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Las organizaciones transforman la educación popular, la moldean, la reconstruyen de manera particular respondiendo a sus contextos. La educación popular cambia las dinámicas de las organizaciones sociales en la medida que éstas descubren que en ella existe algo más que herramientas y técnicas para abordar las situaciones de manera crítica. ¿Qué elementos novedosos y transformadores están surgiendo entre educaciones populares y proyectos? ¿Cómo incide el territorio en nuestra construcción de poder popular? ¿Cómo nuestra construcción de poder popular prefigura nuevos territorios? ¿Por qué los (y nos) convocamos a este Encuentro? Concebimos a los bachilleratos populares como proyectos político-pedagógicos dinámicos, que cobran vida y sentido en un contexto barrial, territorial, comunitario. Ponemos en práctica distintas formas de educación popular de inspiración freireana, pues entendemos que el diálogo, el respeto, la dignidad y la fraternidad en la construcción permiten vivenciar “lo comunitario” y reelaborar activamente las visiones del mundo. Creemos también que es posible erigir, de manera autónoma, espacios públicos comunitarios cuyas relaciones contribuyan a la construcción de poder popular. Nos convocaremos al Encuentro múltiples experiencias pedagógicas y territoriales, porque nuestra apuesta pedagógica y política radica en la posibilidad de ampliar esta experiencia, trascendiendo “lo educativo” hacia todas las esferas de la vida cotidiana. Los (y nos) convocamos al Encuentro porque entendemos que se puede apostar por este camino desde una experiencia de salud, recreación, cultura, trabajo, géneros, deporte, ecología, etc. Divisiones que hacen a un sistema que ya no queremos obedecer. 3
Somos organizaciones sociales y territoriales que construimos Bachilleratos de Educación Popular Comunitaria, a partir de la necesidad real de las comunidades que integramos de gestar nuevas formas de educación. El hecho de apostar a este tipo de proyectos es parte de la construcción de poder popular y de participación real, elementos fundamentales en la prefiguración de la sociedad futura, en el camino por edificar nuevas relaciones sociales, igualitarias, justas, solidarias, libres, anti-patriarcales y anticapitalistas. La Red de Bachilleratos Populares Comunitarios es una instancia de articulación horizontal, que concebimos como producto de un proceso basado en la escucha colectiva y el diálogo, en la confianza construida en común y sobre la base de una práctica militante, que rechaza cualquier imposición de opiniones y proyectos pedagógico-políticos concebidos por fuera de estos espacios de encuentro. Porque creemos que los proyectos y programas no pueden estar acabados y por ende, nunca pueden preceder a los sujetos políticos que los encarnan, sino que son el proceso de su creciente articulación y confluencia. En la Red de Bachilleratos Populares Comunitarios enmarcamos nuestras construcciones dentro de un proyecto más amplio de transformación de la sociedad, que busca cuestionar los mismos cimientos de las instituciones estatales y de la sociedad capitalista. Creemos que para pensar un proyecto político-pedagógico transformador y crítico, desde sus propias bases, que busque subvertir las relaciones de poder hegemónicas en su conjunto, no se puede partir de las reglas que el mismo sistema pretende imponer. Buscamos construir nuestra propuesta pedagógica con una lógica que confronte con -e intente ir más allá- de esas reglas. A lo largo de estos años de lucha por el reconocimiento y la continuidad de los Bachilleratos, se fueron definiendo y re-definiendo diferentes normativas legales para encuadrar estas experiencias. El problema no es en sí mismo entablar un vínculo con el Estado, en tanto exigimos la garantía estatal en el otorgamiento de títulos oficiales de manera innegociable, sino que ese vínculo implique enmarcarnos en una estructura burocrática que no contemple la especificidad de nuestros proyectos, licuando así la vocación emancipatoria que hoy encarnan los Bachilleratos Populares en nuestro país. Como organizaciones sociales y territoriales debemos estar alertas frente a las formas concretas de ese vínculo y sus consecuencias en términos de nuestra autonomía.
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El objetivo de nuestro Bachillerato, es sumarnos a la lucha como una herramienta más por el cambio de nuestra realidad, promoviendo la crítica y la acción colectiva organizada. La historia del Bachillerato Popular América Libre,\ por Germán Carboni (egreasado 2011) A fines de 2008 un grupo de personas interesadas en la educación y sus formas comenzamos a discutir y criticar, con mayor firmeza y compromiso el tipo de modelo educativo que nos plantea este sistema, en donde los roles están bien pautados, en donde existen, por un lado 5
alguien que enseña, el docente, la profesora, “educador”, el que tiene el poder del conocimiento; y por el otro, el educando, la estudiante, “alumno”, quien carece de luz, a quien como si fuera un recipiente, lo van cargando de información, sin tenga la posibilidad de intercambiar saberes, obligándolo a ser parte del “sentido común”. Interesados en dar la pelea por cambiar este método, nos afianzamos en la ideas que plantea la educación popular, en donde se toma en serio a las personas, y se reconoce el real proceso educativo de ellas como un diálogo continuo, respetuoso, de ida y vuelta, donde no hay maestros «y» estudiantes, sino que solamente existen maestras - estudiantes y estudiantes maestros, es decir, un espacio igualitario, en donde el proceso educativo es una relación dialéctica constante. Y habiendo tenido como ejemplo la situación que se estaba dando en varios puntos de nuestra provincia, en donde se comenzaban a gestar desde los centros culturales independientes y las organizaciones sociales, los llamados “Bachilleratos populares”, apostamos a crear el Bachillerato Popular América Libre. Un espacio en donde el compromiso por cambiar esta realidad, concientizando a través de la educación, es una cuestión de principios. Un espacio que intenta aportar a lucha contra este sistema que nos convierte en individuos para dejar de ver al otro. Un espacio que se para en la vereda de los trabajadores, de los desocupados, de las organizaciones sociales, de quienes luchan día a día por cambiar esta realidad, que esta llena de hambre y miseria. Hoy el Bachi América Libre ya lleva cuatro años de vida, de complejas situaciones, de grandes discusiones; pero firme como aquel día que se empezó a acomodar lo que fuera su primera aula en el garaje del América. Hoy ya estamos en el primer piso con 2 aulas, primer y tercer año. En donde en ronda, mateando, escuchando música, riéndonos, aprendemos de a poco de nuestra historia, de nuestra sociedad, y día tras día seguimos aportando a esa idea de que alguna vez las cosas van a cambiar.
