Mc Donnell Douglas A4-AR Fightinghawk

Textos y fotos: Adrian Gomez

Han transcurrido 25 años del arribo de los Mc Donnell Douglas A4AR Fightinghawk, el heredero de la dinastía Skyhawk en Argentina. Por aquel entonces, la llegada de los A4AR representó un salto tecnológico en la línea de combate de la FAA. En la actualidad, el Fightinghawk sigue vigente como el principal cazabombardero de la Fuerza Aérea Argentina, bajo el legado de gloria que supieron escribir el A4B y el A4C; a pesar de su longevidad y la urgente necesidad de un reemplazo acorde a los tiempos que corren.

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Un A4-AR Fightinghawk es exhibido en el Área de Material Rio Cuarto y a lo lejos se aprecia al veterano A4 B Skyhawk C 222.

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Foto: Guido E. Gomez

4 SdA A4AR Fightinghawk V Brigada Aérea Grupo 5 de Caza Grupo Técnico 5 Parche Operativo G20 Ejercicio Salitre II (2009) Ejercicio Southern Falcon (2001) Ejercicio ruzex III (2006) En esta sección se puede apreciar los escudos que cotidianamente utiliza el personal afectado al A4AR Fightinghawk, además de algunos escudos de los ejercicios en los que ha participado este sistema de armas.

Introducción

La guerra de Malvinas dejo marcas en la Fuerza Aérea Argentina, más allá de sus héroes, sus proezas, la astucia de su personal técnico; y fue la perdida de aeronaves. La batalla por las islas del Atlántico sur, arrojo un saldo negativo hacia la FAA, en donde se perdieron 47 aeronaves en combate y de las cuales 19 eran cazabombarderos Douglas A4B/C Skyhawk. Luego de la guerra, se adquirieron aeronaves de caza en reemplazo de algunas unidades pérdidas, no obstante, entre finales de la década del 80 e inicios de los 90, la flota más castigada fue la de los cazabombarderos Skyhawk, que comenzaba a transitar el final de su vida operativa debido a sus obsolescencias, a pesar de diversas actualizaciones que se le realizaron, lo que motivo la búsqueda de un nuevo y moderno cazabombardero, a pesar de las limitaciones ocasionadas por el embargo británico que, aun hoy, pesa sobre la República Argentina impuesto después del conflicto del Atlántico Sur.

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Halcón al Atardecer. Foto: Guido E. Gomez

Los A4AR Fightinghawk tocan por primera vez suelo argentino (Foto: revista Aeroespacio)

Durante los primeros años de la década del 90, la Fuerza Aérea Argentina tenía el claro propósito de reemplazara los veteranos A4B Skyhawk que operaban en la V Brigada Aerea de Villa Reynolds junto a los A4C, transferidos allí tras la disolución del escuadrón que operaba dentro de la órbita del

Un A4AR Fightinghawk regresa a la I Br. Ae. Luego de una demo Foto: DG

la IV Brigada Aérea de El Plumerillo en 1983. De esta manera se dio inicio a la búsqueda de un caza bombardero moderno, analizando distintas alternativas, pero el interés

de la Fuerza Aérea estaba totalmente dirigido a dos modelos en particular, el Mc Donnell Douglas F/A18 Hornet y el General Dynamics F16. Pero los distintos reveses políticos, la negativa de EE.UU ante la posible venta de los modelos deseados por la superioridad de la FAA, la cual iba de la mano del embargo británico; las crisis económicas, hicieron que las pretensiones de la FAA por tener en sus filas un avión de combate moderno se reduzcan a la adquisición de un aparato más accesible.

