quizá tenga alguna relación. Si le decía que no era por eso, la iba a desanimar, pero en realidad no era una mala respuesta, solamente era una respuesta totalmente diferente a lo que yo esperaba que me contestaran. Mi manera momentánea de salvar la situación fue preguntar: y, ¿qué es la gravedad? Yo esperaba primeramente, que los alumnos me ignoraran, o por otro lado que me dieran respuestas solo por salir del problema y sería suposiciones que ellos realizaba, pero nunca espere la rápida reacción de uno de los alumnos, Gael, el cual se apresuró a contestar: La gravedad es cuando nos enfermamos mucho y nos llevan al doctor. Debo confesar, que mi primera reacción fue reírme de manera disimulada. Pero luego volvió el pánico y no supe que hacer. Traté de explicar al alumno que el mismo concepto tenía dos definiciones, y que en este caso trataba de abordar otra de ellas. Pero ese fue el momento preciso en el que se perdió la atención de todos, y volví a perder en encuadre. Analizando lo acontecido, puedo decir que el mismo planteamiento de la pregunta está mal elaborado. ¿Realmente esperaba que los alumnos me contestaran la razón por la que podemos flotar? Siendo realistas, si hiciera esta pregunta a varios adultos, poco, muy pocos de ellos lograrían responder de manera correcta. Yo estuve investigando durante la noche, porque debía de


prepararme para la clase, pero, ¿de otra manera lo sabría? Como pretendía yo entonces que 17 niños de preescolar, comprendieran de lo que estaba hablando. Un mejor enfoque sería preguntar a los niños que objetos creían que flotaría, o cuales no, y que se realizaran varias hipótesis a partir de esto. Y sobre todo, creo que era la oportunidad para que los niños desarrollaran una investigación muy interesante acerca de cómo algunos objetos flotan y, a partir de ahí, poco a poco, lograr que descubrieran que se debe a la densidad que tiene el agua, sumado a las propiedades del cuerpo que se pretende que flote, etc. El problema fue, que desde un principio, trate de dar una respuesta a un problema que los niños ni siquiera se habían planteado y a partir de eso, mate totalmente su curiosidad. ¿Realmente les fue significativo? Digo, si alguno de ellos presto atención, quizá memorizó la palabra densidad, y dentro de algunos años la vuelva a escuchar como un concepto aislado, ajeno a él. Les di una respuesta que ellos debían de aceptar por el simple hecho de que se las dijo un adulto que supuestamente sabe más que ellos. Ese, considero, uno de los principales problemas al trabajar la ciencia en el preescolar, la falta de capacidad del docente para guiar las actividades de manera que sean significativas para los alumnos. Una de las primicias que estuve planteando a lo largo de mis planeaciones, cuando mencionaba las ventajas de hacer ciencia en preescolar, era el trabajo a partir del método científico. Siendo sincera, más de una persona me miró de una manera extraña cuando lo plante. Es fácil, no. Se puede lograr, considero que sí, y no porque lo haya logrado al cien por ciento, pero si considero que estuve cerca de hacerlo. El primer aspecto que planteaba siempre era la observación. Observar el viento (si lo sé, es extraño), observar el funcionamiento del agua, etc. A partir de ahí, trataba de que los alumnos realizarán hipótesis. Realmente es complicado, porque note que si no se hace el planteamiento correcto, los alumnos no responden de acuerdo a lo planteado, y no me refiero a que quisiera que me respondieran algo en específico, pero muchas veces se salían del tema. Mi


conclusión fue que debía de encontrar una manera de atrapar la atención de los alumnos. A partir de ahí, yo siempre pretendía que los niños me dieran posibles soluciones al problema planteado, pero casi todas las veces la participación era nula. Era el momento en el que yo me desesperaba y comenzaba repartir el material para el experimento. Durante la primera semana aprendí mi lección. Nunca dar material a un niño, sin antes darle una consigna clara de lo que van a hacer. Poco a poco encontré la manera de que los niños realizaran hipótesis de que era lo que se haría con ese material y como ayudaría a resolver el problema planeado. Aunque no se logró del todo, observe un gran avance de la primera a la última semana. Generalmente se plantea el experimento científico como magia, como milagro, y esto es muy grave. Creo que se utiliza como una manera de llamar la atención, porque claro que se logra. Para un niño siempre será atractivo ver como al combinar dos sustancias estas reaccionan y generan una explosión, o como mezclar dos colores hace que resulte un nuevo color. Por lo tanto, el experimento, no lo debemos de utilizar como un manera para obligar a los niños a creer algo de lo que decimos, sino que debe de funcionar como una manera a partir de la cual comprobar las teorías que el presenta, o, por lo contrario, comprobar que no funcionan. Básicamente, lo que se pretendió a lo largo de esta intervención, no fue realizar experimentos aislados, sino que todos concluyeran en una feria científica. Desde mi punto de vista ¿funcionó?, la verdad creo que no. Durante una semana trabaje el aire. Primeramente, debí de tener un objetivo preciso de lo que quería lograr que ellos supieran del aire, en torno a eso, realizar la secuencia de actividades y experimentos. En segundo lugar, cuando los niños comenzaban a apropiarse de los conceptos básicos, corte el tema, claro realizando un cierre presuroso que ni yo misma logre comprender, porque no logre comprobar que tanto aprendieron los alumnos. Luego la segunda semana, aprendí la lección, así que mis planeaciones giraron en torno a Las propiedades del agua. Tenía un