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El Bachillerato Popular Escuela Libre de Constitución es un Proyecto Educativo destinado a jóvenes y adultos que ha surgido como respuesta a la necesidad de buscar y generar opciones pedagógicas, que puedan problematizar y abordar concretamente la realidad social de una Argentina contemporánea profundamente atravesada por desigualdades sociales, económicas y culturales de todo tipo. Es decir, partir de las necesidades y las circunstancias de cada persona para generar en diferentes intensidades y formas, mecanismos reales de autonomía y autogestión pedagógica, conforme a las ideas y prácticas concretas de reflexión y convivencia educativa en clave popular. La Escuela tiende así a constituirse en un espacio de libertad y de crecimiento permanente para quienes la integramos. Nos proponemos ampliar el espacio horizontal de participación, organizándonos de forma asamblearia, haciendo transparentes los mecanismos de gestión; por lo que buscamos desburocratizar la toma de decisiones, generando como principio cotidiano un vínculo dialógico entre la enseñanza y el aprendizaje. Respetando al máximo la originalidad peculiar de cada persona con la intención de aportarnos la ayuda requerida para desarrollarnos plena e integralmente. Nos constituímos en un espacio educativo de jóvenes y adultos donde la creación, discusión y construcción dialógica de saberes tienda al desarrollo práctico de una experiencia concreta de educación popular; para poder así, en forma consciente, autónoma y colectiva, hacer uso de las herramientas necesarias para comprender y contextualizar los problemas culturales, sociales, económicos, políticos, naturales, biológicos y profesionales, del pasado y el presente en el que vivimos. 7
Qué buscamos en la Escuela Libre de Constitución? En el Bachillerato Popular Escuela libre de Constitución buscamos promover, como situación de aprendizaje, el trabajo intelectual, artístico y manual, buscando así generar situaciones de experiencias que tiendan a transformarse en acciones colectivamente conscientes de la diversidad del mundo circundante, poniéndonos en situación de conocer el espacio urbano desde perspectivas vinculadas a la complejidad cultural y económica del territorio donde estamos. Que nuestros estudiantes tengan la posibilidad de entrar en contacto con el mundo del trabajo y de relacionarse con los trabajadores en su propio campo de acción, manual o artístico elegido. Y por sobre todo promover la igualdad, el respeto y la no- violencia como uno de los pilares de la convivencia. Defendiendo valores profundos, como lo son la solidaridad y la ayuda mutua frente al avance del consumismo. Al Latir del Bachi... El siguiente texto fue escrito, y leido en la clase de cierre de la materia problemáticas Sociales Contemporaneas, por Hugo Prieto (compañero estudiante del Bachi) Hace 2 años que te conozco, pero tenés 3 de vida. Crecimos juntos con un grupo de gente que tira para adelante sin ningún interés más que ver crecer y fortalecerse este proyecto que nos da tantas alegrías. El primer día desconfié de lo que me contaban, pero solo fue por rechazo al no poder encuadrar lo que me dijeron dentro de la educación. Sonaron desde el primer momento las palabras igualdad y compartir, dos de los pilares más importantes de este gran colectivo. Poco a poco me fui convenciendo de que esto era como me lo habían contado, y en cada clase me fui sintiendo mas cómodo, como si estuviera en una reunión con amigos, aprendiendo todos los días un poco mas, hablando de temas que nunca había tocado en mi vida, compartiendo mis experiencias personales y escuchando las de mis compañeros y compañeras ya sean profesores o estudiantes, siempre siendo escuchado y respetado, acertando, equivocándome pero siempre sintiéndome parte del proyecto. Se fueron despertando cosas en mí que estaban dormidas, como las ganas de estudiar e ir a clases por decisión propia, sin obligación. Compartiendo con mi familia y amigos las cosas que iba aprendiendo. Creando, absorbiendo conocimientos, enseñando, compartiendo, jugando, afianzándome y aferrándome cada día mas a este proyecto que trasciende lo escolar, siempre remándola junto a mis compañeros y compañeras. Compartiendo un espacio hermoso, en un lugar con una particular historia, historia de la cual estoy orgulloso de ser partícipe. Larga vida al Bachillerato Popular América Libre! 8
Al sonar de los latidos Se fueron uniendo corazones En una misma lucha Para transformar la educación Y seguir juntos hasta lograr el cambio. Construimos y escribimos colectivamente El siguiente texto es una construcción colectiva, realizada en la materia Medios Audiovisuales para la Investigación Social. Remamos para ganar como bachi, aprendiendo desde nuestra propia diversidad. iniciamos un proceso en el que nos humanizamos a través de los vínculos en el grupo. y los contenidos académicos acompañan este proceso, pero no son lo que privilegiamos. encontrarnos como personas es lo principal en este camino. Jugando encontramos el camino para crear poder colectivo. Esto es participar con pensamiento crítico, en autonomía con respeto y alegría. Para tener alegría hay que ser feliz con el corazón en un camino de igualdad. Podemos cambiar la realidad social desde nuestra liberación popular, para que podamos transformarnos y que la justicia sea para todas y todos brindándonos y entregándonos con mucho amor a este proyecto colectivo. ¡Larga vida al Bachi popular América Libre! Estamos en el barrio de Constitución, Buenos Aires al sur -casi al borde del Riachuelo-. http://www.youtube.com/user/BachiELC?feature=mhee http://www.facebook.com/pages/Escuela-Libre-de-Constituci%C3%B3nELCt/189415207774617?ref=ts
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La Organización Territorial La Pulpería surge como organización a partir de la experiencia del programa de alfabetización Yo Sí Puedo en el barrio de La Boca, impulsada por la Agrupación Estudiantil PRISMA. Al finalizar el trabajo con dicho programa, se comienza un trabajo territorial alrededor de problemáticas como recreación, apoyo escolar y vivienda. En el año 2008 se empieza a pensar al interior de la Organización Territorial La Pulpería, la necesidad de impulsar un bachillerato popular en el barrio de la Boca. En ese momento, nos dimos, entre otros debates, la necesidad de construir una “pedagogía que permita repensar lo establecido, reconstruir, disfrutar, proyectar. Que permita abrir espacios de discusión, intercambio, de encuentro, que permita a las personas conocerse y vivir un proceso de enseñanza-aprendizaje junto con otros/as y que pueda sentir liberación al hacerlo.” En el año 2010 la Organización Territorial La Pulpería y la Agrupación PRISMA se fusionan, y se abre el Bachillerato Popular La Pulpería como un espacio impulsado por la organización política PRISMA/La Pulpería. En 2011, se abre el Bachillerato Popular Independencia, impulsado por militantes independientes y de la Agrupación PRISMA, que funciona en la Facultad de Psicología de la UBA, en la sede Independencia. Los bachilleratos populares comunitarios surgen como una experiencia de organización política y popular frente a las desigualdades y modalidades de exclusión que existen en la sociedad 10
capitalista. Son generados con el impulso de organizaciones sociales y políticas como una instancia de promoción y creación de estrategias alternativas de construcción social, política y educativa para dar lugar a nuevas formas de lucha, organización y resistencia en el territorio. En este sentido los bachis se apoyan en un proyecto político-pedagógico que se basa en la autonomía política del Estado y en la independencia para la elección de docentes y contenidos, desplegando a la vez una lucha contra el poder burgués encarnado en la gestión de Estado, que no ha pretendido nunca disolver estas desigualdades. Entendiendo la educación como un derecho humano, planteamos un debate que salga de los parámetros que delimitan una lucha por dentro o por fuera del sistema estatal de educación. Esta institución representa un modelo estanco, pretendidamente postulado como a-histórico. No es más que la expresión de procesos des-humanizados y des-humanizantes, lugares en los que las instituciones más dogmáticas se ponen a jugar configurando subjetividades que enaltecen roles estereotipados y fijos, marcando la diferencia como sinónimo de inferioridad e invisibilizando modos de violentamientos no siempre tan simbólicos. Es en este punto donde damos la lucha desde la Educación Popular. En esta dimensión de la lucha, desde el campo educativo y cultural, necesitamos