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Foto: DG

La oferta que EE.UU puso sobre la mesa de negociaciones fue por un lote de A4 M Skyhawk II, ex US Navy y ex US Marines Corps. Los mismos se encontraban preservados en el AMARC (Aircraft Maintenance And Restoring Center) de Davis Monthan, en el estado de Arizona, los mismos serian inspeccionados por personal técnico de la Fuerza Aérea. De esta manera, en 1993 se celebro el contrato de adquisición con la armada norteamericana por 36 aeronaves O/A4 M, 4 biplazas y 32 monoplazas, inicialmente se hablaba de la intención de adquirir 54 aparatos pero esto no se concreto, que serian acondicionadas y modernizadas

firma de un acuerdo para realizar estas tareas en su planta de Ontario en California y en Argentina en las instalaciones de la actual Fabrica Argentina de Aviones (FMA) de Córdoba; que por esos días era la Fabrica Militar de Aviones, para luego llamarse Lockheed Martin Aircraft Argentina Sociedad Anónima (LMAASA), luego de que el gobierno del entonces presidente de la Argentina privatizo la FMA. También Northrop Grumman, por ese entonces Westinghouse, estuvo involucrada, el gobierno argentino firmo con esta empresa un contrato por la adquisición de radares APG 66 para equipar a los Skyhawks II argentinos, todo esto tuvo un costo inicial aproximado de más de u$s 360 millones.

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Foto: Adrian Gomez Foto: Adrian Gomez Foto: Adrián Gómez Foto: Adrián Gomez

Para lograr la compra de los Skyhawks II, la República Argentina tuvo que desistir, ante la presión del gobierno norteamericano, Para lograr la compra de los Skyhawks II, la República Argentina tuvo que desistir, ante la presión del gobierno norteamericano, en la continuidad del proyecto del misil Cóndor II. Luego de los contratos celebrados por el estado argentino con las empresas norteamericanas, para el primer vuelo de un A4M con matricula de la FAA, previa selección de los aparatos a modernizar por parte de personal de la Fuerza Aérea, pasarían dos largos años, cargados de incertidumbre por la continuidad del programa, sumado a la crisis económica mexicana conocida como el “efecto tequila”, el cual acarreo un grave problema que fue la reducción del gasto público en Argentina y por lo tanto se vio comprometido el contrato por los A4M que paso a tener un costo de unos u$s 284 millones viéndose afectado su equipamiento y la adquisición de repuestos; pero respetando el pedido original de 36 aparatos.

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Un Fightinghawk se prepara para una salida de patrulla durante la cumbre del G20 armado con misiles AIM9 L Sidewinder . Foto: Adrian Gomez

Nace el A4 AR Fightinghawk

Lockheed Martin toma la posta del proyecto A4M en agosto de 1995, comenzando con la modernización y la posterior homologación de los sistemas. Los trabajos, que se realizaron en dos aeronaves, sufrieron demoras pero el proyecto continuo su marcha. Entre las mejoras que se le hicieron, podemos mencionar la integración del radar ARG 1 v2, un derivado del Westinghouse (Northrop Grumman) APG 66, lo cual implico la mejora de prestaciones y convirtió al A4M en una aeronave de ataque multirrol, capaz de detectar objetivos en distintos rangos de distancia en sus diversos modos de trabajo (Air to Air, Air to Surface); y de disparar cualquier tipo de armamento incluso inteligentes, de la mano del software que acompaña a este sistema de radar. La instalación del ARG 1 en el A4M conllevo a realizar una modificación en el radomo y además, se realizaron trabajos para la instalación de un sistema de enfriamiento por aire acondicionado para el equipo de radar, debido a que operando a baja altura, se

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Realizando un low pass durante el Argentina Vuela 2022. Foto: Adrian Gomez

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Honrando a los caídos en cumplimiento del deber. Foto: Adrian Gomez Un Fightinghawk biplaza rodando hacia la plataforma de la I Brigada Aérea de El Palomar . Foto: Adrian Gomez Foto: Adrian Gomez Foto: Adrian Gomez

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Foto: Adrian Gomez Foto: Adrian Gomez Un A4AR con los frenos aerodinámicos desplegados y bajando el tren de aterrizaje. Foto: Adrian Gomez