propósito que los niños comprendieran las propiedades del agua, pero considero que la mayoría de las planeaciones, al contrario de las de la primera semana, presentaban conceptos muy complejos para ser comprendidos por el alumno, y yo no ayude lo suficiente para aclarar dudas. Y por último, la tercer semana volví a cortar de tajo y trabaje experimentos sin pies ni cabeza el uno con el otro. “Busca experimentos llamativos” dijo mi maestra de grupo. Y claro, yo emocionada encontré los experimentos más divertidos y vistosos para los niños. La parte teórica, a falta de tiempo quedo prácticamente olvidada. Durante la presentación de la feria científica, si hubiera preguntado a cualquiera de mis niños el funcionamiento de cualquiera de los experimentos de las últimas tres semanas, no hubiera sabido que responder (de hecho lo intente, pero estaban todos los padres de familia, así que entre la vergüenza logre cambiar de tema y que pasara un tanto desapercibido). Mi propuesta real para trabajar ciencia, ahora a base de lecturas, errores y un poco de mayor comprensión sobre el tema, sería abordar un tema específico y llevarlo hasta las últimas consecuencias, cuando ya no se pueda obtener nada más del mismo. Pero se debe de ser sumamente cuidadoso para que el alumno no lo vea como algo rutinario, sino que cada día logre aprender, comprender, observar y experimentar cosas nuevas. Pongo el ejemplo, la creación de un huerto escolar, a partir del cual los alumnos podrían realizar hipótesis acerca del crecimiento de las plantas. Se podría trabajar tanto la parte teórica como la parte práctica. Permitir que, cuando los frutos estén maduros, los alumnos los transformen en alimentos. Traer a un experto que hable del tema. Todo esto encaminado a que los niños comprendan que las plantas son seres vivos, porque para la mayoría de los niños, al ver que no tienen movimiento, se convierten en seres muertos. Es muy importante que se utilizara el tiempo posible, para que los niños investigaran sobre el crecimiento de las plantas, realizarán observaciones, vieran como son afectadas por algunos bichos, propusieran razones de porque sucede, etc. Todo con el fin de que no sean actividades aisladas como durante mi práctica, sino que estén vinculadas una con la otra y logren aprendizajes verdaderos y significativos.


Considero, que si queremos comprender a los niños debemos de pensar como niños. “Los adultos en general atraviesan el mismo recorrido en sus pensamientos (que los niños), es decir, parten de ideas similares a las de los más pequeños, y continúan hasta llegar a la conclusión de la convivencia y la posibilidad de transformación y construcción de un ambiente nuevo”.

De esta manera, durante la segunda semana trate de trabajar en todas o la mayoría de las deficiencias que presentaba. El nombre de la situación didáctica fue “La ciencia del agua”. Con ello volví a trabajar, a petición de la maestra titular, el campo de Exploración y conocimiento del medio natural. Note que mejoré en cuanto a mis actividades, porque los niños prestaban atención, y creo que les ayudaron a observar, analizar y experimentar. Aun se me dificultó en gran medida el dar consignas, pero logré comunicarme con los niños. Pero aún el ambiente en el aula no era del todo autónomo. La tercera semana logré mejorar en cuanto a dar consignas. Aún así se me dificulto mucho la planificación de las actividades, porque el tiempo efectivo en el aula era muy corto, y sobre todo no continuo. Sobre todo creo que puedo decir que mejore en dar más libertad a los niños para realizar las actividades, siempre indicándoles cómo debían realizarlas. La principal razón, es porque creo que logré un mayor conocimiento del grupo, del nivel cognitivo que presentaban y tenía mucha más confianza en mí misma para dar las clases, porque sobre todo la primera semana, sentía demasiados nervios al hablar con ellos o darles instrucciones. Mis áreas de oportunidad son mejorar aún bastante en cuanto dar las consignas, en lograr establecer una comunicación óptima con mis alumnos. Darles una mayor libertad y autonomía. Plantear actividades atractivas, pero que resulten en aprendizajes significativas para mis alumnos. Establecer mayor relación con los padres de familia. Mejorar mi organización en cuanto a tiempos y del aula. Hacer un mayor uso de las tecnologías, enfocado a lograr aprendizajes significativos en los alumnos.


Tomando en cuenta las competencias genéricas señaladas en el documento base considero que: -

Puedo mejorar bastante en cuanto al diseño de situaciones didácticas más significativas, sobre todo proponer cosas nuevas, que sean llamativas e interesantes para los alumnos, pero que a la vez propicien en ellos aprendizajes significativos. También creo que es importante volver a trabajar con algún tipo de modalidad como el taller o un proyecto de intervención, porque propicia que yo aprenda y los niños también. Y como mencione con anterioridad, considero de suma importancia lograr hacer las paces con las tecnologías. No utilizarlas solamente para llamar la atención de los alumnos, sino también para que aprendan de una manera innovadora, diferente.

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Debo de mejorar para lograr realmente establecer un clima de autonomía dentro del aula, tratar de variar un poco más la organización del aula de acuerdo a las condiciones físicas del contexto, o de las actividades que se van a trabajar.

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Promover el uso de las tecnologías con fines meramente formativos. Encontrar programas o plataformas digitales que me lo permitan.

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Realizar seguimientos de los alumnos, para detectar sus niveles de desempeño y claramente utilizar los resultados de dichas evaluaciones para mejorar la práctica educativa.

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Mejorar en cuanto a mi atención hacia las diversidad de necesidades de los alumnos, mejorar la inclusión dentro del aula, porque principalmente durante esta jornada tuve mucho problema para incluir a Julio y a Jimena dentro de algunas actividades. También con Alejandra tuve cierto problema porque era una alumna nueva y me costó que se incluyera dentro de las actividades del grupo.

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Continuar actualizándome. Realizar más lecturas, pero sobre todo tratar de poner en práctica todo lo que ahí se menciona y desde mi punto de vista,


debo de prepararme mucho mรกs teรณricamente antes de ir a realizar mis prรกcticas.


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