pensarnos, repensarnos y revisarnos constantemente, para no recrear en los espacios de nuestras organizaciones aquellas lógicas contra las que discutimos y peleamos, para reconocer nuestros errores y poder volver sobre nuestros pasos cada vez que sea necesario. La lucha es por esquemas de pensamiento, contra un pensamiento binario, euro-céntrico, patriarcal, individualista que se nos intenta imponer (y se nos impone) y por la mirada sobre el mundo que tenemos, sobre dónde y desde dónde se posa. En estos espacios buscamos construir colectiva y horizontalmente nuevas condiciones de posibilidad que vayan más allá de lo que existe, que rompan con el discurso hegemónico que propone esta realidad como la única posible, y para esto es necesario rever nuestra propia historia a través de reexaminar nuestra memoria colectiva. Y estas tareas requieren de una autonomía respecto al Estado, en tanto es el Estado (en sentido amplio) el principal constructor de consenso hegemónico, quien difunde e impone los esquemas y la cultura contra la que luchamos. Este reconocimiento oficial no debe imponer estructuras jerárquicas de funcionamiento, la necesidad de los docentes de poseer títulos terciarios o secundarios, ni limitar la autonomía en la elección de los docentes. Creemos que todas estas propuestas limitan la independencia política y la autonomía pedagógica de las organizaciones sociales y de los mismos espacios. Es a través de la lucha en las calles, en los barrios, en las conciencias lo que nos permitió llegar al día de hoy y decir que hemos conseguido los reconocimientos oficiales de nuestros Bachis Independencia y La Pulpería, bachis de los que somos parte e impulsamos. Debimos organizar varias marchas y cortes de calles junto con el resto de los Bachilleratos Populares que integran la Red para conseguir que el Estado reconozca que estas experiencias son igualmente habilitantes como las escuelas del sistema estatal. Estos nuevos modelos de espacios de educación (que subsidiariamente permiten la obtención de un título secundario oficial), se convirtieron en una pequeña revolución pedagógica que quiere dejar de ser invisible y empezar a ser nombrada como educación alternativa, gratuita y popular. 11
Porque defendemos nuestros proyectos, y no pretendemos regalarlos ni venderlos, es que no negociamos con el Gobierno estas condiciones de existencia de nuestros proyectos políticopedagógicos. Son las medidas de lucha, en las calles, en los barrios, en los espacios de formación, a través de la organización popular, las que nos permiten avanzar sobre el proyecto hegemónico del Estado capitalista. Y a la vez las acciones de lucha, de planificación de las medidas, son espacios formativos, como organización política, en tanto permiten visualizar directamente al enemigo de clase de los estudiantes y docentes y demás miembros de las organizaciones sociales y además allí es más claro que “profesores y estudiantes somos todos uno. Todos vamos por el mismo reclamo”. Es en esos momentos de lucha en las calles donde vemos integrado todo el proyecto político, y por eso los consideramos parte esencial de la construcción de conocimiento, abriendo lugar a la construcción de una educación para la liberación. Encaramos estos espacios desde la Educación Popular, la tarea de encontrar y juntar las ganas de transformar este mundo. Estudiantes y educadores aprendemos juntos. Buscamos que lxs estudiantes que egresen permanezcan en el espacio, sea en el rol de educadores o en otros que ellxs estén dispuestos a asumir y dar la lucha desde allí. Consideramos esencial el escuchar al compañero, generar el lugar para que todos podamos expresar nuestra voz (que el sistema intenta callar) y tomar nuestras vivencias como parte del proceso y la construcción de este proyecto. En esta tarea que encaran los movimientos y organizaciones sociales y políticas, buscamos a través del diálogo y la acción colectiva repensar nuestras experiencias previas, para aprender como sujetos sociales, económicos e históricos. En este sentido, nos organizamos comunitariamente para dar forma a un espacio educativo de jóvenes y adultos que permitirá finalizar el secundario, revalorizar los distintos saberes y cuestionar nuestras prácticas cotidianas. En este espacio se busca la promoción y creación de estrategias alternativas de construcción social, que permitan discutir otras formas de educación con vecinas y vecinos, además de pensar diversas maneras de organización entre el bachillerato y la comunidad; generando en este movimiento un espacio educativo y político de referencia para el barrio. En este sentido, hemos encarado acciones hacia el barrio como festivales culturales y el impulso a una coordinadora antirrepresiva en el barrio de La Boca a partir de un caso de gatillo fácil en el que fue asesinado un estudiante, Diego Núñez, (y ante los continuos abusos de las fuerzas de “seguridad” -Prefectura, Gendarmería, la Policía Federal, Policía Metropolitana-). También a lo largo de estos años nos hemos relacionado con organizaciones y espacios del barrio, visitándolos y organizando actividades conjuntas. A través de estos espacios y actividades es que pretendemos rebasar el plano educativo de nuestro accionar, para que estos espacios educativos fortalezcan la organización popular desde las bases en sentidos cada vez más amplios. Generar otras prácticas educativas es también generar organización popular, que en un sentido amplio pero profundo aporte a la transformación de las relaciones sociales. 12
Prehistoria o una “experiencia educativa no tradicional” En junio de 2008, se desencadena un conflicto en el seno del bachillerato popular de Villa Fiorito. Una agrupación pretende subordinar a su dirección política la, hasta ese momento, autonomía del bachi. Las discusiones comienzan por sobre quién y cómo se manejan los fondos del bachi, si su asamblea o la agrupación política y se continúan en el planteo del bachi como “pata educativa” de esta agrupación. La agrupación decide expulsar del bachi a un docente por el “delito” de involucrar a lxs 13
estudiantes en estas discusiones, decisión que se impone a fuerza de golpes en la puerta del bachi y ante la asombrada mirada del barrio. En medio de una bizarra nostalgia setentista, la agrupación habla de la posibilidad de “fierros” y “contratar lúmpenes para echarlos de nuestro barrio”. Todxs lxs docentes del bachi no pertenecientes a la agrupación habían pasado a ser enemigos o potenciales enemigos. Ante esta situación compleja y angustiante, lxs docentes “independientes”, luego del fracaso por retrotraer la situación al menos hasta el fin de año, decidimos argumentar nuestro retiro del proyecto en la asamblea del 23 de julio de 2008. Ese día fue muy doloroso, con una sensación muy fuerte de pérdida, sentimos que realmente estábamos construyendo algo con potencia y el aparateo nos agarró en pañales. Por eso, esa misma noche, decidimos fundar otro bachi. O mejor dicho, el bachi nos refundó a nosotrxs. Esta vez, el bachi se aventuraría a no tener padrinos políticos, ¿sería posible? ¿sería sostenible? Historia reciente Gracias a Marianita, una compañera que habíamos conocido en la Asamblea Popular Gastón Riva de Caballito, que trabajaba hacía muchos años como maestra recuperadora en la villa 1-11-14, conocimos a la gente del comedor “Niños Felices”, un comedor sin padrinos políticos que tenía como proyecto hacer/conseguir un bachillerato para adultos. El entendimiento fue rápido. A ex fioritos, se sumaron cumpas de diversos andares: antiguos militantes del bajo flores, integrantes del centro cultural “La Sala”, cumpas que conocimos en asambleas populares, siempre con una voluntad autonomista y asamblearia. En las tardes del 2009 arranca el Bachillerato Popular del Bajo Flores, en la manzana 9 casa 80 comedor “Niños Felices”, en un aula que compartimos con un jardín de infantes matutino. Los anotados superan los 80 y no sabemos de qué disfrazarnos pues el aulita a duras penas podía albergar a 30 personas. Fue el primer conflicto de muchos que tuvimos que sortear. Desde un principio, nos planteamos la autogestión primero por necesidad y paulatinamente por convicción, participando en fiestas con venta de comidas (Contrafestejos en la Casona de Humahuaca), haciendo bingos, ferias americanas, fiestas, etc. En agosto de 2010 decidimos retirarnos de la Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha, entendiendo que sus negociaciones con el Estado comprometían la integridad de nuestro proyecto, al tiempo que apostamos por la construcción de otro espacio de articulación, más amplio y fraterno, como la Red de Bachilleratos Populares y Comunitarios.