En final de pista 35 de la I Brigada Aérea . Foto: Adrian

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Operando desde la V Brigada Aérea. Foto: Adrian Gomez Gomez. Foto: Adrian Gomez

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Un Fightinghawk operando desde la I Brigada Aérea . Foto: Guido E. Gomez Una pareja de A4AR realizan un pasaje . Foto: Adrian Gomez Foto: Adrian Gomez. Foto: Guido E. Gomez

producía un recalentamiento del equipo, lo que generaba el stand by” del mismo. La incorporación de una aviónica mejorada, que incluye dos pantallas cromáticas multifunción Head Down Display (HDD), asociadas a un Smart Head Up Display (SHUD), ambos sistemas trabajan de manera conjunta al radar. Dentro de la cabina del A4M argentino se pueden encontrar otras mejoras adicionadas, como ser el HOTAS Hands On Throttle And Stick), GPS, un generador de oxigeno autónomo, un Radar Warning Receiver (RWR) y el sistema de Ground Mission Planning (GMP), utilizado para la planificación de misiones, el cual a través de un DTM (Data Traveler Module), se transfieren los parámetros e información de la misión en la computadora del avión. La planta motriz no sufrió modificaciones de ningún tipo, se conservaron los motores originales, en el caso de los monoplazas el Pratt & Whitney J52 408 A que tiene un empuje aproximado de 11.200 libras mientras que los biplazas poseen el P&W J52 8A de 9.300 libras de empuje. Los A4M poseen un sistema autónomo de arranque (starter) que le permite iniciar el arranque sin tener depender

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El característico halcón pintado en el estabilizador vertical de los A4 AR Fightinghawk. Foto: Adrian Gomez

mientras que los OA4M no poseen este sistema. El 17 de julio de 1997 el primer A4M modificado levanta vuelo, mientras que el OA4M hizo lo propio el 22 de septiembre del mismo año. Meses antes, la FAA ya había enviado a los

pilotos que estarían a cargo del vuelo ferry que traería a las aeronaves al país en el vuelo de entrega y al personal técnico para realizar los cursos de mantenimiento correspondiente. Tras las modificaciones, los vuelos de prueba, homologación de sistemas y la puesta a punto de las aeronaves; la FAA se preparaba para la entrega del primer lote de cazabombarderos, modernizados y rebautizados, A4 AR Fightinghawk. Este hecho tuvo lugar el 12 de diciembre de 1997, en las instalaciones del afamado Skunk Works de Lockheed Martin en Palmdale, California. Ese mismo día, los A4AR emprendieron su largo camino hacia la Argentina. El “Ferry I” tuvo varias escalas a lo largo de las Américas, hasta llegar a la I Brigada Aérea de El Palomar, lugar donde el día 18 de diciembre los Fightinghawks tocaron por primera vez suelo argentino, para luego ser presentados finalmente el día 23 de diciembre de ese mismo año ante la autoridades máximas de la FAA y del estado nacional incluidos el presidente de la nación. Una vez finalizado esto, los Fightinghawk volaron hacia la unidad que los iba a acobijar a partir de ese momento, la V Brigada Aerea de Villa Reynolds en la provincia de San Luis.

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Comienza una nueva jornada de actividades para los A4 AR . Foto: Adrian Gomez Foto: Guido E. Gomez

Operaciones

La vida operacional del Fightinghawk con la FAA se inicia con plenitud en 1998, año en el que participaron activamente en diversas actividades y presentaciones; paralelamente a esto se recibió el segundo lote de A4AR provenientes de EE.UU en junio de ese año en el marco del Ferry II, al mismo tiempo, más precisamente en agosto, se hizo entrega del primer Fightinghawk armado en las instalaciones de Lockheed Martin Aircraft Argentina en Córdoba. Su primera presentación ante el público, fue durante el show aéreo “Palomar 98” que se llevo a cabo en la I Brigada Aerea, donde los asistentes pudieron ver en acción por primera vez a los nuevos halcones de la V Brigada Aérea. En relación a adiestramientos militares, “Antuna I” fue el primero para los A4AR junto a otros medios aéreos y dispositivos de la FAA, el mismo se realizo en junio de ese mismo año. Sin embargo las capacidades de los Fightinghawk sobresalieron durante el desarrollo del, hasta ese momento, mas importante ejercicio aéreo combinado dentro de Argentina, el “Águila I”, el cual se desarrollo a

