BREVES | MEMORIAL A LAS VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA ORGANIZADA
MEMORIAL A LAS VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA ORGANIZADA JULIO GAETA, LUBY SPRINGALL Y RICARDO LÓPEZ PARQUE DE CHAPULTEPEC. MÉXICO DF Texto: Valentina García Plata | www.gaeta-springall.com
Los monumentos que homenajean a las víctimas de los conflictos han encontrado en artistas y arquitectos contemporáneos las voces idóneas para articular un diálogo perfecto entre presente, recuerdo y pasado. Ahí están el Memorial a los veteranos de Vietnam, de Maya Lin (Washington) o el estremecedor Monumento del Holocausto creado por Peter Eisenman en Berlín. Ambos son una invitación a construir un relato de la memoria para cerrar heridas y recuperar las historias de los vencidos. En la sociedad mexicana actual, la lacra del crimen organizado sigue dejando tantos muertos como un conflicto armado. Solo en 34 / ROOM 10
2014 se registraron 6.809 homicidios. Convocado por el anterior presidente, Felipe Calderón, el Memorial a la Víctimas de la Violencia Organizada de los arquitectos Julio Gaeta, Luby Springall y Ricardo López, quedó inaugurado en 2013 en medio de las críticas dirigidas por las propias asociaciones de víctimas que reprochan al gobierno su escasa implicación en la investigación de los asesinatos. La intervención se inserta en el bosque de Chapultepec en la capital de la república. En un área de 15.000 m2 sus setenta paneles de acero crean un bosque de texturas: los de acero pulido reflejan la naturaleza de alrededor;
los de acero corten recuerdan, con su erosión, el paso del tiempo; y los de acero estándar, imperturbables, nos hacen no olvidar la necesidad de vivir en paz. Articulados alrededor de una fuente que discurre a los pies de los visitantes, estas setenta moles remiten a las palabras que dirigió Jesús a Pedro: “Hasta setenta veces siete deberás perdonar a tu hermano”. El conjunto conforma una geometría abierta a las lecturas que cada visitante elabora caminando por las sendas de hormigón. Además, el público puede apropiarse de la obra dejando sus mensajes en las piezas de acero corten para que cada cual construya su propia relación con el monumento y con el recuerdo.