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En 2011 terminaron tercer año lxs primerxs cumpas, con gran alegría y con ganas de que sigan de alguna manera ligadxs al proyecto. Hoy el bachi funciona en una casa que alquilamos a pocos metros del comedor, tiene 3 aulas y planeamos mejorar y construir más espacios, aunque las cuentas mucho no nos cierren aún. Sentimos que aprendemos cada día más que el anterior, encarando problemáticas complejas que nos desafían como grupo y nos hacen pregunta a cada vuelta de pasillo, a las que intentamos responder con creatividad y militancia, pasión y esperanza. Datos: Estudiantes ingresantes promedio: 40 – Pasan a segundo/egresan: 17 – Países de origen de quienes partipan/participaron: argentina, brasil, chile, perú, bolivia, paraguay, colombia, méxico, usa. – Dociantes actuales: 25 – Total dociantes que participan/ participaron en algún momento: 70 – estudiantes agosto 2012: 60 – Algunos proyectos hijos: Locro (rock), cooperativa de producción de rompecabezas, círculo de mujeres. – Proyecto de investigación de la historia de la villa 1-11-14Contacto: bajofloresnosecalla@gmail.com
Con Cara y Lleca en la placita Chapatín
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Locro, banda integrada por estudiantes y docentes
Bachi en marcha 16
El bachi en Encuentro de la Red de Bachilleratos
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La educación popular es uno de los ejes centrales de la construcción cotidiana de poder popular que realiza el MPLD tanto en los barrios, villas y asentamientos, como en los restantes territorios de lucha donde tiene presencia desde hace años. No la concebimos como una “técnica”, sino como una manera de comprender el mundo y de transformarlo, a la vez que nos transformamos a nosotros/as mismos/as. En cierto sentido, buscamos pedagogizar la praxis política y a la vez politizar la praxis pedagógica. La coherencia entre lo que pensamos y lo que hacemos, el vínculo orgánico entre reflexión crítica y acción militante, la construcción colectiva de conocimiento, la escucha permanente y la dialoguicidad de saberes y experiencias varias, son pilares fundamentales de nuestra praxis revolucionaria, que busca fomentar la participación popular y edificar ya desde ahora nuevas relaciones sociales en los diversos territorios en los que militamos contra toda forma de opresión y por la creación de un mundo radicalmente distinto, en el que quepan todos nuestros sueños y anhelos rebeldes. En el plano territorial concebimos a los bachilleratos populares como parte de un entramado más amplio que apunta a recomponer el tejido comunitario desmembrado en las últimas décadas en los barrios. Los bachis del MPLD están ubicados territorialmente en barrios donde el proyecto pedagógico-político no se restringe a lo estrictamente “educativo”, sino que intenta articularse con otros que remiten a la comunicación popular, al trabajo 18
cooperativo, a comedores y jardines comunitarios, a actividades artístico-culturales y talleres de géneros, e incluso a un club de futbol. Apostamos a la construcción de embriones de poder popular que puedan ir prefigurando en el hoy la sociedad del mañana por la que luchamos. Por eso nuestros bachilleratos no contemplan estructuras jerárquicas ni prácticas autoritarias: no tenemos director/a, secretarios/as, ni preceptores/as, funcionamos a partir de parejas pedagógicas, y tanto los contenidos como las dinámicas cotidianas dentro y fuera de las aulas son elaboradas y consensuadas de manera colectiva, con el protagonismo no solo de las educadoras y educadores populares, sino también de los propios estudiantes. Una de las instancias más importantes en este sentido son las asambleas, que constituyen un espacio de enseñanzaaprendizaje integral, así como de elaboración y socialización de conocimientos y propuestas. Cada proyecto se va moldeando y redefiniendo en función del territorio específico en el que se enmarca el bachi, y a su vez el bachi (en estrecha vinculación con todos los restantes espacios prefigurativos que impulsa el Movimiento) va contribuyendo a la construcción una nueva territorialidad, ligada a la transformación de la vida cotidiana. La apuesta comunitaria de los bachilleratos populares, lejos de vulnerar la educación pública, intenta pensarla y construirla más allá de lo estrictamente estatal, con una vocación crítica y emancipatoria. Creemos que ya no estamos en un contexto como el de los años noventa, donde en pleno neoliberalismo lo que predominaba era una dinámica “defensista” frente al intento de privatización general de la educación. Luego de la rebelión popular de diciembre de 2001, los movimientos sociales hemos asumido el desafío de construir nuestros propios espacios de autoformación, basados en la educación popular y comunitaria. Presentamos aquí el Bachillerato Popular La Dignidad, el Bachillerato Popular Barracas al Sur, y el Bachillerato Villa Crespo.