En los festivales aeronáuticos que realiza la fuerza aérea, los A4AR son esperados con gran entusiasmo por el publico presente . Foto: Adrian Gomez

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El Mc Donnell Douglas A4 AR Fightinghawk de la V Brigada Aérea mostrando su armamento. Foto: Guido E. Gomez

mediados del mes de agosto de 1998, en el que participo la Air National Guard de Maxwell Montgomery, Alabama participo junto a sus F16C/D Fighting Falcon que conformaba la 187th Tactical Fighter Wing, una experiencia similar se volvería a repetir en el año 2001 con el ejercicio “Southern Falcon” esta vez junto al 121st Fighter Squadron de la 113th Air National Guard y sus F16, a partir de ahí los halcones de la V Brigada Aérea tendrían grandes participaciones en este tipo maniobras militares, dentro y fuera del país, entre los que podemos mencionar los operativos “Ceibo 2005”, “Ícaro”, “Pegasus 06”, “Ajax 2010”, “Furia”, Cruzex, Salitre, entre otros. En la actualidad los A4AR son el principal avión de combate de la FAA, en ellos recaen misiones de control del espacio aéreo y de vuelos ilegales relacionados con el narcotráfico; incluso en operativos de seguridad, como lo fue el de la cumbre del G20 que se desarrollo en Buenos Aires entre el 30 de noviembre y 1 de diciembre de 2018 operando desde la I Brigada Aérea de El Palomar. Su participación en ejercicios militares, tanto nacionales como internacionales, sigue siendo muy activa; al escribir este artículo, los AR se encontraban participando del ejercicio multinacional Salitre IV en la Base Aerea de Cerro Moreno de la V Brigada Aérea, en Antofagasta, Chile y días previos al despliegue habían participado del ejercicio integrador “Dédalo 2022” llevado a cabo por la FAA.

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La actualidad de los Fightinghawk

La operatividad de la flota de A4AR Fightinghawk durante estos 25 años de servicio, se vio afectada seriamente debido a los recortes presupuestarios y una serie de accidentes; pero el principal problema que hacía peligrar la continuidad de este sistema de armas, era la adquisición de repuestos, algo que se fue dificultando con el paso del tiempo y por no contar con una cadena logística acorde, lo cual genera retrasos en el mantenimiento e inspecciones, reduciendo la cantidad de aeronaves operativas. En la actualidad, se está trabajando para revertir esta situación, de la mano de las capacidades técnicas del personal de Área de Material Rio Cuarto (AMRC), lugar donde se realiza la inspección mayor; y el Grupo Técnico 5, que tienen a cargo la inspección menor, la inspección de 750 horas y la ASPA (Aircraft Service Period Adjustment). La compra de los componentes más complejos, como es el caso de la pirotecnia para los asientos eyectables que es adquirida a Task Aerospace, también forma parte del plan de recuperación de los A4AR,

Un starter que funciona como material didáctico para capacitar al personal técnico

del mantenimiento modular de la planta motriz, equipos de análisis de filtros de aceite y banco de pruebas para los starter de los monoplazas, vitales para el cumplimiento de los ciclos de inspección de forma completa e integra de cada aparato puesto en servicio, lo cual beneficia a la FAA dado que no se tiene que contratar servicios externos para el cumplimiento de estas tareas. La pretensión de la superioridad de la FAA es tener en servicio unos 12 Fightinghawk aproximadamente, teniendo 7 unidades en condiciones operativas hoy en día, aunque por

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Un motor J52 montado sobre un modulo de mantenimiento