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El Bachillerato Popular “La Dignidad” de Villa Soldati se crea por iniciativa del Movimiento Popular “La Dignidad” a principios del año 2007. A partir del trabajo territorial en el barrio, y de la apertura de espacios de discusión y participación barrial, se evidencia, manifestado por los propios vecinos/as, la necesidad de un bachillerato que integre e incluya a todos los y las jóvenes mayores de 18 años, como así también a los trabajadores y trabajadoras adultos, que por sus diferentes experiencias de vida no han podido finalizar sus estudios secundarios. El Bachillerato empezó como empiezan casi todos los proyectos, de a poco y con poco, dentro de un espacio que fuimos mejorando y haciendo propio. Después de un proceso de tres años, en el 2009 tuvimos nuestrxs primerxs egresados/as. Y así, con orgullo y amor, lo festejamos. Ya podemos decir que contamos con 3 camadas de egresados/as!!!! Intentamos llevar adelante un proyecto de educación popular, comunitario, participativo y liberador. Para esto, una vez por mes se realiza la Asamblea General del Bachillerato, de la que participan profesores/as, estudiantes y vecinos/as que formen parte del espacio educativo conjunto. En ella se decide todo lo que hace al funcionamiento y a la construcción del espacio: desde cuestiones pedagógicas, hasta cuestiones de infraestructura y financiamiento. El espacio asambleario como órgano de decisión colectiva tiene por objetivo afianzar prácticas de la verdadera democracia, del diálogo, del decir nuestra voz 20
y escuchar la del otro/a, de la participación, de la reflexión colectiva, de la construcción del consenso. Las decisiones en relación a qué hacemos y cómo lo hacemos dentro de ese espacio no son impuestas por un “otro” sino que son construidas entre todos y todas. Esta práctica busca exceder al bachillerato para aportar a una construcción democrática del barrio mismo, de la comunidad de la que somos parte, para aportar al proceso de organización y de construcción de poder popular en el territorio que habitamos. La participación de la comunidad en el proceso de construcción de los bachilleratos es indispensable, porque es la propia comunidad quien decidirá qué educación quiere y desde allí, qué mundo es mejor para practicarla. La educación popular es un proceso que busca estimular al estudiante a preguntar, a criticar, a crear; que se propone la construcción de pensamiento crítico, que pueda contribuir a una vida libre y autónoma, articulando el saber del estudiante como punto de partida con el saber académico. El bachillerato funciona en un espacio alquilado del Movimiento, donde también funcionan el Jardín Maternal Comunitario “El Globo Rojo”, el Comedor Comunitario y Cabildo “Nueva Esperanza” y la Cooperativa de Trabajo “26 de julio”. No contamos con subsidios de ningún tipo. El espacio se sostiene gracias al aporte permanente de todos los/ las que participamos y de las rifas, ferias del plato y diversos encuentros, peñas y fiestas que realizamos con el fin de pagar el alquiler y los gastos. Decimos entonces que somos un espacio autogestionado por quienes lo construimos, sostenemos y modificamos cotidianamente. El Bachillerato es totalmente gratuito y dura tres años. Los títulos son oficiales. La cursada es de Lunes a Viernes en horario nocturno, de 18 a 21,45 Hs. El Bachillerato Popular para estudiantes de 3er año:
* “…Cuando empecé en el “Bachi” me llamo la atención que, a diferencia de otras escuelas, nos propusieron sentarnos en ronda de forma que todos/as nos podamos ver la cara cuando hablamos. Hacíamos Asambleas para debatir todos los temas, de qué manera hacer las cosas. 21
A diferencia de otras escuelas, en todas las materias podemos compartir nuestro punto de vista y conversarlo con los compañeros y los profes, participando activamente. El Bachi forma parte de un proyecto más amplio que es el Movimiento Popular “La Dignidad”. A veces, desde el Movimiento se hacen marchas (a las que estamos invitados/as) para reclamar o exigir cosas que consideramos justas para todxs nosotrxs, y cuando es así, tenemos la libertad de participar o no. (…)” * El “Bachi” es un lugar donde muchos llegamos para terminar nuestros estudios secundarios, postergados por diferentes circunstancias de nuestras vidas. Algunos/as de nosotros/as llegamos solo con el objetivo de obtener el título de bachiller para conseguir un empleo, y mejorar nuestra situación laboral, económica. Pero luego, día a día, cursando, conociendo a los profes y a los compañeros, nos vamos dando cuenta que es más que un espacio donde llegamos, presenciamos la clase y nos vamos. En el bachi podemos encontrarnos con personas con los mismos problemas de vida y necesidades. Personas con las que nos sentimos identificadas, algunas con las que parece que nos conocemos desde siempre y nos divertimos y reímos hasta que nos duele la panza. Pero también en el bachi hay algo importante y fundamental: allí aprendemos a tratar de reflexionar, a ver la realidad de las cosas que nos ocurren en la vida cotidiana, en la sociedad y hasta en el mundo. Ahí es cuando nos damos cuenta que estamos aprendiendo, y que podemos y debemos expresar nuestras ideas, reflexiones y críticas. De eso se trata. De un espacio donde podemos expresarnos libremente, ser escuchados, comprendidos, 22
“contenidos”; esa es la clave del bachi. Para contactarnos: En Facebook: Bachilleratos Populares MP La Dignidad Correo electrónico: elbachicuenta@gmail.com O buscamos todos los días en Mariano Acosta 3650, Barrio de Villa Soldati, Capital Federal.
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La historia de nuestro Bachi entra en la historia reciente de la Argentina, Buenos Aires, Barracas; y en la historia del Movimiento Popular La Dignidad, en aquel entonces Movimiento Teresa Rodríguez (MTR) La Dignidad, organización que dio cabida a que surja esta experiencia. Como todo lo que no se plasma en algo ya dado, como todo lo que propone transformaciones, es parte de un proceso nuevo, que fue cambiando hasta llegar a donde estamos hoy, para no quedarse quieto. La ausencia del Estado (en lo relativo a garantizar las condiciones de vida de los sectores populares, no así para perpetuar los intereses de las clases dominantes) que arrastramos desde la última dictadura militar (por no remontarnos más lejos aun, ya que podríamos empezar desde la conquista española, y antes también), a su colapso en diciembre del 2001, dejó en clara evidencia al pueblo pobre y a la deriva. Las organizaciones piqueteras lucharon por garantizar los derechos básicos en los barrios más desplazados, apoyando la organización de comedores, de espacios educativos, de salud, cooperativas, etc. En el 2007, cuando la crisis había pasado su peor momento, ya existían algunos bachilleratos populares en fábricas recuperadas y el MTR La Dignidad decide emprender ese camino. La educación pública estaba y sigue estando en crisis, y muchos eran y siguen siendo expulsados del sistema. Además, fuertes críticas en relación a la forma de enseñanza y los objetivos políticos de la escuela se ponen en juego a la hora de crear nuevos espacios educativos desde el campo popular, porque “Nos convencemos cada vez más de que en nuestra inexperiencia democrática se hallan las raíces de nuestro apego a la palabra hueca, al verbo, al énfasis en los discursos, a la elegancia de la frase. Toda esta manifestación oratoria, casi siempre sin profundidad, revela, ante todo, una actitud mental; revela ausencia de permeabilidad característica de la conciencia crítica. Y es precisamente la critica la nota fundamental de la mentalidad democrática.”� 24
El 2008 fue el primer año del Bachi, eran pocos profes en Barracas, uno de ellos aún sigue, el resto nos fuimos sumando en el transcurso de los años, siempre con lo complejo de todo colectivo humano; los tiempos son diversos y a veces las motivaciones e intenciones también. Por ello creemos que el proceso de llevar adelante el proyecto es tanto para profes como para estudiantes, creemos que todos atravesamos esta instancia de aprendizaje que es la educación popular, y esa es la mejor parte. La primera camada de egresados empezó sin tener título oficial, que se ganaría en la calle en el año 2008, generando una mayor identificación y compromiso con el espacio y el proyecto. Como a su vez pelear por la oficialización de títulos de otros bachilleratos populares, nos unía en un propósito, en entusiasmo, en la lucha porque las cosas cambien. En el 2010 se empezó a desmoronar parte del techo del bachi y tuvimos un proceso importante de organización para reclamar al Gobierno de la Ciudad por el arreglo del Espacio ¡Y ganamos!
Acampe en la puerta del ministerio de educación por la caída del techo del bachi en el 2010, junto con los jardines comunitarios del MPLD 25
Si bien nuestra relación con el Estado es conflictiva, no renunciamos a la idea de que este debe garantizar el derecho a la educación. Por eso en el 2010 acompañamos el estudiantazo y este año -2012- los conflictos docentes en la ciudad. Pero en lo que respecta a nuestras experiencias, decidimos no negociar sueldos con el estado, porque consideramos que puede desgranar el proyecto, que van a aparecerse a censurar nuestras prácticas, nuestros contenidos, nuestros modos de innovar en educación, de innovar en nuevos vínculos entre sujetos histórico-políticos. Y ante la duda, nos abrimos de la Coordinadora de Bachilleratos Populares (que iba y va en esa línea), para generar otro espacio que nuclee a los bachilleratos que aún creemos en la Autogestión como modo de encarar este proyecto político pedagógico, la Red de Bachilleratos Populares Comunitarios. Cabe aclarar que no sólo los salarios nos distanciaron de la coordinadora, también la intención por parte de muchos grupos de homogeneizar proyectos político-pedagógicos diversos fue determinante a la hora de decidir la ruptura. Una de las patas que consideramos fundamentales de la educación popular es la territorialidad, sin embargo no teníamos mucho laburo en el barrio, así que el año pasado pensamos una materia nueva con tal fin: «Organización popular». Si bien costó, y cuesta todavía que su funcionamiento sea estable, el objetivo es conocer todas las organizaciones populares, cooperativas y experiencias otras de trabajo y organización, preferentemente de la zona, con el fin de poder hacer proyectos en conjunto... A veces las ideas y expectativas son más copadas que lo que resulta la práctica, dado que se necesitan personas que motoricen y lleven adelante las ideas (tanto profes como estudiantes!), y eso a veces fallaba y falla. Esta materia nucleaba a los 3 años en una misma clase, pero a pesar de empezar a trascender las barreras áulicas, nos dimos cuenta que seguíamos manteniendo muchos dejos de la escuela tradicional que queríamos superar. Compartiendo con otros bachis del Movimiento Popular La Dignidad nos dimos cuenta, por ejemplo, que podíamos dejar de poner notas numéricas, y empezamos a cuestionarnos juntos con las y los estudiantes qué implica calificarnos numéricamente. Cada vez es más clara la importancia de reunirse, de intercambiar ideas, experiencias. Planteamos la necesidad de tener más talleres y este año convocamos al centro cultural La Gomera para que coordinen uno sobre producción editorial. También Ingles y las distintas modalidades de Comunicación pasaron a ser talleres, donde lxs estudiantes eligieron a principio de año en cuáles querían participar, más allá de los años de cursada. Creemos que puede ser un buen camino, donde prevalece la elección de cada uno y una, creyéndola fundamental para derrocar la cultura de delegación que todos y todas arrastramos de nuestra inercia social, que también es “educativa”. La primera parte de este año nos encontró con mucho desgano, desencuentros, planes fallidos, desorganización; pero frente a eso volvimos a discutir en distintas jornadas sobre nuestro proyecto, sobre nuestras prácticas, y nuestras expectativas con el bachi; y nos encontramos con muchas ganas de seguir cambiando, nos encontramos con la necesidad de cambio. Ante los problemas, el cambio parece ser siempre la mejor opción para no quedarse varados, protestando porque las cosas no salen “bien”. Por eso estamos empezando a pensar dejar la estructura por años para pasar a tener una propuesta curricular de talleres y materias que los estudiantes puedan elegir con mayor libertad, para que puedan manejar mejor sus tiempos y ganas de aprender. A su vez surgió la idea de “autogestionarnos las clases”, 26
nos pusimos a pensar que si nos interesa tener tal o cual materia o taller, y no la tenemos porque “no hay profes” podemos juntarnos un par, laburar con materiales sobre el tema que hayamos elegido, y armar las clases en base a eso, incluso compartir materiales en la clase misma. La organización del espacio es asamblearia, una vez por mes nos reunimos todos y todas a discutir sobre cosas que hayan pasado, sobre nuevas propuestas, sobre cosas que nos atraviesan. No siempre son bienvenidas las asambleas, como a veces son aclamadas, depende del momento que se atraviese, si hay o no cosas para charlar, si se vuelven viciosas o son realmente propositivas. La intervención en las asambleas es gradual, con la fortaleza de que cada vez son más participativas. Aun así debemos pensar en trascender el debate de lo urgente, y lograr adentrarnos en debates más profundos que nos afectan como sociedad. Compartimos el lugar con un jardín comunitario –que funciona de 9am a 16hs- y una radio comunitaria –FM La Caterva-, ambos también espacios de construcción dentro del MPLD. Para organizarnos hacemos cada 15 días una reunión donde participamos los 3 proyectos; en esas reuniones planificamos actividades conjuntas, el cuidado del espacio y cosas que vayan surgiendo. Nuestra forma de autogestión también fue cambiando a lo largo de estos 6 años, desde la venta de pollos, hasta productivos que se vendían en el barrio, ferias de ropa, bingo, quermeses para los chicos, rifas, y las ahora cambiadas de nombre fiestas populares, en un comienzo con el nombre de “peñas”, después “varietes”, y este año en una asamblea (órgano de decisión fundamental del bachillerato) se propuso que el nombre no generaba identificación alguna con el barrio, y cambiamos a “fiesta popular”. Las organizamos colectivamente, proponiéndonos entre nosotrxs cosas para hacer; se hacen una vez por mes –los segundos sábados-, y siempre hay artistas invitados, desde grupos de música, teatro, poesía, baile, etc., que vienen a deleitarnos con sus artes; cocinamos, vendemos bebidas, bailamos, organizamos el espacio, limpiamos, etc. Lo recaudado de estas actividades solemos repartirlo entre los 3 espacios (la radio se sumó este año, digamos que “nació” este año). El momento de autogestión e intercambio de trabajo y alegría sostiene gran parte del proyecto, no sólo la necesidad de la moneda, sino que nos encuentra a todas y todos laburando en conjunto, nos encuentra compartiendo el esfuerzo en la sonrisa. Creemos que año tras año es distinto, que el cambio es inevitable, que el colectivo se modifica con la incorporación de nuevos compañerxs, y sin lograr aún como nos gustaría que quienes egresan sigan formando parte del proyecto, pero quizás si probamos desarticular los años, pensando un proyecto superador, que nuclee materias sin atomizar contenidos, sin excluir ni desoír las voluntades, quizás nos encontremos en una nueva etapa del bachi, y por qué no, de la educación popular, entendiendo los “saberes” no como cosas, sino como un entramado de relaciones, construidos en colectivo, como la base de la resistencia y prefiguración de la sociedad con la que soñamos. Página del bachi: http://barracaspopular.wikispaces.com/ Tel: 4302-1203 27
Crónica colectiva de nuestra historia, proyecto y experiencia cotidiana. El Bachillerato Popular de Villa Crespo El bachillerato popular Villa Crespo nace a principios de 2009, y da sus primeros pasos en un local del Movimiento Popular La Dignidad que quedaba en Olaya y Luis Viale. Allí transcurre nuestro primer año de vida, con más de una decena de estudiantes. Pero, al año siguiente, de un curso pasamos a tener dos, y los estudiantes se multiplicaron. Así, el espacio nos empezaba a quedar chico, sobre todo porque ya anticipábamos que al año siguiente abriríamos un curso de tercero. Ante la necesidad de encontrar un nuevo espacio más amplio que nos diera cobijo, surgió la posibilidad de mudarnos a la sede del Club Atlanta, en Humboldt 374, donde nos cedían un espacio más grande, que estaba en desuso, y que podíamos llenar de proyectos que articularan nuestra práctica educativa con el espacio social del club y el territorio del barrio. De modo que, a mediados de 2010, nos mudamos a este nuevo espacio, donde funcionamos desde hace ya dos años. Este cambio de lugar nos permitió liberarnos del pago del alquiler, que nos consumía mucho tiempo y esfuerzo. Actualmente podemos dedicar ese tiempo y los recursos que nos autogestionamos en otros proyectos, como arreglar el lugar donde estamos funcionando. Actualmente, en nuestro bachillerato popular somos 90 compañeros y compañeras, contando a estudiantes y docentes. Del total, 66 son estudiantes, y a fin de este año tendremos nuestra segunda camada de egresadxs. 28
Nuestra Propuesta Educativa En el bachillerato popular “Villa Crespo” apostamos a construir una educación popular y comunitaria, basada en la idea de que todos y todas tenemos saberes y conocimientos relevantes que provienen de la experiencia de vida de cada unx. En ese sentido, estamos convencidos de que todos y todas tenemos muchas cosas para enseñar y muchas cosas para aprender. Y, por eso, rompemos con el paradigma de la educación “bancaria” y tradicional que propone al docente como único sujeto de saber y al estudiante como un objeto vacío al que hay que llenar de conocimiento. Por el contrario, nosotros consideremos que si bien los docentes –quienes trabajan en parejas pedagógicas para cada materia- tienen un rol coordinador y facilitador en las clases, el conocimiento se construye de forma dialógica, colectiva y con el aporte de todos y todas quienes conformamos la comunidad educativa. Por la misma razón, no creemos en las evaluaciones numéricas y estandarizadas, sino que entendemos la evaluación como un proceso cualitativo –que incorpora la autoevaluación como un componente esencial- y que no busca generar comparaciones ni sanciones, sino una instancia de balance personal sobre lo aprendido, que sirve para repensar objetivos futuros, sistematizar saberes, reconocer problemas y buscar soluciones de cara al futuro. También afirmamos que la educación no debe servir para normalizar y disciplinar, sino para emanciparnos desde el pensamiento crítico y como sujetos políticos activos que, mediante la organización colectiva, tenemos la capacidad de transformar las diversas situaciones sociales que nos oprimen. Entonces, intentamos que los contenidos de las materias aporten a esa construcción liberadora, mediante una búsqueda grupal que promueve la reflexión autónoma, la desnaturalización del sentido común y la interrogación permanente a los discursos dominantes que se nos presentan como incuestionables.