Personal

un total de 18 unidades, Las aeronaves se irán incorporando a medida que vayan saliendo del AMRC. y del GT5. El objetivo de todo será mantener operativos a los Fightinghawk por un tiempo no mayor a 10 años. No es una utopía difícil de alcanzar, teniendo en cuenta esta historia que se inicio a principios de los años 90 y recién se materializo en 1997 con la entrega del primer AR luego de distintos vaivenes, pero se tiene que tener

Un A4AR que se encuentra en inspección dentro del hangar del GT5

la defensa cada vez sufre más recortes debido a la grave crisis económica que atraviesa la República Argentina y que el Fondo para la Defensa (FONDEF) no es suficiente para mantener toda la planificación y concreción de los proyectos que tiene no solo la FAA, sino el resto de las FF.AA.

El A4 es una leyenda dentro de la Fuerza Aerea Argentina, el cual resiste el paso del tiempo y es uno de los sistemas de armas más utilizados, entre los gloriosos A4B/C Skyhawk y el A4AR Fightinghawk. A pesar de que la atención de la Fuerza Aerea esta focalizada en adquirir un caza de 4ta generación que llene el vacio operativo que dejaron los Mirage III/V tras ser desprogramados en el año 2015; la vuelta a la vida del Fightinghawk no es un milagro, es la clara intención de mantenerlo operativo, con el esfuerzo y trabajo del personal de todas las unidades afectadas al sistema Fightinghawk, como el principal caza de la FAA hasta que llegue el nuevo avión de caza, para luego buscar un sucesor acorde para los AR, con nueva tecnología y que pueda cumplir las funciones que realizan hasta hoy los “Halcones de la V Brigada Aérea”.

En el hangar del GT5 de la V Brigada Aérea

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del GT5 de la V Brigada Aérea

Ceremonia por el 25 aniversario del SdA Fightinghawk

El miércoles 14 de diciembre de 2022, en las instalaciones de la V Brigada Aérea, se llevo a cabo la ceremonia por el 25 aniversario de la incorporación del sistema de armas Mc Donnell Douglas A4 AR Fightinghawk, en la que asistieron el Jefe del Estado Mayor de la FAA, Brigadier General Xavier Isaac; el jefe de Adiestramiento y Alistamiento, rigadier Fernando L. Mengo; el jefe de la V Brigada Aérea el Comodoro Carlos Adrian Pesante; El intendente de Villa Mercedes, Maximiliano Frontera; ex miembros del SdA A4AR e invitados especiales. e dio inicio al acto y tras entonar la estrofas del himno nacional, quien fuera el jefe del programa A4 AR Fightinghawk, el Brigadier “VGM” (R) Horacio Mir González se dirigió al publico presente con unas palabras alusivas. En su discurso rememoro los comienzos del proyecto, de como se trabajo en el avión para lograr el Fightinghawk como hoy lo conocemos hasta su arribo a la epublica Argentina en diciembre de 1997, además recordó a todo el personal afectado al programa A4 AR.

invocación religiosa por parte del capellán de la V brigada aérea Presbítero Alejandro Salinas. Siguiendo con la ceremonia, se realizo un minuto de silencio en memoria del personal caído en cumplimiento del deber, para luego dar paso al jefe del escuadrón Fightinghawk Vicecomodoro Pablo Pasquini quien pronuncio un discurso destacando el salto cualitativo

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Foto: Adrián Gomez. Foto: Adrián Gomez.

para la FAA el programa A4 AR Fightinghawk, lo cual permitió estar a la altura de las distintas fuerzas aéreas del mundo gracias a este sistema de armas. Finalizando con el acto, se entregaron presentes al personal destacado en estos 25 años de historia del Fightinghawk y se realizó el lanzamiento de dos paracaidistas pertenecientes a la V Br. Ae. finalizando de esta manera, una ceremonia con una gran carga emotivo dada la importancia de esta aeronave que tras un cuarto de siglo de servicio con la FAA, sigue surcando los cielos argentinos en defensa de nuestra soberanía.