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Asimismo, consideramos que el aprendizaje no puede disociarse de la solidaridad, la organización y la participación. Por eso, apostamos a la creación de lazos afectivos y comunitarios entre los integrantes del bachillerato popular, donde cada persona importa, donde los problemas y logros de uno, son también los de todos y todas. Por eso nos organizamos en asambleas para tomar nuestras decisiones, de manera horizontal y autogestiva. Lejos de ser una experiencia idílica, está repleta de contradicciones. Pero no les tenemos miedo, y con ellas caminamos, ensayando nuevas formas de resolverlas colectivamente, en un proceso que permanece siempre abierto, dinámico y creativo… Por último, nos interesa decir que creemos en la defensa de la educación pública y gratuita, a la que consideramos una conquista de luchas históricas en el marco de la sociedad argentina. Eso no nos impide reconocer los graves problemas que atraviesa el sistema educativo, y plantear una reflexión profunda y una praxis transformadora. Algunos de nuestros proyectos • Festivales para recaudar fondos • Programa de Radio “Vamos por Todo”, en radio FM La Caterva. Viernes 23 hs.
¿Querés comunicarte con nosotrxs? Página del bachi: www.bachicrespo.com.ar/ Facebook de la radio: http://www.facebook.com/vamospor.todo.902 Twitter de la radio: @vamosportodo_ Mail de la radio: vamosportodoradio@hotmail.com 30
…la ETICA es una ESCUELA. Uno de los ejes de nuestra lucha como Movimiento Giros es la de «disputar sentido», no arrebatar sentido ni tampoco crear neologismos aislados, sino disputar sentido, inmiscuirnos en lo que está dado, lo que está dicho a veces de manera petrificada, lo que está naturalizado y reinventarlo, generar alternativas, nuevas formas de construcción. Cuando creamos la Escuela, los primeros que entendieron que la ETICA no era solamente un modo de resistencia pacífica, sino que también era la inauguración y la prueba de fuego de que otro modo de construir educación era posible, fueron «los estudiantes», a quienes siempre les gusta decir que tienen un compromiso histórico y una responsabilidad dulce… La escuela, toda escuela, tiene una función histórica innegable: el desarrollo y la producción de saberes. Obviamente nuestra escuela no es la excepción, pero en el mismo sentido en el que asumimos se presenta como una alternativa política, una otra forma de educación. Nosotros reconocemos en el saber el poder, reconocemos que el saber tiene un valor instrumental, un valor de poder hacer. Esto no significa un mero pragmatismo, es más bien una apuesta al valor transformador del saber. En ese sentido nosotros politizamos saberes, ponemos el cuerpo en juego para reconocer qué saberes logran que los territorios sean más fértiles…que los sujetos sean más potentes, qué saberes nos permiten transformar nuestra realidad.
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La escuela territorial insurgente no existe en el vacío, sino que nace fundamentalmente como parte de una disputa territorial, como respuesta al saqueo total que sufre ese territorio. No solo un saqueo de sus bienes comunes, como la tierra, sino un saqueo de la diversidad humana, de los sujetos a quienes se intenta desarraigar de su territorio mediante la profundización de los desalojos para cumplir con los intereses del poder privado, que pretende controlar esas tierras, ya que son una zona estratégica para mega emprendimientos. En este marco, el corrimiento del estado municipal y el accionar de los privados hizo que se pauperizara el territorio aún más, que las condiciones de quienes viven en las zonas más anegadas del barrio Nuevo Alberdi, y que quieren terminar o emprender el secundario, tengan dificultades para hacerlo. Ante esa situación, la comunidad responde al desarraigo, con un proyecto que rescata la identidad y la capacidad de gestionar el conocimiento y la educación en los territorios.
Crear una Escuela fue el desafío que cada uno asumió al comenzar el año 2011. Crear una Escuela donde nadie la esperaba, donde nunca antes había estado y justito allí donde la merecíamos. 32
La necesidad de que exista un espacio educativo formal en Nuevo Alberdi ya estaba anunciada en los datos arrojados por el censo desarrollado en el 2008. Como suele suceder con Nuevo Alberdi, los sectores políticos no han planificado una propuesta para dicha necesidad. Es por eso que la Escuela de Territorio Insurgente aparece como necesidad y como posibilidad territorial. Pero no podía ser sólo un Bachillerato o un Bachillerato más. La ETICA tiene que estar soportada en la tensión existente entre las características del territorio y ese horizonte destino que nosotros llamamos Ciudad Futura. Hay una exigencia de coherencia política al respecto. Es por eso que se elige como antecedente de la experiencia, a los Bachilleratos Populares, donde Popular no es un adjetivo sino una forma de organización, una definición técnica-pedagógica y una apuesta política. La experiencia de los bachilleratos populares surge con fuerza luego del 2001, sobre todo en capital federal y provincia de Buenos Aires, cuando los movimientos sociales territoriales y las fábricas recuperadas deciden comenzar autónomamente a garantizar el derecho a la educación de las comunidades en las que se desarrollan. La Escuela de Territorio Insurgente Camino Andado -E.T.I.C.A.-, es una experiencia pedagógico-
política que encuentra entonces inspiraciones en experiencias previas desarrolladas en el marco de la Educación Popular y que recoge algunas de sus premisas axiomáticas, pero que adquiere un valor diferencial y de singularidad, por las coordenadas territoriales en las cuales tendrá lugar. 33
Dichas premisas axiomáticas tienen que ver con: • la Gestión Asamblearia, como órgano de decisión colectiva: Se realiza una asamblea mensual que nuclea a estudiantes, profesores y comunidad en las cuales se definen dos ejes temáticos: el impacto territorial de la escuela y la gestión interna. La asamblea es el signo de autonomía y autodeterminación, ya que es a partir de ese encuentro en el cual se definen los destinos del proyecto educativo con oportunidad de participación plena de los actores que lo componen. • la Metodología de Trabajo, y la Destitución del “Lugar del Saber”: En la mecánica educativa tradicional “los contenidos” o “las informaciones” son el sinónimo del saber, por lo tanto quien más contenidos maneja es quien más sabe. En nuestro caso hemos tomado como definición que si bien los contenidos son un aspecto integral del aprendizaje, lo que define el acto pedagógico es el modo de relación y de interacción de los contenidos con la realidad, o sea el método que nos permite interactuar, ordenar, significar y producir. Dicho de otra manera: para nosotros el aprendizaje no es la incorporación de un contenido específico o significativo dentro de las estructuras cognitivas o de comportamientos, es un acto de encuentro en el cual se construyen, crean y desarrollan modos de vida que permiten visibilizar y enunciar los mecanismos y las formas que intervienen en los modos de producir, procesar y crear conocimientos, producir, procesar y transformar realidades.
El educador, es uno de los términos componentes de la relación compleja entre el educando, la realidad y el modo de conocer/transformar, es por ello que en tanto integrante de dicha relación compleja, es un integrante necesario pero polifuncional, cuyo conocimiento radica en su capacidad de identificar qué lugar y qué acción es posible realizar para facilitar el acto pedagógico. Por lo tanto definimos que el lugar de los educadores es un lugar dinámico y de audacia no asociado directamente al saber, desde el cual a veces compartirá información, otras veces planificará didácticas, otras veces se quedará callado y aprenderá, según la situación lo amerite. •
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Organización de los equipos pedagógicos (pareja pedagógica): El plantel docente cuenta con profesionales, estudiantes universitarios y técnicos que llevan adelante los diferentes espacios curriculares bajo la modalidad de “parejas pedagógicas” cuya finalidad es que los criterios teóricos pedagógicos no queden sujetos a las disposiciones de un docente, sino que se lleven adelante de manera colectiva, como el resto de las instancias que hacen a la institución; de esta manera también se transforma en un proceso de aprendizaje intradocentes, ya que es un espacio de intercambio, debate y reformulación constante.
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Curriculum Crítico / transversalidad epistemológica: Los contenidos curriculares parten de las lecturas de las propias prácticas, adaptando los planes de estudios existentes mediante un proceso continúo de formación en la línea de acción – reflexión – investigación – acción. La metodología de trabajo parte de la incorporación de contenidos teniendo en cuenta los saberes existentes, el contexto social y la forma en los cuales el proceso de aprendizaje integra el trazo singular en la trama colectiva.
Hemos propuesto para nuestra escuela lo que denominamos «terminalidades», que representan módulos conceptuales, contenidos prácticos que permiten al colectivo nutrirse de conocimientos que le permitan transformar el territorio, que le permitan leer situaciones diversas, que permitan desarrollar saberes que le permitan a un territorio con las características de Nuevo Alberdi Oeste enriquecerse, potenciar sus recursos y continuar materializando la Ciudad Futura.
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1-Producción Rururbana: Se promocionan modos de producción saludables, eficaces y se valorizan los saberes tradicionales, en consonancia con los aportes de una visión agroecológica.
2- Comunicación estratégica: Comprender los procesos comunicacionales como procesos complejos, al valor estratégico que adquieren los modos comunicacionales para el desarrollo de los objetivos de un colectivo social, y al desarrollo de conocimiento técnico respecto de los soportes en los que se presenta la información.
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3- Salud Comunitaria: Mecanismos de protecci贸n, cuidado y desarrollo de la salud, entendiendo por tal a un proceso din谩mico 铆ntimamente asociado a los modos de vivir y a la relaci贸n que las personas y los colectivos mantienen con sus condiciones territoriales de existencia.
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Red de Bachilleratos Populares Comunitarios Horizontes y perspectivas Si bien hoy nos nucleamos en la Red de Bachilleratos Populares Comunitarios, creemos que es prioritario avanzar hacia una articulación más amplia y transversal, para configurar un espacio de articulación, discusión y encuentro que involucre a otras experiencias similares de educación popular y de construcción de poder popular que existen en Argentina, e incluso en el resto de América Latina. Durante las últimas décadas, a la corriente de resistencia a las reformas neoliberales y de lucha por reinventar y democratizar la educación pública desde una pedagogía crítica, se sumaron diversas iniciativas que bajo denominaciones como “bachilleratos populares” o “escuelas públicas populares”, buscan insertarse en el sistema estatal e introducir reformas desde abajo, inspiradas en la educación popular freireana. A este escenario en lo educativo, se agregan los Bachilleratos Populares de la Red, que desde el espacio público-no estatal apuntan a autogestionar y potenciar la educación popular comunitaria, articulando con organizaciones territoriales que apuesten a la construcción de un poder popular de base y horizontal. Desde la Red, pensamos que todas estas experiencias y proyectos de transformación, pese a tener prácticas y objetivos que las diferencian, también poseen numerosos puntos en común (sin ir más lejos, personas en común) y que podrían, puestos a dialogar, generar algún tipo de articulación o estrategia que nos potencie. No es cierto que nuestros proyectos de educación popular se encuentren enfrentados o sean ajenos a las resistencias contra la privatización de la educación pública; menos aún de las agrupaciones docentes y estudiantiles que buscan democratizar los ámbitos educativos. Consideramos entonces que es fundamental tender puentes con organizaciones, colectivos, movimientos, federaciones, centros de estudiantes y gremios que pelean desde abajo por una transformación radical de la educación públicoestatal, aunque reconociendo la especificidad de cada trinchera de lucha. No obstante, consideramos que nuestro horizonte de articulaciones no puede limitarse al ámbito educativo, y vemos la necesidad de construir puentes con la multiplicidad de experiencias que desde una perspectiva comunitaria promueven la prefiguración de nuevos territorios. En tal sentido, la necesidad de una instancia que nos aglutine más allá de nuestros respectivos territorios y dinámicas de lucha está aún presente, ligándonos a un proyecto más amplio de cambio social que vincule a estas luchas con las restantes que se libran, por ejemplo, en el plano de la salud, la vivienda, el trabajo, la violencia de género o la defensa de los bienes comunes, de manera tal que se combinen las resistencias anticapitalistas con las anti-patriarcales, las anti-imperialistas y la anticoloniales. El desafío es cómo juntar fuerzas 38
para ello y confluir en un espacio más abarcativo, sin homogeneizar los proyectos ni caer en su institucionalización. Mantener la autonomía frente al Estado, ejercitar una política de la osadía y de la movilización permanente, y evitar que predominen lógicas corporativas o sectoriales al momento de actuar unitariamente, son características de los bachilleratos populares comunitarios. Concebimos a nuestros bachilleratos populares como espacios abiertos, en permanente transformación y redefinición, y esa misma característica asume el espacio de articulación que hemos construido. En ese sentido, consideramos la Red de Bachilleratos Populares Comunitarios como un espacio abierto al diálogo y en construcción permanente, que recoge los problemas que nos surgen del tránsito de nuestras experiencias, pero también que se nos abre como resultado del diálogo y encuentro con organizaciones y experiencias hermanas con quienes compartimos el objetivo último de transformar radicalmente la realidad. En eso andamos…
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